VIII Regulación de los aportes al capital de sociedades

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Área Empresarial
VIII
Contenido
InformeS especialES
Regulación de los aportes al capital de sociedades
VIII-1
El Contrato de Arrendamiento y el Arrendamiento Financiero
VIII-3
VIII-4
GLOSARIO empresarial
Ficha Técnica
Autor:Dr. Cristhian Northcote Sandoval
Título:Regulación de los aportes al capital de
sociedades
Fuente: Actualidad Empresarial, Nº 223 - Segunda
Quincena de Enero 2011
1.Introducción
Los derechos y las obligaciones de una
persona en una sociedad están determinados por la participación que tiene
dicha persona en el capital social. Esta
participación se origina en los aportes que
realiza el socio al capital social.
Estos aportes, que constituyen la inversión
que realiza una persona en la sociedad,
determinan la existencia del derecho al
cobro de dividendos, participación en las
juntas de socios, el derecho a la información sobre la marcha de las actividades
de la sociedad, entre otros. Y determina
también las obligaciones que asume el
socio al ingresar a la sociedad, siendo
la principal obligación la de asumir los
resultados negativos de la sociedad con
los recursos aportados.
Siendo un aspecto fundamental para la
existencia y funcionamiento de las sociedades, consideramos necesario desarrollar
la regulación aplicable a los aportes al
capital social.
Por ello, en el presente informe expondremos los principales aspectos en materia
de aportes a sociedades y los alcances de
las disposiciones legales que los regulan.
2. Marco legal
Los aportes al capital de sociedades están
regulados por los artículos 22° al 30° de
la Ley N° 26887 - Ley General de Sociedades, que contienen reglas generales
aplicables a todas las sociedades, y por
los artículos 74° al 81° de la referida Ley,
que contienen reglas específicas para los
aportes a las sociedades anónimas.
N° 223
Segunda Quincena - Enero 2011
3. Concepto de aporte
Como habíamos mencionado, los aportes
al capital de una sociedad originan la
existencia de los derechos y obligaciones
de los socios.
expresamente que el aporte se hace a
título distinto, en cuyo caso la sociedad
sólo recibe el derecho materia de aporte, como podría ser el derecho uso o el
derecho de usufructo.
De manera general, podemos definir al
aporte como la transferencia de recursos
al capital social de una sociedad.
5.Acreditación y oportunidad
del aporte
Y cuando nos referimos a recursos estamos haciendo alusión a bienes muebles,
inmuebles, dinero, derechos de crédito e
incluso servicios, para los tipos societarios en los que esa clase de aportes está
permitida.
La finalidad de estas transferencias de
recursos es que la sociedad, al momento
de su constitución, cuente con los medios
necesarios para desarrollar sus actividades
o que, con motivo de un aumento capital,
se incremente su capacidad para operar
o se puedan sanear situaciones de desbalance patrimonial.
Cualquiera sea la finalidad que busque
la sociedad con los recursos aportados
al capital social, tales aportes generan
obligaciones y derechos a favor del socio
aportante.
4. Recursos que pueden ser materia de aporte
En general, todo recurso susceptible de
valoración económica puede ser materia
de aporte al capital de una sociedad. Por
lo que pueden hacerse aportes en dinero,
bienes muebles, inmuebles, derechos de
crédito y servicios. Aunque en el caso
de los servicios, debe tenerse en cuenta
que sólo son admitidos como aportes
en algunos tipos societarios, que son la
sociedad civil, la sociedad en comandita
y la sociedad colectiva.
Cabe señalar también que la regla general es que el aporte de bienes se hace a
título de transferencia de propiedad, es
decir, que en virtud del aporte, la sociedad se convierte en propietaria del bien
aportado, salvo que, se haya señalado
Un aspecto fundamental en materia de
aportes a sociedades es determinar el
momento en el que se considera efectuado el aporte y cómo se acredita que
se ha realizado.
Informes Especiales
Regulación de los aportes al capital de sociedades
Para determinar dicho momento, la Ley
General de Sociedades ha fijado reglas en
función del tipo de aporte.
Así, cuando se trata de aportes en dinero,
deben acreditarse mediante el depósito
del dinero en una cuenta de titularidad
de la sociedad abierta en una empresa
bancaria del sistema financiero nacional.
En el caso de bienes muebles, se considera
efectuado el aporte al momento en que
se otorga la escritura pública de constitución o de aumento de capital, según sea
el caso, debiendo acreditarse mediante
una declaración que efectúa el representante legal de la sociedad en la que deja
constancia de haber recibido los bienes,
debiendo además adjuntarse a la escritura
pública un informe de valorización de los
bienes, en el que se describan sus características, el valor asignado y el criterio
utilizado para establecer dicho valor.
Este informe no requiere ser suscrito por
un perito o tasador, pudiendo ser firmado
por el propio socio aportante.
En el caso de bienes inmuebles, la transferencia se considera efectuada con el
otorgamiento de la escritura pública de
constitución o de aumento de capital, según sea el caso, debiendo también adjuntarse a la escritura pública un informe de
valorización de los inmuebles aportados,
en el que se describan sus características,
el valor asignado y el criterio utilizado
para establecer dicho valor.
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Cuando se trata de derechos de crédito,
la Ley General de Sociedades dispone que
si el aporte consiste en títulos valores o
documentos de crédito a cargo del socio
aportante, el aporte no se considera
efectuado sino hasta que el respectivo
título o documento sea íntegramente
pagado.
Si el derecho de crédito aportado está
representado por títulos valores o documentos de crédito en los que el obligado
principal no es el socio aportante, el
aporte se entenderá cumplido con la
transferencia de los respectivos títulos o
documentos, con el endoso de los respectivos títulos valores o documentos y sin
perjuicio de la responsabilidad solidaria
prevista en la ley respectiva.
6. Saneamiento de los aportes
El saneamiento constituye una obligación
a cargo del aportante en virtud de la cual
debe responder frente a la sociedad por
aquellas circunstancias que puedan limitar
o impedir el ejercicio de los derechos que
le corresponden a la sociedad como titular
del recurso aportado.
Para estos efectos, es necesario tener
en cuenta las disposiciones del Código
Civil en materia de obligación de saneamiento, contenidas en sus artículos
1484º al 1528º, pues son esas disposiciones las que regulan el contenido de
la obligación de saneamiento en sus
distintas formas.
¿Qué ocurre cuando el bien materia de
aporte se pierde? La Ley General de Sociedades fija las siguientes reglas cuando
la pérdida del aporte se produce antes de
su entrega a la sociedad:
• Si se trata de un bien cierto o individualizado, la obligación del socio
aportante se resuelve y la sociedad
queda liberada de la contraprestación, esto quiere decir que el socio
no estará obligado a cumplir con
el aporte y la sociedad tampoco
estará obligada a considerar como
socio a dicha persona. Si la pérdida
del bien se hubiera producido por
causa imputable al socio aportante,
éste quedará obligado a indemnizar
a la sociedad.
• Si se trata de un bien incierto, el aportante no queda liberado de su obligación, es decir, que deberá cumplir con
su obligación de aportar otro bien de
las mismas características que el bien
perdido.
• Si se trata de un bien a ser aportado
en uso o usufructo, el aportante puede optar por sustituirlo con otro que
preste a la sociedad el mismo beneficio.
La sociedad queda obligada a aceptar el
bien sustituto salvo que el bien perdido
fuese el objeto que se había propuesto explotar. En este último caso, el
socio aportante queda obligado a
indemnizar a la sociedad si la pérdida del bien le fuese imputable.
Cabe señalar que cuando el aporte
consiste en la cesión de un derecho, la
responsabilidad del aportante se limita
al valor atribuido al derecho cedido pero
está obligado a garantizar su existencia,
exigibilidad y la solvencia del deudor en
la oportunidad en que se realizó el aporte.
8.Reglas particulares para la
sociedad anónima
7. Riesgo y pérdida del aporte
8.1. Objeto del aporte
La primera regla que debemos tener
en cuenta al realizar aportes a una
sociedad anónima es que en este
tipo de sociedades no está permitido
el aporte de servicios, por lo tanto,
sólo serán aceptados los aportes en
dinero, bienes muebles e inmuebles
y derechos susceptibles de valoración
económica.
Uno de los factores que requiere una
regulación especial es la posibilidad de
que los bienes aportados sufran daños o
se pierdan, siendo necesario determinar
quién asume dicho riesgo, si el socio
aportante o la sociedad, y desde qué
momento se produce la transferencia de
dicho riesgo.
La Ley General de Sociedades prevé
que el riesgo de los bienes aportados en
propiedad sea de cargo de la sociedad
desde que se verifica su entrega, de
acuerdo a las reglas que ya hemos visto
anteriormente.
Cuando el bien no ha sido aportado
a título de propiedad sino en uso o
usufructo, el riesgo del bien aportado
en uso o usufructo recae sobre el socio
que realiza el aporte, perdiendo la sociedad el derecho a exigir la sustitución
del bien.
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Instituto Pacífico
Veamos algunas de las reglas específicas
que se aplican a la sociedad anónima para
regular los aportes que se efectúan a su
capital social:
8.2. Revisión del valor de los aportes
no dinerarios
Cuando se hayan efectuado aportes
no dinerarios al capital social de una
sociedad anónima el valor de dichos
aportes debe ser objeto de revisión
por parte del directorio de la sociedad. La revisión debe efectuarse dentro del plazo de sesenta días contado
desde la constitución de la sociedad
o del pago del aumento de capital,
según sea el caso.
Si el directorio no cumple con efectuar
la revisión dentro del plazo previsto,
dentro de los treinta días siguientes,
cualquier accionista podrá solicitar
que se compruebe judicialmente el
valor de los aportes mediante una
pericia.
Si se demuestra que el valor de los
bienes aportados es inferior en 20%
o más a la cifra en que se recibió el
aporte, el socio aportante deberá
optar entre la anulación de las acciones equivalentes a la diferencia,
su separación del pacto social o el
pago en dinero de la diferencia. En
cualquiera de los dos primeros casos,
la sociedad reduce su capital en la
proporción correspondiente si en
el plazo de treinta días las acciones
no fueran suscritas nuevamente y
pagadas en dinero.
8.3. Pago de los dividendos pasivos
Los dividendos pasivos constituyen
la parte no pagada del valor de
las acciones suscritas al momento
de la constitución de la sociedad
o con ocasión de un aumento de
capital. Como sabemos, es posible
que una persona suscriba acciones
sin pagar la totalidad de su valor,
pues la Ley General de Sociedades
permite que las acciones se suscriban
pagando por lo menos el 25% de su
valor.
La parte no cubierta del valor de las
acciones suscritas debe ser pagada
en la forma y plazo previstos por el
pacto social o, en su defecto, por el
acuerdo de la junta general. Si no se
cumpliera con dichas condiciones, el
accionista incurre en mora sin necesidad de requerimiento alguno.
Cuando el accionistas incurre en
mora no puede ejercer el derecho de
voto respecto de las acciones cuyo
dividendo pasivo no haya cancelado.
Tampoco tendrá derecho, respecto de
dichas acciones, a ejercer el derecho
de suscripción preferente de nuevas
acciones ni de adquirir obligaciones
convertibles en acciones.
Asimismo, los dividendos que le
corresponden al accionista moroso
por la parte pagada de sus acciones
así como los de sus acciones íntegramente pagadas, se aplican obligatoriamente por la sociedad a amortizar
los dividendos pasivos, previo pago
de los gastos e intereses moratorios, sin perjuicio del derecho de la
sociedad a demandar judicialmente
el pago de los dividendos pasivos o
proceder a la venta de las acciones del
socio moroso.
N° 223
Segunda Quincena - Enero 2011
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