Fracturas del antebrazo Las fracturas del antebrazo son aquellas que comprometen la diáfisis del radio y del cúbito. Se debe tener en cuenta que cada vez que se produzca la fractura de un hueso del antebrazo puede existir fractura del otro o una luxación de las articulaciones radioulnar proximal o distal. Las fracturas diafisarias más frecuentes suelen aparecer en la unión de los tercios medio y distal, donde la amortiguación muscular es menor. Mecanismo de producción: suele ser indirecto, por caída sobre la palma de la mano; esto provoca la inflexión de la curvatura normal del cúbito y del radio ocasionando una fractura de ambos huesos a diferente nivel. En los adultos se puede producir la fractura por traumatismo directo sobre el antebrazo, lo que puede provocar la fractura transversal de un solo hueso del antebrazo. Las fracturas de antebrazo en el adulto son habitualmente desplazadas, con acabalgamiento de los fragmentos de ambos huesos por la acción muscular. Diagnóstico: Clínica: habitualmente presenta los signos clásicos de las fracturas: dolor, impotencia funcional de antebrazo y mano, tumefacción, deformidad, equimosis y crepitación. Exploración física: deben explorarse siempre los pulsos distales y la funcionalidad sensitivo-motora de los nervios cubital, mediano y radial para descartar una posible afectación vasculonerviosa. Radiología: en dos planos, debe incluir siempre las articulaciones del codo y de la muñeca para descartar potenciales lesiones asociadas a diferente nivel (figura 1). Los retrasos en la consolidación y las seudoartrosis son más frecuentes en los tratamientos ortopédicos. La inmovilización prolongada puede producir rigideces irreversibles del codo. Complicaciones: 1. Limitación de la pronosupinación: es la más frecuente si no se produce una reducción anatómica correcta. 2. Síndrome compartimental, que se caracteriza clínicamente por dolor, edema, palidez o cianosis, parestesias o disestesias, frialdad en la piel y limitación en la movilidad de los dedos. Suele deberse a la utilización de yesos cerrados desde el principio de la inmovilización. El edema produce compresión vasculonerviosa, que si no se corrige a tiempo retirando el yeso puede producir una necrosis de los tejidos afectados. 3. Retardo de consolidación y seudoartrosis. 4. Callos viciosos y sinostosis radiocubital postraumática que producen una importante limitación funcional para la pronosupinación. Figura 1 Fractura del cúbito y radio distal Hay dos tipos específicos aunque poco frecuentes de lesiones combinadas de cúbito y radio: 1. Fractura-luxación de Monteggia: fractura de la diáfisis del tercio proximal cubital asociada a una luxación de la cabeza del radio. 2. Fractura-luxación de Galeazzi: fractura de la diáfisis del tercio distal del radio con luxación del cúbito en la articulación radiocubital inferior. Tratamiento: el paciente será derivado siempre a traumatología para su manejo. Para trasladarle se colocará una férula de yeso que inmovilice el codo y la muñeca. En los niños, el tratamiento de elección es ortopédico. El tratamiento de elección en el adulto es generalmente quirúrgico. 572 AMF 2009;5(10):559-598 30