Las ideas del siglo XXI

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Las ideas del siglo XXI
Mauricio Langón*
(Comunicación a la Mesa redonda de apertura de las XII Jornadas de Pensamiento
Filosófico «Las ideas del siglo XXI». Buenos Aires, FEPAI, 8 y 9 de abril de 2005)
Curiosa relación ante la que nos pone el título de estas Jornadas y este panel. Las ideas del
siglo XXI. Como podría haberse llamado: Las ideas del Siglo XI . O como podría llamarse
un panel en el siglo 27. Como si se trata de historiar , de contar algo que ya pasó, que está
pasando o que pasará.
Pero ¿cómo puede contarse lo que pasa ? Porque si describo interpreto, comprendo, o creo
que comprendo. Y, si no se trata de relatar las configuraciones de nubes que pasan
deshaciéndose y reorganizándose, sino de relatar las ideas pasajeras , ocurre que estoy
instalado en ellas, que viajo con ellas, que soy ellas, que yo mismo estoy pasando y me
estoy transfigurando y desfibrando con ellas... Que hablar de «las ideas del siglo 21» es
hablar de una relación en la que estamos siendo , que parcialmente «ya fue» y parcialmente
no ha pasado todavía y que no puedo percibir a lo lejos sino en las engañosas formas de la
prospectiva, el augurio, la previsión, el deseo, la imaginación, el miedo, la utopía o la
ilusión de óptica.
Y ¿qué ideas? ¿Las mías, las tuyas, las de otros, las de los famosos, las de los ignorantes?
¿Aquellas que se articulan en sólidos sistemas que después se desvanecen en el aire? ¿Las
que tímidamente se balbucean? ¿Las que quedan en el cajón de los poemas inéditos? ¿Las
que no se animan a decirse? ¿Las que se lanzan mediáticamente y se imponen sobre todos?
¿Las ideas vaciadas de contenido? ¿Aquellas que nunca dijeron nada? ¿Las que dominan el
pensamiento? ¿Las que lo reorientan?
2.
Hace unos años Fornet-Betancourt envió una entrevista de cinco preguntas a un centenar de
filósofos relevantes del mundo. 1 Fui encargado de pedir respuesta al único filósofo
uruguayo incluido: Arturo Ardao. Y un par de años después fui a insistirle: que Uruguay
sería excluido del libro y del Universo.
Sacó de un cajón la hojita con preguntas que yo ni recordaba haberle llevado, y empezó a
decirme porqué no podía contestar una u otra. Su no-respuesta se fundó principalmente en
la perplejidad que le provocó esta pregunta:
¿Qué tareas indicaría como prioritarias para la reflexión filosófica en el comienzo del
siglo XXI?
Me dijo más o menos esto: ¿Cómo voy a contestar esta pregunta sin contradecirme? ¿Cómo
podría yo decirle a otros qué deben hacer y pensar? ¿Cómo podría darles órdenes? Ellos
contestarán haciendo; darán su respuesta, su pensamiento. Yo no puedo contestar esta
pregunta. No puedo contestar por ellos.
Por supuesto que le dije que me estaba dando una respuesta, que me dejara grabar y
enviarle eso a Raúl, porque me parecía una línea representativa del filosofar uruguayo. Por
supuesto, también que -como yo ya sabía- no me dejó grabar ni quiso dar otra respuesta que
no responder.
Pero... -agregó- estas otras preguntas... fijesé...: « En un balance de la filosofía del siglo XX
¿qué planteamientos, ideas, corrientes u obras señalaría como esenciales?» y « ¿Qué
tradiciones filosóficas de este siglo le parecen que deberían ser desarrolladas todavía en el
futuro? » Estas preguntas sí me incitaron a contestar. Escribí un libro para responderlas.
Está en prensa. 2
Me parece relevante traer a colación esta anécdota de Ardao, porque su respuesta y su
actitud me parecen claves para encarar el tipo de cuestiones a que nos convocan estas
Jornadas. No cabe prever, imaginar, predecir, ordenar, el futuro. Hay que hacer.
El viejo filósofo, que no aceptaba homenajes diciendo «nunca me gustaron las misas de
cuerpo presente», y que ya casi estaba entrando al «club tan selecto de los mayores de 90
años» -como solía decir-, no sólo tenía fuerzas para crear y producir; también las tenía para
no dar órdenes.
3.
Ideas. ¿Qué ideas? Ideas-concepto. Ideas-juicio. Pensamientos hechos cosa.
Pensamientos. Flores silvestres. Flores para alegrar el jardín. Recuerdos secos en un libro
antiguo, que conservan sus colores.
Kant. No se ha de enseñar pensamientos, sino enseñar a pensar. Porque aprender filosofía
es imposible, hay que aprender a filosofar.
No aprender ideas, entonces, sino aprender a crearlas. El siglo XXI será deleuziano dijo
creo que Foucault. Será creador de conceptos. ¿Será? ¿En el momento en que los
conceptores , los creadores , no son sólo la mercadotecnia sino también los tanques de los
organismos financieros internacionales, las burocracias transnacionales, los líderes del
mundo, que procuran engatusar a los más poderosos empresarios proporcionándoles ideas
para que sean generosos?
¿Crear, idear, en el siglo XXI, cuando el pensamiento único no deja pensar, sino reiterar las
mismas palabras consagradas por organizaciones de poder académicas, o mediáticas, o
financieras -como constructores que son de la Torre de Babel-? ¿Se puede, como quería
Kant, aprender a pensar con ellas, o pese a ellas, o contra ellas? ¿O sólo se puede pensar
como ellas : a su modo, según sus pautas y técnicas, con sus acreditaciones y evaluaciones
externas?
¿Cómo generar ideas -ideas propias, ideas nuevas, ideas pensantes- en el siglo XXI cuando
la dominación se ejerce controlando : no exigiendo disciplina u ortodoxia, acuerdo o
sumisión, sino sólo pidiendo respeto a las formas, repetición de consignas , correcto
recitado del santo y seña , presentación de la patente de corso , para acceder a las
condiciones (económicas, mediáticas) necesarias para pensar, para hacer público el
pensamiento? ¿Cómo ge nerar ideas cuando llegamos a la delicuescencia de la razón en la
acumulación de conocimientos , el caudal de ideas acopiadas, el capital de cursillos
acumulados, el amontonamiento de autores citados, el fárrago de citas citadas, el
acaparamiento de acreditaciones acreditadas? ¿Acaso no son esas las condiciones
necesarias para poder invertir en las únicas acciones capaces de producir suculentos
dividendos de pensamiento, sin que sea posible desarrollar mínimamente ninguna de las
características propias del pensamiento de alto orden , tales como comparar, criticar,
valorar, debatir, seleccionar, descartar...?
¿Qué articulaciones, para el siglo XXI, con todo aquello que no son ideas , pero que las
justifican, las crean, las hacen posibles, les dan sentido? ¿Cómo -en qué condiciones- se
originan las ideas en el siglo XXI? ¿Cómo -en qué condiciones- se las reconoce , se las
promociona o se las ningunea ?
4.
¿Qué alternativas ? ¿Cómo, dónde, ideas múltiples ? ¿Cómo tomar en cuenta ideas en el
siglo XXI? ¿Qué espacios para generar ideas que otros puedan tener en cuenta ? ¿Cómo
vincular ideas diversas ? ¿Cómo un pensar diversificado? ¿Cómo articular nuestros versos
en un poema polifónico o poligráfico? ¿Qué ideas para escapar del úni(co)verso ?
MLC 05-04-05
Notas
1 Fornet-Betnacourt, R. (dir.): Quo vadis, Philosophie? Antworten der Philosophen.
Dokumentation einer Weltumfrage . Aachen, Concordia, ©1999. (Serie Monografías, T.
28).
2 Ardao, A.: Lógica de la razón y lógica de la inteligencia . Montevideo, Biblioteca de
Marcha, 2000.
*mlangon@gmail.com
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