DISCURSO TITULACIÓN EDUCADORAS DE PARVULOS Y BÁSICA INICIAL UNIVERSIDAD DE CHILE OCTUBRE 14 DE 2011 Buenas tardes Sr. Decano Marcelo Arnold, Directora de nuestro Departamento Sra. Ximena Azúa, Jefa de Carrera Sra. Monica Manhey, autoridades presentes, profesores, administrativos, padres y compañeras de educación de párvulos y básica inicial: Es muy grato reunirnos esta tarde y marcar un hito en nuestro camino profesional, hoy termina una etapa pero comienza otra, hemos querido dirigirnos a ustedes para expresar nuestro sentir y agradecimiento. Aquí en presencia de quienes amamos, de nuestras familias, quienes sin duda son los primeros gestores de nuestra educación: mamás, papás, abuelos, hermanos y cada uno de ustedes. Tenemos en nuestra esencia personal la huella de cada integrante de nuestras familias, huellas que nos condujeron hasta aquí y que nos seguirán conduciendo en la vida con seguridad y por buen camino, regalando a otros todo el amor con el que hemos sido bendecidas. En este momento se vienen a mi mente innumerables instancias en que compartimos y disfrutamos, como olvidar esa ocasión cuando recién ingresábamos a primer año y fuimos partícipes del ceremonial Mechoneo, los paseos a la playa, los almuerzos en los pastos, los trasnoches en las casas de nuestras compañeras, la participación en la consolidación de una carrera relativamente nueva dentro de nuestra universidad, las fiestas universitarias, las tardes de futbol junto a “las Galácticas”, cada una de nuestras clases principalmente aquellas que nos permitieron conocer más en profundidad nuestra calidad humana, aquí nos encontramos con grandes personas las cuales hoy agradecemos haber descubierto, por lo mismo no quisiera dejar fuera a quienes comenzaron con nosotras y por diferentes razones hoy no se encuentran aquí, a nuestra compañera Paula, Carol, Patricia, María Cristina y Carmen Gloria, a Claudia quien hoy se encuentra construyendo su camino en México, y a nuestro querido Benjamín parte importante en cada una de nosotras. Cada una de estas instancias permitieron consolidar nuestra personalidad académica, nos invitaron a vivir la universidad y a crear universidad, permitiéndonos tener opinión, diferentes perspectivas y a desarrollar un concepto integral de educación. Estas influencias nos permitieron establecer nuestra base en la pedagogía, donde el educar es conducir de la oscuridad a la luz, sacar algo que está en nuestro interior, extraer lo que está oculto, revelarlo para hacerlo luminoso, hoy somos educadoras que estamos llamadas a crecer, a formar personas desde su etapa inicial, a niños desde su más tierna infancia, somos aquellas quienes los recibimos en este nuevo mundo que enfrentan al salir del regazo de sus padres, entregando algo mucho más allá que solo conocimientos, involucramos sentimientos y valores que son fundamentales para ejercer nuestro rol de manera óptima. Durante nuestra formación docente en esta universidad no solo han salido beneficiadas nuestras mentes, sino también nuestros espíritus, en cuanto a renovados modos de enfrentar desafíos, asumir responsabilidades y sobre todo compromisos. . La vocación, como inclinación a la práctica docente es algo difícil de enseñar, pero día a día en la universidad logramos presenciarla a través de nuestros profesores quienes nos motivaban y guiaban en la búsqueda y máxima expresión de nuestra propia vocación docente. Hoy vamos al mundo laboral con la frente en alto y llenas de orgullo de ser profesoras, nos gusta lo que hacemos, amamos lo que hacemos y lo demostramos enseñando con pasión. A través del refuerzo, la crítica constructiva y constantes desequilibrios cognitivos provocados deliberadamente por cada maestro que se propuso enseñarnos algo, conseguimos no solo seguridad en nuestro saber, sino que también en nuestro ser y hacer. Nos sentimos preparadas para entregar lo mejor a la educación chilena, para hacer la diferencia, pero no podemos concluir aquí sin agradecer. Gracias, por el ejemplo de educación que hemos recibido del cuerpo docente de la universidad. Educación en el más amplio sentido de la palabra, educación de conceptos, de valores, de ser persona, de convivencia, de juicio, de innumerables cualidades que nos hacen levantarnos cada mañana orgullosas de ser EDUCADORAS DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE. Agradecer a cada una de nuestras familias, por el apoyo incondicional en esta ruta de aprendizaje, por los desvelos, preocupaciones, por el esfuerzo de costear una carrera universitaria, por el amor que nos entregan incondicionalmente y porque son la base de toda educación, sin ustedes nuestro sueño no hubiese sido posible. Hemos creado vínculos que nunca se romperán, vínculos enlazados por la amistad, el cariño, el respeto y la admiración. El ambiente de trabajo en que nos hemos desenvuelto durante nuestra formación docente nos ha permitido ser más que compañeras de universidad, ser amigas. Nos ha permitido sentir a nuestros profesores y cuerpo administrativo cerca y tener la confianza de que serán guías incluso después de hoy. Estos lazos nos han nutrido aún más y nos hacen sentir entre la inmensa alegría de haber conseguido nuestra meta y un inminente sentimiento de nostalgia hacia la bella etapa que dejamos atrás. Estamos conscientes de la necesidad de seguir con nuestra formación docente, sabemos que esto no termina hoy. Esperamos y anhelamos con todo el corazón que sea en cercanía de todos aquellos que hicieron posible lo que hoy nos reúne en nuestra titulación. Compañeras, colegas, hoy iniciamos el resto de nuestras vidas, concluimos un ciclo maravilloso y emprendemos uno nuevo, hoy nosotras somos las educadoras, tenemos las herramientas, las competencias, nuestra juventud, las ganas de cambiar nuestra educación, sigamos adelante, no perdamos el ímpetu ni nos dejemos llevar por el sistema, seamos consecuentes y mantengamos nuestros ideales, demostremos que las profesionales de la universidad de chile si podemos abrir nuevos caminos. Colegas felicidades, hoy nuestros proyectos comienzan a convertirse en realidad. Muchas Gracias.