Esta ficha técnica ya no se actualiza. La información actualizada está disponible en la ficha técnica sobre el FMI y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El FMI y los Objetivos de Desarrollo del Milenio Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) son una serie de metas que fueron acordadas por la comunidad internacional para reducir la pobreza a la mitad y mejorar la situación de los grupos más desfavorecidos del mundo en 2015. El FMI contribuye a este esfuerzo ofreciendo a los países asesoramiento, asistencia técnica y crédito, y movilizando el respaldo de los donantes. En colaboración con el Banco Mundial, examina los avances en la consecución de los ODM en un informe anual. Los ocho objetivos En septiembre de 2000, con ocasión de la reunión Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, los líderes mundiales fijaron ocho objetivos de desarrollo específicos y cuantificables para 2015 que actualmente se conocen como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Los siete primeros se centran en erradicar la pobreza extrema y el hambre; alcanzar la educación primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la potenciación de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades, y asegurar la sostenibilidad del medio ambiente. El octavo objetivo propone un pacto mundial para fomentar el desarrollo fijando metas con respecto a la asistencia, el comercio exterior y el alivio de la deuda. En marzo de 2002 la comunidad internacional avanzó significativamente en este esfuerzo al adoptar, en Monterrey, México, una estrategia de dos pilares para que la sostenida aplicación de políticas sólidas y la buena gestión de gobierno en los países de bajo ingreso se complementen con un respaldo internacional más eficaz y de mayor volumen, así como condiciones económicas y comerciales internacionales propicias para el desarrollo. El logro de los ODM El FMI ayuda a los países pobres de muchas formas a alcanzar los altos niveles de crecimiento sostenido que sientan las bases para reducir la pobreza, entre ellas a través de asesoramiento en materia de políticas, asistencia técnica, respaldo financiero y alivio de la deuda. Asimismo, mediante los esfuerzos que despliega para conseguir aumentos de la asistencia externa, la apertura de los mercados para las exportaciones de los países en desarrollo y el mantenimiento de un entorno económico sano y propicio a escala internacional, procura garantizar que las políticas de los países desarrollados respalden los esfuerzos de desarrollo de los países de bajo ingreso. En ese sentido, el FMI incrementó rápida y sustancialmente el financiamiento a disposición de los países de bajo ingreso durante la crisis internacional, ayudándolos a implementar políticas anticíclicas y, en particular, a proteger el gasto social y el gasto en otros ámbitos prioritarios. Además, flexibilizó los instrumentos de financiamiento concesionario para atender mejor las necesidades de estos países. La reforma también brinda alivio excepcional en materia de intereses (por ejemplo, tasa cero para los préstamos en Departamento de Comunicaciones Washington, D.C. 20431 Teléfono 202-623-7300 Fax 202-623-6278 Dirección de la ficha técnica en Internet: http://www.imf.org/external/np/exr/facts/spa/mdgs.htm -2condiciones concesionarias hasta el final de 2014) y una ampliación permanente de la concesionalidad. Debido a las presiones para alcanzar los ODM en 2015, el FMI se ha esforzado aún más en ayudar a los países a evaluar las consecuencias macroeconómicas de la intensificación de sus esfuerzos de política y de un mayor respaldo financiero externo. En este contexto, el FMI alienta a los países a formular y analizar distintos marcos de política para alcanzar los ODM y a emplear estos marcos para sustentar sus estrategias de reducción de la pobreza. Este marco hipotético suele incluir, por ejemplo, una proyección realista que supone que las políticas se aplican acertadamente y un respaldo continuo de los donantes basado en las tendencias y expectativas actuales. Otra proyección más ambiciosa tendría en cuenta las limitaciones administrativas y de absorción para identificar políticas que puedan aliviar estas dificultades, de modo que el país pueda asumir una trayectoria de mayor crecimiento. Ello puede ayudar a los países a tener en cuenta los ODM en el diseño de sus políticas y ofrece a los donantes una guía para determinar la capacidad que tienen los países de absorber mayores niveles de asistencia y aprovechar eficazmente esos recursos. Cada vez más se reconoce que la estabilidad macroeconómica y el crecimiento dependen en gran medida de factores estructurales e institucionales. Por lo tanto, en sus esfuerzos por alcanzar los ODM, el FMI colabora estrechamente con organismos asociados, sobre todo el Banco Mundial, pero también con otros proveedores multilaterales y bilaterales de asistencia y financiamiento. Medición de los avances El Informe sobre seguimiento mundial es un informe anual que tiene por objeto evaluar la manera en que el mundo está implementando las políticas y medidas necesarias para la consecución de los ODM y programas conexos. Se trata de una obra conjunta del Banco Mundial y el FMI en colaboración con otros socios internacionales. Este informe esboza las perspectivas de logro de los ODM y evalúa el respaldo de la comunidad internacional. El Informe sobre seguimiento mundial 2013, el décimo de la serie anual, confirma que la importante meta de recortar a la mitad la indigencia medida en términos del ingreso para 2015 se alcanzó en 2010, antes de lo previsto. La meta de reducir a la mitad la proporción de personas que viven sin acceso a agua potable y la de lograr una mejora significativa en las vidas de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para 2020 también se alcanzaron en 2010. La meta de eliminar la disparidad entre los sexos en la enseñanza primaria quedó cumplida en 2010. Se han logrado avances a nivel mundial hacia la eliminación de la disparidad entre los sexos en la educación primaria y secundaria. Análogamente, ha habido un avance claro hacia las metas de hacer realidad la enseñanza primaria universal. Sin embargo, el progreso mundial global hacia las metas vinculadas a la salud no ha sido estelar, y muchos países probablemente no alcancen los ODM vinculados a la mortalidad infantil y materna ni al acceso a servicios sanitarios. Acelerar el avance hacia el logro de estos ODM no solo es aconsejable, sino que también generaría efectos indirectos positivos. Además, según el informe de 2013, existen disparidades entre las zonas rurales y urbanas en términos del desarrollo, y a medida que los centros urbanos continúen su inexorable crecimiento durante las dos próximas décadas, una estrategia integrada para manejar mejor la fórmula planificación-conexión-financiación de la urbanización puede facilitar el logro de los ODM. El avance regional hacia el logro de los ODM es más diverso. En un extremo del espectro, la región de Asia oriental y el Pacífico está bien encaminada para alcanzar la mayoría de los ODM, excepto el de una tasa de finalización del ciclo primario de 100%. En el otro -3extremo, parecería que África subsahariana no logrará la mayoría de los ODM. Con todo, cabe señalar que, teniendo en cuenta los difíciles puntos de partida, las demoras en las reformas de las políticas y del crecimiento, y la fragilidad de las condiciones, estos países han realizado un avance significativo en términos absolutos, particularmente en lo que respecta a los ODM que el mundo entero tiene dificultades para alcanzar. Apoyándose en las iniciativas nacionales y en el respaldo internacional, estos países necesitan acelerar el crecimiento y afianzar un círculo virtuoso de desarrollo a través de políticas económicas acertadas, fortalecimiento institucional y mejoras de la infraestructura. El programa de desarrollo para después de 2015 El debate sobre el programa de desarrollo de las Naciones Unidas para después de 2015 está avanzando en varios ámbitos de los procesos intergubernamentales, los cuales culminarán en negociaciones formales entre los estados miembros de las Naciones Unidas, a partir de finales de 2014. Un informe preparado por el Secretario General de las Naciones Unidas, que debe finalizarse para octubre-noviembre de 2014, servirá de base para estas negociaciones. Se prevé que este debate concluirá en una cumbre de las Naciones Unidas que se celebrará en septiembre de 2015, y que comenzará la transición hacia la etapa posterior a los ODM. En este contexto, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha formado un Grupo de Trabajo Abierto (GTA), integrado por países miembros, para analizar y proponer nuevos objetivos de desarrollo sostenibles (ODS), así como un comité de expertos sobre financiamiento del desarrollo sostenible. Ambos grupos concluirán su labor para septiembre de 2014. Un Grupo de Tareas del Sistema de las Naciones Unidas, al cual pertenece el FMI, continúa realizando aportes analíticos y brindando respaldo técnico a estos procesos, y presentó un informe, en el que ponía de relieve principios fundamentales que deberían sustentar el programa de desarrollo para después de 2015. Otro documento clave que ha tenido una gran repercusión positiva en todo el mundo, es el informe del Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes, nombrado por el Secretario General de las Naciones Unidas, presentado en mayo de 2013. En una carta conjunta al Secretario General, los jefes de los bancos multilaterales de desarrollo, el Banco Mundial y el FMI celebraron en particular el llamado general hecho por este Grupo de Alto Nivel a favor de implementar una agenda universal que impulse cinco grandes cambios transformativos: 1) No olvidarse de nadie y finalizar los ODM, pasando de reducir a erradicar la pobreza extrema, en todas sus formas. 2) Colocar el desarrollo sostenible en el centro de la agenda, integrando las dimensiones sociales, económicas y medioambientales de la sostenibilidad. 3) Promover una profunda transformación económica que genere un salto cuántico hacia adelante en términos de oportunidades económicas, creación de empleo y crecimiento inclusivo. 4) Construir instituciones pacíficas, eficaces, abiertas y responsables para todos, pero también reconocer que la paz y la buena gobernanza son elementos esenciales para el proceso de desarrollo. 5) Forjar una nueva alianza mundial, en la que la comunidad internacional vaya más allá de una agenda para la asistencia, y que incluya reducir la corrupción, los flujos financieros ilícitos y la evasión de impuestos; luchar contra el cambio climático; apoyar el comercio libre y justo, la innovación, transferencia y difusión de tecnología, y promover la estabilidad financiera. -4- Aceleración del progreso para la consecución de los ODM: Programa de seis puntos Mantener y ampliar el impulso hacia el crecimiento Un crecimiento vigoroso e incluyente debe ser un objetivo central de la estrategia de consecución de los ODM. Se requieren esfuerzos concertados para estimular el crecimiento en los países de África y los Estados frágiles rezagados. Las políticas macroeconómicas bien concebidas, un clima propicio para la inversión privada (entorno regulatorio, infraestructura) y una adecuada gestión de gobierno son factores esenciales para el crecimiento vigoroso e incluyente. Es preciso realizar un cuidadoso seguimiento de los riesgos que afectan al crecimiento de los países en desarrollo dadas las tensiones imperantes en los mercados financieros internacionales y los elevados precios del petróleo y los alimentos. Lograr mejores resultados en cuanto a desarrollo humano Incrementar el gasto público en enseñanza y salud no es la respuesta; la calidad y equidad del gasto son factores igualmente importantes. Al elaborar políticas e intervenciones deben tenerse en cuenta los fuertes vínculos entre resultados en materia de salud y educación, nutrición infantil y factores ambientales tales como agua y saneamiento, contaminación y cambio climático. Integrar el desarrollo y la sostenibilidad ambiental Lograr la sostenibilidad ambiental debe formar parte de la labor básica de desarrollo, para generar las máximas sinergias posibles. En el caso de los países dependientes de recursos naturales, una gestión adecuada de los recursos reviste decisiva importancia para un crecimiento sostenible. Los países en desarrollo serán los que más sufran los efectos del cambio climático y son los que están en condiciones menos favorables para adaptarse; el desarrollo es, para ellos, la vía más directa para lograrlo. La mitigación de las emisiones de carbono requerirá financiamiento y transferencia de tecnología a los países en desarrollo. Ese respaldo no debería distraer recursos de otros programas de desarrollo. Aumentar la ayuda y potenciar su eficacia A pesar de las presiones fiscales internas a las que se encuentran sometidos, los donantes tradicionales deben acelerar la prestación de ayuda en consonancia con los compromisos asumidos, particularmente con respecto a los países de bajo ingreso y a los países frágiles que ofrecen promisorias oportunidades de aumento de esa asistencia. La cambiante arquitectura de la ayuda promete más recursos e innovaciones; pero además plantea nuevos desafíos en cuanto a eficacia y coherencia de la ayuda dada la creciente diversidad de la comunidad de donantes. Hacer uso del comercio para un crecimiento vigoroso, incluyente y sostenible Concluir expeditivamente la Ronda de Doha sobre comercio internacional. Los programas de ayuda para el comercio para fortalecer la logística del comercio, con el respaldo de la liberalización de los servicios, promueven en importante medida la competitividad de los países pobres y su capacidad de aprovechar oportunidades comerciales. Apalancar el respaldo de las instituciones financieras internacionales (IFI) para un desarrollo incluyente y sostenible El hecho de que el papel de las IFI en materia de financiamiento se esté reduciendo no les resta importancia. El impacto logrado a través del apalancamiento del respaldo que ofrecen esas instituciones sigue siendo esencial para la adopción de medidas colectivas en materia de desarrollo (los ODM y resultados conexos) y los bienes públicos regionales/mundiales, como el cambio climático, cuya importancia va en aumento. Es importante y oportuno adaptar la estrategia al objetivo de incrementar la diferenciación de los clientes y el cambio mundial iniciado por varias IFI. INFORMACIÓN ACTUALIZADA EN ABRIL DE 2014