DEPORTE Y TDAH Autora: Rocío Parrado Parrado. Responsable del Grupo de Trabajo de Psicología del Deporte de la Delegación de Córdoba del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental. Debido a mi experiencia como psicóloga tanto en el ámbito de la clínica como en lo deportivo, me he encontrado un gran número de personas, sobre todo niños, con Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad que practican diversas modalidades deportivas. El Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad o TDAH es un trastorno que presenta dos conjuntos principales de síntomas: Falta de atención: No prestan atención a los detalles, cometen errores por descuido, parecen que no escuchan cuando se les habla directamente, no siguen las instrucciones, se distraen fácilmente, etc. Hiperactividad-impulsividad: se muestran excesivamente activos (tanto motora como mental), responden antes de completar la pregunta, o lo hacen cuando no es su turno… Todos estos síntomas empeoran en situaciones que exigen atención o esfuerzo mental sostenido, sobre todo en las que no son atractivas para ellos, o en situaciones de grupo. Pueden atenuarse en las que hay un estricto control, en situaciones novedosas o gratificantes y en relaciones personales uno a uno. Hay varios motivos por lo que hay gran número de estas personas practicando distintos tipos de deportes, siendo uno de ellos que la mayoría de profesionales (neurólogos, psicólogos, psiquiatras, etc) les recomienda dicha práctica, ya que se ha demostrado que ello conlleva a mejorar su comportamiento, mejorar el autocontrol, la disciplina, aumentar la capacidad de atención y canalizar las emociones negativas así como la agresividad. Aunque el deporte es muy beneficioso, quisiera mencionar que no cualquiera es válido y adecuado para estas personas. Según las características expuestas anteriormente, los deportes que requieren un trabajo en equipo, suelen ser más desafiantes y todas las ventajas comentadas desaparecen. Los deportes individuales (natación, tenis, pádel, etc.) suelen ser mejores. Es más fácil concentrarse cuando se tiene un contacto directo con el entrenador. Me gustaría hacer énfasis en la idoneidad de la práctica de cualquier modalidad de Artes Marciales para estas personas, ya que en ellas se enseña disciplina y autocontrol. Las instrucciones son muy claras y sencillas y fomentan un absoluto control mental y físico. Se usan bastantes rituales y rutinas, lo cual produce un comportamiento automático. Todas estas características son muy beneficiosas para la mejora del TDAH. También decir que últimamente he tenido bastantes consultas por parte de entrenadores, maestros, etc., sobre información del trastorno, de características de estas personas, y de pautas de actuación de ellos para facilitarles el aprendizaje, aspecto éste que se ampliará en próximos artículos.