ESCUCHAME ……. TENGO TDA !!! El trastorno por déficit de atención o TDA - TDAH es un trastorno caracterizado por un grupo de síntomas entre los que destacan: 1. La inatención o la dificultad para sostener la atención por un período. 2. La impulsividad. (incremento en la cantidad de errores que un sujeto comete, por falta de capacidad en tomarse el mínimo tiempo necesario que se requiere para elaborar una respuesta correcta). 3. La hiperactividad (en algunos casos). 4. La dificultad para postergar gratificaciones. 5. Los trastornos en la conducta social y escolar. 6. Las dificultades para mantener cierto nivel de organización en la vida y las tareas personales (el estudio, el trabajo, la vida de relación). 7. El daño crónico en la autoestima como consecuencia de los escasos logros que se obtienen a causa de estas dificultades. 8. Dificultad para seguir reglas. 9. Dificultad para procesar información de tipo auditivo o verbal. La falta de atención en este caso es crónica y afecta seriamente el rendimiento intelectual de la persona quien, siendo inteligente, debe soportar una sensible disminución de sus logros. El diagnóstico lo hacen los expertos en esta área: los pediatras, neurólogos, psiquiatras, psicólogos y psicopedagogos. Ser inteligente y tener bajo rendimiento en las actividades intelectuales que se realizan no son los únicos inconvenientes del trastorno. También padecen y hacen padecer a otros las consecuencias que éste le ocasiona en el ámbito escolar, familiar y en el ámbito laboral. Estas dificultades suelen conducir a veces a erróneas interpretaciones por parte de quien realiza el diagnóstico, quien suele atribuirlas a dificultades en las motivaciones personales o, en otros casos, a un irrefrenable impulso a molestar, agredir o desconsiderar a otros, o también a una tendencia a experimentar una insatisfacción crónica a lo largo de la vida. La triada sintomática básica del TDA – TDAH consiste en: inatención, impulsividad y, a veces, hiperactividad. Es importante considerar que las dificultades en el aprendizaje suelen ser el principal motivo por el que los padres consulten a los neurólogos, psicoterapeutas y psicoanalistas infantiles. Los trastornos de aprendizaje o conducta en el entorno escolar constituyen una fuente de preocupación para los padres, pues con frecuencia son indicadores de que algo no funciona bien en el niño y esto puede conducir a que sea rechazado por sus compañeros o la institución o, sencillamente, que no pueda realizar lo que si pueden niños de la misma edad. En el ámbito escolar los niños interactúan con extraños, ponen a prueba sus aptitudes intelectuales y allí se pueden comparar sus rendimientos con los de otros niños de su misma etapa evolutiva. Además, todas las dificultades que un niño presenta en el ámbito familiar pueden haber sido sobredimensionadas, minimizadas, negadas o admitidas por vía de las racionalizaciones más sorprendentes. Es de máxima importancia entonces que quien vea dificultado su progreso intelectual cuente con todos los recursos posibles para superar esas dificultades, apelando a todos los tratamientos con los que contamos en la actualidad antes de abandonar los estudios. Las dificultades que durante la infancia afectan sobre todo al aprendizaje y en parte la conducta en el caso de no recibir tempranamente el tratamiento indicado, durante la adolescencia suelen transformarse en serios trastornos de conducta y del aprendizaje. Los principales problemas que presentan en la escuela son: problemas de atención y aprendizaje y/o trastornos de conducta. Las características distintivas típicas del TDA son: A menudo están como soñando despiertos o perdidos en la niebla. A menudo están como preocupados por algo. A menudo están como confusos o confundidos y perdidos en sus pensamientos. A menudo se muestran como apáticos y desmotivados. Frecuentemente son lentos. Tienen la mirada fija. Dejan las tareas sin terminar, olvidan realizar los deberes. Presentan desorganización crónica, Son pasivos y tímidos en sus relaciones. (salvo los que tienen hiperactividad). Los trastornos de aprendizaje que presentan se detectan de manera más fácil en los TDAH. El aprendizaje se ve afectado de la siguiente manera: La primera etapa de aprendizaje consiste en el ingreso de la información a través de los distintos canales de la percepción. Si el sujeto no puede sostener la atención en el estímulo el tiempo suficiente, la información va a ingresar parcial o confusamente, ya que la atención es la función encargada de localizar la percepción en un estímulo determinado durante la fracción de tiempo necesaria para que el estímulo pueda ser comprendido y fijado por la memoria. Otra de las vías que utilizamos para incorporar información durante el aprendizaje es la lectura. Esta actividad necesita del sostenimiento de la atención por largos períodos ya que ésta debe mantenerse en un estímulo visual monótono, lo que hace más difícil la concentración. Al no existir estímulos luminosos y auditivos cambiantes, la atención se dispersa con más facilidad. Es por eso que suelen llegar al final de una página sin recordar que leyeron y tienen entonces que releer y se torna en una actividad angustiosa en lugar de placentera. En cuanto a los trastornos de conducta, la impulsividad está asociada a que el niño está poco dispuesto a postergar gratificaciones, quiere obtener lo que desea en el momento que él desea y además tiende a actuar sin medir las consecuencias de sus actos. Esto quiere decir que una adquisición de la madurez es cierta capacidad de postergación de la gratificación y cierto desarrollo de la capacidad de pensar en lugar de actuar. La impulsividad y fácil distracción los lleva a extraviar constantemente objetos personales. Son notoriamente desordenados y desorganizados. manera desordenada. Cuando aprenden también lo hacen de Tienen un alto umbral de tolerancia al dolor, por lo que los castigos físicos no funcionan como amenaza, al margen de que esta no es una metodología adecuada. Ningún trastorno de conducta o de aprendizaje se mejora con los castigos físicos y menos aun una conducta impulsiva. La violencia física además de ser un abuso de poder, sólo genera resentimiento y el anhelo de crecer para poder escapar del autoritarismo parental. En cuanto a los trastornos emocionales, a pesar de aparentar lo contrario, una de las consecuencias emocionales más frecuentes y negativas, es el daño a la autoestima debido al sostenido fracaso escolar a lo largo de los años. Son niños inteligentes pero tienen malas notas y finalmente se auto descalifican para las actividades escolares. Son injustamente calificados como tontos o en el mejor de los casos haraganes o vagos. En este caso la psicoterapia individual cumple una función fundamental e insustituible para el paciente. Dentro del entorno familiar, se perciben como niños habitualmente más inmaduros que el resto de los hijos, algunos temerosos de la oscuridad, inseguros y dependientes. La mayoría de los padres enfrentan un reto constante en el control de la conducta de su hijo, sobre todo si tiene hiperactividad. Los niños con TDA (no hiperactivo) tienden a provocar irritación en sus progenitores no tanto por lo que hacen sino por lo que dejan de hacer. Ponen a prueba su capacidad de tolerancia y suelen ser motivo de discordia. Los padres se disgustan por la incapacidad para concluir con todas las tareas, el constante olvido de realizar los deberes escolares, su lentitud y distracción y desorganización crónica. ALGUNOS CONSEJOS PARA LOS PADRES * Dé órdenes simples y claras. * Sea específico. * Asegúrese de que cuando le dé una orden exista contacto visual. * Reduzca al máximo los estímulos externos, cuando el niño deba concentrarse en alguna actividad. * Pídale al niño que repita las instrucciones, para verificar si las comprendió. * Prepárese para repetir las instrucciones más de una vez y piense que si no fueron retenidas, esto no implica necesariamente una desconsideración hacia usted, ni falta de respeto. El déficit de atención no depende únicamente de la voluntad. * Mantenga las cosas y el estilo de vida lo más organizado posible, haga listas o programas escritos para que su hijo pueda retener la información. * Prepárese para funcionar con esta estructura por varios años. * Si el niño está sobre excitado llévelo a su cuarto, que se quede solo, no como castigo sino para que use ese tiempo para pensar en lo que sucedió. Hágalo sin discutir y que se quede ahí 5 o 10 min. Durante ese tiempo que no vea TV y al final solo recuérdele por qué estuvo ahí, de lo contrario olvidará lo que sucedió y no sabrá el motivo por el que estuvo sancionado. * NUNCA apele al castigo físico. * Tenga siempre en cuenta que el uso excesivo de castigos para corregir la mala conducta es peligroso pues conduce a un daño crónico en la autoestima del niño que se siente sometido a la autoridad. * Es importante también realizar refuerzos positivos de las cosas que el niño ha hecho bien. Esto incrementa su autoestima, la autoconfianza y permite al niño ver que puede ser diferente. Al mismo tiempo señale desde lo positivo que se espera que él pueda mejorar aún más. Esto promueve el ánimo y lo motiva para el cambio. Aunque la conducta positiva es lo esperable no hay que dejar de señalarla cuando aparece. * No premie solamente sus mejorías, valore y premie también su esfuerzo para mejorar. * Lo que usted pretende mostrar es que usted presta atención a su nueva buena conducta. El concepto es que cuando una buena conducta es señalada es más fácil que se repita. * Enséñele de buena manera a ser ordenado y para ello escríbale un una hoja las tareas diarias a realizar. * Mantenga un contacto periódico con la escuela. * No le haga realizar tareas ni estudio apenas regrese de la escuela. Necesita tiempo para descargar energía y después concentrarse. * Ayúdelo a organizarse con el tiempo de estudio y la tarea. * Realice un calendario semanal y revíselo periódicamente. * Enséñele a tener ordenados sus útiles, libros y material de estudio. * No proteja a su hijo de las consecuencias de sus actos, pues de este modo le impide aprender de la experiencia. Enséñele que sus actitudes tienen consecuencias para él mismo o los otros y que las debe considerar cuando actúa. Cometer errores y aprender de la experiencia es quizá el mejor método de aprendizaje. * Permita que se ejercite diariamente, esto propicia una mejor concentración. * Es importante que el tratamiento sea interdisciplinario: farmacológico, psicoterapéutico y psicopedagógico. Así, todos los enfoques serán considerados complementarios y no excluyentes. *Exprésele su amor, tanto como le sea posible !!!! Departamento de Psicopedagogía