Alumna: Marjorie Quilobrán G. Carrera: Psicología Ramo

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Alumna: Marjorie Quilobrán G.
Carrera: Psicología
Ramo: Psicología social
Profesor: Claudio Acuña
Doce hombres en pugna
Todos contra uno
En el siguiente ensayo se analizará ciertas escenas de la película doce
hombres en pugna del año 1957, desde la perspectiva de la psicología social,
en base los contenidos que nos permitirá integrar conceptos claves y
necesarios para poder comprender con mayor profundidad la problemática
planteada. En el mundo, estamos en una constante interacción con otros, en
donde nos comunicamos de diferentes formas, las cuales nos permiten poder
percibir variadamente. La psicología social entrega diversos recursos que nos
permiten comprender el cómo y el por qué de determinadas actitudes,
posturas, situaciones o sucesos que surgen cuando el individuo entra en
interacción con su entorno, tales como: la percepción, cognición y actitudes;
siendo este enfoque el que permitirá analizar la película doce hombres en
pugna.
La historia transcurre en un salón de junta en la que se reúne un jurado
integrado por doce hombres, con personalidades diferentes, los cuales de
forma conjunta y unánime, debían decidir acerca de la inocencia o culpabilidad
de un adolescente menor de edad acusado de haber asesinado a su padre.
Estos doce miembros encargados de dar un veredicto discuten sobre lo
mencionado en la corte en relación a las pruebas que allí se presentaron, en la
primera votación once de los doce votaron en contra del menor y solo uno de
ellos a favor de su inocencia, por lo que resulta casi evidente el preguntarse
¿que hace que los seres humanos perciban algo distinto sobre una misma
situación? Según Moya la percepción consiste en formular hipótesis y tomar
decisiones, determinado por las características permanentes y temporales de
individuo. Queriendo decir con esto que según las distintas experiencias vividas
y las diferentes formas de vivenciar esas experiencias, determinan lo que
percibimos. Existen además factores que influyen en la percepción, asociados
al que se esta percibiendo, las metas y los objetivos de esté, así como sus
expectativas explican la formación que se creará, esas expectativas pueden ser
basadas en la categoría de estereotipos o en el conocimiento previo, variando
en función a las representaciones mentales,
que es entendido como
conocimiento almacenado en la mente que influyen en la percepción e
interpretación de la realidad (Moya, 1999)
En relación a lo anterior es que podemos entender las distintas posturas que
este jurado adopta en cuanto a la decisión que deben tomar con respecto al
caso de parricidio que se les ha designado. Cada uno de estos personajes
tiene experiencias, creencias y visiones distintas de los acontecimientos,
teniendo diferentes formas de interpretar las pruebas y los testimonios que les
han sido presentados para guiar esta resolución. Pero a pesar de eso, no
fueron solo las pruebas las que hacían inculpar al muchacho, ya que posterior
a la primera votación, comenzó a desarrollarse una engorrosa situación en
donde el único que voto a favor del menor, comenzó a preguntar al resto de los
miembros de esta junta, ¿por que creen que es culpable? ¿Que sucedería si es
realmente inocente? , es ahí en donde uno de ellos se dirigió a la problemática
no en base a las pruebas sino en una activación del conocimiento a sus propias
estructuras cognitivas como en relación a la clase social del menor, el lugar
marginal en el cual se situaba, he incluso la edad de este mismo. Devine (1989
en Moya, 1999) sostiene que la activación de los estereotipos se activan
inmediato, dado que en la mente las personas estarían redes asociativas que
vinculan los rasgos estereotípicos con el grupo en cuestión, es ahí en donde se
deja entre ver las consecuencias de la activación del conocimiento sobre la
realización de juicios, inferencias y conductas. El proceso va mas allá e la
información disponible, llegando a conclusiones a partir de datos no
contenidos, por lo cual cabe destacar que la cognición social es un proceso y
un producto. Teniendo en cuenta precisamente lo anterior, es lo que nos
permite reflejar en lo que uno de los miembros del jurado infiere por sus
conocimientos previos que es culpable por su procedencia, es en este mismo
instante en donde se puede dejar ver que los humanos pueden equivocase en
algunos de los procesos mencionados, ya que en la recogida de información
solo recogemos algo parcial no todo y fue lo que le dejo entre ver otro jurado ya
que el provenía de un lugar muy similar.
A lo largo de esta polémica se van sumando las votaciones a favor del menor
para no ser declarado culpable, y los ánimos de los 12 hombres que se
encuentran en aquel lugar cada vez es mas tenso, luego de una larga recogida
de información de cada miembro, se desarrolla nuevamente la problemática de
once votos en contra de uno, pero esta vez solo uno quería declararlo culpable.
Este hombre quien es el único que desea culpar al muchacho y por
consecuencia ser sentenciado a la pena de muerte, luego de las insistencias de
los colegas, desenlaza luego el motivo de su tan testaruda decisión.
En donde su decisión estaba siendo tomada a causa de una problemática
personal con su propio hijo, el cual de alguna forma veía reflejado en este
muchacho imputado, por lo que de esa forma confundió las cosas a tal punto
de trasladar esa ira a quien por similitud en algún aspecto, quería hacer pagar.
Luego de un arduo y extenso debate, se llego a la unanimidad de declarar al
muchacho inocente.
Fue en el fin de esta película en donde quedo reflejada el cambio de actitud
que existió en los 11 hombres que en un comienzo a ojos cerrados lo
condenarían. La actitud según Eagly y Chaiken (1993, p. 1 en Moya, 1999) “es
una tendencia psicológica, que se expresa mediante la evaluación de una
identidad concreta con cierto grado de favorabilidad o desfavorabilidad”, las
actitudes no son conductas sino que mas bien, predisposiciones adquiridas
para actuar selectivamente, luego una vez incorporada regulan la conducta.
Las respuestas de estas pueden ser de 3 tipos, respuestas cognitivas, afectivas
y conductual.
Así como en un comienzo se menciono que la percepción es modificable en
cuanto a su interacción con otros, la actitud por tanto también se podría
cambiar, así como fue con los jurados de este juicio, los cuales de forma
individual fueron cambiando, y de esta forma persuadiendo el cambio de la
conducta de los otros miembros, mediante pruebas razonables como que la
navaja no era única, la señora que vio la muerte utilizaba anteojos ópticos, y
por ultimo la recreación de la escena en que el tiempo jugo un papel
fundamental para poder concluir que el menor de edad hijo del hombre
asesinado era inocente.
En conclusión es posible dejar ver que poco a poco los 12 hombres que debían
dar una resolución frente esta problemática, cambiaron sus posturas, es
posible que permitamos mediante la comprensión de cómo el ser humano
percibe, y como de esta forma se activan algunas redes asociativas que se
presentan en aquellas representaciones mentales, logrando por consecuencia
un actitud determinada, pudiendo ver junto a esto y de forma mas clara, que la
interacción con los otros es fundamental para diferentes procesos de la vida, y
además procesos cognitivos y conductuales que se desarrollan en base a estas
interacciones. Por ultimo y de forma casi evidente podemos dejar aun mas en
evidencia que esta continua interacción permite enriquecerse en diferentes
ámbitos, pudiendo en algún momento poder ser útil, como lo fue uno de los
miembros del jurado quien resulto decisivo para la aclaración de la verdadera
responsabilidad del muchacho, ya que uno de ellos era aficionado a las navajas
por lo que pudo aclarar que por el como se utiliza esta navaja el menor no pudo
ser quien lo asesino. Es por esto que se reitera que la interacción social es
fundamental y totalmente útil y enriquecedora
.
Referencias:
Moya, M. (1999). Actitudes (pp.193-205). En Morales, J.F. (Eds.).
Psicología social. Barcelona: Mc Graw Hill.
Moya, M. (1999). Cognición social (pp.63-77). En Morales, J.F. (Eds.).
Psicología social. Barcelona: Mc Graw Hill.
Moya, M. (1999). Percepción de personas (pp.47-61). En Morales, J.F.
(Eds.). Psicología social. Barcelona: Mc Graw Hill.
-Película:
Fonda, H. & Rose, R. (Productores), & Lumet, S. (1957). 12 Angry Men
(Doce Hombres en Pugna). [Película]. USA: Metro-Goldwyn-Mayer
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