01. Las microfinanzas (i

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Cooperación técnica alemana
LAS MICROFINANZAS:
UN MUNDO DE PEQUEÑOS
QUE SE AGRANDAN
JOSÉ BALDIVIA URDININEA
Agosto de 2004
La Paz - Bolivia
iii
La elaboración y publicación de este documento no hubiera sido posible
sin el apoyo de la Cooperación técnica alemana (GTZ).
LAS MICROFINANZAS:
UN MUNDO DE PEQUEÑOS
QUE SE AGRANDAN
Primera edición, agosto de 2004
Autor:
José Baldivia Urdininea
Diseño de tapa:
Carlos Néstor Solares
Depósito legal:
4-1-1263-04
Edición:
Cooperación técnica alemana (GTZ)
Tiraje:
1.200 ejemplares
Cooperación técnica alemana (GTZ)
Proyecto Desarrollo del Sistema Financiero (DSF)
Calle Reyes Ortiz esq. Federico Suazo Nº 73
Edif. Torre Gundlach, Torre Este, piso 12
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La Paz - Bolivia
Impresores:
Impreso en Bolivia
Printed in Bolivia
iv
EDOBOL
241 04 48
La Paz, Bolivia
Contenido
Presentación ................................................................................................................................
vii
Introducción .................................................................................................................................
1
I.
El Sistema de Intermediación Financiera ............................................................
3
II.
Evolución del Sistema Financiero en Bolivia ...................................................
9
1.
Antecedentes de las Reformas ............................................................................
9
1.1. La Banca Estatal .............................................................................................
9
1.2. La Banca Comercial ......................................................................................
10
1.3. El Sistema Financiero Informal .................................................................
11
El Sistema Financiero Hoy .....................................................................................
11
III. La Población Meta: Microempresa y Pequeños
Productores Rurales .......................................................................................................
17
2.
1.
2.
La Microempresa ........................................................................................................
17
Importancia de la Micro y Pequeña Empresa (MyPE)
...............................
18
2.1. Cuántas son y su composición .................................................................
18
2.2. Incidencia en el Empleo y
en la Dinamización de la Economía .......................................................
21
3.
La Rentabilidad de la MyPE
27
4.
Los Pequeños Productores Rurales
..................................................................................
..................................................................
30
IV. El mundo de las microfinanzas ................................................................................
33
1.
Un Producto Nacional Exitoso ..............................................................................
33
2.
Los Orígenes (1983-1990) .....................................................................................
35
Nace el Mundo de las Microfinanzas (1990-1997)
3.
......................................
37
3.1. Principios Orientadores ................................................................................
37
3.2. El Proceso de Creación de Empresas Financieras
39
.........................
v
3.3. Las que Permanecen como ONGs .........................................................
42
3.4. Las Microfinanzas, nuevo Concepto en el Mercado ........................
45
3.5. La Tecnología Microcrediticia ....................................................................
49
3.6. Una regulación más exigente
para una industria de mayor riesgo? ......................................................
50
3.7. Origen y Crecimiento de sus Recursos .................................................
55
Las microfinanzas y sus dimensiones .................................................................
61
1.
La Cobertura Geográfica .........................................................................................
61
2.
La captación de Depósitos .....................................................................................
65
3.
El Crédito .......................................................................................................................
68
3.1. Las Garantías ...................................................................................................
75
3.2. El Destino de los créditos ............................................................................
78
3.3. El Tamaño de los Créditos ..........................................................................
83
3.4. La Productividad .............................................................................................
86
3.5. La Morosidad ....................................................................................................
87
3.6. ¿Tasas Demasiado Altas? ..........................................................................
90
VI. Costos y resultados en las microfinanzas .........................................................
97
V.
1.
Costos Administrativos .............................................................................................
97
2.
Gastos por previsiones ............................................................................................
99
3.
Indicadores hacia Afuera de las Entidades .....................................................
101
4.
La Rentabilidad ...........................................................................................................
104
5.
Impactos en la Clientela ..........................................................................................
108
6.
Resultados a nivel Macro ........................................................................................
110
7.
La Exportación del Modelo .....................................................................................
114
VII. Conclusiones ......................................................................................................................
117
Anexos ............................................................................................................................................
127
1.
Ofertas a la Microempresa ..............................................................................................
129
2.
Ofertas a la Pequeña y Mediana Empresa ..............................................................
132
3.
Productos de Ahorro Ofertados
134
vi
....................................................................................
Presentación
El sector microfinanciero boliviano, cuenta ya con casi 20 años de historia,
tiempo en el cual ha desarrollado tecnologías y metodologías especializadas
en la atención de su público meta, los micro y pequeños empresarios. La
importancia del sector se advierte tomando en cuenta que las unidades
productivas atendidas por las Instituciones Microfinancieras representan más
del 60% de la población económicamente activa de Bolivia.
Las Instituciones Microfinancieras, algunas supervisadas por la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras, demostraron un continuo crecimiento
aún en la crisis que sacude la economía boliviana desde finales de los ‘90,
mostrando que esta industria es sostenible y exitosa, y que en muchos casos
cuenta con mejores indicadores que la banca comercial.
Esta es la razón principal por la cual las microfinanzas se han convertido en
sujeto de análisis e investigación por parte de sectores y actores de la sociedad
boliviana, que anteriormente cuestionaron su actuación e importancia. Aquello
resulta particularmente satisfactorio para aquellos directamente involucrados
en la industria microfinanciera, puesto que las microfinanzas bolivianas cuentan
desde hace varios años con reconocimiento internacional por sus logros y son
un referente para muchos países que están en el camino de implementar
sistemas microfinancieros sostenibles y fuertes.
Con el fin de ofrecer una visión general sobre el desarrollo, características,
fortalezas y debilidades del sector microfinanciero y sus clientes, el proyecto
Desarrollo del Sistema Financiero (DSF) de la Cooperación técnica alemana
(GTZ) apoyó la elaboración del presente libro, dirigido a personas que no están
involucradas día a día con los micro y pequeños empresarios y los prestadores
de servicios financieros para este segmento.
Considero la presente publicación un gran aporte en el camino de divulgar la
mística y las particularidades de un importante grupo de instituciones del sistema
financiero nacional, reconocido además por su contribución a la lucha contra la
pobreza en Bolivia.
Heike Fiedler
Asesora Principal
Proyecto DSF-GTZ
vii
Introducción
El sector financiero boliviano ha presenciado la incursión de las microfinanzas
a la formalidad de la regulación a través de BancoSol primero y de los Fondos
Financieros Privados (FFPs) inmediatamente después. Estos actores, a su vez,
son la expresión más madura de otras entidades que las precedieron e impulsaron: las fundaciones y ONGs financieras, que continúan operando aunque
solamente con servicios de crédito.
Lo importante del caso es que estas instituciones, que están orientadas a prestar servicios a sectores sociales que normalmente no son atendidos por el
sector financiero tradicional, han ampliado de tal manera su cobertura que superan a la banca y las mutuales en número de clientes y presentan buenos
indicadores de desempeño.
Cuando una crisis tan prolongada como la que vive Bolivia desde 1999 provocó la contracción de las operaciones bancarias a partir de la insolvencia de su
clientela, parece pertinente tratar de conocer la razones por las cuales el sector microfinanciero resultó menos afectado por esa crisis y la demanda de su
clientela continúa en crecimiento tras una pequeña contracción producida durante los años 2000 y 2001.
Se trata de que las instituciones prestadoras de estos servicios cuentan con
mejores tecnologías financieras? ¿Tienen una mejor gestión empresarial? o
es más bien que la microempresa fue menos afectada por la crisis? Son preguntas importantes que sin duda no serán plenamente respondidas por el presente trabajo, pero que por lo menos serán explicadas en parte.
Más allá de la coyuntura de crisis, es también importante tratar de explicar
cómo es que tasas de interés más altas puedan ser pagadas por estratos
poblacionales que en muchos casos se desenvuelven en condiciones de pobreza, del mismo modo que es necesario conocer por qué esas tasas son más
elevadas que las del sistema financiero tradicional.
El trabajo que se presenta a continuación trata de responder a éstas y otras
interrogantes que seguramente se plantean quienes no se encuentran inmersos
1
en la actividad de las microfinanzas, por lo que su contenido e incluso su redacción han propuesto una orientación didáctica y explicativa, evitando profundizar en detalles técnicos y operativos. Es sobre todo, un trabajo de sistematización y difusión.
Como suele suceder en estos casos, el tema más complicado ha sido el de la
información, por lo que es preciso hacer algunas puntualizaciones al respecto:
• Se entiende por entidades reguladas de microfinanzas a BancoSol y a los
Fondos Financieros Privados (FFPs).
• Dentro de los FFPs, los propiamente microfinancieros son Caja Los Andes,
FIE, PRODEM y Ecofuturo; sin embargo, en varios casos la información
incluye a los fondos FASSIL, Fortaleza y de la Comunidad; el primero viene saliendo del crédito de consumo y los otros dos se orientan a la pequeña y mediana empresa. De todos modos, su incidencia no es todavía relevante en las cifras.
• Las entidades no reguladas de microfinanzas son las ONGs financieras
que trabajan con microcrédito y no están habilitadas para captar ahorros.
• Se entiende por MyPE la micro y pequeña empresa, que constituyen los
sectores meta de las microfinanzas. Hasta hace poco todas las instituciones se orientaban solamente hacia la microempresa, pero en tiempos recientes empezaron a incursionar con servicios a la pequeña empresa.
Lastimosamente, en muchos casos la información estadística no está
desagregada de esta manera.
A lo largo del trabajo se comparan los datos y resultados emergentes del trabajo de las entidades de microfinanzas con los de la banca. Ello no obedece a
ninguna intencionalidad devaluatoria del trabajo del sistema financiero tradicional, sino a la necesidad de tener patrones referenciales para el análisis.
Finalmente, corresponde resaltar que este trabajo contó con el apoyo de Gisela
Rojas en calidad de asistente de investigación y la lectura desinteresada y
crítica de Pedro Arriola y Napoleón Pacheco; sin embargo, la responsabilidad
por su contenido es asumida solamente por el autor.
Bolivia, Junio 2004
2
I. El Sistema de Intermediación
Financiera
La sociedad moderna tiene claridad sobre el rol del sistema financiero en la
actividad económica. En Bolivia, sin embargo, desde el ámbito político y desde
diversos sectores de la sociedad se le reclaman funciones que no le corresponden o no tiene posibilidades de cumplir. De ahí que sea importante empezar por una breve conceptualización.
El sistema de intermediación financiera es un mercado en el que se encuentran los oferentes y los demandantes de dinero a través de instituciones que
articulan los dos mercados parciales que existen en su interior: el de los depósitos y el de los créditos, pues deben captar y movilizar los primeros y colocar
los segundos, obteniendo por ese servicio un diferencial para cubrir costos y
obtener utilidades.
El mercado del ahorro es fundamental, pues permite que las intermediarias
cuenten con recursos para colocarlos, captándolos de quienes los tienen en
exceso y están dispuestos a depositarlos a un precio (tasa de interés pasiva).
Las condiciones de este sub mercado son:
• Tasas de interés lo suficientemente atractivas como para que quienes cuentan con recursos prefieran depositarlos en vez de invertirlos en otras actividades.
• Seguridad y confianza en que el intermediario invertirá prudentemente y le
restituirá su dinero a la fecha convenida y le pagará los intereses pactados
(ver Gráfico 1).
El mercado del crédito está condicionado por el del ahorro, que le determina
la base de su costo. A él acuden quienes tienen necesidad de dotarse de recursos adicionales para sus actividades productivas o de consumo y están dispuestos a pagar un precio (tasa activa). Las condiciones de su operabilidad
son:
• Acceder a información sobre la capacidad y la voluntad de pago de los
prestatarios.
• Seguridad y confianza en la exigibilidad de cumplimiento de los contratos.
3
Gráfico 1
El pulmón financiero
Ahorristas
Oferta
INTERMEDIARIAS
FINANCIERAS
Demanda
Tasa
Pasiva
Oferta
Prestatarios
Demanda
Tasa
Activa
Articulando estos mercados están las instituciones financieras, empresas
cuyo servicio consiste en captar ahorros para colocarlos como créditos a
cambio de un diferencial entre tasas pasivas y activas que les permita cubrir
sus costos y obtener utilidades; es decir, sus operaciones crediticias se realizan en lo fundamental con recursos del público y no con su propio capital o
patrimonio, el mismo que sirve para respaldar una pequeña proporción de la
cartera. Los siguientes son los elementos centrales del trabajo de las intermediarias:
• Confianza del público que deposita sus ahorros, que depende, a su vez,
del tipo de colocaciones crediticias que han realizado, la seguridad de su
recuperación, las garantías y previsiones que las respaldan y la seguridad
macroeconómica y financiera.
• La administración profesional de los riesgos, tanto del que se refiere al
crédito como al cambiario y de liquidez.
• El calce financiero o temporalidad de los depósitos respecto a la de los
créditos. Es decir, debe existir correspondencia entre los plazos a los que
se reciben los depósitos y los plazos de los créditos. Si los segundos son
mayores que los primeros, se produce un descalce que, según su magnitud, puede implicar un riesgo para las intermediarias.
4
•
•
El patrimonio sirve de respaldo a los acreedores por eventuales pérdidas y
debe representar un porcentaje de los activos (coeficiente de adecuación
patrimonial establecido en 10% como mínimo por la Superintendencia de
Bancos y Entidades Financieras -SBEF-). Es decir, las intermediarias trabajan en poca medida con su propio capital, el que sirve sobre todo para
apalancar otros recursos, entre los que se cuentan los depósitos del público. Este apalancamiento que realiza el sistema financiero para sus operaciones crediticias frecuentemente se olvida cuando se reclaman
condonaciones, reprogramaciones y tasas de interés blandas, reivindicaciones que generan desconfianza en los depositantes y conllevan el riesgo
de restarle oxígeno al pulmón financiero.
La regulación y supervisión del Estado –a través de la SBEF– debe dar fe
de que cada intermediaria está en condiciones de responder por los depósitos, minimizando los riesgos que se originan en el proceso de
intermediación o en el manejo gerencial. Los indicadores para este seguimiento son:
o
Calidad de los activos y en especial de la cartera de créditos colocada.
o
Previsiones para cubrir potenciales pérdidas y cartera deficiente o con
problemas potenciales (mora, insuficientes garantías).
o
Coeficiente de adecuación patrimonial según la ponderación de riesgo
de los activos.
o
Porcentaje de concentración de la cartera en un prestatario o grupo de
prestatarios.
o
Rentabilidad: las pérdidas acumuladas solamente pueden representar
el 50% del capital, pues de lo contrario se declara la quiebra técnica.
o
Inexistencia de créditos a los socios o funcionarios de las entidades
financieras (empresas, familiares y parientes).
o
Liquidez suficiente para enfrentar eventuales retiros de los depositantes.
o
Cauciones o seguros que garanticen a la entidad por la conducta del
Directorio y las Gerencias.
o
Calidad de los accionistas, los miembros de los directorios y las gerencias (eventualmente, la SBEF puede vetarlos).
o
Prohibición de otorgar créditos a quienes hubiesen sido malos prestatarios en cualquier entidad del sistema.
o
Sistema de información sobre los prestatarios y sus deudas (Central
de Riesgos).
5
•
o Encaje legal.
o Auditorías externas y calificación de riesgo.
La información asimétrica en el mercado de crédito deriva de que el contrato supone un compromiso de pago futuro por parte de prestatarios cuya
calidad moral y proyectos de inversión no pueden ser perfectamente conocidos por el ente financiero, lo que puede redundar en una selección adversa. Esta asimetría puede hacer que el costo del dinero se incremente
por un riesgo moral que no puede ser controlado; lo que a su vez redundaría en incremento del precio del crédito e incluso en su racionamiento.
Cada entidad financiera cuenta con información sobre su clientela, pero a
partir del desarrollo de la informática, en los últimos 20 años se desarrollaron sistemas de registro del crédito o centrales de riesgo que en general
son operadas por alguna entidad gubernamental y brindan información detallada sobre los préstamos y sus titulares.
Finalmente, el entorno macroeconómico y de políticas públicas brinda las
condiciones para el funcionamiento y desarrollo del sistema financiero:
• La estabilidad económica posibilita que la inflación y la deflación se mantengan dentro de límites tales que no pongan en riesgo los depósitos ni
inviabilicen el crédito.
• Otra de las líneas de políticas consiste en promover la ampliación de la
intermediación financiera a todo el ámbito territorial, con objeto de que
no existan áreas o sectores que carezcan de este servicio. Esta promoción
debe evitar, empero, la aplicación de incentivos perversos como la fijación
de tasas de interés o a la introducción de líneas subvencionadas que generan en los beneficiarios una ilusión de competitividad que desaparece
cuando se agotan los recursos que las hacen posibles.
• El crecimiento económico que genera la fuente de repago.
• La seguridad jurídica constituye el pilar de la confianza de los actores
del sistema, pues brinda el marco de exigibilidad del cumplimiento de los
contratos suscritos en cada operación, principalmente en las de crédito.
Dentro de la seguridad que requiere el sistema está i) la adecuada protección de los acreedores, pues sin ella se reducen las ventajas de utilizar garantías y se contraen los mercados crediticios y la inversión ii) la
devolución de sus recursos al público en caso de quiebra de las instituciones financieras.
Esta protección estimula a los prestamistas a colocar recursos para crédito, pues tienen la posibilidad de lograr el pago mediante la garantía; si no
pueden hacerlo, esta última deja de cumplir su rol en la eliminación de
las asimetrías de información y se producirá la contracción de recursos.
6
•
•
Es decir, existe una correlación entre la volatilidad del crédito y la protección de los derechos de los acreedores.1
Un sistema de garantías sólido, diversificado y con registros confiables
propicia la intermediación financiera en la medida en que i) los prestatarios
tienen títulos que se registran de manera transparente y efectiva (derechos
reales) ii) los bienes muebles son utilizables como garantía de manera
operativa, con posibilidades de ejecución y no existen límites a los bienes
que pueden servir a este propósito. Las garantías ayudan a resolver la
asimetría de información acerca de los proyectos y de la calidad de los
prestatarios y eliminan el costo de supervisar su trabajo de manera permanente mientras dure el contrato de crédito. En este sentido, un sistema
jurídico que amplíe los bienes que pueden ser dados en garantía ayuda a
la expansión del sistema y hace accesible el crédito a sectores que carecen de propiedades urbanas.
La evaluación privada del sistema financiero es un mecanismo reciente
que demuestra eficacia para evitar el riesgo moral y la selección adversa
en las instituciones financieras. Se logra a través de la exposición de estas
instituciones al análisis especializado de empresas de calificación de riesgo y la difusión pública de la información emergente.
Como se desprende de lo anotado, el sistema financiero deviene importante
mecanismo para el desarrollo, pues permite transferir los ahorros de quienes
tienen excedentes a quienes requieren recursos para sus inversiones. Es decir, es una palanca de la inversión y por ende de la generación de empleo y del
crecimiento. Sin embargo, es un actor económico fuertemente determinado
por su entorno macroeconómico, por las políticas públicas y por estado de
ánimo de la población.
1
Galindo, A y Micco, A. Creditor Protection and Financial Cicles. Interamerican Development Bank.
Working Paper 443. Washington D.C. 2001.
7
II. Evolución del Sistema
Financiero en Bolivia
1. Antecedentes de las Reformas
La hiperinflación de 1983-85 constituye un momento traumático en la historia
económica del país, a tal punto que al cabo de casi 20 años continúa influyendo en la psicología de la población, fuertemente inclinada por las operaciones
y los ahorros en moneda extranjera.
En 1988-1989, tras la superación de la crisis hiperinflacionaria, el sistema financiero mostraba todavía resabios del modelo anterior, pues mantenía la regulación estatal del crédito y la intervención directa del Estado en la
intermediación.
1.1.
La Banca Estatal
La Banca Estatal se había creado debido a la insuficiencia del ahorro interno,
con la finalidad de facilitar el acceso al crédito y abaratarlo, desarrollar nuevos
servicios, controlar el riesgo del sector privado y encausar recursos hacia proyectos nacionales estratégicos. Incluso cuando se reconocía que podría generar distorsiones, se suponía que el costo de las mismas era menor que el beneficio social, especialmente para los sectores con menor acceso al
financiamiento.
Entre 1990 y 1993 la Banca Estatal desapareció luego de haber mostrado
pérdidas, politización y burocratismo. Había contribuido al crecimiento de la
deuda externa sin generar retornos y más bien exigiendo el soporte del TGN a
sus resultados con saldo negativo. Contribuyó además a configurar dos visiones perversas: que el crédito debe ser subsidiado (con tasas “blandas”) y dado
que los recursos no provienen del ahorro, si no son devueltos no existe daño a
terceros. Las reprogramaciones y condonaciones ulteriores contribuyeron a
reforzar estas ideas.
Las ventajas esperadas no sólo que no se produjeron, sino que se evidenció
que la banca estatal a) politiza las decisiones sobre crédito b) implica una carga fiscal con los subsidios que solicita de manera recurrente c) los proyectos
9
“estratégicos” hacia los que canaliza el financiamiento resultan casi siempre políticos e inviables d) en vez de disminuir los riesgos de repago, los incrementa e)
aumenta los riesgos macroeconómicos al generar inestabilidad mediante crisis
bancarias; de hecho, los países con mayor incidencia de banca estatal muestran
menores tasas de crecimiento financiero y de desarrollo económico.2
La participación estatal en el sistema financiero podría ser positiva a condición
de que a) atienda verdaderas fallas del mercado y no problemas macroeconómicos generados por las políticas públicas b) cuente con un entorno
macroeconómico estable y de seguridad jurídica plena c) compita lealmente
con el sector financiero privado d) no exista una cultura de presiones sociales
para la reprogramación y la condonación e) los proyectos a ser financiados no
correspondan a un sector privilegiado, tengan independencia política en su
gestión, no sean megaproyectos que concentren riesgos y sean verdaderamente sostenibles.
1.2.
La Banca Comercial
Hacia 1990 los bancos comerciales movían alrededor de $us 800 millones en
cartera, un monto pequeño apalancado por un patrimonio también pequeño,
de cerca de $us 90 millones,3 conformando un conjunto de gran fragilidad ante
coyunturas desfavorables. En alguna medida operaban en apoyo de grupos
de empresas y por tanto su desempeño en la actividad de intermediación estaba relativizado por el interés en captar líneas concesionales del Banco Central
para aplicarlas preferentemente a ellas.
Además, como consecuencia de la crisis de confianza generada por la
hiperinflación, el público volvió al sistema financiero con una marcada preferencia por las operaciones en moneda extranjera y a corto plazo (93% de los
depósitos a menos de 90 días). En consecuencia, se trataba de un ahorro al
que había que atraer con altas tasas pasivas, que no generaban condiciones
para créditos de largo plazo ni para los sectores productivos.
Como resultado de ello, el crédito constituía un servicio caro, reservado casi
exclusivamente a los sectores empresariales vinculados a la banca, que en
1989 tenía solamente 5.753 prestatarios, el 6.7% de los cuales obtuvo el 65%
del total, con montos mayores a $us 50.000. Dentro de ellos, destaca un 0.2%
de prestatarios (100 contratos) con 14% del crédito total y préstamos de más
de $us 750.0004. Esta concentración constituía una de las causas de la vulnerabilidad del sistema.
2
BID. Competitividad, el Motor del Crecimiento. Washington. 2001.
3
Machicado Saravia, Flavio. Sistema Financiero y Reactivación. ILDIS. La Paz. 1990.
4
Zeitenger, C.P. y Niepel op ant cit sobre datos de la SBEF.
10
Por otra parte, el Banco Central ofertaba certificados de depósito pagando
intereses elevados como forma de obtener recursos sustitutivos de la recaudación fiscal. Este endeudamiento del Estado con la banca, que hasta 1990 representaba el 23% de los créditos5 contribuyó a mantener elevada la tasa de
interés. En contradicción con este endeudamiento caro, el Banco Central tendía a reactivar la economía con líneas de crédito a tasas menores a las del
mercado (13% frente a 28%).
En 1988 los beneficiarios de los créditos de promoción productiva del Banco Central eran solamente 2.207 prestatarios, el 2% de los cuales obtuvo el 27% del
monto total prestado, el 28% el 54% y el 70% el 19%. Es decir, existía una concentración de estos recursos “blandos” en pocos beneficiarios de montos elevados.
1.3.
El Sistema Financiero Informal
Probablemente todas las economías cuentan con mecanismos informales de
financiamiento, especialmente de crédito. Sin embargo, en Bolivia, en el marco de la reducida cobertura del sistema formal, entre 1986 y 1992 se desarrolló
un mercado informal de ahorro y crédito de vastas proporciones, que operaba
a través de financieras que captaban ahorros pagando tasas entre el 43% y
el 80% anual y colocando créditos de muy corto plazo a tasas a 80% y 240%
(5% y 10% mensual) y de inmobiliarias, comisionistas, prestamistas y casas
comerciales proveedoras de bienes de capital o de consumo.
La característica común era una tasa de interés muy superior a la vigente en el
sistema formal, con costos de transacción (jurídicos, notariales, de registro)
mucho menores, gran agilidad en relación al tamaño y duración de las operaciones (montos pequeños, plazos cortos) y garantías diversas y flexibles (todo
tipo de inmuebles y/o prendas). Desde el punto de vista del prestamista, la
operación también resultaba expeditiva, pues el respaldo de la garantía consistía en a) el traspaso legal de la propiedad al acreedor mediante un documento de venta con pacto de rescate b) la conversión de la mora en delito
mediante la emisión de un cheque con vencimiento futuro o la entrega del
dinero bajo un contrato de custodia.
2. El Sistema Financiero Hoy
La reforma iniciada a fines de los 80 y principios de los 90 consistió en lo
fundamental en i) el tránsito del Estado de la actuación directa en la intermediación a través de bancos propios, a una actividad de promoción y regulación ii) la paulatina conversión de la banca de brazo financiero de empresas a
entidades en proceso de construcción corporativa.
5
Zeitenger, C.P. y Niepel, R. op ant cit.
11
12
Fuente:
1. Nación Argentina
2. Citibank
3. Do Brasil
Bancos
Extranjeros
1. Caja los Andes
2. FIE
3. PRODEM
4. EcoFuturo
5. Fassil
6. De la Comunidad
7. Fortaleza
Fondos Financieros
Privados (FFP)
Elaboración propia sobre datos SBEF.
1. Santa Cruz
2. Nacional
3. De la Unión
4. Mercantil
5. BISA
6. De Crédito
7. Ganadero
8. Económico
9. Solidario
Bancos
Nacionales
1. La Primera
2. Guapay
3. Promotora
4. El Progreso
5. Tarija
6. Potosí
7. La Plata
8. La Paz
9. Paitití
10. Manutata
11. Del Pueblo
12. Pando
Mutuales de Ahorro
y Crédito
Cuadro 1
Composición del Sistema Financiero Regulado (2004)
1. Jesús Nazareno
2. San Martín de Porres
3. Fátima
4. San Pedro
5. Loyola
6. San Antonio
7. Pío X
8. Inca Huasi
9. Montero
10. Quillacollo
11. San José de Punata
12. Monseñor Félix Gainza
13. Educadores Gran Chaco
14. El Chorolque
15. Comarapa
16. San Mateo
17. Trapretol Oriente
18. Trinidad
19. San Joaquín
20. Magisterio Rural
21. San José de Bermejo
22. Catedral de Potosí
Cooperativas de
Ahorro y Crédito
La reforma producida estuvo inserta en el programa de ajuste estructural que
acompañó la cooperación internacional con $us 127 millones que se dedicaron en forma exclusiva al reordenamiento del sector financiero, además de
otros $us 88 millones de incidencia indirecta.6 Es decir, la modernización constituye un proceso en el que el país invirtió importantes recursos de crédito
externo. Algunos resultados de ese reordenamiento son:
➣ Liberalización del tipo de cambio y de las tasas de interés que posibilitó la
captación de ahorro interno y profundizar la intermediación financiera. (1985)
➣ Fortalecimiento de la capacidad de gestión del Banco Central para un manejo eficiente del circulante. (1987)
➣ Creación de la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras como
ente independiente del Banco Central. (1987)
➣ Operación de una Central de Riesgos por la Superintendencia de Bancos
➣ Retiro del Estado de la intermediación directa. (1991-93)
➣ Funcionamiento de un nuevo tipo de instituciones especializadas en pequeños prestatarios y ahorristas (1992). Esta medida posibilitó la incursión
de nuevos actores (BancoSol y los Fondos Financieros Privados), orientados a brindar acceso a los servicios a nuevos estratos de la población y por
esa vía a reducir la segmentación de los mercados financieros.
➣ Nueva Ley de Bancos que introduce elementos para proteger los ahorros y
apoyar la estabilidad del sistema financiero dentro de parámetros internacionales (1993):
o Ponderación de activos con riesgo y obligación de mantener capital en
relación con ellos.
o Índices máximos de concentración de créditos.
➣ Nueva Ley que define al Banco Central como máxima autoridad monetaria
y cambiaria en sustitución del Ministerio de Finanzas. (1995)
➣ Creación de Nacional Financiera (NAFIBO), sociedad anónima mixta con
participación del Estado y la CAF, encargada de canalizar recursos de desarrollo hacia la banca bajo la modalidad de crédito y cuasi capital. (1995)
➣ Interdicción de la vinculación financiera. (1997)
➣ Orientación de FONDESIF al apoyo del subsector de microfinanzas.
(1999) 7
6
Rojas, Rafael y Wisniwski, Sylvia. Oferta Actual de Servicios Financieros en las Areas Rurales de Bolivia. FDC. La Paz. 1996.
7
Inicialmente FONDESIF se orientó a otorgar liquidez e incluso “rescatar” a bancos comerciales en
problemas.
13
➣ Funcionamiento de empresas calificadoras de riesgo de las intermediarias. (1999)
➣ Introducción del concepto de calificación de cartera por incobrabilidad
➣ Énfasis en el flujo de fondos del solicitante de crédito antes que en las
garantías.
Estos avances no han estado exentos de crisis. En el camino se procedió al
cierre y liquidación de 13 bancos y el Banco Central tuvo que devolver los
depósitos para luego tratar de recuperar carteras de difícil cobrabilidad y en
muchos casos sobrevaluadas, con objeto de mantener la estabilidad del sistema. Las situaciones de insolvencia presentadas en el sistema ya reformado
tuvieron salidas menos traumáticas: la SBEF dispuso la venta de la cartera a
otras entidades o al traspaso del paquete accionario a otro banco.
Bolivia es uno de los países de la región que mejor ha incorporado los Acuerdos de Basilea, mediante la liberalización de la tasa de interés, la eliminación a
las restricciones a los movimientos de capital y la adopción de normas prudenciales. Es también uno de los países de menor intervención de las autoridades
en los contratos.
La tasa de interés fue el punto más sensible en el debate público, debido a la
presencia de sectores de opinión que tienden a ponerle límites a partir de criterios políticos y administrativos, sin considerar a) que esa restricción puede
contraer la oferta crediticia en un país que cuenta con escasos recursos provenientes del ahorro interno y con propensión a las colocaciones de corto plazo
b) que las intermediarias buscarían cobros poco transparentes fuera de la tasa
c) que se produciría una concentración en créditos grandes, con menor costo
de administración.
La tasa de interés se mantuvo alta incluso luego del trauma hiperinflacionario
antes de descender a niveles de relativo equilibrio; en 1999 empezó una reducción sistemática hasta el 2003 debido a que los factores recesivos y de
insolvencia empresarial generaron liquidez. En estos fenómenos de alza y baja
de la tasa no estuvo presente la intervención estatal.
A pesar de los avances, el sistema financiero presenta un conjunto de limitaciones:
➣ Privilegia las operaciones a corto plazo, poco propicias para la inversión,
debido a que el ahorro mantiene esa misma tendencia.
➣ En gran medida no atiende al área rural.
➣ La morosidad tiene un comportamiento cíclico, acompañando la evolución
de la economía nacional.
14
➣ Está fuertemente dolarizado.
➣ A partir de1999 redujo su crecimiento, debido a que la incapacidad de pago
de sus prestatarios y la contracción le restó posibilidades de colocación de
cartera.
➣ Se encuentra limitado por un sistema de garantías atado a la propiedad
urbana, pues la pequeña propiedad rural es inembargable y no existe aun
una ley que norme las garantías muebles, por lo que los pequeños y micro
empresarios que carecen de activos inmobiliarios tienen todavía restricciones de acceso.
➣ El saneamiento de la propiedad, especialmente de la rural, es incompleto y
avanza con lentitud y tropiezos; razón por la cual importantes contingentes
poblacionales carecen de títulos y están inhabilitados para utilizar sus
inmuebles como garantía.
➣ El sistema de registro de inmuebles (derechos reales) es engorroso y facilita la corrupción, pues como los activos se inscribían cronológicamente es
necesario revisar el registro completo para establecer si un activo ha sido
ya utilizado como garantía y para hacerlo es preciso tramitar autorizaciones expresas. El Folio Real busca solucionar en parte estos problemas,
pero apenas se está poniendo en marcha.
➣ Se desenvuelve en un entorno de inseguridad jurídica que hace que se
ponga en entredicho la eficacia y aun la validez de los contratos, debido a
la complicación procedimental, la lentitud y la corrupción del sistema de
administración de justicia.
➣ El Estado emite señales negativas como la condonación de las deudas a
la antigua banca estatal, la misma que afecta la moral de pago de los
clientes.
➣ El sistema de información y registro del crédito es limitado, pues no cubre
a la totalidad de los actores. Ello se debe a las condiciones de informalidad
de gran parte de los pequeños y microempresarios y a que acceden a
créditos de instituciones legales pero no reguladas. Incluso la información
generada por los FFPs en muchos casos se limita a datos generales del
prestatario, pues las MyPEs carecen de sistemas contables. Ello hace que
la disponibilidad de información sea menor que en otros países, lo que
incide en el costo del crédito. (Gráfico 2)
15
Gráfico 2
Índice de Disponibilidad de Información Crediticia
USA
A. Latina
Brasil
C. Rica
Chile
Argentina
Perú
Venezuela
Dominicana
Colombia
Guatemala
Uruguay
México
Bolivia
Panamá
Ecuador
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
Fuente: BID. Competitividad, el Motor del Crecimiento.
Finalmente, es importante señalar que fuera del sistema fiscalizado por la
Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras existen actores importantes que operan en la prestación de servicios crediticios aunque no están
habilitados para captar ahorros del público. Se trata de las ONGs financieras y
las Cooperativas de Ahorro y Crédito cerradas. Estas últimas operan exclusivamente en el ámbito de sus socios; en cambio, las ONGs financieras son
fundamentalmente 11 instituciones que prestan servicios crediticios tanto a
microempresas urbanas y rurales como a unidades productivas agropecuarias
(cada una según su mandato institucional). Estas instituciones, junto con
BancoSol y los Fondos Financieros Privados (FPPs) conforman lo que en el
presente trabajo se denomina Sistema de Microfinanzas, orientado en lo fundamental a atender a la microempresa y a los pequeños productores rurales.
16
III. La Población Meta:
Microempresa y Pequeños
Productores Rurales
1. La Microempresa
Hoy parece claro que la población meta de las microfinanzas es fundamental
aunque no exclusivamente la microempresa, a la que incluso se tiene más o
menos cuantificada. Sin embargo, en un principio el concepto de microempresa
no existía, en la medida en que la masiva pobreza urbana y las actividades de
autoempleo apenas empezaban a perfilarse.
Hasta la década de los 60 la microempresa en Bolivia era virtualmente inexistente, debido a la contención migratoria generada por la Reforma Agraria. Los
autoempleados eran básicamente los resabios de la organización semifeudal
heredada de la Colonia, genéricamente denominados “maestros”. Sin embargo, en el resto de América Latina la población urbana pobre y autoempleada ya
promovía la discusión entre los adscritos a la Teoría de la Dependencia8 y los
de la Teoría de la Marginalidad 9 sobre si se trataba de un “ejército industrial de
reserva”10 o de sectores marginados de la economía.
Más tarde, al influjo de los estudios del Programa Regional de Empleo para
América Latina y El Caribe (PREALC), se empezó a hablar de un “Sector Informal Urbano” (SIU) constituido por unidades económicas pequeñas, con escaso capital y tecnología, donde no existe separación entre propietarios y trabajadores (capital y trabajo) y la formalización organizativa es casi nula. El SIU
venía a ser entonces el polo opuesto del sector moderno de la economía latinoamericana, caracterizada por una heterogeneidad estructural.11
8
Enrique Cardoso, Enso Faleto, Ruy Mauro Marini, entre otros.
9
Anibal Quijano, principalmente.
10
Denominación genérica utilizada por Marx para los desempleados, como fenómeno crónico del capitalismo que servía para apoyar la contención de los salarios y posibilitar la obtención de la plusvalía
absoluta.
11
Larrazabal Hernando y Montaño, Gary. Estudio de Actualización sobre la Situación Socioeconómica de
la Micro y Pequeña Empresa”. La Paz. Aguilar y Asociados. Octubre 2002.
17
Durante los 80 y los 90 la presencia de este estrato poblacional se hizo masiva
en Bolivia, como consecuencia del agotamiento del ciclo benéfico de la Reforma Agraria, que se tradujo en una migración del campo a la ciudad sin precedentes, que hizo que el país alcanzase el ritmo de urbanización más acelerado
de América Latina durante estas décadas.12 La presencia masiva de los
autoempleados coincidió con la maduración de los análisis, que empezaron a
definir con mayor precisión de quienes se estaba hablando:
• Unidades económicas pequeñas, con escaso capital y tecnología, donde
el trabajo asalariado no es significativo; en general, se trata de unidades
económicas que tienen menos de 5 personas empleadas, incluyendo al
propietario y sus familiares.
• No se trata de sectores marginales no solamente por su presencia masiva,
sino también porque están insertos en el mercado y por lo tanto se encuentran articulados a la economía del país y son parte de la generación del
producto, aunque muchas veces su aporte no sea contabilizado debido a
su informalidad.
• Al ser unidades económicas privadas y estar produciendo para el mercado
bajo una organización, son propiamente empresas, aunque no separan la
economía familiar de la del negocio.
• En una escala superior a estas microempresas, se encuentran unidades
económicas algo mayores tanto en dotación de capital y tecnología, como
en participación de familiares y asalariados. Se trata de las pequeñas empresas, que cuentan con más de 5 y menos de 20 trabajadores. 13
2. Importancia de la Micro y Pequeña Empresa (MyPE)
2.1.
Cuántas son y su composición
Durante algunos años el INE sistematizó información respecto a estas unidades mediante los Censos de Establecimientos Económicos, pero los mismos
dejaron de realizarse en 1994. En 2001, el Viceministerio de Microempresa
propició un estudio que, a pesar de sus limitaciones de cobertura (sólo urbano,
sobre 34 centros poblados, solamente de las ramas de manufactura, comercio
y servicios y omitiendo a los puestos fijos y móviles) es el más actualizado que
existe.14 Por ello, se lo toma como referencia para el presente trabajo.
12
Baldivia, José. Población, Migración y Desarrollo en Bolivia. Instituto Prisma. La Paz. 2002.
13
No existe consenso para establecer los criterios cuantitativos que diferencian a la micro de la pequeña
empresa. En este caso se utilizan los criterios aplicados por Larrazábal y Montaño en el estudio del
Viceministerio de la Microempresa.
14
Larrazábal y Montaño.Op ant cit.
18
Gráfico 3
Tipos de Establecimientos en Bolivia
2,4
97,6
MyPE
Media-Grande
Fuente: Larrazábal y Montaño.
Casi el 98% de los establecimientos urbanos tiene hasta 20 personas ocupadas; es decir, son pequeñas y microempresas, por lo que una primera característica de la actividad económica nacional es el predominio de estas pequeñas
unidades. (Gráfico 3). Otra de sus características es la mayor presencia de las
actividades de comercio (55%) y de servicios (22%) por sobre las de manufactura, que apenas representan el 10% de los establecimientos.
El estudio identificó en un barrido inicial 187.444 establecimientos de MyPEs
(hasta 20 personas ocupadas), pero dentro de este sector visualizó el predominio de la microempresa (menos de 5 personas ocupadas, incluido el propietario) sobre la pequeña empresa (entre 6 y 20 personas, incluido el propietario). El Cuadro 2 muestra que el 97% de los negocios urbanos son microempresas, las que a su vez en su mayoría están instaladas en locales fijos y el
25% consisten en puestos callejeros o vendedores ambulantes.
19
Cuadro 2
Composición interna de la MyPE
Micro (1-4) Pequeña (5-20) Total
179.803
7.641
187.444
Locales
Puestos fijos y móviles
TOTAL
60.134
239.937
7.641
60.134
247.578
96.9
3.1
100
%
Fuente:
Elaboración propia sobre datos de Larrazábal y Montaño.
Por otro lado, como muestra el Gráfico 4, la micro y la pequeña empresa tienen
una estructura parecida a la del conjunto de la actividad económica nacional,
con predominio de las actividades de comercio y de servicios sobre las de
transformación. La incidencia del comercio sería incluso mayor si se considerasen los 60.134 puestos ambulantes no incluidos en esa investigación, pues
es de presumir que casi la totalidad de ellos son comerciantes. Esa estructura
explica la concentración de la cartera de las instituciones de microfinanzas en
los sectores de comercio y servicios.
Gráfico 4
Estructura de la MyPE
18%
46%
36%
Comercio
Fuente: Larrazábal y Montaño.
20
Servicios
Manufactura
La presencia de actividades terciarias tiende a ser más numerosa porque el
comercio y los servicios constituyen la puerta de entrada más fácil para los
migrantes que no encuentran colocación en el sector formal y carecen de calificación para iniciarse en la manufactura.
2.2.
Incidencia en el Empleo y en la Dinamización de la Economía
La MyPE es un amortiguador de la tensión social, pues constituye una forma
de generar ingresos de la población que no es absorbida por el aparato productivo. En los tres sectores estudiados y sin considerar puestos callejeros y
ambulantes, en 2001 existían 350.000 personas ocupadas, incluyendo el propietario. (Cuadro 3).
Cuadro 3
Empleo generado en la MyPE (2001)
Establecimientos
Personal Ocupado
%
Personas por establecimiento
Fuente:
Comercio
Servicios
Manufactura
Total
105.556
158.718
54.420
126.848
27.468
64.784
187.444
350.350
46%
1.5
36%
2.33
18%
2.36
100
1.87
Larrazábal y Montaño.
La importancia de la micro y pequeña empresa en la contención del desempleo se desprende de la comparación con las cifras de ocupación y empleo
generales del país. Los 350.350 ocupados en la MyPE el 2001 representan el
9% del total de los ocupados, el 16% de los ocupados urbanos y el 28% de los
ocupados de las tres ramas de actividad consideradas. Asimismo, equivalen a
la mitad (49%) de los subempleados urbanos. Sin tabulaciones más a fondo,
no es posible establecer cuántas de las personas que se desempeñan en las
MyPEs están adecuadamente ocupadas y cuántas subempleadas, pero lo evidente es que por ambas vías impiden que la desocupación abierta se dispare
a proporciones peligrosas tanto para la estabilidad social como para la seguridad ciudadana.
Los sectores de comercio y servicios, que suelen ser menospreciados en relación a los propiamente productivos, son los que mayor empleo generan en
este ámbito. Del mismo modo, la microempresa genera más empleo que la
pequeña, pues absorbe al 86% de los ocupados de la MyPE, con una mayoría
absoluta en el comercio (96%).
21
Las micro y pequeñas empresas generaban el año 2000 el 90% de los nuevos
puestos de trabajo en las ciudades capitales y representaban el 88% del empleo, (Gráfico 5) aunque agrupándolas de otra manera. 15 El sector de
microfinanzas no se planteó abatir el desempleo o reducir la pobreza, sino
facilitar el acceso al crédito a sectores de la población, especialmente mujeres,
marginados de este servicio; sin embargo, parece plausible suponer que está
contribuyendo además a mitigar el desempleo y la pobreza.
Gráfico 5
Población Ocupada según Tamaño de Empresa
8%
4%
5%
83%
1a9
10 a 19
20 a 49
50 y m s
Fuente: Viceministerio de Microempresa.
Se puede establecer una vinculación positiva entre las microfinanzas y las
MyPEs, debido por una parte a que aquellas atienden a un sector numeroso,
que tiene un papel decisivo en la generación de empleo urbano y, por otro, a
que una cantidad importante de las personas insertas en estas unidades económicas son mujeres (61% en el comercio, 26% en los servicios y 11% en la
manufactura), un sector identificado por los estudios de pobreza como uno de
los más vulnerables de la sociedad boliviana. Empero, la incidencia de la
15
22
Hartmann, Felipe. Enfoque Integral de los SDE para la MyPES en Bolivia. En Memoria de Seminario sobre
Servicios de Desarrollo Empresarial para la MyPES. Viceministerio de Microempresa. La Paz. 2001.
microempresa en la generación de empleo y en la contención de las tensiones
sociales se ve limitada por un conjunto de problemas que afectan su desarrollo:
➣ El mercado doméstico al que atienden es estrecho y depende de la capacidad de consumo de la población.
➣ El nivel de educación de los empresarios es bajo; la mayoría solamente ha
alcanzado algún grado del ciclo medio.
➣ Existe una presencia importante de la informalidad, pues el 53% no cuenta
con Registro de Contribuyentes y el 46% carece de Licencia Municipal.
➣ Tienen ventas estacionales (especialmente fin de año), que coinciden con
el incremento de la demanda a las microfinanzas durante las mismas temporadas.
➣ Una gran parte funciona en el hogar de los propietarios y tiende a desviar
recursos de crédito al mejoramiento de su vivienda. Por ello, las instituciones de microfinanzas abrieron líneas de crédito dirigidas a mejoramiento y
ampliación de viviendas.
➣ El 68% de los trabajadores, incluidos los propietarios, forma parte de un
sistema de cooperación familiar con bajo nivel de asalariamiento.
➣ Suplen el desarrollo tecnológico con mano de obra de baja calificación
aplicada con intensidad y prolongadas jornadas laborales. (50 horas semanales en la manufactura, 51 en los servicios y 67 en el comercio).
➣ Existe eventualidad laboral, especialmente en las actividades de servicios,
pues los propietarios tienden a evitar el compromiso de beneficios sociales.
➣ Existe una alta tasa de “mortalidad” de las empresas.
Cuadro 4
Ingresos Medios en la MyPE (Bs.)
Microempresas
Pequeña Empresa
625
1.6
871
2.3
Ingreso medio
Veces el salario básico
Fuente:
Larrazábal y Montaño.
➣ Los ingresos medios son bajos y en el mejor de los casos duplican el salario básico nacional (Cuadro 4), aunque existen diferencias al interior de la
empresa, donde los más bajos e inciertos corresponden a los asalariados
o a los familiares. A juzgar por la demanda de créditos, el repago de los
mismos y los montos cada vez mayores solicitados al sistema de
microfinanzas, los propietarios están teniendo mejoras paulatinas en sus
23
ingresos o por lo menos capitalizando sus empresas; incluso es posible
que algunos ingresen a estratos más altos.
Que los empresarios de la MyPE destinan buena parte de sus recursos y utilidades a la capitalización, se desprende del hallazgo de Larrazábal y Montaño,
quienes señalan que en Octubre de 2001 la inversión total declarada por los
establecimientos de manufactura y servicios era de 104 millones de dólares en
maquinaria y equipo16, aunque gran parte de ella era de segunda mano o de
elaboración propia. Se trata de equipamientos que se insertan en la cadena
nacional de insumo-producto, pues utilizan la electricidad como principal energético o una combinación de energía eléctrica y manual.
El valor de los activos productivos de los tres sectores considerados era el
2001 de $us 108 millones y el de sus activos totales de $us 754 millones, más
de la mitad de los cuales se encontraba en servicios y comercio, aunque la
manufactura tenía el coeficiente más alto de activos productivos en relación al
total de sus activos (27%) Estas variables permiten concluir que si bien estas
unidades son pequeñas y se desenvuelven en condiciones de precariedad, a
nivel agregado juegan un rol en la dinamización de la economía.
Este rol dinamizador se expresa en demanda de maquinarias y equipos, consumo de servicios de electricidad, agua potable y telefonía y en la compra de
materia prima e insumos tanto para la elaboración de productos como para la
prestación de servicios, que el 2001 alcanzaron a más de $us 291 millones.
Por otro lado, dado que se trata de unidades cuya condición de vida es su
inserción en el mercado, sus ventas constituyen otro factor dinamizador: el
año 2001 más de 1.300 millones de dólares.
La precariedad de los equipamientos de este tipo de unidades económicas, si
bien afecta su competitividad, les permite ser flexibles ante los cambios que se
producen en el mercado. En unos casos, sus equipamientos mismos son
acondicionables a nuevos productos y, en otros, tienen posibilidades de trasladarlos. Claramente la mayor flexibilidad y movilidad se produce en los comerciantes. Esta flexibilidad productiva y comercial explica la menor sensibilidad o
por lo menos la más rápida recuperación de este sector frente a las crisis que
afectan a la economía nacional y que en muchos casos implican la parálisis, la
moratoria y la quiebra de las empresas medianas y grandes.
El aporte de la MyPE a la generación del PIB es mucho menor que el de las
grandes empresas, debido a su baja productividad y a las limitaciones anotadas líneas arriba, pero de todas maneras el 2000 aportaba con casi un tercio
(29%) a la generación de ese producto17 (Gráfico 6).
16
Larrazábal y Montaño. Op ant cit.
17
Hartmann op ant cit.
24
Gráfico 6
Contribución al PIB por Tamaño de Empresa
25%
67%
4%
4%
1a9
10 a 19
20 a 49
50 ó más
Fuente: Viceministerio de Microempresa.
Aunque se carece de información sobre la rentabilidad de las MyPES, el acceso a financiamiento y el repago de las deudas parece evidenciar que la mayoría de ellas ha superado las condiciones de sobrevivencia. En este tema la
encuesta no encontró respuestas claras, aunque la mayoría declaró que dispone de fuentes de financiamiento (Cuadro 5).
Cuadro Nº 5
Disponibilidad de Financiamiento
Cuenta con fuentes de Financiamiento
No tiene financiamiento
Total
Fuente:
%
65
35
100
Larrazabal y Montaño.
Esta declaración general de que cuentan con fuentes de financiamiento es
contradictoria con otras respuestas dadas por los mismos encuestados cuando se trató de estructurar montos de deuda y la composición general de sus
25
pasivos. Los aspectos relacionados con el endeudamiento son de tratamiento especializado, debido a que inducen a respuestas defensivas; probablemente por ello la encuesta del Viceministerio de Microempresa no profundizó en el tema. En todo caso, de las respuestas brindadas se podría
desprender que todavía existen importantes nichos de mercado para las
microfinanzas.
Gráfico 7
Acceso a Crédito Según Tamaño
23%
77%
Micro
Fuente:
Pequeña
Elaboración Propia sobre datos Encuesta Ministerio Microempresa.
Por otra parte, el financiamiento es utilizado principalmente para capital de
operaciones, pues el 83% de los establecimientos declara un pasivo de menos
de Bs. 1.000. Ello es congruente con el hecho de que el 77% del total de
pasivos de MyPE está concentrado en unidades de menos de 5 ocupados; es
decir, en la microempresa. (Gráfico 7).
Existe una relación inversamente proporcional entre el nivel de endeudamiento y el tamaño de las empresas; por lo que parece plausible concluir que la
pequeña empresa, que requiere en general montos mayores y plazos más
largos que la microempresa, es la que menos acceso ha tenido al crédito y a
los servicios financieros.
26
3. La Rentabilidad de la MyPE
Dada su informalidad, la viabilidad de las micro y pequeñas empresas en el
mercado es tema de debate, prevaleciendo el concepto de que constituyen
solamente estrategias de sobrevivencia de sectores subempleados. Con la
provisionalidad de constituir una fotografía en un momento (octubre 2001) y
con la limitación de atenerse a respuestas defensivas, propias de empresarios
que en gran parte de los casos no pagan impuestos, la encuesta del
Viceministerio de Microempresa señala algunas tendencias:
•
•
•
Parte de las personas insertas en estos sectores son subempleados, pues
generan ingresos menores a los necesarios. Sin embargo, no es esa la
realidad de la mayoría, ni siquiera de los más pequeños.
La mayoría (el 97%) no están constituidas como empresas, sino como personas naturales, por lo que su movimiento comercial no se registra en las
estadísticas.
La mayoría (el 61%) trabaja en locales de su propiedad y prácticamente
todos los utilizan además como vivienda; por lo que cuentan con activos en
infraestructura sobredimensionados en relación con el movimiento de sus
negocios.
Que en general la MyPE puede ser rentable, emerge de un ejercicio realizado
con los datos agregados de la encuesta, el mismo que tiene como limitación
que constituye un promedio que esconde las diferencias existentes.18 El balance agregado (Cuadro 6) muestra la existencia de inversiones en activos inmobiliarios que no están aplicados a la producción, pues constituyen también
viviendas (de ahí el “desbalance” entre activos elevados y bajos pasivos). Asimismo, se observa un capital de operaciones bajo y parcialmente inmovilizado
en anticréticos, lo que es contradictorio con actividades cuya oportunidad está
en la rotación de las mercaderías. Destaca un bajo nivel de pasivos debido al
mayor acceso de los microempresarios a créditos de pequeña escala y el escaso acceso de las empresas de mayor tamaño (probablemente hubo sub declaración de deudas). En síntesis, el balance genera la percepción de empresarios que se encuentran en proceso de capitalización y de mejoramiento
de sus condiciones habitacionales.
18
El ejercicio de elaborar un balance y un estado de resultados agregado de la MyPE a partir de los datos
de la Encuesta del Viceministerio de Microempresa es una interpretación cuya responsabilidad corresponde al autor de este trabajo y no compromete los resultados de dicha encuesta.
27
Cuadro Nº 6
Balance Agregado de la MyPE en Bs. a Octubre 2001
Activos
Capital de Operaciones
Disponibilidades
Mat. Prima
Mercadería comprada
Productos terminados
Anticréticos
Activo Fijo
Infraestructura (*)
Maquinaria y Equipo
Vehículos
Otros
Total Activo
1.021.409.838
440.847.434
146.240.198
235.206.527
96.372.744
102.742.935
5.152.047.142
3.592.166.752
740.396.839
330.074.926
489.408.625
6.173.456.980
Pasivo
Pasivo y Patrimonio
411.873.336
Patrimonio
(incluye vivienda)
5.761.583.644
Total Pasivo y Patrimonio
6.173.456.980
(*) Simultáneamente, vivienda
Fuente:
Elaboración Propia con datos de Encuesta Viceministerio de Microempresa.
En el estado de resultados (Cuadro 7) destacan: un alto nivel de ventas en relación al capital de operaciones y en los egresos las compras de insumos y materiales (consumo intermedio y gastos generales). Por otro lado, ante la evidencia
de que estos empresarios no aplican depreciaciones, no renuevan infraestructura en 40 años ni maquinaria cada 10 (como suponen las normas contables), se
han calculado periodos más espaciados. El resultado de este ejercicio muestra
una utilidad alta en relación a la inversión, que supone un retorno sobre patrimonio de casi 65%. Sin embargo, si se les aplicase el 25% de impuesto a las utilidades ese retorno baja al 49% y más aún su se aplicasen las depreciaciones de
norma. Con todo, las utilidades siguen siendo atractivas.
En síntesis, el estado de resultados genera la percepción de agentes productivos que en la encuesta no han declarado sus pasivos y que basan su rentabilidad en relativamente buenos y rápidos niveles de ventas a partir de
equipamientos e infraestructura que explotan más allá de su vida útil.
Finalmente, se trata de un agregado que presenta cifras de pequeña escala en
relación a las que corresponden a la economía formal, pero que en general muestran un sector en proceso de capitalización, que en conjunto parece haber superado el punto de equilibrio. Coincidentemente, el estudio del Viceministerio de
Microempresa señala que el 25% de estas unidades tienen alta competitividad, el
53% competitividad media y solamente el 22% no serían competitivas. (Gráfico 8)
28
Cuadro 7
Estado de Resultados Agregado de la MyPE
(10 meses a Octubre 2001)
Egresos
Costos de producción y ventas
2.306.211.340
Consumo intermedio
1.654.959.450
Otros
651.251.890
Remuneraciones
911.738.250
Costo financiero (21.6%)
88.964.640
Productos de terceros
235.206.527
Diversos impuestos
74.204.510
Depreciaciones
160.124.150
Infraestructura (50 años)
59.869.445
Maquinaria y Equipo (15 años) 41.133.157
Vehículos (15 años)
18.337.496
Otros (10 años)
40.784.052
7.550.919.344 Total Egresos
3.776.449.417
Utilidad Agregada
3,774.469.927
Utilidad promedio entre 187.444 MyPES
20.136
Utilidad promedio anualizada
24.163
Utilidad promedio en $us a 6.83 Bs.
3.538
Ventas
Fuente:
Ingresos
7.550.919.344
Elaboración Propia con datos de Encuesta Viceministerio de Microempresa.
Gráfico 8
Competitividad de las MyPEs
22%
25%
Competitivas
Competitividad
Media
Baja
Competitividad
53%
Fuente: Larrazábal y Montaño.
29
Al cabo de poco más de 15 años de atención de las microfinanzas a la MyPE,
se puede concluir que la misma ha sido pertinente en tanto fue correcta su
percepción de que se trata de un sector numeroso, cuya viabilidad económica
garantiza su propia rentabilidad. Sin embargo, su actuación estuvo demasiado
centrada en la microempresa, quizás sin percibir el importante mercado potencial de la pequeña empresa, escasamente atendida por la banca.
4. Los Pequeños Productores Rurales
El sector de los pequeños productores rurales fue la población objetivo de
una parte de las primeras ONGs financieras (ANED, FADES, SARTAWI,
PRODEM). Los FFPs desarrollaron algunas tecnologías para atenderlos, pero
su expansión no fue significativa; de hecho, sus carteras se concentraron
principalmente en lo que podría denominarse microempresa rural, compuesta por comerciantes y prestadores de servicios. La propia cartera de las instituciones que permanecen como ONGs financieras ha tendido a crecer más
entre los clientes de los centros poblados que entre los productores
agropecuarios.
La pequeña actividad agropecuaria tradicional se caracteriza por ser intensiva
en mano de obra familiar y combinar la producción para la subsistencia con la
oferta estacional para el mercado interno. Su producción es diversificada, por
lo que no es fácil establecer un flujo de negocios estandarizado. Es practicada
por más de 600 mil unidades familiares ubicadas en lo fundamental en el occidente del país sobre 17 millones de ha, de las cuales sólo cultivan de 700.000
a 800.000 al año. 19 (Cuadro 8)
Cuadro 8
Beneficiarios de Reforma Agraria hasta 2002
Nº
Ha
Pequeña
Solar Campesino
Tipo de Unidad
279.523
4.026
5.043.204
23.880
Propiedad Comunaria
Total
342.491
626.040
12.829.087
17.896.171
Fuente:
19
30
ENDAR. 2002.
MACA, MDS y MDE. Estrategia Nacional de Desarrollo Agropecuario y Rural (ENDAR). La Paz.
2002.
La característica general de los beneficiarios de la Reforma Agraria es la explotación de pequeña escala, pues incluso la propiedad comunaria está compuesta por tierras de usufructo familiar que han sufrido un fraccionamiento
paulatino sin titulación ni registro.
La situación del contexto rural ha variado significativamente en los últimos años
como resultado de la masiva migración a las ciudades y el desarrollo del sector
rural no agropecuario, conformado tanto por agricultores que combinan sus
labores prediales con otras fuentes de ingresos, como por personas que se
asientan en centros poblados y desarrollan exclusivamente actividades terciarias. Esta actividad no agropecuaria permite a las familias rurales estabilizar su
economía al compensar la estacionalidad de la producción y el empleo agrícola y diversificar sus fuentes de ingresos. Para quienes la practican, la agricultura no deja de ser relevante, pero tiene un carácter de subsistencia, mientras
que las otras actividades garantizan ingresos monetarios efectivos y permanentes. El ingreso laboral mensual en la unidad productiva familiar es Bs. 181
en la actividad agropecuaria, el más bajo de todas las ramas de actividad; en
cambio los ingresos más altos provienen del transporte (Bs. 1.278), los servicios (Bs. 873) y las actividades extractivas (Bs. 868). El comercio dobla el
ingreso de la actividad agropecuaria (Bs. 390). 20
20
ENDAR.
31
IV. El mundo de las microfinanzas
1. Un Producto Nacional Exitoso
Si se le puede dar crédito a los grandes, por grandes sumas de dinero, ¿por
qué no resultaría más fácil dárselo a los pequeños en pequeñas sumas? He
ahí la pregunta que se hace el profano para obtener casi siempre respuestas
fáciles en torno a la tasa de interés que se cobra en las microfinanzas.
¿Darle crédito a los artesanos, campesinos y pequeños comerciantes informales? Cuestiona el experto financiero, para responder con frecuencia que
ello no es viable ni sostenible porque esa gente no tiene el hábito de cumplir sus compromisos formales, no hay forma aparente de medir su capacidad de pago, carece de garantías y no existe mecanismo legal para hacer
que pague.
¿Darle crédito a los pobres? Se interroga el político, para concluir que no es
posible ni justo porque no podrán cumplir con las amortizaciones y los intereses con tasas de mercado.
Frente a la contundencia de estas respuestas, Bolivia exhibe como uno de sus
productos de exportación un conjunto de tecnologías financieras exitosas que
abarcan servicios de crédito, ahorro, giros y transferencias, ofertados a una
masa creciente de micro y pequeños empresarios (MyPEs) prestados por instituciones privadas rentables (por tanto sostenibles), las principales de las cuales son fiscalizadas por la Superintendencia de Bancos. Las estadísticas internacionales ya dan cuenta de esta realidad (Gráfico 9)
La información contenida en el Gráfico 9 es parte de un estudio del BID que
compara el porcentaje de microempresas atendida en América Latina por instituciones de microcrédito durante 1998 y 1999 (excluyendo a las cooperativas) sobre un universo estimado de 1.5 millones de microprestatarios, casi
todos pobres. Bolivia aparece de lejos como el país de mejor cobertura, junto
con afirmaciones como las siguientes:
33
Gráfico 9
Crédito a Microempresas Proveniente de Instituciones
de Microcrédito (%)
0
5
10
15
20
25
30
Bolivia
Nicaragua
El Salvador
Honduras
Chile
PROMEDIO
Guatemala
C. Rica
Ecuador
Dominicana
Colombia
Paraguay
Perú
Ponderado
Panamá
México
Uruguay
Brasil
Argentina
Venezuela
Fuente: BID Op ant cit.
“…En Bolivia, donde se encuentra el mercado de microcrédito más desarrollado de América Latina, las instituciones financieras más rentables en
los años 1999 y 2000 no fueron los bancos tradicionales, sino las instituciones de microcrédito transformadas. Otros países están siguiendo el
ejemplo...” 21
“En el caso de Bolivia, país que tiene el marco regulatorio del microcrédito más
avanzado de la región, el gobierno creó …. el fondo financiero privado o FFP.” 22
En un país donde los éxitos suelen ser vistos con recelo, la afirmación del BID
sobre las instituciones de microcrédito probablemente podría inducir a la afirmación de que en Bolivia algunos están haciendo grandes negocios a costa de
los pobres. Parece por ello importante conocer algo de la historia de estas
instituciones, la misión que se han asignado, su diversidad, su composición
accionaria y finalmente hacer algunas comparaciones.
21
BID. La Competitividad, el Motor del Crecimiento. Washington 2001. p. 100.
22
Ibídem p. 106.
34
2. Los Orígenes (1983-1990)
La experiencia internacional pionera más importante de las microfinanzas
fue la del “Grameen Bank” de Bangladesh, impulsada por un académico que
sostenía que el crédito es un “derecho humano fundamental” que permite a
los pobres –particularmente las mujeres– desarrollar sus propios negocios,
ser autosuficientes y mejorar su autoestima.23 El Grameen Bank inició actividades en 1983 con el 60% de las acciones del Gobierno y 40% de los “pobres sin tierra”.
En Bolivia los orígenes fueron diferentes pero la mentalidad parecida. Gran
parte de las ONGs que durante el prolongado periodo dictatorial se habían
abocado a un trabajo de promoción de derechos y libertades entre la población
rural, con el advenimiento de la democracia en 1983 redefinieron su rol y se
encaminaron hacia el apoyo a las actividades productivas de los campesinos,
el estrato social más pobre del país.
Las actividades de capacitación y asistencia técnica realizadas por estas instituciones enfrentaron muy pronto la evidencia de que las nuevas prácticas productivas requerían insumos y equipos que los campesinos no poseían y que
no tenían capacidad de adquirir. Nacieron así los fondos rotativos y los programas de crédito vinculados a las acciones de desarrollo que impulsaban las
ONGs, la mayoría de las cuales estaban vinculadas a organizaciones religiosas y recibían financiamiento de sus similares de Europa. Virtualmente ningún
proyecto de desarrollo dejó de contar con su componente de crédito.
El discurso subyacente en estas actividades era contestatario al orden establecido desde posiciones de izquierda y cuestionador de un Estado que había
dejado sin servicios de apoyo a la producción a una gran masa de pequeños
propietarios agropecuarios. La banca estatal era identificada como ineficiente,
ineficaz y manipulada políticamente.
Paradójicamente, desde el Estado se hacían cosas parecidas. La renaciente
democracia había merecido el apoyo de la comunidad internacional, por lo que
los organismos bilaterales y multilaterales empezaron a apoyar proyectos de
desarrollo rural ejecutados por el Estado, todos ellos con su componente de
crédito. Ello equivalía a reconocer la inoperancia del Banco Agrícola y de la
denominada banca estatal de fomento.
Partiendo de discursos ideológicos diferentes, las ONGs y el Estado terminaron realizando el mismo tipo de prácticas y con los mismos resultados: subsidio a los productores a través de fondos rotativos agotados por incumplimiento
23
/ “The Impact of Grameen Bank in Bangladesh”. Rahnuma Shehabuddin. 1991.
35
en repago y de carteras de crédito reprogramadas en forma reiterada y finalmente condonadas o transferidas en cobranza (el 2000 el Estado terminó por
condonar pequeñas deudas que se arrastraron por casi 15 años).
Estado y ONGs promocionaban paquetes tecnológicos (semillas o insumos
mejorados, innovaciones mecánicas, etc.), capacitaban a los productores en
su manejo y finalmente los inducían a endeudarse para aplicarlos. Virtualmente todos los programas culminaron con la pérdida total de la cartera de crédito;
el argumento de los beneficiarios para eludir el pago fue casi siempre que los
beneficios de la oferta tecnológica nunca se produjeron.
Esta fase de gestación concluyó con el cierre del Banco Agrícola en 1990 y el
languidecimiento de las líneas de crédito de los proyectos estatales. De varias
ONGs, en cambio, emergió la crítica a su propia práctica, para proponer una
nueva:
• “En los últimos años han surgido ONGs especializadas … pero predominan aún las de enfoque multidisciplinario... Existen acciones que, como el
crédito, requieren de atención especializada”
• “El crédito ha sido subvencionado, lo que supone una o varias de las consideraciones siguientes:
o “Se trabaja con recursos de donación sobre los cuales no existe la
obligación de reposición; por lo tanto la eficiencia de su administración
es pobre y existe siempre la duda de brindar un servicio permanente
(lo que a su vez impide créditos de más largo plazo).
o “Se están inflando artificialmente determinadas actividades productivas, las mismas que no podrán competir en el mercado tal cual éste es
en el momento que por cualquier razón no exista la subvención.
o “No se tiene un diagnóstico preciso del proyecto, de la unidad
involucrada... y en general se carece de sistemas que permitan establecer si el crédito es o no factible. Lo que a su vez supone el grave
hecho de que se involucra en programas de crédito a productores no
excedentarios que no pueden soportar crédito.
o “El crédito inducido ... lleva a un fracaso casi inexorable, en la medida
en que el asumir una deuda no obedece a la determinación libre y
calculada del beneficiario, sino al criterio de la ONG”. 24
A mediados y fines de los 80 habían surgido ONGs especializadas en crédito
(FADES, ANED, FONDECO, Sartawi, PRODEM) y otras que si bien prestaban
24
36
Baldivia, José. Crédito a Pequeños Productores Asociados en Bolivia. La Experiencia de FADES. Club
de Economía Agrícola y Sociología Rural. La Paz. 1993. Pags. 24 y 26.
también servicios de capacitación y asistencia técnica (FIE, IDEPRO) operaban su brazo financiero como centro de costos y de ingresos diferenciado. Aún
así los temas de discusión eran los siguientes: 25
• Cobrar o no tasas de intereses reales. Respecto a ello se concluyó que la
continuidad institucional permitía que la población meta continuara siendo
atendida de manera estable y permanente. Se dejaron de lado entonces
los fondos rotatorios y se trabajó con grupos solidarios, crédito individual,
crédito asociativo y bancos comunales en una tendencia de acercarse a
tasas reales.
• Si el nivel de las tasas de interés debía ser tan bajo como fuera posible a
fin de no desincentivar el acceso ni lucrar con los pobres o lo suficientemente altas como para cubrir los costos operativos y garantizar la
sostenibilidad institucional. Paulatinamente se impuso el segundo criterio.
• Si las tasas activas en áreas rurales debían ser iguales o menores a las
urbanas dado que no existía actividad agropecuaria que soporte las tasas
urbanas. Poco a poco se concluyó que el crédito debía operar en condiciones de mercado.
• Si la comercialización es una actividad especulativa que se beneficia de
spreads en detrimento de los productores o constituye un eslabón fundamental de la cadena, sin la cual no es posible la realización de la producción. La comprensión cabal del rol de la comercialización y de los servicios
permitió que las operaciones de las ONGs urbanas crecieran, pues en las
ciudades es más rápida la rotación del pequeño capital de los empresarios
y ello permite tasas de interés mayores para cortos periodos.
3. Nace el Mundo de las Microfinanzas (1990-1997)
3.1.
Principios Orientadores
El convencimiento de que la sostenibilidad es la base para la persistencia del
servicio a los excluidos del sistema financiero formal, llevó a las ONGs a un
conjunto de prácticas que se tradujeron paulatinamente en su filosofía de
trabajo 26:
• La misión institucional es el servicio a una población conformada por pequeños agentes económicos que no tienen acceso al sistema financiero
formal; parte importante de la cual está conformada por mujeres que en
25
MacLean, Jorge y Virreira, Rolando. De ONGs a Fondos Financieros Privados. SRF-FONDESIF/GTZ.
La Paz. 2000. Inédito.
26
McLean y Virreira. Op ant cit.
37
•
•
•
•
•
•
muchos casos son cabezas de familia y carecen de oportunidades y servicios. Esta misión puede ser cumplida con eficacia si se logra la sostenibilidad de las instituciones, lo que a su vez supone capacidad para
cubrir costos administrativos, financieros y previsionales y generar excedentes para expandir los servicios y lograr crecimiento.
Eliminar las distorsiones que supone a) iniciar al cliente en el crédito, promover el despegue de sus actividades, para luego abandonarlo por no
poder continuar con el servicio b) generar en los prestarios la ilusión de
competitividad mediante tasas subvencionadas, para que luego del agotamiento de los recursos donados deba enfrentar la realidad de su inviabilidad
frente a los costos financieros del mercado.
Orientar el crédito en función de la demanda y de la capacidad de pago del
cliente en lugar de inducir líneas de crédito dirigido hacia determinadas
actividades.
La fuente de la sostenibilidad debe ser fundamentalmente la tasa de interés activa pagada por los clientes.
Las operaciones se hacen sostenibles (rentables) cuando se logra una
importante escala; a su vez, la expansión más allá del punto de equilibrio
permitirá lograr economías de eficiencia para encaminarse a la paulatina
reducción de la tasa de interés.
Los servicios financieros constituyen una actividad especializada, que requiere recursos humanos capacitados de diferente manera que los de la
banca: a) deben evaluar a cada cliente por su flujo de caja y no por sus
garantías b) deben tener conocimiento del mercado regional y local, sus
potencialidades, idiosincrasia, cultura, etc.
Los servicios financieros a la microempresa y a las unidades campesinas
requieren celeridad y oportunidad, pues se trata de agentes económicos
que actúan con rapidez y flexibilidad frente a las oportunidades que se
producen en el mercado o dependen de ciclos de gran estacionalidad, como
los de siembra y cosecha.
Finalmente, las ONGs concluyeron que la mejor forma de enfrentar los desafíos de la sostenibilidad y las economías de escala era acceder a fuentes
de financiamiento de mayor envergadura, pues no era posible lograr fondos de largo plazo en volúmenes suficientes con los recursos donados de
las agencias de cooperación. Sin embargo, su estructura de instituciones
sin fines de lucro, no sujetas a la fiscalización de la autoridad financiera, las
inhabilitaba para captar ahorros del público y para intermediar recursos del
Estado.
38
3.2.
El Proceso de Creación de Empresas Financieras
Sobre la base de su experiencia crediticia y de sus reflexiones analíticas, las
ONGs tomaron la iniciativa y buscaron la forma de ser fiscalizadas por la
Superintendencia de Bancos sin abandonar a su población meta.
La reacción inicial del ente regulador y de las autoridades fue de desconfianza
y cautela, debido a que acababan de enfrentar el colapso de las denominadas
“financieras”, que pagaban elevados intereses por los depósitos y otorgaban
créditos a sola firma. Sin embargo, el éxito del microcrédito se evidenciaba ya
en el crecimiento de las carteras y las coberturas, a pesar de la restricción de
los recursos.
Finalmente, en 1990 la Fundación PRODEM lanzó la propuesta de constitución de un banco especializado en microfinanzas. De esta manera, en 1992
nació el Banco Solidario S.A. (BancoSol) mediante una alianza entre quienes
contaban con una tecnología financiera y la misión de permitir el acceso a los
servicios financieros a la población de bajos ingresos y algunos empresarios
que compartían esa visión y estaban dispuestos a invertir en un proyecto rentable pero riesgoso.
Luego de la apertura de este Banco, la SBEF se mostró reticente a autorizar la
conversión de otras ONGs, ante la incertidumbre de los resultados y el desconocimiento de las dimensiones del mercado. El gremio bancario, por su parte,
expresó su temor de que se contaminase al sistema con instituciones de dudosa eficiencia.
Tras un complicado proceso de negociación y la persistente oposición de
ASOBAN, el Estado lanzó varios proyectos para permitir la conversión de las
ONGs financieras de asociaciones civiles sin fines de lucro a sociedades anónimas reguladas por la SBEF: en 1991 la figura fue la de Casas Bancarias, en
1993 de Bancos Departamentales, hasta que a principios de 1995 el Decreto
24.000 posibilitó la constitución de sociedades anónimas denominadas Fondos Financieros Privados (FFPs) a partir de las ONGs financieras.
Los cinco años de este proceso implicaron para las ONGs gastos importantes
en estudios de factibilidad para cada una de las figuras jurídicas que el Estado
proponía y en algunos casos un deterioro de las relaciones entre los grupos
humanos que las conformaban; pero también se hizo posible una maduración
de las tecnologías financieras, en la medida en que durante todo ese tiempo
continuaron operando con crédito, con carteras crecientes. De ahí en adelante, se habilitaron varios FFPs.
Como puede apreciarse en el Cuadro 9, tanto BancoSol como los FFPs iniciaron sus actividades teniendo a la ONG impulsora como accionista mayoritaria.
39
40
En proceso
En proceso
75.21
71.72
42.58
73.11
PRODEM S.A. FFP (2000)
Caja Los Andes S.A. FFP (1995)
FIE S.A. FFP (1998)
ECO FUTURO S.A. FFP (1999)
20.16
ONG
BancoSol S.A. (1992)
Nombre
Fuente:
Elaboración propia sobre Rivas y Rojas.
16.19
19.99
11.73
CAF
5.83
4.31
7.31
COSUDE
2.85
ONGs
extranjeras
37.32
15.17
BID
11.54
2.77
28.28
6.41
5.00
Fondos
Privados
Especializ.
23.18
19.34
Entidad Financiera Fiscalizada
Composición Accionaria 2000 (%)
(*) Participa además UNITAS, red de ONG’s no financieras.
8) Sartawi
9) Agrocapital
6) CIDRE
7) IDEPRO
4) ANED (*)
5) FADES
2) Pro Crédito
3) FIE
1) PRODEM
ONG
Financiera
Cuadro 9
De ONGs a Empresas de Microfinanzas
La idea subyacente en esa hegemonía era garantizar que se mantuviese la
filosofía de atención a la población marginada de los servicios financieros tradicionales.
La necesidad de recursos para patrimonio era y es un desafío de los FFPs y
constituye una diferencia fundamental con su pasado de ONGs, cuando podían acudir a recursos de donación, en pequeños montos. A partir de su transformación en FFPs tuvieron la necesidad de aportar a la sociedad con patrimonio propio y renunciar definitivamente a fondos donados. De ahí en adelante,
los recursos para ampliar cartera vinieron de líneas de crédito con costo financiero; el mismo que incide en la tasa de interés cobrada a la clientela.
Por otra parte, destaca la presencia de organismos internacionales de cooperación como la CAF, el BID y COSUDE, que acompañaron el proceso de creación de sociedades anónimas por las ONGs y que con su presencia buscaban
apoyar el desarrollo de un mercado financiero menos segmentado y accesible
a los pequeños agentes económicos. Desde un punto de vista más instrumental, la participación de estas agencias sirvió para fortalecer patrimonialmente a
los FFPs en sus orígenes y apoyar su imagen. 27
Desde el principio la participación de estos organismos fue planteada como
temporal (entre 5 y 10 años), hasta que las entidades se consolidasen en el
mercado. De hecho, así ha venido sucediendo, pues en algunos casos las
agencias de cooperación procedieron ya a la venta de sus paquetes accionarios.
La presencia de socios privados fue minoritaria en un principio, con objeto de
que los intereses contingentes no perturbasen la misión de servicio de estas
instituciones, pero la intención subyacente –aunque al parecer nunca escrita–
fue la de transferirlas a capitales privados en el largo plazo, una vez que se
encuentre comprobado que la atención de los microempresarios es sostenible
y rentable.
En rigor de verdad, la presencia de capitalistas privados se debió a la exigencia de las autoridades financieras, en sentido de que entre los accionistas se
contara con “capital doliente”; es decir, con personas naturales y jurídicas poco
dispuestas a perder su inversión y a dejarse llevar por los fines sociales y por
lo tanto agentes de presión permanente por la rentabilidad. De ahí que estos
inversores ingresaran a las nuevas empresas en condición de socios minoritarios y en algunos casos realizaran aportes más bien simbólicos. 28
27
Mclean y Virreira. Op ant cit.
28
Ibidem.
41
La combinación de estos actores (la ONG impulsora, Agencias de Cooperación y privados) parece haber sido la adecuada, pues los Fondos Financieros
Privados lograron consolidarse en el mercado. Al ser solamente una la ONG
impulsora en cada caso, se produjo un evidente esmero en transferir al FFP la
cartera más saneada y mejor calificada (Cartera A) a fin de evitarle problemas
a la nueva sociedad, donde ella misma sería socia mayoritaria.
En cambio, destacan las dificultades de consolidación que ha tenido
ECOFUTURO, el último de los FFPs incorporado y que contó con cuatro ONGs
impulsoras, todas ellas compitiendo por la hegemonía, tratando de transferir
carteras que a la postre resultaron de difícil manejo y pugnando por sobrevivir
como ONGs financieras. Ello se ha venido reflejando en los resultados e
indicadores de la empresa por varias gestiones.
Finalmente la figura de los Fondos Financieros Privados fue también utilizada
por dos tipos de instituciones privadas:
• Los fondos de consumo Acceso y FASSIL que entre 1996 y 2000 actuaron
en el mercado financiero con crédito masivo de inmediata y libre disponibilidad, hasta que saturaron la capacidad de endeudamiento de los
microempresarios. Una debilidad regulatoria de la SBEF permitió esta situación hasta que finalmente Acceso salió del mercado en virtual quiebra y
FASSIL inició un difícil camino de reorientación hacia la micro y pequeña
empresa.
• Los fondos orientados a la pequeña y mediana empresa –Fortaleza y de la
Comunidad– que operan con montos intermedios entre los de las
microfinanzas y los de la banca.
3.3.
Las que Permanecen como ONGs
Las ONGs que no se transformaron en entidad regulada permanecen operando como entidades financieras que no captan ahorros del público y tienen carteras de crédito mucho menores que las plenamente formalizadas, pero que
son proporcionalmente más grandes que las de muchas de las ONGs crediticias
de América Latina y con mejor manejo técnico. (Cuadro 10)
La mayor parte de estas instituciones se agruparon en torno a la Asociación
FINRURAL y ponen énfasis en atender a la población del área rural, donde las
entidades reguladas (salvo PRODEM que está presente desde sus épocas de
ONG) tienen dificultades para expandirse debido a los altos costos operativos
que ello supone. Sin embargo, tienen también carteras urbanas y en el área
rural una proporción importante de las mismas está colocada entre comerciantes y prestadores de servicios de los centros poblados. Es decir, que no existe
una estricta división del trabajo entre los FFPs y las ONGs y ello genera a
42
veces tensiones con las primeras, que entienden estar siendo objeto de competencia desleal cuando estas últimas operan con tasas que consideran inferiores a las de mercado.
Cuadro 10
Principales ONGs Financieras
AGROCAPITAL
ANED
CIDRE
CRECER
DIAKONIA
FADES
FONDECO
FUMBODEM
IDEPRO
PROMUJER
SARTAWI
Fuente: Elaboración Propia sobre
datos FINRURAL.
Las principales fortalezas de estas instituciones pueden resumirse así:
• En su mayoría tienen un buen manejo técnico, contable y administrativo e
incluso utilizan el manual de cuentas de la SBEF, lo que les permite llevar
indicadores de eficiencia que, en general, son destacables.
• Tienen carteras crediticias importantes, pero sobre todo un número de clientes elevado.
• Intermedian recursos del Estado (FONDESIF) y otros fondos de segundo
nivel (FUNDAPRO) asumiendo costos financieros y con la obligación de
repagarlos. Acceden también a un mercado internacional de capitales solidarios alimentado en lo fundamental por ONGs europeas.
• Tienen un nivel de agremiación importante (FINRURAL) a través de la cual
desarrollan sistemas estadísticos agregados y los publican, comparten y
debaten sus vicisitudes técnicas y de mercado, realizan interlocución con
el Estado y vienen buscando la autorregulación de sus actividades.
• La autorregulación consiste en normas administrativas, financieras y contables tendientes a regular las operaciones de las ONGs financieras bajo
43
•
•
•
una supervisión institucional superior. Estas normas autoimpuestas y
consensuadas buscan facilitar la operación en condiciones competitivas,
de solidez, transparencia y crecimiento. Se trata por tanto de un proceso
de adecuación a las normas de regulación existentes que debe emitir señales de transparencia, eficiencia y eficacia al público, al Estado y a los
entes financiadores, mediante mecanismos de información confiables.
Requiere para funcionar un mecanismo de convalidación de las normas,
un sistema de Monitoreo, un “rating” o sistema de evaluación de indicadores
y un sistema de difusión o información.29
Han tendido puentes hacia las instituciones reguladas, con las cuales comparten publicaciones, debaten sus desencuentros, promueven alianzas
estratégicas y desarrollaron un buró de información crediticia de utilidad
para reguladas y no reguladas, que permitirá integrar los registros de los
prestatarios de todas las ONGs financieras y de esa manera reducir los
riesgos de sobre endeudamiento y morosidad. (Una especie de central de
riesgos para el microcrédito).
Siguiendo su tradición y aprovechando que no tienen la presión de la rentabilidad, continúan desarrollando y experimentando innovaciones como el
microleasing, el capital de riesgo, la incubación de empresas, bancos comunales, etc.
Varias de ellas han logrado la autosostenbilidad operativa, entendida como
la capacidad de generar ingresos propios a través del tiempo para cubrir
los costos de operación, con independencia de los subsidios. 30
Por el lado de las debilidades pueden destacarse:
• No pueden captar ahorros del público, pues no están conformadas por
accionistas inversores que puedan responder por ellos, sino que constituyen fundaciones o asociaciones civiles no sujetas a supervisión de la autoridad financiera.
• No siempre cumplen su compromiso implícito de no competir con tasas
subvencionadas en áreas donde intervienen las microfinancieras reguladas, especialmente en contextos de ruralidad. Casi siempre el Estado es
el inductor de esta actuación a través de financiamiento dirigido y con
tasas límite.
29
Taller “Desarrollo del sistema de autorregulación para entidades financieras no fiscalizadas. PROFINCOSUDE-FINRURAL. Cochabamba, Marzo de 2001.
30
Rodríguez, Tania. Autosostenibilidad Financiera e Instituciones de Microfinanzas en Bolivia.
FUNDAPRO. La Paz 1998.
44
•
•
Son más vulnerables a las presiones del Estado, de las agencias donantes
y de las organizaciones sociales.
Tienen dificultades para alcanzar la autosostenibilidad financiera.
El tema de la autosostenibilidad financiera de estas ONGs es un debate de fondo puesto que al parecer cada vez habrá menos donantes dispuestos a colocar
recursos sin retorno para operaciones de crédito y microcrédito. No es esa la
voluntad expresa de estas instituciones, por lo que el análisis es importante.
La autosostenibilidad financiera es la capacidad de generar a través del tiempo y sin subsidios, ingresos suficientes para cubrir los costos operativos y financieros (costo del dinero, reserva para incobrables, costos por inflación y de
oportunidad) y finalmente cubrir las obligaciones de los pasivos. 31 En principio,
casi todos los elementos que componen esta autosostenibilidad pueden ser
cumplidos por las ONGs financieras, con excepción del costo de oportunidad
del capital, tema que es natural y tensionante para cualquier inversor privado
pero trasplantado para las ONGs financieras. 32
Ciertamente, estas entidades evalúan constantemente el costo de oportunidad
de tal o cual tasa de interés o de cada colocación; sin embargo, no lo pueden
hacer respecto a la que han definido como su función social: dar crédito a los
pobres. Es decir, no existen en ellas propietarios o inversionistas cuya motivación sea intrínsicamente financiera y que decidan salir del negocio o vender
sus acciones en función de un costo de oportunidad de su dinero.
En cambio, para una entidad con fines de lucro que opera en las microfinanzas
no basta con alcanzar el punto de equilibrio y ser rentable, sino que esa rentabilidad debe ser igual o mayor a la de otras actividades en las que eventualmente pudiera invertir sus limitados recursos un propietario o accionista. Algunos elementos de esta despreocupación por el costo de oportunidad afectan
también a los inversionistas institucionales de los FFPs.
3.4.
Las Microfinanzas, nuevo Concepto en el Mercado
No existe todavía una definición conceptual de las microfinanzas, pero puede
decirse que es el conjunto de actividades financieras orientadas al servicio de
la micro y pequeña empresa. Comprenden al menos tres actividades fundamentales: el microcrédito, la captación de pequeños ahorros, giros y transferencias que hacen las pequeñas unidades empresariales y las familias, además de otros servicios complementarios. 33
31
Ibídem.
32
Eva Terberger. Instituciones de Microfinanciación en el Desarrollo de Mercados Financieros. Revista
de la CEPAL Nº 81. Diciembre de 2003.
33
Rosales, Ramón. Ampliación del Marco Normativo de las Microfinanzas. Informe. La Paz 2000.
45
Según la definición de la SBEF, microcrédito es “todo crédito concedido a un
prestatario, persona natural o jurídica, o a un grupo de prestatarios con garantía mancomunada o solidaria, destinado a financiar actividades en pequeña
escala, de producción, comercialización o servicios, cuya fuente principal de
pago lo constituye el producto de las ventas e ingresos generados por dichas
actividades, adecuadamente verificados”. 34
De esta manera, la SBEF introdujo en la normativa la práctica que venían realizando las instituciones de microfinanzas, práctica que se inició con tecnologías muy sencillas y que evolucionó hasta anticiparse a las recomendaciones
de Basilea que señalan la necesidad de calificar los créditos en función del
flujo de caja del cliente y no solamente de las garantías. En realidad, un nuevo
concepto hizo irrupción en el mercado financiero nacional, con marcadas diferencias respecto a la oferta tradicional. Sus peculiaridades son:
• Se trata de colocaciones masivas de créditos, dispersas en miles de pequeñas operaciones, lo que a su vez evita la concentración del riesgo que
afecta a la banca. Los préstamos son pequeños, con plazos más cortos y
tasas de interés más altas.
• La clientela en gran parte es propietaria de negocios informales y rudimentarios, por lo que la evaluación de su capacidad de pago supone un cuidadoso relevamiento de información en el mismo local o puesto de los solicitantes, ya que carecen de información financiera y garantías reales. En
casi todos los casos, el oficial de crédito debe realizar personalmente el
flujo de caja del cliente para verificar su capacidad de pago futura. Incluso
en caso de ser rechazado el crédito, este ejercicio constituye todo un aprendizaje para el solicitante.
Esta particularidad supone un importante esfuerzo de parte de las entidades, pues deben recopilar una documentación mínima del prestatario y de
sus ingresos familiares, acudir a otras fuentes de referencia y cruzar información. Esta situación se complica más aun por la permanente adaptación
de los clientes al mercado y su flexibilidad para cambiar incluso de actividad.
• La información asimétrica es más pronunciada en el mercado crediticio de
la micro y la pequeña empresa, debido a que i) los instrumentos para evaluar, medir y predecir su éxito empresarial apenas están en desarrollo, como
se demuestra en el capítulo anterior de este trabajo ii) sus propietarios
mezclan los recursos y gastos empresariales con los familiares iii) carecen
de una historia crediticia registrada en la central de riesgos iv) tienen movilidad geográfica y de rubro.
34
46
Reglamento de evaluación y calificación de cartera de créditos. Junio 1999.
•
•
•
Por ello, atender a este segmento de mercado implica asignar recursos a
la evaluación de sus flujos de caja y planes de negocio, lo que se traduce
en incremento de costos fijos en personal, infraestructura, capacidad
operativa (vehículos, agencias cercanas) y construcción de una base de
datos a partir de un sistema de garantías basado en la reputación de cumplimiento del cliente.
Las operaciones crediticias rotan con gran celeridad, pues se trata de operaciones de corto plazo, que en conjunto presentan gran volatilidad. Ello
supone un estrecho seguimiento de la gerencia al trabajo de cada oficial
de negocios, ya que una cartera normal puede deteriorarse en un periodo
de tiempo muy corto. A su vez, una cartera morosa tiene un impacto inmediato muy fuerte en la rentabilidad, debido a los altos costos administrativos, a las reservas previsionales impuestas por la SBEF y a la ausencia de
garantías. A diferencia de lo que acontece en la banca, donde un oficial de
negocios administra a lo sumo una decena de créditos de montos elevados, en las microfinanzas un oficial tiene a su cargo cientos de pequeñas
operaciones.
Miles de pequeñas operaciones difícilmente pueden tener un control y
seguimiento centralizado; por lo que la mayoría de las entidades de
microfinanzas cuenta con estructuras administrativas descentralizadas,
con personal local entrenado en el manejo de la tecnología financiera y
dispuesto a un trabajo de campo en los barrios periféricos de las ciudades y en las áreas rurales. Debido a ello, pocas veces reclutan personal
emigrado de los bancos y prefieren acudir a costosos procesos de capacitación.
La estructura de propiedad de las instituciones es diferente a la de los
bancos, pues se mantiene el rol de la ONG respecto al mandato de servicio, aunque restringido por la necesidad de rentabilidad.
En síntesis, se trata de una industria que dispersa el riesgo en miles de pequeñas operaciones, pero que también lo incrementa debido a la volatilidad de los
negocios; requiere mucho personal, con alto entrenamiento y mantener un
contacto permanente con los clientes; ello implica, elevados costos administrativos. El Cuadro 11 muestra algunos rasgos característicos de las microfinanzas en el mundo, aunque debe decirse que las instituciones bolivianas
tienen una complejidad mayor, debido a su mayor desarrollo.
47
48
Tomado de BID. Principios y Prácticas para la Regulación y Supervisión de las Microfinanzas.
• Tasa de interés más alta
• Tasa de interés más baja
Fuente:
• Monto más bajo
• Plazo más corto
• Monto más alto
• Plazo más largo
Característica del producto
• Análisis de flujo de caja a través de
inspecciones en el lugar
• Incentivos constituyen la mayor parte
del salario del oficial de crédito (en
algunos casos)
• Decisiones descentralizadas
• Empresarios de bajos ingresos con
negocios familiares rudimentarios y
documentación formal limitada
• Decisiones centralizadas
• Empresas formales y personas individuales
asalariadas
• Garantías y documentación formal
• Incentivos constituyen la menor parte del salario
del oficial de crédito
Microcrédito
• Principalmente accionistas
institucionales sin fines de lucro
Operaciones bancarias
• Accionistas Institucionales e individuales
maximizadores de ganancia
Metodología crediticia
Clientes
Categoría
Propiedad y Gobernabilidad
Cuadro 11
Rasgos Distintivos de las Microfinanzas
3.5.
La Tecnología Microcrediticia
Las instituciones de microfinanzas desarrollaron una tecnología para la atención
especializada a este tipo de prestatarios de pequeña escala, carentes de registros contables y garantías y en la mayoría de los casos incluso de formalización.
De ahí que no les resulta fácil a los bancos –cuya tecnología se orienta a atender
unidades económicas formales– realizar un “downscaling” para la atención de
estos estratos y los intentos de algunas financieras como Acceso redundaron en
un sobreendeudamiento peligroso de este mercado. La tecnología del
microcrédito, en una apretada síntesis, consiste en lo siguiente: 35
• Elaborar los estados financieros de los clientes, con objeto de evaluar el
flujo de ingresos y egresos de la unidad de riesgo conformada por una
“empresa-familia” que no separa sus movimientos económicos. A diferencia de la banca que le solicita los datos al cliente, la recopilación de información es realizada por el oficial de crédito mediante visitas a la empresa
y al hogar del solicitante. Todo ello sirve para evaluar la capacidad de pago,
fijar el monto del crédito y adecuar el plan de pagos al flujo de ingresos del
cliente.
• Estimar la voluntad de pago del cliente, mediante información recopilada
en su entorno social y económico, con objeto de evaluar su credibilidad.
Esta información se obtiene de vecinos, proveedores, clientes, dirigentes
de su gremio y finalmente se procesa mediante métodos estandarizados.
• Se calcula el monto del crédito como una proporción entre los activos y
pasivos (patrimonio) y el cronograma de pagos en función del flujo de caja
elaborado.
• El oficial de crédito presenta la propuesta al comité respectivo en la sucursal; sólo acudirá a las gerencias centrales si los montos son altos.
• Los oficiales de crédito tienen en algunos casos un sueldo fijo relativamente bajo, pero importantes comisiones por colocación de créditos, las mismas que son penalizadas en caso de que sus créditos entren en mora,
pues ellos mismos deben hacer el seguimiento y la recuperación de sus
colocaciones. Otras instituciones tienen sistemas de incentivos diferentes,
pero el seguimiento permanente es general en todas.
• Los clientes cumplidores pueden lograr un trato preferencial que les permite nuevos préstamos en el futuro por montos cada vez mayores, aunque
cuidando no rebasar nunca su flujo de caja.
35
Jansson, Tor et al. Principios y Prácticas para la Regulación y Supervisión de las Microfinanzas. BID.
Washington DC. 2003.
49
Cuadro 12
Grupos Solidarios vs. Crédito Individual
Tecnología Grupal
Tecnología Individual
A nivel de los clientes
➣ Crédito condicionado a que los clientes
se garanticen mutuamente en forma
solidaria, pues se conocen.
➣ Los miembros del grupo son fuente de
apoyo, consejo y respaldo.
➣ La garantía solidaria evita las garantías
reales, por lo que es útil para gente
pobre o que inicia su negocio.
➣ Acepta garantías diversas, incluso
prendas simbólicas de gente pobre.
➣ Clientes carecen de grupo y por lo
tanto no tienen costos de organización
y mantenimiento y sólo responden por
sus deudas.
➣ Montos, plazos y fechas ajustados
a necesidad y capacidad de cada
individuo.
A nivel de las Instituciones
➣ La garantía solidaria incentiva el repago;
es más fácil evaluar a los clientes pues
el propio grupo lo hace.
➣ El costo administrativo por prestatario
es más bajo.
➣ Los costos de transacción son menores
al ser grupales.
Fuente:
3.6.
➣ La combinación de garantías prendarias
y personales induce al repago a los
individuos.
➣ Se conoce mejor a los clientes por una
evaluación individual detallada de su
actividad y capacidad de pago.
➣ Se detecta a los mejores clientes sin
tener que buscarlos dentro del grupo.
Tomado de Jansson, Tor Et al. Op ant cit.
Una regulación más exigente para una industria de mayor
riesgo?
El marco regulatorio de las microfinanzas está conformado por el Decreto 24000
que faculta la creación de FFPs, el Decreto 24439 que define las formas de
adecuación del sistema cooperativo de ahorro y crédito y un conjunto de normas que fue dictando la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras.
Todo este cuerpo normativo fue incorporado en la Ley de Bancos de 2001.
Como lo señala la SBEF se permitió la conformación de FFPs “ ... con capital
mínimo menor al de los bancos, pero con un régimen más estricto de diversificación de cartera y restricciones para asumir cierto tipo de riesgos en sus operaciones activas y pasivas”. 36 Bajo estas consideraciones, las condiciones normativas para las entidades de microcrédito son:
36
50
www.sbef.gov.bo/marco_regulatorio_micro.php
•
Se organizan como sociedades anónimas con objeto de que cuenten con
estabilidad jurídica y para posibilitar incrementos patrimoniales cuando sea
necesario.
•
El capital necesario para la constitución es de 630.000 Derechos Especiales de Giro.
•
Límites de concentración de créditos menores que los de los bancos.
•
Prohibición de otorgar créditos a sus accionistas y administradores.
•
Constitución de previsiones por incobrables por el riesgo específico de
morosidad y por reprogramaciones. Es decir, en las microfinanzas la
reprogramación se considera un riesgo importante, porque implica que el
prestatario no ha podido cumplir en su corto ciclo mercantil con los objetivos que se propuso.
Cuadro 13
Previsiones por Calificación de Cartera de Microcrédito
Días de atraso y/o reprogramación
Calificación
% de
Previsiones
1a5
1.- Normales
1
6 a 30
2.- Problemas Potenciales
5
31 a 60 o una reprogramación
3.- Deficientes
61 a 90 o dos reprogramaciones
4.- Dudosos
50
Más de 90 o tres o más reprogramaciones
5.- Perdidos
100
Fuente:
20
www.sbef.gov.bo
•
Constitución de previsiones por mora en la escala que muestra el Cuadro
13 para enfrentar el riesgo de no pago o de la cobranza judicial (salvo que
se trate de microcrédito con garantía real). Ello incide en los costos y por lo
tanto en la tasa de interés.
•
Constitución de previsiones genéricas en relación con las políticas, reglamentos e instrumentos internos de medición del riesgo de cada entidad. Si
la SBEF estima que ellas han incumplido de manera parcial estas normas
internas, deberá constituirse una previsión genérica equivalente al 3% del
total de la cartera. Pero además si una muestra estadística de la cartera se
ha desviado del cumplimiento de estas políticas, la entidad previsionará el
1% por cada 10% de desviaciones.
51
•
•
•
•
Adicionalmente se prevé que en el futuro la normativa podría establecer un
rango de previsiones genéricas para los casos de clientes que se encuentren en mora en otra institución financiera. 37
Según la Ley de Bancos la tasa de interés se fija en el mercado; sin embargo, los contratos de préstamo deben incluir con claridad todos los pagos a
efectuarse y la tasa efectiva convenida, con objeto de evitar cobros no
acordados o anatosismo.38
Operación de un Servicio de Atención de Reclamos y Consultas (SARC)
en cada institución, con registro de todos los reclamos de los clientes, de
modo que si no son atendidos puedan acudir a la SBEF.
Reglamentos de la función del Síndico, del Comité de Auditoría del Directorio, de la Unidad de Auditoria Interna y de la Unidad de Riesgo en cada
entidad.
La restricción más importante de la normativa para las microfinanzas respecto a los bancos es que éstos últimos pueden asumir un riesgo crediticio con un deudor individual o un grupo de deudores vinculados entre sí
hasta por el 20% de su patrimonio, mientras que un FFP sólo puede concentrar el riesgo hasta por el 3% de su patrimonio. Si la garantía de estos
créditos es personal (no hipotecaria), los bancos pueden asumir un riesgo
equivalente al 5% de su patrimonio y las microfinancieras solamente al
1%. (Cuadro 14)
De las diferencias y restricciones de los FFPs respecto a los bancos, la menos
justificable es la que se refiere al comercio exterior, pues de alguna manera
conlleva implícito el prejuicio de que los pequeños empresarios no realizarían
exportaciones e importaciones. A la inversa, establecer límites más severos a
la concentración de riesgo en un deudor constituye una fuerte presión para
encaminarlas hacia los pequeños prestatarios.
El Cuadro 15 muestra las formas institucionales que han asumido las
microfinanzas en América Latina, región en la que gran parte de este tipo de
servicios ha asimilado la experiencia boliviana, no solamente porque es una
de las más antiguas, sino también la de mayor desarrollo en tecnologías financieras y en supervisión.
37
Norma en estudio en la SBEF.
38
Anatosismo: Interés sobre interés. Figura prohibida por la Ley. El Movimiento de Pequeños Prestatarios denunció que se les estaba aplicando este tipo de interés, pero no se evidenció que así
fuera.
52
53
Fuente:
•
Restricciones respecto
a riesgo
Crédito a un deudor máximo por el 3% del
patrimonio del FFP
Crédito a un deudor con sólo garantías
personales, máximo hasta el 1% del
patrimonio del FFP
Caja Los Andes. Documento Interno.
•
•
•
•
•
•
Operaciones restringidas
Comercio exterior y cartas de crédito
Inversión en entidades que emitan valores
Inversiones en seguros
Fideicomiso
Cuentas corrientes y tarjetas de crédito
sólo mediante autorización expresa de la
SBEF
Recursos a pequeños y microprestatarios
630.000 DEGs
Objetivo
Capital mínimo
FFPs
Bancos
• Crédito a un deudor máximo por el 20% del
patrimonio del Banco.
• Crédito a un deudor con sólo garantías
personales, máximo hasta el 5% del
patrimonio del banco
No tienen restricciones
Intermediación integral
5.500.000 DEGs
Cuadro 14
Diferencias entre bancos y FFPs
54
No
Sí, si tiene $ 1 millón en
capital + calificación
5% ($us 12.225)
No (**)
Sí
Superintendencia bancaria
Análisis del préstamo y
previsiones obligatorias
2.5% individual
($us 71.500)
10% institucional
($us 286.000)
Inversiones extranjeras.
Intereses mayores en
otras compañías
Superintendencia bancaria
No
Sí
12 (igual que bancos)
0
2.860
2000
EL SALVADOR
Compañía de Ahorro
y Crédito
Banco Central
Requisitos simplificados
y garantía flexible
Restringido a préstamos
a microempresas
$us 6.000
No
No
5 x activos líquidos
5 + 3 pendientes
60
1999
BRASIL
Microempresa,
compañía de crédito
Fuente:
Tomado de BID. Competitividad, el motor del crecimiento.
(*) En 1992 empezó a operar BancoSol como banco (**) Ya pueden operar con cuentas corrientes, pero todavía ninguno lo ha hecho.
Supervisón
Otra regulación
Depende del capital y la
maduración
9.09
10
Fideicomisos, comercio
exterior, acciones, fondos
mutuos
Superintendencia bancaria
Análisis del préstamo y
previsiones obligatorias
9
6
Operaciones restringidas
245
828
3% con garantía
1% sin seguro
1995
EDPYME
PERÚ
1995 (*)
Tamaño máximo del
préstamo (% del capital
o $us )
Año de creación
Capital mínimo
(miles $us)
Nº de instituciones
Requerimientos de capital
respecto a cartera (%)
Cuenta corriente
Depósitos de ahorros
Nombre
BOLIVIA
Fondo Financiero
Privado (FPP)
Cuadro 15
Formas Institucionales para Microcrédito en América Latina
3.7.
Origen y Crecimiento de sus Recursos
Otro de los cambios fundamentales al cabo del tránsito de varias ONGs financieras a sociedades anónimas reguladas por la Superintendencia de Bancos
es el origen de sus fondos. Antes de su conversión, obtenían recursos donados de instituciones sin fines de lucro de los países desarrollados y en algún
caso fondos concesionales de agencias de cooperación (tasas bajas, plazos
largos).
Las ONGs tenían una cobertura limitada y su interés era precisamente dar un
salto en volumen de cartera y número de clientes, objetivo que fue logrado en
pocos años por BancoSol y los FFPs como se muestra en el Cuadro 16, donde
se observan por lo menos los siguientes fenómenos:
• Un gran crecimiento de la cartera entre 1991 (año que no existían instituciones de microfinanzas formalizadas) y 1993 (cuando ya operaba Banco
Sol) y 1995 (cuando se suma Caja Los Andes, el primer FFP habilitado).
Cuadro 16
El Despegue de las Microfinanzas
Urbana
Rural
Total
Urbanas
Rurales
Total
Fuente:
•
•
1991 1993
Cartera (millones $us)
1.8
29.9
2.8
7.3
4.6
37.2
Oficinas y agencias
5
31
1
14
6
45
1995
48
17
65
56
38
94
McLean y Virreira op ant cit.
Un despliegue creciente sobre el territorio nacional a través de un número
cada vez mayor de agencias y oficinas.
Un cambio del énfasis rural al urbano, donde existe la clientela más numerosa: el microempresario que opera con montos pequeños, en plazos cortos y puede pagar más altos intereses. Sin embargo, se trata solamente de
un cambio de énfasis, pues el crecimiento rural también es significativo.
Estas escalas de crecimiento hubiesen sido impensables con las tradicionales
fuentes de fondos de las ONGs, por lo que puede concluirse que la transformación
55
confirmó la hipótesis del potencial de crecimiento de este tipo de servicios. Las
fuentes de financiamiento para la cartera de crédito de las entidades reguladas
(FFPs y BancoSol), todas ellas con costo financiero, son ahora las siguientes:
3.7.1. Los ahorros del público. Esta fuente se desarrolló con lentitud debido a:
o El manejo del pequeño ahorro es costoso y existen fuentes de fondos
de menor costo, como los bancos de segundo piso (NAFIBO) y los
financiadores internacionales.
o La clientela se prestaba de las instituciones de microfinanzas, pero
seguramente actuaba con cautela para depositar sus ahorros en entidades demasiado jóvenes.
o Para ser atractivas ante el público, estas instituciones se ven obligadas
a pagar mejores intereses por los depósitos.
o Los pequeños ahorros no son estables en Bolivia, pues los estratos
pobres e incluso los de clase media los utilizan en realidad como una
caja de seguridad que se llena a principios de mes y va mermando
conforme el usuario va efectuando sus gastos corrientes.
o A diferencia de la banca, no desarrollaron el servicio de cuentas corrientes, debido a que no estaban habilitados para ello. Cuando fueron
habilitados (BancoSol lo estuvo desde un principio) esta actividad se
evidenció como algo complejo, con requerimientos grandes en infraestructura y costos en sistemas de información frente a una dudosa rentabilidad.
o No realizaron mercadeo en otros segmentos de ahorristas naturales
o institucionales y en alguna medida esperaron la llegada de los depósitos.
Gran parte de la decepción de algunos promotores de la conversión de
las ONGs en bancos y FFPs se debe precisamente a que estas intermediarias se financiaban en muy poca medida a través de los depósitos. Sin
embargo, paulativamente los ahorros del público pasaron a ser la principal fuente de fondos de las microfinanzas, lo que las convierte además
en un mecanismo de promoción del ahorro interno. Al parecer la decepción fue prematura.
De todos modos, una parte de la captación de ahorros del público es indirecta, pues se nutre de depósitos a plazo efectuados por instituciones financieras y otros depositantes institucionales (agencias de bolsa y fondos
de inversión) hábiles en ponderar el perfil riesgo-rendimiento. Esa es en
parte la razón que explica que el promedio de los depósitos a plazo de
56
estas entidades sea de $us 16.575, aunque en ese promedio inciden pocos grandes depositantes, mientras que el 64% de los DPFs es de menos
de $us 5.000.39
La preocupación de movilizar ahorros está ausente en las instituciones
que permanecen como ONGs, pero también gran parte de ellas ha cambiado el origen de sus fondos para cartera, pues capta recursos de fondos
de segundo piso soportando costos financieros.
3.7.2. Los bancos de segundo piso, especialmente NAFIBO (en el pasado
también el Fondo de Desarrollo Campesino) son importantes financiadores
con créditos por montos elevados a tasas de mercado y plazos que llegan
hasta los 5 años para microcrédito.
FONDESIF, por su parte, tiene como uno de sus mandatos centrales canalizar recursos para la cartera de las ONGs financieras a plazos de 5 años y
con tasas de interés promedio ponderado de 4.69% al 31 de diciembre de
2003. Un total de $us 60.8 millones ha sido canalizado bajo estas condiciones a 14 ONGs, (73% de los recursos) 17 cooperativas (14%), 5 FFPs
(8%), un banco (1%) y algunas organizaciones gremiales (3%). 40
La Fundación para la Producción (FUNDAPRO) es también una institución de
segundo piso que financia cartera de las entidades reguladas y no reguladas.
3.7.3. Los financiadores internacionales, son en unos casos agencias de
cooperación y en otros entidades que combinan su misión de desarrollo de
mercados financieros con la propia rentabilidad. Las formas de sus
financiamientos son variadas, pues invierten en el patrimonio, a la manera
de cuasi capital (obligaciones subordinadas) o bajo la modalidad de préstamo. Hasta hace poco estos prestamistas eran escasos, debido al desconocimiento internacional del microcrédito. Bolivia fue un país pionero en la
apertura de este tipo de fondos, en parte debido a su avance en la pequeña intermediación y en parte a que la dolarización de su economía reducía
el riesgo cambiario de las partes. Sin embargo, esta fuente de fondos todavía presenta algunas dificultades:
• Las sumas relativamente pequeñas que demandan las instituciones
de microcrédito ($us 0.5 a 4 millones) implican costos de transacción
altos (evaluación, seguimiento), lo que hace que las operaciones sean
poco atractivas para la escala del mundo desarrollado. “Si se cobra un
margen del 6% sobre un préstamo con un plazo de un año, sólo se
39
Jansson, Tor. Financiar las Microfinanzas. BID. Washington. 2003.
40
FONDESIF. Boletín Nº 5. Febrero 2004.
57
•
•
obtendrá un beneficio bruto del 3% sobre las tasas Libor a seis meses,
para hacer frente al pago de la gestión (normalmente 1.5% o más) y el
seguimiento (0,5%), dejando muy poca disponibilidad para el inversionista cuando se combinan riesgos específicos, el riesgo país y el riesgo de tipo de cambio”. 41
Está todavía en desarrollo un sistema internacional de evaluación del
riesgo de las instituciones de microfinanzas, por lo que los financiadores
internacionales no siempre tienen metodologías adecuadas para evaluar el riesgo en este tipo de instituciones.
Los tiempos de tramitación de estos créditos son prolongados (hasta
un año) e implican costos que van más allá de la tasa efectiva cobrada
(comisión flat, costos de evaluación, etc.)
BancoSol fue la única de estas entidades que acudió a una cuarta modalidad
de financiamiento en 1997, consistente en la emisión de bonos de tipo clásico
por un monto equivalente a $us 3 millones a un plazo de dos años y a cupón
9% con la garantía de USAID. La emisión fue exitosa y fue comprada íntegramente por instituciones nacionales aunque el costo para la entidad fue relativamente alto.
Sean cuales fueren sus características, estas fuentes de fondos inciden en la
estructura de costos de esta entidades y por lo tanto en la tasa de interés
cobrada a los clientes.
El Gráfico 10 muestra que en la estructura de financiamiento de las microfinanzas el ahorro del público se ha convertido en la principal fuente de los
recursos que finalmente se destinarán a satisfacer la demanda de crédito. Proteger estos ahorros, se ha convertido en uno de los objetivos más importantes
de estas intermediarias y por ello también la normativa regulatoria es más estricta con ellas respecto a sus condiciones de colocación de créditos.
Una característica general de todas las fuentes de fondos descritas es su carácter de corto y mediano plazo (hasta 5 años), lo que es una limitante solamente relativa en instituciones cuya característica dominante es colocar pequeños créditos de corto plazo. Sin embargo, dado que el plazo promedio y el
tamaño de estos activos está creciendo paulatinamente, han empezado a observar tendencias divergentes entre los plazos de sus activos y pasivos (descalce) y a lanzarse a la búsqueda de recursos de más largo plazo. Esta realidad puede incidir en una reducción futura de la incidencia de los ahorros del
público, caracterizados en Bolivia por su preferencia por el corto plazo.
41
58
BID. Competitividad, el Motor del Crecimiento. Washington. 2001 p 109.
Gráfico 10
Estructura de Financiamiento de Microfinancieras
Reguladas
100%
80%
15%
12%
14%
3%
6%
6%
20%
32%
60%
9%
5%
15%
23%
23%
63%
61%
PRODEM
EcoFuturo
1%
37%
40%
62%
50%
44%
20%
0%
B. Sol
Los Andes
Patrimonio
Otros Pasivos
FIE
Financiadores
Depósitos
Fuente: ASOFIN. Boletín Informativo a Diciembre 2003.
59
V. Las microfinanzas
y sus dimensiones
1. La Cobertura Geográfica
La incursión de las microfinanzas ha supuesto una ampliación del sistema en
su conjunto a partir del crecimiento de la infraestructura de agencias y sucursales. Como muestra el Cuadro 17 la banca cuenta con el 28% de esta infraestructura, mientras que el 56% corresponde a estas entidades, incluyendo entre
ellas tanto a las fiscalizadas como a las no fiscalizadas. El 10% corresponde a
las cooperativas y el 6% a las mutuales.
Cuadro 17
Oficinas y Agencias del Sistema Financiero (Diciembre 2003)
Nº
Urbano
Rural
Total
Bancos y Mutuales
Bancos
Tipo de Entidad
24
11
196
162
53
46
249
208
Mutuales
Microfinancieras Reguladas
13
9
34
131
7
63
41
194
Cooperativas de Ahorro y Crédito
Microfinancieras no Fiscalizadas
22
11
40
113
30
106
70
219
TOTAL
66
480
252
732
Fuente:
SBEF y Boletín Microfinanzas.
Más importante es la diferencia a nivel del área rural, pues el 69% de las agencias son de microfinanzas, el 17% corresponde a la banca y el 11% a las cooperativas. Es necesario destacar, además, que las agencias rurales de la banca trabajan fundamentalmente en el manejo de cuentas fiscales, prestan pocos servicios financieros y prácticamente no conceden créditos. En este contexto, destaca la presencia de las ONG financieras (no fiscalizadas), lo que
tiene que ver con las dificultades de las fiscalizadas para expandirse en el
61
campo, gran parte de cuyas agencias rurales corresponden solamente a
PRODEM FFP, entidad que heredó muchos centros de su antecesora ONG.
La insuficiente expansión rural de los FFPs se debe a varios factores:
• Deficiente infraestructura de comunicaciones y otros servicios en el área
rural, que dificulta la transferencia diaria de información a la oficina central
para, a su vez, cumplir con los cierres diarios exigidos por la
Superintendencia de Bancos. Esta exigencia obviamente no alcanza a las
no fiscalizadas.
• Los estudios de factibilidad realizados por varios FFPs para abrir agencias
en diferentes localidades del área rural no han arrojado resultados claramente positivos, debido a los altos costos operativos frente al reducido
número de operaciones previsto. Es decir, no se encuentra economías de
escala para establecer muchas agencias rurales.
• Las condonaciones realizadas por el gobierno a la cartera del ex-Banco
Agrícola y otros fondos de crédito estatal en el año 2000 propiciaron una
cultura de no pago que incrementa el riesgo de mercado en el área rural. A
ello se suman los desincentivos que suponen los bloqueos de caminos y el
conflicto social de épocas recientes.
• La existencia de crédito subvencionado otorgado con tasas tope por algunas ONGs y propiciado por el Estado, frente al cual no pueden competir
instituciones que deben cubrir costos operativos más altos.
En el tema de las agencias rurales, destaca la poca presencia de las cooperativas de ahorro y crédito, probablemente debido a las mismas limitaciones que
tienen los FFPs para ello.
La evolución comparativa del número de agencias del sistema (Gráfico 11)
muestra el crecimiento presencial de las microfinanzas. 1993 fue el año de su
despegue, en razón de a) la aparición de BancoSol b) ese es el momento de la
aplicación de las tecnologías del microcrédito por parte de las ONGs que hasta
entonces habían operado con crédito dirigido c) las ONGs financieras empezaron a tener registros agregados.
El año 2000 la banca empezó a contraer operaciones como consecuencia
de los shocks externos e internos que sufre el país desde fines de 1998,
pero las entidades de microfinanzas –reguladas y no reguladas– continuaron abriendo agencias, aunque las primeras disminuyeron el ritmo de su
expansión geográfica. Esta ampliación de la cobertura de los FFPs es de
destacar, porque tiene incidencia directa en sus costos operativos y por
ende en la tasa de interés.
62
Gráfico 11
Sistema Financiero: Evolución del Número de Agencias
300
250
200
150
100
50
0
1989
1993
Bancos Priv.
Microf. Reg.
1998
2000
Banca Estat.
Cooperat.
2003
Mutuales
Microf. No Reg.
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF y FINRURAL.
La percepción de que una parte importante de la clientela de las entidades de
microfinanzas está conformada por contrabandistas no se hace evidente en el
número de agencias que ellas tienen en las ciudades y poblaciones donde esa
actividad es intensa. (11 de un total de 194 agencias de las entidades reguladas representando el 5.6% y 11 de un total de 219 de las entidades no reguladas, representando el 5%). 42 Incluso dentro de estas agencias, resulta aventurado atribuir una cartera importante al contrabando, aunque es evidente que
tras la Reforma de la Aduana, las agencias que algunas de estas instituciones
tenía en Oruro se vieron afectadas por crecimiento de la morosidad y reducción de su cartera. 43
En el área rural, las ONGs financieras siempre estuvieron presentes y a pesar
de que las más importantes de ellas se capitalizaron para dar vida a los FFPs
42
De las 194 agencias de las entidades microfinancieras reguladas 4 se encuentran en la ciudad de Oruro,
1 en Guayaramerín, 1 en Copacabana, 1 en Desaguadero, 1 en Villazón, 1 en Puerto Suárez, 1 en
Bermejo y 1 en Yacuiba. A su vez, las no reguladas tienen 10 agencias en Oruro y 1 en Bermejo.
43
El efecto más notorio en este sentido se produjo en la agencia de Bancosol en Oruro.
63
continuaron su expansión y su presencia es dominante en ese contexto desde
1993, tal como muestra el Gráfico 12. El año 2003 las ONG financieras superaron el número de agencias que en 1989 tenía la banca estatal en el campo.
Los propios FFPs no han dejado de expandirse geográficamente, a pesar de
las crisis del 2000 y de que la apertura de nuevas agencias incide de manera
gravitante en sus costos.
Gráfico 12
Sistema Financiero: N mero de Agencias Rurales
120
100
80
60
40
20
0
1989
1993
Bancos Priv.
Microf. Reg.
1998
Banca Estat.
Cooperat.
2000
2003
Mutuales
Microf. No Reg.
Fuente: Elaboración propia sobre datos FINRURAL.
La banca, las cooperativas y las mutuales no tuvieron en el pasado una presencia gravitante en el campo, pero además se han mostrado altamente sensibles a la crisis de los últimos años, mediante un repliegue de sus operaciones
rurales.
Las políticas públicas han venido planteando desde 1993 la necesidad de desarrollar el sistema financiero rural; sin embargo, la concreción de este cometido ha dado señales confusas, pues en algunos casos indujeron pequeñas
líneas de crédito subvencionado para determinadas zonas rurales y realizaron
condonaciones. Al ser pequeñas esas líneas no tuvieron impacto masivo, pero
64
fueron suficientes para desincentivar a varios FFPs que trataban de llegar a las
mismas regiones en condiciones de sostenibilidad de largo plazo; es decir,
soportando sus costos.44
2. La captación de Depósitos
La captación del ahorro interno ha sido durante mucho tiempo una asignatura
pendiente del sistema financiero nacional, la misma que tuvo una evolución
favorable paulatina conforme se fue ampliando su capacidad de intermediación,
pero sobre todo conforme el público fue recuperando la confianza en la estabilidad económica y en la capacidad estatal de preservar sus depósitos. De este
modo, se llegó a la situación expuesta en el Cuadro 18, donde la banca concentra el 38% de las cuentas de depósitos y el 75% del monto depositado,
aunque se observa también una presencia significativa de las cooperativas y
de las instituciones reguladas de microfinanzas en lo que se refiere al número
de cuentas. (Las no reguladas no están habilitadas para captar recursos del
público).
Cuadro 18
Depósitos del Sistema Financiero (Diciembre 2003)
Tipo de Entidad
Cuentas
Nº
%
Monto
$us miles
%
Bancos y Mutuales
Bancos
843.221
547.930
59
38
2.987.025
2.573.903
88
75
Mutuales
Microfinancieras Fiscalizadas
295.291
199.594
21
14
413.122
234.310
12
7
Cooperativas de Ahorro y Crédito
Microfinancieras no Fiscalizadas
381.657
0
27
0
205.744
0
5
0
1.424.472
100
3.427.079
100
TOTAL
Fuente:
SBEF.
El predominio de la banca en el monto de los depósitos es natural, debido a
que hacia ese subsector se dirigen los depositantes corporativos y los grandes
ahorristas; sin embargo, en el número de cuentas no sólo que la incidencia de
44
Río Abajo en La Paz, por ejemplo, donde se canalizó crédito con tasas tope a través de alguna
ONG.
65
las microfinanzas es importante (14%) sino que en su caso se refiere solamente a cuentas de ahorro y depósitos a plazo, pues no operan con cuentas corrientes mientras que el dato de la banca si las incluye.
La incidencia de las cooperativas en el número de cuentas se debe a que la
esencia del cooperativismo es que en general solamente obtienen crédito los
poseedores de cuentas de ahorro en la entidad. En el monto de los ahorros, en
cambio, se encuentran por debajo de las instituciones de microfinanzas.
Gráfico 13
Evolución de los Depósitos
(millones de $us)
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
1989
Bancos Priv.
1993
1998
Mutuales
2000
Microf. Reg.
2003
Cooperativas
Fuente: Elaboración propia sobre SBEF.
Nota:
La escala de los bancos es de 1 a 10 por fines de presentación en el gráfico (en
2003 son 2.573 millones).
Cuando se observan las tendencias a lo largo de los años (Gráfico 13) se
evidencian dos fenómenos importantes: por un lado la caída y estancamiento
de la banca y otras entidades en la captación de depósitos y, por otro, el crecimiento sistemático de las microfinanzas en una década a partir del nacimiento
de BancoSol. El 2003 BancoSol, Los Andes y PRODEM se ubicaron en los
puestos 12, 15 y 16 respectivamente del ranking de volumen de depósitos de
la SBEF, por encima de las captaciones de la mayoría de las mutuales y de
casi todas las cooperativas.
66
La pérdida de los depósitos que tuvieron la banca, las mutuales e incluso las
cooperativas se explica por una parte en una crisis de confianza iniciada en
1999 con los retiros que efectuaron los grandes depositantes a partir de la
recesión iniciada ese año. Por otra parte, también como resultado de la recesión, la banca adoptó una política de contracción de gastos y desincentivó a
los pequeños ahorristas cobrándoles comisiones por mantenimiento de cuenta
si sus depósitos acumulados eran inferiores a determinado monto ($us 500 ó
1.000, según el caso).
Por el contrario, durante la crisis las instituciones de microfinanzas se encontraron con que las tasas pasivas habían bajado lo suficiente como para hacer
atractiva esta forma de obtención de fondos, en sustitución parcial de los créditos internacionales o de la banca de segundo piso. Como parte de sus políticas
de atracción, automatizaron la conexión entre sus agencias y emitieron tarjetas de débito, de modo que sus clientes pudiesen operar en cualquier punto
del país; pero lo más importante que hicieron fue pagar intereses por los depósitos a partir de cualquier monto, por mínimo que fuera.
Gráfico 14
Evolución de los Depósitos (Miles de Cuentas)
1.000
800
600
400
200
0
1989
Bancos Privados
1993
1997
Mutuales
2000
Microf. Reg.
2002
2003
Cooperativas
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
67
Finalmente, desde la aparición de las empresas de medición de riesgo, que
califican a las entidades de intermediación, muchos clientes institucionales bien
informados (incluso bancos) conocen la solvencia de estas entidades, la mayoría de las cuales tiene normas prudenciales más exigentes que las de la
SBEF, expresadas fundamentalmente en montos previsionales más altos por
su cartera en mora, a pesar de que la misma es baja.
El Gráfico 14 muestra una competencia creciente por captar los ahorros del
público, especialmente por las entidades vinculadas al pequeño ahorro, aunque en los últimos años se percibe un estancamiento de las mutuales y cooperativas. La crisis de inicios del Siglo XXI parece haber encerrado a la banca en
torno a los grandes depositantes, pero esa puede ser una señal pasajera,
modificada ante cualquier tendencia reactivadora. Sin embargo, una limitante
estructural del país que se refleja en el sistema financiero es la escasa capacidad de ahorro interno, expresada en a) la insuficiencia de captaciones en relación con las necesidades de inversión b) el carácter de corto plazo de las colocaciones c) el predominio de depósitos por montos menores a $us 1.000, los
mismos que representan el 82% del total de cuentas de todo el sistema. 45
3. El Crédito
En el tema del crédito es donde mejor se percibe el desarrollo y el impacto del
sub sector microfinanciero, pues supera a la banca, las mutuales y cooperativas en número de clientes, aunque en montos canaliza sólo el 10% de la oferta
crediticia total (Cuadro 19). Desde este punto de vista se puede afirmar que ha
provocado un cambio estructural en el conjunto del sistema financiero, ampliando de manera apreciable la base poblacional con acceso a este tipo de
servicios. La correlación entre el número de clientes y el volumen de cartera
permite visualizar que se trata de pequeños prestatarios: $us 1.802 el crédito
promedio total de las reguladas y $us 473 las no reguladas frente a los $us
15.783 de crédito promedio de la banca, $us 11.443 de la mutuales e incluso
los $us 3.370 de las cooperativas.
Por otra parte, si se correlacionan los montos promedio del crédito de las
microfinanzas con los estados de resultados positivos que en promedio arrojan las micro y pequeñas empresas del país (Ver capítulo III) se puede desechar los juicios de valor que sostenían que el crédito de tan pequeña escala
no permitía el desarrollo empresarial de los beneficiarios, por lo que no constituía apenas un soporte de estrategias de sobrevivencia.46
45
Boletín SBEF.
46
Diferentes artículos de prensa de economistas bolivianos contenían afirmaciones de este tipo a propósito de su interpretación de los movimientos de los pequeños prestatarios durante los años 2000 y 2001.
68
Cuadro 19
Clientes y Cartera de Créditos del Sistema Financiero
(Diciembre 2003)
Clientes
Nº
%
Tipo de Entidad
Monto
Miles $us
%
Bancos y Mutuales
Bancos
180.099
155.493
30
26
2.735.694
2.454.124
82
73
Mutuales
Microfinancieras Fiscalizadas
24.606
182.604
4
30
281.570
329.011
9
10
Cooperativas de Ahorro y Crédito
Microfinancieras no Fiscalizadas
58.938
179.295
10
30
198.617
84.788
6
2
TOTAL
600.936
100
3.348.110
100
Nota:
El dato de la banca incluye a poseedores de tarjeta de crédito.
Fuente:
Elaboración propia sobre SBEF y FINRURAL.
Gráfico 15
Evolución de la Cartera del Sistema
(Miles de Clientes)
300
250
200
150
100
50
0
1989
1993
Bancos Privados
Cooperativas
1997
2000
Bcos. Estatales
2002
Mutuales
Otros FFPs
2003
Microf. Reg.
Microf. No Reg.
Fuente: Elaboración propia sobre SBEF y FINRURAL.
69
El Gráfico 15 habla de la existencia de un mercado muy disputado en torno a
los clientes, donde la banca inició un descenso importante después de 1997,
mientras que las microfinanzas reguladas y no reguladas no cesaron de crecer, aunque tuvieron un periodo con una pequeña caída, seguida de un ligero
estancamiento. Los datos anteriores permiten vislumbrar algunos elementos
de análisis:
• Las microfinanzas reguladas y no reguladas, juntas, en diciembre de 2003
tenían 361.899 clientes de crédito, es decir, superaban a los prestatarios
de la banca.
• Las MyPEs no conforman una isla de marginalidad separada del conjunto
de la economía, como lo demuestra el hecho de que también fueron afectadas por la crisis recesiva desde 1999. La ligera caída y el estancamiento
relativo en el crecimiento del número de clientes del microcrédito es una
expresión de esa realidad, que afectó incluso a las microfinanzas no reguladas, que trabajan con los más pequeños de entre los pequeños y los más
alejados de los grandes mercados.
• Las MyPEs se vieron afectadas con menos intensidad y durante menos
tiempo por la crisis que las medianas y grandes empresas, lo que se expresa en una pequeña y corta caída del número de clientes de las entidades de microfinanzas frente a una profunda y prolongada pérdida de prestatarios por parte de la banca. Esta situación, está vinculada con la mayor
flexibilidad de las unidades económicas pequeñas para adaptarse a las
condiciones del mercado, tal como se señaló en el capítulo III.
• Salvo en algunas agencias, no parece evidente que los microempresarios
prestatarios sean en lo fundamental contrabandistas como suele afirmarse, pues tanto el número de clientes como los créditos del sistema
microfinanciero se incrementaron a pesar de que se mantuvo la reforma
del sistema de aduanas. Por otra parte, las compras intermedias que efectúan estos empresarios los muestran más bien como agentes dinamizadores
del mercado interno (Ver Capítulo III).
• El sistema de microfinanzas ha rebasado el número de clientes que tuvo la
Banca Estatal a lo largo de su existencia.
• La competencia por el mismo tipo de clientes entre las reguladas y no
reguladas es evidente, por lo que cualquier incentivo para unas que resulte
perverso para otras conlleva el peligro de dumping y a la larga de abandono de mercados.
Dentro de las microfinanzas, existe una creciente competencia por los clientes, especialmente en el crédito. La facilidad con que BancoSol y Caja los
Andes crecieron hasta 1996 terminó cuando se hicieron presentes otros FFPs
70
disputando la clientela a partir de calidad de servicio, aunque también en alguna medida a partir de tasas de interés. Sin embargo, esas dos instituciones
continúan liderizando el mercado desde el punto de vista del número de clientes, con un crecimiento sostenido de Caja Los Andes. (Gráfico 16)
Gráfico 16
Número de Clientes de Instituciones Reguladas de Microfinanzas
80.000
60.000
40.000
20.000
0
1997
B. Sol
Los Andes
2000
FIE
PRODEM
2003
Ecofuturo
Fortaleza
FASSIL
Fuente: Arriola, Pedro. Documento de Trabajo.
No existen estudios que expliquen a profundidad el crecimiento de Los Andes
y la relativa contracción del pionero BancoSol. Una aproximación puede estar
referida a que la tecnología financiera del crédito individual con la que opera
Los Andes, tiene mayores posibilidades de expansión que la de los grupos
solidarios de BancoSol, especialmente en tiempos de crisis, cuando los
microempresarios perciben que no abundan los vecinos o colegas confiables
para endeudarse y responder mancomunadamente. A partir de esta situación
BancoSol empezó también a trabajar con créditos concedidos individualmente
y redujo los créditos a grupos solidarios.
El Gráfico 17 muestra el crecimiento sostenido de la cartera de las microfinanzas reguladas, a despecho de la contracción o estancamiento de las
otras instituciones del sistema. Dado que este crecimiento es mayor que el
71
del número de clientes, se hace evidente que han estado incursionando en
nuevos mercados, diferentes al tradicional de las microempresas, tales como
las pequeñas empresas y los sectores asalariados, con ofertas como el
crédito empresarial y de mejoramiento de vivienda. Se trata en todo caso
de una diversificación de la clientela, sin abandonar a sus prestatarios tradicionales.
Gráfico 17
Evolución de la Cartera del Sistema ($us Millones)
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
1989
Banca Priv.
Nota:
1993
1998
Banca Estat.
Mutuales
2000
Microf. Reg.
2002
Cooperat.
2003
Microf. No Reg.
La cartera de la Banca se muestra en escala 10 a 1 con objeto de comparar
tendencias.
Fuente: Elaboración propia sobre SBEF y FINRURAL.
Parte de la nueva clientela está conformada probablemente por prestatarios
que han sido descartados por la banca por sus economías de escala y que han
sido atraídos por las condiciones de las microfinanzas, las mismas que a su
vez cuentan con tecnologías financieras más adecuadas para la evaluación de
las pequeñas empresas a través del sistema de flujo de caja combinado con el
apoyo de garantías reales. De este modo, el sector de pequeña empresa que
aparece sin servicios financieros en la encuesta del Viceministerio de
Microempresa (Capítulo III) estaría empezando a ser cubierto.
72
Cuadro 20
Ranking de Cartera diciembre 2003
Entidad Financiera
Banco Nacional de Bolivia
Puesto
1
Banco Bisa
Banco Mercantil
2
3
Banco de Crédito
Banco Santa Cruz
4
5
Banco de la Unión
Banco Económico
6
7
Banco Ganadero
Mutual La Primera
8
9
BancoSol
Citi Bank
10
11
Los Andes
Mutual La Paz
12
13
PRODEM
Cooperativa Jesús Nazareno
14
15
(Siguen 38 instituciones)
53
Fuente:
SBEF.
Respecto al volumen de cartera (Cuadro 20), llama la atención que tres de las
entidades microfinancieras se ubiquen entre las 15 instituciones más importantes del país a partir del volumen de su cartera de créditos. El posicionamiento es destacable, porque la más antigua de esas instituciones tiene 10
años en el mercado.
Dentro de las entidades de microfinanzas la competencia se visualiza también
en el crecimiento de las carteras de Crédito, donde nuevamente BancoSol y
Los Andes llevan la delantera, pero con un crecimiento importante de PRODEM
y FIE. (Gráfico 18). Mucho más rezagados quedaron los FFPs de consumo y
Ecofuturo. El rezago de esta última se debe en parte a que i) no existe una
visión estratégica hegemónica al interior de la sociedad, sino que se equilibran
varias, algunas de las cuales tendieron a forzar las coberturas ampliadas y la
expansión antes que la sostenibilidad de largo plazo ii) la gestión estratégica
73
tiende más bien a mantener el equilibrio de las visiones e intereses sociales de
las ONGs antes que orientarse de manera agresiva al mercado.
Gráfico 18
Microfinanzas Reguladas: Evolución de la Cartera de Crédito
($us Millones)
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1997
B. Sol
Los Andes
2000
FIE
PRODEM
2003
Ecofuturo
Fortaleza
FASSIL
Fuente: ASOFIN.
La cartera de las ONGs financieras es comparativamente pequeña, pero reviste importancia porque: a) tiene un número grande de clientes b) continúa creciendo como muestra el Cuadro 21 c) tiene una destacable presencia rural y
agropecuaria d) el nivel cobertura de sus previsiones es también mayor que la
banca d) su mora es también más baja que en la banca (12.4 a diciembre
2003), aunque se ha incrementado en los últimos años.
Una cartera de casi $us 85 millones manejada por ONGs es significativa porque involucra a casi 180.000 clientes, un número que equivale a los clientes de
la banca y las mutuales juntas. El 61% de esta cartera y el 50% de los clientes
están en el área rural. El 74% de la clientela es del sexo femenino.
74
Cuadro 21
Evolución de la Cartera de las ONGs Financieras ($us miles)
Institución
CIDRE
Dic 97
882
DIACONIA
FUMBODEM
1.364
5.395
2.273
8.353
8.353
IDEPRO
PROMUJER
4.865
2.321
5.459
3.447
5.780
5.587
5.532
10.377
6.665
10.053
11.424
11.644
CRECER
FADES
1.327
6.104
3.526
10.908
7.025
17.092
FONDECO
SARTAWI
2.432
2.458
2.746
4.596
5.565
2.796
37.664
57.717
84.788
ANED
AGROCAPITAL
TOTAL
Fuente:
3.1.
Dic 2000 Dic 2003
2.561
6.269
Caja Los Andes. Documento de Trabajo y
Boletín Microfinanzas.
Las Garantías
Como muestra el Gráfico 19 las garantías dominantes en la banca son las
hipotecarias, pues se redujo al mínimo los créditos a sola firma por montos
elevados y logró un desarrollo de las garantías prendarias. Es decir, aminoró el
riesgo en provecho de la estabilidad del sistema y de los ahorristas, pero no
desarrolló tecnologías para montos pequeños.
Las microfinanzas revolucionaron el acceso al crédito precisamente en el tema
de las garantías, al seguir aplicando la metodología de sus antecesoras, las
ONGs, que se manejaban con garantías mancomunadas y solidarias o con el
sistema de evaluación del flujo de caja del negocio. De este modo, al año
siguiente de la constitución de la primera entidad especializada en microcrédito
(BancoSol) la situación era la que ilustra el Gráfico 20, con el predominio absoluto de las garantías personales a partir de la conformación de pequeños grupos solidarios que respondían por el crédito de cada uno de sus integrantes.
Las hipotecarias apenas se vislumbraban.
75
Gráfico 19
Garantías en la Banca (2003)
Sola firma
5
Personales
10
Otras
3
De otras financieras
5
Depósitos en la entidad
2
Warrant
2
18
Prendarias
2
Valores
54
Hipotecaria
0
10
20
30
40
50
60
Porcentaje
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
Gráfico 20
Garantías en las Microfinancieras Reguladas 1993
(Sólo Bancosol)
0.5
Hipotecarias
Personales
99
De otras emtidades
0.5
0
10
20
30
40
50
Porcentaje
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
76
60
70
80
90
100
Al cabo de 10 años, la situación se ha modificado, pues las garantías hipotecarias constituyen también en este medio la forma predominante de prevención
de las contingencias del crédito (Gráfico 21). Esta situación se debe a) al paulatino crecimiento de los montos de crédito otorgados por estas instituciones,
pues su tecnología crediticia establece que los clientes cumplidores paulatinamente pueden acceder a financiamientos mayores y a mayores plazos. Por
seguridad institucional y por exigencias de la normativa vigente, estos montos
mayores no pueden manejarse con garantías personales b) BancoSol y
PRODEM han pasado de la tecnología de grupos solidarios a la individual y
buscan respaldar sus créditos con bienes muebles e inmuebles.
Gráfico 21
Garantías en las Microfinancieras Reguladas (2003)
Sola firma
1
25
Personales
17
Otras
Depósitos en la entidad
1
Prendarias
9
46
Hipotecaria
0
10
20
30
40
50
Porcentaje
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
Aunque la evolución del sistema de garantías acercó a estas instituciones a la
banca, la diferencia radica en el tipo de bienes inmuebles que sirven de respaldo colateral al crédito en uno y otro caso. En realidad, tanto BancoSol como los
FFPs aceptan como garantía hipotecaria propiedades normalmente inaceptables para la banca, ubicadas en las áreas de conurbación de las principales
ciudades, en la periferia de las ciudades capitales y/o secundarias e incluso en
zonas rurales. Por otra parte, el 46% de garantías hipotecarias constituye un
porcentaje respecto al monto total de la cartera y no al número de créditos, por
lo que la mayoría de los clientes se apoya todavía en garantías personales.
77
Probablemente sin proponérselo, por la sola evolución de los montos promedio de crédito, estas instituciones descubrieron que la mayoría de la población
boliviana es propietaria de bienes inmuebles, principalmente de su vivienda:
72% en el departamento de Chuquisaca, 69% en La Paz, 68% en Cochabamba,
70% en Oruro, 79% en Potosí, 64% en Tarija. 56% en Santa Cruz, 65% en Beni
y 70% en Pando. 47
Es decir, la propiedad de bienes inmuebles no es el principal problema de los
micro y pequeño prestatarios, sino el valor comercial de estos inmuebles en
función de su ubicación y sus características. En este sentido, también sin
proponérselo, el sistema microfinanciero tiene dos impactos importantes: a)
una presión indirecta a que los micro y pequeños empresarios realicen el saneamiento de sus inmuebles y por esa vía contribuyan impositivamente b) la
incorporación de inmuebles “marginales” al sistema de mercado.
Por otro lado, en las microfinanzas se aceptan garantías que no son registrables
(cocinas, refrigeradores y otro tipo de bienes), que en la información de la
SBEF aparecen en el rubro de “otras garantías”.
3.2.
El Destino de los créditos
El carácter terciarizado de la economía se expresa en el destino de los créditos
de la banca (Gráfico 22) con una incidencia fuerte del comercio y los servicios,
pero también con un repunte de la industria manufacturera, probablemente de
aquella que cuenta con mercados de exportación. En este sentido, la situación
no es muy diferente de 1989.
En las instituciones de microfinanzas reguladas (Gráfico 23) se presenta con
mayor agudeza el predominio de los comerciantes en la recepción del crédito,
lo cual se explica no solamente en el carácter terciarizado de la economía
nacional, sino también en los siguientes elementos:
a) la manera de inserción de los migrantes recientes a la actividad económica
urbana es el comercio o los servicios, por lo que el microcrédito constituye
un auxilio fundamental para sus operaciones de pequeña escala.
b) los comerciantes requieren montos pequeños y plazos cortos, pues no invierten en activos sino en capital de trabajo y tienen una alta rotación de su
capital.
c) los depósitos que captan estas instituciones son de corto plazo y por lo
tanto no les permiten financiar operaciones crediticias de mayor aliento;
sin embargo, sus líneas de crédito no financian solamente capital de trabajo, sino también inversiones de pequeñas y microempresas.
47
78
INE. Censo de Población y Vivienda 2001.
Gráfico 22
Banca: Actividad Economica del Deudor (2003)
14%
11%
3%
19%
27%
26%
Agricultura
Minería
Manufactura
Comercio y Transporte
Servicios
Otros
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
Gráfico 23
Microfinanzas Reguladas: Actividad Económica del Deudor
(2003)
14%
5%
1%
9%
15%
56%
Agricultura
Construcción
Manufactura
Comercio y Transporte
Servicios
Otros
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
79
d) estas instituciones se han concentrado solamente en la microempresa, que
en su mayoría es comercial y sólo recientemente han empezado a
incursionar en el financiamiento de la pequeña empresa.
e) Las líneas de crédito agropecuario se operan con prudencia, debido al
riesgo natural que conlleva el sector, pero también debido a las interferencias
extra económicas como los bloqueos de caminos, la politización que induce al incumplimiento de los contratos de crédito o genera expectativas de
condonación y los programas de crédito subvencionado que en el pasado
inmediato promocionó el Estado.
Gráfico 24
Cooperativas: Actividad Económica del Deudor (2003)
4%
3%
44%
1%
32%
5%
11%
Agricultura
Construcción
Manufactura
Minería
Servicios
Comercio y Transporte
Otros
La cartera de las cooperativas atiende preferentemente el crédito de consumo
de sus demandantes (44% de “Otros” en el Gráfico 24), pero también tiene
una línea de atención muy importante al comercio, el transporte y los servicios.
El corto plazo de los depósitos es mucho más evidente en este tipo de entidades y ello les impide, entre otras cosas, dirigir su atención a los sectores productivos.
80
Gráfico 25
Microfinancieras No Reguladas: Actividad Económica del Deudor
(2003)
11%
33%
11%
9%
36%
Agricultura
Comercio y Transporte
Manufactura
Servicios
Otros
Las entidades que mayor atención brindan al sector productivo, principalmente agropecuario, aunque en la pequeña escala de sus operaciones, son
las ONGs financieras, que incluso aplican diferentes tipos de innovaciones
para utilizar garantías alternativas. (Gráfico 25). Sin embargo, ellas también
tienen a los comerciantes como su principal tipo de clientes, probablemente
debido a que se trata de un sector de rápido giro y de mayor seguridad de
pago que los campesinos. Si ello es así, las no reguladas también estarían
migrando hacia la atención preferente de sectores urbanos a pesar de su
fuerte vocación rural. En general, las características del crédito de estas instituciones parecen ser:
• Carteras relativamente pequeñas debido a más limitado acceso a fondos
importantes.
• Sus líneas de crédito agropecuario se concentran en lo fundamental en las
áreas de mayor potencial económico y vinculadas a los mercados, lo cual
es coherente con la capacidad de pago de los clientes. Hacerlo de otra
manera podría ser casi suicida para estas instituciones que, sin embargo,
están fuertemente presionadas por su mandato de atender a los más pobres.
81
•
•
•
Sus líneas de mayor éxito son las de libre disponibilidad que se ofrecen en
las ferias rurales, donde la clientela no está conformada principalmente por
productores, sino por intermediarios o población urbano-migrante. 48
El concepto de servicios financieros rurales se ha venido imponiendo por
sobre el de crédito agropecuario, lo cual constituye un mejor relevamiento
de la realidad del país, donde gran parte de la población residente en el
área rural no realiza actividades agropecuarias.
La radicalidad de los movimientos sociales y políticos ha quebrado en cierto modo la alianza que otrora existía entre estas instituciones y las organizaciones locales campesinas. Las instituciones crediticias se han modernizado adecuándose a la realidad del medio rural, pero el movimiento político-social ha retrocedido a posiciones conservadoras.
El tema del desarrollo del sistema financiero rural (SFR) constituye una de las
asignaturas pendientes del país, caracterizado por su baja cobertura, la poca
diversificación de servicios y la inadecuada e insuficiente atención al productor
agropecuario. En 1999 la cartera bruta colocada en ese rubro era de $us 23
millones entre 22.000 prestatarios, un 81% de los cuales correspondía a las
ONGs financieras. El 53% de estos créditos eran individuales colocados a un
plazo máximo de 5 años y a tasas sumamente variables: del 9 al 42% anual en
moneda extranjera.49 Conspiran contra el desarrollo del SFR factores de diverso tipo:
• Operativos –como la insuficiente vinculación caminera y de comunicaciones y servicios– que inciden en los costos de transacción.
• De tecnología financiera, referidos a la dificultad de desarrollar una oferta
que se adapte a los ciclos agropecuarios diversificados que caracterizan a
las economías campesinas del Occidente del país y de las zonas de colonización.
• Estructurales: a) la carencia de garantías reales por parte del pequeño
productor, atado a la propiedad de la tierra por una concepción jurídica
protectora de corte feudal, que lo inhabilita para utilizarla como hipoteca b)
el vaciamiento demográfico rural, habitado en 2001 solamente por el 37%
de los habitantes de Bolivia, de los cuales un 60% son mayores de 60 años
y menores de 15, 50 factor que reduce la clientela y conspira contra la generación de economías de escala.
48
Rojas, Rafael y Wisniwsli, Sylvia. Oferta Actual de Servicios Financieros en las Areas Rurales de
Bolivia FDC. La Paz. 1996.
49
Marconi, Reynaldo. Et al. Demanda por Crédito Agropecuario de Pequeños Productores. FINRURAL.
La Paz. 2000.
50
INE. Censo Nacional de Población y Vivienda. 2001.
82
Cuadro 22
Distribución Regional
de Cartera de Microfinanzas (2003)
($us)
Depto.
Beni
Chuquisaca
Cochabamba
La Paz
Oruro
Pando
Total
14.186.770
27.349.886
75.066.339
150.666.482
11.756.014
3.623.055
Potosí
Santa Cruz
16.922.207
143.771.064
Tarija
Total
23.764.570
468.106.387
Nota:
Incluye a Reguladas, No Reguladas y Cooperativas que
reportan datos a FINRURAL.
Fuente:
Elaboración Propia sobre Boletín Microfinanzas.
El 79% de los créditos de las instituciones de microfinanzas se concentró en
los departamentos del eje central, demostrando con ello que el sistema financiero constituye un reflejo de las condiciones socioeconómicas del contexto y
de la demanda; estas instituciones no escapan a este condicionante a pesar
de su vocación de atender a la población con menor acceso a los servicios.
Las economías de escala constituyen un determinante central para que cualquier entidad alcance el punto de equilibrio y se torne rentable. (Cuadro 22)
3.3.
El Tamaño de los Créditos
La dimensión de los créditos es otro aspecto que ilustra el tipo de población y
de necesidades que atienden las instituciones financieras. Como muestra el
conjunto de Gráficos 26, en la estratificación de la cartera según el volumen de
los créditos, las microfinancieras reguladas concentran casi la mitad de su cartera en créditos menores de $us 10.000 y solamente tienen 17% colocados en
créditos mayores de $us 50.000, mientras que la banca se encuentra en el
extremo opuesto y las mutuales y cooperativas en una situación intermedia,
83
mostrando en conjunto una adecuada distribución del mercado. Las ONGs
financieras son las instituciones que tienen un mayor porcentaje de su cartera
por montos pequeños, pues el 68% de ella se encuentra en créditos de menos
de $us 10.000.
Gráfico 26
Estratificación de la Cartera por Montos en $us
(2003)
Bancos
15%
Mutuales
6% 1%
Cooperativas Reguladas
5%
23%
53%
78%
Microfinancieras Reguladas
10%
8%
55%
1%
23%
17%
32%
25%
48%
50.000 y más
de 10.000 a 50.000
de 1.000 a 10.000
menos 1.000
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
ONGs Financieras
(No Reguladas)
Menos de 1.000
16%
32%
1.000 a 10.000
Más de 10.000
52%
Fuente: Elaboración propia sobre Boletín Microfinanzas Dic. 2003.
Llama la atención que el 17% de la cartera de las microfinancieras reguladas
en cuanto a volumen de los créditos colocados se encuentre en más de
84
$us 50.000, pero ello debe ser esclarecido en los siguientes sentidos i) una
parte de los créditos mayores es de reciente data y se refiere a su incursión en
el hasta ahora desatendido sector de la pequeña empresa, que requiere montos mayores ii) otra parte de esa cartera está conformada por clientes antiguos, que empezaron con montos menores.
Gráfico 27
Estratificación de la Cartera por Número de Clientes (2003)
Bancos
Mutuales
8%
38%
16%
10%
3%
30%
57%
38%
Cooperativas Reguladas
35%
Microfinancieras Reguladas
1% 3%
0% 6%
34%
59%
50.000 y más
62%
de 10.000 a 50.000
de 1.000 a 10.000
menos 1.000
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
Desde el punto de vista del número de clientes (Gráfico 27) la situación es
diferente, pues el 62% de los prestatarios de microfinanzas recibió créditos
menores a $us 1.000 y dentro de ellos el 47% obtuvo montos menores a $us
50051. A la inversa, en la banca sólo el 38% recibió menos de este monto y 19%
obtuvo el 91% de los recursos prestados.
Los porcentajes de las microfinancieras se pueden traducir también del siguiente
modo: A diciembre de 2003 ellas solamente tenían 419 clientes con créditos
mayores a $us 50.000; mientras que 4.580 habían obtenido entre $us 10.000 y
$us 50.000; otros 64.443 entre $us 1.000 y $us 10.000 y la mayoría –116.822
51
Rivas, Hugo y Rojas, Rafael. De ONGs Financieras a Fondos Financieros Privados. SOS Faim. La Paz 2002.
85
clientes– tenía saldos inferiores a $us 1.000 52. Ello es expresivo de que se
están expandiendo hacia nuevos mercados, pero no están abandonando a su
clientela original, conformada por gran masa de pequeños prestatarios.
Antes de la crisis iniciada en 1999, atraídos por la rentabilidad de las entidades
microfinancieras, los bancos realizaron esfuerzos por incorporar el microcrédito
a sus actividades y por esa vía en 1997 sus “créditos pequeños” llegaron a
representar el 7% de su cartera. El intento fracasó debido a la dificultad de
adaptar una tecnología financiera adecuada para analizar y operar créditos
grandes a la realidad de las pequeñas operaciones. Desde entonces su orientación fue nuevamente hacia los grandes y medianos prestatarios.
Esta realidad representó también un fracaso para las políticas públicas y de
las agencias de cooperación que pretendían incentivar el “downscaling”; es
decir, la paulatina orientación de la banca hacia operaciones más pequeñas,
en beneficio de los medianos y pequeños empresarios. Se produjo más bien
el “upgrading”, mediante la maduración y crecimiento de las operaciones de
las entidades de microfinanzas, que han empezado a atacar a segmentos de
mercado algo mayores, coptando además la clientela abandonada por la
banca.
3.4.
La Productividad
Cuadro 23
Productividad Comparada
Al 31/12/2003
Nº de empleados
Cartera ($us millones)
Nº de clientes
Banca (1)
3.595
Microfinancieras Reguladas (2)
2.329
2.454
155.493 (3)
329
182.597
Cartera en millones/Nº de empleados
No clientes/Nº de empleados
Saldo cartera en $us millones/Nº de clientes
708
42
0.141
78
15.783
1.802
(1) Excluye a la banca extranjera que es poco relevante en cartera, clientes y empleados.
(2) Incluye Banco sol y 7 FFPs.
(3) Incluye a tarjetahabientes.
Fuente:
52
86
Caja Los Andes. Documento Interno.
ASOFIN. Boletín Informativo Nº 13. La Paz. Diciembre 2003.
Al igual que en cualquier industria, en el sector financiero una parte del desempeño empresarial se mide por la productividad, referida al rendimiento del trabajo. La banca y las microfinanzas atienden segmentos de mercado diferentes, con también diferentes requerimientos de productos financieros y montos.
De ahí que no sea adecuado buscar los resultados empresariales solamente a
partir de los volúmenes de cartera (resultado que propicia el producto bancario) y del número de créditos (resultado propio de las microfinanzas), sino del
rendimiento de la capacidad instalada en recursos humanos.
El Cuadro 23 muestra que en la banca el coeficiente de cartera/empleados es
alto respecto a las microfinanzas, y que en estas últimas es elevada la capacidad de atender a un número mayor de clientes por empleado. El primer coeficiente muestra la capacidad de intermediación propia del sistema bancario en
su relación con el sistema empresarial corporativo; el segundo el esfuerzo de
ampliación de la base clientelar propio del microcrédito en su relación con las
MyPEs. De todos modos, no puede perderse de vista que el número de clientes de la banca incluye a un número de tarjetahabientes no precisado en este
trabajo, que en 2003 tenían un crédito bruto de $us 46 millones.
3.5.
La Morosidad
La morosidad de la cartera es uno de los motivos de permanente preocupación
en las instituciones financieras, no solamente debido a que implica el riesgo de
no recuperar los créditos, sino a la carga en costos que conlleva: gastos de
cobranza, honorarios de abogados, gastos judiciales y, lo más importante, las
previsiones que exige la Superintendencia de Bancos.
Por una parte, la escala de esas previsiones se va incrementando conforme se
hace más largo el periodo en que un crédito se encuentra en mora y, por otra,
la ausencia de garantías hipotecarias que caracteriza al microcrédito hace que
las entidades de microfinanzas sean sumamente sensibles a este tema. Es
decir, la cartera morosa tiene una incidencia muy importante en la estructura
de costos y ello se refleja finalmente en la tasa de interés.
El Gráfico 28 muestra que a pesar del riesgo de prestar sin garantías hipotecarias, las instituciones reguladas de microfinanzas tienen un nivel de morosidad
menor que la banca. En esta última existen entidades que al 31 de diciembre
de 2003 se acercaban al 50% de su cartera en mora, tenía en promedio una
morosidad superior al 17% y la entidad que menos mora tenía era de casi el
12%. En el otro extremo se encontraban las microfinancieras reguladas, la
más afectada de las cuales tenía una mora de 14.5%, la promedio era de 4.6%
y la menor de 3.1%. Pero además este promedio está fuertemente afectado
por la incidencia de la morosidad de FASSIL, (precisamente 14.5%), fondo
financiero que viene saliendo del crédito de consumo, actividad similar a la que
realizaba la desaparecida Acceso.
87
Gráfico 28
Mora mayor a 30 días al 31/12/2003
(% de la cartera)
50
49,1
45
40
35
30
25
20
17,1
11,8
15
14,5
10
4,6
3,1
5
0
Banca
Microf. Reg.
Más alta
Promedio
Más baja
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
No existen estudios que establezcan con precisión las causas de la baja morosidad en las microfinanzas, pero la explicación más plausible parece ser la que
señala que el microcrédito constituye el único soporte del pequeño empresario
para tener pequeñas expansiones en su giro; de lo contrario, estaría condenado a los límites de su propio capital (siempre escaso) o al crédito informal con
tasas efectivas superiores al 60% anual. Es por ello que cuida “su crédito” con
objeto de no aparecer con calificación negativa en la Central de Riesgos de la
SBEF. Por otra parte, los pequeños empresarios tienen mayores posibilidades
que los más grandes de reorientar su actividad durante las crisis.
La rotación acelerada de la oferta de los microempresarios hace que para lograr pequeñas expansiones deban acudir al financiamiento de manera recurrente, por lo que tienen la tendencia a fidelizarse con una sola institución,
solicitando cada vez mayores montos. Todo ello solamente es posible mediante el cumplimiento de las obligaciones. Es decir, si bien las microfinanzas tienen el mérito de haber logrado buenos niveles de gestión, anticipándose incluso a los principios de Basilea en el sentido de privilegiar el análisis del flujo
de caja respecto a las garantías, probablemente su principal mérito es haber
88
encontrado y desarrollado este nicho de mercado, ávido de un servicio de esta
naturaleza.
Además, las tecnologías desarrolladas por estas entidades logran un crédito
sustentado en un análisis del flujo de caja del demandante elaborado por el
oficial de crédito en estrecha relación con el demandante. Este trabajo y el
seguimiento estricto luego del desembolso, hacen que el cliente microempresario se sienta muy comprometido con su obligación.
Gráfico 29
Microfinanzas Reguladas: Mora a más de 30 días (31/12/2004)
40
35
30
25
20
15
10
5
0
2000
B. Sol
2001
Los Andes
2002
FIE
PRODEM
2003
Ecofuturo
FASSIL
Fuente: Arriola, Pedro. Documento de Trabajo.
El Gráfico 29 ilustra sobre la realidad de la mora al interior de las microfinanzas,
donde se evidencia que existen cinco entidades con niveles de mora verdaderamente bajos: Los Andes, PRODEM, FIE, BancoSol y Ecofuturo. La mora de
estas instituciones tuvo su momento más crítico entre 1999 y 2001, debido a
que la crisis de contracción de mercados afectó también a las microempresas
y ello coincidió con la explosión de sobreendeudamiento provocada por la financiera de consumo Acceso y el programa “Crediágil” de Banco Unión que se
lanzaron al mercado en una apresurada colocación de recursos de crédito
89
fácil, con tasas de interés efectivo muy altas aunque subsumidas como gastos
de escrituración, papelería, trámites, etc.
Crisis de mercado y sobre endeudamiento fueron las bases objetivas que posibilitaron el nacimiento de un movimiento urbano de pequeños prestatarios que
tenía como reivindicación la reprogramación de sus deudas y la erradicación
de las prácticas agresivas de cobranza de algunas instituciones.53 La decisión
política gubernamental tomada el año 2000 de condonar a los campesinos las
antiguas deudas del Banco Agrícola y otros proyectos estatales, trasmitió señales erráticas y convirtió la demanda del movimiento de pequeños prestatarios en un pedido de condonación.
El movimiento de los pequeños prestatarios afectó solamente la imagen pública de las instituciones de microfinanzas, pues de las 10.000 personas registradas en dicho movimiento54, muchas eran clientes de las financieras de consumo, de cooperativas y de la propia banca; quienes eran clientes del sistema de
microfinanzas representaban menos del 1% de los clientes de cada institución.
Por lo demás, una parte significativa de ese porcentaje correspondía a créditos castigados; es decir, que ya no incidían en los resultados empresariales,
pero que debían seguir siendo presionados con objeto de no afectar la moral
de pago de los clientes cumplidos.
La crisis de las microfinanzas fue más corta que la de la banca, pues desde el
2001 bajaron su mora y reiniciaron su expansión, una parte de la cual está
orientada hacia un sector diferente, conformado por pequeños empresarios
que requieren montos mayores de capital y cuentan con garantías hipotecarias. La institución más agresiva en la expansión hacia este nuevo mercado
fue Los Andes, que fue también la de más rápida expansión en el microcrédito.
El salto al crédito PyME constituye un desafío para estas instituciones, pues en
el marco de una cartera relativamente pequeña, algunos créditos en mora por
montos mayores pueden tener efectos devastadores en sus resultados e
indicadores.
3.6.
¿Tasas Demasiado Altas?
La discusión del tema de la tasa de interés de las microfinanzas desde el punto
de vista político es ocioso, pues carece de sustento en las posibilidades de la
realidad. Tasas blandas, tasas de fomento, tasas de incentivo, constituyen un
léxico heredado de las épocas del Estado Benefactor, aquel que contrataba
53
En algún momento alguna entidad de microfinanzas subcontrató la cobranza de su cartera en mora a
gestores que aplicaban métodos ilegales de cobranza, como el embargo directo de bienes.
54
Registros de su representante legal y portavoz negociador, la Dra. Sagredo.
90
deuda externa para subvencionar desde el crédito actividades consideradas
estratégicas por razones políticas, geopolíticas o de balanza comercial.
Independientemente de las ideologías, el retorno a ese pasado es impensable
en un país como Bolivia, que carece de recursos para subvencionar carteras
“blandas” o de solvencia para endeudarse con ese cometido. El crédito es
ahora uno de los pulmones de la intermediación financiera que se alimenta
fundamentalmente del ahorro del público. En esa medida la explicación de la
tasa de interés –evidentemente más alta en las entidades de microfinanzas–
tiene un componente técnico y otro de economías de escala. Dado que la
segunda es evidente (son instituciones jóvenes y relativamente pequeñas, que
requieren crecer para abatir sus costos fijos), la explicación técnica se la presenta de manera sintética en el Cuadro 24, donde se compara la composición
de la tasa de interés de los bancos y de las instituciones de microfinanzas
reguladas por la SBEF.
Cuadro 24
La Formación de la Tasa de Interés
(como % de la cartera bruta promedio)
Al 31/12/03
Ingresos Financieros
Otros ingresos
Gastos Financieros
Gastos por previsiones
Gastos Administrativos
Margen Neto
Fuente:
•
Bancos
11.22
1.57
Microfinancieras Reg. Diferencia
21.6
10.38
0.85
-0.73
-4.16
- 2.09
-6.06
-5.28
-1.89
-13.24
-1.12
0.20
-7.17
0.48
2.04
1.56
Pedro Arriola. Documento de Trabajo.
Los ingresos financieros constituyen el rendimiento directo de la cartera de
crédito y en ese sentido si se los presenta como porcentaje de la cartera
bruta promedio, constituyen una aproximación muy cercana al nivel de la
tasa de interés activa promedio ponderada, la misma que en las
microfinanzas es casi el doble de la de la banca. Es decir, la tasa activa
promedio en la Banca el 2003 fue de 11.22% y en la microfinanzas de
21.6%. (si bien es comparativamente alta, resulta menor a la tasa de interés bancaria de fines de los 80).
91
•
Otros ingresos se refiere al rendimiento de los servicios no crediticios prestados por las entidades financieras, como giros, transferencias, cobro de
servicios eléctricos y telefónicos, pago del bonosol, etc., actividades en las
que las microfinancieras ingresan paulatinamente.
A partir de estos ingresos, se plantea la estructura de los costos más importantes y que componen la tasa de interés activa que se cobra al público prestatario.
•
Los gastos financieros están conformados en lo fundamental por el costo
del dinero pagado a los proveedores de fondos: i) el público depositario de
cuentas de ahorro y depósitos a plazo ii) la banca nacional de segundo
piso que presta a las intermediarias de primer piso (NAFIBO, FUNDAPRO,
FONDESIF) iii) los financiadores internacionales. Este costo es normalmente más alto para las microfinancieras (5.28% frente a 4.16% de la banca el año 2003) por la percepción del riesgo que tiene el mercado respecto
a ellas.
Dentro de estos gastos los más importantes son los depósitos del público,
a los que se les retribuye con tasas de interés pasivas promedialmente
más altas que las de la banca, independientemente del monto depositado.
•
Los gastos por previsiones tienen como componente central las normas
prudenciales emitidas por la Superintendencia de Bancos, que imponen la
constitución de reservas contables crecientes en función de la antigüedad
de la cartera en mora (Revisar Cuadro 13 en Capítulo IV). Otro componente son las previsiones genéricas establecidas también por el ente regulador y finalmente están las previsiones voluntarias que asumen las entidades para mostrar una mayor solvencia. Como la mora es menor en el segmento microfinanciero, las previsiones representaron en 2003 el 1.8% de
la estructura de costos, mientras que en los bancos fue el 2.09%, lo cual
constituye una demostración de lo relativo que resulta el concepto de mayor riesgo de las microfinanzas.
•
El tercer gran determinante de la tasa de interés son los costos administrativos, los cuales tienen que ver con la eficiencia operativa de cada
entidad, pero también con las características del servicio. En este rubro
los costos de las microfinanzas son mayores debido a las siguientes
razones:
o
92
a pesar de la mayor productividad por analista de crédito, requieren
más personal para captar demanda, evaluar y hacer seguimiento a
miles de pequeños créditos y finalmente recuperarlos (tienen en promedio 420 empleados mientras que la banca 362).
o
el levantamiento de la información del cliente y la evaluación de las
solicitudes es más difícil y cara debido a que la clientela carece de
registros del movimiento de su negocio y obviamente de estados financieros y se encuentra en las áreas periféricas de las ciudades, muchas
veces no están en puestos fijos o se desplazan a diferentes lugares.
o cada oficial de crédito administra una cartera pequeña en volumen pero
de un gran número de clientes.
o existen elevados costos de transporte.
Otro importante rubro de costos de las microfinanzas es el de su desarrollo, pues se trata de entidades en expansión, que no han concluido el proceso de apertura de nuevas agencias en todo el país, lo que les impone
gastos en nueva infraestructura, inversión en sistemas de procesamiento
de datos, comunicaciones, seguridad y capacitación del personal.
El año 2002 los costos administrativos de las microfinancieras reguladas
representaron el 13.24% sobre su cartera promedio, mientras que los de la
banca solamente el 6.06%. Esto quiere decir, que más de 13 puntos de los
21.6 que reciben de ingresos por su cartera se van a cubrir los costos
administrativos.
La diferencia entre los ingresos y egresos operativos conforma el margen neto
o utilidad, que en el caso de las microfinanzas ha venido siendo más alto que
el de la banca (2.04% en 2003, frente a 0.48). Es decir, de los 21.6 puntos de
ingreso financiero, les quedan 2 como ganancia.
A partir del análisis anterior, se evidencia que una reducción de los ingresos
financieros en un punto porcentual (reducción de la tasa de interés en un punto
anual) determinada de manera voluntaria o por decisión política de la autoridad, pone en riesgo la rentabilidad de la industria y la reducción en dos puntos
definitivamente le quita toda utilidad. Quiere decir que estos dos puntos les
permiten a estas instituciones un margen para asumir eventuales incrementos
de los costos previsionales por un eventual crecimiento de la mora que podría
producirse. Sus estados de resultados son muy sensibles a los costos
previsionales debido a que en buena proporción sus créditos no están respaldados en garantías reales.
Quiere decir que la reducción de la tasa de interés cobrada por estas instituciones no podría provenir de decisión política alguna, sino del desarrollo de sus
economías de escala y de su mayor eficiencia, como de hecho ha venido sucediendo en los últimos años.
93
Gráfico 30
Microfinanzas Reguladas: Evolución de la Tasa Activa
(Tasa de retorno promedio de la Cartera)
40
39,69
38
36
34,12
34
32,42
32
29,61
30
28,03
28
25,92
26
24,67
24,01
24
22,64
22
1995
Nota:
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Para 1995, 1996 y 1997 sólo los datos de Los Andes y BancoSol. De 1998 en
adelante promedio de entidades asociadas en ASOFIN.
Fuente: Pedro Arriola. Documento interno.
El Gráfico 30, que técnicamente debiera denominarse Ingresos Financieros en
relación con la Cartera Bruta Promedio, muestra en realidad la evolución de
las tasas de interés promedio de las microfinancieras reguladas desde 1995.
Dicho gráfico confirma por una parte que estas instituciones se encuentran
insertas en el mercado del dinero, pues acompañaron la caída de las tasas de
interés que vivió todo el sistema financiero. Sin embargo, sus tasas bajaron
mucho más que las del sistema debido a los siguientes factores:
• Maduración de las economías de escala, que se expresa en que cada institución nace con tasas muy altas y las va bajando conforme va amortizando
sus costos de instalación y a medida que va ampliando su cartera y puede
prorratear costos. Según algunos estudios, una cartera de microcrédito que
atienda a menos de 10.000 clientes difícilmente será autosostenible. 55
55
94
Rodríguez, Tania. Autosostenibilidad Financiera en Instituciones de Microfinanzas en Bolivia.
FUNDAPRO. La Paz 1998.
•
•
•
La diversificación de ingresos provenientes de otros servicios no crediticios
empezó a permitir que no todos los costos fijos sean asumidos por los
tomadores de crédito.
Mayor eficiencia administrativa y operativa, por reducción de costos a pesar de que continuaron su expansión en agencias y sus mayores previsiones por mora.
Existe una fuerte competencia entre ellas y con otras entidades bancarias
y no bancarias, que se disputan clientes e incluso se compran carteras
ofreciendo cada una mejores condiciones para el cliente.
Cuadro 25
Retorno promedio de cartera para
microfinancieras por país al 31/12/03
País
México (1)
Retorno de
cartera promedio
84.87%
Nicaragua (2)
Ecuador (3)
43.17%
38.66%
Colombia (4)
Perú (5)
35.41%
34.43%
El Salvador (6)
Bolivia (7)
23.92%
22.89%
Fuente:
Microrate.
(1) Incluye a Compartamos y FINCOMUN.
(2) Incluye a CONFIA, FINDESA y NIEBOROWSKI.
(3) Incluye a D-MIRO y MAQUITA.
(4) Incluye a WWB CALI, WWB POPAYAN, FINAMERICA, WWB
BUCARAMANGA, WWB BOGOTA y WWB MEDELLIN.
(5) Incluye a Las Cajas Municipales AREQUIPA, TRUJILLO, CUSCO,
SULLANA, TACNA, ICA y SANTA, así como a PROEMPRESA,
CONFIANZA, CREAR AREQUIPA, EDYFICAR, CREAR TACNA
y NUEVA VISIÓN.
(6) Incluye a CALPIA.
(7) Incluye a BANCOSOL, LOS ANDES y FIE.
95
El Cuadro 25 proporciona una visión comparativa de las tasas de interés vigentes en las intermediarias microfinancieras de varios países de América Latina sobre los que se tiene información. Se observa que la de las entidades
bolivianas es promedialmente más baja, debido probablemente a su mayor
eficiencia, pero también a su mayor antigüedad, a las mayores dimensiones
de sus carteras y a la competencia en el mercado.
De todas maneras, la expectativa general es que esas tasas de interés continúen en reducción mediante la ampliación y diversificación de las carteras hacia nuevos estratos de clientes, sin abandonar a los microempresarios; mediante la estandarización de determinados procesos de evaluación y seguimiento para créditos muy pequeños y la centralización de ciertos servicios de
apoyo hoy duplicados en agencias y sucursales.
Es decir, existen razones técnicas y de escala que hacen que la tasa de interés
del microcrédito sea alta; sin embargo, debería continuar reduciéndose, pues
de lo contrario los servicios de las microfinanzas quedarán vedados para importantes segmentos de pequeños productores urbanos y rurales.
96
VI. Costos y resultados
en las microfinanzas
1. Costos Administrativos
La incidencia de los costos administrativos en la tasa de interés cobrada por
estas entidades es decisiva, por lo que es importante adentrarse un poco en
esta problemática y tratar de visualizar las perspectivas de su reducción. Estos
costos representaron en 2003 el 13.24% de su cartera bruta promedio, porcentaje dentro del cual los gastos de personal constituyen el rubro más significativo, con una incidencia que varía del 7.24% al 8.17%. Dadas las características de las operaciones parece poco probable que los costos de personal
puedan ser abatidos de manera importante a través de medidas de eficiencia
interna, tanto en términos absolutos como relativos.
Estas instituciones se encontrarán todavía por varios años en expansión, pues si
bien el mercado del microcrédito aparece como fuertemente disputado, existen
otros sectores que –como lo demuestra el diagnóstico del Viceministerio de
Microempresa (Ver capítulo III)– no están siendo atendidos de manera suficiente
por los servicios de intermediación. Hacia esos nuevos mercados se están dirigiendo las entidades de microfinanzas (principalmente hacia la pequeña empresa), por lo que no es de prever una reducción de costos en personal y de instalación de nuevas agencias con su correspondiente software, hardware y otros.
Por otro lado, los periodos de crisis conspiran contra la reducción de sus costos administrativos, debido a que deben incurrir en mayores gastos de evaluación y selección de clientes y de seguimiento de la cartera, con objeto de evitar
el crecimiento de la morosidad que, de todos modos, le supondría mayores
gastos provisionales y de castigo.
De hecho, por la vía de la mayor eficiencia y también de las economías de
escala, las microfinancieras ya han tenido una sistemática reducción de sus
gastos administrativos, (como lo muestra el Gráfico 31), el mismo que permite
observar que mientras más jóvenes eran estas instituciones, mayor era la incidencia de estos gastos. En el gráfico destacan también los elevados gastos
que en este rubro tiene PRODEM, debido a es la que posee la mayor cantidad
de agencias rurales en el país.
97
Gráfico 31
Gastos Administrativos
(Como % de la Cartera Bruta)
30
25
20
15
10
1997
1998
1999
B. Sol
2000
Los Andes
2001
2002
FIE
PRODEM
2003
Fuente: Pedro Arriola. Documento de Trabajo.
El caso de PRODEM es ilustrativo de la tensión que tienen las entidades de
microfinanzas entre el cumplimiento del mandato de ampliar el acceso a sus
servicios a la población tradicionalmente marginada de ellos, versus el desafío
de la sostenibilidad. Esta ha sido precisamente una de las fuentes de tensión
entre los FFPs y algunas agencias de cooperación que apoyaron su nacimiento y que por momentos presionaron sin bases económicas la apertura de agencias rurales y/o la reducción de las tasas de interés.
En general la operación de agencias rurales es más onerosa, debido a la pequeña escala de la demanda existente en ese contexto respecto a la incidencia de los costos de personal, el transporte, la comunicación y la conexión en
red. A pesar de ello, en los últimos años realizaron la apertura de nuevas agencias –varias de las cuales son rurales o atienden una cartera rural– y sólo en el
año 2003 abrieron 22 nuevas. (Gráfico 32)
98
Gráfico 32
Crecimiento en número de Agencias (2003)
25
22
20
15
10
10
5
0
Banca
Microf. Reg.
Fuente: Pedro Arriola. Documento de Trabajo.
2. Gastos por previsiones
La lógica de cualquier industria enseña que se debe tomar previsiones ante la
eventualidad de que existan acreencias que resulten incobrables y la forma de
asumirlas es constituir reservas que finalmente inciden en los costos. En el
caso de la industria financiera se tienen los siguientes cargos:
• Previsiones específicas por mora, según normas de la SBEF.
• Previsiones genéricas por cartera, según normas de la SBEF.
• Previsiones genéricas voluntarias adoptadas por norma prudencial de cada
entidad.
Las previsiones normadas por la SBEF son ineludibles y su incidencia en los
costos es mayor conforme se incrementa la morosidad o se deteriora la cartera
de créditos. En cambio, las previsiones prudenciales adoptadas por cada entidad constituyen decisiones propias orientadas a reducir su riesgo y a lanzar
señales de solvencia al mercado. La incidencia de las previsiones en los costos de las entidades microfinancieras es importante (aunque menor a la de la
banca) y sigue la trayectoria de su mora, como lo muestra el Gráfico 33.
99
Gráfico 33
Gastos Netos por Previsiones
(Como % de la Cartera Bruta)
7
6
5
4
3
2
1
0
-1
-2
-3
1998
1999
B. Sol
Nota:
2000
Los Andes
2001
2002
FIE
2003
PRODEM
Los gastos negativos de PRODEM en 2000 y 2001 se deben a la generación
de ingresos por la recuperación de la cartera en mora que le transfirió la ONG.
Fuente: Pedro Arriola. Documento de Trabajo.
El tema de las previsiones marca otra de las diferencias cualitativas entre el
sistema de microfinanzas y la banca, pues casi desde sus orígenes las primeras optaron por una política marcadamente prudencial, previsionando de manera genérica montos mayores a los exigidos por la SBEF. A la larga esta
política arrojó como resultado una importante solvencia financiera para enfrentar las contingencias del mercado.
Esta solvencia se muestra en el Gráfico 34 donde se contrasta el nivel de
previsiones existente en la banca con el de las microfinanzas. Se evidencia
que a diciembre de 2003 la primera tenía cubierta su cartera en mora en 75%
en promedio, habiendo bancos que apenas sobrepasaban el 50% de cobertura. Por el contrario, en las microfinanzas esa cobertura rebasaba en promedio
el 140%, con instituciones que llegan a más del 200%. En la política prudencial
de estas instituciones la excepción la constituye el Fondo Fortaleza (74%), el
mismo que orienta su trabajo a las PyMES y no a las microempresas.
100
Gráfico 34
Previsión sobre la mora a 30 días al 31/12/2003
250
222
200
142
150
100
80
75
74
51
50
0
Banca
Microf. Reg.
Más alta
Promedio
Más baja
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
En síntesis, las previsiones constituyen un costo que es muy sensible a cualquier
crecimiento de la mora, pero al mismo tiempo forma parte de una política de prudencia y solvencia institucional que al principio no tuvo reconocimiento entre las
empresas internacionales calificadoras de riesgo, que habían desarrollado su
metodología de medición solamente a partir de las dimensiones del patrimonio.
Entender este mecanismo de solvencia constituyó todo un aprendizaje para ellas.
3. Indicadores hacia Afuera de las Entidades
Existen muchos indicadores para evaluar el desempeño de las empresas, industrias y ramas; sin embargo, para el objeto de este trabajo interesan aquellos que tienen que ver con el impacto de las microfinanzas en la economía en
general, en la intermediación financiera en particular y en la confianza-riesgo
que representan para la población.
Desde la llegada de las calificadoras de riesgo a Bolivia, un indicador fundamental de la situación de las entidades financieras es la calificación periódica emitida
por estas empresas internacionales especializadas, las mismas que cuentan
con un conjunto de herramientas de análisis, basadas en los estados financieros,
101
102
Primera
PRODEM
Mercantil
Bisa
A3
Económ.
FIE
A2
Solidario Andes
Crédito
Nacional
A1
Fortaleza
BBB1
Elaboración propia sobre datos evaluadores de riesgo.
Do Brasil
S. Cruz
Citibank
Fuente:
AA2
AAA
Argentina
BBB2
(a diciembre 2003)
Cuadro 26
Calificación de Riesgo
Comunidad
La Plata
Promotora
Progreso
La Paz
J. Nazareno
Ecofuturo
Ganadero
Unión
BBB3
Acceso
BB2
FASSIL
B1
Guapay
C
que les permite establecer diferentes niveles de riesgo, desde el menor, representado por las intermediarias que califican con triple A (AAA) hasta las de
mayor riesgo, calificadas con C.
El Cuadro 26 muestra las 27 intermediarias calificadas (de un total de 29 entidades sujetas a esta evaluación) y permite ver que cuatro de las más importantes instituciones de microfinanzas se ubican con las mejores calificaciones
de riesgo (entre A1 y A3), compartiendo posiciones con los más grandes bancos nacionales y superadas solamente por la banca ligada a capitales extranjeros. La calificación que obtienen se debe por una parte a sus indicadores de
gestión y por otra a la ya mencionada política prudencial de establecer previsiones por mora superiores a las exigidas por la SBEF. A pesar de ello, sufren
una suerte de penalización por lo que las calificadoras entienden como mayor
riesgo relativo de su segmento de mercado.
Las primeras calificaciones emitidas resultaron paradójicas, pues algunos bancos de elevada morosidad, resultaban mejor calificadas que algunos FFPs con
mejores indicadores de desempeño. Ello se debía a que el instrumental
metodológico de calificación no estaba preparado para entender a las
microfinanzas, fenómeno todavía desconocido en otros países como realidad
institucional fiscalizada por los entes reguladores. Sus criterios de calificación
confluían solamente en el volumen de capital que respaldaba a las operadoras
y por esa vía tendían a dar menores calificaciones a estas entidades.
Las empresas calificadoras demoraron en introducir como criterio evaluativo el
hecho de que, a pesar del mayor riesgo que significa prestar a gente que carece de garantías reales, las microfinanzas lo atenúan a) diluyéndolo en una
masa muy grande de prestatarios, pues es improbable que todos dejen de
pagar a la vez b) utilizando una tecnología crediticia que se orienta a evaluar la
capacidad y la moral de pago de los clientes c) estableciendo previsiones por
encima de las establecidas por norma.
Cuadro 27
Indicadores de Incidencia en la Intermediación
(% entre 1997 y 2003)
Indicador
Crecimiento de cartera
Crecimiento de Depósitos
Crecimiento de Patrimonio
Crecimiento de la Mora
Fuente:
Banca
- 7.9
- 6.9
+ 29.4
+ 280
Microfinanzas reguladas
+ 89.1
+ 70.1
+ 92.8
- 255
Elaboración propia sobre datos SBEF.
103
Por otro lado, el Cuadro 27 muestra que los bancos han reducido su actividad
de intermediación financiera en proporciones significativas entre 1997 y 2003,
mientras que los Fondos Financieros Privados la han incrementado. El pequeño aumento patrimonial producido en el sistema bancario es congruente con la
reducción de su actividad de intermediación, pero parecería insuficiente para
enfrentar el crecimiento de su morosidad. Los FFPs, por el contrario, tuvieron
un incremento patrimonial junto con una drástica reducción de su mora.
La morosidad tiene incidencia en las previsiones y por esa vía en los costos;
de ahí que en 2002 el gobierno nacional cambió el concepto de tal manera que
dejó de considerarse como mora el crédito cuya cuota no fue pagada al día
siguiente de su vencimiento, para aplicarse los 30 días de atraso como criterio
de morosidad. Esta modificación benefició por igual a bancos y FFPs en lo que
se refiere a la calificación de la cartera, pero más a estos últimos en lo que se
refiere a las previsiones.
4. La Rentabilidad
Las ONGs se transformaron en Bancos o Fondos Financieros Privados para
apalancar mayor cantidad de recursos y de esa manera ampliar su capacidad
de llegar con impacto a la población creciente de micro y pequeños empresarios del país. Este criterio era evidente a priori, pues las ONGs operaban en
pequeñas escalas debido a que estaban inhabilitadas para captar ahorros del
público.
Pero si la hipótesis anterior era evidente, dudosa resultaba la de la sostenibilidad
institucional bajo la sujeción a estrictas normas regulatorias; de ahí que el capital
privado no se entusiasmara demasiado en la conformación de las sociedades y
para organizar los FFPs hubiera de recurrirse a aportes de capital de organismos internacionales que asumían un desafío para el que no estaban preparados: constituirse en accionistas de sociedades anónimas con fines de lucro.
El riesgo es una posibilidad de pérdida de dinero y tiene costo mayor mientras
mayor es la incertidumbre. Por ello las instituciones de microfinanzas debieron
realizar y continúan realizando inversiones para cubrir el riesgo crediticio, los
riesgos de mercado, el riesgo operacional y el riesgo reputacional. Se trataba
entonces no solamente de cambiar la mentalidad orientada exclusivamente al
servicio por otra que, sin negarlo, sea capaz de orientarse a las ganancias.
La nueva orientación supuso buscar métodos de evaluación de los créditos
cercanos a la perfección y crear capacidad de administrar una cartera creciente de pequeños préstamos y responder a una cartera de pequeños depósitos
del público. Todo ello exigió tecnificar las instituciones al máximo y calificar al
personal.
104
Gráfico 35
Microfinanzas Reguladas: Retorno sobre Patrimonio
40
20
0
-20
-40
-60
-80
1997
B. Sol
1998
Los Andes
1999
2000
FIE
2001
PRODEM
2002
2003
Ecofuturo
FASSIL
Fuente: Arriola, Pedro. Documento de Trabajo.
Tras 10 años de microfinanzas se puede afirmar que este sub sistema está
consolidado. Los altos retornos sobre el patrimonio obtenidos durante los primeros años, cuando se acababa de descubrir (o conformar) el nicho de mercado y cuando no existía competencia, han cedido el paso a retornos menores
(que siguen siendo altos) en medio de una fuerte competencia entre las instituciones especializadas y la incursión esporádica de la banca en esta actividad.
El Gráfico 35 muestra la evolución de la tasa de retorno sobre el patrimonio
(ROE) que han tenido las instituciones de microfinanzas desde 1997. Se observa que las ganancias de los primeros años fueron muy altas, principalmente para los pioneros como BancoSol y Caja Los Andes, pero que se fueron
reduciendo en función de los siguientes elementos:
•
Exigencias permanentes de inversión determinadas por la expansión.
•
Competencia de nuevas entidades con ofertas diferenciadas.
•
Ingreso esporádico de entidades bancarias con ofertas similares.
•
Competencia desleal de un crédito de consumo de acceso fácil.
105
•
Maduración de la cartera y aparición de los problemas normales de morosidad, con los consiguientes procesos de castigo de créditos, establecimiento de previsiones, incrementos de costos legales, etc.
En materia de rentabilidad, la tendencia parece ser a la estabilidad entre el
10% y 20% de retorno para las microfinanzas, pues para los FFPs de consumo
y los orientados a otros segmentos ella será menor. No parece probable que
se reproduzcan los altos niveles de retorno de los años iniciales.
A pesar de la reducción del ROE de niveles espectaculares a otros que pueden
considerarse normales, las microfinanzas reguladas superan los resultados alcanzados por la banca, como se aprecia en el Gráfico 36, el mismo que muestra para
ellas un ROE promedio del orden de 15% y para la banca del 2.5%.
Gráfico 36
Rentabilidad sobre Patrimonio al 31/12/2003
30
23,8
20
11,5
10
15
2,5
0
-4
-10
-20
-35,6
-30
-40
-50
Banca
Microf. Reg.
Más alta
Promedio
Más baja
Fuente: Elaboración propia sobre datos SBEF.
Solamente un FFP presenta resultados negativos (-4%), mientras que 3 bancos tienen esa misma situación (-8.8%, -16.1% y -35.6%); a la inversa, entre
las instituciones financieras más exitosas del país en cuanto a retorno figuran
cuatro de microfinanzas: FIE, con 23.8%; Los Andes, con 22.7% BancoSol,
14.4% y PRODEM con 12.2%. Detrás de ellos, el Citibank fue el 2003 el banco
106
con mayor rentabilidad (11.5%), la misma que proviene en lo fundamental de
comisiones por servicios y no propiamente de la actividad de intermediación
financiera. Lo destacable del caso es que el alto nivel del retorno sobre patrimonio logrado el 2003 no constituye un resultado excepcional, sino que se
viene repitiendo desde 2001, una vez que el sector microfinanciero se recuperó de la caída producida entre 1999 y 2000.
El tema de la rentabilidad constituye un tema polémico, pues mientras algunos
críticos denuncian una “comercialización del microcrédito” otros reconocen la
importancia de la permanencia del servicio como única posibilidad de
financiamiento que tienen los pequeños agentes económicos. Sin embargo, si
la presión por ganancias es excesiva, la organización microfinanciera puede
caer en una trampa que le impida visualizar la necesidad de continuar reduciendo la tasa de interés. En cambio, si por “comercialización” se entiende
aplicar principios comerciales de sostenibilidad, calidad de servicio y captación
de recursos en el mercado, no habría problemas.56 En este marco, la expectativa general sobre las microfinanzas es que continúen abatiendo sus costos
mediante economías de escala, bajen sus tasas de interés y aumenten la velocidad de su servicio.
El Cuadro 28 presenta los indicadores más usuales para establecer la situación de las entidades financieras. Se observa allí lo siguiente:
• La mayor solvencia se encuentra en las microfinanzas, pues son las que
tienen un menor nivel de exposición de su patrimonio al riesgo de la morosidad de la cartera. Ello se debe no solamente a que su mora es más baja,
sino también a que el nivel de sus previsiones por morosidad es mayor.
• La mejor calidad de cartera también está en las microfinanzas debido a su
baja morosidad, a pesar de tener un menor monto de su cartera cubierta
por garantías hipotecarias (bienes realizables).
• El sector bancario tiene más de un tercio de su cartera reprogramada,
mientras que las microfinancieras mantienen este indicador en niveles razonablemente bajos, debido no solamente a que no tuvieron tanta necesidad de reprogramar en razón de la menor morosidad, sino también a que
la cartera microcrediticia cuando es reprogramada cae en mora en mucha
mayor proporción que la hipotecaria. De hecho, tienen la cartera
reprogramada con mayor morosidad proporcional del sistema: 27.2%, frente
a 19.6% de la banca y 11.2% de las mutuales.57
56
Vasconcellos, Carlos.¿Ganancias versus Función Social? Microempresa Américas. Washington 2003.
57
ASOFIN. Boletín Informativo Nº 16. La Paz. Marzo 2004.
107
Cuadro 28
Otros Indicadores por tipo de Institución
Índice
Banca
Solvencia
Mora/patrimonio neto
94.7
(Mora-previsiones)/patrimonio neto
25.2
Calidad de Cartera
Mora/cartera bruta
17.1
Previsión Incobrables/mora
73.4
(Mora + bienes realizables)/ Cartera Bruta
23.2
Cartera reprogramada
34.9
Eficiencia
Gastos adm/(activo + contingente)
3.4
Rentabilidad
Resultado Neto/(activo+contingente) (ROA)
0.26
Fuente:
•
Mutuales
Microfinanzas
74.5
22.6
29.9
-1.9
12.2
69.6
14.4
7.0
4.7
106.5
5.5
4.9
3.1
9.7
1.5
1.5
Elaboración Propia con datos SBEF.
Finalmente, la rentabilidad de las microfinanzas es mayor, aunque en este
caso seguida muy de cerca por la de las mutuales, que además en 2003
tuvieron un ROE alto.
5. Impactos en la Clientela
Bolivia es uno de los países de América Latina con mayor incidencia relativa
de las microempresas en el conjunto empresarial. Se estima que en 1999 contaba con 1.362.321 unidades de este tipo, de las cuales 379.117; es decir, el
27.8% tenían acceso a los servicios de las microfinanzas. Este porcentaje es
el más alto de la región. 58
Del mismo modo que los bancos o mutuales no realizan estudios sobre el
impacto positivo o negativo que su intermediación tiene en su clientela, tampoco los realizan las entidades de microfinanzas. Hacerlo resultaría tautológico,
pues parece evidente que el impacto es positivo cuando existe repago de las
58
108
Jansson, Tor et al. Principios y Prácticas para la Regulación y Supervisión de las Microfinanzas. BID.
Washington DC. 2003.
deudas y más aún si los clientes que las pagaron retornan por nuevos créditos.
Sin embargo, es importante referirse a los impactos aprovechando el escaso
material existente al respecto.
Un estudio de FINRURAL 59 realizado sobre 1.879 clientes y 968 no clientes
del entorno de 8 entidades de microfinanzas (2 ONGs que además ofrecen
servicios complementarios, 2 ONGs especializadas, 2 FFPs y 2 Cooperativas
de ahorro y crédito) concluyó que:
• Los clientes cuyos negocios tienen menos de $us 500 de ventas por mes,
tuvieron un 18% de ingresos menos por ventas que los “no clientes” del
mismo rango; a la inversa, los que venden entre $us 500 y $us 2.000 tuvieron un ingreso superior en 12% a los no clientes y finalmente, los que
venden por más de $us 2.000 tuvieron ingresos superiores en 6% en relación a quienes no acudieron al microcrédito.
• Los clientes con sólo 1 ó 2 trabajadores empleados tuvieron un impacto
negativo de empleo en 15% respecto a los no clientes; los negocios que
trabajaban con 3 ó 4 personas, tuvieron un impacto positivo en 9% y los
más grandes, con 5 ó más ocupados, un impacto positivo del 6% siempre
en relación con los no clientes.
• Los negocios que explotan un sólo rubro tuvieron un impacto negativo en
diversificación del 21% en comparación con los no clientes, mientras que
los que trabajaban en 2 rubros pudieron diversificarse en 17% más y en
4% los que ya tenían 3 ó más actividades.
• Los negocios con una inversión en capital de trabajo menor a $us 500
tuvieron un impacto negativo del 19% en su inversión en relación con los
no clientes; por su parte, aquellos que contaban con un capital de más de
$500, pero de menos de $us 5.000 lo incrementaron en 13% más que los
no clientes y los que tenían más de $us 5.000 lo hicieron en 6% más.
• Finalmente, en el ingreso familiar también les fue mejor en 12% a los no
clientes en el rango de las familias de menor ingreso ($us 200/mes); en
cambio los clientes con ingresos mayores a $us 200 y superiores a $ 1.000
mejoraron su ingreso familiar en 2% y 10% respectivamente en relación a
los no clientes.
De lo señalado puede concluirse que el impacto económico más favorable se
produce en los microempresarios que cuentan con mayor capital, han logrado
cierto nivel de diversificación en los productos que venden y apoyan sus actividades con más personas. No quiere decir que los más pequeños pierdan, pero
59
FINRURAL. Impactos Agregados de las Microfinanzas en Bolivia.La Paz. 2003.
109
es evidente que al obtener crédito obtienen menores resultados económicos
que los que no se endeudan.
Los impactos sociales del microcrédito son, en cambio favorables en todos los
casos para los clientes en relación a los no clientes. Los primeros, en todos los
niveles enfrentaron menos periodos de escasez de alimentos (+ 10%), las prácticas de prevención de la salud fueron mejores (+ 4%) y realizaron refacciones
y mejoras en sus viviendas (+ 11%). Ello parece ser indicativo de que los
microprestatarios “desvían” una parte del crédito al mejoramiento de sus condiciones de vida y de habitación; tendencia que sería más marcada entre los
de menor capacidad económica y comercial; razón por la cual sus resultados
económicos son menores.
Es muy probable que los microempresarios que tienen menos recursos y que
acuden al microcrédito sean migrantes más recientes de las áreas rurales,
que están haciendo su entrada al mundo urbano y que utilizan el apoyo financiero tanto para generar ingresos como para mejorar sus condiciones
familiares de vida.
6. Resultados a nivel Macro
Las microfinanzas bolivianas emergieron en Bolivia en el contexto del programa de liberalización financiera que se instauró luego de la crisis
hiperinflacionaria, la misma que había provocado la caída de los activos del
sistema financiero de $us 1.000 millones a $us 60 millones. Con luces y sombras, esta liberalización permitió que la gente común piense en el dinero en
términos reales y no nominales y aplique su pensamiento a la protección del
valor de su dinero.
Las microfinanzas asumieron esta realidad por una parte ofreciendo operaciones en moneda nacional y extranjera y por otra fijando las tasas de interés a
partir de niveles que les permitiesen cubrir costos, desarrollar innovaciones
financieras y ser sostenibles. Su innovación más importante fue desarrollar un
producto opuesto al tradicional crédito dirigido: el crédito de libre disponibilidad, que parte del supuesto de la racionalidad de los actores económicos cuando
no tienen que mentir para desenvolverse.
En efecto, los créditos dirigidos y supervisados, especialmente para los pequeños productores, habían generado la práctica del engaño al financiador
para dirigir recursos hacia destinos deseados por los prestatarios pero no permitidos por los prestamistas. Con su visión de atender las necesidades reales
de los microempresarios, permitiendo por ejemplo mezclar los negocios con el
mejoramiento de la vivienda, las microintermediarias fueron construyendo una
relación de confianza con su clientela, con lo que redujeron significativamente
110
el riesgo idiosincrático, obviamente en un contexto macroeconómico que había reducido el riesgo sistémico.60
No existen estudios empíricos completos sobre el impacto de las microfinanzas
en las condiciones de vida de sus clientes y en la generación o consolidación
de empleo y esa es una asignatura pendiente de los centros académicos. Sin
embargo, abrir los mercados financieros a hogares de bajos ingresos –sobre
todo a microempresarios– implica darles por lo menos la posibilidad de la
autoayuda y el progreso.
Por esta vía, a más de 350.000 clientes de microfinancieras reguladas y no
reguladas se les abre la posibilidad de salir de la pobreza mediante el incremento del volumen y la calidad de sus pequeños negocios. Ello incide, a su
vez, en el mejoramiento del ingreso familiar y en la paulatina articulación de las
micro y pequeñas empresas en las cadenas de producción.
Con su presencia, las microfinanzas han provocado cambios en la estructura
del mercado financiero nacional, conformado una estructura institucional fuerte aunque de peso monetario reducido y manteniendo tasas de crecimiento de
su cartera vigente que desde 1998 son superiores a la tasa de crecimiento del
PIB real, lo que quiere decir que contribuyen al crecimiento de la intermediación
financiera y por esa vía a la generación de empleo e ingresos. De hecho, desde el 2003 cuentan con más clientes que el sistema bancario, cubriendo con
las microfinancieras reguladas al 13% de los hogares del país y con las ONGs
financieras al 10%. Ese mismo año la cobertura de la banca llegó al 1% de los
hogares y la de las cooperativas al 3%.61
En parte como producto de la expansión general del sistema financiero de los
años precedentes, pero también debido a la contribución de las microfinanzas,
el BID presentaba a Bolivia el 2001 como el país de la región con mayor cantidad de crédito ofrecido al sector privado en relación con su Producto Interno
Bruto. El Gráfico 37 es en cierto modo un halago para el sistema financiero de
Bolivia, pero también constituye un dato lamentable para el país. Según el
mismo, mayores recursos ofertados bajo la modalidad de crédito podrían no
ser absorbidos por la diminuta economía boliviana y los mismos tenderían a
migrar hacia aquellos países de la región que, a la inversa del nuestro, cuentan
con un aparato productivo más grande pero carecen de suficientes recursos
ofertados para su colocación.
60
Gonzáles Vega, Claudio. Por qué la Macroeconomía Importa Para las Microfinanzas. Presentación en
Taller USAID, AFIN, DAI. La Paz, Julio 2003.
61
Ibídem.
111
Gráfico 37
Crédito al Sector Privado como Porcentaje del PIB
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Chile
Bolivia
Brasil
Ecuador
Perú
Colombia
México
Venezuela
Esperado para su nivel de ingreso
Fuente: BID. Competitividad, el Motor del Crecimiento.
Una economía de esta naturaleza es muy vulnerable a los shocks internos y
externos como lo demuestra la crisis iniciada en 1998, que se manifestó también como un “crunch” tardío en las microfinanzas (un año después que en la
banca) pero que también tuvo una duración menor que en el conjunto del sistema. En esta crisis se produjo una entrada y salida de clientes del sistema de
microfinanzas entre marzo del 2000 y junio del 2002, la misma que terminó con
un saldo positivo final de 33.614 clientes. 62
Pero si el riesgo sistémico proveniente de la macroeconomía no afectó gravemente a las microfinanzas, son evidentes los peligros de desestabilización económica por contaminación del déficit fiscal, las amenazas políticas de la condonación y de los límites arbitrarios a la tasa de interés, las mismas que se
suman a una cultura generalizada de protección al deudor y estigmatización
del acreedor.
62
112
Ibídem.
Gráfico 38
Protección Efectiva a Acreedores
(Índice 2001)
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
Sudeste asiático
Desarrollados
Uruguay
Chile
Venezuela
Brasil
Perú
Ecuador
Paraguay
México
Colombia
Bolivia
Fuente: BID. Competitividad, el Motor del Crecimiento.
El Gráfico 38 muestra que, a despecho del crecimiento cuantitativo y en profundidad de la intermediación en el país, el marco jurídico contradice con su
práctica la normativa protectora de los derechos de los acreedores, mediante
procesos costosos, inseguridad jurídica, lentitud de administración de la justicia y corrupción, factores que a su vez implican un encarecimiento de los
servicios financieros. Además de ello, tal como sucede en los países de tradición ibérico-católica,63 en Bolivia existe una actitud generalizada de confrontación con los acreedores. Sin embargo, esa práctica jurídica es anterior
a la expansión reciente de los servicios financieros y al nacimiento de las
microfinanzas.
63
Muy diferente es la percepción en los países de tradición sajona-protestante, donde el dinero siempre
fue visto como una mercancía con valor de cambio y el crédito como una función condicionante de la
inversión.
113
7. La Exportación del Modelo
El crédito para los pobres fue desarrollado inicialmente en el Asia, pero el modelo de desarrollo de organizaciones sostenibles a partir de la transición de
ONGs especializadas a entidades formalizadas y supervisadas por entes reguladores es un fenómeno boliviano que ha empezado a reproducirse en diversas latitudes. Incluso la experiencia de ONGs especializadas, organizadas
en un gremio, reportando cartera e indicadores y desarrollando burós de información, es un modelo microfinanciero exclusivo de Bolivia.
En América Latina existen cientos de instituciones especializadas en
microcrédito, pero sólo 97 de ellas se formalizaron ante entes reguladores
reproduciendo el modelo boliviano de conversión de ONGs en entidades fiscalizadas. En el Perú el modelo fue diferente, pues allí las microfinanzas
operan a través de 14 Cajas Municipales y 14 Cajas Rurales de Ahorro y
Crédito, que en conjunto suman una cartera de $us 59 millones. 64 Además
existen las EDPYMES, que son muy similares en su concepción a los FFPs
bolivianos.
El Cuadro 29 es expresivo del carácter pionero de las microfinanzas bolivianas, cuya cartera representa casi el 21% de la cartera total regional (o el 19%
si se incluye a las cajas peruanas). Las bolivianas son por una parte entidades
más antiguas y por otra mucho más grandes en cobertura, a pesar de las
diferencias de población, en un concierto de países caracterizados por la
masificación de las micro y pequeñas empresas.
Tal como sucede en el país, estas instituciones tienden a ser entidades de
rápido crecimiento y muy rentables, con un desempeño mejor que el de los
bancos comerciales. Solamente en 2003 su cartera creció en 24% y mantienen un nivel bajo de morosidad.
Esta reproducción del éxito en el mercado explica el por qué de la intensa
replicabilidad del modelo boliviano en países en los que existe un sector informal de proporciones significativas, incluyendo varios de aquellos que en Europa pertenecieron hasta hace poco al campo socialista.
64
114
Tor Jansson. Financiar las Microfinanzas. BID. Washington D.C. 2003.
Cuadro 29
Microfinancieras Reguladas en A. Latina
País
Bolivia
Brasil
Colombia
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Rep. Dominicana
Venezuela
Total
Fuente:
Número
5
73
3
2
1
1
1
2
21
1
1
3
1
97
Cartera 2001 $us
188.503.474
2.000.000
18.000.164
70.318.860
31.863.140
13.843.000
6.645.000
28.741.042
20.872.375
1.465.310
18.741.000
51.772.816
7.376.000
913.517.035
Tor Jansson. BID.
Conviene, finalmente, destacar algunos puntos de vista de analistas internacionales que son ajenos a las operaciones de las microfinanzas:
Un economista entusiasta:
“En medio de fracasos desalentadores, se están cifrando muchas expectativas en un conjunto de instituciones financieras poco comunes
que están prosperando en lugares muy apartados del planeta, especialmente en Bangladesh, Bolivia e Indonesia. Lo que se espera es
mitigar una parte importante de la pobreza...”
(Morduch, J. The Microfinance Promise. Journal of Economic Literature.
Vol 37 Nº 4, Nashville. Tennessee. 1999)
Un crítico poco optimista:
“De los varios miles de miles de entidades de Microfinanciación existentes en el mundo, sólo un puñado de instituciones paradigmáticas
están cumpliendo con su doble misión de servir a los pobres y al mismo tiempo ser sostenibles en términos financieros” (Terberger, Eva.
Revista de la CEPAL Nº 81. Diciembre 2003)
115
Un analista técnico:
“Bolivia es obviamente el caso que hay que estudiar para entender
hacia dónde va el sector en general.” (Jansson, Tor. Financiar las
Microfinanzas. BID. Washington 2003)
116
VII. Conclusiones
Quizás la primera y más evidente conclusión sea que el mundo de las
microfinanzas bolivianas se encuentra todavía en proceso de consolidación y
que en esa medida cuenta con algunos productos que pueden considerarse
exitosos y otros que están en desarrollo. Asimismo, desde el punto de vista
institucional puede afirmarse que ha encontrado el camino adecuado para la
autosostenibilidad en el mercado, manteniendo al mismo tiempo su misión de
atención a sectores otrora excluidos de los servicios financieros; sin embargo;
si bien aparece como menos vulnerable a las crisis sistémicas que la banca
tradicional, es más sensible a las políticas públicas.
Dicho lo anterior, corresponde ensayar algunas conclusiones más específicas
sobre este sector.
1. El Contexto
Las microfinanzas bolivianas nacieron en un contexto de estabilidad económica y de políticas públicas que les permitieron desarrollarse sin tener una
competencia significativa de la denominada banca estatal de fomento. El
microcrédito nació en el regazo de ONGs profundamente imbuidas de una
actitud de servicio y en el marco de una crítica política a tres actores: a) un
sistema financiero que mantenía excluida a una gran parte de la población
que se desenvolvía en la actividad económica b) un sistema informal de préstamos usurarios c) una banca estatal de fomento ineficaz e ineficiente, que
había tenido una significativa incidencia en el incremento de la deuda externa del país.
Las políticas públicas, reacias en un principio, cedieron finalmente a la realidad de experiencias exitosas y facilitaron la formalización de las principales
ONGs financieras y su conversión en banco y Fondos Financieros Privados.
De manera coincidente con la quiebra de la banca estatal o probablemente
debido a ello, el Estado optó por dejar de sacrificar a sus contribuyentes y se
abrió a la formalización de esta experiencia.
117
Más de una década después, una de las crisis sistémicas mas prolongadas del
país, vivida entre 1999 y 2003, solamente representó un quiebre pasajero en el
crecimiento de estas instituciones, a diferencia de algunas políticas públicas
que, mediante la introducción de crédito subvencionado, las obligaron a retirarse de algunas regiones rurales.
Si se extrapola este retiro a políticas generalizadas que por cualquier vía introduzcan de manera masiva líneas de crédito subvencionado o induzcan a la
condonación de deudas, es también de prever una grave crisis para este grupo
de instituciones que, al igual que sus clientes, soportan de mejor manera que
los bancos las crisis de mercado pero son muy sensibles al dumping o al quiebre del sistema de confianza en el que se basan, pues la mayor parte de sus
créditos no están respaldados con garantías hipotecarias.
En efecto, si por cualquier razón política alguna autoridad determinase medidas de condonación o reprogramación obligatoria a favor de los morosos, es
de presumir que el mensaje a los clientes cumplidores sería perverso: “se premia a los morosos, se castiga a los cumplidores; ergo, es mejor ser moroso”.
Una decodificación de esta naturaleza por parte de los miles de clientes de las
microfinanzas que obtuvieron crédito sin hipotecas tendría un efecto aniquilante
sobre el sistema.
Un efecto parecido podría tener el renacimiento de la banca de fomento y sus
líneas subvencionadas, pues la clientela migraría al nuevo sistema entendiendo que ha sido engañada por el de las microfinanzas, probablemente dejando
deudas impagas con la ilusión de una oferta que solamente será sostenible
mientras existan los recursos donados que la hicieron posible. Por otro lado, el
sostenimiento de una banca de esta naturaleza sólo es posible en países donde el Estado está en condiciones de soportarla con una parte importante de los
recursos de sus Tesoros (Brasil y Venezuela, por ejemplo).
2. La Clientela micro, la Pobreza y el Desarrollo
No existen estudios completos sobre el impacto de las microfinanzas en la
reducción de la pobreza y el desarrollo económico de los pobres, pero algunas
cifras agregadas son elocuentes: 200.000 pequeños depositantes y casi 350.000
pequeños prestatarios registran a Bolivia en las estadísticas internacionales
como el país latinoamericano con mayor atención financiera a la microempresa,
la misma que en el país se caracteriza por ser más abundante, más pequeña y
probablemente también más pobre que en otros.
Pretencioso sería tratar de zanjar la discusión en torno a si la microempresa
constituye o no una estrategia de sobrevivencia sin potencialidades o si representa una puerta de salida de la pobreza y de entrada al progreso. Sin embargo,
118
es evidente que se encuentra inserta en el mercado, no solamente como oferente de bienes y servicios sino también como demandante de bienes intermedios y
generadora de empleo. En esa medida, tiene en principio las mismas potencialidades y dificultades que cualquier unidad económica pequeña, con la ventaja
en el caso boliviano de que cuenta con la asistencia financiera permanente de
entidades solventes, que compiten entre sí por brindarle mejores servicios.
Pero el servicio financiero no constituye la única condición limitante o posibilitante
del éxito empresarial, por lo que atribuir el retroceso, estancamiento o progreso de los microempresarios exclusivamente a la disponibilidad de crédito, es
por lo menos un exceso.
Lo evidente es que las microfinanzas han contribuido a ensanchar la base
clientelar del sistema financiero con una oferta de servicios adecuada a la escala y las condiciones de los microempresarios y es probable que ese mercado no permita ya la entrada de nuevos oferentes debido a la existencia de una
fuerte competencia. Es decir, es difícil pensar en nuevas entidades de este tipo
que tengan posibilidades de repetir el camino recorrido por sus predecesoras:
cobrar tasas de interés muy elevadas al principio para cubrir sus costos, para
luego irlas reduciendo conforme alcanzan economías de escala.
Que las microfinanzas tienen como su clientela principal al sector informal y se
ha adecuado a sus condiciones, está fuera de duda, pues la mayor parte de
sus beneficiarios carecen de registros legales y contables, lo que puede parecer un contrasentido respecto al bienestar de la sociedad y del Estado. Sin
embargo, es evidente que la economía nacional está plagada de informalidad
en la medida en que existe evasión impositiva (total o parcial) por parte de
actores económicos de todo tamaño, los mismos que diferencian entre el balance fiscal y su balance interno.
Sin duda, la informalidad constituye un problema que afecta no solamente el
funcionamiento del aparato estatal, sino también la condición de ciudadanía de
quienes se encuentran inmersos en ella; sin embargo, no corresponde a las
entidades financieras la solución de este problema. Al contrario, privar del acceso a servicios financieros a una masa tan grande de actores económicos de muy
pequeña escala, conformada en lo fundamental por migrantes del área rural,
podría significar incrementar la desocupación absoluta y por esa vía incrementar
la inseguridad ciudadana y las tensiones sociales. Por otro lado, resulta aventurado atribuir una parte significativa de la cartera de las microfinanzas al contrabando sin contar con estudios de impacto que lo demuestren.
Lo evidente es que los clientes de la microempresa tienen una gran flexibilidad
para reorientar su activos e incluso para cambiar de rubro sin mayor trámite;
esa es una de las claves de su supervivencia a las crisis sistémicas y en algunos
119
casos de su éxito. Los mejores resultados de estas entidades se apoyan en
esta realidad y en la tecnología de manejar el riesgo a partir del flujo de ingresos y egresos de estos empresarios.
En el área rural el problema es más complejo. El agotamiento del ciclo benéfico de la Reforma Agraria está provocando el vaciamiento de la población al
mismo ritmo que se produjo en los últimos años uno de los más acelerados
procesos de urbanización de América Latina; el detonante de este fenómeno
en el occidente boliviano no fue la insuficiencia de servicios a la producción,
sino una pobreza condicionada por la reducción sistemática de la productividad a nivel de finca, causada en lo fundamental por el fraccionamiento de la
propiedad hasta la conformación de unidades inviables, las mismas que no se
pueden reagrupar mediante procesos de compraventa ni sirven para apalancar crédito. Es decir, la pequeña propiedad campesina del occidente constituye un bien de uso, pero no es –en estricto sentido– una inversión.
Si ya de por sí el mercado rural de demandantes de servicios financieros es
estrecho y además difícilmente atendible por condicionantes de diverso tipo
(economías de escala e infraestructura, principalmente), desde el 2000 los
movimientos sociales pusieron en peligro incluso la continuidad de los servicios que les brindan las ONGs financieras, las instituciones que por decisión
propia han privilegiado el mercado rural.
Sin embargo, independientemente de estos movimientos, el cambio que se
viene produciendo en el área rural es estructural y parece necesario que las
propuestas de desarrollar el sistema financiero rural se pongan a tono con ello.
No existen razones valederas para suponer que permanezcan en las actividades agropecuarias aquellos contingentes poblacionales que han agotado el
recurso tierra, ya sea por el fraccionamiento extremo de la propiedad o por el
deterioro de los recursos naturales. Es decir, es probable que el proceso migratorio continúe y que los servicios financieros deban definir de manera explícita su atención a los sectores más dinámicos que permanezcan en la actividad agropecuaria, desde centros poblados intermedios, donde además cuentan con los servicios de infraestructura que requieren.
A pesar de lo señalado y precisamente por ello, se mantiene latente la necesidad de desarrollar tecnologías financieras con capacidad de atender las demandas de servicios de los pequeños productores viables.
Finalmente, tanto los actores del ámbito académico, como las asociaciones
gremiales de las microfinanzas, tienen por delante el desafío de realizar estudios tanto extensivos como a profundidad, que establezcan el uso final de este
tipo de servicios financieros y el impacto de los mismos en las actividades
económicas receptoras.
120
3. Tasa de Interés y Fomento
La tasa de interés constituye definitivamente el precio del dinero, mercancía
que al igual que las demás tiene como referencia central la oferta y la demanda. Antes de la llegada de las instituciones de microfinanzas e incluso durante
los primeros años de vida de éstas, la oferta de servicios a los pequeños y
microempresarios constituía una suerte de oligopolio, determinado por pocas
empresas actuantes en el mercado, a través de pocas agencias y expandiéndose tímidamente.
La expansión, la mayor eficiencia y la competencia, así como la caída de las
tasas pasivas, trajeron aparejada la paulatina reducción de la tasa de interés
de las microfinancieras reguladas de 39% en 1995 a 26% promedio en 2003.
Esas tasas reflejaron en todo momento los costos operativos de las entidades
financieras, por lo que no es realista suponer caídas muy drásticas. Se trata de
un producto caro en su estructura de costos, que no lo es tanto para prestatarios que lo utilizan por plazos cortos, en actividades en los que los ciclos de
rotación de las mercaderías o servicios son muy altos.
Que una renacida banca de fomento pueda abaratar las tasas de interés no
parece probable, pues ello supondría el soporte prolongado de alguien dispuesto a perder mucho dinero o en su defecto la existencia de un Estado fuertemente recaudador, con suficientes recursos provenientes de impuestos internos como para introducir un sistema de subvenciones de manera masiva y
sostenida.
Más posible es la ejecución de líneas de crédito dirigido y preferencial a sectores específicos a los que el Estado quiera promover, tal como se lo hizo en el
pasado, pero igual que en ese entonces el desafío será por una parte la elección objetiva de esos sectores privilegiados y por otra la existencia de mecanismos estatales incorruptibles y con capacidad de control sobre todo el sistema financiero y las empresas.
Sin embargo, siempre es posible reducir la tasa activa de interés y las
microfinanzas tienen por ello el desafío de lograr mayor eficiencia. Entre las
medidas de abaratamiento de costos que podrían incidir en la reducción de la
tasa se cuentan: a) la centralización de algunas operaciones para evitar la
duplicación de sistemas de soporte en regionales y agencias b) simplificar y
estandarizar la evaluación y seguimiento de los créditos muy pequeños. Por el
lado de los operadores políticos se requieren también varias actitudes: a) que
el Estado deje de incidir en la elevación de la tasa de interés mediante su
endeudamiento con el sistema financiero (deuda interna) en elevados volúmenes y a precios altos b) se reduzca el riesgo del crédito no hipotecario mediante la ampliación del espectro de las garantías registrables c) se refuerce la
121
seguridad en el cumplimiento de los contratos y se acorten trámites y tiempos
en el sistema de administración de justicia.
En otras palabras, el objetivo de reducir las tasas de interés no puede ser
puesto en duda. El problema es encontrar los caminos adecuados y sostenibles
para ello.
4. ¿Hacia donde evolucionan las microfinanzas?
Nacieron con una tecnología conceptualmente muy simple basada en créditos
por montos muy pequeños, definidos por el oferente de los servicios. La dificultad, en todo caso, radicaba en la aplicación práctica de los conceptos ante una
población que salía de una hiperinflación y del hábito de contar con una banca
estatal de poco alcance real pero que difundió la ideología del crédito barato y
las tasas blandas.
Al cabo de poco más de una década la sofisticación es evidente, no sólo por
los procesos de automatización incorporados, sino principalmente por la diversificación de los servicios y el desarrollo de ofertas “a la medida” de las necesidades de los clientes. (Ver Anexos). Por otra parte, están incursionando en
nuevos segmentos de mercado (pequeña empresa, vivienda, asalariados) de
manera simultánea con la expansión de su cobertura entre los microempresarios. Frente a esta realidad, la figura jurídica de los Fondos Financieros
Privados puede constituir una camisa de fuerza en la medida que las cuentas
corrientes, el comercio exterior u otros servicios son también importantes para
la nueva clientela.
La expansión de las coberturas y la ampliación hacia nuevos estratos de clientes se perfilan a su vez como los elementos coadyuvantes a la integración de
los todavía segmentados mercados financieros, un resultado de largo plazo
que podría ser atribuido en gran parte a las microfinanzas.
En esta expansión será importante definir el nuevo rol de las ONGs financieras
con objeto de evitar cualquier eventual “dumping” a las instituciones que deben
soportar todos sus costos. Una forma son los mecanismos de autorregulación
que se plantearon ellas mismas. Asimismo, parece importante reforzar la búsqueda de complementación mediante alianzas estratégicas entre reguladas y
no reguladas, de modo que i) las primeras aprovechen la capacidad que tienen
las segundas para llegar a zonas alejadas ii) las no reguladas puedan canalizar
la demanda de servicios de ahorro de sus clientes hacia las reguladas.
Por otro lado, en el marco de su voluntad de liderizar el desarrollo del sistema
financiero rural , las ONGs requieren plantearse el desafío de adecuarse a la
nueva realidad rural que se perfila en Bolivia: poca población, creciente importancia de actividades no agropecuarias, productores articulados a cadenas
122
exportadoras o de mercado interno y necesitados de financiamiento por montos mayores y campesinos de áreas de pobreza empezando a insertarse en
cadenas de exportación (quinua, camélidos, café, madera).
5. El Ahorro y sus Problemas
Durante mucho tiempo se reconoció como una debilidad del sistema de
microfinanzas su insuficiente capacidad para captar ahorros del público y su
exagerada dependencia de los créditos de la banca nacional de segundo piso
(NAFIBO, FONDESIF, FUNDAPRO) y de los financiadores internacionales. En
los últimos años esa situación se revirtió, pues las reguladas pasaron a ser
importantes captadoras de pequeños ahorros.
El cambio no se produjo por una modificación de políticas institucionales ni por
el deseo de atemperar a los críticos. Fue el mercado, con la sistemática reducción de las tasas de interés pasivas producida desde 1999, que hizo más barato el pequeño ahorro y posibilitó el crecimiento de esta fuente de fondos que
tradicionalmente había sido cara o por lo menos más cara que las otras. Dado
que estas instituciones son sumamente sensibles al comportamiento de su
estructura de costos, recurrieron rápidamente a esta fuente. Ello coincidió con
la agudización de la competencia en la oferta de crédito y la consiguiente necesidad de fidelizar clientes con más servicios.
La primera enseñanza de este fenómeno es que estas instituciones están
inmersas en un mercado fuertemente competitivo y sus gerencias responden
con celeridad a sus señales; la segunda es que ellas no pueden depender de
una sola fuente de fondos, debido precisamente a que esas señales son cambiantes. Más aún, los pequeños depósitos son sumamente volátiles, pues están condicionados por la limitada capacidad de ahorro de la población, por la
preferencia del público por el corto plazo y por los eventuales incrementos en
el costo del dinero en el mercado nacional e internacional.
6. Regulación y Autorregulación
En general el sistema regulatorio es más estricto en varios sentidos con las
microfinanzas en el entendido de que su riesgo es mayor. Independientemente
de cuan cierto es ello, las propias entidades adoptaron medidas prudenciales
más exigentes que las dictadas por la SBEF, como las referidas a mayores
previsiones por su cartera en mora. Es decir, las entidades reguladas de este
sector ejercen una suerte de autorregulación que les ha otorgado una importante solvencia institucional.
La autorregulación es un concepto hacia el que empezaron a evolucionar también las ONGs financieras (no reguladas) no solamente como una forma de
123
hacer más sostenible su servicio crediticio, sino también con objeto de habilitarse
para realizar alianzas estratégicas con las reguladas y ejercer como corresponsales suyas. De esta manera, las entidades reguladas podrían contar con
una suerte de operadores allá donde por razones de economías de escala o
de costeo no pudieron llegar.
7. ¿Donde está el Capital Doliente?
Cuando nacieron las entidades reguladas (Bancol y los FFPs) una de las condiciones normativas más fuertes fue la participación de capitales privados en
su composición accionaria. La hipótesis subyacente era que –de no ser así–
se corría el riesgo de que los accionistas institucionales, fuertemente imbuidos
de una orientación social, no pusiesen suficiente empeño en la rentabilidad y a
la larga se produjesen quiebras también en este ámbito. Los accionistas privados eran considerados entonces como una suerte de “vigías de la rentabilidad”, pues estarían poco dispuestos a perder su inversión.
De esta manera, las microfinanzas nacieron a la regulación con accionistas de
capital doliente en su seno, pero en algunos casos se trató de una participación más bien simbólica, pues los montos que aportaron fueron minoritarios u
obtenidos en calidad de préstamo de actores institucionales interesados en
lograr la formalización.
La dificultad de incorporar inversores privados en los primeros años era comprensible debido a la natural aversión al riesgo, pero sobre todo a que se desconocía el potencial de estas instituciones en un mercado también desconocido como el de los microempresarios. Sin embargo, al cabo de más de una
década, Bancosol es la entidad que más movimiento de accionistas tuvo y
probablemente la única que contó con inversionistas privados nacionales. Recientemente, Procrédito, que era el accionista institucional más importante de
Caja Los Andes, vendió parte de su paquete accionario a un socio institucional
extranjero (IMI), cuyo capital está compuesto por inversionistas institucionales
y privados.
La escasa participación de capital doliente nacional se debe por un lado a la
ausencia de inversores nacionales dispuestos a arriesgar en entidades con un
mandato sui generis aunque exitoso y, por otro, debido a que los accionistas
institucionales de las microfinanzas son reacios a aceptar la participación de
socios que pudiesen desvirtuar su misión e incluso su desarrollo por la presión
excesiva de contar con utilidades distribuibles en el corto plazo.
Este tema reviste importancia, pues estas entidades tuvieron y continuarán
teniendo un crecimiento tal que requerirán incrementos de capital para mantener su patrimonio en niveles adecuados. Dado que es poco probable que las
124
ONGs socias y otros accionistas institucionales locales cuenten con el capital
suficiente para ello, es de prever que en el futuro cobren mayor fuerza inversores
extranjeros, tanto privados como institucionales.
8. ¿Dónde está la Clave del Éxito?
La conclusión más importante que emerge del presente trabajo podría ser que
las entidades de microfinanzas son empresas exitosas debido a que cumplen
su misión de ampliar la base clientelar del sistema financiero de manera rentable y sostenible. Sin embargo, es importante tratar de precisar algunas condiciones que hicieron posible ese éxito:
• Destaca en primer plano el descubrimiento de un mercado demandante lo
suficientemente grande como para generar economías de escala y rentabilidad. A su vez, ese descubrimiento fue posible merced a la convicción
democrática y de servicio de las ONG que patrocinaron y continúan patrocinado a estas instituciones.
• Otra de las claves del éxito es el comportamiento de los microempresarios
en el mercado, con una flexibilidad que les permite soportar de mejor manera que a los grandes los embates de las crisis sistémicas. Ello quiere
decir que, al final de cuentas, el sistema financiero no es más que un reflejo de la situación de su clientela, principalmente de las empresas a las que
atiende.
• Finalmente, está la tecnología financiera; aquella que prioriza la evaluación del flujo de caja del cliente por sobre las garantías y que, al hacerlo,
incluso lo orienta respecto a su posicionamiento en el mercado y le permite
ir obteniendo montos mayores.
9. El Desafío
Son muchos los desafíos que tienen las empresas en un país de mercado
estrecho como Bolivia y sujeto a un conjunto de limitantes estructurales muy
importantes; las microfinanzas los comparten, pero su principal desafío es convencer a la sociedad sobre el rol que cumplen en el ensanchamiento de la
base clientelar del sistema financiero y sobre todo convencerla de que lo hacen a partir de criterios de equidad y solidaridad exentos de cualquier
intencionalidad de usura.
El desafío es complicado por la evolución regresiva que tuvo el movimiento
social en los últimos años. A fines de los 80 y principio de los 90 las ONGs
financieras fueron impulsadas a la especialización, la tecnificación y la
formalización por un movimiento social que reclamaba el acceso de los pequeños productores y todo tipo de agentes económicos a los servicios financieros.
125
En los primeros años del Siglo XXI el movimiento social –o por lo menos sus
expresiones políticas más visibles– tienen demandas que plantean un retroceso a la situación de hace quince años: condonaciones, subrogaciones por parte del Estado y banca de fomento con tasas subsidiadas.
El desafío de difundir, explicar y convencer a estos niveles no es algo que
pueda ser asumido por cada una de las instituciones, sin el riesgo de descuidar su responsabilidad principal. Quiere decir que sus entes gremiales tendrán
en el futuro tareas que irán más allá de la coordinación técnica y académica y
que estarán referidas a la interlocución política con dirigentes sociales, políticos y gremiales y con formadores de opinión.
126
Anexos
127
129
Crédito Individual
Crédito Grupal e Individual
Crédito Individual
FIE
PRODEM
Los Andes
Caja Los Andes. Documento Interno.
Crédito Grupal e Individual
Ecofuturo
Fuente:
Productos
Crédito Grupal e Individual
Institución
BancoSol
Endeudamiento total con el sistema
no mayor a 2.5 veces su patrimonio neto.
de la familia.
Cuota ideal hasta el 85% de la
disponibilidad.
Endeudamiento con Los Andes no
mayor al patrimonio del prestatario.
Hasta el 100% del patrimonio del
prestatario
Hasta 100% del capital y el 75% del
patrimonio del prestatario
No existe nivel máximo en relación
a patrimonio del prestatario
Características del endeudamiento
De acuerdo a capacidad de pago.
Cuota máxima es la disponibilidad
Hasta 50% del Ingreso
Hasta 100% del ingreso
Hasta 70% del ingreso neto para
antiguos y 50% para nuevos
Cuota a Pagar
Hasta 70% del ingreso neto
Productos para la Microempresa por Oferente
1. Ofertas a la Microempresa
130
6-12 meses
2 años
1 año
FIE
PRODEM
Los Andes
No
No
No
No
No
Experiencia crediticia
Caja Los Andes. Documento Interno.
6 meses
8-12 meses
BancoSol
Ecofuturo
Fuente:
Antigüedad de la
Empresa
Institución
No
No
No
No
No
Vivienda Propia
Requisitos Exigidos para la Microempresa
131
Individual: 30 meses
Grupal: 15.000
Individual: 20.000
20.000
Grupal: 1.000
Individual: 5.000
Fassil
FIE
PRODEM
Fuente:
Hasta 3% del patrimonio Capital de trabajo: 3
de Los Andes (360.000) años
Activo Fijo: 5 años
Libre disponibilidad:
3 años
Vivienda y PyME
hasta 10 años
60 meses
Grupal: 24 meses
Individual: 36 meses
Grupal: 36 meses
Individual: 5 años
Caja Los Andes. Documento Interno.
Los Andes
Grupal: 6 meses
Grupal: 5.000
Individual: 20.000
Ecofuturo
Grupal: 36 meses
Individual: 60 meses
Grupal: 3.000 a 12.000
Individual: 30.000
BancoSol
Plazo máximo
Máximo $us
Institución
Prendas con y
sin inscripción
Hipotecaria de
inmueble o
vehículo y
combinación
Ídem
Ídem
Ídem
Ídem
Personal
Prendas
e hipotecas
Garantías
Constantes
Variables
(crecientes,
decrecientes.
Irregulares)
Ídem
Ídem
Ídem
Ídem
Constantes y
variables
Tipo de Cuota
Moneda
Bs
Us
Us
Bs
Bs
Us
Ídem
Ídem
Bs
Us
MDV
Condiciones de los Créditos a la Microempresa
Fija: 17-30
Variable: desde 15
durante 18 meses
y 13.5 en adelante,
llegando a 30
Tasa depende de
monto solicitado y
garantía
27-29
30-27.6
30
29
Grupal: 27-31
Individual: 24-33
30
22-32
24-30
Tasa anualizada
% $us
132
Fuente:
Créditos para capital de operaciones, capital de
inversión, vivienda o libre disponibilidad
Hipotecario, hipotecazo, regalazo, prehipotecazo,
rapidazo
Crédito para la Mediana Empresa
Crédito para medianas exportadoras (con asistencia de
FONDESIF)
Crédito PyME
Producto
Empresas con activos mayores a $us 20.000 y ventas
mensuales mayores a $us 6.000
Empresas con patrimonio mayor a $us 20.000 desde
$us 3.000 a 3% del patrimonio de PRODEM
Empresas con patrimonio mayor a $us 20.000 sujeto
a evaluación
Empresas con activos mayores a $us 20.000
Características del mercado
1-2 años
8-12 meses
1 año
PRODEM
Los Andes
$us 20.000
$us 20.000
Patrimonio Mínimo
No
Fuente: Caja Los Andes. Documento Interno.
Antigüedad
1 año
Institución
FIE
Requisitos en Créditos para Pequeña Empresa
Caja Los Andes. Documento Interno.
Los Andes
Fortaleza
PRODEM
FIE
Institución
Productos Ofertados
2. Ofertas a la Pequeña y Mediana Empresa
133
3 años
2 años
5 años
10 años
5 años
10 años
Plazos capital
Plazos p Inversión
trabajo
Caja Los Andes. Documento Interno.
Depende del
tamaño de la
empresa
Los Andes
Fuente:
5.000
50 (igual que
microcrédito)
Monto
Mínimo $us
PRODEM
FIE
Institución
Fijas o variables
Constante
Constante
Tipo de Cuota
6 meses para
capital inversión
y 3 para capital
de trabajo
No
No
Periodo de gracia
Condiciones del Crédito a Pequeña Empresa
Fija: más $us
300.000: 8.5% y
para $us 20.000:
13.5% hasta 18
meses
Variable: A partir de
18 meses mayor a
$us 300.000: 7%
+TRE y para
$us 20.000, 12%
+ TRE
15.96 a 18%
13 a 18%
Interés $us
134
Fuente:
Caja Los Andes. Documento Interno.
Los Andes
Caja de Ahorro con tarjeta de débito
DPF
Caja de Ahorros
DPF
Pasanaku
Caja de Ahorro con tarjeta Inteligente
Ahorro programado
FIE
PRODEM
Producto
Caja de Ahorros
DPF
DPF Individual
DPF Mancomunado
DPF Persona Jurídica
DPF al Portador
Institución
BancoSol
3. Productos de Ahorro Ofertados
Otros servicios
Giros nacionales e internacionales
por Western Union, tarjetas con
removibles
Tarjetas de débito con Chip Sol Seguro
para Niños ($us 0.99)
Pago de servicios, giros, tarjeta
de crédito y boletas de garantía
Giros al exterior.
Viaméricas (Transferencias con USA)
Pago de Servicios
Compra y venta de moneda extranjera.
Giros nacionales e internacionales
por Western Union.
Venta se SOAT
Giros nacionales e internacionales
por Western Union
Tarjetas de débito
Boletas de garantía
Pago de servicios
Público de clase media, media baja
y popular
Público de clase media popular
Público de clase popular
Características del mercado
Clase popular y baja
Muy poco de clase media
Principales abreviaturas y siglas
ACCESO
Fondo Financiero Privado ACCESO S.A. FFP
AGROCAPITAL
Agrocapital
ANED
Asociación Nacional Ecuménica de Desarrollo
ASOFIN
Asociación de Entidades Financieras Especializada en
Micro Finanzas
BANCOSOL
Banco Solidario S.A.
BID
Banco Interamericano de Desarrollo
CAF
Corporación Andina de Fomento
CIDRE
Centro de Investigación y Desarrollo Regional
COSUDE
Cooperación Suiza de Desarrollo
CRECER
Crédito con Educación Rural
DE LA COMUNIDAD
Fondo de la Comunidad S.A. FFP
DIAKONIA
Fondo Rotativo de Inversión y Fomento
ECOFUTURO
Eco Futuro S.A. FFP
FADES
Fundación para Alternativas de Desarrollo
FASSIL
Fondo Financiero Privado FASSIL S.A. FFP
FIE
Fondo Financiero Privado para el Fomento de Iniciativas Económicas S.A. FFP
FFPs
Fondos Financieros Privados
FINRURAL
Asociación de Instituciones Financieras para el Desarrollo Rural
FONDECO
Fondo de Desarrollo Comunal
135
FONDESIF
Fondo de Desarrollo del Sistema Financiero
FORTALEZA
Fondo Financiero Privado Fortaleza S.A. FFP
FUNDAPRO
Fundación para la Producción
FUMBODEM
Fundación Boliviana para el Desarrollo de la Mujer
IDEPRO
Instituto para el Desarrollo de la Pequeña Unidad Productiva
LOS ANDES
Caja de Ahorro y Préstamo Los Andes S.A. FFP
MyPE
Micro y Pequeña Empresa
NAFIBO
Nacional Financiera Boliviana S.A
ONGs
Organizaciones no Gubernamentales
PROCREDITO
Asociación Procrédito
PRODEM
Fondo Financiero Privado Prodem S.A. FFP
PROMUJER
Programas para la Mujer
SARTAWI
Servicio Financiero Rural Sartawi
SBEF
Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras
SFR
Sistema Financiero Rural
136
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