Siempre un poco más lejos - blog Alejo Carpentier, un siglo de luces autor Joaquim Pisa domingo, 25 de junio de 2006 El 26 de diciembre pasado, se cumplió el primer centenario del nacimiento del escritor y musicólogo cubano Alejo Carpentier. La efemérides ha sido celebrada a medio gas por el mundo oficial de la cultura hispánica. Sólo en Cuba y en España se han programado algunos actos en torno al evento, desperdigados a lo largo del año transcurrido y celebrados con más pena que gloria y escaso eco en los medios de comunicación. Podría pensarse que, casi un cuarto de siglo después de su muerte, Carpentier es un autor que ha dejado de ser leído y que interesa más bien poco. Nada más lejos de la realidad: las obras del novelista cubano se siguen vendiendo bien, y lo que es más importante, releerlas o descubrirlas en primera lectura sigue proporcionando un gran placer. Alejo Carpentier, nació en Francia, de padre francés y madre rusa. Su familia se trasladó a Cuba cuando el futuro escritor apenas tenía tres años, y la cubana fue la nacionalidad que adquirió para el resto de su vida. Como intelectual distinguido, fue uno de los principales apoyos públicos de la Revolución cubana, aunque un discreto pero progresivo alejamiento del régimen castrista le llevó a ejercer como agregado cultural cubano en Francia en los años setenta, una fórmula pactada que impidió su ruptura total con el régimen. En 1977 obtuvo el premio Cervantes, máximo galardón literario en lengua castellana. Falleció en París, en 1980. Hombre de una inmensa cultura, Alejo Carpentier destacó a la vez como literato y como investigador de la música, faceta ésta que queda bien reflejada en alguna de sus novelas más famosas, como "Los pasos perdidos", y algunos otros textos. Sin embargo, la aportación esencial de Carpentier a la literatura universal fue la invención de ese modo de narrar que posteriormente, en los años del boom latinoamericano, se llamaría lo "real maravilloso" o también "realismo mágico". De la tradición afrocubana extrajo Carpentier materiales importantes para la construcción de sus novelas y cuentos, siguiendo los pasos del poeta y folclorista Nicolás Guillén ya desde su primera obra, el libro de cuentos "Ecué-Yamba-Ó". De esa tradición sacó asimismo el gusto por introducir en la narración de la realidad cotidiana sucesos de carácter maravilloso, como un recurso literario natural y perfectamente integrado en la estructura y el discurrir narrativos, recurso que luego sería tan usado por los escritores del "boom". Como novelista apasionado por la historia de la lucha por la libertad y sus fracasos, Carpentier pintó enormes frescos históricos que recobran el pasado y lo proyectan en el presente del mundo caribeño. En la escritura de Carpentier ese mundo adquiere densidad y textura reales, está dotado de olor, sabor y sonidos que inundan al lector y le atrapan. Novelas y libros de relatos como "El reino de este mundo", "Guerra del tiempo", "El recurso del método", "Concierto barroco" y "El arpa y la sombra", dan fé de su capacidad inagotable como fabulador pegado a la realidad de los hechos y como insuperable mago del lenguaje, que sólo rebaja un tanto su nivel en "La consagración de la primavera", obra menor en su producción y escrita a mayor gloria de los inicios de la Revolución castrista. Pero la cumbre de la producción literaria de Carpentier, y probablemente la mejor novela escrita en castellano en el siglo XX, es "El siglo de las luces". La maestría de Alejo Carpentier alumbró bajo ese título una novela inmortal, en la que el lector se sumerge en una experiencia literaria única, torrencial y absorbente. Con el telón de fondo de la llegada al Caribe de la onda expansiva de la Revolución Francesa, Carpentier traza la peripecia de Víctor Hughes, un personaje entre la historia y el mito, un Prometeo dominado por la fiebre del servicio a la Idea, que lleva a las Antillas simultáneamente la antorcha de la libertad y la guillotina. Junto a Hughes, Sofía, Carlos y su primo Esteban, tres criollos habaneros cuyos destinos quedarán por siempre enlazados al del francés, enrolados por él en esa lucha por expandir las Luces que, paradójicamente, acabará produciendo demasiadas sombras. Todo pasión y belleza, "El siglo de las luces" es un libro vivo y que sigue deparando sorpresas cuatro décadas después de haber sido escrito: años después del fallecimiento de Alejo Carpentier, unos documentos descubiertos en Francia atestiguaron que Víctor Hughes fue amado por una damisela habanera llamada Sofía...una Sofía que hasta entonces sólo había existido en la imaginación de Alejo Carpentier. http://www.pisa-bcn.net/blog/ Potenciado por Joomla! Generado: 1 December, 2016, 08:02