155-055514 del 5 de noviembre de 2002 Ref: Funciones de los promotores Me permito presentar respuesta a su comunicación radicada en este Despacho con el No. 2002-01-121326 de 12 de septiembre de 2.002, mediante la cual formula una consulta en los siguientes términos: "1. ¿Cuál es la condición jurídica conferida al promotor en ejercicio de las funciones otorgadas por la ley de intervención económica? "2. ¿Existen funciones no contempladas en el art. 8 de la ley, pero inmersas en ella, o necesarias al desarrollo y ejecución del acuerdo, que deba cumplir el promotor? "3. ¿Deben los promotores cumplir estrictamente con las funciones conferidas por la ley? "4. ¿Debe el promotor aplicar los mecanismos legales que dispone para exigir el cumplimiento de la disposición normativa en caso de resistencia o negativa por parte de los obligados? "5. ¿Es permitido que el promotor promueva y logre el acuerdo sin el lleno de los requisitos legales y, de darse, qué efectos tiene sobre el acuerdo y qué implicaciones para los acreedores que así lo aceptan? "6. ¿Tienen las cámaras de comercio como nominadoras, facultades de inspección, vigilancia y control sobre los acuerdos? "7. ¿Qué responsabilidad administrativa cabe al nominador y promotor por adelantar un acuerdo que en sus etapas de negociación y ejecución no cumple con el dispositivo legal? "8. ¿Qué compromiso adquiere y qué injerencia tiene la nominadora sobre las actuaciones de la promotora, empresario y el proceso general de reestructuración de la empresa intervenida? "9. ¿Qué condición jurídica, funciones y participación administrativa corresponde al Comité de Vigilancia y qué responsabilidad asiste al mismo y a cada uno de sus miembros en el desempeño de sus funciones? "10. ¿Están reglamentados los encargos fiduciarios correspondientes a la administración de las empresas intervenidas, de que trata el literal h) del parágrafo 3º del art. 35?". Me permito presentar respuesta a sus inquietudes, en el mismo orden por usted formuladas, así: 1. El numeral 6º del artículo 8º de la Ley 550 de 1.999 es claro al respecto, cuando dispone que: "Artículo 8°. Funciones de los promotores. El promotor desarrollará las siguientes funciones principales en relación con la negociación y celebración del acuerdo: "(...) 6. Durante la negociación y en la redacción del acuerdo, actuar como amigable componedor por ministerio de la ley en los supuestos que en ella se prevén, o a solicitud de los interesados en los demás casos". Es claro, pues, que el promotor tiene la calidad de amigable componedor, en los términos del artículo 130 de la Ley 446 de 1.998. 2. Sí existen funciones de los promotores no contempladas en el artículo 8º de la Ley 550 de 1.999, pues los demás artículos de la Ley 550 de 1.999 y sus decretos reglamentarios, consagran funciones adicionales a las contempladas en el mencionado artículo 8º. La Circular Externa No. 004 de 2.001 de la Superintendencia de Sociedades señala las principales instrucciones de esta institución a los promotores designados por esta Superintendencia, en relación con sus funciones y obligaciones. 3. El artículo 4º del Código Civil dispone: "Art. 4º. Ley es una declaración de voluntad soberana manifestada en la forma prevenida en la Constitución nacional. El carácter general de la ley es mandar, prohibir, permitir o castigar". Por su parte, el inciso segundo del artículo 4º de la Constitución Política dispone: "(...) Es deber de los nacionales y de los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades". De conformidad con lo anterior, es evidente que las disposiciones de cualquier Ley, incluyendo la Ley 550 de 1.999, deben ser estrictamente cumplidas por sus destinatarios. 4. El promotor no está facultado para dar órdenes, pues no es un administrador de la empresa en reestructuración, ni una autoridad que así lo pueda hacer. El promotor simplemente tiene unas funciones y facultades asignadas por la ley, las cuales debe cumplir a cabalidad. 5. No. Obviamente el promotor debe cumplir con los requisitos exigidos por la ley, para poder celebrar el acuerdo de reestructuración en los términos de la Ley 550 de 1.999. Sin embargo, si se llegara a celebrar un acuerdo de reestructuración sin el lleno de los requisitos exigidos por la Ley 550 de 1.999, en concepto de este Despacho, tal acuerdo sólo vincularía a los acreedores que lo hubieran firmado positivamente, pues estaría viciado de nulidad. La autoridad competente para decretar tal nulidad sería la Superintendencia de Sociedades, en los términos del artículo 37 de la Ley 550 de 1.999. 6. Las facultades de inspección, vigilancia y control son distintas de las funciones asignadas a ciertas entidades como nominadoras de acuerdos de reestructuración. En efecto, las funciones de inspección, vigilancia y control sobre las sociedades mercantiles corresponden al Presidente de la República, y tienen su origen en el numeral 24 del artículo 189 de la Constitución Política. Tales funciones han sido delegadas por parte del Presidente a las Superintendencias. Por su parte, las funciones de entidad nominadora tienen su origen en la Ley 550 de 1.999. Tales funciones facultan a las entidades dotadas de las características para ejercer cierto control sobre la persona del promotor. 7. Las que señale la ley. Por ejemplo, a la entidad nominadora cabría una acción de reparación directa, en los términos del artículo 86 del Código Contencioso Administrativo, por el daño antijurídico causado al interesado. Por su parte, al promotor no le cabría, en concepto de este Despacho, ninguna responsabilidad de tipo administrativo; sin embargo, el promotor si sería sujeto de la responsabilidad civil regulada en el artículo 10º de la Ley 550 de 1.999. 8. La entidad nominadora, en principio, no tiene ningún compromiso o injerencia sobre la negociación de acuerdos de reestructuración. Su labor se limita a ejercer cierto control sobre los promotores, velando por la transparencia en la celebración de los acuerdos de reestructuración. 9. El comité de vigilancia es el ente encargado del seguimiento de la ejecución del acuerdo de reestructuración. En efecto, el numeral 1º del artículo 33 de la Ley 550 de 1.999 dispone que uno de los tipos de reglas que deben contener los Acuerdos de Reestructuración es el de aquellas relativas a la constitución y funcionamiento de un comité de vigilancia, en el cual se encuentren representados los acreedores internos y externos de la empresa reestructurada. Esta norma es la consagración legal de un cambio que sufrió la legislación en materia de acuerdos de reorganización a partir de la expedición de la Ley 550 de 1.999, pues el legislador consideró que la carga que tradicionalmente existía en la Ley 222 de 1.995 para el Estado, en particular, para la Superintendencia de Sociedades, de vigilar el cumplimiento del acuerdo concordatario, debía ser trasladada a los acreedores de la empresa reestructurada, por ser ellos los verdaderamente interesados en la suerte de la empresa. Es decir, a partir de la expedición de la Ley 550 de 1.999, ya no es la Superintendencia de Sociedades la entidad encargada de vigilar el cumplimiento de los acuerdos de reestructuración, sino que tal labor corresponde adelantarla a los acreedores, mediante el comité de vigilancia que se debió crear para el efecto en el acuerdo de reestructuración suscrito. Las funciones, participación administrativa y responsabilidad del comité de vigilancia y de sus miembros son las que se hayan pactado para el efecto en el acuerdo de reestructuración. 10. Sí. La figura regulada en el parágrafo tercero del artículo 35 de la Ley 550 de 1.999 se reglamentó mediante el Decreto 628 de 2.002.