RESTAURANDO LA DIGNIDAD: Una Caja de Herramientas para

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RESTAURANDO LA DIGNIDAD:
Una Caja de Herramientas
para que las Comunidades Religiosas
Eliminen la Violencia contra la Mujer
ACERCA DE LA ORGANIZACIÓN
Los líderes religiosos y las comunidades de fe tienen la autoridad moral y la responsabilidad de trabajar en conjunto, con un espíritu de colaboración
multirreligiosa para promover y proteger la dignidad inviolable de las mujeres y niñas. Las personas
de fe tienen un potencial único e inigualable como
líderes morales y espirituales que serán poderosos
agentes de prevención, educación e incidencia
para acabar con la violencia contra las mujeres.
Religiones por la Paz construye, equipa e interconecta la Red Mundial de Mujeres de Fe, los Consejos Interreligiosos y la Red Juvenil Interreligiosa
Mundial para aprovechar el poder mayormente
inexplorado de la cooperación multirreligiosa con
el fin de detener la guerra, poner fin a la pobreza
y proteger la tierra. Religiones por la Paz, fundada
en 1970 como una organización internacional
no sectaria, actualmente es la mayor coalición de
comunidades religiosas del mundo, con consejos
interreligiosos afiliados en seis regiones y más de
90 países. Religiones por la Paz promueve, a través
de la acción común, una noción positiva de la paz
en donde el bienestar de uno está profundamente
interconectado con el bienestar de todos.
ÍNDICE
Compartimos la convicción de la unidad fundamental de
la familia humana y la igualdad y la dignidad de todos los
seres humanos. Afirmamos la santidad de la persona y la
importancia de su libertad de conciencia.
— Octava Asamblea Mundial de Religiones por la Paz, Kioto, Japón (2006)
INTRODUCCIÓN: EL PODER DE LA RELIGIÓN
EN LA FINALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Trabajando juntos para defender la dignidad de todos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Colaboración multirreligiosa para eliminar la Violencia contra la Mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Cómo utilizar esta caja de herramientas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
SECCIÓN 1: ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Defendiendo la dignidad inviolable y los Derechos de las Mujeres y Niñas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Visión general de la Violencia contra la Mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Diferentes formas de Violencia contra la Mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Vínculos de la Violencia contra la mujer con otras crisis mundiales:
— La Intersección de la Violencia contra la Mujer y el VIH y el sida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
— La Intersección de la Violencia contra la Mujer y la pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
— La Intersección de la Violencia contra la Mujer y la guerra y los conflictos. . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
SECCIÓN 2: RECUPERANDO LA DIGNIDAD – COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
El imperativo religioso para terminar con la Violencia contra la Mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Educación y Sensibilización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Prevención. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Incidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Retiro Interreligioso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Apoyo y Cuidado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Abordando la Justicia: Poniendo fin a la impunidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Asociación con los Medios de Comunicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Monitoreo y Evaluación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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ANEXO
Religiones por la Paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Red Mundial de Mujeres de Fe. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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INTRODUCCIÓN
Trabajando juntos para defender
la dignidad de todos
COLABORACIÓN
MULTIRRELIGIOSA
PARA TERMINAR
CON LA VIOLENCIA
CONTRA LA MUJER
Cada tradición religiosa expresa la
dignidad fundamental y los derechos
inalienables de todo ser humano.
Aun así, con mucha frecuencia, las
mujeres y las niñas son atrapadas en
ciclos de violencia interminables. De
los llamados crímenes de honor a la
violencia doméstica, al feminicidio, a
la violación, la dignidad y los derechos de las mujeres están siendo
pisoteados. El desproporcionado
impacto de la pobreza y el VIH en
las mujeres y niñas es un resultado
directo de la violencia. Y cuando
la violación y la violencia sexual se
utilizan como una táctica brutal de
combate en situaciones de conflicto
y postconflicto, las mujeres y las
niñas son los blancos particulares.
Los líderes religiosos y las comunidades de fe no pueden permanecer en
silencio cuando tantas niñas y mujeres sufren la brutalidad de este tipo
de violencia.
Esta caja de herramientas está diseñada para los líderes religiosos y las
comunidades, que tienen la responsabilidad moral de prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas,
y proporcionar atención y apoyo a
todos que la han sufrido y padecido.
La caja de herramientas ofrece a los
líderes religiosos y las comunidades
las herramientas para actuar juntos
en colaboración dentro y a través de
las religiones como agentes poderosos de prevención, protección
y apoyo para poner fin a todas las
formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
La violencia contra las mujeres es errónea. Sabemos –cada uno según su
respectiva tradición religiosa –que la verdadera dignidad de cada mujer
es un regalo de Dios. Este regalo de la dignidad es inviolable. No está
otorgada por culturas, estados, sociedades, comunidades o individuos.
No puede ser retirada por ellos. Pero esta dignidad –la verdadera belleza
de ser una persona debe ser respetada, protegida y honrada activamente.
La violencia contra las mujeres es preponderante. Las personas se involucran en la violencia contra las mujeres, pero también hay patrones culturales y sociales que refuerzan o parecen justificar actos de violencia de
los individuos. Algunos han interpretado sus tradiciones religiosas como
apoyando estos patrones de violencia. La honestidad nos llama a reconocer que esto es un error. La violencia contra las mujeres es indescriptiblemente dolorosa para ellas. También daña familias, comunidades y, en
última instancia, a todos nosotros.
La violencia contra la mujer es un asalto directo a la visión positiva de
la paz que es central para cada una de nuestras respectivas tradiciones
religiosas. Como creyentes religiosos comprometidos a cooperar para la
paz, necesitamos trabajar juntos para defender la inviolable dignidad de
las mujeres y las niñas defendiéndolas de la violencia.
Religiones por la Paz está agradecida y orgullosa del liderazgo de las mujeres de fe para hacer frente a este desafío. Sin embargo, es un esfuerzo que
debe ser asumido por todos los creyentes religiosos – hombres y mujeres.
A través del poder de la colaboración multirreligiosa, los líderes y creyentes religiosos pueden trabajar juntos para defender la dignidad de
cada persona. Todos estamos heridos cuando uno de nosotros es violado,
y nos sentimos honrados cuando trabajamos juntos para protegernos
unos a otros.
Esta caja de herramientas está diseñada para ayudar a equipar a los líderes religiosos y las comunidades religiosas para la cooperación multirreligiosa en torno a la educación y la incidencia que son necesarias para
defender la dignidad y los derechos de las mujeres y niñas.
Cada uno de nosotros, nuestras familias y nuestras comunidades recibirán apoyo cuando trabajemos juntos para que las mujeres y las niñas
puedan vivir sin temor, desarrollar su verdadero potencial y vivir el don
inviolable de su dignidad humana.
Dr. William F. Vendley
Secretario General de Religiones por la Paz
INTRODUCCIÓN
Cómo utilizar esta caja de herramientas
Esta caja de herramientas fue diseñada en colaboración con líderes religiosos de países de todo el mundo, para que sea utilizada por las mujeres
y los hombres de fe que trabajan a nivel comunitario, nacional o internacional. La caja de herramientas ofrece a los líderes religiosos, las comunidades de fe y Consejos Interreligiosos las herramientas para llevar a
cabo programas de sensibilización, prevención e incidencia para ayudar
a poner fin a la violencia contra las mujeres.
Sección I, Entendiendo la Violencia contra la Mujer, afirma la centrali-
dad de la movilización de las infraestructuras, activos y recursos religiosos para la acción en respuesta a esta crisis urgente. Esta sección incluye
información de trasfondo sobre la violencia contra las mujeres que puede
ayudar a las personas de fe a educarse sobre el tema y equiparlos para
educar a otros. Esta sección proporciona una visión general de la violencia contra las mujeres y sus diferentes formas; luego, conecta la violencia
contra las mujeres a otros problemas mundiales apremiantes, como el
VIH, la pobreza, las guerras y los conflictos.
Sección II, Comunidades religiosas en acción proporciona recursos e ins-
trumentos prácticos para que las personas de fe puedan utilizar sus trasfondos religiosos —y capital moral y espiritual— para tomar acción para
eliminar la violencia contra la mujer. Esta sección se divide en diferentes
áreas de acción que pueden ayudar a finalizar la violencia contra la mujer.
Estas incluyen la educación y la sensibilización; prevención; incidencia;
organización de un retiro interreligioso; apoya y cuidado; abordar la
justicia y poner fin a la impunidad; asociarse con los medios de comunicación; y monitoreo y evaluación. Hay una herramienta de muestra
correspondiente a cada área de acción que puede ayudar a llevar a cabo
la acción. Las comunidades de fe y los líderes religiosos pueden usar estas
herramientas y desarrollar otras nuevas para efectuar el cambio, ya que se
unen en líneas religiosas y alrededor del mundo para defender y restaurar
los derechos y la dignidad de las mujeres y las niñas.
“Como hombres
y mujeres de religión,
nosotros confesamos en
humildad y penitencia
que muy a menudo
hemos traicionado
nuestros ideales religiosos
y nuestros compromisos
hacia la paz. No es la
religión que hizo fracasar
la causa de la paz, sino
las personas religiosas.
La traición de la
religión puede y debe ser
corregida.”
— 1ra Asamblea Mundial de Religiones
por la Paz, Kioto, Japón (1970)
5
SECCIÓN 1
ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Defendiendo la dignidad inviolable
y los Derechos de las Mujeres y las Niñas
Todas las religiones del mundo aprecian la dignidad inherente de todos
los seres humanos. La violencia contra la mujer amenaza las vidas y el
bienestar de los individuos y las comunidades. Ya no puede ser tolerada
o ignorada. Los líderes religiosos y las comunidades de fe tienen la autoridad moral para aumentar la sensibilización sobre la violencia contra la
mujer y responder de manera sensible a las personas que la sufren.
“Estamos convencidos
que las prácticas, los
prejuicios o las leyes
que impiden la plena
participación de las
mujeres, junto con los
hombres en la vida
política, económica,
social, cultural y religiosa
de sus países son
moralmente indefendibles
y deben ser eliminadas.”
— 3° Asamblea Mundial de Religiones
por la Paz, Princeton, New Jersey,
EE.UU.(1979)
• Como figuras muy respetadas en sus comunidades, los líderes religiosos están singularmente equipados para liderar los esfuerzos de activismo y prevención para poner fin a la violencia contra la mujer. Ellos
tienen el poder de romper el silencio dentro de sus comunidades sobre
la violencia y la impunidad y poner un fin al sufrimiento innecesario.
• Más que cualquier otro representante de la sociedad civil, las personas
de fe tienen la experiencia de servir a las personas y las comunidades
en cuerpo, mente y espíritu, y su experiencia es altamente necesaria en
la tarea interreligiosa de crear un mundo seguro y saludable para todas
las mujeres y niñas.
• Los activos espirituales, morales y sociales de las comunidades religiosas pueden ser utilizados a través de la gama completa de sus estructuras existentes -cuerpos de liderazgo, congregaciones locales, grupos de
mujeres, grupos de jóvenes y organismos especializados. Cuando las
comunidades religiosas reconocen sus valores compartidos, movilizan
sus activos colectivos y trabajan juntos, pueden tener un impacto decisivo en el fin de la violencia contra la mujer.
• Las personas nunca deberían tener que soportar actos que les roben
el derecho a vivir vidas sanas y pacíficas, y las comunidades religiosas deben defender la dignidad inherente de las mujeres. En donde
ha ocurrido la violencia y el trauma, la movilización de la compasión
y la fuerza de las comunidades religiosas es una parte esencial de la
curación y el cuidado de los sobrevivientes. Abordar la justicia y poner
fin a la impunidad de los agresores es una medida preventiva hacia la
erradicación de la violencia contra la mujer.
La religión no tolera la degradación de la dignidad de toda persona. Las personas de fe deben actuar en solidaridad con todas las
sobrevivientes y familias afectadas por la violencia contra la mujer.
Solamente a través de la confidente comprensión de la violencia
contra la mujer y sus vínculos relacionados se puede realizar este
trabajo.
6
ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
SECCIÓN 1
Visión General de la Violencia
contra la Mujer
La violencia contra la mujer es una pandemia mundial. Una de cada tres
mujeres experimentará algún tipo de violencia durante su vida. La violencia contra la mujer atraviesa todas las fronteras sociales, económicas,
culturales, religiosas y políticas. La violencia contra la mujer es un problema en todos los países del mundo.
Esta violencia puede ser física, psicológica o socioeconómica por naturaleza; puede ser perpetrada por miembros de la familia, miembros de confianza de la comunidad, e incluso autoridades. Si bien no hay una causa
específica de la violencia contra la mujer, algunos factores críticos que
la perpetúan incluyen las desigualdades sociales, la falta de conciencia
y comprensión, la pobreza, el abuso de la religión, las guerras y los conflictos políticos, el estigma, el silencio y una cultura de impunidad.
Los líderes religiosos y las personas de fe deben responder a este horrible crimen con compasión y fuerte compromiso para defender el valor
intrínseco de todas las personas. Todas las creencias respetan y promueven la dignidad inviolable de todas las mujeres, los hombres, las niñas
y los niños. Los líderes religiosos y las comunidades religiosas tienen una
enorme influencia moral y espiritual, y por lo tanto tienen un potencial
sin precedentes para ser poderosos agentes de prevención, educación e
incidencia para poner un fin a la violencia contra la mujer. A fin de hacer
esto, es necesario comprender la naturaleza impregnante de la violencia
contra la mujer y como está vinculada con otros desafíos mundiales.
“No son sólo las mujeres
quienes están pagando
un enorme precio por
este prejuicio cultural
y religioso. Todos sufrimos
cuando las mujeres y las
niñas son abusadas
y sus necesidades
están descuidadas.
Al negarles la seguridad
y la oportunidad,
incorporamos injusticia
en nuestras sociedades
y fallamos en aprovechar
al máximo el talento de la
mitad de la población.”
— The Elders, un grupo independiente
de personas eminentes a nivel
mundial (2009)
7
SECCIÓN 1
ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Diferentes formas de violencia
contra la Mujer
Hay muchas formas de violencia contra la mujer que crean un completo
espectro de asalto contra la dignidad de las mujeres y las niñas. Las diversas formas de violencia, y las circunstancias que dan lugar a las mismas,
son bastante diferentes. Cada una de estas prácticas y todas las otras formas de violencia contra la mujer son horribles —así como criminales—
y deben ser condenadas. Un sumario de las principales formas de violencia contra la mujer está a continuación; la lista no es exhaustiva.
• Violación es una relación sexual forzada, no deseada. La violación no
conoce fronteras ya que afecta a mujeres de todas las edades en todos
los países del mundo. La violación incluso se ha perpetrado en bebés
y ancianas. En contextos de guerra y conflicto, la violación es frecuente.
• Ataque sexual es cualquier contacto sexual o comportamiento que
tiene lugar sin consentimiento expreso del destinatario. El ataque
sexual toma muchas formas y es generalizado, ocurriendo en el trabajo, en el hogar o dentro de la comunidad. Nunca debe ser tratado
como algo menos que un delito grave y un crimen. Los perpetradores pueden ser miembros de la familia o miembros de confianza de la
comunidad, pero esto no cambia la gravedad o peligro de sus acciones.
• Violencia doméstica se refiere al comportamiento físico, sexual,
emocional, económico o psicológico en el hogar, dentro de una familia o una relación íntima, que es empleada por una de las partes para
mantener o tomar el control sobre la pareja. Incluye violencia en la
pareja, violación, asalto y agresión en el matrimonio y abuso sexual de
los niños y niñas en el hogar. A nivel mundial, el 40 a 70 por ciento de
todas las mujeres víctimas de asesinato mueren a manos de su pareja1.
• Asesinato por dote es una práctica en la que el marido de una novia
y/o suegros la matan porque sus padres no son capaces de ofrecer el
monto total o satisfacer una demanda de aumento de la dote. Las exigencias de la dote según se afirma, seguirán desempeñando un papel
importante en las mujeres que son quemadas vivas.
8
ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
SECCIÓN 1
• Matrimonio infantil es el matrimonio forzado de una niña menor de
18 años de edad; niñas tan pequeñas como de seis o siete años han sido
víctimas. El matrimonio infantil pone en peligro el bienestar físico,
emocional y espiritual de una niña.
• Feminicidio se refiere al asesinato sistemático de mujeres y niñas. Este
acto extremo culmina en asesinato, pero puede incluir tortura, mutilación, crueldad y violencia sexual. El feminicidio es más notorio en
varios países latinoamericanos y caribeños, aunque también ocurre en
otras regiones. Los abortos selectivos son otra forma de feminicidio, de
mayor incidencia en Asia, particularmente en los países que no valoran a las niñas o cuando hay un límite en nacimientos por familia.
• Mutilación genital femenina se refiere a las prácticas que a menudo
están profundamente arraigadas en nociones tradicionales de la pureza
y la castidad. En el contexto de rituales o ritos de pasaje, las operaciones de ablación, que pueden causar dolor y problemas de salud irreparables, afectan a casi 2 millones de mujeres y niñas cada año. Se estima
que entre 100 y 140 millones de mujeres y niñas en el mundo han sido
objeto de la mutilación de genitales femeninos2. Los líderes religiosos deben defender el derecho de todas las mujeres a vivir vidas sanas
y pacíficas condenando este acto cruel, que a menudo se basa en principios religiosos mal utilizados y malentendidos.
• Homicidio de honor se refiere al asesinato de mujeres debido a su percibida desgracia para el “honor” de la familia o de la comunidad debido
a, por ejemplo, supuesto sexo prematrimonial, supuesto adulterio,
comportamiento inadecuado tal como salir de la casa sin un pariente
masculino, e incluso por haber sido violada. La preservación del honor
es generalmente solapada con el lenguaje religioso, una manipulación
peligrosa de la religión para justificar una práctica inexcusable.
La violencia contra la mujer está íntimamente ligada a otras crisis
y condiciones, por ejemplo, el VIH y el sida, la pobreza, la guerra
y el conflicto.
9
SECCIÓN 1
ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Quebrando el mito
La comprensión de la violencia contra las mujeres varía entre culturas,
regiones y personas. Desafortunadamente, muchas imprecisiones sobre
la violencia contra la mujer son tomadas como verdades. Los líderes
religiosos pueden ayudar a establecer las cosas claras compartiendo los
hechos reales. Estos son sólo algunos de aquellos mitos y las comunidades religiosas deben siempre buscar otras falsedades sobre este crimen
mundial, y luego establecer las cosas claras.
MITO: La violencia contra la mujer es sancionada a nivel religioso.
HECHO: Ninguna fe perdona la violencia contra las mujeres o la degrada-
“…la violencia contra
las mujeres y las niñas
continúa sin disminuir
en todos los continentes,
países y culturas. Tiene
un efecto devastador en
la vida de las mujeres,
en sus familias, y en
la sociedad como un
todo. La mayoría de las
sociedades prohíben esa
violencia —sin embargo,
la realidad es que con
demasiada frecuencia,
está encubierta
o tácitamente perdonada.”
— Ban Ki-Moon, Secretario General
de las Naciones Unidas (2007)
ción de la dignidad de la mujer. Algunos perpetradores pueden tratar de
utilizar la religión como una excusa para abusar de las mujeres y las niñas,
o llevar a cabo prácticas tradicionales nocivas, pero esto es desacertado
y erróneo. La religión defiende la santidad de toda vida, y cualquier abuso
de los derechos de las mujeres es criminal y debe ser tratado como tal.
MITO: La violencia contra las mujeres no es tan generalizada.
HECHO: Desafortunadamente, la violencia contra la mujer es bastante
frecuente. Una de cada tres mujeres en el mundo va a sufrir de algún tipo
de violencia. La violencia contra las mujeres se produce en todo el espectro de nuestras sociedades sin distinción de la raza, la clase, las creencias
religiosas, nivel de educación, la ocupación, el cargo comunitario, o el
trasfondo cultural o étnico de las personas.
MITO: La violencia contra las mujeres es provocada por la víctima.
HECHO: La violencia NUNCA es culpa de la víctima. Esta creencia erró-
nea sostiene que las mujeres ‘piden’ ser violadas a través de su acción
o comportamiento. Para una sobreviviente, experimentar la violencia es
humillante y degradante.
MYTH: No hay nada que podamos hacer para detener la violencia
contra la mujer. La violencia es inevitable, porque los perpetradores “nacen de esa manera” o son enfermos mentales.
HECHO: La violencia contra la mujer no es producto de la biología, sino
que proviene de actitudes y normas aprendidas y desigualdades sociales.
Así como las actitudes favorables para la violencia pueden ser aprendidas,
pueden ser desaprendidas.
MITO: Las víctimas que no se defienden a sí mismas no han sido
violadas.
HECHO: Un acto de violencia cometido contra una mujer, independien-
temente de si o no trató de defenderse, es una gran ofensa y un crimen.
(Sin embargo, es sólo un crimen donde hay una ley específica contra este,
que puede no ser el caso de algunas formas de violencia contra la mujer
en algunos lugares.) Hay muchas razones por las que una víctima no
podría luchar físicamente o verbalmente contra su atacante, que incluye
el sobresalto, el miedo, las amenazas o el tamaño y la fuerza del atacante.
10
ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
SECCIÓN 1
Vínculos de la violencia contra
la mujer con otras crisis mundiales
La intersección de la Violencia contra la Mujer y el VIH y el Sida
La violencia contra la mujer causa serios problemas de salud a mujeres,
niñas, familias y comunidades. Uno de estos problemas de salud agravada por la violencia contra la mujer es el VIH y el sida. La relación entre
la violencia contra la mujer y el VIH y el sida es compleja; la violencia
puede ser tanto un conductor como una consecuencia de la infección del
VIH. La violencia contra la mujer está fuertemente correlacionada con el
aumento de las tasas de infección del VIH en las mujeres y las niñas de
todo el mundo. Las mujeres y las niñas son particularmente vulnerables
al VIH, evidente por el número desproporcionado de mujeres infectadas
por el VIH. Por desgracia, estas cifras son, en parte, un resultado de la
violencia contra las mujeres y las niñas, lo que aumenta la posibilidad de
infección. Al mismo tiempo, las mujeres que viven con el VIH y el sida
son más vulnerables a la violencia contra ellas.
• Un estudio del VIH y el sida en Sudáfrica reveló que el temor de la
violencia influyó en gran medida la decisión de las mujeres a revelar su
condición de portadoras del VIH y/o acceder a determinados servicios
de salud y de ayuda disponibles para ellas.3
• Un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud encontró
que en algunas regiones del mundo, las mujeres que han sido sexualmente o físicamente abusadas tienen 1.5 veces más probabilidades de
contraer el VIH que las mujeres que no han sido abusadas.4
• Si las mujeres se enfrentan a la violencia sexual, incluida la violación,
la prostitución y el tráfico tienen poca, o ninguna forma de negociar
prácticas sexuales seguras y por lo tanto prevenir la infección del
VIH. Las mujeres también temen más violencia siempre que buscan
la prueba del VIH o divulgan la condición de portadora de VIH a sus
parejas.
• Para las mujeres que ya han llegado a ser infectadas, el estigma social
y la ignorancia que rodea del VIH y el sida a menudo conduce a mayores niveles de violencia en contra de ellas. La dinámica de poder desigual en el matrimonio u otras relaciones puede dejar a las mujeres
incapaces de decir no a una pareja VIH positiva, y también puede
tener efectos perjudiciales en las mujeres VIH positivas al disuadirlas
de hacerse la prueba, revelando su estado, o buscando tratamiento.
“La violencia contra
las mujeres y niñas está
perturbadoramente
relacionada al aumento
de las tasas de infección
por el VIH/Sida en
mujeres y niñas de todo
el mundo. Como personas
de fe, debemos responder
con compasión y urgencia
para poner fin a la
violencia contra la mujer
y sus vínculos con el VIH/
Sida.”
— Dra . Vinu Aram, Director de
ShantiAshram,unaconocida
institución gandhiana en la India,
y vicemoderadoradeReligiones
por laPaz(2008)
Las comunidades religiosas de todo el mundo han dedicado apasionadamente dinero, programas y tiempo para abordar a la epidemia del VIH. Comprendiendo la intersección del VIH y el sida con la
violencia contra la mujer, pueden continuar y fortalecer este trabajo
necesario.
11
SECCIÓN 1
ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Intersección de la Violencia contra la Mujer y la Pobreza
La violencia contra la mujer suele estar interconectada con los problemas
de la injusticia económica y la falta de oportunidades. Algunas mujeres
en la búsqueda de supervivencia económica quedan atrapadas en la prostitución o la esclavitud sexual en un esfuerzo para mantenerse a sí mismas y a sus familias. Las mujeres que han sobrevivido o están viviendo
bajo la amenaza de la violencia a menudo se sienten impotentes frente a
la inseguridad financiera y son incapaces de escapar de las situaciones de
violencia.
“Cuando hablas de las
mujeres y la violencia
contra las mujeres,
estamos hablando acerca
del dolor. Estamos
hablando acerca de
mujeres que incluso
no pueden ponerse de
pie porque no están
económicamente
empoderadas.
La comunidad de fe
no debe ignorar los
problemas de violencia
que afectan a las
mujeres.”
­— Rev. Annie Kaseketi, Red Africana
de Líderes Religiosos que viven con
o están personalmente afectados
por el VIH/Sida (2008)
• La pobreza priva a más de mil millones de personas de su derecho a
la alimentación, la vivienda, servicios básicos de salud y educación. La
extrema pobreza mata5. Las mujeres que viven en la pobreza pueden
dedicarse en transaccionar sexo en intercambio por alimentos, agua,
medicamentos, vivienda, dinero y otros elementos esenciales necesarios para la supervivencia.
• Las profundas desigualdades limitan el acceso de las mujeres a este
tipo de recursos básicos como la educación, el cuidado de la salud,
los derechos de propiedad y las oportunidades de empleo. Cuando las
mujeres son incapaces de satisfacer sus necesidades básicas y mantenerse a sí mismas y a sus familias, pueden verse obligadas a entablar
encuentros sexuales coercitivos a fin de sobrevivir. Estas mujeres están
exponencialmente más vulnerables a todas las formas de violencia
-sexual, física, emocional y psicológica.
• Las condiciones económicas desventajosas que enfrentan las mujeres
aumentan la probabilidad de que sean víctimas de la trata de personas.
La trata de personas es el transporte ilegal de seres humanos con fines
de venderlos o explotar su trabajo. Cincuenta y ocho por ciento de las
víctimas de la trata de personas (de las cuales 75 por ciento son mujeres y niñas) son usadas para la explotación sexual comercial forzada6.
Las mujeres y niñas que viven en barrios inseguros que carecen de
aplicación de la ley y las medidas de protección a menudo están en
mayor riesgo de secuestro para la trata de personas.
• Las sobrevivientes de la violencia sexual se enfrentan a mayores obstáculos para la superación de la pobreza. Por ejemplo, las sobrevivientes
de la violencia sexual tienen más posibilidades de enfrentar enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y otros desafíos que perpetúan la extrema pobreza intergeneracional extrema.
Las personas de fe siempre están comprometidas a poner fin a la
pobreza. Trabajando para erradicar la violencia contra la mujer, las
comunidades religiosas también pueden avanzar en sus incansables esfuerzos por eliminar la pobreza en el mundo.
12
ENTENDIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
SECCIÓN 1
Intersección de la Violencia contra la Mujer y las Guerras
y los conflictos
Las mujeres y las niñas a menudo encarnan el terror de la guerra en zonas
de conflicto y post-conflicto. Más allá de la destrucción física, económica,
social y ambiental que los conflictos armados imponen en las comunidades, la violencia contra la mujer se utiliza en regiones en conflicto como
una táctica de guerra brutal. Ejemplos de ello son esos actos deplorables
como la violación, embarazo forzado, la esterilización forzada, la humillación sexual y la esclavitud sexual.
La violación se utiliza sistemáticamente como arma de guerra, a menudo,
las mujeres son violadas por grandes grupos de hombres. La violación
brutal y generalizada, característica de muchas zonas de conflicto, puede
ser efectivamente un acto de genocidio al dañar la capacidad de las mujeres para reproducir o porque pueden aislarlas de sus comunidades.
• Las zonas de conflicto y las situaciones de guerra presentan circunstancias especialmente inestables que dejan sin resolver la violación
sistemática y la violencia contra la mujer. Muchos casos no se denuncian porque las mujeres tienen miedo de nuevos ataques si identifican
a los perpetradores. Incluso con casos reportados, existe una enorme
cultura de la impunidad que deja a las mujeres viviendo cerca de sus
agresores.
• En un ambiente de violencia y guerra, la infraestructura se descompone y los estándares normales de seguridad, ley y orden desaparecen.
En estas condiciones fuera de la ley, las mujeres están en mayor peligro
de enfrentar la violencia en cualquier lugar en cualquier momento. Las
mujeres también pueden sufrir violencia en manos de aquellos que
deberían protegerlos, por ejemplo, la policía, las milicias armadas e
incluso las fuerzas de paz.
• Las mujeres constituyen el 48 por ciento de las poblaciones de refugiados y desplazados en todo el mundo7. A menudo las familias son rotas
cuando las mujeres llegan a campamentos de refugiados y de ese modo
las mujeres son vistas como desprotegidas y están en un mayor riesgo
para el ataque. Incluso dentro de los campamentos, las mujeres continúan en riesgo de experimentar la violencia cuando realizan tareas
simples necesarias para la supervivencia, desde la recolección de agua
o leña, hasta ir a la letrina en la noche. Tanto en el 2008 como en el
2009, más de 15 000 violaciones fueron informadas a la misión de las
Naciones Unidas en la República Democrática del Congo.8
ORAMOS POR ACCIÓN
Y COMPRENSIÓN
Al reunirnos en la fe y la acción para
promover un mundo más seguro y
pacífico, rezamos para desafiarnos
y fortalecer nuestras voces, en colaboración con otros, para poner fin
a la violencia contra la mujer. Como
personas de fe, estamos unidos para
afirmar nuestros roles en educación,
la incidencia, la prevención de la violencia y el apoyo a las mujeres y las
niñas afectadas por la violencia.
Afirmamos nuestras acciones desde
nuestros activos espirituales compartidos y recursos religiosos sobre la
dignidad inviolable de toda persona.
Donde está el reto o la desesperación, podamos tener esperanza e
inspirar la visión mientras que actuamos juntos por la paz para poner fin
a la violencia contra la mujer.
Los líderes religiosos y las comunidades de fe están comprometidos en los esfuerzos de transformación de conflictos y reconciliación en todo el mundo. Abordar la violencia contra la mujer es
una parte crucial de estos esfuerzos en pro de asegurar una familia
mundial en paz.
13
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Imperativo religioso para terminar
con la Violencia contra la Mujer
Los principios religiosos de las principales creencias del mundo afirman
la posición de la religión como una fuerza para el bien y la dignidad
humana. Los principios religiosos universales pueden usarse en los servicios o eventos con las comunidades religiosas a fin de mostrar que la
violencia contra la mujer es de particular preocupación para la comunidad porque va en contra de las creencias de la fe. Estos ejemplos pueden
ayudar a reforzar el potencial positivo de la religión para promover la
paz para las mujeres y las niñas, y traer sanación donde la violencia ha
ocurrido. Los líderes religiosos también pueden buscar a través de sus
propios textos sagrados y enseñanzas sagradas para encontrar ejemplos
que muestren la necesidad de respetar y valorar a las mujeres. Esto puede
ayudar en el esfuerzo para eliminar la violencia contra la mujer.
Las comunidades religiosas tienen una responsabilidad única para preservar la dignidad de las mujeres y las niñas, muchas de las cuales han
sido traumatizadas por la violencia. La primera sección esbozó las formas
devastadoras de la violencia contra la mujer y cómo están relacionadas
con otros problemas mundiales urgentes. La segunda sección toma ese
impulso para actuar y ofrecer herramientas, recursos y sugerencias de
como las personas de fe pueden trabajar juntas para eliminar la violencia contra la mujer en la búsqueda de un futuro más brillante. Esta sección incluye los recursos que pueden ser utilizados para ayudar a educar
personas y sensibilizar, prevenir la violencia contra la mujer, organizar
iniciativas de incidencia y apoyo y cuidado para las sobrevivientes. Las
comunidades de fe y los líderes religiosos pueden utilizar estas herramientas y desarrollar nuevas para efectuar un cambio a medida que se
unen a través de líneas de fe y alrededor de todo el mundo para defender
y restaurar los derechos inviolables y la dignidad de las mujeres y niñas.
Los principios religiosos expresan un mensaje inspirador de la no
violencia en la esperanza de un mundo más equitativo y pacífico.
Demuestran una fuerte posición ética sobre la dignidad de la mujer
y exigen que las mujeres sean valoradas en la sociedad. Las comunidades de fe son las personas adecuadas para abordar la violencia
contra la mujer, una tremenda crisis que amenaza la conservación
de todos estos principios.
14
PRINCIPIOS RELIGIOSOS PARA GUIAR LA FINALIZACION DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Los principios religiosos de las principales creencias del mundo afirman la posición de la religión
como una fuerza para el bien y la dignidad humana. Estos pueden ser utilizados en servicios o
eventos con las comunidades religiosas para mostrar que la violencia contra la mujer es motivo de
particular preocupación para la comunidad, porque va en contra de sus creencias sostenidas. Estos
principios pueden reforzar el potencial de las religiones en el mundo para promover la paz para
todo ser humano. Los líderes religiosos pueden buscar a través de sus propios textos sagrados
y enseñanzas sagradas, así como encontrar ejemplos que muestren la necesidad de respetar
y valorar a las mujeres. Esto puede ayudar en el esfuerzo para eliminar la violencia contra la mujer.
Baha’í: La fe Bahá’í mantiene un modelo
igualitario de hombres y mujeres en la
religión. La violencia contra la mujer
está considerada una interrupción del
orden social que debe ser corregida.
Bahá’u’lláh, el mismo fundador de la fe
Bahá’í, declaró: “Las mujeres y los hombres siempre han sido y siempre serán
iguales ante los ojos de Dios”. Toda la
humanidad se considera parte de una
sola raza, así que la agresión a cada
individuo daña el bienestar de la familia
humana completa.
Budismo: De acuerdo a sus enseñanzas, la no violencia es una parte esencial
del budismo y es el primero de los cinco
preceptos que Buda ordenó observar. La
escritura budista, Suttanipāta, establece
que: “No te hiera cualquier ser, ya sea
fuerte o débil en el mundo”, y la violencia
contra la mujer hoy claramente viola este
principio. Las mujeres en el budismo son
muy valoradas como líderes religiosas,
como pilares de la familia y como merecedoras de gran respeto y honor.
Cristianismo:
Hinduismo: Uno de los principios cen-
Islamismo: El Islamismo valora muy Jainismo: El Señor Mahavira incluyó
trales del hinduismo es no lesionar, por lo
tanto la violencia contra la mujer es vista
como una seria ruptura de este principio.
Mahatma Gandhi afirmó esta creencia
hindú en su declaración: “La no violencia
no es una prenda que se pone y quita a
voluntad. Su centro está en el corazón,
y debe ser una parte inseparable de
nuestro ser.” Dentro de la fe también se
enseña que las mujeres deben ser adoradas y tratadas con el máximo afecto,
respeto y amabilidad.
altamente la igualdad entre mujeres
y hombres. En palabras del juez en
jefe islámico Jeque Izzedin Al-Khatib
Al-Tamimi: “La religión islámica es clara
acerca de la consecución de la igualdad de mujeres y hombres bajo ciertas
condiciones de la sharia que garantiza
su protección de las prácticas dañinas
contra ellas.” De acuerdo al Corán, Dios
no ama el desorden social, la violencia,
y uno de los nombres de Dios es la paz,
promoviendo una sociedad que valora el
respeto y la cooperación y no tolera la
violencia contra la mujer.
una visión ilustrada de la mujer al Jainismo, y confirmó que hay una luz universal dentro de cada individuo, incluidos
hombres y mujeres. Las mujeres juegan
su en la liberación y son espiritualmente
iguales a los hombres. El Señor Mahavira también predicó que: “La no violencia es la religión suprema. Uno que mira
sobre las criaturas de la Tierra, grandes
y pequeñas, como uno mismo, comprehende este inmenso mundo”
Sijismo: Gurú Nanak Dev, el fundador
Judaísmo: El judaísmo enseña que los
hombres y las mujeres fueron hechos a
la imagen de Dios y por lo tanto ambos
deben ser igualmente valorados y apreciados. El jesed, o el acto de amor
bondad, es fundamental a la religión,
y la defensa de esta norma exige el tratamiento justo y equitativo de todas las
personas. Otra de las claves principales
es tikun olam, que requiere que las personas reparen el mundo. Todos deben
comprometerse en este trabajo de poner
fin a la violencia contra la mujer para perfeccionar el mundo para todos.
Zoroastrismo: El zoroastrismo no dis-
del Sijismo, sorprendió a sus contemporáneos predicando que las mujeres son
dignas de elogio igual que los hombres.
Este punto de vista es una parte importante de la fe. Según Sri Gurú Granth
Sahib, el libro sagrado de los sijs: “Ella
es la más noble de toda la familia. Ella
aconseja y asesora a los ancianos y los
jóvenes. Ella es la gobernante y Dios nos
ha hecho sus cortesanos”. Gurú Nanak
también se suscribió a una filosofía de no
violencia e hizo de la armonía la base de
su búsqueda.
El cristianismo está
basado en el ejemplo de vida de Jesús,
que vivió su vida con compasión y amor
hacia todos. La Regla de Oro requiere
trato generoso e igual de todas las personas, independientemente del género.
El punto de vista de que todos están
unidos en según Jesús, promueve una
perspectiva igualitaria valorando a las
mujeres junto con los hombres. El Dr.
Martin Luther King, Jr. confirmó que “La
verdadera paz no es simplemente la
ausencia de la tensión, es la presencia de
la justicia” y hasta que la violencia contra la mujer sea finalmente erradicada, el
valor cristiano de la justicia no puede ser
realizado.
crimina entre hombres y mujeres, sostiene
que ambos fueron creados por la misma
fuente y ambos deben verse como iguales según los valores religiosos. Zoroastro
dijo: “Deja la furia, comprueba la violencia, ustedes que desean fortalecer la promoción de la buena mente a través de
la justicia”, en el espíritu de preservar un
mundo en paz para todos.
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Educación y Sensibilización
Los líderes religiosos y las comunidades religiosas están bien posicionados para educarse ellos mismos y otros sobre cómo superar la devastadora
realidad de la violencia contra la mujer. La educación y la sensibilización
pueden ayudar a dar forma a valores compartidos sobre la dignidad de la
persona humana que ordena el respeto por las mujeres. Es una poderosa
herramienta para analizar de manera crítica las causas fundamentales de
la violencia y superar la ignorancia y el prejuicio -ambas precondiciones
peligrosas para la violencia contra la mujer.
• Facilitar la educación para la sanación y la construcción de liderazgo: Esto puede incluir la realización de talleres de sanación de
trauma, empoderamiento y de construcción de habilidades socioeconómicas para las sobrevivientes de la violencia conviertan en líderes de
la comunidad. Facilitando que las sobrevivientes compartan sus experiencias de la violencia contra la mujer, en una manera segura y confidencial, es también una herramienta eficaz en esta búsqueda.
• Apoyar los programas educativos religiosos e interreligiosos
para las personas de fe: Capacitar a los profesores religiosos y clérigos sobre la violencia contra la mujer y el empoderamiento de las
mujeres y las niñas. Organizar diálogos interactivos facilitados con el
objetivo de incrementar conocimiento público, influir actitudes y opiniones sobre la no violencia y promover un código para vivir con respeto hacia las mujeres y las niñas.
• Conducir eventos educativos religiosos y espirituales: Organizar
servicios de oración o culto educativos y asegurar que las oraciones,
canciones, meditaciones, mensajes o rituales religiosos apoyen la educación acerca de la erradicación de la violencia contra la mujer y ayuden a las sobrevivientes. Hablar a través de charlas educativas o sermones que acrecienten la sensibilización, influyan en la opinión pública,
formen los valores sociales y rechacen el mal uso de la religión para la
violencia.
• Desarrollar y difundir materiales educativos y de sensibilización relevantes: Estas herramientas deben movilizar los activos y los
recursos religiosos para poner fin a la violencia contra la mujer. Dichos
materiales educativos pueden incluir hojas informativas, mantas educativas, afiches, folletos informativos o collages de fotografías educativas.
Ayudando a movilizar recursos religiosos y espirituales y motivaciones para la coexistencia pacífica, la educación multirreligiosa
puede promover el diálogo y la acción para poner fin a la violencia
contra la mujer desde el abajo hasta el nivel mundial. Un ejemplo
de una forma de iniciar el diálogo es teniendo un programa radial
semanal de sensibilización y educación interreligiosa.
16
HERRAMIENTA: Programa Radial Semanal de Sensibilización y Educación Interreligiosa
Esta herramienta puede ser
adoptada para el uso de más
o menos tiempo al aire en
la radio, según sea el caso,
o por otro medio. También
considera la adaptación de
este programa de radio como
un programa de televisión
o radio dramático pero
informativo para aumentar la
conciencia e interés sobre la
violencia contra la mujer.
El objetivo de esta semana es aumentar la conciencia sobre la violencia contra la mujer como una amenaza violenta a la paz. Elija un tema poderoso que
incluya un aspecto religioso y el objetivo general de poner fin a la violencia
contra la mujer. Tal tema podría ser “Voces creyentes: la religión puede ayudar
a poner fin a la Violencia contra la Mujer”. La radio es un mecanismo eficaz
para la educación porque llega más allá de las barreras de la educación y la
alfabetización y elimina las limitaciones de tiempo porque la gente puede escuchar mientras hacen otras tareas. La radio también es apropiada para llegar
a una extensa audiencia a nivel de base, o puede dirigirse a una comunidad
específica. Recuerde incluir canciones religiosas, himnos o rezos para sesiones
introductorias/ conclusivas.
Este es un programa radial educativo interreligioso de una semana con cinco
historias que se emitirán cada día. Cada historia puede ser aproximadamente
de diez minutos, cerca de dos minutos para cada educador. Cada día se iniciará con la misma introducción y música, oración o canto y tiene una estructura básica similar. Sin embargo, el contenido de cada día será diferente y una
continuación de la historia. Además, los locutores pueden ser diferentes, asegurando diversas perspectivas de fe así como la participación de jóvenes, niños
y mujeres sobre diversos temas.
Educador 1: Una sobreviviente de la violencia habla acerca de su experiencia
de la violencia en la vida real. Pueden reflexionar sobre cómo la religión/fe los
empoderó o desempoderó. El narrador ayudará a romper el silencio y asegurará a los sobrevivientes que han estado viviendo en aislamiento, dolor y clandestinidad que no están solos. El narrador jugará un papel importante en la
educación de los oyentes sobre la realidad de la violencia contra la mujer y en la
inspiración a otros a actuar. Sea consciente de mantener la identidad confidencial de la sobreviviente si ellas temen la estigmatización social o las represalias
de su agresor.
Educador 2: Un líder religioso señalará las amenazas a la paz que la violencia
contra la mujer plantea, en línea con la historia de la vida real de la sobreviviente. El líder religioso entonces educará a los oyentes sobre las diferentes
formas de violencia contra la mujer y su conexión con otros problemas, como
el VIH y la pobreza; el líder también disipará los mitos sobre su perpetuación e
impunidad. Referencia específicamente como la religión ha sido abusada para
apoyar acciones atroces que ninguna persona de fe podría avalar.
Educador 3: Un líder tradicional o comunitario condenará la violencia contra la
mujer afirmando los mandatos culturales y sociales para vivir en armonía unos
con otros e inspirar a otros a actuar. El locutor puede aquí ser sustituido por un
líder político o líder de la sociedad civil, como alguien de una organización de
mujeres que se especializa en esto.
Educador 4: Una persona de fe concluirá la sesión señalando avales religiosos
para el respeto de la dignidad inherente de todas las personas y los recursos
religiosos y activos espirituales que pueden ser movilizados para poner fin a la
violencia contra la mujer. El líder religioso destacará algunos recursos que están
disponibles para la prevención, los retiros Interconfesionales, y la incidencia
y también hará referencia a los oyentes de los lugares donde pueden encontrar
más información o recibir ayuda si ellas son sobrevivientes de la violencia.
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Prevención
Los líderes religiosos tienen una enorme influencia moral y espiritual
y por tanto, tienen un potencial único, no sólo para responder a la violencia contra la mujer, sino también para cambiar el pensamiento y las acciones de las personas antes que actúen. Tomar una postura firme puede evitar que alguien cometa un acto de violencia contra la mujer o persuadir a
otros a que se unan en la eliminación de este terrible crimen.
• Fomentar el involucramiento de los hombres y de las mujeres:
mientras que los perpetradores de la violencia contra la mujer son
generalmente hombres, su involucramiento es clave para prevenir la
violencia en el futuro. Una forma de involucrar más a los hombres es
hacerlos el foco de los esfuerzos de sensibilización y las campañas de
concientización o incluir a socios masculinos influyentes, incluyendo
clérigos, en los esfuerzos de prevención.
• Colaborar con otros líderes religiosos y comunidades religiosas:
Trayendo la colaboración multirreligiosa para el trabajo de prevención
de la violencia contra la mujer. Esto puede ser hecho a través de consejos interreligiosos locales o trabajando con los líderes de otros grupos
de fe en la comunidad. Considerar la posibilidad de celebrar servicios
religiosos especiales o vigilias con otros líderes y comunidades de fe.
• Discutir la violencia contra la mujer en las reuniones religiosas:
Poner la violencia contra la mujer en la agenda no sólo en los eventos
de la comunidad, sino también dentro de los servicios regulares o reuniones espirituales envía un fuerte mensaje sobre el papel de las comunidades religiosas en la prevención de la violencia contra la mujer.
• Centrarse en hablar con los jóvenes: Algunos jóvenes de
hoy podrían convertirse en perpetradores de la violencia contra la
mujer, pero también podrían convertirse en los líderes positivos del
futuro. Como figuras de gran influencia, los líderes religiosos pueden
dirigirse a los jóvenes y aprovechar su potencial para liderar eventualmente la labor de poner fin a la violencia contra la mujer. La próxima
generación será crucial para la construcción de una nueva cultura de
cooperación y respeto para todos.
La prevención es un compromiso serio para cambiar la realidad en
que vivimos y mejorar las vidas de las mujeres y las niñas que están
sufriendo en todo el mundo. Compartiendo una declaración de
compromiso religioso para poner fin a la violencia contra la mujer
durante un sermón o evento puede tener un enorme impacto en el
reclutamiento de más personas para que trabajen en la prevención
de la violencia antes de que esta comience.
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HERRAMIENTA: Declaración Adaptable para los líderes religiosos para prevenir la violencia contra la mujer
Esta declaración puede
ser leída en los servicios
religiosos, eventos
interreligiosos u otras
acciones. Adaptarlo con
referencias a su propia
comunidad o tradición de fe.
Incluir oraciones o escrituras
apropiadas, particularmente
aquellas que apoyan los
esfuerzos de prevención con
respecto a la violencia contra
la mujer.
Nuestra fe celebra la vida. Se nos llama a tratar a los demás como nos gustaría
ser tratados con respeto, compasión y bondad. Sin embargo, las desigualdades son abundantes en nuestras comunidades. Las mujeres y las niñas a
menudo son tratadas con mucho menos respeto, compasión y bondad de
lo que ellas merecen. En nuestra comunidad y en comunidades de todo el
mundo, la violencia es usada para perpetuar las desigualdades de poder y la
violencia contra la mujer. La aterradora devastación física, psicológica y espiritual que es una realidad para muchas de nuestras hermanas es una afrenta
a nuestros valores y creencias fundamentales. La violencia contra de cualquier
miembro de la familia humana jamás puede ser justificada.
Y por eso hoy nos unimos en una sola voz como mujeres y hombres de fe, listos para hablar en solidaridad con aquellas que han sido silenciadas. Debemos
incidir por su derecho a vivir vidas sanas y dignas. Debemos prevenir que la
violencia persista sin resolverse.
Muchos de nosotros ya estamos activamente comprometidos con la finalización de la pobreza, el cuidado de los enfermos y la resolución de los conflictos.
Sabemos que la transformación de estos problemas es posible, y por lo tanto
sabemos que hay motivos para esperar que nuestros esfuerzos para eliminar
la violencia contra la mujer también puedan efectuar el cambio. Recordaremos
y extraeremos lecciones de la larga tradición de nuestra comunidad de promoción de relaciones sanas y pacíficas a medida que continuamos trabajando
juntos para promover la justicia y proporcionar un ambiente seguro para todos.
[Esto podría ser un buen lugar para resaltar ejemplos de acciones pasadas o en
curso dentro de su comunidad].
Al hablar en contra de la violencia contra la mujer y el cuidado de las sobrevivientes, no estamos solos. Muchas comunidades religiosas y personas de
fe individuales se han comprometido a poner fin a la violencia contra la mujer,
y nuestras acciones serán más fuertes y más eficaces si nos unimos. Todos
estamos afectados por una cultura de violencia, y todos podemos responder
mediante la creación de una comunidad multirreligiosa que sea segura y saludable para todos —mujeres y hombres, niñas y niños.
Como un frente multirreligioso dentro de nuestra propia comunidad, debemos
hablar contra la violencia contra las mujeres y las niñas en nuestros sermones e
instrucciones religiosas para asegurar que la violencia y el sufrimiento se detengan aquí y ahora.
Nosotros decidimos que la violencia contra las mujeres y las niñas sea historia,
para que futuras generaciones de mujeres y hombres jóvenes puedan crecer
en armonía, no violencia y paz.
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Incidencia
La incidencia está trabajando activamente para influir en dichos resultados como políticas públicas y opiniones públicas. Los líderes religiosos,
como figuras altamente respetadas en sus comunidades, están singularmente equipados para liderar el activismo que abordará la violencia
contra la mujer. En este momento los líderes religiosos pueden y deben
actuar en contra de las interpretaciones y prácticas que amenazan el bienestar de cualquier mujer o niña; la incidencia es una perfecta manera de
hacer esto.
• Actuar para recuperar la religión como una fuerza para la paz:
Promover políticas públicas que respeten la dignidad de todas las personas y defender la santidad de la vida. Participar en incidencia multirreligiosa desde el nivel de base a los nacionales e internacionales para
erradicar la violencia contra la mujer.
• Celebrar una reunión de la comunidad: Los líderes religiosos, organizaciones de mujeres, organizaciones juveniles, escuelas y otros grupos basados en la fe pueden tomar un rol activo en romper juntos el
silencio. Convocar una reunión comunitaria para movilizar todos los
recursos y activos de estos diferentes grupos; esto puede aumentar la
eficacia de un esfuerzo unido para cambiar el statu quo.
• Hablar con los líderes comunitarios y gubernamentales: Averiguar desde estos representantes que es más necesario en la comunidad
y que puede ser hecho como un líder religioso para eliminar la violencia contra las mujeres. Esto puede hacer que los líderes religiosos sean
más visibles en la comunidad; asimismo lleva a cabo que el gobierno
rinda cuentas por su propio involucramiento y sus propias promesas
para erradicar también la violencia contra la mujer.
• Programar días de cabildeo: Los líderes religiosos y sus comunidades pueden utilizar estos días para acercarse a los hacedores de decisiones y conversar acerca de lo que es necesario en sus comunidades
—servicios, leyes, nuevas políticas, implementación de políticas existentes, etc.
La incidencia es un medio altamente eficaz para fusionar los activos de la comunidad religiosa con otras organizaciones y líderes
a fin de que los cambios reales puedan hacerse colectivamente
lo que ayudará a terminar la violencia contra la mujer. Una campaña interreligiosa es una gran manera de transmitir un mensaje
de esperanza y acción que reunirá a todas estas comunidades en
pos de un objetivo común de poner fin a la violencia contra la mujer.
20
HERRAMIENTA: Lanzar una Campaña Interreligiosa sobre Prevención
El objetivo de esta campaña
es aumentar la sensibilización
en comunidades religiosas
de cómo prevenir la violencia
contra la mujer y movilizar
a las personas para la
acción. Dicha campaña
puede basarse en otro tipo
de divulgación y educación
mediante la participación de
comunidades religiosas en
esfuerzos sostenibles para
poner fin a la violencia. Esto
se puede lograr a través
de una serie de actividades
y oportunidades reiteradas
para la acción común con
objetivos a corto, mediano
y largo plazo para la paz.
Elegir un foco de campaña: Las comunidades religiosas puede elevar las
siguientes preguntas en el proceso de identificación de un foco de campaña:
¿Qué es lo que las comunidades religiosas pueden hacer mejor juntas para
prevenir la violencia contra la mujer? ¿La educación preventiva entre pares, las
leyes de prevención y los sistemas legales, la asesoría y el cuidado preventivos? ¿Qué foco cumple mejor las necesidades de la comunidad? ¿Cómo la
campaña aborda las causas fundamentales de la violencia y cómo prevenirlas?
Una campaña por lo general se centra en los cambios en las políticas, las prácticas institucionales y las normas sociales, incluyendo las creencias, conductas
y factores de riesgo. ¿Cuánto tiempo tomará la campaña?
Identificar los recursos de la campaña: ¿Quiénes son los actores en la
campaña? ¿Quiénes son los posibles campeones? ¿Cómo se movilizarán estos
actores? Por ejemplo, las comunidades religiosas pueden trabajar con los jóvenes en las escuelas para la educación preventiva entre pares; u oficiales del
gobierno, funcionarios judiciales y la policía pueden ser comprometidos para la
creación de la legislación de prevención o para la efectivización de la reforma
legal. Las comunidades religiosas también pueden movilizar voluntarios y apoyar desde sus congregaciones religiosas a través de campañas de escritura
de cartas, canales de peticiones y otros esfuerzos de incidencia. ¿Quién tiene
el conocimiento, la experiencia y el interés necesarios para trabajar dentro de
esta área? ¿Dónde podría enfrentar la oposición de las comunidades religiosas
y cómo van a cultivar improbables aliados para poner fin a la violencia contra la
mujer? ¿Qué otros recursos necesitará esta campaña —financieros, técnicos,
materiales e ideológicos?
Tomar acción: Las actividades deben dirigirse a actores específicos y estar
orientadas a cumplir los objetivos de la campaña. Algunas de las actividades
generales pueden incluir: la divulgación y el reclutamiento de actores y voluntarios (en los grupos de fe en acción), eventos comunitarios promoviendo un
mundo seguro donde todos sean libres de violencia, la escritura de cartas
y firma de peticiones, reuniones con oficiales gubernamentales, foros comunitarios para la discusión y la planificación de la prevención, concursos de afiches
interreligiosos o actividades de desempeño de juego de roles para jóvenes,
vigilias y plegaria interreligiosas. Las actividades de la campaña podrán llevarse
a cabo a través de diferentes modos, incluyendo los medios de comunicación,
incidencia electrónica basada en Internet y foros para convocar físicamente.
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Retiro Interreligioso
Un retiro es una oportunidad única y valiosa para enlazar reflexión espiritual y contemplativa con discusión informativa y estimulante sobre la
violencia contra la mujer. Permite un viaje individual a través de la meditación personal y también un viaje grupal a través del aprendizaje y conversación con valentía sobre las maneras de poner fin a la violencia.
• Dirigir un servicio espiritual y/o una meditación para ayudar a las
personas a ser introspectivas, pero mantener una atención plena en la
razón por la cual están en el retiro.
• Ver una película, por ejemplo, un documental sobre cualquier forma
de violencia contra la mujer, y luego tener una discusión facilitada
sobre la forma en que se relaciona con el grupo y su trabajo/objetivos.
• Organizar un paseo por la naturaleza, lo que permite a la gente dar
un respiro a sus vidas ocupadas y alienta más calma y conectividad
durante el retiro.
• Diálogos y discusiones en mesas redondas sobre el tema debe ser
un punto central del retiro. Considerar diferentes maneras de tener
conversaciones: con todo el grupo o en pequeños grupos, interconfesional o intrareligioso, etc. Idealmente sería que el diálogo facilitado
crea un espacio seguro que fomenta el intercambio y motiva a los participantes a hablar sobre su pensamientos y sentimientos en una base
de igualdad productiva.
• Participar en el trabajo creativo, como hacer una manta, collage
grupal, modelo, escultura, móvil, afiche, mural o una pintura. Estas
variadas formas de expresión pueden ser formas poderosas para revelar los sentimientos y las creencias de las personas.
• Un juego de roles consiste en actuar situaciones que traigan problemas dinámicos, explorar las actitudes, sentimientos y puntos de vista
diferentes y desarrollar visión de las perspectivas de otros.
Un retiro interreligioso es una herramienta particularmente poderosa porque accede a los objetivos comunes de los diferentes grupos religiosos y da un foro para que estos grupos estén juntos en
acuerdo, en conversación y en contemplación, en formas de avanzar en la dignidad humana de las mujeres y las niñas. Una idea para
un retiro de dos días es llamado “Viviendo la fe, la compasión y la
sanación” y puede ser una oportunidad para la firme colaboración
multirreligiosa, así como la autoreflexión.
22
HERRAMIENTA: Retiro Interreligioso de dos días: Viviendo la fe, la compasión y la sanación
El objetivo de este retiro es
participar con miembros de
diferentes comunidades de
fe en una profunda reflexión
espiritual para motivarlos a
tomar acción para abordar la
violencia contra la mujer.
Es esencial determinar un
tema específico relacionado
con la violencia contra la
mujer para abordar en este
retiro de dos días. Ejemplos
de temas son la violación,
la violencia en relación al
VIH y el Sida o la dañina
práctica tradicional del
matrimonio infantil. La fe,
la compasión y la curación
luego serán aplicadas a
un tema específico que es
elegido para el retiro. Esta
herramienta puede ser
utilizada para un retiro de
período de tiempo más corto
o más largo, dependiendo de
la necesidad.
Sesión Introductoria: Tener un momento de silencio para ayudar a las personas a instalarse, participar en la oración personal, sentir calma y a gusto para
que pueda participar en el retiro de manera más plena y enérgica. Tener un
intercambio de informaciones personales, actividad introductoria para iniciar a
los participantes con el pie derecho como un grupo unido. Introducir los objetivos del retiro y permitir a los participantes compartir sus objetivos. Atender
las necesidades logísticas importantes y asegurar que cada persona tenga un
álbum de recortes o diario que les dé la oportunidad de registrar las impresiones y emociones que pueden experimentar durante el retiro. Tener una introducción clave de un profesor/invitado espiritual en el cultivo de la paz interior, la
compasión y la sanación para acabar con la violencia contra la mujer —sobre
el tema específico elegido.
Sesión Dos: Entendiendo la Violencia contra la Mujer. Ver una película/ documental o escuchar una conmovedora historia de una sobreviviente
sobre el tema elegido en la violencia contra la mujer. Esto ayudará a poner de
relieve los enormes impactos negativos de la violencia contra la mujer. Tener
otro orador experto/invitado para hablar al grupo acerca de la omnipresencia
de la violencia contra la mujer —en relación con el tema seleccionado, y la responsabilidad moral de las personas de fe para abordarlo.
Sesión Tres: Un Paseo por la Naturaleza. Ofrecer las siguientes preguntas
(verbales o escritas) para su posterior reflexión y pensamiento personal a través de la contemplación y la oración independiente autocentrada: ¿Cómo fui
impactado, directa o indirectamente, por la violencia contra la mujer? ¿Cómo
he respondido o no respondido a ella? ¿Cómo mis valores espirituales de fe,
compasión y sanación me motivan a tomar acción? Los participantes pueden
escribir o dibujar sus pensamientos y sentimientos.
Sesión Cuatro: Reflexión facilitada y diálogo. A nivel grupal, la reflexión y el
diálogo facilitados como colectivo ayudarán a sintetizar la reflexión personal.
Las siguientes preguntas pueden utilizarse para facilitar el diálogo y la discusión: ¿Cómo el poder de la fe y la compasión puede ser aplicado para sanar a
las mujeres y niñas traumatizadas por la violencia? ¿Qué planes de acción se
pueden poner en marcha por varias tradiciones de fe para poner fin a la violencia contra la mujer?
Sesión Cinco: Sesión conclusiva. Volver a los objetivos del retiro y ver si
se han cumplido. Luego definir nuevas metas para un trabajo de seguimiento
después del retiro para continuar en el camino con los objetivos finales del programa. Tener un orador motivacional que concluya para alentar nuevas acciones basadas en la fe. Participar en un momento tranquilo de profunda oración
conclusiva.
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Apoyo y Cuidado
Una de las formas más poderosas que los líderes religiosos pueden responder a la violencia contra la mujer es mediante el apoyo y el cuidado de
las sobrevivientes, el trabajo con los perpetradores y el consuelo a quienes
tienen temor a la violencia. Con mucha frecuencia, las personas viven
con sus emociones reprimidas dentro y después de tal experiencia traumática es crucial que las sobrevivientes tengan una figura fuerte que las
apoye y escuche sus voces.
• Escuchar historias de las sobrevivientes: Proporcionar un espacio seguro y confidencial es esencial, ya que las sobrevivientes pueden
sentir que no tienen voz o temen que hablar de sus experiencias conducirá a más violencia y el estigma social. Permitir a las sobrevivientes conversar libremente sobre su rabia, miedos, suposiciones y experiencias relacionadas con la violencia contra la mujer. Las voces de
las sobrevivientes deben ser escuchadas, y en muchos contextos, los
líderes religiosos sirven como uno de los pocos oyentes seguros para
las sobrevivientes.
• Formar grupos de apoyo: Facilitar reflexiones grupales sobre la violencia contra la mujer puede ayudar a las sobrevivientes a que se sientan menos aisladas y sin poder. Un sentido de la solidaridad puede
empoderar a las sobrevivientes a reconocer que, en ninguna forma,
merecen ser abusadas, y que tienen un sagrado derecho a vivir vidas
sanas y dignas.
• Vincular a las agencias u organizaciones de cuidado de la salud:
Guiar a las sobrevivientes hacia los proveedores de atención de salud de
calidad en la comunidad es una manera crítica de abordar los efectos
físicos y psicológicos de la violencia contra la mujer. Con frecuencia,
la inadecuada atención de la salud agrava los problemas relacionados
con la violencia contra la mujer y enlazar a las sobrevivientes con un
buen proveedor puede ayudar en la recuperación y en la prevención de
posteriores actos de violencia y complicaciones.
• Proporcionar orientación y apoyo a personas que viven con el
temor de agresión: Asesorar a hombres y mujeres que están experimentando problemas de relación puede ayudar a abordar conflictos
antes de hacerse violentos. Escuchar a las personas y dejar que ellas
compartan libremente sus emociones. Esto les dará una salida necesaria para compartir sus sentimientos; contando que esta salida puede
hacer la diferencia entre una relación sana y una abusiva.
Fundamentados en la riqueza espiritual y moral de sus propias tradiciones de fe, los líderes religiosos pueden ayudar a transformar
las culturas de la violencia en las culturas de sanación y reconciliación, una persona a la vez. Los consejos para escuchar y hablar
con las sobrevivientes de la violencia contra la mujer es una herramienta que puede ayudar a facilitar este proceso de curación.
24
HERRAMIENTA:
Consejos para Escuchar
y Hablar con las Sobrevivientes
de la Violencia contra la Mujer
Confidencialidad y Revelación: Una sobreviviente debe tener completamente claro que compartir es su elección, y que la información que comparte
permanecerá completamente confidencial. La revelación es un paso muy difícil
de tomar y el poder cambia cuando la información es compartida. El oyente
debe recordar a la sobreviviente tanto de los riesgos como de los beneficios de
compartir cuando ella está decidiendo cuánto revelar y a quién.
Preocupaciones: Considerar algunas de las principales preocupaciones que
las sobrevivientes puedan tener cuando revelen la información y las reconozcan
en la conversación. Estas preocupaciones incluyen, pero sin duda no se limitan
al miedo a la vergüenza y el estigma social, la preocupación por la seguridad,
el daño a la propia identidad en el reconocimiento de lo ocurrido a ellas y la
pérdida de control al compartir su historia.
Apoyo: Una sobreviviente puede estar sintiendo una serie de emociones complicadas e intensas, como el miedo, la ira, la ansiedad, la culpa, la vergüenza, la
vulnerabilidad, la negación, la depresión, impotencia o culpabilidad. Es útil identificar estos sentimientos y también tratar de ayudar a contrarrestarlos. Dígale
que ella ha pasado una muy molesta y aterradora experiencia y asegúrele que
no tiene la culpa de lo que sucedió y que está en un lugar seguro ahora.
Escucha sin juzgamiento: El oyente puede tener sus propios pensamientos
sobre lo que ha sucedido a la sobreviviente, lo que han hecho en respuesta,
etc., pero es crucial reservar ese juicio. Escuchar es un acto muy significativo
y para una sobreviviente sólo ser escuchada sin que alguien le dé su opinión
es de gran beneficio para ella. Ponga el poder en sus manos tanto como sea
posible y esté allí para ella como un apoyo.
Hacer: Creer la historia de la sobreviviente, asegurar a la sobreviviente el amor
y la presencia divina, respetar las elecciones de la sobreviviente, ayudar a la
sobreviviente con cualquier preocupación religiosa, orar con la sobreviviente si
ella quiere y dar a la sobreviviente la información de referencia a fin de que sepa
que otros servicios están disponibles para ella.
No hacer: No le diga a la sobreviviente qué hacer, no la culpe por la violencia,
no fomente a la sobreviviente de perdonar a su agresor, no permita que la
sobreviviente sea demasiado dependiente del oyente y no haga nada —los
líderes religiosos tienen un enorme potencial para ser una fuerza positiva en su
recuperación.
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Abordando la justicia:
Poniendo fin a la impunidad
¿Qué pueden hacer los líderes religiosos acerca de los
perpetradores de violencia contra la mujer?
Las religiones reconocen los derechos humanos de todas las personas con
un núcleo de valores, obligaciones y responsabilidades. Estos incluyen la
necesidad de promover la justicia y proporcionar desagravio a fin de que
las personas puedan ser protegidas y los perpetradores de la violencia
puedan ser responsabilizados y sancionados. Las instituciones religiosas a veces han limitado las posibilidades del logro de la justicia cuando
nadie está llamado a rendir cuentas por el sufrimiento de mujeres y niñas
que sufren violencia.
• Tomar una postura firme: Los líderes religiosos saben que no deben
tolerar ningún acto de violencia contra la mujer, sino más bien dar los
pasos necesarios para llevar a los perpetradores en un camino hacia la
rehabilitación.
• Preservar la religión como una fuente para el bien: dejar en claro
que la violencia contra la mujer es nunca tolerada por ningún texto
sagrado o tradición de fe y ser parte de la transformación de los perpetradores de estos crímenes en agentes para el bien social.
• Conectar con agencias u organizaciones de rehabilitación: Los
perpetradores pueden requerir asistencia profesional más allá de lo
que los líderes religiosos están capacitados a proporcionar. Refiriendo
individuos a centros de rehabilitación eficaces es importante para que
los perpetradores de la violencia contra la mujer no se conviertan en
reincidentes.
• Llamar al gobierno para tomar acción: Construir alianzas con otras
organizaciones e incluso otras comunidades de fe y luego alentar al
gobierno a tomar acción en relación con los perpetradores y proporcionar rehabilitación seria para prevenir futuros actos de violencia.
Las acciones para asegurar consecuencias punitivas para los violadores mejora la seguridad, no sólo para los individuos sino para
toda la comunidad, porque esto demuestra que las víctimas serán
protegidas y los perpetradores de la violencia contra la mujer serán
capturados, juzgados y castigados. Las citas de diferentes religiones que condenan la violación de los derechos de la mujer pueden ser usadas para demostrar el compromiso multirreligioso para
sostener los derechos de la mujer y la necesidad de castigar a los
perpetradores.
26
HERRAMIENTA: Voces de fe para romper el silencio
Las siguientes citas de
los líderes de fe pueden
ayudar a romper el
silencio y el estigma que
rodea la violencia contra
la mujer.
“Durante mucho tiempo, los líderes religiosos y personas de fe individuales han
estado en silencio ante los hechos de violencia contra la mujer. Es hora de romper el silencio y actuar. Todas las personas de fe están llamadas a decir NO a la
violencia contra las mujeres y las niñas.”
— VenerableDra.GraceChungLee,presidentadelBudismoWonInternacionalen
Coreay miembrodelConsejoMundialdeReligiones por la Paz
“He aprendido algunas lecciones importantes, como un hombre de fe, en relación con el sufrimiento de las mujeres con quienes trabajamos y esto me ha
llevado a reafirmar mi compromiso de asegurar que las prácticas de la violencia
no sean permitidas para difundirse en nuestra sociedad y se asegure que las
garantías y la justicia estén disponibles para las mujeres. Considero que esta
sensibilidad por el sufrimiento de las mujeres debe convertirse en un sello distintivo de las comunidades de fe. Estamos llamados a tomar una posición en
nuestros esfuerzos para ayudar a aquellas que sufren, y acumular nuestros
recursos para asegurar que la eliminación de la violencia contra la mujer esté
siempre presente en la agenda de las comunidades del mundo. Es tiempo de
eliminar todo tipo de violencia contra la mujer.”
— Mons.HéctorFabioHenao,eoordinadordelEquipodeJusticia,Paz
y ReconciliacióndeCáritasenAméricaLatina
“Aunque como personas de fe tenemos opiniones divergentes sobre una amplia gama de cuestiones, hoy proclamamos con una sola voz que la violencia
contra la mujer existe en todas nuestras comunidades y es intolerable.”
— Rev . Marie Fortuna, fundadora del Instituto Faith Trust
“¿Cómo no nos atrevemos, quienes somos los hijos e hijas de los profetas,
a añadir nuestras voces más fuertes a este debate y aportar nuestros textos
y tradiciones en la batalla de encontrar soluciones para proteger a las mujeres
de la violencia y la violación?”
— RabinoSteveGutow,directorejecutivodelConsejoJudíodeAsuntosPúblicos
“Nos ha sido dado un mandato de nuestro creador de vivir en paz como hombres y mujeres. Si el destino del mundo es lo que es hoy, hemos fracasado. De
alguna manera, los hombres no han aprendido a tratar a las mujeres a la luz de
la misericordia de Dios.”
— ImánJohariAbdulMalik,CentroIslámicoDarAl-Hégira,Conferencia
InterconfesionaldeWashingtonMetropolitano
“Solo en la medida que las mujeres sean acogidas en plena asociación en todos los campos de la conducta humana, se creará el clima moral y psicológico
en el cual la paz internacional pueda surgir.”
— Casa Universal de Justicia Bahá’í
“Mi humanidad está ligada a la tuya, porque nosotros sólo podemos ser humanos juntos.”
— ArzobispoDesmondTutu,activistay lídersudafricano
“La fe y la violencia son incompatibles.”
— Papa Francisco, papa de la Iglesia Católica
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Asociación con los
Medios de Comunicación
Aprovechar los medios de comunicación es vital en cualquier incidencia
exitosa y campaña de sensibilización pública. Los líderes religiosos pueden crear conciencia sobre la violencia contra la mujer, informando a los
medios de comunicación lo que las personas de fe están haciendo para
prevenir y eliminar este delito. La cobertura mediática de las acciones de
su comunidad será tanto para incrementar el conocimiento del público
sobre la violencia contra la mujer, así como inspirar a otros a involucrarse.
COSAS A TENER EN CUENTA
Muchas comunidades religiosas tienen sus propios boletines de noticias
u otros medios de comunicación.
Ellos pueden ser un medio eficaz de
divulgación, además de medios de
comunicación público o secular.
Los miembros de una comunidad
religiosa determinada pueden tener
experiencia trabajando con los
medios de comunicación. Inspírese
en su experiencia al planificar la difusión en los medios.
Los lectores, espectadores y oyentes son la preocupación principal de
los medios de comunicación. Tener
en cuenta los diversos públicos
que las diferentes instituciones de
medios atraen cuando se enfoca una
historia en un periódico, televisión o
editor de radio.
Destacar las buenas noticias acerca
de las comunidades religiosas que
trabajan juntas para defender y apoyar el bienestar de todas las mujeres
y los hombres. La violencia contra
las mujeres es un problema intenso
y devastador, y es importante para
comunicar que la esperanza y la
curación son posibles.
28
NOTA IMPORTANTE:
Siempre sea cuidadoso de mantener los nombres y detalles de
las sobrevivientes de la violencia contra la mujer estrictamente
confidenciales, sobre todo en comunicaciones con los medios de
comunicación. La divulgación de información confidencial podría
conducir a una mayor violencia contra las sobrevivientes, los perpetradores y sus familias.
• Alentar a los medios de comunicación a cubrir eventos interreligiosos o servicios especiales de culto: Los líderes religiosos deben
incluir la presencia de un medio de comunicación para promover una
mayor concientización, siempre y cuando la gente se sienta cómoda.
Pueden informar a los medios de comunicación que la comunidad
religiosa es acogedora y de apoyo a las sobrevivientes de la violencia
contra las mujeres y sus familias.
• Anunciar próximos eventos o campañas: Las comunidades de fe
pueden invitar a los periodistas a cubrir sus eventos o informar sobre
las preocupaciones particulares en su comunidad específica. La cobertura puede ser a través de la prensa impresa, así como entrevistas/spots
de radio o televisión.
• Escribir editoriales y cartas: Los líderes religiosos pueden usar
impresión para destacar y reflexionar sobre las estadísticas conocidas relacionadas con la violencia contra la mujer en su comunidad.
También pueden circular un comunicado de prensa cuando se unen
a campañas de la sociedad civil para prevenir y erradicar la violencia
contra la mujer.
• Invitar a los artistas locales a reflexionar sobre este tema:
Hay maneras creativas para expresar los problemas relacionados con
la violencia contra las mujeres, a través de canciones, pinturas, poesía,
danza, etc. Alentar a los medios de comunicación a cubrir estas obras.
Publicando los esfuerzos de las personas de fe para poner fin a la
violencia contra la mujer ayuda a restaurar la religión como fuente
de bien y también anima a otros a unirse en este trabajo apremiante.
HERRAMIENTA: Compromiso Interreligioso para restaurar la dignidad
Con el siguiente modelo de
comunicado de prensa, las
comunidades religiosas pueden
llamar la atención al progreso
que han hecho para acabar
con la violencia contra la mujer.
Promesa interreligiosa
Nosotros —líderes religiosos, hombres y mujeres de fe de todas las regiones
del mundo— prometemos nuestro compromiso, liderazgo espiritual y capacidades para intensificar nuestro papel para poner fin a la violencia contra las
mujeres y las niñas.
Unidos por una verdad común —que la violencia contra las mujeres y las niñas
es una violación de los derechos humanos y la dignidad de la mitad de la
humanidad, es contraria a los valores fundamentales de todas las religiones —
nosotros prometemos trabajar dentro de nuestras propias religiones, así como
a través del diverso espectro de creencias, para restaurar la dignidad mediante
la prevención y la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer.
Aspiramos a lograr esto mediante:
Hablando en contra de la violencia contra las mujeres y las niñas en nuestros
sermones y la instrucción religiosa, destacando las enseñanzas sobre la importancia de la igualdad y el trato respetuoso de las mujeres y las niñas.
Localizar a los hombres de todas las edades en nuestros ámbitos para alentarlos a tomar una posición firme contra la violencia contra las mujeres y las niñas.
Proporcionar un espacio seguro para que las mujeres vengan y confíen en
nosotros, sin temor al juicio o violación de la confidencialidad, y prestar nuestro apoyo al permitir que rompan su silencio y accedan al refugio y protección
segura, servicios de salud y recursos jurídicos, así como el apoyo educativo,
económico y otro.
Dar atención y apoyo a través de nuestras comunidades y las redes de servicios de salud que ofrecemos, incluso en situaciones humanitarias, para asegurar que las mujeres y niñas sobrevivientes de violación y otras formas de
violencia reciban atención compasiva e inmediata y, incluyendo la divulgación
comunitaria para prevenir y reducir el estigma y la discriminación.
Resolvemos hacer de la violencia contra las mujeres y las niñas historia, para
que las futuras generaciones de mujeres jóvenes y hombres jóvenes puedan
crecer en armonía, no violencia y paz.
Afirmando que la violencia contra las mujeres y las niñas es una violación de los
derechos humanos y la dignidad de la mitad de la humanidad y es contraria a
los valores fundamentales de todas las religiones, estamos unidos en nuestra
promesa de restaurar la dignidad y poner fin a la violencia contra la mujer.
Por favor agregue mi nombre en solidaridad a la promesa interreligiosa de restaurar la dignidad.
Firmado
SECCIÓN 2
RECUPERANDO LA DIGNIDAD —
COMUNIDADES RELIGIOSAS EN ACCIÓN
Monitoreo y Evaluación
A fin de desarrollar respuestas eficaces y sostenibles a la violencia contra
la mujer, es importante que los líderes y comunidades religiosas tomen
acciones deliberadas para monitorear y evaluar los programas que abordan la violencia contra la mujer. Esto puede ayudar a rastrear el progreso
en las áreas de prevención, cuidado y apoyo, así como determinar las áreas
y estrategias para mejorar. Los líderes religiosos también están motivados
a hacer uso de la amplia gama de materiales y recursos disponibles de las
organizaciones con experiencia en este tema.
• Establecer un plan de recopilación y notificación de datos: Determinar cómo se recopilarán los datos y quiénes serán los encargados
de recibir la información y presentación de informes de retorno a los
socios, donantes, etc.
• Objetivos de referencia establecidos: Si la comunidad tiene objetivos desarrollados y pasos de acción específicos para sus actividades
relacionadas a la violencia contra la mujer, estos pueden ser la base
para una muy simple pero eficaz herramienta de monitoreo que puede
medir si las actividades se llevan a cabo de manera efectiva, cuántas
personas participaron y si se logró el resultado y el objetivo deseados.
• Incorporar los resultados en la futura planificación de programas: Los líderes religiosos y sus comunidades deben identificar cómo
los resultados del seguimiento y evaluación pueden ser mejor utilizados para planificar futuras actividades del programa relacionadas con
la prevención de la violencia contra la mujer y el cuidado de las sobrevivientes y los perpetradores.
• Compartir los resultados con los socios: Cuando una comunidad
de fe o grupo de incidencia multirreligioso recibe fondos para proyectos de donantes externos relacionados con la respuesta a la violencia
contra la mujer, el proceso de monitoreo informe y evaluación de las
actividades del programa y sus resultados es absolutamente esencial.
La financiación futura depende de la información clara y precisa de los
logros y los desafíos.
El monitoreo y la evaluación aseguran que la retroalimentación
necesaria reunida ayudará a las comunidades religiosas a ser más
exitosas y eficaces en sus esfuerzos para erradicar la violencia
contra la mujer. Crear un plan de acción es esencial porque asegura
que los objetivos sean cuidadosamente pensados, que las actividades planificadas puedan cumplir con los objetivos y que la actividad
proyectada es realista dentro de un determinado período de tiempo
y con los recursos dados.
30
HERRAMIENTA: Desarrollo de un Plan de Acción
Mantenga siempre copias
de cualquier cobertura
de prensa, imágenes,
materiales de promoción,
folletos de eventos u otros
materiales. Estos ayudarán
en el monitoreo y la
evaluación, la planificación
de futuros eventos, y en los
esfuerzos de recaudación
de fondos y construcción de
asociaciones.
1. ¿Dónde estás ahora? (Análisis situacional)
Esto ayuda a examinar cuál es la situación actual local, nacional o regional respecto a la violencia contra la mujer. ¿Qué desafíos enfrenta su comunidad para
poner fin a la violencia contra la mujer?
2. ¿Qué espera lograr? (Objetivos)
Establecer objetivos concretos para guiar sus acciones. ¿Qué indicadores utilizará para medir el éxito? ¿Cómo sabrá que ha cumplido sus objetivos?
3. ¿Cómo las va a llevar a cabo? (Actividades)
¿Qué puede hacerse para prevenir y crear conciencia sobre la violencia contra
la mujer? ¿Puede ofrecer atención y apoyo a las sobrevivientes? Provoque la
“lluvia de muchas ideas” diferentes y acciones prácticas. Decida qué acciones
son más factibles y luego cree un cronograma para comenzar a llevar a cabo
su plan de acción.
4. ¿Qué necesita? (Recursos y Asociaciones)
Identificar los recursos, las habilidades o capacitación que le ayudará con su
acción y cualquier socio que pueda ayudar. Llegar a otras organizaciones —
grupos basados en la fe, organizaciones de mujeres, centros de recursos,
etc.— para explorar las oportunidades de asociación y el compartimiento de
recursos.
5. ¿Qué podría interponerse en el camino? (Obstáculos)
Identificar los obstáculos que puedan impedir que el plan de acción sea exitoso. Hacer planes o estrategias sobre la manera de superar estos obstáculos.
6. Acción:
Iniciar las actividades que ha planeado. Asignar tareas a personas específicas.
7. Monitoreo y Evaluación:
Impactos y efectos: ¿Qué ha ocurrido como resultado de esta actividad? ¿Se cumplieron las metas establecidas?
Alternativas: ¿Hay mejores maneras de lograr el resultado deseado?
¿Qué dificultades o contratiempos se encontraron? ¿Cómo pueden
estos desafíos abordarse en futuras actividades?
Siguientes pasos: ¿Qué seguimiento es necesario construir acerca de
esta actividad? ¿Los participantes tienen claros los próximos pasos a
tomar para mantenerlos comprometidos y activos en la campaña? Establecer un mecanismo para que los participantes proporcionen retroalimentación sobre las actividades y sugerencias para futuras actividades.
ANEXO
RELIGIONES POR LA PAZ
Respetando las diferencias religiosas mientras celebramos nuestra humanidad común, Religiones por la Paz está activo en todos los continentes
y en algunas de las zonas más conflictivas del mundo, creando asociaciones multirreligiosas para confrontar nuestros problemas más graves:
detener la guerra, poner fin a la pobreza y proteger la tierra.
Las comunidades religiosas son las instituciones civiles más grandes
y mejor organizadas en el mundo, reclamando la lealtad de miles de
millones a través de las diferentes razas, clases y naciones. Estas comunidades tienen particulares entendimientos culturales infraestructuras
y recursos para obtener ayuda a donde más se necesita.
En un momento en la historia en que la religión es vista cada vez más
como una fuente de división y conflicto violento. Religiones por la Paz
promueve la preocupación por la prosperidad humana que se encuentra
en todas las religiones. Religiones por la Paz construye paz, trabajando
para transformar los conflictos violentos, promover sociedades justas
y armoniosas, impulsar el desarrollo humano y proteger la tierra.
La red mundial de Religiones por la Paz cuenta con un Consejo Mundial
de líderes religiosos principales de todas las regiones del mundo: más de
90 organismos interreligiosos nacionales y seis regionales, La Red Juvenil
Interreligiosa Mundial y la Red Mundial de Mujeres de Fe.
RED MUNDIAL DE MUJERES DE FE
La Red Mundial de Mujeres de Fe de Religiones por la Paz permite
que mujeres de diferentes religiones y culturas coordinen estrategias
y reúnan recursos y capacidades para la acción cooperativa para lograr
resultados que serían difíciles de llevar a cabo por cualquier miembro
individual. Actualmente, la Red Mundial de Mujeres de Fe está compuesta
por más de 1000 organizaciones de mujeres religiosas budistas, cristianas,
hindúes, judías, musulmanas, indígenas, sijs y zoroastrianas. La red opera
a nivel mundial, con redes regionales en África, Asia, Europa, América
Latina y el Caribe, Norteamérica y el Medio Oriente. Redes nacionales de
Mujeres de Fe han sido lanzadas en más de 40 países.
La Red Mundial de Mujeres de Fe es un recurso valioso para que las
mujeres de todas las religiones se comuniquen y aprendan unas de otras
y construyan puentes y asociaciones entre las organizaciones de mujeres
religiosas, las principales agencias internacionales y las Naciones Unidas.
Los temas prioritarios para la acción colaborativa incluyen: construcción
de redes; paz y seguridad; mujeres de fe como agentes de transformación
de conflictos; y género, pobreza y salud. Poner fin a la violencia contra
las mujeres es un compromiso primordial de la Red Mundial de Mujeres
de Fe, y con la ayuda de entusiasmadas mujeres y hombres de diversas
tradiciones religiosas, podemos crear un mundo más seguro y saludable
para todos.
32
RECURSOS
Todos estos recursos están disponibles para su descarga en: www.rfp.org/resources.
Guía de Religiones por la Paz para la construcción de redes de mujeres de fe. Conferencia Mundial de Reli-
giones por la Paz (2009). Disponible en Inglés.
Plan de Acción 2007-2011 de la Red Mundial de Mujeres de Fe de Religiones por la Paz. Conferencia Mundial
de Religiones por la Paz (2007). Disponible en inglés. Ofrece un marco de trabajo para el desarrollo de las prioridades
temáticas nacionales, regionales y mundiales y la acción para las redes de mujeres de fe.
Plan Estratégico 2007 de Religiones por la Paz. Conferencia Mundial de Religiones por la Paz (2007). Disponible
en árabe, inglés, francés y español. Ofrece la visión estratégica, la misión y los objetivos generales para establecer la
colaboración multirreligiosa para la acción común.
Religiones por la Paz – Una Guía para la construcción de consejos interreligiosos. Conferencia Mundial de
Religiones por la Paz (2007). Ofrece un manual sobre cómo construir consejos interreligiosos (IRCs). Páginas 25-31
están centradas en la transversalidad de género en un IRCs.
Fe en Acción: Trabajando hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio: Una caja de herramientas de acción
para los líderes religiosos y comunidades religiosas. Conferencia Mundial de Religiones por la Paz. Disponible
en árabe, inglés, francés y español.
Mujeres de Fe transformando conflictos: Manual de Capacitación multirreligiosa. Conferencia Mundial de
Religiones por la Paz (2004). Ofrece ideas para los lectores que quieren aprender más acerca de la función controversial y con frecuencia contenciosa de la mujer y la religión en las situaciones de conflicto. Ofrece sesiones paso a paso
para los capacitadores que trabajan en tres temas: (1) transformación de conflictos; (2) habilidades de comunicación
y liderazgo; y (3) medios de comunicación e incidencia.
Mujeres Religiosas, Conflictos armados: Múltiples retos, oportunidades únicas. Conferencia Mundial de Reli-
giones por la Paz (2002). Proporciona un análisis político sobre el papel de la religión y las mujeres de fe en la transformación de los conflictos en todo el mundo. Incluye perspectivas de las agencias de la ONU y estudios de casos
narrados por mujeres de fe.
Un lugar de la mujer: Las mujeres religiosas como actores públicos. Conferencia Mundial de Religiones por
la Paz (2001). Este libro describe los mandatos religiosos para que las mujeres desempeñen un papel público activo
reflejado a través de diferentes tradiciones en las voces de las mujeres de fe de todo el mundo.
Mosaico – Boletín de las Mujeres de Fe. Las redes de Mujeres de Fe están instadas encarecidamente a presentar
informes y noticias emocionantes para su publicación en Mosaico, el boletín de la Red Mundial de Mujeres de Religiones por la Paz. Para revisar pasados boletines de Mosaico, por favor visitar el sitio web de Religiones por la Paz:
http://www.religionsforpeace.org/news/newsletters/index.
33
ANEXO
34
NOTAS FINALES
1
Organización Mundial de la Salud. Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: Prevalencia y efectos de la violencia conyugal y la violencia sexual no conyugal en la salud. 2013.
http://www.who.int/reproductivehealth/publications/violence/
9789241564625/es
2
UNICEF. Female Genital Mutilation/Cutting: A Statistical Overview
and Exploration of the Dynamics of Change. Julio de 2013. http://
www.unicef.org/publications/index_69875.html
3
Johanna Kehler, Sethembiso Mthembu, Thembisile Ngubane-Zungu, Silungile Mtambo. Gender Violence & HIV: Perceptions and
Experiences of Violence and Other Rights Abuses Against Women
Living with HIV in the Eastern Cape, Kwazulu Natal and Western
Cape, South Africa. 2012. http://www.aln.org.za/downloads/Gender%20Violence%20&%20HIV2.pdf
4
Organización Mundial de la Salud. Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: Prevalencia y efectos de la violencia conyugal y la violencia sexual no conyugal en la salud. 2013.
http://www.who.int/reproductivehealth/publications/violence/
9789241564625/es
5
End Poverty 2015: The Millennium Campaign.
http://www.endpoverty2015.org/resources/spanish
6
UNODC. Global Report on Trafficking in Persons. 2012. http://
www.unodc.org/documents/data-and-analysis/glotip/Trafficking_
in_Persons_2012_web.pdf
7
ACNUR. Tendencias Mundiales 2012. Desplazamiento: El Nuevo
reto del Siglo XXI. http://unhcr.org/globaltrendsjune2013/Tendencias_Globales_2012_baja.pdf
8
Informe del Secretario General sobre la aplicación de las resoluciones 1820 (2008) y 1888 (2009) del Consejo de Seguridad. http://
www.un.org/sexualviolenceinconflict/es/documentos-de-interes/
informes
RECONOCIMIENTOS
El desarrollo de esta caja de herramientas fue un proceso de colaboración entre personas de fe, líderes religiosos
y múltiples socios interesados a través de una serie de actividades, construcción de redes, educación y capacitación.
Religiones por la Paz está agradecida por el apoyo de los siguientes socios para esta caja de herramientas:
Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega
Fundación Ford
USAID | Iniciativa de Políticas en Salud
Segunda edición
Producido el 2013 por Religiones por la Paz
Editoras:
Jacqueline Ogega, co-fundadora y directora de Mpanzi
Elida Jbeili, oficial del programa de Juventud de Religiones por la Paz
Tania Schwarz, pasante de la Asamblea Mundial de Religiones por la Paz
Anastasia Warpinski, consultora
Colaboradores:
Andrea Louie, comunicaciones
Elizabeth London, pasante de programas
Alicia Allison, pasante de comunicaciones
Britt Herstad, asesora de género de Futures Group International
Esther Mombo, profesora y vice canciller adjunta de la Universidad St. Paul’s, Kenia
Philomena Mwaura, profesora principal en estudios religiosos de la Universidad Kenyatta, Kenia
Katherine Clark, asistente de administración e iniciativas de programa del Seminario Teológico Unión, EE.UU.
Mikaela Rejbrand, coordinadora de programas especiales del Programa de VIH de las Mujeres de la Universidad
de California, EE.UU.
Rori Picker Neiss, consultora en Mujeres, Judaísmo y Diálogo Interreligioso
Guy Sade, fotógrafo colaborador
Gracias especiales al Comité Coordinador Internacional de Mujeres de Religiones por la Paz por dirigir el trabajo
de la Red Mundial de Mujeres de Fe de Religiones por la Paz. Profundo aprecio a las mujeres y los hombres de fe que
viven vidas de coraje, fortaleza y determinación en el trabajo por un mundo que sea seguro y saludable para todos
los seres humanos. Gracias al personal del Secretariado Internacional de Religiones por la Paz por todo el apoyo y la
asistencia en completar esta caja de herramientas.
35
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