6CFE01-225 2/7 Recuperación de una cantera abandonada en la localidad de Alpuente (Valencia) GONZÁLEZ LÓPEZ, E.1, GARCÍA-POST, J.R.1 y SANCHIS DUATO, E.2 1 Generalitat Valenciana. Conselleria de Infraestructuras, Territorio yMedio Ambiente, C/. Francisco Cubells, 7; 46011 Valencia. 2 Universidad Politécnica de Valencia. Departamento de Producción Vegetal. Camino de Vera, 14; 46022 - Valencia. Resumen En la localidad valenciana de Alpuente, tras el cese de la actividad en una cantera de extracción de arcillas y caolines, ésta fue abandonada. En los años siguientes las lluvias torrenciales junto con la inconsistencia de los materiales allí existentes, dieron como resultado la formación de grandes cárcavas. Se ha conseguido revertir la situación realizando un plan de repoblación con gimnospermas dispuestas sobre fajinas que evitan la escorrentía en las laderas tratadas, calculadas en longitud, anchura y demás elementos para garantizar su estabilidad frente a precipitaciones máximas de 100 litros/m2 en 24 horas. Palabras clave: Recuperación, cantera, pinos, fajinas. 1. Introducción Las canteras son -posiblemente- una de las actividades más destructivas e impactantes sobre el entorno, que pueda realizar el ser humano, precisamente por la enorme dificultad que hay en su restauración debido a las fuertes pendientes que se deben restaurar, ya sean pertenecientes a las escombreras, o al talud de explotación. En estas circunstancias el suelo donde ha de sobrevivir la planta estará formado por los materiales sueltos no deseados por el minero y que forma la escombrera, o por el suelo mineral donde se extraía la arcilla, o el caolín en el talud de la explotación. El clima mediterráneo presenta un periodo de fuertes lluvias en los meses otoñales, llegando en numerosas ocasiones a la calificación de éstas como de “gotas frías” con efectos devastadores. Así pues, los tres factores que inciden en la cantera son: las fuertes lluvias, la inconsistenciade los materiales que han quedado expuestos a la meteorización en dicha cantera, y la fuerte pendiente de las laderas que llegan a ser de más del 100 % en la mayor parte de la superficie restaurada, dan como resultado una situación de erosión muy elevada. La consecuencia de la suma de estos factores no es otra que en los siguientes años se formaron numerosas cárcavas, regueros y profundas grietas en el paisaje. 2. Objetivo Ante el lamentable estado que presentaba la zona -en el año 2001- la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana, decide intervenir para frenar los efectos erosivos en este paraje, buscando que sea la vegetación quien frene la erosión. Para ello 3/7 diseña un proyecto denominado “Restauración Hidrológico-Forestal de la cuenca del río Turia - Embalse de Benagéber, mediante repoblación forestal en el término municipal de Alpuente (Valencia)”, siendo los autores de este documento Emilio González López (Ingeniero de Montes) y J. Ricardo García Post (Ingeniero Técnico Forestal). La dirección de obra estuvo a cargo de J. Ricardo García Post; mientras que el seguimiento de los resultados fue realizado por Enrique Sanchis Duato (Biólogo) 3. Metodología y resultados Obras de Contención para evitar la pérdida de suelo Este proyecto está basado en la construcción de fajinas (pequeñas obras transversales, a modo de banquetas), que están compuestas por 2 a 4 troncos (rollizos de pino) dispuestos en horizontal sobre el terreno de la ladera; el número de rollizos fue mayor (hasta 10) en aquellos lugares donde la escorrentía era más devastadora y para frenar los efectos erosivos de las tormentas. Los rollizos tienen una longitud de 4 metros y un diámetro de unos 10 cm, por lo que los cuatro rollizos alcanzan una altura de unos 40 cm. La sustentación de los rollizos se ejerce por la colocación de 4 varillas (redondos de construcción) de 16 mm de diámetro que se clavan en el suelo. Estas varillas tenían una longitud variable en función del número de rollizos a sujetar, aunque las más utilizadas tenían una longitud aproximada de unos 80 cm. La anchura de la terraza de la fajina, o banqueta, es de 80 cm. Se estima que la infiltración del agua en la fajina es del 20 %.; aunque en las laderas de las escombreras, debido a las fuertes pendientes, a pesar de su composición fundamental (materiales sueltos de arenas, piedra caliza y con algo de limos y arcillas), se aconseja que se calculen las banquetas con una infiltración de 0 %. Un detalle muy importante es la distribución de las banquetas. Se distribuyen en filas a lo largo de la ladera, distantes entre sí unos 2 metros. Pero la posición de la banqueta de una fila, frente a la fila anterior y a la posterior es alterna; lo que se denomina al “tresbolillo”. Se podría haber elegido la construcción de filas de banquetas continuas, que uniesen los barrancos naturales de desagüe. Estos barrancos de desagüe, deberán acortarse mediante la construcción de canalones intermedios de desagüe, tantos como sean necesarios para que funcionen hidrológicamente las banquetas. A la hora de llevar a la práctica la construcción de las fajinas en laderas con pendientes muy pronunciadas, en algunas zonas se tuvo que establecer sistemas especiales que garantizasen la seguridad de las personas, construyendo las denominadas “líneas de vida”, que consistían en largos cables de acero donde se enganchaban los arneses de los operarios. Además de esta precaución, por cada trabajador que había en el talud preparando el terreno, o plantando los pinos, había otro trabajador pendiente de la línea del arnés, como medida de refuerzo en materia de seguridad. Fueron muchas las precauciones que se tuvieron que tomar a la hora de mover por la ladera los redondos de construcción, los rollizos, las plantas, el hidrogel y los protectores de los pinos. Las medidas de seguridad fueron extremas, afortunadamente, no hubo ningún accidente laboral entre los trabajadores; pero también supuso que esta parte de la obra se alargara durante dos inviernos. A ello también hay que añadirle que los trabajos se 4/7 suspendieron en numerosas ocasiones debido a los fuertes vientos y a las nevadas que hubo en este paraje. Una vez construidas las fajinas, en cada una de ellas se plantaron cuatro plantones de pino, a los que se le colocaron sus correspondientes protectores por las siguientes razones: A) impidieron que los pinos fuesen enterrados por las tierras de alturas superiores; B) que sufrieran el ataque de los roedores (conejos y liebres, frecuentes en la zona); y C) facilitar la condensación del agua. Es conveniente retirar dichos protectores pasados dos años. Caracterización de la zona Para el estudio geológico se han utilizado las hojas del IGME 638 y 666. En este paraje hay importantes afloramientos de caolines (motivo de la explotación del terreno) que provienen del Cretácico inferior. La parte Este y Sur del territorio se encuentran limitados por sendas fallas que hacen aflorar materiales del Jurásico superior. En el apartado de Geomorfología hay que indicar que el territorio considerado se encuadra dentro del sistema montañoso de la Sierra de Javalambre; también hay que destacar que las mayores pendientes se alcanzan en las proximidades del municipio de Alpuente. Los suelos de fuera de la mina son de naturaleza calcárea, ricos en bases, formados por arcillas, margas arenosas y areniscas. Según la clasificación FAO, en el Monte de Utilidad Pública nº 41 se han localizado Litosoles (suelos minerales brutos), en las zonas cumbreñas, Luvisoles crómicos (suelos rojos mediterráneos), Cambisoles que son suelos profundos con marcados horizontes de diagnóstico en el perfil y Regosoles donde hay una importante capa de tierra sobre la roca madre, pero no presenta apenas alteración, por lo que no hay horizontes propiamente dichos. La pedregosidad está dentro del rango mediaalta, con porcentajes de elementos gruesos del 40 al 80 %. Según el Atlas Fitoclimático de España (ALLUÉ, 1990), el monte nº 41 se encuentra dentro del rango IV3. Esta subregión tiene la media de las mínimas superior a -7 ºC; la media mensual más baja es inferior a 9,5 ºC; con un periodo seco entre 3 y 11 meses y la precipitación se sitúa entre 400 y 500 mm/m2/año. Así pues, según la clasificación climática de Turc: el monte es árido. Según el Índice Termopluviométrico de DantínRevenga: el monte es semiárido-árido. Y según el Índice de DeMartonne: se localizarían en esta estación estepas secas mediterráneas. La vegetación potencial de la estación (según RIVAS-MARTÍNEZ, 1987) es un carrascal mesomediterráneo de la serie basófila continental denominado BupleurorigidiQuercetumrotundifoliae. Esta vegetación da paso a un sabinar albar de Juniperusthurifera que colonizan los cresteríos donde hay Litosoles. Mientras que en las umbrías, con mayor humedad edáfica, la comunidad se enriquece con el fresno de flor (Fraxinusornus) y el quejigo o roble valenciano (Quercusfaginea), colonizando suelos profundos y bien estructurados (Cambisoles). La degradación de este carrascal da lugar a coscojares sin lentisco, pertenecientes a la comunidad de Rhamnolycioidis-Quercetumcocciferae, que llega hasta el piso supramediterráneo. La degradación de los coscojares dan lugar a salviares de la comunidad denominadaSideritidoincanae-Salvionlavandulifoliae, 5/7 pertenecientes al orden Rosmarinetalia. Ahora bien, en la propia cantera, después de la extracción de materiales y tras el abandono al que se vio sometida, los efectos erosivos fueron importantes, ya que no había vegetación alguna que retuviera los elementos finos del suelo. Tras la plantación de los pinos y trascurridos algo más de una decena de años, ahora, con la tierra de la ladera estabilizada es cuando se puede observar que ha comenzado una colonización del terreno de cantera. Así pues, en la actualidad se pueden observar ejemplares de Rosmarinusofficinalis, Dorycniumpentaphyllumsubsp. pentaphyllum, Thymusvulgaris, BupleurumfruticescensyTeucriumexpassum, entre otras. Como especies que pueden denotar cierto grado de nitrofilia, se localizan: Dittrichia viscosa, Piptatherummiliaceumy Avena barbata. Y como especie de apetencias halonitrófilas, cabe citar la, presencia de Salsolakali. Atendiendo al Mapa de Estados Erosivos (ICONA, 1989), en el área donde se localiza la cantera las pérdidas de suelo están por debajo de las 12 Tm/ha/año. Ahora bien, este dato en la cantera es mucho más elevado, porque al no haber vegetación que frene los efectos erosivos, hay un lavado de elementos finos que, a través de arroyos y torrenteras, terminan en el río Turia, contribuyendo a la colmatación del Embalse de Loriguilla. Selección de especies Las especies que se van a utilizar en el desarrollo de estos trabajos de restauración de la cubierta vegetal tienen que tener como punto de referencia, la recuperación de la clímax del entorno; pero también hay que tener en consideración el grado de regresión en el que se encuentra este paraje. Así pues, para la selección de especies se han considerado las condiciones ambientales, la vegetación potencial (según RIVAS-MARTÍNEZ, 1987) y la Tabla de Regresión de CEBALLOS (1939). Dadas las condiciones en la que se encuentra la cantera, las especies seleccionadas deben ser en extremo frugales, heliófilas y colonizadoras. Según las condiciones descritas, son los representantes del género Pinus quienes tienen mayores garantías de prosperar, ya que aparte de soportar la xericidad del ambiente y la frugalidad que ofrece este suelo, pueden soportar la fuerte insolación por su temperamento robusto. Además, tienen la ventaja de que su crecimiento es rápido en las primeras edades, lo que contribuirá a frenar los procesos erosivos. En consecuencia, se han elegido las siguientes especies de pino: Pinushalepensis para las laderas y para las zonas marginales se han utilizado: PinuspinasteryPinuspinea. Los trabajos consistieron en la construcción de un total de 6.250 fajinas y en la plantación de un total de 25.000 pinos; de los cuales 12.500 son Pinushalepensis, 6.250 son Pinuspinaster y 6.250 pertenecen a la especie Pinuspinea. La densidad era de cuatro pinos en cada fajina. La superficie afectada por los trabajos de restauración en la cantera de “El Cabezo”, fue de 10 Ha. 4. Discusión Pasados 11 años desde el inicio de los trabajos, se puede apreciar un incremento espectacular de la vegetación que cubre lo que antaño fue la cantera desprovista de vegetación natural. 6/7 El número de marras ha sido muy escaso, en el primer año fue inferior al 30 %. El primer año de vida de un árbol en su ubicación definitiva es crucial, ya que desarrolla su sistema radicular para garantizarse el suministro de agua en la etapa estival, que es el verdadero punto crítico; si sobrevive, lo normal es que llegue a la fase adulta. En el momento actual, el número de prendimiento de los pinos está comprendido entre el 85 y 90 % según la zona considerada; el mayor número de prendimientos se localiza en las zonas más bajas de las laderas, donde hay mayor acúmulo de agua tras las lluvias. La densidad de plantación (2.500 pies/Ha) era muy elevada debido a la necesidad de cubrir lo antes posible el suelo con el ramaje de las plantas y a las escasas garantías que ofrecía -a priori- el terreno y las condiciones del mismo; de ahí el querer disponer de una densidad final óptima de alrededor de 1.200 pies/Ha, valor que se vio altamente superado en el primer año. También, hay que destacar que el resultado no fue homogéneo en toda la superficie de la cantera. Ha habido mayor número de marras es la parte alta de la cantera, que es donde hay menor cantidad de suelo y por ello, menor disponibilidad de agua durante el periodo estival. La plantación por ahoyado manual, o mecánica, no hubiera sido un buen método, pues al tratarse de una ladera con una pendiente muy pronunciada, unido a la fuerza otoñal de las tormentas, las plantas de la base de la ladera se hubieran visto sepultadas por los arrastres que se producían en las partes altas de la misma. Con la finalidad de mejorar la retención de elementos finos del material que forma el suelo de la terraza de la banqueta, se podría colocar un geotextil, en la parte interior de los rollizos. También, con el paso de los años, el impacto visual de la construcción de las fajinas, ha disminuido considerablemente, por el crecimiento de los pinos, que literalmente tapan las fajinas. Además, una vez que las mismas han cumplido su misión de evitar la erosión y de retener el suelo para el crecimiento de los pinos, se puede proceder a la retirada de sus elementos constitutivos (rollizos de madera y redondos de construcción), quedando la ladera exenta de elementos artificiales. En los canales artificiales de evacuación de la escorrentía sobrante, se deberá realizarse con obra de hormigón, geotextil, PVC, etc, a fin de garantizar su estabilidad. 5. Conclusiones Se puede revertir la erosión en canteras y disminuir los efectos de las lluvias torrenciales en laderas con grandes pendientes, por la construcción de fajinas y la plantación de pinos. La disposición alternada de las fajinas ha sido muy eficaz en la reducción de la erosión en los periodos de fuertes lluvias otoñales. Si se hubieran alineado las fajinas, habría hecho falta construir canalones de desagüe, por lo que el impacto visual hubiese sido mayor. 7/7 Las medidas de seguridad que fueron tomadas durante la ejecución de los trabajos, se demostraron muy efectivas, porque no hubo accidentes laborales. El impacto visual de la construcción de las fajinas, pasados los años se minimiza. Como conclusión de la experiencia, cabe destacar que el resultado a día de hoy, es satisfactorio. No obstante, este método de construir fajinas como una alternativa a las tradicionales bermas utilizadas en minería, tiene un coste económico más elevado, pero el resultado de cubrimiento de la superficie de la cantera es óptimo. Este ha sido un método útil y adecuado para solucionar el problema generado por una mala planificación de la explotación. Aunque lo ideal sería no tener que utilizarlo, porque se realicen correctamente las explotaciones mineras a cielo abierto y sus correspondientes restauraciones. 6. Bibliografía ALLUÉ ANDRADE, J.L. 1990. Atlas fitoclimático de España: taxonomías. Monografía INIA, 69. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. CEBALLOS, L. 1939 Plan para la repoblación forestal de España. En: XIMÉNEZ DE EMBÚN, J. 1996. Tres trabajos forestales. Homenaje a Luis Ceballos en su centenario. Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Madrid. FAO. 1998. Worldreference base forsoilresources. FAO-UNESCO. Roma. ICONA. 1989. Mapas de estados erosivos. Servicio de Publicaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. IGME. 1973. Mapa geológico y minero de España. 1:50.000 Hoja 638 Alpuente y Hoja 666 Chelva. Servicio de Publicaciones. Ministerio de Industria. Madrid. RIVAS-MARTINEZ, S. 1987. Memoria del mapa de series de vegetación de España. 1:400.000. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. ICONA. Serie técnica. Madrid.