Rehabilitación del esguince de tobillo Ejercicios de movilidad, fuerza y propiocepción del tobillo Hay tres tipos de ejercicios que se deben realizar una vez sufrido un esguince, con el objetivo de readaptar el tobillo y devolverlo a la situación previa a la lesión. Estos tres tipos de ejercicios se deben realizar en progresión en función de la evolución de la lesión. 1. EJERCICIOS DE MOVILIDAD ARTICULAR Estos ejercicios son los primeros que hay que realizar. Se puede comenzar con ellos una vez que baje la mayor parte de la inflamación, a pesar de que exista todavía un pequeño dolor. Estos ejercicios permitirán ir recobrando todo el recorrido de movimiento del tobillo y favorecerán la circulación de la sangre en la zona afectada. Estos ejercicios se deberán realizar 2 o 3 veces al día o como calentamiento cuando se realice combinado con los posteriores ejercicios. Bien sentados o tumbados, realizamos todo tipo de movimientos de tobillo. Hacia delante, hacia atrás, izquierda y derecha. Hacemos también giros completos de tobillo. En esta ocasión, en posición de sentado sobre una silla, elevamos el pie dañado y tratamos de trazar las letras del abecedario, moviendo únicamente la articulación del tobillo y como si nuestro dedo gordo fuese la punta del lápiz. 2. EJERCICIOS DE PROPIOCEPCIÓN Poco después de comenzar con los ejercicios de movilidad, iremos introduciendo estos otros a nuestra rutina. Comenzaremos en progresión, y poco a poco, a medida que nos vayamos encontrando mejor, iremos añadiendo los más exigentes. Equilibrio sobre una pierna. Nos mantendremos sobre la pierna dañada, mientras intentamos alejar la pierna elevada lo máximo que podamos de nuestro cuerpo, provocando un pequeño desequilibrio. Llevaremos la pierna elevada alternativamente hacia delante, atrás, izquierda y derecha. A medida que vayamos dominando el ejercicio iremos variando la base de sustentación, cojín, bosu,.. Caminar sobre puntillas y talones, orientando la punta de los pies a diferentes ángulos. Dentro, fuera, medio, intentando trabajar en el mayor número de ángulos posible. Dar pequeños saltos hacia delante y detrás y hacia los lados. En un principio comenzar con saltos pequeños y esperando 1-2 segundos entre salto y salto. A continuación realizar 8-10 saltos seguidos sin descanso. Y, por último, combinar saltos más grandes con pequeños y en todas direcciones. 3. EJERCICIOS DE POTENCIACIÓN Estos ejercicios se realizan en la última fase de la rehabilitación, cuando ya no existe apenas dolor. Estos ejercicios nos permitirán recobrar la fuerza de los ligamentos y músculos, lo que nos permitirá no solo volver a la actividad deportiva, sino prevenir futuras recaídas. Para realizar estos ejercicios será necesaria una banda elástica o, en su defecto, una cámara de las ruedas de ciclismo o mountain bike. Se realizarán 3 series de 25 repeticiones de cada ejercicio. Flexión plantar: sujetar la banda con las manos, a la vez que intentamos llevar la planta del pie hacia el suelo. La fuerza realizada con las manos debe ser moderada, para permitir el movimiento del pie. Flexión dorsal: atado el extremo de la banda a un objeto estático, atraer el pie hacia el cuerpo. Inversión: atado el extremo de la banda a un objeto estático, y sentados en una silla con la rodilla a 90 grados de ángulo, intentar llevar la punta del pie hacia dentro. Es importante concentrarse en realizar únicamente movimiento de tobillo y no de rodilla, lo que suele ser muy común en este ejercicio. Eversión: igual que el ejercicio anterior, pero llevando el pie hacia fuera.