D 5782 E Nr. 68 Mayo 1976 REVISTA MENSUAL DE INFORMACION FRANCFORT / MENO Reforma pactada-Ruptura negociada X X X Congreso de la Unión General de Trabajadores El gran Búnker: Televisión Española PRECIO: 2 DM 35 FB 40 Pts. 3,50 FF 2F 0,30 .£ 2,25 FS Cartas de los lectores Opiniones Soy trab aja do r español y me con­ sidero políticam ente muy próxim o a las ¡deas socialistas, aunque no estoy encuadrado en ningún partido o grupo. Un com pañero me ha proporcionado algunos números de su revísta que he encontrado muy buena, aunque quizás algo retrasada en cuanto a actualidad de inform ación. Sigan en su línea, co rrija n ese defecto, co nsi­ gan mayor difusión en el in te rio r y llegarán a ser una gran revista. Estoy interesado por los problem as sindicales que en los últim os meses han tom ado una enorm e actualidad y unos giros preocupantes. Tenemos planteado el problem a de la unidad sindical. Yo personalm ente pienso que la unidad es necesaria absolutam ente. Ahora bien, también creo que to da unidad sindical a la que no se llegue voluntariam ente por los trabajadores partiendo de la exis­ te ncia previa de unas libertades de­ m ocráticas será una im posición fas­ cista o social-fascista, según de donde provenga. Los ejem plos los tenem os claros: España (C. N. S.) y Portugal. En estos m om entos asistim os en este pobre país a dos m aniobras que yo me temo que ambas van a traernos como resultado - privar a los trabajadores de la libertad necesaria para llegar a una verdadera unidad sindical. El con­ greso vertícalista de M artin Villa y el congreso „p a ra le lo “ de CC. 0 0 . Del prim ero no m erece la pena ni hablar. Del segundo sí, porque yo creo que sí ese congreso se celebra en las actua­ les circunstancias nos va a llevar a una unidad im puesta desde arriba que estará co ntrola da por el PCE y que por, esta razón será rechazada por los trabajadores que no com partim os su línea política. El problem a es grave y creo que no estaría de más que lo trataran en su revista. Hacen mucha falta orienta­ ciones serias. ■ F. A. C. — M adrid Hasta la burguesía las denuncia La tragedia del pueblo chileno con­ firm a la ju sticia ind iscutible de los citados com entarios. Es significativo, tam bién, que bajo la presión de los hechos a diario palpables, hasta la burguesía se ve obligada a reconocer — a veces —, el daño que ocasionan a los pueblos las empresas m ultinacio­ nales. Tom emos por ejem plo el libro „Los EE.UU. y C hile “ del sociólogo norte­ americano, Petras, y del científico australiano, Morlís. En la publicación se señala que el ejem plo de Chile revela toda la variedad de los métodos a que recurre el Estado Im perialista para apoyar y abrigar a las grandes compañías internacionales. A esto, hay que sum arle lo que es su esencia: las portadoras de la política de las naciones im perialistas. Después de todo lo afirm ado está más claro que el agua la im portancia que tuvo la sesión de la Com isión Intergubernam ental de la ONU de C orporaciones M ultinacionales cele­ brada en Lima. Los participantes de las reuniones — que duraron dos semanas - , apro­ baron el C ódigo de CONDUCTA para la cofradía m onopólica. Este C ódigo de C onducta está llam ado a poner coto a las actividades hasta ahora incontroladas de los gigantes finan­ cieros e industriales internacionales. El m inistro de Relaciones Exteriores de la Revolución Peruana, Miguel Angel de la Flor, indicó al c o n c lu ir la asamblea que „e l C ódigo debe ser no sim plem ente una declaración llena de buenos deseos, si no una ley cuyas cláusulas son obligatorias para las C orporaciones transnacionales“ . Los latinoam ericanos, los chilenos, esperamos que así s e a . . . ■ A riosto M üller CHICO yA Presos políticos Quiero contestar a algunos puntos de la carta del señor A. R. de Dörentrup, aparecida en el número 66 de la revista. Dice el Sr. A. R. que ve justo luchar por los presos políticos, pero no el reincorporarlos a los mismos puestos. En mi opinión, ésto es absurdo, por­ que ningún preso político español pide que le den ningún puesto de M inistro. Lo que si piden es ser reincorporados a sus puestos de trabajo, lo cual, por desgracia, todavía no lo hemos con­ seguido. Nos pone Vd. en guardia contra los oportunistas que están al acecho, com o los vam piros franquistas y com unistas. Pues sí, muy bien por esa advertencia. Tam bién hay que tener cuidado con esos que en nom bre de la „P a tria " y de „C ris to “ , apalean a los abogados, a los estudiantes, a los sacerdotes y a los socialistas que quieren rendir hom enaje a su funda­ d o r Pablo Iglesias. Pero el Sr. Sánchez M ontero es co­ m unista y fue detenido y m ultado recientem ente con un m illón de pese­ tas y yo no sé que fuera por com eter ningún acto de vam pirism o. Tam bién se lam enta de que los com unistas se llevaran el oro a Rusia. Pues sí, es lamentable, pero, estando el oro en Rusia quizás un día no muy lejano pueda volver a España, pues de haberse quedado en el país ya estaría a estas horas en los bancos suizos, donde van a parar a la larga las divisas que enviamos los em igran­ tes. No rechacemos a nadie, nada más que a quienes quieren m antenernos bajo su bota. ■ J. P. — W erm elskirchen S U Carta de los lectores 2 Carta al lector 4 ESPAÑA M ientras llega la reforma pactada o la ruptura negociada 5 Ante el tribunal de exámenes 10 Visitó Argel la Oposición española 13 M A R I O ¿Reforma o ruptura? Un problem a de poder político, de representatividad política. Ya apenas se habla de cambio en las estructuras. Pero cuando el pueblo protesta indignado contra el nuevo papel de espectador que se le ha asignado, por unos y otros, los azules intensifican su acción y no dudan en lanzar sus ¡ras repre­ sivas contra quienes pretenden expo­ ner de algún modo sus propias opinio ­ nes (pág. 5). El P. S. O. E. integrador del socialism o en España Un nuevo deporte: a) se crea un „p a r­ tid o “ socialista; b) se lamenta de que el socialism o está dividido y c) se ofrece uno mismo como salvador reunificador. A este respecto y desde M éxico, Manuel González Bastante, enjuicia las declaraciones hechas por el profesor español, Enrique Tierno Galván, durante su viaje por tierras americanas (pág. 14). Reportaje gráfico Parlamento Europeo y España El gran Búnker: Televisión española SAHARA La voluntad del pueblo COMUNIDAD EUROPEA La Europa de los ciudadanos 38 RUSIA Presos políticos URUGUAY El éxodo de los jóvenes Torturas bestiales CHILE ¿Pinochet en crisis? Hechos y personajes EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 40 Durante los días 15, 16, 17 y 18 de Abril de 1976 la Unión General de T rabajadores de España ha celebrado su XXX Congreso O rdinario en la ca­ pital del Estado español. Habían pasado 44 años desde que se había celebrado el últim o en España y para muchos de los delegados era la prim era vez que asistían a un con­ greso sindical dem ocrático. Sobre este congreso mucho se va a e scribir; en este número sólo presentamos un reportaje gráfico. En la foto Nicolás Redondo, reelegido Secretario Gene­ ral, con Hans M atthöfer, M inistro federal de la RFA (pág. 22). Después de ver la TV española, pro­ piedad del Estado, habría que pre­ guntarse ¿quién gobierna en España?, porque el G obierno marcha por un lado y la TV por otro. Hasta que punto se llega en esa dualidad de caminos, lo prueba que incluso se prohíban pro­ gramas donde aparece el propio M inistro español de Asuntos Exterio­ res, program a que estaba previsto para el 27 de Marzo de 1976. La TV ha sido y es un instrum ento al ser­ vicio de la propaganda más retrógada y alienante orientación política vertida desde el poder (pág. 30). 3 C A R TA AL LECTO R Querido lector: REVISTA DE INFORMACION NR. 68, Mayo 1976 Editor (Herausgeber und Verleger): Peter C orterier (MdB) Exprés Español: 6 F rankfurt/M ain — 19 - Postfach 19 01 09. Redacción: José Maria Arche, José Moll Marqués, Manuel Moral y Carlos Pardo Anzeigen: Z u rZ e it ist A nzeigenpreis­ liste Nr. 4 vom 1.1 . 1973 gültig. Verantwortlich fü r Anzeigen: Carlos Pardo Anzeigenverwaltung: Carl Heymanns Verlag KG, 5 Köln 1 G ereonstraße 18—32 Ruf 02 21 /2 3 45 55, Telex 8 881 888 Distribuidor en la República Federal de Alemania: Saarbach GmbH, 5 Köln — Follerstraße 2. Imprime: A. 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Castro — Juan G allego — Prensa Latina Volhart M üller — DPA — Cuadernos para el Diálogo Colaboran: Andrés Sorel — Prensa Latina — Manuel Gonzá­ lez Bastante - A. M üller 4 La Unión General de Trabajadores de España, que reúne en su seno a los sindicatos de las distintas ramas industriales, fue creada por un grupo de trabajadores encabezados por Pablo Iglesias, hace ya casi 100 años. En M adrid y del 15 al 18 de abril ppdo., la U .G .T. ha celebrado su XXX Con­ greso O rdinario. La presencia de más de 500 delegados y 400 invitados, llegados de los puntos más distantes de la geografía española, como tam ­ bién de las Secciones en el extranjero, era la garantía de la vivencia y pujan­ za de la U. G .T.; su influencia y reco­ nocim iento internacional lo confirm a­ ban la presencia de más de setenta delegados extranjeros, representando el m ovim iento sindical dem ocrático. La celebración del XXX Congreso de la U .G .T. no ha sido una graciosa concesión de quienes detentan los órganos de poder, sino el derecho irrenunciable que tiene la clase obrera para reunirse y establecer sus o b je ti­ vos y m étodos de lucha, sin dem agó­ gicas concesiones al izquierdism o de galería, ni supeditaciones a sus ene­ migos de clase. Por Carlos Pardo está por razones obvias alejada de cualquier tipo de organización dem o­ crática, solamente som etida a la organización oficial impuesta por decreto. Ahora es de dom inio público la existencia de la Unión General de Trabajadores como organización sin­ dical dem ocrática y unitaria, donde todos los trabajadores españoles, sea cual sea su ideología política o con­ fesional, tienen un lugar con arreglo a unos estatutos y normas discutidas y aprobadas dem ocráticam ente por los delegados. Transformación Comprobado Todo ello pudo ser am pliam ente com ­ probado por los innum erables repre­ sentantes de los m edios nacionales e internacionales de inform ación. Ellos han sido los m ejores testigos de los principios dem ocráticos que han pre­ sidido este XXX Congreso de la U.G.T. Los periodistas han podido también alcanzar nuevos límites en su dura batalla por la libertad de expresión e inform ación, en la m edida que sus crónicas reflejaban la marcha diaria del Congreso, reproduciendo lo que en la sala del Congreso se iba dicie n ­ do, por ejem plo las palabras del Secretario General afirm ando: „es pre­ cisam ente nuestra actividad ininte­ rrum pida todos estos años, junto con la presión incansable e jercida por la clase trabajadora para la reconquista de sus derechos más elementales, las que hoy permiten que este XXX Con­ greso de la U .G .T . se celebre en M adrid .. Pero este Congreso no sólo ha sido el Congreso de la U .G .T., sino que hay que considerarlo com o un servi­ cio y reconocim iento a toda la clase trabajadora, cuya inmensa mayoría Precisamente por ser un sindicato dem ocrático, la U .G .T . lucha por la transform ación de la sociedad bur­ guesa en una sociedad socialista y para ello sabe que es necesario con­ tar con la colaboración de un partido político que tenga los mismos in­ tereses y objetivos, y este partido es el Partido Socialista Obrero Español. Por ello fue invitado a d irig ir un saludo al Congreso Felipe González, Secretario General del P .S .O .E ., fue el que transm itió el saludo de su partido recordando, entre otras cosas, que: „D urante cuarenta años, el Par­ tido Socialista y la U .G .T., y sobre todo ésta, han luchado por un sindi­ calism o libre dentro de una sociedad libre, como instrum ento para m ovilizar a la clase trabajadora, a los sec­ tores populares en la construcción de una alternativa global frente a la dictadura y a la sociedad capitalista." Con las palabras de un periódico español podem os ce rrar esta carta: „Es evidente que la U .G .T . ha vivido una fecha histórica y hay que tener en cuenta que fue la pionera de las luchas sociales. El futuro nos dirá, sin duda, el papel que ha de desem peñar." ■ EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 España Madrid. Crónica Política. MIENTRAS LLEGA LA REFORMA PACTADA O LA RUPTURA NEGOCIDA. Más parece a veces un problema sem ántico que una cuestión de fondo. Y sin embargo llena cientos de de­ claraciones, discursos, textos políti­ cos. ¿Reforma o ruptura? Un problem a de poder político, de representatividad política. Ya apenas se habla de cam bio en las estructuras. Nadie parece plantear el problem a M onar­ quía o República. El campo de juego se ha deslindado con vallas: a un lado, en las gradas, los espectadores, el pueblo. En el terreno los jugadores, los políticos. El equipo azul se debate entre el continuism o o la reforma. El equipo rojo entre la reforma o la ruptura. Los espectadores empiezan a cansarse. Y los jugadores, a fuerza de co rrer horas, semanas, meses ya tras el mismo balón, sin que se vean los frutos, comienzan a destintar sus camisetas, a deb ilita r los colores de las mismas. Al final es posible que sólo quede un parecido uniform e am arillo más o menos deslucido o brillante. Sólo que en ocasiones los especta­ dores protestan airados del papel que se les ha asignado, y entonces sí, los azules intensifican su unión, olvidan el campo de juego, y no dudan en e strellar sus ¡ras represivas contra quienes pretenden invadir el campo. Y m ientras llega la reforma pactada o la ruptura negociada . . . sobre sus problemas. Su problem a es el hambre. Sim plemente hambre. No tienen trabajo. Desde hace meses. Y tienen hambre. Hambre en la desa­ rrollada España. Dem agógica hambre, tan m olesta palabra para quienes aun­ que se declaren de izquierda, prefieren creer que esas son historias ya viejas. Los reyes no estuvieron en Málaga. Si en Sevilla. Sólo que a Sevilla lle­ garon tam bién un día después de otra m anifestación — esta vez a la demanda de trabajo se unía la de amnistía — disuelta a tiros y gases. Andalucía: más de 250.000 parados. 40 % del total del país. En la cons­ trucción, no menos de 100.000. Apenas se distinguían banderas regionalistas en las imágenes oficiales ofrecidas por las cámaras de TV. Alcaldes lati­ fundistas, señoritos desprovistos de preocupaciones por los problem as de su tierra a lo largo de su nefasta función ejecutiva, siem pre nom bra­ dos a dedo, siem pre vueltos de espal­ das a sus pueblos, daban ahora una imagen falsa y oportunista al pedir trabajo pan y justicia para Andalucía. La justicia, el pan y el trabajo, co­ mienzan, han de com enzar por su propia destitución, por la dem ocrati- Por Andrés Sorel zación de las gestiones adm in istrati­ vas, y después por la reforma econó­ mica, elim inando el latifundio, racio­ nalizando el campo, empleando los capitales creados en la región, envia­ dos por los emigrantes, en desarrollar la misma. Córdoba: solo en Palma del Río, 45.000 parados. Y, no pudo por me­ nos de subrayarlo el C oncejal Rafael González, hambre en los pueblos. Los reyes no siem pre sonreían. Parte del pueblo, en su mera función de aliena­ ción coyuntural, gritaba, aplaudía . . . Ya los Reyes no están en Andalucía. Andalucía sigue con sus problemas. ¿Medidas coyunturales de un Consejo de M inistros? Muchas ya son viejas, planes de pasados años. Es posible que parcialm ente, se m itigue algo el paro. Las soluciones, para la región, deben ser más profundas, de largo alcance. Necesitarían transform acio­ nes políticas y económ icas que no pueden, sin duda, tomarse en el mar­ co del actual Gobierno. El Instituto de Los Reyes en Andalucía Málaga cuenta un mínimo de 60.000 parados. En protesta, exigiendo tra ­ bajo, decenas de miles de malagueños ocuparon las calles de su ciudad, obteniendo, por toda contestación, palos, bombas de humo y detencio­ nes. No. Los Reyes de España no presenciaron estas m anifestaciones. „Más trabajo y menos policías.“ „Málaga con Vitoria“ rezaban pancar­ tas. TV no ofrecería esas imágenes en sus exhaustivos reportajes sobre Andalucía, la occidental Andalucía visitada por los Reyes. En la iglesia Dulce Nombre de María madrileña, cinco parados m alagueños llamarían la atención de la opinión pública EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 „Más trabajo y menos policías“. En protesta miles de m alagueños ocuparon las calles de su ciudad, obteniendo, por toda contestación palos, bombas de mano y detenciones. Lo que no vió el Rey en Andalucía: 250.000 parados, hambre en el pueblo, hambre en Málaga. Desarrollo Regional andaluz, ha infor­ mado, sobre el Plan C oyuntural del Consejo de M inistros celebrado en Andalucía, que: „Resulta significativo que se incluya en el Plan aprobado para 1976, obras que ya estaban in­ cluidas en el programa de obras de Andalucía y Extremadura de junio de 1975, para contratarse en 1975“, pidiendo que se aclare si el crédito extraordinario de 8 mil m illones de pesetas, es para obras nuevas o in­ cluyen ya las financiaciones aproba­ das en el program a del pasado año, incluso en el III Plan de Desarrollo. Congresos Alianzas Regresos esperpénticos Sin duda, el congreso de la UGT, del que se inform a en otro lugar, ha sido el acontecim iento del mes. Por cuanto 6 supone, significa y puede llevar apare­ jado. Vamos a hablar aquí de otras significativas reuniones tenidas en los últim os 30 dias, precedidas a las va­ caciones de Semana Santa. Tal es la form ación de la Plataforma U nitaria de Juventudes de Madrid com puesta por las siguientes siglas: Juventudes Socialistas (P. S. O. E.), Unión de Juventudes Comunistas (P. C.), M ovim iento de Juventudes Com unistas (M. C. E.), Joven Guardia Roja (P. T.), Unión de Juventudes Maoistas (ORT), de difícil evaluación dada la clandestinidad en que dichas siglas se mueven. En la moda del retrato y la proyección pública, sí aparecieron a la luz sus responsables. Aparecieron y desaparecieron pronto, que para eso están vigilantes la DGS y el TOP. Y llegó el acuerdo: se ha constituido la Platajunta, como periodísticam ente se la conoce C oordinación Dem ocrá­ tica es la suma del PCE y sus etc. aglutinados en torno a la Junta De­ m ocrática, y PSOE y sus adheridos (Plataforma de Convergencia Demo­ crática). No se ha hecho pública el com unicado. Su párrafo más sign ifi­ cativo puede ser este, el que pro­ pugna: „la ruptura democrática me­ diante la apertura de un proceso constituyente que conduzca a través de una consulta popular por sufragio universal a una decisión sobre la forma de Estado y de Gobierno“. En la Platajunta, las siglas son abundantes. Reseñémoslas: P. C.; CC. OO.; Partido carlista; Partido socialdem ócrata (uno de los varios exis­ tentes); P. T.; Izquierda D em ocrática; Grupo Independiente (es decir: Rafael Calvo Serer García Trevijano y . . . ) ; P.S. O. E.; UGT; M ovim iento Comu­ nista; P.D. P.; P. S. P.; USDE . . . ¿Cuántos son ellos, hasta dónde pueden cam inar juntos en esta lucha por la instauración de la dem ocracia en España? Solo el tiem po de la luz (pública, de los partidos sin máscaras, (de los debates abiertos, de la prensa libre, de las reuniones y organizacio­ nes verificadas, de la dem ocracia no tutelada ni m anipulada enfín, podrá significarlo. C onstituida el 29 de marzo, no llegaría a hacer pública su existencia. La policía detendría en el despacho del abogado Antonio García Trevijano a M arcelino Camacho, Nazarío Aguado, D orronsoro, Morodo y Solana. 4 detenidos restan al escribir estas líneas: Trevijano, Camacho, Aguado y D orronsoro. A ellos se les unirían, por dos meses e impago de m ulta gubernativa, quienes desde el hotel Palace de M adrid contem pla­ ban (o no) la m anifestación convo­ cada — anulada, celebrada — no cele­ brada del día 3 de abril: Ramón Tamames, Juan Antonio Bardem, Eugenio Triana, Enrique Curiel u otros de menos „n o m b re “ , todos de tendencia com unista. En Yeserías la abogado Francisca Sauquillo, más a la izquierda. C ristianos de Gil Robles, cristianos de Ruiz Jiménez, discuten, se unen, se separan, se federan, luchan en la som bra-luz de esta insólita situación que vive la política española donde se pasa de la autorización a la cárcel, de la negación al hecho consumado. No fué autorizada la m anifestación, de los combatientes. Sí se celebró la II Asam blea Nacional de la Con­ federación Nacional de Com batientes (antiguos ex-com batientes). Inm utabili­ dad de los Principios Fundamentales. Y Girón en el monte: sim bólico, claro: ni se m olesta en acudir a las reunio­ nes conjuntas de Gobierno-Consejo Nacional que, dicen, preparan la re­ form a constitucional, y cuyo secretismo hace a los españoles quedar a la EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Por prim era vez se presentó ante la prensa el Comité de C oordinación de la Junta D em ocrática y Plataform a de Convergencia. luna de cuanto en ellas se trata. Autorizado fué igualm ente el mitin de Blas Piñar en Madrid. Sus gritos cono­ cidos y destacados: „Ni amnistía ni perdón; ETA y Fraga al paredón.“ Era el dom ingo 28 de enero. Camisas azules y cruces gamadas. Todo auto ri­ zado. Como en los m ejores-peores tiempos. Blas Piñar. Franco. Bunker. Luis Valero Bermejo que grita: „No queremos pelea, pero la tendrán si la quieren.“ Continuaban gritando: „Go­ bierno dimisión.“ „Dinamita para la Universidad.“ El G obierno autorizando la dinam ita contra él vertida (sim bóli­ camente, quede claro). A los manifes­ tantes que pedían el paredón para Fraga, les escoltaban, dicen las infor­ maciones, jeeps de la policía que suponemos obedecen, debieran obe­ decer, las órdenes de Fraga. lo recuerda, cuando siendo em bajador en Londres propugnó, acertadamente, como im prescindible la reforma s in d i­ cal, las palabras descom puestas con que le atajó Martín Sanz: „Esta casa es nuestra y habrá que sacarnos por las armas.“ Para consolidar el Bunker, en abierto desafío a los reformistas no se duda en reforzar los m iem bros integrístas de los integristas organism os que tutelan y supervisan la tan anunciada y nunca llegada reforma. En la O rgani­ zación Sindical, rom piendo la cos­ tum bre de que su Secretario General represente a la misma en el Consejo del Reino, y dado que Socias Humbert, el actual Secretario no da la talla ultra exigida por el bunkersindicalismo, se designa al dueño de la em­ presa concesionaria de las basuras del Ayuntam iento, Presidente del Sin­ dicato del Olivo, conocido m illonario y retrógrado integral — por cuanto declara en público o por e scrito — Dionisio M artin Sanz, de 67 años para que sea el representado en dicho Consejo. Recuerde Fraga, de seguro V para los 40 consejeros vitalicios, el Senado ultraazul, otro azulultra que espera ser, convertirse, en el mayor capitán de los defensores del Bunker: Gonzalo Fernández de la Mora. Y vuelven. Qué trágica, grotesca vuelta la de este e jército de sombras, hom ­ bres del pasado que arrastran su pasada derrota por una España que no les dejó vivir: Llopis, Abad de Santiilán, Salvador de M adariaga . . . El últim o llegado: Sánchez Albornoz. Autorizados para gritar: „Ni amnistía ni perdón; ETA y Fraga al paredón.“ Fueron escoltados por la policía del M inistro tan duram ente sentenciado. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 7 Cam bios m ilitares, sin poder asegurar la pasividad de los ultraazules. Son muchos los com prom etidos con la ultraderecha, aunque ahora se posibilite a los m ilitares reform istas a dar un paso adelante. Los cambios militares Fueron importantes. Dicen que ellos aguantaron la crisis de m inistros, in­ cluso una nueva dim isión de Arias. El Arias que vuelve a hablar al país. Indudablemente, sin cam bios m ilita­ res, sin seguridad en los puestos res­ ponsables del Ejército, im posible transform ar las estructuras franquis­ tas, asegurar la pasividad de los ultraazules. Ahora el e quilibrio parece mayor. Ganan los m oderados, es de­ cir, se p osibilita a los reform istas para dar un paso adelante. Ahora o nunca, podríam os decir. Ahora, antes de que sea, para ellos, dem asiado tarde. Estos son sus nom bres: Teniente General José Vega Rodrí­ guez, ex-capitán de la guardia civil, pasa a ser el Capitán de la Primera Región M ilitar, y por tanto a situarse en un puesto estratégico. No olvide­ mos que en ella se encuentra la División Acorazada, punto de fricció n siem pre dada su tendencia franquista y ultraderechista, como potencial amenaza a cualquier intento de re­ form a del Régimen . . . Teniente General Gutiérrez Mellado, ascendido para poder ocupar este puesto, ex-com andante General de Ceuta, pasa a d irig ir la VII Región 8 M ilitar, radicada en Valladolid. Se habla de él como de un hombre fuerte, profesional, pero nada ultra, capaz de separar e jé rcito de polítíca, tal como hasta ahora no venía sucedien­ do, y de buscar una independencia al mismo que posibilite asegurar el paso hacia la dem ocratización del país. Teniente General Felipe Galarza, pasa a ocupar la Jefatura del Estado Mayor del Aire. Teniente General Francisco Coloma Gallegos, hasta ahora en la I Región, pasa a hacerse cargo de la IV Región, Cataluña. Hombre adscrito a Juan Carlos, y de absoluta obediencia m onárquica. Es decir puestos claves, para quienes desde el poder intentan reformar unas Instituciones, sin que tengan que vérselas a tiros con, hoy por hoy, sus más absolutos enem igos: la ultraderecha franquista, la vieja clase polí­ tica, que ya no económ ica, celosa de sus privilegios que no está dispuesta a perderlo. En cuanto a la derecha económ ica, el m oderno capitalism o español que no cesa de m ostrar su disconform idad con la actual situa­ ción política, retayéndose bien sea en la inversiones, bien sea en la bolsa, no desearía otra cosa que ver ase­ gurada una reforma sin ruptura, sin cam bios estructurales y que abriera el cam ino de acercam iento, auténtico, hacia la Europa capitalista y dem o­ crática. Porque el tiem po nos devora. Y en cualquier momento, como en Vitoria, puede estallar la tragedia. Hubo una frustrada fuga de presos de la cárcel de Segovia. Hubo un asesinato en la persona de un industrial vasco. Hubo varios muertos por disparos de una nerviosa guardia civil. Hubo más de cién detenidos vascos. Hubo un Aberri Eguna frustrado, aunque corriera la sangre del pueblo en él. Hubo otro guardia civil muerto. Hay mucha, de­ masiada tensión en Euskadi, para que no se com prenda que a tiros es im­ posible devolver la paz a la Patria Vasca. A llí no se juega con reformas o rupturas: allí se precisan hechos, hechos que tengan en cuenta las razones de un pueblo. Pueblo que sin derechos no puede tener paz. La chispa puede saltar mañana — que el hambre y el desempleo aprietan - en Andalucía. O en Extremadura. Pón­ ganse de acuerdo de una vez. Ter­ minen las reformas o las rupturas de delim itar los campos. Y com iencen a resolverse los problemas, los auténti­ cos problemas, de los pueblos de España. Estos, unas veces en silen­ cio, otras a costa de su sangre, lo exigen. Antes de que, nuevamente, vuelva a ser dem asiado tarde. ■ M adrid, 20 de abril 1976 Andrés Sorel EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976 REVAL.Aromático por naturaleza. Un tabaco puro sin mezcla de productos extraños. Pleno de aroma y sabor. En Alemania - la marca preferida por los hombres - Con y sin filtro. ho ¡S W 20 Cigarrillos DM2.30 España ante el tribunal de exámenes TEMA: LA DEMOCRATIZACION Es necesario hallar una respuesta para poner fin a una situación „insatisfactoria“ desde el punto de vista jurídico y económico Probablemente, están a punto de escribirse las prim eras líneas de un nuevo capítulo en la historia de las relaciones entre la Com unidad Euro­ pea y España. Pero nadie puede de­ c ir hoy, con certeza, en qué consis­ tirán y cuáles serán sus consecuen­ cias. Por ahora, los Nueve se han ceñido a tom ar nota de la existencia, en España, de cierta evolución. El 20 de enero pasado, en Bruselas, el Consejo de M inistros de Asuntos Exteriores de la C. E. E. ha com pro­ bado que „la situación actual ya no prohibía la reanudación de los con­ tactos con España en lo que se re­ fiere a las negociaciones interrum pi­ das el mes de octubre pasado“ . N egociaciones que — fuerza es recor­ darlo — tenían por objeto la celebra­ ción de un acuerdo de libre com ercio y cooperación en el marco de la política „g lo b a l“ m editerránea, en el mismo concepto que los acuerdos ya celebrados con Israel, M alta y los tres países del Mogreb. interlocutores sobre el proceso inicia ­ do en su país. En realidad, hubo que esperar a la conferencia de prensa que díó en la capital belga al final de su estancia en la misma para ver esbozarse ciertos proyectos. Una fase de reflexión Democracia a la española: en vez de votos, palmitas. ¿Para cuando las negociaciones? El M inistro de Asuntos Exteriores de España no se ha pronunciado form al­ mente, con tal motivo, sobre las intenciones del gobierno de Madrid, habiendo incluso precisado que el mismo esperaría a que term inase su gira por las capitales europeas para ver más claro. El jefe de la diplom a­ cia española ha visitado ya a sus colegas francés, alemán, luxem bur­ gués, belga, irlandés y neerlandés, Copenhague, Roma y Londres. Solamente en ese momento podrá el gobierno español decir - indicó el Sr. Areilza — cuándo y cómo estima que se pondrán in icia r las negociaciones sobre las „re lacion es institucionales“ entre España y la Comunidad Euro­ pea. El conde de M otrico se expresó, sin embargo, con algo más de pre­ cisión al indicar que, a su modo de ver, la facha probable de ingreso de su país en la Com unidad como miem­ bro de pleno derecho parecía situarse en 1980, añadiendo, en respuesta a las numerosas preguntas que se le form ularon, algunas precisiones que, no por no co nstitu ir un program a resultan menos interesantes: Sí, Es­ paña ha alcanzado un nivel econó­ m ico suficiente para form ar tal pro­ yecto, dado que es ya la décima potencia industrial del mundo - lo España no ha dado aún respuesta o ficial a dicha invitación, pareciendo hallarse, en este momento, en la fase de reflexión. Y, en gran parte, para alim entar tal reflexión, es por lo que el M inistro de Asuntos Exteriores de España, José María de Areilza, Conde de M otrico, ha em prendido una gira por las capitales de la Europa de los Nueve. El 17 de febrero pasado, el jefe de la diplom acia española realizó, en Bruselas, una trip le visita, habiéndose reunido con Joseph Luns, Secretario General de la OTAN, con Renaat Van Elslande, su hom ólogo belga y tam ­ bién con Franpoís Xavier O rtoli, Presi­ dente de la Com isión Europea y con Sir C hrístopher Soames, Vicepresi­ dente del ejecutivo com unitario en­ cargado de las relaciones exteriores de la Comunidad. Poco es lo que se sabe acerca de ta ­ les conversaciones, pero el propio Sr. Areilza ha dicho que no había form u­ lado petición alguna, lim itándose a presentar el program a de reforma dem ocrática de su gobierno y a infor­ marse acerca de la opinión de sus fltA J l 10 SZ-Zeichnung: Murschetz EXPRÉS ESPAÑOL / Mayo 1976 que confirm a el Club de Roma, dado que su presidente, Aurelio Peccei declaró en Madrid, donde asistía a las Jornadas Internacionales sobre Inves­ tigaciones Agrícolas, que „no existe problem a de índole económ ica“ para la integración de España en la C. E. E. quedan, sin duda, proble­ mas pendientes, pero no serán más insuperables que los que otras adhe­ siones plantearon en el pasado; cierto que las negociaciones serán, verosí­ milmente, bastante largas, pero si debe haber un periodo de transición, el mismo deberá desenvolverse des­ pués de la adhesión y no antes. Una democracia „a lo occidental“ En labios del jefe de la diplom acia española, no se trataba más que de simples esbozos de futuro. El gobier­ no de Madrid no ha form ulado, hasta ahora, solicitud alguna ni propuesto ningún calendario. Los Nueve, por su parte, se atienen a la „a p e rtu ra “ que hicieron el mes de enero pasado, debiendo considerarse tal „apertura" como dotada de sentido propio. Declararse oficialm ente a favor de la reanudación de las negociaciones que, tam bién oficialm ente, se decidió interrum pir tres meses antes significa, sin lugar a dudas, el reconocim iento de facto de la evolución de las institu­ ciones y de la p ráctica política espa­ ñolas hacia una form a de dem ocracia ,,a la o c c id e n ta l“ . Pero salta a la vista que los Nueve esperan ahora signos más tangibles antes de seguir más adelante. Quizá baste, para ilus­ tra r tal postura, con recordar lo dicho por Sir C hristopher Soames ante el Parlamento Europeo e M 1 de febrero: „Se trata, en prim er lugar, de reanu­ dar, con España, negociaciones de índole estrictam ente com ercial. Si bien resulta oportuno reanudar tales negociaciones en la m edida en que la evolución sigue el camino de la dem ocratización, no se trata, en abso­ luto, de entablar, con M adrid, nego­ ciaciones de índole institucional. Solamente tras haber juzgado el modo como dicho país evoluciona en el sentido de una genuina dem ocra­ cia, podrán establecerse relaciones estrechas entre la Comunidad y Es­ paña, pero resulta aún prem aturo pronunciarse sobre la am plitud del proceso que se ha inicia d o .“ C iertos Estados m iem bros parecen ya ampliam ente convencidos por las pre­ cisiones que les ha dado el conde de M otrico en el transcurso de su periplo. Cabe citar, al respecto, la reac­ ción de Max Van der Stoel, M inistro de Asuntos Exteriores de los Países Bajos - país que goza fama de rigu­ roso en m ateria de p rincipios dem o­ cráticos — quien, al finalizar las con­ versaciones que celebró en La Haya con el conde de M otrico, expresó su convición de que las autoridades españolas tomaban seriam ente en consideración la instauración de re­ form as institucionales conducentes a la dem ocratización de España. Examen atentivo de la situación Estamos, pues, en una fase de espera, sobre todo en lo que respecta a los responsables de la Com unidad Euro­ pea que tienen la vista vuelta hacía España. Cada declaración, cada de­ cisión, cada proyecto, cada aconte­ cim iento, sea su alcance grande o pequeño, es objeto de examen, de interpretación, de justiprecio antes de pasar a añadirse al platillo de la ba­ lanza, la que se soltará el día en que las autoridades m adrileñas inicien sus gestiones ante las instituciones com unitarias. La respuesta dependerá del lado de que se incline el platillo. Por ahora, los responsables com uni­ tarios se guardan, en apariencia y en la m edida de lo posible, de form ular un c riterio oficial, abriendo sus puer­ tas a todos los interlocutores. Así tenemos, por ejem plo, que Felipe Gon­ zalez. Primer Secretario del Partido S ocialista Obrero Español, celebró, el 10 de febrero pasado, conversaciones con varios Com isarios europeos C hristopher Soames, Sim onet y S pinelli —, a quienes expuso el pare­ cer de su partido sobre las „c o n d i­ ciones m ínim as“ que se deben reunir previam ente a cualquier acercam iento entre España y la C. E. E. M ientras el Conde de M otrico expresa su convicción de que en España se toman en serio las reformas dem ocratizadoras, la policía sigue disolviendo manifestaciones. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 11 Un trabajador español en Alemania, en espera de que España ingrese en el M ercado Común. ¿Antes de 1980? Y antes y después de él, dirigentes de otros partidos y organizaciones se han entrevistado con diferentes miembros de la Com ision Europea con el mismo objeto. Si se halla planteada la problem ática del futuro de las relaciones entre España y la C. E. E. allende el hori­ zonte 1980, cabe, quizá, interrogarse sobre la Índole de los lazos que van a unir a ambas partes en el interregno. La situación actual — sí cabe con­ siderarla com o un paréntesis de la historia — no sigue siendo menos „in sa tisfa cto ria “ en el plano juríd ico y económ ico. Cabe recordar, al efecto, 12 que el acuerdo com ercial preferente firm ado el 29 de junio de 1970 en Luxemburgo y que sigue vigente, no vincula a España más que con los seis países fundadores de la Com unidad, sin que se haya „exte n d id o " a los tres nuevos Estados m iem bros de la C. E. E., a saber, el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca. ¿Un simple reajuste „técnico“? El nuevo acuerdo de com ercio y cooperación económ ica que debía sancionar las negociaciones abiertas al día siguiente de la am pliación del Mercado Común debía, entre otras cosas, paliar tal carencia. Todo lleva a pensar, en particular las d eclaracio­ nes hechas a la prensa por el conde de M otrico, que España abriga hoy el propósito de proceder, en la perspec­ tiva de una posible adhésion, a un sim ple reajuste „té c n ic o “ del acuerdo de 1970 y, por consiguiente, a aban­ donar el cam ino que em prendieron, tanto la CEE como dicho país, desde la am pliación de la Com unidad. Incluso antes del ingreso del Reino Unido, de Irlanda y de Dinamarca en el Mercado Común, ya se trató de un simple reajuste técnico, habiéndose abando­ nado el proyecto para tener en cuenta las realidades económ icas y políticas del momento. Las realidades econó­ micas se hallaban constituidas, en gran parte, por la especificidad de las relaciones com erciales y, en té r­ minos más generales, entre España y el Reino Unido, a la que no respon­ día de modo com pletam ente satisfac­ torio el acuerdo de 1970. Las realida­ des políticas se hallaban constituidas por los nuevos vínculos contractuales que se establecían con los países m iem bros de la Asociación Europea de Libre Intercam bio, de la que form a parte Portugal, creando, en particular, EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 El acuerdo com ercial de España con la C. E. E. sigue vigente, pero sin extenderse. un libre intercam bio industrial con dichos países, cuando el régimen político español de la época constituía, para la Comunidad, un obstáculo para cualquier acercam iento especifico en­ tre la C. E. E. y España. De ahí surgió, esencialm ente, la idea de una política m editerránea „g lo b a l“ , destinada a regir las relaciones de la Comunidad con el conjunto de países ribereños del M editerráneo en form a de mayor interdependencia económ ica, pero sin ninguna repercusión institucional. En el marco de ese nuevo enfoque de las relaciones C. E. E.-M editerráneo fué donde se entablaron las negociaci­ ones entre la Com unidad y España, negociaciones que, como es harto sabido, se interrum pieron, por razones exclusivam ente políticas, en octubre de 1975. Una situación „insatisfactoria“ Adaptación té cnica del acuerdo de 1970 o reanudación de las negocia­ ciones destinadas a llevar a la cele­ bración de un nuevo acuerdo „g lo b a l“ : tal es la cuestión que se plantea. Cues­ tión a la que ni España ni los Nueve han dado respuesta. Respuesta que, como es público y notorio, se halla íntimamente vinculada a la evolución interna española, a las opciones del gobierno español y a la apreciación de los nueve Estados m iem bros de la C. E. E. Pero habrá que hallar una res­ puesta — y lo antes posible — para poner fin a una situación „in satisfac­ to ria " desde el punto de vista jurídico y económ ico. ■ Marc Paoloni EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Visita a Argel de una delegación de la opo­ sición democrática española Por invitación del Partido del Frente de Liberación Nacional, una Delegación com puesta por los partidos pertenecientes a la Plataforma de Convergencia D em ocrática de España ha perm anecido en Argel del 10 al 12 de Marzo de 1976. La delegación española estaba com puesta por Felipe González (PSOE) Euríco de la Peña y Arm ando Sacristán (USDE), Fernando Alvarez de M iranda y Jaime Cortezo (ID), Juan F. Martín de Aguilera (P. Carlista) y José Ramón Laueen (Independiente). La delegación fue recibida por el Presidente Boum edienne. Después tuvo conversaciones políticas con altos funcionarios del Partido de Liberación Nacional, bajo la d irección del Sr. Messadia. En el curso de las discusiones que se han desarrollado en un clim a m arcado de com prensión y de amistad, las dos delegaciones han cam biado im presiones sobre las actividades de sus respectivos partidos, habiendo procedido igualm ente a un resumen general de la situación internacional y a un análisis de los problem as del M editerráneo y de las relaciones argelino-españolas. Han denunciado la manera confusa y equívoca en que los gobiernos españoles han llevado la política de descolonización del Sahara occidental y que ha desem bocado en la creación de un foco de tensión en la región y una verdadera amenaza para la paz. Tom ando en consideración las agresiones directas e indirectas de que es víctim a el pueblo del Sahara occidental, la delegación española considera que la única solución reside en la constitución de un Estado Independiente y se com prom ete a crear en España un m ovim iento de opinión que lleve a la adm inistración española a utilizar todos los m edios políticos, y económ icos para favorecer el advenim iento de aquel Estado. Esperando que las circunstancias permitan la consolidación del Estado Saharaui Independiente, la delegación española m anifiesta tam bién su deter­ m inación a proporcionar al pueblo saharaui toda la ayuda posible para sostener la lucha. Las dos delegaciones aprovechan esta ocasión para lanzar un ínsitente llam a­ m iento a la conciencia universal a fin de poner térm ino a las agresiones m ulti­ form es perpretadas contra el pueblo saharaui. Las dos delegaciones convenieron en la necesidad de desarrollar y reafirm ar los lazos históricos que siem pre los han unido. La delegación española, preocupada por los intereses del pueblo español, lamentó las d ificultades que conocen actualm ente las relaciones económ icas entre los dos países como consecuencia de la situación del Sahara O ccidental y expresó su voluntad de trabajar para favorecer la reanudación y el reforzam íento de la cooperación entre los dos países. 13 EL PSOE, INTEGRADOR DEL SOCIALISMO EN ESPAÑA El socialismo español es parte del socialismo europeo Escribo este artículo después de discutir conmigo mismo, a partir de una preocupación ética, sobre el equilibrio que debe existir entre el respeto que se les debe a los amigos y la necesidad de poner públicamente en tela de juicio sus palabras y actos cuando estos no se han producido en el sagrario de la vida privada sino en el abierto y asoleado palenque de la vida política, de la vida pública. Digo esto porque me han llamado poderosamente la atención unas de­ claraciones que mi amigo el profesor Tierno Galván hizo hace unas cuantas semanas a un diario de la ciudad de México. He aquí, pués, que no obstan­ te las gratas ide ntificaciones políticas que he tenido durante bastantes años con él, me veo hoy obligado no sola­ mente a d ise ntir de su pensamiento y de sus actitudes políticas actuales sino a exponer públicam ente mis d i­ ferencias. Creo que los socialistas, tanto por razones políticas como éti­ cas, no nos podem os perm itir el fácil e irresponsable lujo burgués de condi­ cionar o supeditar nuestra lealtad a los p rincipios que nos son fundam en­ tales y a la d isciplina m ilitante que ordena y encauza nuestras activida­ des políticas y sociales a esa otra d isciplina en este caso marginal, por no d ecir secundaria, que nos reclama la amistad. Esta, por el contrario, Por Manuel González Bastante cuando es puesta en contradicción con los principios, debe ser condi­ cionada por nosotros, socialistas, sin necesidad o riesgo de ser destruida. Lo cortés no quita lo valiente y, como decía aquel, vamos a lo que vinimos. El socialismo, y con el el PSOE, han sido durante los últimos cien años protagonistas activos de la historia de España Tierno Galván habló del socialism o en dichas declaraciones como sí este fuera algo ausente de la vida real española; com o si fuera una abstrac­ ción, un proyecto indefinido o de realización frustrada y abandonada; una teoría a la intem perie, sin piso ni techo; una ideología, en fin, sin patro­ cinadores hábiles para hacer de ella el espíritu político de un cuerpo social vivo. Pero para ser objetivos y no in cu rrir en p rejuicios críticos, leamos lo que dijo al respecto: . . Durante los primeros años de la dictadura el socialismo español actua­ ba en el exterior y cumplía solo una función mínima ante el régimen opre­ sivo de Franco. Por eso nosotros pensamos en hacer un socialismo interno que ayudara a que esa ideolo­ gía no se quedara atrás en España, no obstante las difíciles condiciones de subsistencia por la que en esos momentos la gente de izquierda pasá­ bamos.“ Nadie pasó en España durante la d ic­ tadura por tan difíciles condiciones de subsistencia com o las gentes que fueron som etidas a la dura represión desencadenada contra las organizaFernando de los Ríos, Pablo Iglesias y Julián Besteiro. Durante los últim os cien • ciones dem ocráticas de nuestro país años el P. S. O. E. protagonista activo de la H istoria de España. n y sus hombres. Entre esas organiza14 EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 ciones y esos hombres se encontra­ ron el PSOE y la UGT y millares de socialistas y sindicalistas que m urie­ ron o sufrieron prisión o destierro por defender los ideales dem ocráticos y socialistas. Y, aun así, tan dura repre­ sión no logró desarraigar de la geo­ grafía política y de la historia de España la existencia de nuestras organizaciones ni la presencia de nuestra ideología en el pensamiento de millones de españoles. Sobre una línea de continuidad que no es rota en ningún m omento por la dictadura, aunque lograra quebrarla en ocasio­ nes, el socialism o es, pues, un movi­ m iento histórico de aspiraciones políti­ cas y sociales de los pueblos del Estado español consubstancialm ente ligado a la vida política y social de España desde que - va a cum plirse muy pronto un siglo — Pablo Iglesias y una m inoría de vanguardia integrada por trabajadores e intectuales consti­ tuyeran el PSOE. Desde entonces hasta nuestros días, en los que el Partido se encuentra situado como pieza maestra del engranaje del movi­ miento dem ocrático de nuestro país, las huellas de sus realizaciones están grabadas con trazos profundos y vigo­ rosos en la historia de España. El PSOE ha mantenido siempre la lucha en el interior de España No sólo durante los prim eros años de la dictadura sino durante todos los años de ella, el PSOE - m altrecho pero vivo — se ha m antenido en el interior de España y ha estado pre­ sente en ella, en la España subvivíente en una clandestinidad dram ática y forjadora, com o organización política de los trabajadores, em pecinados en m antener su lucha constante por la reconquista de una dem ocracia que existió en el pasado como logro de sus luchas históricas. De que el socía- Las cargas de la p o lic ía . . . EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 C ondiciones difíciles de subsistencia de las organizaciones dem ocráticas som etidas a la dura represión. lísmo español actuaba en el interior de España durante la dictadura, en una etapa de la misma en la que ya se iniciaba su ablandam iento, es Tierno Galván un testigo de excep­ ción: él mismo, al encontrarse en su camino hacia el socialism o con la presencia del PSOE y sintiéndose, posiblemente, atraído por su ascen­ diente histórico y su prestigio político, ingresó, aunque su perm anencia en ella fuera breve, en su clandestina Agrupación Socialista M adrileña. La realidad consiste en que en este renacer palpable de la conciencia y de la acción dem ocráticas del pueblo español coexiste, como algo consubs­ tancial a sus orígenes h istóricos y a su proyección hacia el futuro, un renacer de la conciencia y de la acción so­ cialistas caracterizado com o un re­ brote prim averal del viejo y vital tro n ­ co del socialism o español que es el PSOE. Prueba de ello es que su m ilitancia y dirección actuales, desde los cuadros locales, provinciales y regio­ nales hasta los nacionales, están inte­ grados m ayorítariam ente por hom bres menores de cincuenta años. El com ­ pañero Felipe González - prim er se­ cretario del PSOE y una de las figuras más inteligentes y dinám icas del so­ cialism o europeo — apenas cuenta con treinta y cinco años de edad. Este resurgim iento joven del socia­ lismo español es una consecuencia histórica que se ha producido y desa­ rrollado sobre la linea de la sobre­ vivencia y el desenvolvim iento de nuestro Partido en el interio r de nues­ tro país durante la dictadura. La labor del exilio fue fundamental para los contactos con el socialismo internacional Respecto a la „función m íníma“ cum ­ plida en el exterior por el socialism o español ante el régimen opresivo de Franco, tam poco estoy de acuerdo con mi estim ado amigo Tierno Galván. Es cierto, por supuesto, y en ello estu­ vim os de acuerdo en su oportunidad, que la función de la mayoría de los dirigentes del socialism o español exiliado y muy particularm ente la del com pañero Rodolfo Llopis, no estuvo en todos sus niveles a la altura de la capacidad que un m ovim iento político y social de tan profundas proyeccio­ nes nacionales exígía a sus hombres responsables. Pero la función especí­ fica que esos com pañeros cum plieron en el terreno de la política internacio­ nal de nuestro Partido - esto es: en tanto que contactos o enlaces entre ... no cambian el pensam iento popular. 15 La unidad del socialismo español está tejida en la estructura ideológica yorganica del PSOE „Este hombre — decía el diario de México refiriéndose a Tierno Galván — que ha sido llamado incluso por los diarios y revistas opuestos a su par­ tido „paladín de la unidad“ de las fuerzas socialistas, afirma ser efec­ tivamente eso: „Lo digo en todas par­ tes y creo que la unidad es posible.“ Bueno; no recuerdo ahora quien fue, creo que un com unista disidente po­ laco, refiriéndose al sentido y el uso que Stalin le había dado al m ateria­ lismo dialéctico, decia, más o menos, que este consistía en lo siguiente: „Yo digo que, de acuerdo con el proceso histórico de la salud humana, ese laboratorio quím ico pone en riesgo de enferm edad a los vecinos del barrio donde está situado. Pues, bien; acto seguido voy y le prendo fuego: la ley de la historia ha sido cum plida.“ el socialism o español y el socialism o internacional, y muy particularm ente el europeo —, no puede ser calificada sum ariam ente de „m in im a “ . La obra mas transcendente del sector exiliado del PSOE ha consistido en lograr, ha­ ciendo de ello una realidad histórica incontrovertible, que la dictadura haya sido m antenida en cuarentena, en una cuarentena que no se cuenta por dias sino por años, por la conciencia dem ocrática del mundo. Es más: si la dictadura no ha logrado consolidarse política y económ icam ente m ediante su incorporación al sistema europeo occidental, cuyo logro ha constituido el objetivo fundam ental de su política exterior, ello se debe en una parte muy im portante a la actitud que frente a ella adoptaron y mantuvieron inalterablem ente los partidos so cialis­ tas y socialdem ócratas europeos, lo mismo desde sus posiciones en el poder que desde la presión de masas e jercida sobre los gobiernos desde la calle. Nadie ignora que el objetivo funda­ m ental de la acción política interna­ cional del PSOE ha consistido en im­ pedir que la dictadura ocupara en la política del mundo, y sobre todo en la política europea, el lugar que le corresponde a un Estado español dem ocrático. Nadie ignora, tampoco, cual ha sido la política de los partidos socialistas y socialdem ócratas euro­ peos frente a la d ictadura; ni que, 16 independientem ente de los lazos fraternales que el PSOE ha m antenido en el exilio con cada uno de ellos, todos están ligados a él en ese haz de coherencia y solidaridad que es la Internacional Socialista. Los dioses me libren de atribuirle pro­ cedim ientos d ialécticos estalinístas a mi buen amigo Tierno Galván. Pero yo creo que, después de crear no uno sino dos partidos socialistas, prim ero el Partido Socialista en el Interior y seguidam ente el Partido Socialista Popular Español, su actitud en tanto que „paladín de la unidad de las ¿VSTEb E ? SO a QUISTA PEL SOC/AUSÜO O fOC/AUSTA DEL AroOAOOMSMO? t EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 En los congresos del P. S. O. E. se han producido profundas y a veces muy com plejas divergencias. Pero jam as condu­ jeron estas controversias a la creación de otros partidos socialistas. fuerzas so cia listas“ se presta a ser interpretada, al menos por personas un tanto susceptibles, de una form a semejante. Para que la unidad sea una necesidad es necesario que exista el fraccionam iento. ¿Qué en España solo hay un partido socialista, pre­ cisam ente el PSOE? Crea partidos y podrás después unificarlos Esta bien; me voy de él, si es que estaba dentro, y con un grupo de amigos o de compañeros fundo otro r m n j XIII CONGRÍ!SO DEL PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL lf.12.15 OCTUBRE Después de la guerra, el P. S. O. E. ha seguido celebrando, sin interrupción, sus congresos en el exterior. En Suresnes (París) tuvo lugar del 11 al 13 de Octubre de 1974 el XIII Congreso. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 partido socialista. Igual que yo, quizás estimulados por mi ejemplo, otros compañeros hacen lo mismo, y ya está: el socialismo español está divi­ dido y es necesario, por lo tanto, unificarlo. Yo lamento, y lo digo de todo cora­ zón, que un hom bre tan inteligente y con un sentido tan ético de la vida como es, sin duda alguna, Tierno Galván — un socialista, en verdad, que podría realizarse en el PSOE como una de sus figuras más carismáticas e influyentes —, haya incurrido en un juego político tan negativo com o el de fundar partidos y pedir la unidad desde el fraccionam iento. Este es un juego que no puede tener resul­ tados positivos, porque la existencia de uno o más partidos socialistas desligados por su gestación infram ínoritaria de las masas populares y de sus necesidades y, lo que es más grave, de la raigam bre histórica del socialism o español que está situada, indudablem ente, en el PSOE, no cons­ tituye una división sino, en este caso, la existencia en el contexto del m ovi­ miento socialista de nuestro país de grupos circundantes de pensamiento socialista más o menos genuino que al ajustarse las piezas del mapa poli17 de la nueva dirección y aquel socia­ lista tan poderoso pero tan unitario, tan leal y consecuente que fue Largo Caballero, exclam ó: „Dentro del PSOE y de la UGT, todo; fuera de ellos, nada.“ Ni entonces ni después — en ninguna situación crítica, por grave que fuera —, ni Besteiro, ni Caballero, ni Prieto, ni Negrín, convocaron a sus adeptos a una m ilitancia que no fuera la del PSOE. Es por ello que nunca, a lo largo de casi un siglo y a pesar de haberse dado caldos de cultivo para ello, existió en España otro par­ tido socialista. tico de España tendrán que adherirse a su tronco histórico, o que ser absor­ bidos, o que vivir condenados a una existencia vegetativa o a la desapari­ ción final, m uertos por consunción. Durante la vida centenaria del PSOE se han manifestado en él escisiones y se han producido profundas y a veces muy com plejas divergencias de pensam iento y táctica. Esto le ha ocurrido y le o currirá a todos los partidos dem ocráticos. Pero jam ás se produjeron en el PSOE desprendi­ mientos de m ilitancia que condujeran a la creación de otro partido socia­ lista. Wenceslao Carrillo, dirigente socialista. Su lucha continuó tam bién en el exilio. A pesar de las distintas tendencias dentro del PSOE nunca existió otro Partido Socialista Después de la revolución soviética, los socialistas epañoles, igual que los de otros países, confrontaron el pro­ blema de d e cid ir si seguían en la Internacional Socialista o se adherían a la Comunista. El PSOE, por decisión m ayoritaria de sus m ilitantes, resolvió seguir perteneciendo a la Internacio­ nal Socialista. Como reacción, un grupo de ellos se separaron del Par­ tido, no precisam ente para form ar otro sino para ingresar en el comunista. Algunos de ellos fueron absorbidos totalm ente por el Partido Comunista de España; el resto regresaron al PSOE y se sum ergieron en su disci­ plina. Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero fueron las cabezas de dos tendencias cuyo enfrentam iento duró bastantes años. En el cuadro de las contradicciones ideológicas y tácticas que se manifestaron dentro del Par­ tido surgió una tercera tendencia en­ cabezada por Indalecio Prieto y, como consecuencia de la acción corrosiva de la guerra civil, Juan Negrín fue establecido por los acontecim ientos como adalid de un ám plio sector de m ilitantes del PSOE d ecididos a man­ tener la lucha al lado de los com unis­ tas. Es más: después de la dram ática crisis de mayo, cuya solución sacó a Largo Caballero del gobierno prim ero y mas tarde de la d irección de nues­ tras organizaciones, las federaciones provinciales socialistas, en su mayoría adeptas a Largo Caballero y a su política, celebraron en Valencia un Pleno de delegados. Algunos de ellos insinuaron la ¡dea de form ar un blo­ que que desconociera la jurisdición El retorno de los socialistas después de la guerra En 1936, durante los prim eros meses zigzagueantes y apasionados de la guerra, los jóvenes socialistas, empu­ jados por la dram ática necesidad de cerrar filas frente a los adversarios de la R epública así como atraídos por la brillante y hábil política nacional de guerra del Partido Comunista, no sólo nos unificam os con los jóvenes co ­ munistas, sino que fuimos absorbi­ dos prácticam ente por el Partido Co­ munista. La guerra pasó y a su luz o a su som bra los jóvenes socialistas hicim os una revisión c ritic a de nues­ tra actitud durante aquella etapa con­ fusa y dram ática de nuestra vida polí­ tica y obram os en consecuencia. Unos han continuado en el Partido Comu­ nista; otros, honestamente, em prendi­ mos el viaje de regreso al PSOE en el que estaban situados nuestros orí­ genes y en cuya orientación política y ética encontram os o reencontram os el sentido más puro, más dem ocrático y humano del socialism o. Pero a nin­ guno se nos ocurrió la idea de form ar otro partido socialista. Es cierto que el PSOE enfrenta hoy una situación de escisión circunstan­ cial originada, a mí juicio, por el error de algunos com pañeros que celebra­ ron un congreso fuera de las coorde­ nadas orgánicas del Partido. Pero este es un problem a nuestro, un problema dom éstico que resolveremos tarde o tem prano — ojalá que pronto - den­ tro de nuestra propia casa. Mientras tanto, en España solo hay, hoy como siempre, un partido socialista y unas siglas socialistas: el PSOE. La clase trabajadora de nuestro país com prende perfectam ente a los socialistas europeos y se siente com prendida por ellos. 18 Yo, como cualquier socialista conse­ cuente, espero que la cordura se im ponga y que los deseos de unidad m anifestados por Tierno Galván le conduzcan a él y a sus amigos hasta el PSOE; que llamen a sus puertas y EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 entren para que a la luz pública y m ilitante de sus asambleas y con­ gresos planteen sus ¡deas, sus diver­ gencias y sus concepciones tácticas. De hacerlo así, estoy seguro de que Tierno Galván gozará de la agradable sorpresa de ver que dentro del PSOE tiene más amigos, muchísimos más, que fuera de él. El socialismo español es una parte consubstancial del socialismo europeo „Nosotros — dijo Tierno en México — tenemos una idea, en la que nos atenemos a la situación real del pueblo español y esta situación no encuentra en Europa un interlocutor valioso que comprenda nuestra posi­ ción, porque la mayor parte de los partidos europeos se han incorporado de tal manera al sistema capitalista que ya no están en condiciones de superarlo, sino que evolucionan con él.“ Siento que a Tierno Galván le ocurra con el socialism o europeo algo muy parecido a lo que le ocurrió a la dictadura: no le entienden. Por su­ puesto que el ju icio precedente lo emite desde una experiencia muy personal y, por lo tanto, a través de una reacción muy subjetiva. Desde la subjetividad no puede hacerse nin­ guna clase de política útil ni, desde luego, ninguna política socialista. Que el socialism o europeo no sea un interlo cu tor válido para Tierno es posible y hasta seguro. Pero que no lo sea para el pueblo español, esa es una afirm ación muy aventurada y bastante d ifícil de sostener. No solo España en tanto que nación o continente de nacionalidades empe­ ñadas en una lucha histórica por ensamblarse adecuadam ente dentro del cuadro de un Estado dem ocrático, sino el PSOE en tanto que vanguardia política de la clase trabajadora de nuestro país, com prenden perfecta­ mente a los socialistas europeos y se sienten com prendidos por ellos. Los socialistas españoles y los del resto de Europa somos interlocutores que hablam os el mismo idiom a político y que, muchas veces, no tenemos nece­ sidad de hablar para entendernos. Los partidos socialistas europeos comprenden la situación del pueblo español El PSOE que, dicho sea de paso, es cronológicam ente el segundo partido EX PR É S E S P A Ñ O L / M ayo 1976 El socialism o español es una parte consubstancial del socialism o europeo. Enrique M úgica (P. S. O. E.) con W illy Brandt (SPD). socialista form al del mundo, es una parte histórica fundam ental del socia­ lismo europeo. Por su parte, los socia­ listas europeos constituyen en el pla­ no internacional de la lucha del pueblo español por la dem ocracia la fuerza más efectiva e influyente del movi­ m iento mundial de solidaridad con la causa de la dem ocracia española. Esta es una verdad axiom ática, una verdad tan evidente que no necesita dem ostración. Pasando al otro aspecto de la cues­ tión, no creo que el hecho de que determ inados partidos socialistas y socialdem ócratas estén im plicados, por el m andato que han recibido de las mayorías electorales de sus paí­ ses, en responsabilidades guberna­ mentales que están cum pliendo, cie r­ tamente, en el contexto de estados capitalistas les impidan com prender la situación real del pueblo español. ¿Cual es la situación real de nuestro pueblo? ¿Es España, acaso y en el mas propio significado de la expre­ sión, un país colonizado? ¿Se en­ cuentra nuestro pueblo en una situa­ ción revolucionaria o pre-revolucionaria? Nuestra lucha en España, ¿es una lucha de la clase obrera con el fin exclusivo de d erro car al Estado capitalista e im poner un Estado so­ cialista? Si fuera así, es posible que el pueblo español no encontraría un interlo cu tor válido entre los socialis­ tas europeos. Tendría que recurrir, sin muchas seguridades de ser es­ cuchado ni com prendido, a los rusos o a los chinos, a Alvaro Cunhal o a Fidel Castro, a los nacionalistas de 19 Es equivocado afirmar que los partidos socialistas han claudicado ante el capitalismo M. A. Pino, Secretario General de las Juventudes Socialistas. No es justo d ecir que esos partidos se han incorporado al capitalism o. La realidad es que se han incorporado a las sociedades nacionales dentro de las cuales funcionan como organiza­ ciones políticas de sus clases sociales mas activas y numerosas, sus clases trabajadoras. En tanto que represen­ tantes de los trabajadores, de los obreros, de los campesinos, de los em pleados y los técnicos, el gobierno no es para ellos ni un yugo que los someta a la voluntad del capitalism o ni un instrum ento de poder demagó- Angola o a los independencistas del Frente Polisario saharaui. El pueblo debe salir inmediatamente de la Dictadura Pero nuestro pueblo no se encuentra, ciertam ente, en una situación en la que se den las condiciones inexcusa­ bles que le permitan partir de ella para seguir como meta inm ediata la transform ación radical, revolucionaría, del Estado capitalista en socialista. Nuestro pueblo, todas las clases de nuestra sociedad, se encuentra en una situación real en la que su obje­ tivo inm ediato no puede ser otro que salir de la dictadura para entrar en la dem ocracia y crear desde ella, de acuerdo con su propia situación y con las situaciones de Europa y del resto del mundo, las condiciones que per­ mitan la transform ación dem ocrática de las estructuras dom inantes del capitalism o en estructuras socialistas. ¿Qué hacen los partidos socialistas y socialdem ócratas de Europa si no es consolidar la dem ocracia desde el poder o desde la oposición e im pedir que el caos político, social y econó­ mico cree hoy, como las creó en el pasado, las condiciones que permitan la vuelta del fascism o, de la repre­ sión y de la guerra? Esos partidos, además, están estableciendo a pasos lentos pero firm es las condiciones objetivas para que los países capita­ listas de Europa evolucionen a través de la dem ocracia — esto es: a través de la participación del pueblo en las tareas y responsabilidades del poder — hacia el socialism o. 20 gico e irresponsable, sino el vehículo de una función histórica y, por su­ puesto, la llave de la puerta que se abre a un camino por el que se va a la revolución por la evolución. Esta misión del socialism o europeo, que es la misma que ha asumido históricam ente el socialism o español, está inform ada por la ¡dea de que el poder económ ico del capitalism o y, en consecuencia, su poder político y so­ cial es el resultado de haberse apro­ piado de los bienes de capital produ­ cidos por el trabajo. Es conclusión lógica — una respuesta socialista m arxista y humanista al mismo tiem ­ po — que junto con esos bienes de capital producidos por su esfuerzo hay que devolverles a los trabajado­ res el poder político y social que les corresponden. Es esto lo que los socialistas queremos realizar a través de la dem ocracia. A los trabajadores no nos interesa en nuestra actual situación que los bienes producidos por nuestra fuerza de trabajo o por nuestra inteligencia sean destruidos en el caos de una aventura revolucio­ naria incierta. Nos interesa recuperar­ los e increm entarlos para hacer de ellos el patrim onio del pueblo. Eso están haciendo los socialistas euro­ peos. ¿Cómo nos vamos a atrever a acusarlos de haberse incorporado al sistema capitalista y de no estar en condiciones de superarlo, sino de evolucionar con él? El camino hacia la democracia y el socialismo Felipe González habla bajo la efigie de Pablo Iglesias. El eslabón más antiguo y el más m oderno de una larga cadena de luchadores. Pese a sus contradicciones críticas, Tierno Galván preconiza una ideología y una tá ctica semejantes, pues él cree en „un socialism o en el que coexistan la tendencia m arxista y la socialista humanista, un socialism o autogestionarío y federal que quiere seguir la via de superación del sistema capita­ lista acelerando el proceso histórico en la medida en que podamos ha­ cerlo“. Si es eso lo que quiere, ¿qué busca por diferentes cam inos? En España como en Europa el socialista es un m ovim iento coherente. Siguiendo su cauce se cam ina hacia la dem ocracia y el socialism o. Fuera de él, por muy socialistas que nos proclam em os e incluso que lo seamos de corazón, correm os el riesgo de hacer una política antisocialista que contribuya al fortalecim iento y la sobrevivencia del capitalism o. ■ EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Mini-Gmppen-Karte: Familiasy grupos pequeñosviajan más barato. Si Vd. quiere viajarcon su familia, toma la„Mini-Gruppen-Karte“.Solamente 2 adultos pagan el precio del billete regular, todas las demás personas ahorran un 50%. Es decir que los niños viaj an por la mitad del precio especial para niños! La„Mini-Gruppen-Karte“no es solamente para familias,sino también para amigos,parientes y conocidos que quieran viajarjuntos. Condición: Mínimo 2 adultos y 1niño (entre cumplidos los 4 años y 12 años),máximo 5adultos y lniño. Naturalmente la„Mini-Gruppen-Karte“es válida para todos los trayectos de la Bundes­ bahn (Ferrocarriles Alemanes). TbmeVd.el tren y el billete para grupos pequeños. i l i i Majarentrenmás económicamente conla Mini-Grappen-Kaite. Rellene este cupón y Vd. obtendrá el billete correcto. En todas las taquillas de venta de billetes en su estación, en las Agencias de Viajes DER y en todas las demás Agencias de la DB (Ferrocarriles Alemanes). L ugarde salida: (A bfahrtsort:)___________________________________________________ Destino: (Reiseziel:)_____________________________________________________ Día de salida: Día de regreso: (Tag der A bfahrt:). (Tkg der Rückfahrt:) _ Cuantos niños entre cumplidos ,--------- , los 4 años y 12 años: Cuantos adultos: (Wieviel Erwachsene:) (Wieviel K inder zwischen dem I______I 1. clase: ,— , 2. clase: vollendeten 4. und 12. Lebensjahr:) (2. Klasse:) (1. Klasse:) [___| Tren expreso Tren rápido TEE Intercity (Schnellzug) (Eilzug) □ □ □ □ EU ED JL -P e n s a r y v ia ja r e n tr e n ... Ya lo ha probado: Nuestro servicio para el equipaje de puerta a puerta? REPORTAJE GRÁFICO Nicolás Redondo inicia las tareas del XXX Congreso de la U. G. T. con una conferencia de prensa. Vista de la sala del Congreso durante los trabajos del Pleno. 22 EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 De la prensa española Deebunne y el secretario del P.S.O.E. ,don Felipe G onzález.“ (Inform aciones 14. 4.1976.) „Adem ás de d iscu tir la situación sin­ dical y política y las líneas de acción en el futuro, el congreso eligirá una Com isión Ejecutiva de 14 ó 15 miem­ bros, en la cual figurará un secretario general. Como candidato principal para este cargo se repite el nombre ds don Nicolás Redondo, que hasta ahora es prim er secretario de la U.G .T. Orden del día previsto: „Con 96 delegados presentes, que suponen 6.974 mandatos, se celebró el viernes la segunda jornada del XXX Congreso de la U .G .T . Antes de cerarrse la sesión plenaria y consti­ tuirse las diferentes ponencias, se som etió a la Asam blea una m oción que proponía que se alterase el orden del día del Congreso, en el sentido de que la Com isión Ejecutiva fuese elegida no el dom ingo, sino en la sesión últim a de ayer, sábado. 1. Apertura y constitución greso. del con­ 2. Elección de la mesa del congreso, designación de ponencias e inscrip­ ción de los delegados que p articipa­ rán en las mismas. 3. Examen de la gestión de la Comi­ sión Ejecutiva. Entre las delegaciones extranjeras es destacable la presencia del m inistro de Tecnología de la R epública Federal de Alemania, Hans Matthöfer, quien mostró su optim ism o respecto a la v icto ria del SPD en las elecciones próxim as de su país. Por su parte el secretario general de la FITIM, Hermán Rebhan, saludó a la Asam blea en nom bre de los 13 m illones de traba­ jadores de la rama del metal y re­ cordó a los grandes consorcios inter­ nacionales q u e - d ijo — .siguen siendo los verdaderos cóm plices del régimen español'. Intervino también, entre otros, la presidenta de las Juventudes Socialistas de Alem ania Federal, Heídi W ieczorek." (YA 18. 4.1976.) Hans Matthöfer d irigiendo unas pala­ bras de saludo al Congreso. 4. Dictamen de las ponencias. 5. Elección de la Com isión Ejecutiva y de la Com isión Nacional de C onflic­ tos (organism o encargado de debatir cuestiones de d isciplina interna). La prim era sesión del congreso se abrirá con un discurso de don N ico­ lás Redondo, y, a continuación, ha­ blarán Otto Kersten, Carlsen, Vetter, 6. Proposiciones urgentes. 7. Clausura del congreso. En el Congreso participaron unos quinientos delegados, representando a cerca de cien federaciones de España y de la em igración. Vísta parcial de la sala. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 23 „Traigo, compañeros, a vuestro Congreso Soberano, el saludo del PSOE” (Felipe González) „El edificio de la U .G .T . se monta sobre cientos de años de sacrificio, sobre miles de años de prisión, sobre miles de años de exilio, sobre miles de muertos. Es un e dificio costoso, es un e dificio difícilm ente destruible. 40 años de oscurantism o y de opresión no han sido capaces de elim inar este puente entre generaciones que luchan por la conquista de una sociedad sin clases que representam os aquí los jóvenes y los veteranos. Alguna gene­ ración falta alguna generación desa­ pareció . . . A esa generación perdida también hemos logrado tender un puente. Los compañeros, que la representan aquí, han sido fundamentales, vitales, para trasmitir algo, que es mucho más que historia, que es futuro, que es edifi­ cación del socialismo, edificación de una sociedad libre en un futuro inme­ diato de nuestro país.“ „Se habla hoy de unidad sindical desde muchos ángulos, se habla in­ cluso de unidad sindical desde el 24 poder. Pero para nosotros la libertad sindical tiene un sentido mucho más profundo, mucho más íntegro que para otros muchos. Y, sobre todo, tiene un sentido infinitam ente distinto del que quieren darle los evolucionistas y los reform istas desde el poder. La Unidad Sindical y la Libertad Sindical son para nosotros no sólo com patibles, sino absolutam ente im prescindibles la una para la otra. No habrá nunca un sindicalismo unido, un sindicalismo combativo si no existe la libertad para afiliarse o no afiliarse. „N osotros creemos en un sindicalism o independiente, en un sindicalism o que no tenga vinculación con estructuras de los partidos, con la estructura de la Patronal, ni con la estructura del Estado. Pero un sindicalismo indepen­ diente nunca es un sindicalismo apolí­ tico. Si el sindicalismo es apolítico caerá en la trampa del capitalismo. No habrá un sindicalism o fuerte si no está enrraigado en un sindicalism o de clase, en un sindicalism o revolucio­ nario. Pero, compañeros, tam poco habrá un sindicalism o fuerte si no hay partidos que sean capaces, como el Partido Socialista, de luchar en el nivel p olítico por la meta final que es, al margen de cualquier método, de cual­ quier lugar que se ocupe en la lucha, la conquista de una sociedad socia­ lista y lib re .“ „España ha entrado en una nueva etapa histórica. Las instituciones permanecen, no ha habido ningún cambio, en la superestructura política del Estado, pero la Sociedad cambia vertiginosam ente: la clase trabajadora impone sus parcelas de libertad, el pueblo entero reclam a la transform a­ ción dem ocrática de la Sociedad, todos están en la lucha por esa dem o­ cracia y esa libertad. Algunas veces se califica a esta de­ m ocracia como burguesa o form al con tono despectivo; pero para nosotros es parte de la dem ocracia, parte im prescindible de ella. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 „La existencia de un compromiso sin­ dicalista internacional es evidente, ante la creciente necesidad de las luchas reivindicativas de los trabaja­ dores y sectores explotados por el capitalismo a nivel mundial. libre y soberanamente, en un contexto plenamente democrático.“ (De la Ponencia de Relaciones Inter­ nacionales del XXX Congreso de la U .G .T.) En el Congreso participaron, como invitados, un gran número de dirige n ­ tes sindicales de Europa y de otros países del mundo. Las delegaciones fraternales destacaron en sus discur­ sos la im portancia h istórica del XXX Congreso de la U .G .T., no sólo para el M ovim iento Obrero de España, sino también para el Sindicalism o Libre Internacional. En la imagen de la derecha, Otto Kersten, Secretario General de la C onfederación Interna­ cional de O rganizaciones Sindicales Libres (CIOSL), durante su interven­ ción en la tribuna. La U .G .T . considera que se debe oponer, a la explotación internacional del capitalismo, una acción interna­ cional sindical coherente y eticaz de la clase trabajadora. Por todo ello declara que es necesa­ rio, entre otras cosas: Intensificar la lucha contra las multinacionales, ex­ presión máxima actual del capitalismo. La U .G .T., en el cuadro de la solida­ ridad obrera internacional, renueva su llamamiento a los trabajadores del mundo para que continúen apoyando la lucha de la clase trabajadora en el Estado español, por la conquista de las libertades suprimidas por la Dic­ tadura y sus continuadores y reclama una información permanente a la opi­ nión pública internacional sobre la situación actual, por todos los medios de comunicación de masas a su alcance. La U .G .T . propugna por una Europa de los trabajadores y en este sentido redoblará sus esfuerzos cerca de las organizaciones europeas hermanas, para que la integración del Estado español en las Comunidades de los pueblos de Europa no tengar lugar hasta que nuestro pueblo lo decida, EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Otto Kersten Los congresistas durante una pausa entre las sesiones charlan ante las puertas del restaurante Biarritz. Este popular local, del barrio de Cuatro Caminos, que dió cabida durante muchos años a celebraciones de bo­ das y bautizos, así como también a actos políticos de diferentes grupos, acogiendo a los mil delegados e invi­ tados de la U .G .T . ha cerrado el ú lti­ mo capítulo de su historia: dentro de poco será derribado. Sobre el solar, ya vendido por su dueño, se levantará un e dificio que ya no se dedicará a la hostelería. (Foto de abajo) 25 Los invitados extranjeros siguieron con gran interés el desarrollo del Congreso. Entre ellos vemos en la foto a Hans y Traute M atthöfer y, enfrente, a la esposa del Dr. A lbert Schunk, representante del IG Metall. r ■««? * „A nadie se le oculta la enorm e im­ portancia que tiene este Congreso. La tiene por los resultados que sin duda vamos a obtener al final de nuestros trabajos; tam bién la tiene por el hecho mismo de celebrarse donde se celebra; y por las co n d ic io ­ nes en que la U. G .T. lo ha convocado: sin fanfarronadas ni provocaciones inútiles, sin concesión ni com prom iso alguno, analizando objetivam ente las co ntrad iccion es internas del poder, y aprovechando al máximo todas las posibilidades de lucha que aquellas ofrecen; haciendo retroceder de hecho las fronteras de la legalidad misma del régim en; conquistando así nuevas y fundam entales parcelas de una libe r­ tad que se nos sigue negando. Al ¡decidir dem ocráticam ente que este iXXX Congreso de la U .G .T . fuese 'convocado en M adrid, los m ilitantes ugetistas sabían que su resolución im plicaba dar la cara abiertam ente frente a un poder que dispone hoy como ayer de un enorme aparato represivo; se trata pues de un paso que hemos dado con plena concien­ cia de los riesgos de todo tipo que encierra; asum iendo la responsabili­ dad que nos incum be y a sabiendas de que le correspondía a la U .G .T. — y a nadie más — dar este paso adelante." (Nicolas Redondo, en su discurso de apertura) Nicolás Redondo, Secretario General de la U .G .T., conversa con Hermán Rebhan, Secretario General de la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria M etalúrgica. 26 EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976 Los delegados puestos en pié guardan un m inuto de silencio por los com pañeros que ya no pueden estar presentes, fallecidos en España y en ei Exilio; muchos de ellos víctim as de la represión. Sobre la organiza­ ción sindical verticalista La U .G .T . m anifiesta su resolución de luchar en contra de la actual organización sindical por su carácter a ntidem ocrático, represivo y de instru­ mento de control impuesto a la clase trabajadora. Sólo la ruptura sindical garantizará la posibilidad de actua­ ción del sindicato de clase, libre y dem ocrático que representamos. El sindicato que propugnamos Sindicato de clase, abierto a todos los trabajadores, obreros y cam pe­ sinos. Sindicato revolucionario, que inter­ venga en la transform ación de la so­ ciedad capitalista por una sociedad socialista. Autónomo y libre de la patronal y del Estado y tam bién de los partidos políti­ cos. La libertad sindical consiste bási­ camente en la libertad de afiliación, la libertad de constitución y libertad de acción sindical. Unitario, entendiendo la unidad como algo que ha de edificarse a p artir de la libertad sindical. Democrático y representativo en el que las decisiones se tomen a partir de las asambleas y en el que los representantes a todos los niveles sean elegidos y controlados por sus representados. Unidad sindical En las actuales circunstancias, el cam ino de la unidad se promueve por una triple vía: a) la unidad de acción en las luchas cotidianas, b) la elaboración conjunta de plata­ form as reivindicatívas c) la coordin a ­ ción y entendim iento entre las d istin ­ tas organizaciones sindicales dem o­ cráticas existentes. Las alianzas con otras fuerzas sindicales La U. G. T. podrá establecer alianzas sindícales con aquellas fuerzas obre­ ras que propugnen claram ente la rup­ tura y la libertad sindical. La alterna­ tiva que propone la U. G. T. al resto de las organizaciones obreras es la C oordinación Obrera, con un llam a­ m iento a las mismas para que aban­ donen la C. N. S. Una delegación del XXX Congreso de la U. G. T. se trasladó al Cem enterio Civil de M adrid para depositar una corona de flores en la tum ba de Pablo Iglesias. Los delegados tam bién aprobaron unánim em ente una resolución por la que el Congreso hom enajeaba a su fundador en el 50 aniversario de su muerte. EXPRÉS ESPAÑOL / Mayo 1976 Alianzas políticas La U .G .T . proclam a su intención de seguir luchando por la conquista de las libertades dem ocráticas. En este sentido, y hasta que se produzca la ruptura dem ocrática, reafirm am os la necesidad de lograr la más amplia unidad de las fuerzas dem ocráticas de oposición al regimen, plasmada actualm ente en la „Coordinación Democrática“. (De la Resolución Política) 27 EL PARLAMENTO EUROPEO Y LA ACTITUD DE LOS NUEVE ANTE ESPAÑA La hora tradicional de las preguntas en el Parlamento Europeo desembocó, el m iércoles 11 de febrero, en un de­ bate más amplio en lo que respecta a la actitud de los Nueve para con España. El origen del debate lo halla­ mos en una pregunta form ulada por los señores W alkhoff y Laban (soc.) a la Com isión y al Consejo sobre las declaraciones del Sr. Thorn (Primer M inistro de Luxem burgo y Presidente en e je rcicio del Consejo de M inistros) a la televisión alemana, el 14 de enero. En estas declaraciones el Sr. Thorn declaró que el régimen de España había cam biado y que, por consiguien­ te, debían reanudarse las conversa­ ciones entre los Nueve y España. Quiso el azar que el Presidente Thorn tuviese que contestar personalm ente, como presidente del Consejo, recor­ dando la postura que habían adoptado los Nueve, postura concorde con sus declaraciones y que dice así: „El Con­ sejo, en su sesión de 20 de enero de 1976, tras haber com probado que la situación actual ya no prohíbe la reanudación de los contactos con España en lo que se refiere a las negociaciones interrum pidas el mes de octubre pasado, ha celebrado un intercam bio de inform aciones sobre las conversaciones que han tenido lugar en fecha reciente con los repre­ sentantes del gobierno español, ha­ Intervención 28 de la policía biendo tom ado nota de que en breve van a tener lugar otras conversacio­ nes.“ Sir C hristopher Soames, vicepresiden­ te de la Com isión Europea por su parte, recordó que se trataba de rea­ nudar las negociaciones en el plano y en la fase en que quedaron inter­ rum pidas en octubre, a saber, bajo el régimen franquista, estim ando que la actitud posterior dependerá de la evolución de la dem ocracia en Es­ paña. El grupo socialista del Parlamento, sostenido por los comunistas, pidió que se celebrase un debate, lo que se decidió pese a la oposición de los demás grupos. Dicho debate dió lugar a la adopción de posturas sin sorpresa entre quienes estiman que se precisa adaptarse y estim ular la evolución en España y quienes siguen partidarios de la intransigencia. Lo realizado por el Gobierno español es insuficiente Varios parlam entarios intervinieron para deplorar la insuficiencia de lo realizado en España por el cam ino de la dem ocracia: tal fué el caso de la señora Goutmann, en nombre de los com unistas y de los señores Broekz, W alkhoff y Lord Castle, todos ellos socialistas. Por el contrario, el señor Bertrand dió el apoyo del grupo democristiano a la reanudación de las nego­ ciaciones sobre un acuerdo com ercial, al igual que el señor Terrenoire, en nombre de los DEP, que se insurgió contra la „h ip o c re s ía “ que lleva a renunciar a tales negociaciones mien­ tras se está negociando con países contra m anifestantes cam biado? en Barcelona. ¿Qué ha Bomba de humo arrojada por la policía en una iglesia. La represión no tiene limites. quizás menos dem ocráticos que Es­ paña. El señor Bangemann, liberal, pidió, a su vez, que no se adopte una actitud dem asiado m axim alísta con respecto a España y que se la ayude concretam ente a hallar de nuevo el camino de la dem ocracia, así como el señor Nyborg, también liberal, que declaró: „si se desea influ ir en la situación española sin ninguna in­ gerencia en su política interna, es preciso aceptar la reanudación de las negociaciones." Al sacar las conclusiones del debate, Sir C hristopher Soames se mostró de com pleto acuerdo con tal postura, distinguiendo, con la máxima nitidez, la cuestión de la reanudación de las negociaciones del deseo, com partido por todos, de ver a España evolucionar hacia un régimen genuinam ente de­ m ocrático, en la perspectiva de su posible adhesión a la Comunidad. M anifestó seguidam ente que como había dicho el señor Thorn, la actual evolución va por buen camino, pero, por ahora, „n i siquiera prevemos la posibilidad de un cam bio de índole institucional en las relaciones entre España y la C om unidad". Todos espe­ ramos, añadió, que España tenga una dem ocracia pluralista. „¿Debemos pre­ sionar cerca del gobierno español para acelerar tal evolución, como desea el Sr. H ougardy?", preguntó Sír Christopher, estim ando que ello sería poco prudente. Aludiendo a los esfuer­ zos realizados por la Com unidad con respecto a Portugal, el Vicepresidente de la Com isión term inó diciendo, en conclusión, que habrá que adoptar una postura semejante en lo que a España se refiere, en espera de ver cómo evolucionan los acontecim ientos. ■ EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976 Una inform ación del B S V sobre el tema form ación de patrim onio Como Banco espe cia liza d o en los ahorros de los tra bajadores para form acion de patrimonio, n oso tro s s a be m o s de lo que tratamos: Los que ahorran en el BSV reciben por sus ahorros no sólo e levados intereses, sino tam bién p articipación en los b e n e ficio s (esto sólo en el BSV). S obre la cuantía de esta p a rtici­ pación se d e c id e ano por año. Esta decisión la toma el C o n sejo de Vigilancia del BSV, en el cual están en mayoría los ahorristas. los vuelven a depositar: E nto n ­ ces se recibe, c o m o un su p le ­ mento extra, un bono de reinversión y no co m o una prestación única, sino para la duració n del deposito. Por ello el ahorrar en el BSV pro po rcio n a una cantidad s u p le ­ mentaria im portante de dinero. Dinero que se obtiene sólo en el BSV, el B anco especial para la fo rm a ció n de patrimonio. Un nuevo aum ento de sus b e n e ficio s reciben los que ahorran en el BSV, cu ando al term inar el periodo para el que habian d e p o sita d o sus ahorros BSV Bank für Sparanlagen und Vermögensbildung Wilhelm-Leuschner-Strasse 17-19 Postfach 2233 6000 Frankfurt/M 1 TELEVISION ESPAÑOLA: EL GRAN BUNKER Todo régimen político no ignora que la televisión es un arma de extraordi­ naria potencia ideológica: en el mayo francés se expresaba gráficam ente: TV: un policía en cada casa. En España, desde su instauración, la TV ha sido un instrum ento al servicio de la propaganda fascista, de la más retrógrada y alienante orientación política vertida desde el poder. Muerto Franco, la televisión franquista sigue. canza así unos límites que no van ya en defensa del totalitarism o ideológico fascista peculiar siem pre de los rec­ tores de Prado del Rey, sino que se vuelve incluso contra el propio G obier­ no, al que acosa en unión de las fuerzas de ultraderecha. La paradoja en la paradoja: un instrum ento guber­ namental, utilizado contra el propio G obierno que le mantiene, en la actual dualidad de poderes que Go­ bierna (?) en España: el oficial, nucleado en torno al equipo a si mismo llam ado reformista, y que se aglutina sobre las figuras de Fraga y Areilza, y el real, que se encastilla en las Instituciones creadas por el propio D ictador y que desaparecido Franco busca alcanzar su auténtico prota­ gonism o histórico. Televisión, únese La caza de Brujas Perseguido: Am estoy De pronto, periódicos y revistas se han llevado las manos a la cabeza. ¿Hasta dónde va a llegar en su polí­ tic a represiva la televisión estatal? Programas, nom bres que no eran pre­ cisam ente un dechado de virtudes, que no podían ser considerados bajo ninguna óptica subversivos y menos revolucionarios, son borrados de la pequeña pantalla, expulsados sin explicaciones de la program ación normal. A las viejas y repetidas listas negras, se unen nuevas y repetidas listas negras. La censura interna al­ así a Sindicatos, Consejo del Reino, Cortes, M ovimiento, A dm inistración Civil, en su carrera por im pedir que reforma o ruptura consigan una Es­ paña más dem ocrática, donde el pueblo deje de ser ese esclavo u tili­ zado, explotado y alienado por la m inoría que detenta el poder econó­ mico y político en nuestro país. Perseguido: Moncho Alpuente Las prohibiciones, incluso, alcanzan, de mom ento — suponemos que bién cortado o im poniéndose al fin saldrá a las ondas — al propio M inistro de Asuntos Exteriores, que tras grabar un program a en la serie „El Gobierno inform a “ , ha visto el producto conge­ lado hasta una m ejor coyuntura. El program a estaba previsto para el 27 de marzo. Estos son algunos de los nom bres y emisiones que han sido suprim idos, sin explicaciones, por los autoritarios, Dos de las más grandes figuras del cine español de todos los tiem pos: Carlos Saura y Luis Buñuel, nom bres también non gratos para la televisión-búnker de España. 30 EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 momento, los siguientes: Pizarro. Quevedo. Elcano. Faltaban, entre otros: Goya, El Papa Luna, Fray Luis de Leon; El Em pecinado; El Gran Capitán. Al parecer, el tratam iento dado por Gala a la historia, dentro de su esquem atism o y sim plicidad, no era lo suficientem ente ortodoxo para ser digerido por nuestros ultrafascistas. Prohibido por decisión gubernativa. Perseguido: Francisco Umbral con nombre, o sin nombre, que gobier­ nan desde las sombras y sin p osibili­ dad de control alguno, la represiva política de nuestra TV. Los damos sin afán de totalidad, sim plem ente en los más chocantes o que fueron más divulgados y de conocim iento público. Paisajes con figura, serie de Antonio Gala, contratada para la prim era ca­ dena, deja de em itirse sin explicación alguna. Habían sido em itidos, hasta el Vivir para ver, serie de Amestoy, que pese a su chabacanería, escasa pro­ fundidad y confusión ideológica, goza de cierta popularidad entre el público, y aporta de vez en vez críticas coyunturales tam poco adm itidas por la A dm inistración cerril y retrógrada dom inante en la Santa Casa de TVE. Mundo Pop, program a de Moncho Alpuete y Garcia Pelayo, que pasó de la prim era a la segunda cadena para restarle audiencia, y que pretende lim piar un poco los espacios m usica­ les españoles acercándoles a la músi­ ca y canción vigente hoy en el mundo, e incluyendo la popular española no incursa en el nacionalflam enquísm o o raphaelism o vigente desde los más rem otos tiem pos en nuestros medios de com unicación radiofónicavisual. El Perseguido: Antonio Gala problem a fué no que el andaluz Gerena interviniera personalm ente en el programa, sino que se citó su nom ­ bre contraviniendo las más estrictas normas inquisitoriales por que se rige la casa del Santo O ficio televisión es­ pañola. Al ju s tific a r su dim isión el equipo de Mundo Pop, la argum enta­ ban „por la imposibilidad de informar objetivamente sobre el mundo de la canción popular y otras manifestacio­ nes complementarias“. Bunkerizador: Jose Ma. Iñigo Los que no tienen problemas. De la mano de José Ma Iñigo, dos ayudas para la bunkerización televisiva: Alfonso Paso, y Solzhenitsyn. Lógicam ente ni la trayectoria vital, ni la calidad literaria son las mismas. Mas aunque el ruso gane, los resultados son parecidos en las actuales circunstancias. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 31 Nina bonita: Raquel Welch Los Reporteros: si se m antiene la serie, uno de los escasos espacios inform ativos que pueden „verse “ — ya que la mayoría son para no escuchar —, han sido m utilados bas­ tantes espacios, prohibidas algunas film aciones y no autorizadas num ero­ sas propuestas de programa. Como decía agudamente un crítico, „no abundan tanto las selvas amazónicas para ocupar este equipo e im pedirle así dar espacios de mayor actualidad p o lítica “ . La Clave. Es este un espacio ofrecido por la segunda cadena los dom ingos para los no amantes del fútbol, que sistem áticam ente llena la primera. Una película y un tema que discuten es­ pecialistas invitados. Pronto com enza­ ron los problem as: cuando se preten­ dió dedicar uno a la profesión perio­ dística. Fué prohibido. Y ahora le ha tocado el fin a la serie, pese a que últim am ente buscara otros „e sp a cio s“ menos conflictivos, com o los otros mundos. En el espacio dedicado a la profesión periodística, iban a inter­ venir por parte española Luis María Anson, de Gaceta Ilustrada, Manuel Martín Ferrand, ex-locutor de teledia­ rlo (locutor-guionista) y e x-d ire ctor de Nuevo D iario; Tristán la Rosa, corres­ ponsal de la Vanguardia en París y Eugenio Suárez, d irector de Sábado Gráfico. El „órga no a ntip eriod ístíco “ que es la TV, no juzgó oportuno que se hablara de los problem as de unos profesionales, en m om entos en que éstos son encarcelados, multados, apaleados, torturados o amenazados de muerte por las fuerzas de ultraderecha, esas fuerzas que tanto tienen que ver con la program ación de la TV. Aquí, de verdad, no hay contrasentido. Cultura 2. Pese a su aire clásico, poco renovador y desde luego absolutam en­ te a com odaticio y nada conflictivo, se ha juzgado que hablar de cultura 32 en el segundo program a es demasiado para una televisión reñida con dicha palabra y concepción artístíco-educativa, máxime cuando los programas, por cuestiones idíom áticas, no pueden venir grabados y bendecidos desde los Estados Unidos de Am érica. En C ultural Inform ativo, de la prim era cadena, se opta por suprim ir a Fran­ cisco López Barrios, que hacía las entrevistas literarias, con personajes, justo es decirlo no bien vistos por el sistema. Hasta quién esto escribe ocupó una de dichas entrevistas, aparecida en pequeña pantalla un mes después de la desaparición de Franco, tras más de tres meses de hiberna­ ción, y en unos m om entos de transi­ ción confusos para la marcha de TV, que pronto fueron aclarados, aclara­ dos en el sentido en que venimos refiriéndonos. Niño bonito: Julio Iglesias mente inquisitorial en la bunkertelevisión española. Los que si actúan Mas nuestras ondas no se quedan huérfanas. Los programas, para sufri­ miento de muchos, olvido de algunos, y enloquecim iento de los más, se suceden. Y con sorpresas. Así, de pronto, un sábado noche, en el program a de máxima audiencia, .D irectísim o', del inefable y bien man­ dado Iñigo, aparece, tronante, de víctim a a profeta del apocalipsis, Solzhenitsyn. Y la aparición de Solzhenitsyn no se lim ita a narrarnos frag ­ mentos de su indudablem ente trágica vida: viene a vapulear al Gobierno, a advertir a los españoles que su refor­ mista G obierno les conduce a la devastación. Como decía una revísta hum orística, viene a quitar la voz y la palabra a Blas Piñar y Girón, y disfrazado de ellos, a reforzar al bun­ ker, máxime cuando se trata de un hom bre huido del peligroso mundo al que al parecer Fraga y Areílza ¡quién lo diría por sus obras! conducen al pueblo español. T rágicogrotesca fué esta aparición. Un hombre enloque­ cido — insistim os, por causas repro­ bables y que condenam os — que viene a enloquecer, por arte de nadie sabe que extrañas manos, a los españoles. Para que nadie dude del poder del bunker en TV, el programa, íntegro, se repite el lunes después del telediario de la noche. Fueron el 20 y 22 de marzo respectivamente. Aún el pueblo español espera le aclaren quién montó el número, y se lo impuso al sonriente acom odativio Iñigo. Porque es el caso que Iñigo, para dar algo de variedad a su escapista programa, cansado de los mil Uri Geller de turno, intentó Y nombres, nombres m alditos, prohi­ bidos pese a estar program ados. Estos son algunos de los que tras­ cendieron: Raimon, que ha pedido daños y perjui­ cios, ya que tenía un contrato para intervenir en un programa. Carlos Saura, que iba a ser entrevistado en C ultura 2. Francisco Umbral, vetado para el program a ¡A Fondo! Luis Buñuel, cuyos film s Nazarin y Los Olvidados, m ilagrosam ente no apare­ cieron en los espacios program ados. A su aire de lluis llach, etc. Aún el nuevo d ire cto r general, el in­ geniero aeronaútico Peña-Aranda, dice que no hay listas negras. No: sen­ cillam ente hay prohibiciones, im posi­ ciones, y cuando es preciso despidos, caza de brujas y actuación absoluta­ Niña bonita: Carmen Sevilla EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 meter algunas figuras de actualidad, y se atrevió, nada más y nada menos, que a presentar en audiencia a Can: tarero del Castillo. Fueron muchas la? amenazas a su bién rem unerada labor presentadora recibidas, para que él se atreva a aclararnos ahora quién le ha obligado al sustantivo cambio experim entado en su programa. Así, otro día, consiguió ofrecernos a la aún de buen ver Sara Montiel, en escorzos que delim itaban sus genero­ sos y todavía deseables senos: lo que no autorizó fue que esta hablara como quería, máxime cuando pretendía, en sus respuestas, inclu ir palabras ne­ fandas para los teleespectadores, como amnistía, que naturalmente no saltaron a las ondas. Para paliar que no se hable de política, se ofrecen otras aperturas: algunas incluso desde el propio Palacio de Exposiciones del M inisterio de Inform ación. Tal, Raquel Welch y sus dos m illones de pesetas cobradas por dem ostrarnos que can­ ta r no sabe, pero a la hora de desnu­ darse pocos son los que puedan igualarla. Seguro que aquella noche, „el C uerpo“ , llevó la alegría hecha de jadeos y suspiros a más de un hogar español. Y naturalm ente Alfonso Paso, al cual no le basta ya con d irigir, guionizar e interpretar program as: ahora también nos sale cantando, de la mano del bien acom odado Iñigo naturalmente. Pero Televisión española, por encima de todo, lo que sigue siendo es un instrum ento al servicio de la coloniza­ ción ideológica norteam ericana. Los telefilm s del im perialism o cultural ex­ pandido desde USA continúan llenan­ do la mayor parte de las horas de programa. Vuelta de espaldas a la realidad española, consigue que se aprenda a soñar con una civilización ajena a nuestra cultura, desconectada de nuestra problem ática, enraizada en condiciones económ icas, sociales, culturales que nada tienen que ver con nuestro pasado ni con nuestro presente histórico. Es trágico ver en el mundo provinciano y rural las se­ cuelas, los estragos que causa esta supeditación a la planificación de la cultura del ocio realizada desde el im perio de los Estados Unidos: una form a de vivir, de trabajar, de im poner una civilización, que intenta desnuclear al pueblo de su tierra, al hom bre de su colectividad, y al país de su propio futuro. Junto a los telefilm s, las series estúpi­ das las más de las veces, producidas en los estudios de Prado del Rey; novelas como „pequeñeces“ que se arrastran un mes en las sobremesas españolas. Y los inform ativos: todos ellos al servicio del oscurantism o, EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Niño bonito: Raphael retrógrados como los religiosos, preconciliares, donde tiene mando Guerra Campos y no Tarancón, donde se trata al espectador como retrasado mental que aún viviera la época de Trento. Y sobre todo los inform ativos: allí encontrarem os a Girón en prim era noticia cuando decide su protago­ nismo, tendenciosas inform aciones sobre golpes de Estado como los de Chile y Argentina, y solapada labor antirreform ista y antigubernam ental en pervivencia de métodos que luchan por transm itir el franquism o a la nueva experiencia histórica que el país vive. Hubo un tiem po que el segundo pro­ grama intentó renovar su inform ativo: pronto fue cesado el equipo y adap­ tado el mismo al prim ero, donde amenazantes locutores y bunkerianos redactores continúan haciendo abis­ mal la distancia medida entre la infor­ m ación em itida y la realidad del país. Al poco de la muerte de Franco, pare­ ció, por días, como dígimos, cam biar el tono inform ativo: no causalmente vino un furibundo ataque de Alfonso Faso en las páginas del Alcázar, bajo la excusa de que la Junta Sindical estaba infiltrada de com unistas. Era el 19 de enero de 1976. Pronto las aguas volverían a su cauce. El tele­ diario a su vieja faz. Los nom bres con­ flictivos a suprim irse. Los program as a adaptarse al pasado. Y Alfonso Paso a rodar una nueva serie: „A vista de Paso“ se titula, y pronto, para desgracia de quienes no saben ya escapar a este ojo m ágico m etido en sus dom icilios para c o ntrola r su conciencia y pretender guiar sus pasos, se em itirá en la „en an a “ pan­ talla. TV endeudada Sueldos honoríficos Conflictos irresueltos Televisión española, al servicio del Estado, se nutre fundam entalm ente de los cuantiosos ingresos percibidos en concepto de publicidad. Si en 1958, fueron estos de 4 m illones de pese­ tas, en 1968 habían pasado a 2.332. En 1974 serían 7.108. Sin embargo, en televisión se dice que no hay dinero — este año, se sobreentiende, que Niña bonita: Rafaela Carrá. Los m illones de TVE se los llevan los „niños b onitos". Estos son los que sí pueden actuar, quienes m onopolizan, ellos o sus similares, los m usicales españoles. La otra cara, los auténticam ente representa­ tivos de sus pueblos, son quienes nunca actúan. 33 hasta entonces nadie sabe donde fueron a parar los beneficios —. Qué habrá que recortar program as. Despe­ d ir gente. En 1975, los ingresos, se­ gún Blanco y Negro, fueron unos 6.827 m illones de pesetas, de los que publicidad aportó la mayor parte, 6.506 m illones, el Estado 127, Tele­ radio 45, publicidad en la radio 39 y por otros conceptos 170. Sin embargo, el presupuesto para el presente año se ha cifrado en más de 10.000 m illo ­ nes. ¿Cómo cu brir el déficit? Voces hay que apuntan ya a la necesidad de establecer un im puesto sobre los consum idores, m edida que sin duda sería antipopular. Al tiem po, continúa sin extenderse el segundo program a o UHF a todo el te rrito rio nacional, y tam poco se ha decidido el sistem a en co lo r que se va a im plantar, que suponemos habrá de aguardar a me­ jo r coyuntura. Los sueldos, en televisión, son muy desiguales. Algunos cobran cantida­ des fabulosas: entre los privilegiados, Iñigo, Rodriguez de la Fuente, Lazarov, Ibañez Serrador. Otros, carecen de seguros sociales, trabajan de form a Raimón, representativo de su pueblo, no puede actuar en la pequeña pantalla. provisional, no tienen ningún tipo de reglam entación. Esto ha hecho que los actores, reunidos en Asamblea, pidan, entre otras cosas: un carnet profesional; un convenio colectivo que sea discutido por una com isión repre­ sentativa; estipulación de horarios y retribuciones; menor dependencia en la program ación del extranjero. Por respuesta, hasta el momento, el silen­ cio, o los despidos sí insisten. En la program ación musical, privan sobre todo los intereses de las gran­ des casas de discos. Así los escán- ¿ A re ilz a , v e ta d o en T V E ? Televisión Española sigue sient lo la caja de Pandora: nunca se sabe lo que va a salir y lo que se queda fuera Por ejemplo, en el programa "A fondo ’ del dom ingo 2 8 , los e sp e c ta d o r e s pudieron contemplar una silla y acia. En principio hubiera correspondí lo a Avelí Artis-Gener, autor del libro ''La diáspora republicana” que habia sido invitado pero que no llegó a acced :r al pistó. A última hora se consideró que no era oportuno su intervención, pre- Serrat. Caras como ésta s o n desconocidas por el televidente. Sus canciones no encajan en un in stru m e n to tan represivo com o es el de la televisión española. 34 cisam ente cuando el invita io se encontraba ya en los estudios... Otro programa que se retrasas sos­ pechosamente después de ser aa unciado es una entrevista de A u g x sto Assía nada menos que al mismísi mo ministro de Asuntos Exteriores, don José María de Areilza. ¿Se habrá per­ dido la grabación en algún recóndito cajón de las mesas directivas de TVE? Un misterio éste que, de no desvedarse y políticamente hablando, puede traer cola d e „Cuadernos" EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Vetado: Labordeta Vetado: Luis Llach dalos denunciados para la representa­ ción en los festivales, como el de Eurovision, donde la Belter es denun­ ciada por com prar los votos. O cuan­ do se encargan cuatro program as a otro „c u e rp o “ , el de Rafaela Carra, dependiente de la yanki CBS, que no se lim ita a im poner a la figura este­ lar, sino a todos los acompañantes. A Julio Iglesias, descubierto por la ortodoxia franquista para oponer a los intérpretes que nunca verán las pantallas por muy representativos que sean de sus pueblos, se le concedió uno de los mayores presupuestos de 1975, por m artillear con su empala­ gosa sonrisa y su edulcorada presen­ cia a los sufridos espectadores. Y aún un escándalo. Una referencia que quizá justifica, explica todo lo anteriorm ente expuesto. ¿Quiénes son ellos, cuántos son ellos, por qué existen ellos?. Por qué voces de la prensa denuncian, sin que nadie pueda desm entirlo, que hay una serie de personas, ligadas a antiguos ca r­ gos de la televisión, y sobre todo, personajes políticos del Régimen, que sin aparecer nunca por TV, sin trabajar jam ás para TV, llevan años y años cobrando entre 50 y 100.000 pesetas mensuales. Es decir, un mi­ llón anual, que m ultiplicado por esas decenas de enigm áticos personajes, contribuyen a grabar el presupuesto y hacer deficiente el bunker ideológi­ co estatal. ¿Acaso cobran por velar de la pureza ideológica de este „in strum en to " torturante y represivo?. Quizá así se explicaran muchas cosas: la caza de brujas, las listas negras, la bunkerización de TV y hasta el d é ficit económ ico de la m is m a . . . De verdad que al pueblo español le gustaría conocer los nom bres de quienes durante tantos años, llevan dirigiendo, desde la sombra, pero con absoluta eficacia fascista, nuestra maladada televisión española. ■ Andrés Sorel Vetada: Elisa Serna Otro vetado y con él el pueblo que representa: Pí de la Serra. Para él también se cierran las puertas en Prado del Rey. Hay que dejar sitio a Heidi. EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976 SAHARA La voluntad del pueblo Extracto del escrito dirigido a Comunidad Económica Europea. la M ientras el pueblo del Sahara se pre­ para para recoger el fruto de su secu­ lar lucha contra el colonialism o espa­ ñol, los países vecinos de M arruecos y M auritania hacen todo lo posible por arrebatarle su legítim o derecho de existencia, libertad e independencia. Nuestro pueblo se ve confrontado con un acto de agresión que viola, entre otras cosas, la Carta de las Naciones Unidas. En efecto, las Naciones Unidas han confirm ado, aprobando la resolución 1514, que la autodeterm inación de los pueblos es uno de los fundam entales p rincipios de la Carta. Este derecho inalienable fue también reconocido en numerosas ocasiones por la organización internacional des­ de 1936, expresamente para el pueblo saharaui. Lo mismo, por el Tribunal de La Haya. Tribunal de la Haya: Sentencia clara y certera La sentencia del Tribunal Internacional fue clara y certera: por una parte, c o rrob oró que cuando llegaron los españoles nuestro país no era una „te rra n ulliu s“ y, de otro lado, que ni M arruecos ni M auritania jam ás han e je rcid o una soberanía te rrito rial sobre el Sahara O ccidental. El Tribunal reconoció tam bién nuestro derecho a la autodeterm inación y la aplicación de la resolución 1514 que, desde 1960, pide la descolonización del te rrito rio. Además una com isión especial de la ONU, que visitó nuestro país en mayo de 1975, presentó a la Asam blea General un inform e en el que quedó claro el deseo de nuestro pueblo a vivir libre e independiente. La „marcha verde“, una maniobra de invasión La invasión de nuestro país, llevada a cabo por las tropas m arroquís, comenzó el 31 de octubre de 1975, cuando la atención m undial se con­ centraba en la „m archa verde“ , m aniobra sencilla en torno al acuerdo trip a rtita del 14 de noviem bre de 1975. 36 La invasión del Sahara por las tropas marroquís obliga al pueblo a adherirse al Frente Polisarlo. Este acuerdo entre España, M arruecos y Mauritania, bendice, lisa y llana­ mente, la repartación de nuestro país y sus riquezas, y tiene com o conse­ cuencia la división de nuestro pueblo. Este sucio acuerdo se elaboró sin tener en cuenta a la parte más afec­ tada: sin el consenso del pueblo saharaui. El pueblo saharaui opina que este acuerdo ilegal se sale com pletam ente del encuadram iento ju ríd ico recom en­ dado por la ONU y contradice sus resoluciones. Además, tras la disolución del Djemaa (Asamblea Nacional) el 28 de noviem ­ bre, cuya mayoría se adhirió al Frente Polisario, queda este acuerdo sin valor jurídico. No es posible un referendum bajo una ocupación militar Después de la ocupación ilegal de nuestro país por los eje rcito s de M arruecos y M auritania y las m anio­ bras de los gobiernos de Rabat y Nouakchott, encam inadas a interpre­ tar falsam ente las resoluciones de la ONU, ésta, a través de su Secretario General Waldheim, se ha negado a reconocer la política de los hechos consumados. El enviado especial de Waldheim, Rydbeck, ha podido com ­ probar con sus propios ojos, que en la actual situación de ocupación m ili­ tar es im posible llevar a cabo un referendum con la garantía de que el pueblo saharaui pueda expresarse librem ente sobre su futuro. La política genocida del e jercito de ocupación, viola la conciencia hum ani­ taria y los elementales p rincipios que deben regir las relaciones entre los pueblos que aman la ju sticia y la paz. Miles de personas, mujeres, niños, ancianos han sido desalojados de sus casas, han abandonado sus bienes, han vagado por los desiertos, en con­ diciones miserables e inhumanas. O bligados al éxodo, llegan a los te rri­ torios liberados donde nuestros solda­ dos les atienden. Pero las fuerzas agresoras les persi­ guen hasta nuestros campamentos. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Los bom bardeos con Napalm están en el orden del día. Este inocente población civil sufre y paga la agre­ sión con docenas de muertos, cientos de heridos y desaparecidos. El delito de este pueblo consiste en oponer resistencia a una potencia ocupante extranjera y ejercer su derecho a vivir librem ente dentro de su territorio. Los campam entos de Tifarity, Amgala, Guelta-Zemm our, entre otros, se han convertido en los objetivos predilectos de la aviación m arroquí. El campa­ mento de Oum Dreiga, en el sur de nuestro país, es objeto actualmente de duros ataques. Allí viven 25.000 personas, de población civil. Las bom ­ bas napalm caen sistem áticam ente desde el 18 de febrero de 1976 y cuestan la vida de cientos de perso­ nas. Los ataques fortalecen la voluntad del pueblo Estos ataques fortalecen todavía más la voluntad del pueblo saharauí de conquistar su soberanía. Estos derechos a la soberannía na­ cional no han podido elim inarse ni durante la presencia española ni ahora bajo la ocupación m arroquí-m auritana. El 27 de febrero de 1976, tuvó lugar en Bir Lahlou, en los te rrito rio s libera­ dos, la proclam ación de un estado líbre, independiente y soberano con el nom bre de R epública Arabe Saharaui Dem ocrática. Con ello ejerce nuestro pueblo su La población civil es perseguida por las fuerzas invasoras hasta los campamentos de la República Saharauí. derecho a la autodeterm inación, es­ cogiendo independientem ente el cam inio de la libertad y de la dignidad. El pueblo está decidido a continuar su lucha hasta la com pleta liberación del país. Piden que se reconozca a la República Arabe Saharaui Democrática El Frente Polisario ha hecho un llam a­ m iento a M arruecos y a M auritania para que acaben con su agresión a nuestra soberanía, para que reconoz­ can a nuestra R epública y para esta­ blecer una colaboración pacífica en interés de nuestros pueblos. Con ello esperamos que la fuerza de la razón imponga la ju sticia y la paz. En este espíritu, la R epública Arabe Saharaui Dem ocrática, hace un llam a­ miento a los estados m iem bros de la Com unidad Europea, para que éstos la reconozcan y se pongan al lado de la ju sticia y del derecho. El pueblo les asegura su deseo de relaciones amistosas respetando los m utuos intereses de nuestros países. Esperamos que hagan lo posible para que M arruecos y M auritania acaben su agresión y dejen de bom bardear a nuestra población civil. Miles de personas, m ujeres, niños y ancianos han sido desalojados de sus casas y vagan por los desiertos en condiciones m iserables e inhumanas. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Bir Lahlou, 17 de marzo de 1976 M’HAMED OULD ZION, Presidente del Consejo Nacional Provisional 37 Comunidad Europea LA EUROPA DE LOS CIUDADANOS La elección directa del Parlamento Europeo representa una participación más activa de los pueblos en la cons­ trucción de la Europa comunitaria El mes pasado, ante el „C ongreso de Europa“ reunido en Bruselas para tom ar posición sobre las futuras eta­ pas de la integración europea, W illy Brandt ex-canciller de Alem ania Fe­ deral, anunció: „Seré candidato en las prim eras elecciones europeas, en la prim avera de 1978." Así se abría, me­ díante la candidatura de una las per­ sonalidades más señeras y más res­ petadas de nuestros países, la prim era campaña electoral con vistas a la elección por sufragio universal directo de la institución parlam entaria de las Com unidades. A penas habían trans­ currido dos meses desde que los Jefes de G obierno de los „N ueve" habían decidido que la elección del Parlamento Europeo se desenvolverá „en una fecha única del periodo co­ rrespondiente a los meses de mayojunio de 1978“ . C ierto que el Reino Unido y Dinamarca mantuvieron una reserva que, sin embargo, no afecta al desenvolvim iento de las elecciones en el resto de la CEE, existiendo razones para estim ar que, en definitiva, incluso los ciudadanos británicos y daneses votarán al mismo tiem po que los de­ más ciudadanos com unitarios en la fecha prevista. El Parlamento Europeo co nstituirá así el resultado directo del sufragio popular, lo que constituye, según declaró el actual presidente del mismo, George Spenale, el nacim iento de la Europa de los ciudadanos. en lo que a la integración europea se refiere. El acontecim iento interesa, pues, en prim er lugar a los pueblos. En estas mismas columnas, Spenale lo indicó con algunas frases parti­ cularm ente afortunadas e incisivas: „lo s pueblos, a los que las institucio ­ nes europeas mantenían en cuarente­ na y que, desde luego, les pagaban con misma moneda, van a participar, de ahora en adelante, en la construc­ ción de Europa y tal elección va a ser, en cierto modo, la partida de naci­ m iento del pueblo europeo“ . La respuesta debe venir de los partidos políticos En realidad, se han oído dos obje­ ciones: 1978 está aún lejos y, por otro lado, ¿en qué va a determ inar una votación un verdadero interés popular por los asuntos europeos? Y los es­ cépticos se com placen en recordar que, en Francia, ya se decido un referéndum para la Com unidad y que el mismo había dejado un regusto a m a rg o . . . La respuesta debe venir de los partidos políticos y de los mo­ vim ientos europeos. No es un día, aún im preciso, de mayo o junio de 1978 cuando, de golpe, los pueblos euro­ peos van a irrum pir en la Comunidad, ya que lo esencial se va a jug ar antes, cuando los partidos, para conseguir los sufragios, tengan que hacer cam ­ paña electoral sobre temas europeos e invitar a los electores a optar entre el desarrollo o no de la integración, en pro o en contra de cierta concep­ ción de la Comunidad. Al elegir sus representantes el día de la votación, No es necesaria una nueva legitimidad Procede, sin embargo, co rre g ir algu­ nos equívocos al respecto. El Parla­ mento no necesita una nueva legitim i­ dad, ya que se halla integrado por representantes elegidos por los pue­ blos europeos, representa ya a los ciudadanos de la Com unidad y tiene ya derecho a hablar en nom bre de los mismos. Pero los ciudadanos casi no lo saben, dado que no eligieron directam ente a sus representantes en el Parlamento Europeo, no los esco­ gieron en función de temas europeos y no les han dado poderes específicos 38 Los ciudadanos van a participar, de ahora en adelante, en unas elecciones que van a ser, en cierto modo, la partida de nacim iento del pueblo europeo. EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 los pueblos y los ciudadanos con­ fiarán al Parlamento elegido poderes lo suficientem ente definidos para que aquél no sea solamente el represen­ tante electo de los países com unita­ rios (lo que ya es), sino para que ten­ ga el derecho e incluso el deber de im poner ciertas realizaciones y de obliga r al ejecutivo a acatarlas. Cooperación leal y voluntarista Cierto que el Parlamento directam ento electo no va a pretender concentrar en sus manos todos los poderes. Como lo afirm ó su Presidente, „la Europa de los ciudadanos deberá lle­ gar a un arreglo con la Europa de los Estados, que siguen siendo pilares indispensables de la casa común, de­ biendo instaurar una cooperación leal y voluntarista con los parlam entos na­ cionales, a la vez que buscar equ ili­ brios razonables con las demás ins­ tituciones co m unitarias“ . Pero, dentro de los límites de las com petencias previstas por los Tratados y las otras, suplem entarias, que se le confien, esa Europa sabrá velar por el respeto de los com prom isos com unitarios y tom ar nuevas y útiles iniciativas. Pero, para conseguir eso, es preciso, además, que la decisión de principio vaya seguida de las disposiciones de aplicación y que, a este respecto, se respete el calendario, bastante apreta­ do, que resulta indispensable. El p ri­ mero de abril, los Jefes de Gobierno tienen que aprobar el Convenio entre los „N ueve“ que determ inará las mo­ dalidades de las elecciones y que se deberá som eter a la ratificación de los parlam entos nacionales, con el fin de que las elecciones europeas entren legítim a y definitivam ente en las leyes de los respectivos países integrantes de la Comunidad. Dinamarca, 13 por Irlanda y 6 por Luxemburgo. Tal fórm ula ha tropezado con dos objeciones que, por otro lado, van en sentidos opuestos. Según Irlanda, la representación de los „pequeños países“ no es suficiente; según Francia, por el contrario, no se acata lo suficiente el principio de „p ro p o rc io n a lid a d “ y los „grandes países“ resultan desventajados. Las objeciones iban acom pañadas de dos fórm ulas alternativas, bastante aleja­ das una de otra, bastando con indicar que, según la propuesta francesa, Luxemburgo debería tener 3 escaños, Irlanda 6 y Dinamarca 8, m ientras que, con arreglo a la propuesta irlandesa, Luxemburgo tendría 9, Irlanda 18 y Dinamarca 20. ¡Si se pudiera afirm ar, a priori, que una de las dos fórm ulas es absurda! Por desgracia, ambas tesis se apoyan en p rincipios opues­ tos, pero igualm ente válidos. Irlanda hace observar que solamente en una Comunidad enteramente realizada po­ drían adm itir los pequeños países la reducción de su peso, pero que, en la fase actual de integración, Irlanda no podrá aceptar jamás que su parti­ cipación en porcentaje del número total de los miembros del Parlamento Europeo sea inferior a la que figura en el Tratado de adhesión. Francia, por el contrario, pretende que es pre­ ciso acercarse lo más posible a la noción fundam ental de toda dem o­ cracia, con arreglo a la cual los votos deben tener el mismo peso, ya que, ¿por qué, para elegir a un diputado europeo van a ser necesarios mu­ chos más ciudadanos alemanes, italia­ nos, franceses o ingleses que ciuda­ danos irlandeses, luxemburgueses, daneses o belgas? El tránsito de la Europa de los Estados a la Europa de los ciudadanos Una fórm ula de com prom iso propuesta por Italia no ha conseguido aún el acercam iento significativo de las posi­ ciones. Pero es preciso hallar la solu­ ción en las escasas semanas que faltan para la reunión de Jefes de Gobierno, debiendo ser aprobada por estos últim os. Si la elección del Parla­ mento significa „e l tránsito de la Euro­ pa de los Estados, de los cárteles y de los funcionarios a la Europa de los ciudadanos“ (frase que también he­ mos tom ado al presidente Spenale), nadie podrá adm itir que dicho trán ­ sito se vea com prom etido o retrasado por divergencias que no son funda­ mentales. ■ F. Riccardi Grandes y pequeños Estados ¿Qué obstáculos retrasan la adop­ ción del Convenio?. Pues bien, los „N ueve“ no están aún de acuerdo sobre la com posición del Parlamento Europeo electo, a saber, sobre el número de sus com ponentes y sobre su reparto entre las distintas nacio­ nalidades. El propio Parlamento, tras profundo estudio de todos los aspec­ tos de la cuestión, expuso una fó r­ mula: 355 miembros, de los que 71 por Alemania, 67 por el Reino Unido, 66 por Italia, 65 por Francia, 27 por los Países Bajos, 23 por Bélgica, 17 por EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976 Sí la elección del Parlamento significa „e l tránsito de la Europa de los Estados, de los Cárteles y de los funcionarios a la Europa de los ciudadanos ¿cuándo se conseguirá la Europa de los trabajadores? 39 Rusia PRESOS POLITICOS El silencio que se extiende sobre muchas malogradas acciones, en la sociedad soviética, se hace extensivo también a la represión que sufren las minorías y como no, a los métodos y medios utilizados para acallar a aquellos, que se permiten una crítica al sistema. A aquellos que se ha dado en denominar presos de conciencia. Amnesty International ha publicado no hace mucho un libro, en el que se describen, las condiciones en las cárceles soviéticas y el tratamiento a que están sometidos los detenidos. El libro está escrito en un estilo sobrio, en el que se evita todo rasgo em ocional y procura emplearse in­ cluso un Idiom a técnico, a fin de evitar, determ inadas hostilidades con­ tra el sistema o régimen soviético, no digam os ya contra el pueblo, según m anifestaciones personales del secre­ tario general de Am nesty International, Ennals. Se trata llana y sim plem ente de una inform ación sobre la ofensa humana. El problem a más im portante del in­ form e se centra en dem ostrar, la exis­ tencia de contradicciones entre lo afirm ado por los interlocutores de Am nesty International en la Unión Soviética y declaraciones oficiales y la realidad en las prisiones. Aquéllos, los interloctores de Amnesty, le indi­ can a ésta siem pre el texto de lo contenido en la constitución soviética al respecto y afirm an que las garan­ tías legales, asi com o las condiciones de arresto, son mucho más grandes, y m ejores que las exigidas por la N acio­ nes Unidas. Sin em bargo la realidad tiene otro aspecto. Ya que partiendo del estado de derecho, se condena a hom bres de conciencia y se los man­ tiene detenidos, sim plem ente por ex­ presar sus opiniones en círculo de amigos, no digam os públicam ente, que disientan de lo expuesto en las enseñanzas oficiales. No debe o lvi­ darse que en Rusia se puede ir a la cárcel por uno de los tres motivos que a continuación se indican: Ante todo no alterar el orden establecido Propaganda antisoviética y agitación. A firm aciones falsas, que difamen al estado y la sociedad soviética. O rgani­ zación o participación activa en acciones de grupo, que alteren el órden establecido. No cabe duda, que las conciencias occidentales se han despertado desde que algunos escritores y crítícos del sistema en Rusia, lograron con sus escritos o discursos traspasar la fron40 teínas deja mucho que desear. El número de calorías es insuficiente ya que se reparten diariam ente entre los presos dos mil seiscientas, en lugar de las tres mil cien reconocidas ¡nternacionalmente. Esto quiere decir que el hambre es un acom pañante inseparable de aquellos que no se conform en con las disposiciones ofi­ cíales y traten de expresar su form a de pensar librem ente. El problem a se agudiza, ya que la desnutrición trae consigo innum erables enfermedades, que no pueden ser debidam ente com ­ batidas, a causa de la mala asisten­ cia médica. Guiándose por una infor­ mación publicada por el grupo Samisdat (literatura de los emigrantes, que tam bién se introduce en la Unión Soviética) sobre las condiciones de la colonia penitenciaria de Perm, en los Urales, se afirma, que la mayoría de los ocupantes de la colonia tienen penas de 15 a 25 años, muchos pade­ cen de úlceras de estómago, tu be r­ culosis y enferm edades del corazón. El único hospital en las „cercan ía s“ está a sesenta kilóm etros y no puede llegarse allí más que en camión, por unas carreteras infernales. En el botiquín del campo de concentración, faltan los m edicam entos e instrumenta rio más indispensables. No se les deja comprar alimentos Breschnew, jefe del Partido Comunista de la Unión Soviética. tera con Occidente. Desde entonces se sigue aquí con suma atención, la lucha de la oposición al régimen en la Unión Soviética, así como el respeto por los derechos del hombre. De ahí que se haya descubierto un interés especial por saber que es lo que ocurre con los presos políticos. La docum entación de Am nesty Inter­ nacional, debe considerarse como un buen trabajo en relación con la teoría política de la Unión Soviética. En élla se expresa, la parte ju ríd ica e institucional de la represión contra la oposición, sea ésta de carácter d isi­ dente, religioso o nacionalista. La tesis que más destaca en el libro, es que los presos políticos en Rusia (que se calculan actualm ente en unos 10.000), están condenados al hambre, ya que después de realizar trabajos durísimos, reciben una alim entación, cuyo contenido en vitam inas y pro­ También ocurre que como sanción, se reducen más todavía las ya pe­ queñas raciones, negándosele al preso el permiso de com prar alim en­ tos de form a privada. Así, dice Amnesty, existen inform aciones de que prisioneros, en los meses de verano, comen yerbas y flores silves­ tres, quizás para com pensar los sínto­ mas carenciales, o bien por tener algo que m asticar y asi poder aplacar un poco el hambre que los corroe. Para escaparse de todas estas torturas, parecen haber encontrado los presos, un m étodo terrible, el de la m ultílación corporal propia. A quéllos que cometen infracciones contra las normas del código moral de los constructores del comunismo, se los envía a colonias de trabajos correcionales, en las que según la ley, deben ser educados a cum plir e stric­ tamente las leyes y a respetar las reglas de la „vida común socialista". La ejecución de la pena, no tiene com o fin, asi se asegura, herir la dignidad humana o producir enferm e­ dades síquícas. En esta form a de expresión, en la que el ocasionar enferm edades no se excluye categóricam ente, ha visto Am nesty International, otro de los EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 puntos centrales, para la condena de las condiciones en las prisiones so­ viéticas, en „atención a considera­ ciones de derecho hum ano“ . En la práctica de los campos penitencia­ rios, precisam ente los presos políti­ cos, están som etidos a la a rbitrarie­ dad de la dirección del penal, que pueden disponer en todo momento, la agravación de la pena. „Aquí no le tratamos a Vd. por causa de su enfermedad, sino por sus opiniones“ A pesar de todo esto, los presos políticos que se encuentran en los distintos campos de concentración y penitenciarías, tienen todavía un mo­ desto resto de derecho que pueden, en algunos casos, exigir. Mucho peor, o m ejor sin derecho alguno, se en­ cuentran aquellos, que por tiem po indefinido han sido internados en una de las siete clínícas siquiátricas. Los criterios para su internado, están generalm ente form ulados de forma muy indeterm inada, ya que toda declaración — asegura Am nesty — sobre puntos de vista distintos de dos oficiales, sobre problem as públi­ cos, puede caer dentro del círculo de la siquiatría. Un intelectual de Leningrado, W. Cherníjchev, explica el pro­ ceso de la siguiente manera: En la cárcel se me reconoció durante treinta m inutos y se llegó a la siguiente diagnosis, esquizofrenia de carácter paranoico. El d ire cto r de una de estas clínicas siquíatras dirigiéndose al „p a cie n te “ J. Below le dijo „Aquí no le tratam os a Vd. por causa de una enferm edad sino por sus opinio­ nes". Naturalmente, que a los soviéticos no les ha parecido nada bien, el m anus­ crito de Am nesty International, como lo dem uestra el com entario de Smirnov, presidente de la agrupación de juristas soviéticos, que en una carta cortísim a al secretario de la organización en Londres, en la que afirmaba, no querer entrar en dis­ cusión sobre lo que en el reportaje se dicen sobre la situación de los „presos de co ncien cia", lo que des­ tinatario de la carta denom ina libro, es una adulteración dañosa de la realidad. Puede com prenderse esta corta y dura reacción, después de leer el inform e de Amnesty, pero aun­ que no puedan hoy com pararse los m étodos del régimen actual con los stalinistas, cierto es que la práctica policial y juríd ica están en clara con­ tra d icció n con lo que se afirm a en la Unión Soviética y en su constitución. ■ Jumeba EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 CORPORACIONES MULTINACIONALES EN EL BANQUILLO En la capital peruana tuvo lugar, en los últim os días de febrero y los p ri­ meros del pasado mes de marzo, la esperada reunión de la Comisión Intergubernam ental de las Naciones Unidas de C orporaciones M ultinacio­ nales. No obstante, recordem os prim era­ mente que dicha Com isión - creada por el Consejo Económ ico y Social de la ONU —, comenzó sus labores el año pasado. La constitución de la misma, fue el resultado de la CRE­ CIENTE INQUIETUD de los países en desarrollo como consecuencia de la gran am plitud y el caracter de las C orporaciones M ultinacionales. Los chilenos, y latinoam ericanos en general, conocem os muy bien el des­ caro con que operan éstas en nuestros países. Sabemos de la influencia nega­ tiva que ejercen estos gigantes indus­ triales y financieros sobre el clim a socioeconóm ico y político. Asimismo, se esta consciente de las ganancias exorbitantes que día a día recogen y el manejo mañoso y contum az que llevan a cabo de las riquezas natura­ les. Se enriquecen segundo a segundo a cuenta de las míseras rem uneracio­ nes del sudor y sangre de los pueblos. Del mismo modo, frenan — por todos los medios —, el progreso socioeconó­ m ico de la parte sur del hem isferio occidental y, por si, representan una amenaza permanente a la soberanía nacional de los países de la región. La nueva historia de Am érica latina conoce muy bien, y con muchos ejem ­ plos, la ingerencia directa de estas com unidades del poder económ ico en los asuntos internos de cada estado. Huelga recordar, por ejemplo, la acción de la ITT y otras C orporacio­ nes que obraron y obran en la Patria de Allende. Es universalm ente cono­ cido el „tra b a jo " que contribuyeron a realizar — de consuno con el Departa­ mento de Estado de USA, la CIA y la oligarquía crio lla —, en la preparación del Golpe M ilitar fascista. Sobre el particular, las publicaciones clandestinas de la UP en Chile han com entado en form a reiterada estos hechos. Se ha escrito que „cuando surge un peligro real para la dom ina­ ción del capital m onopolista y sus testaferros políticos — subrayan —, el Im perialism o no se detiene ante nada y abandona toda apariencia de cual­ quier dem ocracia". Y han acotado: „El Im perialism o insaciable está dis­ puesto en todo mom ento para piso­ tear la soberanía de los estados y sus leyes sin referirse ya al hum anis­ mo." Las compañías m ultinacionales se enriquecen segundo a segundo a cuenta de las míseras remuneraciones, del sudor y sangre de los pueblos. 41 Uruguay EL ÉXODO DE LOS JÓVENES Por algún misterioso azar, la palabra éxodo parece ligada al destino del pueblo uruguayo. En este 1976 se cumplen 165 años del llamado éxodo del pueblo oriental, que para los gauchos de entonces era simplemente la „redota“. En aquella ocasión el pueblo, sintién­ dose traicionado por Buenos Aires y Montevideo, acom pañó a Artigas hasta el Ayui. Fue algo así como el exilio de la dignidad. Hoy, a tanta distancia de aquella m igración de hondo sentido político, un nuevo éxodo de uruguayos se está con­ virtiendo en un hecho asombroso, con cifras desusadas para Am érica Latina. Los cálculos extraoficiales hablan de casi un m illón de uruguayos salidos de su país a partir del golpe del 73. Voceros oficiales de Argentina esti­ man entre 500 y 600 mil el número de uruguayos que en los últim os tres años cruzaron el Río de la Plata para establecerse fundam entalm ente en Buenos Aires. De todos modos, hay también grupos considerables de exiliados uruguayos en Australia, España, Suecia, Francia, Suiza, Estados Unidos, Cuba, Vene­ zuela, M éxico y Perú. Con destino a Australia han salido regularm ente del puerto de M ontevideo barcos repletos de inm igrantes. En España hay un pueblo cercano a Barcelona que ha sido virtualm ente copado p o r urugua­ yos, y en la propia ca p ita l catalana han empezado a aparecer los calés „M o ntevide o", „P e tit M ontevideo", etc. En Venezuela se habla de veinte mil exiliados de ese origen. Las U niversi­ dades latinoam ericanas han dado por lo general buena acogida a docentes y profesionales. En Buenos Aires y en las provincias Argentinas, el obrero especializado uruguayo (de excelente nivel) suele hallar trabajo y trata de rehacer su vida. Pero de todas ma­ neras el exilio es siem pre una ex­ periencia amarga, con graves proble­ mas de adaptación y nostalgias. La población de 18 a 35 años o está presa o se ha ido al exterior Lo más probable es que el número real de uruguayos em igrados esté a m edio cam ino entre los 500 mil o 600 mil adm itidos oficialm ente por las autoridades argentinas, y el casi m illón (por supuesto incluyendo a otros países) estim ado en los cálculos extraoficiales. Es probable que la cifra 42 verdadera sea 850 mil, que significa ni más ni menos que la tercera parte de la población del país. Para m edir la significación real de este porcentaje abrum ador, habría que agregar que equivale a una hipotética em igración de treinta m illones de brasileños o 17 m illones de mexicanos. Quien visita hoy M ontevideo vuelve im presionado con la escasez de jóve­ nes en las calles: a ojos vista predo­ m inan los niños y los ancianos. La gente de 18 a 35 años en plena edad productiva, está presa o ha sido de­ portada o se ha ido espontáneamente al exterior. La corriente m igratoria empezó en el 73, poco después del golpe, y en sus inicios abarcó p rim or­ dialm ente a los perseguidos por m oti­ vos políticos: pero desde el segundo semestre del 74 la gente que se va lo hace fundam entalm ente por razones económ icas. Tam bién esta es, indirec­ tamente, una em igración política. El cierre de fábricas, grandes tiendas, centros de enseñanza (así como el despido masivo por causas políticas) ha llevado la desocupación a niveles desconocidos en la historia del país. Aún quienes, por no haber tenido m ilitancia política alguna, no sufren los rigores represivos del régimen, pa­ decen en cam bio el desempleo y el hambre, y en consecuencia hacen las maletas en busca de nuevos horizon­ tes. Salen para salvar la vida, para encontrar trabajo y poder subsistir Quien trata de establecerse por ejem ­ plo, en Buenos Aires, lo hace como una tentativa provisoria: si un día la situación política y /o económ ica cam ­ bia, sabe que la costa uruguaya está a 40 m inutos de avión o a una noche de barco: pero quien em igra a Austra­ lia ese sí corta las amarras en una actitud poco menos que definitiva. ¿Qué factores determ inan semejante fenóm eno? en un folleto sobre A rti­ gas recordaba reciéntem ente Carlos Machado una reveladora frase de Bauza sobre el éxodo de 1811: „Sabian perfectam ente que despoblando el pais, con su ausencia, derrotaban el enem igo." ¿Será ésta tam bién la explicación del actual éxodo? No lo creo. Dadas las circunstancias, no pienso que quienes ahora abandonan el Uruguay hayan tenido tiem po u oportunidad para coordinar una estrategia. Sin embargo, no es im probable que, a la larga, el nuevo éxodo se constituya en una fa cto r de derrota para quienes, con sus medidas económ icas y sus desmesu­ ras represivas, provocaron el insólito desbande, pero esa sería apenas una consecuencia lateral. La explicación verdadera debe tener raíces más hon­ das, más dram áticas. Los protagonis­ tas de esta nueva „re d o ta “ salen del país a contrapelo de sus hábitos, de sus vocaciones, de sus afectos, sen­ cillam ente porque no les queda otra opción: unos para salvar la vida, otros para que no los apresen y torturen, los más tan sólo para encontrar traba­ jo y subsistir. Si el de 1811 fue el éxodo de la dignidad éste es además el éxodo de la necesidad. El uruguayo no se adapta fácilmente al exilio En varios países de Am érica Latina, he hablado (yo mismo, un emigrado) con com patriotas llegados allí en los últim os años. Y es angustioso ver como, especialm ente los jóvenes, sufren el desarraigo. Quizá ello se deba a que el Uruguay, con su larga etapa de dem ocracia liberal, no había contraído el hábito de la em igración. Más bien está habituado a acoger exiliados de casi todos países de Am érica Latina. Ciudades como M éxi­ co y M ontevideo fueron durante pro­ longados períodos las capitales del exilio político latinoam ericano. Por ra­ zones de vecindad, argentinos, brasi­ leños, paraguayos, bolivianos, que de­ bido a situaciones políticas debían abandonar sus países, emergía con frecuencia el Uruguay como residencia transitoria. El pueblo es allí acogedor y solidario, las leyes y las costum ­ bres adm itieron siem pre las incorpora­ ciones al medio. Lo cierto es que al uruguayo le cuesta bastante adaptarse al exilio, a pesar del notable espíritu solidario con que han sido acogido por otros pueblos. Al régimen del Presidente Bordaberry no le agrada mucho que se toque este tema espinoso, quizá porque se trata de una de las objeciones más irrefuta­ bles contra su gestión. La verdad es que no hay declaración, m anifiesto, protesta o denuncia que pueda llegar a ser tan elocuente como la escueta realidad del éxodo, y en particular la m onstruosa relación entre el número de em igrantes y la poblaEXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 para los jóvenes y no tan jóvenes, no habrá necesidad de que ningún censo o ficial u survey oficioso lo com unique a la opinión pública. La presencia en las calles o en los campos, en las aulas o en las fábricas, de una juven­ tud dinám ica, estudiosa, productiva (com o la que siem pre existió en Uruguay) dirá elocuentem ente que ese pueblo ha tom ado el rumbo de su liberación. ■ Mario Benedetti EN URUGUAY SE TORTURA BESTIALMENTE Al Presidente Bordaberry no le agrada que se toque el tema espinoso del éxodo. En su edición del 22 de Marzo de 1976 el influyente sem anario „D e r S piegel“ , bajo el título „U ruguay: to rtura en el ca ballete“ , dió a conocer detalles de los métodos que la policía y el e jé rcito uruguayo estarían empleando en la tortura - por lo demás sistem ática, según ciudadanos de ese país que han abandonado su patria — de prisioneros políticos. „En Uruguay, país que hace algunos años sirvió como muestra de dem ocracia en Am érica Latina, los prisioneros p o litic o s son, al parecer, torturados b e stia l­ mente p o r policías y m ilita re s.“ Comienza señalando el se manarío. Las fuentes inform ativas de „D e r S piegel“ es la organización „Am nistía Interna­ cio n a l“ que se preocupa de la suerte de los presos políticos en el mundo sin otra meta que la cooperación a la ju sticia y a la libertad de los encarcelados. Am nistía Internacional cuenta con una sección alemana a cuyo directorio pertenece el M inistro Federal del Interior, W erner Maihofer, y el M inistro Federal de Investigación y Tecnología, Hans M atthöfer. Métodos espeluznantes y crueles ción total. A veces, el inexplicable resentim iento genera en los exiliados opiniones violentas, lapidarias. Sin em­ bargo, a veces es más útil postergar el estallido em ocional y lim itarse a los hechos, más reveladores que todos los epítetos. No hay ju icio más severo de un pueblo sobre su gobierno que este alejam iento colectivo. Para que cien­ tos de miles de hom bres y m ujeres prefieran los graves problem as de la readaptación, del desajuste anímíco, de la adopción de un nuevo cam ino y hasta un nuevo oficio, antes que se­ guir viviendo y trabajando en su propio país, con su gente, su profesión, sus hábitos y su paisaje, tienen que existir motivos más que atendibles. Después de todo, aunque hubieran em igrado todos los que votaron en 1971 por la coalición izquierdista frente amplio, la cifra llegaría a 300.000, si en realidad es casi tres veces mayor, quiere decir que el m alestar ha penetrado tam bién otras capas de la población. Este es un hecho innegable, que no puede ser alterado por la fácil retórica de los discursos o la falsa objetividad de los com unicados. A Am nistía Internacional, un o ficial de ejé rcito uruguayo, „quien, según su propia declaración, ha tom ado parte en interrogatorios con to rtu ra “ , hizo llegar un conjunto de antecedentes sobre estos graves sucesos. En su edición del 22 de marzo de 1976, „D e r S piegel“ publica una espeluznante fotografía en la cual se ve a un hombre desnudo y encapuchado, atado de manos, cabalgar sobre una barra metálica transversal que está sujeta por dos postes verticales. La barra, cuyo diámetro no es superior a tres o cuatro centím etros, está suspen­ dida a una altura precisa de tal manera que el torturado no pueda apoyar los pies en la tie rra y deba sostener todo el peso de su cuerpo entre las piernas. En la inform ación de „D er S piegel“ , se cita textualm ente la carta del oficial uruguayo a „Am nistía In te rn acio na l“ , en la que señala „ten go cientos de pruebas sobre horribles experiencias". Además expresa que „prácticam ente, todos los presos, sin im portar su sexo o condición son golpeados y m artiri­ zados". ■ Las encuestas manipuladas no varían la realidad Es un dato que no puede ser variado por las encuestas digitadas o los o p ti­ mismos m inisteriales. El día en que la realidad tenga un positivo y verdadero cam bio en ese pequeño y castigado país del como Sur y en consecuencia vuelva a ser viable la residencia en él EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Potro de tortura. Todos los presos son m artirizados. 43 Chile ¿PINOCHET EN CRISIS? El inicio del año 1976 se ha presentado cargado de hechos nuevos que ma­ durando como fruto del proceso que se arrastraba desde la instauración de la dictadura, en su conjunto han modificado el cuadro de la situación política. La incidencia de estos hechos nuevos se irá acentuando con el correr de los meses. Imposible resulta prever la evolución de los acontecimientos, pero una visión panorámica del presente ayuda a percibir la dirección más probable de la evolución política del país. Estos elementos nuevos son, en síntesis, los siguientes. ¿Una crisis sin salida? El perdurar y agravarse de la crisis económ ica es, sin duda, uno de los factores más decisivos. El año 1975 term inó con una tasa de inflación de 340,7 »/o (según cifras oficiales), leve­ mente inferio r a la de 1974. Como contra partida de la política „estab ilizad ora “ , de tan m agros resultados, se produjo una alta tasa de desocupa­ ción y una baja de la producción industrial de 25 % y, una baja del producto nacional de 1 0 % , lo que acarró un descenso general de la actividad económ ica. A estos factores negativos se añade la devaluación de la moneda, la caída de la inversión pública y privada y una creciente redistribución regresiva del ingreso. La política de shock im plem entada a partir del mes de A bril por los M inis­ tros Cauas y De Castro no sólo ha tenido un alto „co sto so cia l" — que todos en Chile reconocen, partidarios o adversarios del régimen —, sino tam ­ bién un „costo e con óm ico “ evidente. La econom ía chilena enfrenta una es­ piral de recesión-inflación, que día a día se hace más insoportable. Se ha producido no sólo un estancam iento de la producción física de bienes y servicios, sino un verdadero retroceso, una dism inución de la riqueza d is­ ponible, una tendencia involutiva que com prom ete seriam ente el próxim o futuro del país. Durante los prim eros dos meses del año se han producido alzas en los precios, especialm ente de los artículos de prim era necesidad, y una baja significativa de la producción de trigo, que ha sido calificada de verda­ dero „terrem oto verde“ . Los em pre­ sarios agrícolas han denunciado las dificultades que encuentran para cu l­ tivar adecuadam ente la tierra, deriva­ das de la política gubernativa y de la situación general del país, pronosti­ cando una dism inución global de la producción, que incid irá negativam en­ te en la balanza de pagos. Los vo­ ceros más autorizados del régimen 44 Cientos de m illones de hom bres repu­ dian los desmanes de Pinochet. han anunciado ya que el año 1976 será, al menos, tan difícil como el anterior. Se ha planteado la posibilidad de un cam bio de política económ ica dentro del actual marco político. Pese a las declaraciones de Pinochet prom etien­ do una revisión crítica a fines de febrero, son muchos los que se in c li­ nan a pensar que m ientras no se pro­ duzcan cam bios a nivel político, la situación económ ica se mantendrá estacionaria. La ineficacia de la polí­ tica económ ica del G obierno c o n tri­ buye a que vastos sectores de la población — trabajadores y grupos de em presarios nacionales — pongan en cuestión la dictadura de Pinochet. El desvarío aislacionista A la crisis económ ica se suma el cre ­ ciente aislam iento internacional de la Junta M ilitar. Desde que usurpó el poder, el régimen ha tendido a acen­ tuar todas las características que pro­ vocan, justam ente, el rechazo de la com unidad internacional. Para expli­ car la situación acuden a la m onserga de „la conjura com unista internacio­ n al“ o al viejo concepto de „la d eb ili­ dad y decadencia de O ccid en te “ . Frente a ellos el Chile de la Junta M ilitar se alzaría com o „faro de salva­ c ió n “ . Esta falta de percepción del proceso histórico y de la coyuntura internacional, provocada por la adhe­ sión a una m entalidad superada y oscurantista, provoca el creciente ais­ lam iento de la Junta M ilitar. Los ale­ gatos en favor de una „diplo m a cia fu n cio n a l“ que superara el enfrenta­ miento ideológico, han fracasado. La dictadura chilena es, hoy por hoy, el gobierno más repudiado y desa­ creditado del mundo. Son cientos de m illones de hom bres a lo ancho y largo de la tierra que repudian los desmanes de Pinochet. La votación de la Asam blea General de las N. U. re­ vela el am plio frente de países, de las más diversas ideologías y contextos geográfico-culturales, que censuran a la Junta M ilitar. Esta situación se ha agravado, recientemente, con el distanciam iento del G obierno de W ashington, que votó en contra de Pinochet en las N. U. Esta situación de aislam iento es un hecho de masas. En ella se empeñan los sind i­ catos, las fuerzas políticas, los intelec­ tuales, las Iglesias y la prensa interna­ cional C ontinuam ente la prensa de EE. UU., Europa y el Tercer Mundo ataca duram ente a la Junta M ilitar. En este contexto general, cabe resaltar la posición más firm e de Inglaterra, m otivada en parte por el im pacto que produjeron las declaraciones de la Dra. Sheila Cassidy en la opinión pública británica, y el cambio de la D. C. alemana producido por la evolu­ ción de la D. C. chilena y la constata­ ción de la falta de vigencia de los derechos humanos que una delega­ ción suya hizo en una visita a Chile. El aislamiento continúa En virtud de este aislamiento, la Junta M ilitar se ha adelantado a declarar que este año no renegociará la deuda externa y que pagará en su integridad la cuota correspondiente. El monto de la suma a pagar es de 750 m illones de dólares, de los cuales 500 no eran negociables por tratarse de com pro­ misos con organism os m ultinaciona­ les. La Junta ha preferido pagar 250 m illones de dólares de inm ediato a enfrentar las negociaciones con el Club de París. Esta misma situación produjo el retardo en la tram itación de un crédito del Banco Mundial ascendente a 33 m illones de dólares. El préstamo, al final, fué otorgado con el voto contrario de los países EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 escandinavos y la abstención de los países del M ercado Común Europeo. Pero lo que resulta más grave para el país, su soberanía y seguridad nacio­ nal, es que el aislam iento y debilidad impulsan a la Junta M ilita r a buscar aliados en Am érica Latina a cualquier precio, incertándose en una estrategia global destinada a alterar los equili­ brios políticos regionales. Esta polítíca de audacia sin el correspondiente res­ paldo en la población, puede resultar muy grave para el país y provocar un grave daño a nuestra integridad te rri­ torial. En efecto, Pinochet ha concretado su ofrecim iento de salida al mar a Bolivia a través de la cesión de un corredor al norte de A rica y al sur de la línea de la concordia, que en los hechos elim ina la frontera chileno-peruana y nos incorpora a la zona de influencia brasileña. En la revista „E rc illa “ (n. 2.110) se afirm a al respecto que „es en el creciente intercam bio entre Japón y Brasil donde debemos bus­ car los prim eros antecedentes de la neg ociació n “ , para lo cual ha cobrado actualidad el problem a de las rutas de com unicación de Brasil con el Pacifico. „N o se trata aqui de gestos rom ánticos — dice Ercílla — sino de una percepción más afinada de las nuevas realidades de la polítíca mun­ dial contem poránea." La cuestión boliviana Ningún falso nacionalismo El problem a de la m editerraneidad de Bolivia, más allá de la discusión his­ tó rica y ju ríd ica sobre sus pretensio­ nes de soberanía sobre te rrito rios chilenos, merece una solución satis­ fa cto ria para todas las partes interesa­ das. Ningún falso nacionalism o puede llevarnos a negar la necesidad de re­ solver „la cuestión b oliviana“ . Nuestra prim era observación es, sin embargo, que la solución de un problem a de esta naturaleza, extrem adam ente com ­ plejo y difícíl, no debe ser adoptada por G obiernos que no representan ni rem otam ente a los pueblos chileno y boliviano. En el caso chileno, la deter­ m inación de ceder un trozo de te rri­ to rio nacional sería adoptada por un gobierno ilegítim o que no obliga a la nación. El acuerdo sobre la m ateria para ser eficaz y operante en el tiem ­ po debe contar con un am plio apoyo popular. Las más elementales consideraciones relativas a la seguridad del país, o b li­ gan a tom ar en cuenta debidam ente que en la solución del problem a son al menos tres las partes interesadas. El plantear una negociación sin con­ EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976 sultar el parecer del Gobierno perua­ no, como en la práctica lo han hecho Pinochet y Banzer, im plica el riesgo de una negociación estéril que aumen­ ta en vez de dism inuir la tensión entre ambos países o, lo que es más grave, la posibilidad de un delicado con­ flicto con el Perú es porte en la cues­ tión, no sólo porque así lo señaló el tratado de 1929 y porque el te rrito rio que se cedería fué en un tiem po peruano, sino porque, com o lo ha de­ clarado el Em bajador de Lima en San­ tiago, Sr. Mariátegui, „hay que analizar las repercusiones que pudiera tener el co rred or en toda la región TacnaArica . . . el asunto tiene todos los ingredientes de un tema internacional. Tiene ingredientes económ icos, geo­ gráficos geopolítícos jurídicos, h istóri­ cos y, consecuencialm ente, sentim en­ ta le s“ . „El cordón sanitario“ A com plicar las negociaciones chilenobolivianas contribuye el hecho de que el G obierno del Perú aparece, en la práctica, rodeado de un verdadero „cordó n sa nita rio “ com puesto por re­ gímenes m ilitares conservadores inte­ resados en provocar una alteración del rumbo de la „revolución peruana“ . Con la ascensión al cargo de Primer M inistro del General Fernández Maldonado ha aumentado el peso del sector progresista al interior de las FF.AA. Existe, pues, interés en provo­ car problem as al Gobierno de Lima, que lo expongan a críticas en el plano interno. La presión brasilera se ejerce tanto por el sur a través del eje Brasilia-La Paz-Santiago, como en el norte instigando al nuevo gobierno m ilitar ecuatoriano a reivindicar terre­ nos peruanos ricos en petroleo y ura­ nio y que un tiem po le pertenecieron. En este cuadro es dable suponer que el acuerdo Banzer-Pínochet será u tili­ zado por intereses ajenos a los del pueblo de Chile, para provocar un co nflicto diplom ático con el gobierno peruano. La tensión con el Perú sirve a Pinochet para lograr la m antención de la unidad de las FF.AA., actual­ mente en duda. El d ictad or no mide, sin embargo, los peligros que im plica para la seguridad nacional la perspec­ tiva de un conflicto en las actuales condiciones del país. La vulnerabili­ dad de nuestra economía, la ausencia de unidad nacional provocada por la política de la junta M ilitar y el des­ crédito internacional del régimen de facto, podrían conducir a una situa­ ción que no sólo afectara a la d icta ­ dura m ilitar, sino que produjera tam ­ bién daños irreparables a los intere­ ses nacionales. El G obierno de Lima ha respondido form ando una Com isión ad-hoc de estudio y alegando que necesita tiem po para estudiar el problema. „Hay que darle tiem po al tiem po", „N o se nos puede presionar para que contestem os en 24 h oras": son expre­ siones del Em bajador M ariátegui. Esta posición dilatoria del Perú puede estar orientada a cam biar la actitud boliviana, m ediante el impulso de Los prim eros refugiados chilenos llegados a F rancfort relatan su odisea. 45 EL QUE MANEJA AL PINQCHET pado ha enviado una com unicación pública a los sacerdotes extranjeros para alentarlos en su labor. La me­ dida fué motivada por la expulsión — a ju icio de los Obispos injusta y a rbitraria — de dos sacerdotes italia­ nos que trabajaban en Copiapó bajo la dirección de Mons. Fernando Ariztía, quienes perm anecieron 20 días presos antes de abandonar forzosam ente el país. En dicha declaración los Obispos lamentan y deploran la medida, así como los ataques de la prensa oficial y autoridades de G obierno a los reli­ giosos extranjeros, les agradecen su trabajo y Ies confirm an su apoyo. Los pastores advierten que existe un con­ flic to más o menos permanente entre la Iglesia C atólica y „cie rtas autorida­ des de la adm inistración" y grupos católicos conservadores. Al indagar sus causas, descubren que ellas se deben — según la declaración — a una diversa y contrastante concepción de la naturaleza de la Iglesia, su mi­ sión y su acción. Como se ve, el origen del problem a es profundo: radica en la existencia de una m entalidad que los Obispos no califican, pero que indudablem ente es una faceta del na­ cionalism o fascista imperante. El autorizado libro de Freí aquellos sectores castrenses que no se conform an con un sim ple „c o rre ­ d o r", y que miran con recelo un cam­ bio en 180 grados en la geopolítica boliviana de alianza tradicional con el Perú a un entendim iento con Chile que desafíe a su antiguo aliado. Un hecho que ratifica esta hipótesis es la renuncia de los tres jefes de las FF. AA. bolivianas, descontentos por el giro de las negociaciones con Pinochet. Como nunca la política de la d icta ­ dura de Pinochet representa un peli­ gro para la seguridad nacional. Se rompe el silencio político A fines de 1975 el bloque de fuerzas sobre el cual Pinochet asienta su poder, sufrió una fuerte sacudida. El fascism o lleva en su interio r una con­ trad icció n insoslayable: el conflicto de intereses que inevitablem ente se produce entre los sectores medios (profesionales, com erciantes, em pre­ sarios, etc.) y el capital m onopólico con vinculaciones internacionales. Esta trizadura se agudiza cuando no existe un proceso económ ico de cre ­ cim iento, como acontece en Chile. Por su parte, la lucha popular co n tri­ buye decisivam ene a provocar el de­ bilitam iento del bloque gobernante. Así ha sucedido tarde o tem prano en 46 todos los casos de regímenes fas­ cistas. Tres ejem plos podem os dar del deterioro polítíco de la Junta M ilitar. En prim er lugar, se m antiene el con­ flicto con la Iglesia C atólica, Hace un tiem po hubo quienes, en presencia de los prim eros roces entre la Iglesia y la Junta, pensaron que ellos podrían ser superados, dando paso a una co­ laboración. Los hechos han dem os­ trado lo contrario. El distanciam íento y la tensión parecen ser insuperables m ientras el régimen m antenga su naturaleza. El número a nterior de „C híle-A m érica" estuvo destinado a ilustrar esta situación. En su editorial se señalaban algunas de las razones que impulsan a la Iglesia a c ritic a r duram ente a los gobiernos auto rita ­ rios de derecha. Desafiando las opiniones de Pinochet el Arzobispado de Santiago ha creado la Vicaría de la Solidaridad que se ocupará de las mismas tareas que desarrollaba el dísuelto Comité para la Paz. El nuevo organism o se encuen­ tra a cargo del mismo sacerdote — Cristíán Precht — que dirigía la labor del Comité. Por estar inserta en la organización misma de la Iglesia, la Vicaría presenta una mayor capaci­ dad de resistencia a las presiones gubernativas. El Com ité Permanente del Episco­ El segundo fa cto r es el cambio de actitud de la directiva. D.C., la que ha pasado ahora abiertam ente a la oposi­ ción, cuestionando la subsistencia de la dictadura. El ex-presídente Eduardo Frei ha publicado, prim ero clandes­ tinam ente y después con una soprendente autorización oficial para una edición de 1.000 ejemplares, un libro titulado „El mandato de la historia y la exigencia del porvenir". El mismo nombre de la obra indica la im portan­ cia que su autor le atribuye. El docu­ mento contiene una aserva crítica a la Junta M ilita r y propone un cam ino de retorno a la vida dem ocrática. Tanto la publicación como la autoriza­ ción del libro de Frei ha despertado dentro y fuera del país una ola de rumores. El hecho es sin duda insólito. Por prim era vez se rom pió el silencio político, originándose un debate sobre el tema que, naturalmente, duró pocos días: el G obierno prohibió cualquier referencia pública al libro, sea para atacarlo, sea para defenderlo. „C hileA m érica" lo reproduce en extenso, junto con un com entario de la revísta y diversas opiniones que sobre él se han vertido. Los ataques a Frei y la D. C. han sido muy fuertes. La adm onición de Pino­ chet en el acto castrense de la Escuela M ilitar es, al respecto, reveladora; EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976 El diario „El M e rcu rio “ se hace preguntas sobre el futuro. ¿Quién le pregunta a los trabajadores chilenos? textualm ente dice: „C aiga sobre ellos la vergüenza de su conducta irres­ ponsable, o el estigm a de su traición d eliberada“ . Por su parte „El Mer­ c u rio “ — en com entario dom inical del 1 de Febrero - apunta, desde su perspectiva, a un aspecto central del problema. Afirm a: „es necesario saber si la posición representada por aquel folleto constituye o no una posibilidad real de reemplazar al régimen estable­ cido sin que el país se deslice a través de ella hacia el pasado m arxista". Las preguntas de „El Mercurio“ A continuación se pregunta: „¿Cuál es el trato que un supuesto régimen D. C. le daría al Partido Comunista, al Partido Socialista m arxista y a los demás grupos o entidades de inspiración m arxista-leninista que se escondieran bajo diversos nombres y cam uflajes? ¿Les daría carta de ciudadanía p o lític a ? . . . ¿O, por el contrario, pondría a esos partidos fuera de la ley e im pediría su orga­ nización y actividad? En este caso, ¿por cuanto tiem po? ¿con qué garan­ tías de que la norma no fuera dero­ gada por una mayoría ocasion al? “ (Recuerda El M ercurio com o en 1958 los parlam entarios D. C. contribuyeron con sus votos a derogar la mal llama­ EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 da Ley de Defensa de la Dem ocracia que pro crib ió al P.C.), añadiendo se diría que para quienes se ofre­ cen como alternativa de poder, es mucho más repudiable el anticom unísmo que su reverso: el com unism o to ta lita rio y ateo, enemigo declarado de Chile en el campo interno y en el e xte rio r“ . „Para el folleto del ex-presidente — term ina „El M ercurio" — son otros la interpretación y los conceptos que sustentan su partido y el com unism o. Ambas líneas aparecen como o pcio ­ nes de análoga naturaleza, como ca­ minos que pueden elegirse indiferente­ mente. Nada hay en el análisis del folleto acerca de la m alignidad esen­ cial del comunism o, de su acción destructiva de lo más sagrado de la persona humana, de su carácter de secta religiosa al revés, es decir, pura y obcecadam ente temporal. Nada se dice acerca de que los demás to ta li­ tarism os no son sino aproxim aciones efímeras al frío m odelo de Marx y de Lenín. . . . Esta incom prensión acerca de la perversidad espiritual del com u­ nismo explica muchas actitudes tibias frente a él y muchos de lo recelos contra el anticom unism o“ . Por lo visto, en m ateria de to ta lita ris­ mo, el regimen de Hitler, por ejemplo, es, para „El M ercurio", sólo una aproxim ación efímera al frío m odelo de Marx y Lenín. Se explica que quien escribe de este modo llorara amarga­ mente en el pasado la derrota del Führer, como tam bién el Proceso de Nuremberg que juzgó a los crim inales de guerra del nazismo. Ahora piden de nuevo una garantía eterna contra el „com unism o". Que se les asegure que los partidos de iz­ quierda (UP) estarán para siem pre fuera de la ley, im pedidas su organiza­ ción y actividad, pese a que „m ayorías ocasionales“ estuvieran por derogar tal prohibición. O sea, una garantía que prevalezca aún sobre la voluntad m ayoritaria de los ciudadanos. Pero, ¿quién puede darles esta garantía? Dejando de lado lo aberrante de seme­ jante pretensión, propia de quienes se sienten dueños del poder por „derecho natural“ , lo cierto es que ni siquiera el fascism o puede garantizar tal ilusión. La reiterada experiencia histó­ rica demuestra, en efecto, que ningún fascism o ha podido asegurar lo que „El M ercurio “ y su ideólogo dom inical pretenden. Cada día que pasa, com o se vé, el grupo gobernante acentúa su d efini­ ción clara y nítidamente fascista. La publicación del libro de Frei ha sido una nueva ocasión para ello. La posi­ ción DC resta un gran contingente social de apoyo a la Junta y co n tri­ buye decisivam ente a su aislam iento 47 y deterioro. La prensa internacional ha recogido am pliam ente esta circunstan­ cia, especialm ente en EE.UU. y Ale­ mania Federal. El conflicto en las Universidades Por fin, en el terreno universitario se ha producido un vasto m ovim iento de protesta por las nuevas medidas adop­ tadas por el régim en: la designación de un nuevo rector-interventor en la Universidad de Chile (el coronel de Aviación Julio Tapia Falk) y las res­ triccio ne s presupuestarias a todas las Universidades. El nuevo rector com en­ zó a poner en práctica la „operación d epuración“ a fin de „term in a r con toda form a de partidism o en las aulas", pidió que los 270 profesores que ocupaban cargos directivos los pusieran a disposición de la autoridad m ilitar y com enzó a restring ir los gas­ tos. Por su parte, el Alm irante Swett, rector-delegado en la universidad C atólica de Santiago, frente al d éficit de 4.000.000 de dólares que tendrá esa casa de estudios este año, anun­ ció drásticas m edidas: licenciam ento de cerca de 200 docentes, 45 adm inis­ trativos, cierre de diversas carreras (sociología, música, teatro, artes de la com unicación), dism inución de los fondos de investigación, restricción de la m atricula, etc. Un artículo de protesta Estos hechos provocaron la publica­ ción en El M ercurio de 3 de Enero de un artículo de protesta firm ado por el profesor Jorge M illas de la Universi­ dad de Chile, en el cual — en nombre de la libertad de pensam iento y de cátedra — se pronunció abiertam ente en contra de lo que llama „la Uni­ versidad vigilad a", „la desconfianza y el asedio" gubernativo. „N o es buen oxigeno, sino aire enrarecido el que se respira en una casa de estudios en donde algunos quisieran mantener la suspicacia recíproca, estim ular la delación, hacer tem eroso el ju icio en alta voz sobre cosas que por su naturaleza deben ser publicam ente discutidas, co ntribu ir, en fin, a que no sea y a la actividad política, sino la reflexión la que carezca de fuero". Advierte Jorge M illas que „co n inquitante reiteración y no menos inquie­ tante ligereza retórica, comienza a em­ plearse la palabra „d e p u ra ció n " para dar rumbo a la acción pública frente a la universidad“ , señalando que „no siem pre se sabe qué pureza se busca con esas „d e pu ra cion es“ , ni quienes 48 son los hom bres puros que las lleva­ ran a cabo. Se pronuncia en contra „del afán irreflexivo de considerar a la Universidad como una empresa más del país, y m eterla en la camisa de fuerza de la libre com petencia y del autofinanciam iento“ . Concluye su a rti­ culo diciendo: „U na vez se escuchó esta reflexión en los recintos de la Universidad de Chile: „La Universidad no sería digna de ocupar un lugar en nuestras instituciones sociales, sí (com o murmuran ecos oscuros de declam aciones antiguas), el cultivo de las ciencias y de las letras pudiese m irarse como peligroso bajo un punto de vista moral, o bajo un punto de vista p o lític o ". Fueron palabras pro­ nunciadas en 1843 por Andrés Bello". Con fecha 9 del mismo mes un sign i­ ficativo conjunto de académ icos de diversas universidades adhicieron pu­ blicam ente a los conceptos em itidos por el profesor Millas. Entre ellos cabe destacar los nom bres de Hernán Alessandri, Juan Gómez Millas, Héctor C roxatto, Juan de Dios Vial Correa, Rolando Chualqui, Fernando Monckeberg, etc. Ellos pertenecen a lo que podríam os denom inar „la derecha academ icísta", es decir, aquella co­ rriente de académ icos que se opuso a la reforma universitaria iniciada en 1967 por considerar que ella com pro­ metía la „lib erta d de pensam iento" e introducía criterios de manejo dem o­ crático de las universidades que po­ drían redundar en desm edro de su nivel científico. Ellos siem pre repre­ sentaron, aunque con diferencias, una posición conservadora. Muchos enfren­ taron abiertam ente la política de la U. P. y sostuvieron posiciones que, directa o indirectam ente, contribuye­ ron a crear el clim a del 11 de septiem ­ bre. Hoy aparecen desafiando la polí­ tica educacional de la Junta Militar. Jaimen Guzmán sale al paso Al paso les salió, como era de esperar, Jaim e Guzmán, quien se define como uno de aquellos que ,,a la vez sienten una entusiasta adhesión hacia el actual Gobierno, y una profunda voca­ ción universitaria". En un artículo aparecido en el mismo diario sostiene que la intervención de los académ i­ cos constituye „una clarinada de atención que invita a reflexionar", pues, según él, „enfrentam os el serio peligro de que pueda llegar a produ­ cirse un dístancíam iento entre los elem entos más valiosos de nuestras universidades, y la conducción supe­ rior de éstas, cuya responsabilidad últim a recae hoy en el Supremo Go­ bierno. El im perativo de evitar que ese distanciam iento que se insinúa, llegue a adhondarse hasta térm inos irrem e­ diables reviste una im portancia capi­ tal." El articulo de Jaim e Guzmán, sin embargo, no parece destinado a lograr ese proposito. Reafirma todas y cada una de las medidas adoptadas por el Gobierno, señalando sólo le necesi­ dad de encontrar „un justo e qu ili­ brio . . . a través de la madurez, el tino y el buen c rite rio ", de los cuales justam ente él carece. Guzmán advierte contra „las posturas extremas que siem pre encuentran fácil presentación en la sim plicidad de sus dogmas o en la pasión de su fanatism o“ . Parece risible, si no fuera trágico. No habla precisam ente de m oderación el Sr. Guzmán al afirm ar: „Cuando uno ve hoy día que vuelven a reclam ar el derecho a „con fron tar ideas“ — que suponen amenazados — personas que jamas han tenido ni podrían tener interés real en ello, ya que carecen en su cerebro de toda ¡dea propia que confrontar, se advierte la im portancia de evitar que se guarezcan detras de banderas levantadas por los verda­ deros universitarios, grupos cuyo mero intéres p olítico-partidista es de­ masiado evidente“ . Se trata, en sín­ tesis, de un intento desesperado por hacer com prender a „lo s verdaderos universitarios“ la necesidad de de­ purar la Universidad. Conflictos entre Pinochet y Leigh Personas ligadas a la Universidad de Chile afirm an que el co nflicto se produce entre dos sectores de dere­ cha: por una parte el Opus Dei vincu ­ lado a Pinochet y, por otra, los grupos más fascistas ligados al General Leigh. En la pugna salieron triunfando estos últim os, que mantienen y aumen­ tan su control sobre esa casa de estudios. Cabe señalar que el nuevo rector — Coronel Tapia Falk - es el ayudante de campo del General Leigh. Con posterioridad éste se reunió con los académ icos disidentes. La inform a­ ción de prensa da cuenta de la reafir­ m ación de la „lin ea d ura “ por parte de Leigh, y guardan un herm ético silencio sobre las opiniones de los académ icos. La revista católica „M e nsa je “ (n. 246, enero-febrero, 76) recuerda las de­ claraciones del nuevo rector en el sentido de que se trata de hacer llegar a la juventud - por medio de la Universidad —, „lo s p rincipios portalianos y nacionalistas que inspiran EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 acogerse a retiro de su cargo el alm i­ rante H oracio Justíniano, a quien se atribuían posiciones sim ilares a las de Arellano Stark y que se habría opuesto a que la Marina asumiera la responsabilidad de la farsa procesal que se intenta desarrollar ante los tribunales navales en contra de Luís Corvalán y los principales dirigentes de la Unidad Popular que se encuen­ tran presos en el país. al actual gobierno, pues en la juven­ tud está el m ejor soporte de la tarea de reco nstru cció n “ . „¿S ignifica esto, acota „M ensaje“ , que la universidad será una universidad com pom etida que se identifica con el ideario ofi­ c ia l? ". Y agrega: „N o deja de ser sorprendente que luego de haber ejercido el gobierno de la Universidad de Chile dos rectores delegados con plenos poderes, el tó pico de la depura­ ción siga siendo central en el discurso program ático de la autoridad." Luego „M ensaje" form ula otros interrogantes cargados de significación: „No nos acercam os, dice, inexorablem ente a una situación de universidad vigilada y com prom etida? ¿Qué garantía po­ dría ofrecer una universidad así de­ finida para el trabajo intelectual? ¿Y cuál sería el costo de su im plantación, particularm ente en térm inos de la m arginación de universitarios con experiencia y dedicación a las labores de investigación y enseñanza? Y luego, continúa „M e nsa je": ¿cómo proyectar hacia el exterior una imagen positiva del país — imagen de aper­ tura, pluralidad y razón - si su uni­ versidad mayor y más antigua com ­ prometiese su destino con un solo cuerpo de doctrina, debiendo a la vez som eter su capacidad de diálogo y crítica a una razón de estado recla­ mada tam bién como límite adm isible del pensam iento?". Leigh, Merino y Mendoza señalan su lealtad a Pinochet Se ha abierto otro foco de conflicto. El disenso militar Por ultimo, como corolario de la situa­ ción, se ha hecho notorio el disenso al in te rio r de las FF.AA. Era evidente, que la desintegración del frente social y político que hizo posible el golpe de estado, produciría, tarde o tem prano, sus efectos en el aparato m ilitar. Los institutos arm ados no viven fuera de la sociedad. Tienen precisos grupos de referencia, tanto por el origen de la o ficialidad y la tropa, como por la socialización que de sus m iem bros se hace, y el recurso a la disciplina je rá r­ quica no basta en ocasiones de aguda crisis como las que atraviesa Chile, para m antener a las FF.AA. en p osicio­ nes extrem as que contradicen su fun­ ción natural. Pues bien, a comienzos de año la prensa inglesa — concreta­ mente el „Sunday Tim es" edición do­ m inical de „The Times — dió a cono­ cer la existencia de un memorándum firm ado por 10 generales en el cual se pedía a Pinochet una rectificación de la política económ ica y poner atajo a los abusos de la DINA a fin de me­ jo ra r la imagen internacional de la EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 Niños creciendo hacia un futuro inse­ guro. dictadura. El mismo diario inglés de­ cía que, en el fondo, se trataba de „em bellecer el fascism o“ . Posterior­ mente los diarios de todo el mundo recogieron la inform ación y „Le M onde" en un extenso artículo afirm ó que no existía unidad ideológica y polítíca de los m ilitares disidentes en torno a un proyeto común. Por esos mismo días se produjo la renuncia forzada del General Sergio Arellano Stark, quien aparecía como disidente, si bien su participación directa en diversos actos de violencia durante el golpe m ilitar, le ganaron el renom bre de „general de la m uerte". En los hechos se había constituido en el p rin ­ cipal opositor a Pinochet al interior del Ejército. Hace pocos días también, ha debido Los indicios de descontento m ilitar, la publicación del libro de Frei y el creciente repudio internacional, pro­ vocaron a fines de Enero el apresura­ do regreso a Santiago de Pinochet, quien realizaba una gira por el sur del país. Durante ella el dictador ha­ bía pronunciado discursos que provo­ caron el siguiente com entario del diario. „L a T e rce ra ": „Es la prim era vez que el jefe de Estado se refiere publicam ente a rumores circulantes durante el últim o mes sobre supuestas divisiones en el gobierno, falta de apoyo a su gestión o falta de unanim i­ dad en las Fuerzas Armadas. Esos rum ores se han esparcido por todo el país." Fuentes internacionales seña­ laron que Pinochet habría presentado en esa oportunidad su renuncia al cuerpo de generales, como una form a de volver a ganar su lealtad. La me­ dida teatral fue aparentem ente exitosa. El Martes 27 de Enero se realizó un acto inusitado y sorpresivo en el pa­ tio de la Escuela M ilitar de Santiago, el cual según „El M ercurio" im pre­ sionó „p o r su carácter solemne y no conocido desde que se instaló el G obierno m ilita r“ . Ante una concen­ tración m ilitar en la cual participaron representantes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, los integrantes de la Junta ratificaron publicam ente su unidad y Leigh, Merino y Mendoza señalaron su lealtad al „presidente Pinochet“ . Este parece haber supera­ do tem poralm ente una situación de crisis y haber recuperado su control sobre el conjunto de las Fuerzas Armadas. Sin embargo el acto mismo constituyó una dem ostración publica de debilidad y preocupación, como lo dem uestran las palabras de Pinochet: „Sí hoy se han congregado aquí las tres ramas de las Fuerzas Arm adas y Carabineros de Chile, es porque la conjura extranjera ha llegado al extre­ mo de la osadía y de la calumnia, al pretender presentar quiebres o trizaduras en su granítica unidad". ■ 49 Hechos y personajes Con la excusa de ir a recoger el pre­ mio desaparecieron y al a brir el sobre el perplejo em igrante se encontró con un montón de recortes de papel. Peregrino Secretariado ¿A quién representa? Se llaman representantes de los em i­ grantes españoles, al parecer de siete países europeos, están preparando un llamado Congreso de la Em igración y han adoptado el m undano nombre de Secretariado. Caminan por Europa hablando, según ellos, „en nombre de doce m illones de em igrantes“ , para quienes piden participación en las elecciones directas al Parlamento de Europa y están dispuestos a estable­ cer contactos con la Unesco, la Com i­ sión Europea, la C onfederación Euro­ pea de Sindicatos, el Consejo Mun­ dial de las Iglesias y con otros altos organismos. Pero, com o ésto sería demasiado poco, tan universal y viajante secreta­ riado en pleno llegaría a M adrid el 24 de abril para ser recibido por el presidente de la Com isión Episcopal de M igraciones, el señor Obispo de Huelva y, en días sucesivos, cele­ braría encuentros con autoridades españolas de ám bito gubernam ental y sindical y term inaría su viaje entre­ vistándose con la Confederación Es­ pañola de Cajas de Ahorro. ¡Dime con quién andas y te diré a quién representas! El zamorano en compañía de los dos estafadores se trasladó a un banco para retirar las 200.000 pts. que le pe­ dían. Después, los tim adores le deja­ ron el sobre que contenía el dinero, más 50.000 pesetas que sim uló aportar uno de los estafadores. Avión portugués, secuestrado Un soldado cubano, desertor de Angola, secuestró un avión en Luanda y obligó al piloto a dirigirse a Lisboa donde pidió asilo político. Le timan el dinero ahorrado en Alemania Un zam orano que había realizado algunos ahorros trajando en Alem ania fue víctim a del conocido tim o del tocom ocho. Unos individuos le abor­ daron en la calle de A lcalá y uno de ellos (el tonto) le hizo creer que poseía un billete de lotería que estaba prem iado con 600.000 pts., pero que no sabía que debía hacer para co­ brarlo. Inmediatamente se acercó el otro tim ador (el gancho) quién consiguió engañar al em igrante, convenciéndole para que entre los dos comprasen el billete „p re m ia d o “ , naturalm ente a un precio favorable. El soldado era m iem bro de la guardia de seguridad en el aeropuerto de Luanda. Cuando abordó al „boeing 707“ a punto de despegar empuñaba un rifle autom ático „AK-47“ con el que amenazó a la tripulación. El soldado cubano ha sido detenido y está siendo som etido a interrogatorio por los ser­ vicios de la guardia fiscal. El gobierno portugués está som etido a fuertes presiones diplom áticas para que no fa cilite asilo al soldado. Ocupan la carretera Unos cincuenta vecinos de M óstoles se sentaron en el centro de la carre­ tera de acceso a Móstoles después de haber esperado un largo rato el paso del autobús. De este modo detuvieron el paso de los autobuses que fueron llegando e invitaron a los pasajeros a unirse a su actitud. Llegó un mo­ mento en que la concentración de personas ya ocupaba unos quinientos metros de carretera. Tras dos horas de m anifestación, en la que se dejó paso libre a los coches particulares, la Guardia Civil disolvió a los reunidos. Previamente había hecho acto de presencia la Policía M unicipal, que intentó disolver la m anifestación, sin resultados. Durante las dos horas de ocupación de la carretera fueron pinchadas varías ruedas de ios autobuses de la em­ presa De Blas. Los vecinos de M óstoles llevan meses protestando por el servicio de auto­ buses a esa localidad. Concretam ente, solicitan que el carril bus, que ahora term ina en A lcorcón, se prolongue hasta Móstoles. ¿Lo conseguirán antes de que aparezca este número de Exprés Español? 50 EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976 T A R JE T A DE PEDIDO e ím p la SrUSCrÍbÍrme 3 rSV'Sta ,nensual 6 ilustrada »ExPrés Español“ al precio de DM 1,50 A Pell¡d0S Nombre P oblación.......................................... Calle N r. A pa rtir del mes (sólo válido para residentes en Alem ania) Por la presente autorizo hasta nueva orden a „E xprés Español“ a que haga efectivo el im porte de DM 18,00 correspondiente a la suscripción para 12 núm eros con cargo a mi cuenta Nr................................... en el Banco - Caja de A h o rr o s ................... —...................................d e ............ ........... Firma Separe y envíe esta tarjeta WERBEANTWORT □ Deseo suscribirm e por 12 meses a Exprés Español POSTKARTE N o n e c e s ita s e llo , a fra n q u e a r en d e s tin o Pagaré el im porte de la suscripción: □ por giro postal □ m ediante transferencia a su cuenta No. 10045278, Bank fü r G em einw irtschaft 6 F ra n kfurt/M a in Precios de suscripción Alem ania 18,00 DM España 400,00 Pts. Francia 34,00 Fsf. Suiza 22,00 Fsz. Holanda 18,00 Fl. Inglaterra Bélgica 3,00 £ 300,00 Fsb. EXPRÉS ESPAÑOL 6 Frankfurt/M. 19 Postfach 19 01 09 Topando con la Iglesia Algunos trabajadores españoles, ita­ lianos y portugueses se sienten avasa­ llados por la Iglesia católica y romana de la República Federal. M otivo: El descuento obligatorio y autom ático del llamado impuesto eclesiástico. Esta práctica es com pletam ente des­ conocida en sus países de origen. Los enojados „c o n trib u ye n te s“ han elevado una demanda ju d icia l ante un tribunal de Ham burgo para que no les descuenten del salario los diez­ mos de la Iglesia. Estos fieles pre­ fieren, por lo visto, que les pasen el cepillo o ponerle ellos mismos una vela a Santo Tomás. ¡Nada de inter­ m ediarios! Débil primer ministro El prim er m inistro de Portugal, alm irante Pinheíro de Azevedo dió a co no cer su determ inación de no a sistir al acto de clausura de la reunión de los partidos socialistas y socialdem ócratas europeos en Oporto. La actitud del prim er m inistro respondió al éxito de las presiones del partido popular dem ocrático (PPD), de tendencia derechista. El com unicado o ficial del gabinete del Jefe del G obierno portugués dió a co no cer las razones que indujeron al alm irante a desistir de p residir el banquete de honor que clausuraba el trascendental encuentro, al que había sido invitado por el líder socialista Mario Soares, convite que en p rincip io había tenido una favorable acogida en el Premier lustitano dado a que algunos de los jefes de las delegaciones desempeñan en sus respectivos países funciones de Jefe de Gobierno. Sin embargo, Pinheiro de Azevedo decidió no asistir a la ceremonia. „C onsiderando el cuño p a rtid a rio del encuentro — dice el texto o ficial — se p ro curó que tal cerem onia tuviese lugar al margen del m ism o, para no h e rir su cep tibilid a de s naturales de los otros p artido s representados en e l g o b ie rn o ", agregando seguidam ente que tal p osición no había sido com prendida p o r algunos m edios de difusión n i „obtuvo el consenso de los p artido s representados en el g o b ie rn o ". La nota o ficial term ina expresando que „an te la im p o s ib ilid a d de encon­ trar a tiem po una plataform a aceptable p o r los p artidos p o lític o s y por el p rim e r m inistro, este se decidió p o r abstenerse de cu alqu ier iniciativa que pudiese crear d ificu ltad es al norm al funcionam iento del G obierno". En encuentro de la internacional socialista en Oporto contó con la p articipación de los prim eros m inistros de Suecia. Holanda y Dinamarca, además del ex ca ncille r alemán W illy Brandt y los secretarios generales de los partidos socialistas de varios países europeos. ■ ¡No hiera Vd. mis suceptibilidades naturales, Señorito Azevedo! © La Sindical So cialista p r o p o n e a las d e m á s o rga n iz a c io n e s o b re ra s el a b a n ­ don o de la C N S LA UGT MACE CONGRESO Ä RAIZ DE 1 8 8 8 o >» O m O UG7: OPOSICION A LA ACTUAL ORGAM iHCIGN SINDICAL •i —i 8 «/i "5 ;© W'l re F l <lom in«o fin a liz ó f l X \ X O m ^ - s o <lo la V iiió n , T -.-i.-iH ilo n s v «nietló r o n stitim la la n u e v a í:jrrx v \ ..¡tl.i M-< n la r io >;eii<>ral «I«* la l '>•<*" ' r3»e O CJ "C o U. rz O O e « o t— .S E — c; rr ■* < ?■fl) w es -o . .... <3 o ro os = — cj ........ ce co C c/5 S 3 O V £ 3 9 3 o va ‘= ex o¿> fcw C= —' ^~ ,cc c *- c; fcfcl OS c^o e/í -es o í* - . - 'X> a ^C A D EL \ X CONGRESO DE L A UGT „< *» C -3 X NO SE REGISTRARON INCIDENTES l ¡íSmí L x tv t EN LOS CU A TRO DIAS DE SESIONES e s tSk ****u Don Nicolás Redondo, secretario general del Comité Ejecutivo de la UGT Don Nicolás Redondo en el curso de su Intervención en el acto de clau< tura del Congreso de la Unión General de Trabajadores, celebrado en un hotel de Madrid, en cuya reunión tquél ha sido elegido secretarlo general dei Comité Ejecutivo de la citada Unión " UilSDM BU UX «RES!) Ut IAI). li. I . Compatibilidad de cargos entre la >ímon General de I.abaja dores y el P.S.O.E. I ndas las organizaciones sindicales ilega­ les invitadas al acto propugnaron la unidad