Poder Judicial de la Nación ESTUPEFACIENTES. COMERCIALIZACIÓN. AGRAVANTES. ART. 11 INC. C LEY 23.737. REQUISITOS TÍPICOS. DOCUMENTOS. TENENCIA ILEGÍTIMA DE D.N.I. AJENO. LEY 20.974. REQUISITOS TÍPICOS. “Como se dijo, más allá de las sospechas planteadas desde el inicio del sumario, alrededor de la existencia de una supuesta actividad común y organizada por parte de las personas implicadas, este Tribunal entiende que en autos no obran, de momento, elementos de juicio contundentes que permitan inferir que los imputados hayan integrado una estructura de interacción ilícita de las características planteadas en el fallo recurrido, lo que imposibilita tener por justificada la imposición de la agravante prevista en el art. 11, inc. “c” de la ley 23.737.” “Ocurre que algunos de los eventos delictivos detectados en el presente expediente supuso, claro está, un actuar coordinado entre los sujetos intervinientes, pero ello no justifica la presunción incriminante que guió el razonamiento del instructor, en tanto no surge del legajo ningún indicio que permita sospechar, de manera fundada y con el grado de convicción requerido por esta etapa procesal, la existencia de un plan general y común que haya excedido cada evento en particular (en este sentido, ver de esta Sala: c/n°37.469 “Castillo Sánchez, Silvia y otros s/procesamiento”, rta: 01/05/05, reg: 106; y c/n°43.356 “Ochoa Zamudio, Carlos y otros s/procesamiento y prisión preventiva”, rta: 14/08/09, reg: 825; c/n°43.472 “García Rodríguez, Jorge s/procesamiento y prisión preventiva”, rta. 11/09/09, reg. 977, entre muchos otros).” USO OFICIAL “En ese sentido, corresponde recordar que este Tribunal tiene dicho que la sola tenencia, portación o simple posibilidad de acceso a algunos de los documentos nacionales de identidad descriptos en el inciso c), del artículo 33 de la ley 20.974 resulta suficiente, y que ningún otro elemento se requiere para tener por configurado el delito, aunque el modo en que esa conservación se lleva a cabo debe revestirse de un carácter especial, en tanto sólo ingresaría en el ámbito regulado por la norma una tenencia que resulte ilegítima (c/n° 44.001 “Perla, Miguel Angel Alberto y otros s/ procesamiento con prisión preventiva”, reg. 211, rta. 25/3/10).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 12.1.2011 “Rivarola” Causa 45.227 Reg. 8 J. 11 - S. 21 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. ACTOS INTERRUPTIVOS. SECUELA DE JUICIO. LLAMADO A PRESTAR DECLARACIÓN INDAGATORIA. AUSENCIA DE FECHA DE LA AUDIENCIA. EFECTOS. “De este modo, debe tenerse presente que la redacción del artículo 67 del Código Penal a partir de la reforma introducida por la ley 25.990 estipula como acto interruptivo del proceso al “primer llamado efectuado a un apersona, en el marco de un proceso judicial, con el objeto de recibirle declaración indagatoria por el delito investigado”, con lo cual cobra virtualidad como acto capaz de interrumpir el curso de la prescripción de la acción penal el auto de fs. 248/9 de los autos principales, en tanto en aquél el magistrado de grado ha revelado en los términos del artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación la voluntad jurisdiccional de enderezar la persecución penal contra el imputado Castrigiovanni, no advirtiéndose irregularidad alguna en dicha providencia como para ignorarla de la manera pretendida por la defensa (conf. causa n° 37042 “Braun”, Reg. N° 116 del 1/3/2005)”. “Así, se puede concluir que el acto que interrumpe el curso del proceso no es la recepción de la indagatoria sino el llamado y que en el caso de autos resulta indiferente a los fines de reconocer carácter interruptivo al auto de fs. 248/9, que el a quo haya supeditado la fijación de la fecha de realización de la declaración indagatoria en ella ordenada a la circunstancia de que se cuente en autos con el domicilio actual y/o lugar de residencia del imputado Castrogiovanni”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero – Farah 10.2.2011 “Castrogiovanni” Causa 44.547 Reg. 77 J. 4 - S. 8 1 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. INTERRUPCIÓN DEL CURSO DE LA PRESCRIPCIÓN. AUSENCIA DE IMPULSO DE LA ACCIÓN PENAL POR PARTE DEL AGENTE FISCAL LUEGO DE ESE ACTO INTERRUPTIVO. PÉRDIDA DE VIRTUALIDAD. SOBRESEIMIENTO. DISIDENCIA. “Este Tribunal, en la oportunidad de analizar en este sumario un planteo de prescripción interpuesto a favor de Ancarani, entendió que la acción penal aún se hallaba vigente, teniendo en cuenta para ello que desde el día 15 de mayo de 2002 -fecha en la cual el Ministerio de Economía de la Nación dio cuenta de la existencia de un pago a favor de una de las entidades cuestionadas- hasta el llamado a indagatoria de fecha 30 de abril de 2008, no había transcurrido el plazo máximo de seis años previsto por la norma invocada por la defensa -defraudación a la administración pública-, la que, a mi juicio, es la que resulta aplicable al caso de autos (conf. inc. n° 26.972, reg. 29.550 del 26/2/2009)” (Del voto en disidencia del Dr. Farah). “Ahora bien, no puede soslayarse que a pesar del tiempo transcurrido, el instructor no ha materializado la referida citación indagatoria, como tampoco el acusador público -tal como lo sostiene la defensa- ha impulsado la acción en tal sentido, todo lo que demuestra que, a pesar del prolongado lapso temporal que lleva esta instrucción, la referida causal interruptiva de la acción penal ha perdido virtualidad. Ello así, ya sea desde la ausencia de interés en impulsar la acción en pos de dilucidar los sucesos investigados por parte del Ministerio Público Fiscal o bien por parte del instructor que optó por sobreseer a la imputada por considerar que el hecho investigado no encuadra en una figura legal” (Del voto en disidencia del Dr. Farah). “Así, a mi juicio, el verdadero tenor que cabe asignar al temperamento liberatorio es el previsto en la causal del inciso 1° del artículo 336 del C.P.P.N., teniendo en cuenta para ello que el instituto de la prescripción es de orden público y opera de pleno derecho, pues “es la continuación innecesaria e injustificada de un juicio lo que conmueve el orden público y lo que autoriza a que la extinción de la acción sea declarada con la simple comprobación de que ella se ha producido” (cfr. voto de Enrique Santiago Petracchi en c. 459. XXXVIII “Caballero, Jorge Alberto y otros…”, rta. 8/11/05 y de esta Sala, en similar sentido, causa n° 29.264 “Pozo de Oroza”, del 15/9/2010, reg. n° 31.904, según mi voto)” (Del voto en disidencia del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 17.2.2011 “Ancarini” Causa 29.236 Reg. 32.547 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. J. 5 - S. 9 SECUELA DE JUICIO. SENTENCIA CONDENATORIA. “En este orden, cualquiera sea el régimen aplicable llegaríamos a la misma conclusión, que la sentencia condenatoria es el acto que interrumpe el transcurso de la acción penal. Con la actual redacción no quedan dudas, ya que expresamente en el inciso “e” se estableció que la condena aunque no esté firme interrumpe la acción.” “Ahora bien, a la luz de la anterior ley -la que según la defensa resultaría más benigna- volvemos al mismo punto: la sentencia condenatoria es por excelencia el suceso a ser considerado como “secuela de juicio”, entendida ésta como cualquier acto emanado de la autoridad jurisdiccional que signifique una actividad dinámica, un impulso del proceso o la intención persecutoria por parte del Estado (conf. “Ostrowiecki, Aaron s/querella”, C.C.C. Fed. Sala II del 29/5/84).” “En tal dirección, Zaffaroni considera que la “secuela del juicio” -adhiriendo a la posición de Fabián Balcarcecomo causal de interrupción de la prescripción de la acción penal, es la sentencia penal condenatoria no firme, ya que si la ley se refiriera a la sentencia definitiva entraríamos en el terreno de la prescripción de la pena y por eso es que la regla sólo puede aludir a la sentencia no firme (conf. aut. cit., “Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial”, Tomo 2, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2002, págs. 665 y 668). Por ello, la sentencia condenatoria se constituye en causal interruptiva de la prescripción.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Farah 22.2.2011 “Fontanals” Causa 44.825 Reg. 129 J. 5 - S. 10 2 Poder Judicial de la Nación DEBIDO PROCESO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. IMPARCIALIDAD. SEPARACIÓN DE LAS FUNCIONES DE ACUSAR Y JUZGAR. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. ALCANCES. QUERELLA. FACULTADES. NULIDAD. “La introducción del artículo 120 de la Constitución Nacional marca la decisión de implementar un sistema procesal en el que exista una separación estricta entre las funciones de acusar y juzgar. La imparcialidad del juez, asegurada a partir de dicha separación, en principio no se ve afectada cuando se plantea una discrepancia entre el fiscal y el querellante y su función se limite a asegurar que el querellante pueda ejercer el derecho a ser oído. Tampoco habría allí una afectación intolerable a la independencia del Ministerio Público (Fallos 327:5863, consids.. 30 y 37).” “Sin embargo, el acceso a la jurisdicción del querellante –su derecho a ser oído- no debe servir de pretexto para obviar la petición desestimatoria formulada por Fiscal, como titular de la acción pública (cfr. art. 5 CPP). Ello no sólo implicaría desconocer su carácter de parte -con las consecuencias que de allí se derivan-, sino también desconocer la expectativa generada en quien fuera denunciado, principal interesado en que la propuesta del Fiscal tenga favorable acogida o cuanto menos una respuesta fundada que pueda ser sometida a crítica.” “En este sentido, desde la perspectiva del derecho de defensa del apelante –Guillermo Moreno-, el ejercicio de la USO OFICIAL judicatura debe operar como garantía de equilibrio (Fallos 330:2658 –disidencia de los ministros Ricardo L. Lorenzetti y E. Raúl Zaffaroni). Ese equilibrio implica no sólo asegurar la igualdad de armas –en vistas de la posibilidad de que existan dos acusadores- sino tambien exponer los fundamentos por los cuales determinada posición ha primado por sobre otra, en este caso, por qué la discrepancia entre el Fiscal y la querella se resolvió a favor de la pretensión de esta última. Particularmente importante es el asunto pues en la visión del Fiscal de grado, impulsar la acción en base a la hipótesis traída por la querella “violaría una de las premisas básicas del derecho penal liberal, a la par que equivaldría a instrumentalizar la instancia pública de resolución de los conflictos ya que la justicia criminal intervendría en las relaciones que no son delito (…)” (v. fs. 29 del expte. ppal.).” “Si la falta de respuesta al pedido desestimatorio del Fiscal es también acompañada, como en este caso, de la realización de medidas instructorias -sin un requerimiento de instrucción formulado en los términos del artículo 188 del C.P.P., ni la identificación de una pieza que cumpla esa finalidad-, lo que se observa, en definitiva, ya no es sólo un desequilibrio sino una actuación oficiosa por parte de la judicatura y, por ello, prohibida, aun cuando coincida con las ansias de la querella. Garantizar el derecho de acceso a la jurisdicción de quien se considera víctima de un delito no puede significar nunca privar de jurisdicción a los eventuales imputados.” “Así las cosas, debido a que existe una seria afectación a la garantía del debido proceso –leída como la observancia de las formas sustanciales (Fallos 125:10; 127:36; 189:34; 308:1557, entre muchos otros)-, se impone la invalidación del auto obrante a fs. 44, y la devolución de las presentes actuaciones a la anterior instancia a fin de que proceda en los términos aquí consignados.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 28.2.2011 “Moreno” Causa 45.196 Reg. 149 J. 2 - S. 3 DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. PROCEDENCIA. “… lleva dicho el presente Tribunal que: “…No debe olvidarse que la recepción de la declaración indagatoria de una persona configura su primer acto de defensa material, que sólo podrá ser ejercida en forma correcta si se tiene conocimiento del hecho cuya comisión se le endilga, el cual debe contener la totalidad de las circunstancias jurídicamente relevantes, y las probanzas que sustentan la imputación (…) De lo que se trata en la indagatoria, es de otorgar al imputado la posibilidad de pronunciarse en el proceso en condiciones que aseguren que esa declaración sea un acto de defensa . No podrá afirmarse que “escuchar al imputado” garantiza su derecho de defensa sino existe, entre otras circunstancias, algo de qué defenderse (imputación) y el 3 conocimiento de esa imputación correctamente deducida (intimación)…” (esta Sala, cn° 40.308, “Laskowski, Patricia y otros s/ proa.”, rta. el 21/09/07, reg. n° 1091, entre otras)”. “En efecto, en el acto procesal que prevé el artículo 294 del Código de rito se trata de hacer conocer la imputación mediante la cual se intima al encartado y ésta debe consistir en la noticia íntegra, clara, precisa y circunstanciada del hecho concreto que se atribuye al imputado (conf. Maier, Julio “Dcho. Procesal Penal Argentino”, Ed. Del Puerto, Bs. As, 1996, To 1, pag. 560)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 8.2.2011 “Gelsi” Causa 44.482 Reg. 57 J. 5 - S. 10 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DEL TRÁNSITO Y DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y DE COMUNICACIÓN. ART. 196 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “…tal como lo ha sostenido esta Sala en reiteradas oportunidades, el conductor debe tener en todo momento dominio sobre el vehículo, evitando con su accionar la posibilidad de causar accidentes, para lo cual está obligado a adoptar todas las precauciones que correspondan, en particular al cruzar un paso a nivel (causas n° 10.965 “Sak”, rta. el 9/3/95, reg. n° 11.760, nº 26.918 “Cabrera”, rta. el 18/11/2008, entre otras). Desde tal perspectiva, teniendo en cuenta que Machuca -de acuerdo a lo relevado- no actuó con el debido deber de cuidado que se requiere en estos casos, pese a que conducía un camión con acoplado y cargado con elemento tóxicos (envases de lavandina), lo cual a nuestro criterio, requiere una mayor atención y prudencia en la conducción del automotor; es que habrá de confirmarse el procesamiento decretado a su respecto.”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 28.2.2011 “Machuca” Causa 29.938 Reg. 32.593 J. 11 - S. 21 DENUNCIA. REQUISITOS FORMALES. “La de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha establecido que la denuncia no debe ser general y vaga sino contraída a los hechos denominados y especiales con expresión de las circunstancias que puedan guiar al juez en su investigación (conf. Fallo 1:40 y de esta Sala I, C.N° 44.273, reg. 554 del 14/06/10), extremos que no se dan en el caso”. “De igual modo, Jorge A. Clariá Olmedo, con cita en el referido fallo de la C.S.J.N., se pronunció señalando que el Superior Tribunal, sostiene la inadmisibilidad de las llamadas denuncias genéricas por no contraerse a hechos específicos y determinados (conf. “Derecho Procesal Penal”, t. II, Rubinzal – Culzoni Editores, Buenos Aires, 2004, pág. 429)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 8.2.2011 “NN s/Desestimación” Causa 44.837 Reg. 56 J. 2 - S. 3 DOCUMENTOS. DOCUMENTOS PÚBLICOS FALSOS. FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTACIÓN AUTOMOTOR. SELLOS, TIMBRES Y MARCAS. FALSIFICACIÓN. ART. 289 CP. REQUISITOS TÍPICOS. ADULTERACIÓN DE NÚMERO DE MOTOR Y CHASIS. ENCUBRIMIENTO. CONCURSO DE DELITOS. “… esta Sala en sus anteriores intervenciones consideró -como bien sostiene la defensa- que si bien la conducta descripta podía encuadrar en figuras típicas diferentes, lo cierto es que ellas concurrirían en forma ideal (art. 54 CP), por subyacer en el caso un único plan de acción con afectación al mismo bien jurídico, consistente en presentar al automotor registrado con un dominio distinto del asignado según su chasis y motor (postura similar a la sostenida en la c/n° 43.019 “Saba David”, rta. el 09/06/09, reg. 534; c/n° 43.787 “Villalba”, rta. 25/12/09, reg. 1525)”. 4 Poder Judicial de la Nación “Tal postura ha sido sostenida por la Corte Suprema, en la causa n° 2055 XXXIX “Garciarena s/ competencia” rta. el 5/10/04”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero – Farah 15.2.2011 “Villalba” Causa 44.924 Reg. 83 J. 12 - S. 23 ESTUPEFACIENTES. USO DE ESTUPEFACIENTES CON OSTENTACIÓN Y TRASCENDENCIA AL PÚBLICO. ART. 12 INC. B DE LA LEY. REQUISITOS TÍPICOS. “En lo que hace al requisito de ostentación exigido por la figura legal en cuestión, se entiende que “usar con ostentación implica consumir con jactancia y vanagloria, mostrándose y haciendo su conducta patente”, por lo que consume con ostentación “no sólo el que ingiere el estupefaciente en un lugar público, sino el que le imprime al hecho una actitud de lucimiento para que sea visto” (D’Alessio, Andrés José y Divito, Mauro A., “Código Penal de la Nación Comentado y Anotado”, Tomo III, Ed. La Ley, 2da edición, Buenos Aires, 2010, pág. 1084 y sus citas). Al respecto, se expresó que no debe desvincularse la primera parte de la hipótesis prevista en la norma -en cuanto reprime al que preconizare o difundiere públicamente el uso de estupefacientes, o indujere a otro a consumirlos- de la segunda parte que “apunta a prohibir la inducción al consumo, dado que se trata de USO OFICIAL formas indirectas de apología” (ver causa n° 4352 “Vita, Leonardo Gustavo y otro s/ recurso de casación”, Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, reg. n° 6500.4, rta. el 11/04/05). En idéntico sentido, se invocó que “resulta evidente que el uso ostentoso mostrando o poniendo de manifiesto con alarde está evidentemente relacionado con la preconización o difusión pública del uso de estupefacientes que se contempla en el mismo art. 12” (ver voto del Dr. Ocampo en la causa n° 26.636 “Barrionuevo, Daniel”, Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, rta. el 3/07/90, Boletín de Jurisprudencia, año 1990, n° 3).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Por su parte, sobre la exigencia de la trascendencia al público, este Tribunal ha expresado: “Se sostiene que ‘la trascendencia implica que la acción haya sido percibida por terceras personas, y toda vez que la norma hace referencia al público, los sujetos receptores deben ser indeterminados’ (Mahiques, Carlos A., “Leyes Penales Especiales”, ed. Fabián Di Plácido, Bs. As., 2004, tomo I, pág. 195/6) (…) el tipo penal mencionado, exige la efectiva trascendencia al público, no bastando a tales efectos que el uso de la droga se produzca en lugares expuestos al público o privados, pero con probable trascendencia a terceros (ver Mahiques, Carlos A., obra citada, pág. 196)” (ver causa n° 27.680 “Lucero Tevez, José H. s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.769, rta. el 21/04/09). En otras palabras, se requiere -además de la ostentación- trascendencia actual y no potencial al público de la conducta desplegada.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “A la luz de lo señalado, el tipo penal bajo estudio no se conforma con el mero consumo en lugares expuestos a otras personas, sino que exige un determinado resultado: la “trascendencia al público”, y una modalidad de la conducta: “con ostentación”, entre los cuales existe indudablemente una estrecha relación, ya que trascenderá al público la conducta que de alguna manera se haya realizado ostentosamente y no a escondidas (ver dictamen del Procurador General de la Nación, al que remitieron los Sres. Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dres. Highton de Nolasco, Petracchi, Maqueda y Argibay, en la Competencia n° 31. XLVI “Herrera, Ernesto Nicolás s/ pta. inf. a la ley 23.737”, rta. el 21/09/10).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 22.2.2011 “Pereyra” Causa 29.872 Reg. 32.571 J. 6 - S. 11 EXCARCELACIÓN. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. REBELDÍA. EFECTOS. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. “Ahora bien, el hecho de que la encartada se hallara rebelde no conforma un obstáculo insalvable para la concesión de su excarcelación. Ello, en razón de que hasta ese momento no tenía conocimiento de la existencia 5 de la causa, circunstancia que no ha podido ser rebatida.” (Del voto de lso Dres. Freiler y Ballestero). C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 22.2.2011 “Godoy Calderón” Causa 45.208 Reg. 109 J. 4 - S. 7 EXCEPCIÓN. EXCEPCIÓN DE FALTA DE ACCIÓN. ALCANCES. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “La vía procesal intentada sólo resulta procedente cuando la atipicidad de la conducta denunciada resulte en forma palmaria de la mera descripción efectuada en el acto promotor, no tolerando este modo de excepcionar debate alguno sobre cuestiones subjetivas, ni hechos controvertidos ni la producción de prueba (en este sentido, ver: Navarro, Guillermo R. y Daray, Roberto R., “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo II, pág. 930 y D’Albora, Francisco, “Código Procesal Penal de la Nación”, Ed. Lexis Nexis, Buenos Aires, 2003, tomo II, pág. 715)”. “En reiteradas ocasiones hemos sostenido que “…Si bien el Tribunal ha seguido la elaboración pretoriana que admite la excepción de falta de acción en forma excepcional para los casos en que de manera inequívoca y manifiesta los hechos imputados no fueren subsumibles en ninguna de las figuras delictivas típicas establecidas por el legislador, la idoneidad de tal excepción se reservó, sin embargo, para aquellos casos en que ocurriera de modo patente y obvio, evitando que por esa vía, se plantearan cuestiones de fondo que hagan al objeto del proceso en forma anticipada a la oportunidad pertinente…” (ver causa n° 30.408, “Fernández Meijide, G. s/ excepción de falta de acción”, rta. el 14/04/99, reg. n° 228 y causa n° 42.491, “Belforte, Luciano Osvaldo s/ excepción de falta de acción”, rta. 23/12/08, reg. n° 1598, entre otras)”. “Resta señalar, en relación con lo expresado por el apelante en el escrito elaborado de acuerdo a lo normado por el artículo 454 del Código Procesal Penal de la Nación, en cuanto a que “no se encuentra primariamente demostrada la existencia de conducta alguna que quede atrapada por una figura del derecho material” y que “la actividad jurisdiccional necesita para activarse, de la certeza que un determinado hecho ha ocurrido, y que aquello que ha sucedido lesiona, efectivamente, un bien jurídico protegido por el derecho penal”, que dichas exigencias no se compadecen con el estadio procesal que transita este legajo”. “Una de las finalidades de la etapa instructoria es, precisamente, “…(c)omprobar si existe un hecho delictuoso mediante las diligencias conducentes al descubrimiento de la verdad…”. El proceso está encaminado, entonces, en su primera etapa, a corroborar -o descartar- la ocurrencia del suceso que forma parte de la hipótesis de la acusación -el cual debe ajustarse, prima facie, a alguna de las conductas descriptas por los tipos penales vigentes, a la determinación de las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que aquellos hubieran ocurrido y a la individualización de quienes hayan tenido intervención en el mismo (cfr. art. 193 Código Procesal Penal de la Nación)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero – Farah 16.2.2011 “Wellish” Causa 44.893 Reg. 95 J. 10 - S. 19 INCONSTITUCIONALIDAD. LEY 24.557 ART. 32. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. LIBERTAD PERSONAL. PROHIBICIÓN DE PRISIÓN POR DEUDAS. ALCANCES “…Cuando la República Argentina ratificó la Convención Americana sobre Derechos Humanos (ley 23.054) efectuó una reserva según la cual: “…el artículo 7, inciso 7, debe interpretarse en el sentido que la prohibición de la ´detención por deudas´ no comporta vedar al Estado la posibilidad de supeditar la imposición de penas a la condición de que ciertas deudas no sean satisfechas, cuando la pena no se imponga por el incumplimiento mismo de la deuda sino por un hecho penalmente ilícito anterior independiente…” (vid. reservas y declaraciones interpretativas hechas al ratificar la Convención, del 14/8/84)”. “En función de esta reserva, la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido que si bien algunos de los 6 Poder Judicial de la Nación instrumentos internacionales del art. 75, inc. 22, C.N. prevén que las deudas no pueden generar la privación de la libertad personal, esta solución encuentra su límite cuando el incumplimiento dinerario es catalogado como delito por el código de fondo o una ley especial de contenido penal (ver en este sentido, Sala I, causa n° 5101 “Ghillione, Oscar Mauricio s/ recurso de casación”, rta. el 18/12/03, reg. n° 6418)”. “Tampoco puede reputarse contraria a la Constitución Nacional la previsión de dicho incumplimiento como delito, pues la norma de valoración no tiende a garantizar el cumplimiento de contratos entre particulares sino principios del orden público laboral. En este mismo sentido, aunque en referencia al incumplimiento de aportes provisionales, la C.S.J.N. sostuvo: “…Que a los efectos de una adecuada hermenéutica de la ley debe tenerse presente que las normas fiscales no persiguen como única finalidad la recaudación pues exceden el mero propósito de mantener la integridad de la renta fiscal; ya que se inscriben en un marco jurídico general de amplio y reconocido contenido social, en el que la sujeción de los particulares a los reglamentos fiscales y normas tuteladas por los tipos penales constituye el núcleo sobre el que gira todo el sistema económico y de circulación de bienes (arg. Fallos: 314:1376, considerando 9° entre otros)…” (“Siagra S.R.L. s/ Ley 23.771”, rta. el 25/9/97; vid., en sentido similar, CNCP, Sala III, c/n° 916, “Maitini, Delio Jorge s/ recurso de casación”, rta. el 28/2/97, reg. N° 50/97)”. “En una dirección similar, no puede pasarse por alto que en el mensaje de elevación del proyecto de ley que USO OFICIAL desembocó en la sanción de la norma objetada se expuso que: “…Según surge de los lineamientos generales expuestos, la L.R.T. se inserta como un subsistema de la seguridad social que se integra armónicamente y complementariamente con otros institutos –fundamentalmente la legislación de higiene y seguridad en el trabajo y el sistema de jubilaciones y pensiones- con el objeto de proveer al trabajador una protección integral frente a los riesgos del trabajo…” (LL-1996-A, “Antecedentes Parlamentarios”, p. 412)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero – Farah 15.2.2011 “Benito” Causa 44.902 Reg. 89 J. 7 - S. 14 LEY 11.723. PROPIEDAD INTELECTUAL. ALCANCES. PADRÓN ELECTORAL. “La norma a la luz de la cual se examinaron los sucesos endilgados al encausado sanciona a quien “…edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derechohabientes” (art. 72 inciso “a” de la ley 11.723)”. “Dicha figura penal presupone la existencia de una obra -concepto cuyo alcance fue definido a través del primer artículo de la ley de mención-, que debe estar inscripta en el Registro correspondiente. También exige que la venta o reproducción se efectúe sin contar con la correspondiente autorización”. “Al definir el alcance del concepto obra, se establece que comprende “las obras científicas, literarias y artísticas comprenden los escritos de toda naturaleza y extensión, entre ellos los programas de computación fuente y objeto; las compilaciones de datos o de otros materiales; las obras dramáticas, composiciones musicales, dramático-musicales; las cinematográficas, coreográficas y pantomímicas; las obras de dibujo, pintura, escultura, arquitectura; modelos y obras de arte o ciencia aplicadas al comercio o a la industria; los impresos, planos y mapas; los plásticos, fotografías, grabados y fonogramas, en fin, toda producción científica, literaria, artística o didáctica sea cual fuere el procedimiento de reproducción”. “En el caso sub examine, del auto de mérito impugnado no se desprende qué categoría de obra sería, a criterio del a quo, el producto cuya comercialización se endilga a Cantaro, toda vez que se refiere a él como “el padrón electoral”. “Nótese que, precisamente, la defensa se dedicó, en primer término, a aclarar que el incuso no ha usado ni vendido ni reproducido el software elaborado por la Cámara Nacional Electoral -el cual se encuentra amparado por la ley de Propiedad Intelectual-, sino que, por el contrario, el producto que vendía Cantaro consistía en una base de datos de su propia creación, que contenía información parcialmente idéntica a aquella contenida en el Padrón”. 7 C.C.C. Fed. Sala I Ballestero – Farah 17.2.2011 “Cantaro” Causa 44.734 Reg. 103 J. 11 - S. 22 LEY 25.891. ART. 12. REQUISITOS TÍPICOS. “Ha dicho este Tribunal que, el artículo 12 de la ley de servicios de comunicaciones móviles exige como presupuesto fáctico que la adquisición y/o utilización de terminales celulares –módulo de identificación removible del usuario o la tecnología que en el futuro la reemplace- por parte de un sujeto ocurra con conocimiento de su procedencia ilegítima (Conf. c. 43.764 “Incidente de apelación de Gonzalez, Pablo L. en autos: s/inf. Ley 25.891”, rta.el 27/4/2010, reg. Nro. 370).” “Las pruebas incorporadas al momento resultan suficientes como para sostener que Brites habría adquirido a sabiendas de su origen ilícito, los módulos de identificación removible del usuario (tarjetas de telefonía).” “A dicha conclusión se arriba teniendo en cuenta la cantidad del material secuestrado y la notoria informalidad tanto de su adquisición como de su ofrecimiento al público.” “Asimismo, se han tenido en consideración los informes presentados por las compañías de telefonía móvil, en donde destacaron que el imputado no se encontraba habilitado para comercializar sus productos ni estaba registrado como agente oficial de esas compañías y que algunas de las líneas relacionadas con las SIM fueron dadas de baja por fraude (ver fs. 93, 97 y 102/103).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 22.2.2011 “Brites” Causa 44.500 Reg. 123 J. 12 - S. 23 LEY 25.891. CONDUCTAS TIPIFICADAS. REQUISITOS TÍPICOS. “… el hecho de que se tratase de un local no oficial, deja vislumbrar su conocimiento acerca de la procedencia ilegítima de aquellos, en tanto los requisitos solicitados para la adquisición no son los mismos que los requeridos por las empresas conocidas. Así, conformado que fuera el elemento objetivo del tipo penal endilgado, tampoco es posible descartar el dolo en el accionar del encartado, tal como solicitara oportunamente el recurrente”. “Recordemos además que esta Sala ha sostenido en otras oportunidades que: “…la ausencia de los comprobantes que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados, como así también las denuncias de robo que poseen, refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima…” (c. nro. 43.075, “Cabral, Eduardo s/procesamiento”, resuelta el 15/09/09, registro n° 982). En consecuencia, el decisorio apelado será homologado”. “Aquí debemos recordar que el artículo 12 de la ley 25.891 pretende englobar aquellos comportamientos que no se encuentran descriptos en los artículos 10 y 11 pero que de algún modo se relacionan con aquellas maniobras, es decir que intenta incriminar la conducta de las personas que adquieren o utilizan teléfonos celulares o tarjetas de telefonía de origen ilegal, conociendo ésta circunstancia. Queda comprendido en la descripción quien de cualquier forma se valga de estos materiales que hayan sido hurtados, robados, perdidos u obtenidos mediante fraude (ver los fundamentos del proyecto de ley de los Senadores Guillermo Jenefes, Miguel A. Pichetto y Jorge M. Capitanich, pág. 1095, Antecedentes Parlamentarios, Tomo 2004-B, La Ley)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero – Farah 15.2.2011 “Yaniquez” Causa 44.917 MARCAS Y Reg. 86 DESIGNACIONES. LEY 22.362. J. 12 - S. 24 BIEN JURÍDICO TUTELADO. CONDUCTAS ABARCADAS POR LA NORMA. ALCANCES. “Con relación a la ley de marcas, cabe destacar que este Tribunal ha sostenido reiteradamente que: “… ante este tipo de supuestos, iniciado por prevención policial y donde no existe querellante, la afectación al bien jurídico protegido por la norma, entonces debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si 8 Poder Judicial de la Nación éste fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio al titular de la marca –aún frente a su pasividad, vale decir, dimensiones considerables, giro comercial importante y efectos negativos apreciables. Solo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de lesividad mencionado en el comienzo y la persecución penal en la libertad de acción del individuo…” (CN° 38.775 “Avena, Damián” rta. el 5/10/06, reg. n° 1.089 y CN° 44.675 “Suárez, Adrián” rta. El 11/11/2010, reg. n° 1138, entre otras)”. “Así, las cosas, la conducta investigada en autos contrasta con los parámetros señalados, dada la forma inusual y atípica en que se ofrecían al público los cd´s y dvd´s -en un puesto de diarios-. Por lo tanto, resulta imposible poner en peligro la credibilidad del legítimo fabricante -en este caso ausente de presentación-, siempre que el consumidor sabe que los defectos propios que los dvd´s acarrean, sin duda, no son de responsabilidad del dueño marcario, ello en virtud de las circunstancias particulares que rodearon al hecho”. “En consecuencia, atento a las características de los discos secuestrados, no puede aseverarse que los titulares de las marcas se vean desprestigiados y/o perjudicados para su comercialización. Ello, toda vez que, como se ha señalado previamente, los potenciales compradores de los dvd´s como los secuestrados en autos, tienen absoluto conocimiento de la pésima calidad de grabación”. “Sin embargo, en base a lo expuesto, se advierte que la conducta realizada por los imputados, puede ser USO OFICIAL alcanzada por lo establecido en el artículo 72 bis, inc. “d” de la ley 11.723, pero no obran en autos informes registrales que acrediten la propiedad artística de dichas obras ni documentación que acredite el origen extranjero o nacional de las obras incautadas”. “En este sentido, este Tribunal ha dicho que: “… la tutela penal de los derecho protegidos por las leyes 22.362 y 11.723 -en este último caso con la salvedad de lo estipulado en el artículo 5to. del Convenio antes citado, necesariamente requiere la previa y efectiva inscripción, motivo por el cual, y no obstante la notoriedad que puedan tener las marcas y las obras cuestionadas, la acreditación de los registros correspondientes resulta insoslayable para la persecución penal… (Cn° 43.159 “Pazos, Arturo L. s/ proc.”, rta. el 30/7/09, reg. n° 721 y cn° 44.658 “Ibáñez s/ proa.” rta. el 4/11/2010, reg. n° 1113)”. “Por ello, consideramos que respecto a la propiedad intelectual restan realizar varias medidas a fin de determinar si el bien jurídico tutelado por la norma se encuentra afectado, por lo tanto corresponde adoptar, de momento, el auto de mérito previsto por el artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero – Farah 2.2.2011 “Lancestremere” Causa 44.361 MARCAS Y Reg. 24 DESIGNACIONES. LEY 22.362. J. 4 - S. 7 BIEN JURÍDICO TUTELADO. CONDUCTAS ABARCADAS POR LA NORMA. ALCANCES. “Esta Sala ha sostenido -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado por la ley 22.362 en los casos en que la calidad visiblemente apócrifa y ciertas circunstancias que hacen al contexto de venta, tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89, causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras)” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “Más recientemente, se resaltó que tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del artículo 31 de la normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un producto. De hecho, tal como surge de la exposición de motivos de la ley 22.362, la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la 9 necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “De tal manera, encuadrar una acción en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público consumidor, implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “En el sub examine, la calidad de los discos compactos que le fueron incautados a Augusto Nicolás Pagano, -son los conocidos comercialmente como vírgenes o grabables, ver resultados del peritaje practicado a fs. 45/6 ppal.- y las condiciones en que eran exhibidos para su comercialización, esto es, en la vía pública y con sus portadas fotocopiadas, permiten concluir que los elementos no eran idóneos para producir la posibilidad de engaño que exige la norma analizada” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun). “He sostenido que “...Ante este tipo de supuestos, iniciados por prevención policial y donde no existe querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma, entonces, debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de la marca -aún frente a su pasividad- vale decir, dimensiones considerables, giro comercial importante y efectos negativos apreciables. Solo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de lesividad (...) y la persecución penal se hace viable, pues aparece el ´fin´ que justifica y da sentido a la injerencia penal en la libertad de acción del individuo (Sala I de esta Cámara, causa n° 41.065 “Berardi”, reg. n° 101 del 14/02/08 y su cita)” (Del voto del Dr. Farah). “Así las cosas, la conducta investigada en autos contrasta con los parámetros señalados, dada la forma inusual y atípica en que se ofrecían al público los discos compactos -en plena vía pública- y que a simple vista se podría advertir que no pretendían imitar los originales, por lo tanto, resulta imposible en tales condiciones que se haya puesto en peligro la credibilidad del fabricante -en este caso, incluso, ausente de presentación-, pues el consumidor sabe que los defectos propios de los productos que adquirió, sin duda, no son responsabilidad del dueño marcario” (Del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 1.2.2011 “Pagano” Causa 29.888 Reg. 32.492 J. 6 - S. 11 NULIDAD. DICTÁMEN FISCAL. FALTA DE LEGALIDAD Y RAZONABILIDAD. DISIDENCIA. “El análisis de la presentación suscripta por el Sr. Fiscal General me lleva a concluir que, en virtud de los defectos que a continuación pasaré a explicar, no puede ser admitida como un acto válido. Los argumentos vertidos por el Dr. Moldes en su dictamen no superan el juicio de razonabilidad correspondiente, por lo debe ser anulado.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler) “Históricamente, la Procuración General de la Nación viene instruyendo a los Magistrados que integran el Ministerio Público Fiscal a velar -dentro de los límites trazados por el marco jurídico correspondiente, es decir, sin apartarse de las normas vigentes que regulan la materia-, por el mantenimiento de la vigencia de la acción penal pública.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler) “Ese criterio se ve reflejado con claridad en lo expuesto por el Sr. Procurador General en cuanto a que “…a la luz del rol esencialmente requirente del Ministerio Público Fiscal, y en virtud del carácter de representante de los intereses generales de la sociedad (artículo 120 de la Constitución Nacional), impone la necesidad de aumentar los esfuerzos institucionales para evitar que la prescripción de la acción penal impida que se dicte sentencia, que es la forma adecuada de conclusión de los procesos criminales” (Res. P.G.N. n° 33/05, del 15 de abril de 2005).” “En aquella ocasión, el Dr. Esteban Righi dispuso concretamente “Instruir… para que… siguiendo la histórica línea político criminal del organismo, opten por la interpretación que haga prevaler la vigencia de la acción 10 Poder Judicial de la Nación penal pública (Res. P.G.N. 3/86, 25/88, 39/95, 20/96, Ministerio Público 39/99, 42/02, 71/03, entre otras)”.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler) “El notable apartamiento de dicho principio rector por parte del Fiscal General, que al desistir del recurso de apelación oportunamente interpuesto por su colega de grado se ha alejado de la línea de política criminal que fue expresamente fijada por su superior jerárquico, no fue justificado, a mi modo de ver, de ningún modo. El dictamen obrante a fs 202 omite toda mención al respecto, por lo que su fundamentación resulta meramente aparente.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler) “Todo ello me lleva a sostener que el dictamen glosado a fs 202 no supera el necesario examen de legalidad y razonabilidad, del que no se halla exenta la actuación de los representantes del Ministerio Público Fiscal (art. 69 del Código Procesal Penal de la Nación), lo que así voto.” (Del voto en disidencia del Dr. Freiler) C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 24.2.2011 “Cirigliano” Causa 44.930 Reg. 131 J. 6 - S. 12 NULIDAD. DICTAMEN FISCAL. IMPROCEDENCIA. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. AUTONOMÍA. AUTO DE PROCESAMIENTO. ELEVACIÓN A JUICIO. USO OFICIAL “Más allá de las diversas opiniones jurisprudenciales e incluso, de distintas opciones legislativas vinculadas con la necesidad o no del auto de procesamiento, lo cierto es que en los códigos procesales que, como el de la Nación, mantienen su previsión, la interpretación de su sentido en el marco del procedimiento debe realizarse desde la óptica de las garantías que protegen al justiciable”. “En esta dirección, la revisión jurisdiccional del mérito provisorio de la instrucción tiende, sobre la base de la audiencia previa del imputado, a tamizar la imputación y a evitar eventuales acusaciones infundadas. En este sentido, el hecho de que el Fiscal haya consentido el auto de procesamiento al no haber apelado a favor del imputado, no lo determina, a modo de necesidad, a presentar la acusación en su contra en el momento procesal en el que está investido por la Constitución Nacional (art. 120) de la atribución de decidir si lleva o no a una persona a juicio. El consentimiento del auto de procesamiento por un lado, y el pedido de sobreseimiento en el momento del art. 346 del C.P.P.N., no lleva ínsita, en consecuencia, una contradicción que conlleve la máxima sanción procesal aplicada por el magistrado”. “Lo expuesto no quita la posibilidad de que el Juez realice un control de legalidad y razonabilidad del dictamen fiscal, siempre y cuando dicho contralor no avance indebidamente sobre el poder de la acción y, en consecuencia, sobre la imparcialidad judicial (vid., entre muchas otras, c/n° 40.132, “Incidente de nulidad de Ramos, Nicolás Martín”, rta. el 5/6/07, reg. N° 502, n° 40.340, “Incidente de nulidad de García Iglesia, José”, rta. el 27/8/07, reg. N° 934, n° 38.122, “Palacios, M.J.”, rta. el 30/11/05, reg. N° 1392; c/n° 42.948, “Incidente de apelación en autos NN s/ delito de acción pública”, rta. el 7/5/09, reg. N° 402)”. “En este sentido, si bien en el caso se siguió el camino procesal correcto al practicarse un control de legalidad y razonabilidad del dictamen desincriminatorio fiscal, la materialización de esa tarea viró hacia una suerte de disposición de la acción, pues la fundamentación de la nulidad en un único motivo que hemos descartado como generador de tal sanción procesal, reveló, en verdad, una mera discrepancia con el criterio de quien es el titular de la acción pública”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 8.2.2011 “De Cunto” Causa 44.470 Reg. 47 J. 2 - S. 4 PREVARICATO. ART. 269 CP. REQUISIOS TÍPICOS. “No caben dudas de que el prevaricato –art. 269 CP- es un delito especial –delicta propia- en el que sólo puede ser considerado autor el “juez”, por ser el único que reune los requisitos típicos exigidos por la norma. Sin embargo, ello no excluye la posibilidad de que existan aportes punibles que conviertan a quien los facilite en 11 cómplice (en contrario, Schmidhauser defiende la impunidad del partícipe en los delicta propia, pero representa a un sector muy minoritario de la doctrina que desconoce el carácter accesorio de la participación y cuya prédica no se ajusta a la letra de nuestro Código Penal –v. Zaffaroni, Alagia, Slokar “Derecho Penal. Parte General”, Ediar, Buenos Aires, 2002, pág. 792-).” “El precedente de la Cámara Nacional de Casación Penal que trae a colación el magistrado de grado (Sala IV, c. 1900 “Diamante, Gustavo G. s/ recurso de casación”, reg. 3326.4, rta. 26/4/01), contrariamente a lo que alega el letrado, admite la posibilidad de que un Secretario participe del prevaricato del juez. El hecho de que en aquel caso no se haya probado tal participación no implica su negación a priori sino justamente lo contrario…” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 22.2.2011 “González” Causa 44.825 Reg. 128 J. 12 - S. 13 PRUEBA. CUERPO DEL DELITO. AUSENCIA. CONSECUENCIAS. “…este Tribunal ha dicho que: “…A los fines de la acreditación de la comisión de un delito, no resulta necesaria la incorporación al proceso del objeto sobre el cual ha recaído la conducta delictuosa –corpus criminis- ni de los medios utilizados en la comisión del suceso –corpus instrumentorum-, ya que basta con que su verificación se produzca por los medios de prueba admitidos –corpus probatorium-…” (Conf. esta Sala en CNº 35764 “Ambesi, Ana s/ procesamiento, Reg. N 304, 19/04/05; CNº 42.931 “Velásquez Aguilera, Alicia s/ procesamiento y prisión preventiva”, Reg. Nº 374, 8/04/09; CN° 44.499 “Sales, Jorge Antonio s/ procesamiento” Reg. N 1197, 25/11/10 y CNCP, Sala III “Ambesi, A, Reg. Nº 854043).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 22.2.2011 “Lucero” Causa 44.904 Reg. 110 J. 1 - S. 1 PRUEBA. MANIFESTACIONES DEL PERSONAL POLICIAL PREVENTOR. VALOR PROBATORIO. “Es jurisprudencia de esta Sala que los dichos de los funcionarios policiales poseen plena fuerza probatoria cuando se refieren a hechos conocidos por razones funcionales y no se basan en interés, afecto u odio, y que el sentido moral genérico que inspira la verdad de todo testigo, se agrega el sentimiento de un deber especial y particular que proviene de su propia condición y que tiene su origen en el cargo que desempeña (conf. Causa nro. 26.299 “Magrache, Vicente M.”, rta. el 3/7/98, reg. Nro. 496, entre otras).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 22.2.2011 “Angulo Rios” Causa 45.122 RECURSO Reg. 112 DE APELACIÓN. DESISTIMIENTO. J. 8 - S. 15 PRINCIPIO DISPOSITIVO. AUSENCIA DE JURISDICCIÓN DEL TRIBUNAL. “Que en esta instancia (…) el recurrente ha desistido de la apelación deducida razón por la cual y en virtud del principio dispositivo que gobierna la materia recursiva, dicha actitud ha quitado jurisdicción al Tribunal para el conocimiento de la cuestión traída a estudio, resultando imperativo legal tener por desistido el recurso interpuesto (conf. causa n° 16.051 “Svatetz de Menéndez, Matilde y otra s/sobreseimiento”, reg. n° 17.269, rta. 29.2.00 y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala II Farah - Irurzun 9.2.2011 “Inc. de apelación” Causa 30.074 Reg. 32.529 J. 12 - S. 23 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. COMPETENCIA. CUESTIONES DE COMPETENCIA. INADMISIBILIDAD. 12 Poder Judicial de la Nación “…las resoluciones que deciden cuestiones de competencia no constituyen sentencia definitiva por no imposibilitar la prosecución de las actuaciones”, por lo tanto resulta inadmisible el recurso de casación. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero – Farah 3.2.2011 “Campo” Causa 44.677 Reg. 36 J. 4 - S. 7 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. EMBARGO. MEDIDAS CAUTELARES. RESOLUCIÓN SOBRE MEDIDAS CAUTELARES. IMPROCEDENCIA. “…la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las ordenen, modifiquen o levanten, no revisten -en principio- carácter de sentencias definitivas, salvo que se verifique un agravio que, por su magnitud y las circunstancias de hecho, pueda ser de imposible, insuficiente o tardía reparación ulterior -ver de esta Sala, causa n° 26.195 “Granillo Ocampo, R. E. s/inhibición gral. -casación”, rta. 28.3.08, reg. n° 28.202 y sus citas- (cfr. asimismo, C.S.J.N. Fallos 238:434; 244:530; 286:240; 307:1132; USO OFICIAL 319:2325; 310:6814; 286:240, entre otros)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 10.2.2011 “Seoane” Causa 29.776 Reg. 32.531 J. 4 - S. 8 RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. El artículo 474 del CPPN “… establece que el recurso de inconstitucionalidad procede cuando se hubiese cuestionado la constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia regida por la Constitución y la sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del recurrente. Si bien una interpretación literal indicaría que el recurso sólo se admite cuando la decisión ha sido favorable a la validez constitucional de la norma, se ha interpretado que resulta la vía adecuada, igualmente, para lograr la declaración de constitucionalidad de una norma declarada violatoria de la Constitución Nacional por un Tribunal inferior, tal como se corrobora en el presente caso (C.N.C.P. Sala IV, cn° 1676, “Fernández, Miguel Tito s/ recurso de inconstitucionalidad”, rta. 10/08/00, reg. N° 2747; Sala II cn° 36 “Costilla, Jorge s/ recurso de inconstitucionalidad”, rta. el 24/11/93, reg. n° 61 y Sala III cn° 64 “Belizán, Rodolfo A. s/ recurso de inconstitucionalidad”, rta. el 15/03/94, reg. N° 94, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 8.2.2011 “Rojas” Causa 44.553 Reg. 45 J. 12 - S. 24 RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. CAUSALES. RECHAZO “Recuérdese que no “constituyen motivos de apartamiento las diferencias de criterio que se exponen respecto del trámite y decisiones adoptadas en esta causa por el magistrado recusado pues dichos planteos deben ser canalizados a través de las vías procesales idóneas en los procesos en que las decisiones criticadas fueron adoptadas, sin que quepa admitir la separación del Juez de la causa en base a cuestionamientos atinentes al contenido de sus resoluciones o a los eventuales defectos formales de que éstas adolezcan” (c. n° 42.689, “Rodríguez Menéndez, José Emilio s/recusación”, rta. 15/1/2009, reg. n° 23, de esta Sala. En el mismo sentido, c. n_ 42.718, “Naim, Shlomo s/recusación”, rta. 08/01/09, reg. n° 6).” “No puede dejar de considerarse que las causales que motivan la recusación de los magistrados implican un acto grave pues importa el apartamiento de un juez del conocimiento de la causa que por ley le ha sido atribuida (Fallos 319:739), por lo que deben apoyarse en argumentos sólidos y serios que demuestren el interés directo o indirecto del magistrado en la causa, lo que en el caso no se expone.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 13 24.2.2011 “Melgarejo” Causa 44.504 Reg. 144 J. 1 - S. 2 SUPRESIÓN Y SUPOSICIÓN DEL ESTADO CIVIL Y DE LA IDENTIDAD. ART. 139 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “Se ha entendido que la primera parte del tipo penal tratado hace referencia a “cualquier acto idóneo para producir el resultado típico, que puede recaer sobre la persona del menor o sobre los documentos que acreditan su identidad” (ver Donna, Edgardo “Derecho Penal -parte especial-”, Ed. Rubinzal Culzoni, Bs. As. 2001, Tomo IIA, pag. 91)”. “Con acierto se ha afirmado que “alterar el estado civil significa hacer aparecer como real una situación que no es la que corresponde efectivamente a los hechos…, habiéndose colocado al sujeto pasivo en situación de ser otro, como cuando se altera su filiación…” ( ver Baigún, David y Eugenio Zaffaroni, “Código Penal, parte especial”, Edit. Hammurabi, Bs. As. 2008, T. 5, pág. 94 y su cita).”. “Precisamente, al analizar los alcances de este tipo penal, el doctor Zaffaroni, con cita de Fontan Balestra, sostuvo que ocurre “si se altera un acta de nacimiento haciendo parecer legítimo a un hijo que no lo es o viceversa” (Ob. Cit., T. 5, pág. 95 y su cita; la negrita pertenece al Tribunal).”. “El hecho que fuese la verdadera madre quien mantenía la custodia de sus hijas y así lo diese a conocer públicamente, aunado a las constancias que surgen de la causa, desnaturalizan la posible subsunción de la conducta bajo la modalidad típica permanente, “retener” y “ocultar”, prevista en la segunda parte del inciso.” “En esa dirección, es dable sostener que en el caso que nos ocupa lo que se prolonga en el tiempo son los efectos materiales dañosos causados por la consumación instantánea del delito -alteración de la identidad mediante la inscripción con datos falsos- que de ningún modo suponen, como el delito permanente, que el autor haya continuado con el delito (Conf. esta Sala II c. nº23.619 “D, F s/ prescripción”, rta. el 28/9/2006, reg. nº 25.773).”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 22.2.2011 “Cáceres” Causa 29.774 Reg. 32.572 TRATA DE PERSONAS. REQUISITOS TÍPICOS. J. 5 - S. 9 MEDIDAS CAUTELARES. SECUESTRO. EMBARGO. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “El que de momento no se haya logrado acreditar que la niña identificada como “V” haya sido sometida a explotación sexual en el departamento de la calle Viamonte 1676 1ro. B, no impide que en función de la prueba acumulada se tengan por configuradas, con el grado de provisoriedad de un temperamento como el que revisamos, aquellas etapas del suceso que la involucró y que resultan subsumibles en la figura de trata de personas. Ello, sin perjuicio de que el devenir de la investigación permita avanzar en el conocimiento de lo acontecido con aquellas otras dos mujeres que habrían escapado, una de las cuales también sería menor de edad.” “Más allá de las especiales pautas tenidas en cuenta por la magistrada que obligan al Estado Argentino a asegurar el bien en trato para un futuro decomiso, coincidimos con la defensa en que tal finalidad puede ser resguardada por una medida cautelar menos restrictiva que su secuestro.” “En efecto, recordemos que el secuestro de cosas que prevé el artículo 231 del C.P.P.N. es una medida de coerción real que puede obedecer a la necesidad de preservar material probatorio útil para la investigación o de sujetar a proceso aquellas que deban ser objeto de decomiso o confiscación.” “En el presente caso se trata de un automóvil de propiedad del imputado que habría sido utilizado en las primeras etapas del delito investigado para trasladar a la menor identificada como “V” desde la provincia de Chaco hasta esta ciudad.” “Sin embargo, no es su valor probatorio lo que ha llevado a la magistrada a la adopción de la medida cuestionada, sino la necesidad de sujetarlo a las resultas del proceso en los términos del artículo 23 del C.P., dado que tampoco cabe descartar que sea producto de los delitos investigados.” 14 Poder Judicial de la Nación “Tal finalidad, sin embargo, admite que sea preservada a través de una medida alternativa que no implique adelantar a esta etapa instructoria aquellas restricciones propias de la condena.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 22.2.2011 “Cáceres” Causa 45.257 Reg. 113 J. 9 - S. 17 ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO. ART. 249 CP. REQUISITOS TÍPICOS. ESTAFA. ART. 173 INC. 11 CP. DESBARATAMIENTO DE DERECHOS ACORDADOS. REQUISITOS TÍPICOS. “…en la causa “Eggink” y con remisión, a su vez, a la doctrina de la causa N° 41.197 (“Ginés González García s/ sobreseimiento”, rta. el 13/5/08, reg. Nº 510), esta Sala sostuvo que la aclaración dentro del tipo del art. 249 del C.P. persigue precavernos sobre la proximidad de la omisión prevista con el riesgo jurídicamente permitido o contemplado por otros ámbitos del ordenamiento de menor injerencia que el derecho penal. Se consideró además que aún sin dicho alerta legal, la precaución también resulta aplicable al tipo del art. 248 C.P. Se especificó en este sentido, con cita de otro precedente de la Sala, in re: “Cirielli” (c/nº 37.543, rta. el 18/7/07, reg. Nº 803), que el ámbito de aplicación de la norma no incluye actuaciones equivocadas o erróneas sino que exige la falsedad –y USO OFICIAL por cierto su conocimiento como correlato subjetivo- de los presupuestos de la decisión adoptada –en caso de un quehacer comisivo- o la concurrencia de una situación generadora de actuar y la decisión deliberada de no hacerlo pese a la representación de las circunstancias –en su faceta omisiva-. Se estimó que las mismas consideraciones resultaban aplicables con relación a la norma del art. 249 C.P. que prevé incluso un comportamiento aún más cercano a las actuaciones administrativas irregulares abarcadas por ámbitos jurídicos específicos, distintos de la última ratio del ordenamiento jurídico.” (Del voto del Dr. Farah). “Ahora bien, en cuanto al tipo penal del art. 173, inc. 11, prevé, en lo pertinente, la conducta del que tornare imposible, incierto o litigioso el derecho sobre un bien, sea mediante cualquier acto jurídico relativo al mismo bien, aunque no importe enajenación, sea removiéndolo, ocultándolo o dañándolo, siempre que el derecho hubiese sido acordado a otro por un precio o garantía.” (Del voto del Dr. Farah). “Se sostiene al respecto que la figura exige que el sujeto activo sea autor de una acción anterior que jurídicamente constituya una obligación válida cuyo cumplimiento requiere actos positivos ulteriores. Se aclara que el supuesto de hecho supone que la víctima o bien ha pagado un precio o bien ha acordado un derecho y como garantía ha aceptado la promesa de la entrega de la cosa. Por su parte, el autor ha recibido total o parcialmente ese precio o el derecho que prometió garantizar y que esta acción anterior es la que impide hacer positivamente algo frustratorio. Mientras no haga más que no cumplir su compromiso no habrá desbaratamiento, aunque el acreedor deba demandar el cumplimiento. Cuando la ley dice tornar litigioso o incierto, requiere que esa condición sea la resultante de otro acto que efectivamente cree en los hechos aquella situación. No basta negar en juicio la existencia de la obligación; es necesaria la agregación de una forma de fraude procesal que recaiga sobre la cosa misma: destruirla, ocultarla, dañarla (cfr. Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Tea, Buenos Aires, 1987, Tomo IV., ps. 455 y 457).” (Del voto del Dr. Farah). C.C.C. Fed. Sala I Farah – Cattani - Irurzun 21.3.2011 “Y.P.F.” Causa 44.384 Reg. 216 J. 11 - S. 21 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN LEGAL QUE DEBE CONSIDERARSE. CONCURSO DE DELITOS. “…para el caso de concurso ideal de delitos, la prescripción de la acción penal rige por el término del delito de pena mayor (conf. esta Sala C.N° 27.009 AMartínez, Marcelo y otros s/inf. ley 11.723 y 22.362, rta. el 17/05/96, reg. nro. 425 y sus citas).” “Cuando se está frente a un supuesto en el que lo que se imputa es una unidad delictual derivada de una única 15 acción, no corresponde efectuar procesalmente el desdoblamiento en base a calificaciones legales (conf. Sala I, ANash@, reg. 435 del 6/7/93, c.n° 29.621 ACasella, M.@ del 28/4/98, reg. 283, c.n° 31.469,@Mamani Condori, N.@ del 16/12/99, reg. 1156 y en el mismo sentido Sala II, c.n° 15.961, AMaidana, P. N.@, reg. 16.979, del 4/11/99).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 22.3.2011 “Igoldi” Causa 44.176 Reg. 226 J. 4 - S. 7 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CAUSALES DE INTERRUPCIÓN. TAXATIVIDAD. INTERPRETACIÓN DE LA LEY. CRITERIOS. FUNCIONARIO PÚBLICO. CONCEPTO. AUTORIDAD CERTIFICANTE. “Ahora bien, respecto a la aplicación del artículo 67, inc. “a” del Código Penal, este Tribunal ya se ha expedido y ha refutado en numerosos precedentes, concluyendo que dicha normativa como también la doctrina del fallo “Prinzo” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad, viola el principio de legalidad consagrado por los artículos 18 y 19 de la Constitución Nacional y el artículo 9 de la CADH. Ello, en virtud de que toda interpretación del artículo 67 inc. “a” que no concluya en que solo la comisión de un delito respecto del cual medio sentencia condenatoria firme tiene entidad para interrumpir el curso de la prescripción, es una interpretación in malam partem violatoria del principio de legalidad (ver cn° 38.941 “Herrero” rta. el 28/11/06 reg. n° 1320 entre otras).” “…la labor llevada a cabo por el imputado como autoridad certificante, no lo embiste calidad de “funcionario público” en los términos previstos por la citada norma.” “En efecto, lleva dicho esta Alzada que la disposición de fondo tiene el propósito de evitar que corra el término mientras la “influencia política” del sujeto pueda perturbar el ejercicio de la acción. Por ende, por el cargo público no debe entenderse cualquier empleado estatal, sino el funcionario cuya jerarquía o vecindad con ésta permita sospechar que puede emplear su autoridad o influencia con el fin de perjudicar el ejercicio de la acción penal (ver esta Sala, cn° 38.593 “Martino s/ prescripción de la acción, rta. el 7/04/06, reg. n° 28699.” “Tal labor se encuentra lejos de ser una de las que llevaba a cabo el imputado como autoridad certificante a los fines de una incorporar un afiliado al partido.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 31.3.2011 “Pellegrino” Causa 44.885 Reg. 287 J. 6 - S. 12 AUTO DE PROCESAMIENTO. CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. ALCANCES. “No debe perderse de vista que “…el procesamiento contiene un juicio de probabilidad acerca de la existencia del hecho delictuoso y de la participación de cada uno de los imputados en éste, tratándose pues de la valoración de los elementos probatorios suficientes para producir probabilidad aún no definitivos ni confrontados, pero que sirven para orientar el proceso hacia la acusación, vale decir, hacia la base del juicio” (cfr. Clariá Olmedo, Jorge A., Derecho Procesal Penal, Lerner, Córdoba, 1985, p. 612); en tanto, será en la etapa de debate oral y público la oportunidad en la que los imputados podrán cuestionar con mayor amplitud los extremos fácticos relativos al hecho que se les endilga, así como la intervención que eventualmente pudieron haber tenido.” “En este mismo sentido, Vélez Mariconde sostiene que, cuando el Juez ordena el procesamiento no emite más que un juicio de probabilidad, donde los elementos afirmativos deben ser francamente superiores a los negativos, de modo que ya no basta la simple posibilidad de que concurran los extremos de la imputación, pero tampoco es preciso que el juez haya adquirido la certeza de que el delito existe y de que el imputado es culpable (“Derecho Procesal penal”, tomo II, Lerner Editora, Córdoba, 1986, pág. 439).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 22.3.2011 “Reparaz Fiori” 16 Poder Judicial de la Nación Causa 44.205 Reg. 231 J. 10 - S. 19 COMPETENCIA. DENUNCIA CONTRA AGENTES POLICIALES ACTUANDO COMO OFICIALES DE UN JUEZ FEDERAL. COMPETENCIA FEDERAL. “…si bien el personal policial se encontraba realizando tareas de prevención, al tomar conocimiento del ilícito pesquisado, resulta evidente que la materia anoticiada es de competencia de este fuero de excepción.” “Por ello, atendiendo a las circunstancias concretas de la causa, puede afirmarse que los oficiales actuaron como auxiliares de un Juez Federal, por lo que corresponde que sea este fuero el que continúe conociendo en la presente investigación (ver C.N.º 37.203 “Fabre, Oscar s/ comptencia”, reg. 1.109 del 28/10/04).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 31.3.2011 “Comisaría n° 9 P.F.A.” Causa 45.180 Reg. 291 J. 1 - S. 1 DEBIDO PROCESO. ALCANCES. CIUDADANO EXTRANJERO. DERECHOS QUE LE ASISTEN. “…cabe destacar que ni al momento de ser detenido ni ante sede judicial el encausado fue puesto en conocimiento de los derechos que le asisten como nacional de otro Estado, y que se hallan expresamente USO OFICIAL reconocidos por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares (art. 36). Esta Sala ha dicho que se trata de una exigencia que, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo al emitir su Opinión Consultiva N° 16/99, “...atiende al propósito de que aquél disponga de una defensa eficaz. Para ello, la notificación debe ser oportuna, esto es, ocurrir en el momento procesal adecuado para tal objetivo. Por lo tanto... la Corte interpreta que se debe hacer la notificación al momento de privar al inculpado y en todo caso antes de que éste rinda su primera declaración ante la autoridad” (párr. 106). Y ello por cuanto la notificación del derecho de comunicarse con el representante consular de su país, como estipula el art. 36 de la citada Convención, “...contribuirá a mejorar considerablemente sus posibilidades de defensa y a que los actos procesales en los que interviene -y entre ellos los correspondientes a diligencias de policía- se realicen con mayor apego a la ley y respeto a la dignidad de las personas” (Corte IDH, Opinión Consultiva N° 16/99, “El derecho a la información sobre asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal”, del 1° de octubre de 1999, párr. 121).” “En consecuencia, y ante la falta de cumplimiento en el caso de las evocadas indicaciones corresponde recomendar al magistrado de la anterior instancia su pertinente observancia en el presente, así como en futuras intervenciones en las cuales se vea involucrada una persona de nacionalidad extranjera. (v. de esta Sala I, c. 42.727, “Zárate González, Teodolina s/ excarcelación” del 13/01/09, reg. nro. 9).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 22.3.2011 “Olivares y Fleitas” Causa 44.946 Reg. 247 J. 9 - S. 17 DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. DERECHO A CONTAR CON ABOGADO DEFENSOR. IMPUTADO. MOMENTO A PARTIR DEL CUAL SE ADQUIERE TAL STATUS. “La norma citada, en tanto establece el derecho del imputado “a hacerse defender por abogado de la matrícula de su confianza”, debe interpretarse armónicamente con el art. 107 del mismo cuerpo legal, que especifica que “Sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 104 y en la primera oportunidad, y en todo caso antes de la indagatoria, el juez invitará al imputado a designar defensor entre los abogados de la matrícula”. Similar disposición contiene el artículo 197 del código de forma. Es decir que la asistencia se torna obligatoria si la convocatoria para exponer en indagatoria es ordenada. El espíritu del legislador ha sido claro: el imputado debe contar con asistencia letrada designada, antes de concretar su primer acto de defensa en el proceso (Navarro, Guillermo y Daray, Roberto, “Código Procesal Penal de la Nación”, Hammurabi, Bs. As., 2004, tomo I, págs. 339 y 344). En igual sentido se ha expresado que la designación de un abogado defensor es un derecho que tiene el imputado desde que existe el 17 proceso penal de manera formal. Esto es, en los casos de denuncia, a partir de que por requerimiento fiscal de instrucción se dirijan imputaciones concretas contra persona alguna, momento a partir del cual se adquiere el status jurídico de imputado. No obstante ello, ese derecho del imputado se hace patente en todo su esplendor como garantía más adelante, puesto que se impone al juez la obligación de que el imputado cuente con asistencia técnica antes de cumplir con el acto de indagatoria (ver Almeyra, Miguel A., “Código Procesal Penal de la Nación”, La Ley,BsAs, 2010, págs.396/7).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 15.3.2011 “Cassagne” Causa 29.311 Reg. 32.647 J. 7 - S. 14 DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. INCAPACIDAD SOBREVINIENTE DEL IMPUTADO. ART. 77 CPPN. “…la letra del artículo 77 del CPPN prescribe que “[s] i durante el proceso sobreviniere la incapacidad mental del imputado, el tribunal suspenderá el trámite de la causa…” y que “[l]a suspensión del trámite del proceso impedirá la declaración indagatoria o el juicio, según el momento en que se ordene, sin perjuicio de que se averigüe el hecho o se prosiga aquél contra los demás imputados”.” “Ahora bien, respecto del instituto objeto de examen, la doctrina entiende que “…el órgano jurisdiccional, una vez detectada la incapacidad mental del imputado a través de la pertinente verificación pericial, paralizará el proceso porque la misma impedirá que se realicen determinados actos para los cuales es indispensable su aptitud” (cfr. Guillermo Rafael Navarro y Roberto Raúl Daray: “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, Buenos Aires, Hammurabi, 2010, T. I, pág. 338). En modo coincidente, se ha expresado que “frente a la incapacidad mental del imputado advertida durante el proceso, el Tribunal debe suspender la tramitación de la causa, y ello se justifica pues es inútil proseguir el juicio contra el eventual demente, quien no puede participar en los actos esenciales que es requerida su presencia” (cfr. Raúl Washington Ábalos: “Código Procesal Penal de la Nación. Comentado. Anotado. Concordado”, Mendoza, Ediciones Jurídicas Cuyo, T. I-A, pág. 591).” “De tal forma, una correcta hermenéutica de la normativa de forma examinada no puede soslayar avanzar sobre dos cuestiones que, aunque vinculadas, merecen ser discriminadas, a saber: a) el requisito de procedencia del instituto -la incapacidad mental del imputado-; b) las derivaciones de su aplicación -el impedir la indagatoria o la participación del imputado en juicio oral-.” “Conforme esta caracterización, emerge claramente que el Legislador no ha previsto el llamado a prestar declaración indagatoria o la participación del imputado en el debate oral como requisito de procedencia del beneficio peticionado -como se desprende de la opinión del acusador público-, la suspensión del proceso responde simplemente a un deber del juzgador frente a la verificación de un hecho en el plano del “ser” -se trata de la incapacidad sobreviviente del imputado-, cuyo telos es la plena vigencia del derecho de defensa en juicio.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 21.3.2011 “Murguía” Causa 44.292 Reg. 218 J. 6 - S. 12 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS DE TENENCIA. “Recuérdese que el artículo 189 bis, primer inciso, primer párrafo de la normativa de fondo sanciona a quien “…con el fin de contribuir a la comisión de delitos contra la seguridad común o causar daños…tuviere en su poder…materiales explosivos, inflamables…”.” “En consecuencia, el núcleo del delito consiste, en su faz objetiva, en la tenencia de determinados materiales que se consideran peligrosos. Para su configuración se requiere la comprobación de una particular relación entre el autor y el objeto en cuestión, la cual no se da exclusivamente cuando existe un contacto físico directo o inmediato 18 Poder Judicial de la Nación con la cosa, sino también cuando el sujeto posee el poder de disposición de ella.” “Se ha intentado explicar esa vinculación desde la perspectiva del delito de tenencia ilegítima de arma de fuegocuya estructura típica luce similar a la del ilícito aquí examinado-, señalando que “lo que caracteriza al delito… es que (la cosa) se encuentra dentro del ámbito de custodia del reo, quien tiene un poder de hecho tal que le permite por su sola voluntad y sin la intervención de terceros disponer físicamente de la misma” (ROMERO VILLANUEVA, Horacio, Código Penal de la Nación y Legislación Complementaria anotados con jurisprudencia, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2010, p. 920; en igual sentido SOLER, Sebastián, Derecho Penal Argentino, tomo IV, tea, Buenos Aires, 2000, p. 606).” “…la figura bajo análisis exige “…que el autor obre con dolo indeterminado en lo que atañe a la actividad delictuosa a la que quiere contribuir. Es un puro elemento subjetivo que excluye toda contribución efectiva a delitos determinados, y que consiste en el ánimo de tener o proporcionar materiales apropiados para la comisión por él o por otro, de delitos contra la seguridad común, todavía no determinados” (BAIGÚN, DavidZAFFARONI, Eugenio Raúl; Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial, Tomo 8, Hammurabi, Buenos Aires, 2009, p. 271 y ss.).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 22.3.2011 “Iglesias” USO OFICIAL Causa 45.358 Reg. 221 J. 7 - S. 14 DENUNCIA. DESESTIMACIÓN. REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. AUSENCIA DE IMPULSO FISCAL. QUERELLA. POSIBILIDAD DE PROSEGUIR CON LA PESQUISA. . “…no es procedente desestimar la denuncia con el exclusivo argumento de que no se ha producido el requerimiento fiscal de instrucción que habilitaría la actuación jurisdiccional, cuando la intervención en la causa del querellante particular descarta que el juez esté actuando de oficio si el Ministerio Público Fiscal no ha impulsado la acción, exigiendo que en ese supuesto el juez se expida sobre la relevancia penal de los hechos denunciados en procura del derecho al acceso a la justicia que le es reconocido por el artículo 18 de la Constitución Nacional (ver de esta Sala causa nº 23.277 “Alarcón” reg. nº 24.664 del 27/12/05, causa n° 23.433 “Aric Express”, reg. n° 24.923 del 29/03/06, causa nº 23.602 “Aerolíneas Argentinas” reg. n° 24.992 del 19/4/06, causa n° 25.360 “ONABE”, reg. n° 27.080 del 5/7/07, causa nº 26.903 “Cook”, reg. n° 28.872 del 4/09/08, causa n° 26.771 “Rojt”, reg. n° 28.897 del 9/9/08, causa n° 27.339 “Pinto”, reg. n° 29.520 del 23/2/09, causa n° 27.695 “Simeonoff”, reg. n° 29.934 del 28/5/09, causa n° 28.886 “Biró”, reg. n° 31.216 del 30/3/10, entre otras. Asimismo, de la Sala I, causa n° 40.191 “P.G.N.”, reg. n° 419 y causa n° 40.667 “Posse”, reg. n° 420, ambas del 17/5/07).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 1.3.2011 “Cablevisión” Causa 30.100 Reg. 32.600 J. 9 - S. 18 DENUNCIA. REQUISITOS FORMALES. REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. REQUISITOS FORMALES. DELIMITACIÓN DEL OBJETO PROCESAL. “…el artículo 176 del Código Procesal Penal de la Nación establece que “La denuncia deberá contener, en cuanto fuere posible, la relación del hecho, con las circunstancias del lugar, tiempo y modo de ejecución, y la indicación de sus partícipes, damnificados, testigos y demás elementos que puedan conducir a su comprobación y calificación legal.”.” “Bajo esa óptica, tal como han sido presentados los reclamos, en un primer momento por el denunciante y posteriormente por el agente fiscal - quien recogió los dichos del denunciante y en base a ello emitió el dictamen que obra a fs. 5- no revisten una entidad capaz de habilitar el proceso en el sentido que se pretende. Ello por cuanto los hechos expuestos, sin correlato en circunstancias concretas y basados en suposiciones por demás genéricas, no permiten que sean circunscriptos en alguna figura típica.” 19 “De acuerdo con el artículo 188 del C.P.P.N., la intervención del fiscal, en esa oportunidad, debe incluir “la relación circunstanciada del hecho con indicación, si fuere posible, del lugar, tiempo y modo de ejecución”. Este elemento central del requerimiento precisamente es el que señala los límites a que debe ceñirse la investigación, es decir, circunscribe el objeto procesal y limita la actividad jurisdiccional” (conf. D´ Albora, Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, Tomo I, Ed. Lexis Nexis, Bs. As., 2005, p. 395).” “Al explicar el concepto de objeto procesal Julio B. Maier señala que “se trata, como hecho hipotético de la vida humana, de un suceso histórico, de una acción que se imputa a alguien como existente o inexistente (omisión), esto es, como sucedida o no sucedida en el mundo real, y sobre la base de la cual se espera alguna consecuencia penal” (Derecho Procesal Penal, T. II, Ed. Del Puerto, Bs. As., 1996, p. 23).” “Se ha dicho que “La alusión a preocupaciones sociales en forma genérica y abstracta sin la indicación de un comportamiento humano determinado o individualizable (aun cuando se pretendan delimitadas espacialmente) no satisface los requisitos de una “relación circunstanciada del hecho”, pues precisamente de lo que carece es de la indicación de cuál es ese hecho.” (del voto del Dr. Eduardo R. Freiler, en C.N° 44.185 “Celestino Gómez”, rta. el 07/05/10, reg. n° 425, Sala I).” “En ese sentido: “La simple suposición de un delito no autoriza a formular denuncia, pues la ley requiere que el denunciante haya presenciado dicha comisión o tenga conocimiento de su perpetración por otro medio, ofreciendo así las necesarias garantías de seguridad y seriedad como para disponer la instrucción del sumario en base a suponer verosímiles los hechos contenidos en la denuncia. Sería sumamente peligroso instruir sumarios en base a denuncias fundadas en hechos puramente imaginarios o simplemente supuestos, porque con ello, además del perjuicio injustamente producido a las personas implicadas, podría darse lugar a que la denuncia se transformara en medio eficaz de persecución para satisfacer bajos sentimientos de venganza o lucro como consecuencia de la intolerancia que tanto ofusca y perturba a los espíritus.” (conf. esta Sala I C.N° 30.041 “Confitería Bailable Cocodrilo s/archivo”, reg. n° 701, rta. el 27/08/98 y sus citas “Abalos, R. W. “Derecho Procesal Penal”, t. III, Ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 1993, págs. 201/202). En dicho precedente se citó la sentencia obrante en Fallos 1:40 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la que se estableció que la denuncia no debe ser general y vaga sino contraída a los hechos denominados y especiales con expresión de las circunstancias que puedan guiar al juez en su investigación (en igual sentido recientemente se pronunció este tribunal en C.N° 44.273 “Dirección de Aduanas s/desestimación de denuncia” rta. el 14/06/10, reg. n° 554).” “De igual modo, Jorge A. Clariá Olmedo, con cita en el referido fallo de la C.S.J.N., se pronunció señalando que el Superior Tribunal, sostiene la inadmisibilidad de las llamadas denuncias genéricas por no contraerse a hechos específicos y determinados (conf. “Derecho Procesal Penal”, t. II, Rubinzal – Culzoni Editores, Buenos Aires, 2004, pág. 429).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 14.3.2011 “N.N.” Causa 44.668 Reg. 204 J. 2 - S. 3 DOCUMENTOS. FALSEDAD DOCUMENTAL. DOLO REQUERIDO. “En ese sentido, la construcción de la figura subjetiva de la falsedad debe llevarse a cabo tomando en cuenta que en ella el resultado, en vez de consistir en un daño o alteración efectiva, se configura al crear la posibilidad de daño, es decir, se trata de una posibilidad real y no meramente abstracta.” “A partir de esta perspectiva, no puede desatenderse la actitud espiritual del autor frente al resultado, así como no puede prescindirse de aquella en ningún otro delito en los que el resultado (sea de daño o de peligro) se considere como elemento constitutivo del tipo y, por ello, habrá de definirse la faz subjetiva diciendo que “…se asienta sobre el conocimiento de afirmar un hecho falso del cual puede derivar perjuicio y en la voluntad de hacerlo no obstante el conocimiento de esta posibilidad” (SOLER, Sebastián, ob. cit., p. 468; sin subrayado en el original).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 20 Poder Judicial de la Nación 1.3.2011 Causa 45.078 “Cerisola” Reg. 153 J. 9 - S. 17 DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS. POSIBILIDAD DE PERJUICIO. “La doctrina ha dicho: “…cuando nos encontramos frente a un documento que presenta un aspecto burdo estamos al margen del tipo y con mayor razón aún, si su texto incoherente impide el engaño a cualquier persona…” (conf. Carlos Creus, “Derecho Penal, Parte Especial”, TI, página 425, Ed. Astrea, 1988).” “Como hemos señalado en “Scardigno” (CNº 40.623, rta. 27/11/07, reg. Nº 1423) y en “Stoops” (CNº 40.719, rta. 27/11/07, reg. 1419), Soler indica respecto del recaudo consistente en la posibilidad de la conducta de causar perjuicio que, más allá de que en estos casos el derecho, al tutelar un bien jurídico abstracto lo hace respondiendo a una necesidad genérica, independiente, en realidad, de la existencia de otra lesión concreta materializada sobre otro bien jurídico, la ley requiere, aun en este supuesto, la posibilidad de perjuicio. La comisión de 1891 decía: “La posibilidad de perjuicio, y no sólo el perjuicio realmente producido, da lugar en este delito a su consumación; pero es indispensable y esencial que esa posibilidad exista; porque en el caso contrario se trataría de una acción que siendo totalmente innocua, no habría por qué reprimir…” (conf. Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Tomo V, página 361, TEA, Buenos Aires, 1978).” USO OFICIAL “Dicho brevemente, “…es que, aun cuando se flanquee una norma mediante otra que, a través de la tutela de bienes jurídicos genéricos o del adelantamiento de la punibilidad de actos, otorgue una doble protección al objeto de tutela de la norma, es necesario, en función del principio de acto, que la conducta prevista por la norma flanqueante resulte externa y perturbadora, lo cual se determina mediante una generalización de la tendencia a la producción del daño” (ver causa nro. 44.265 “Toledo, Damián s/ procesamiento”, rta. 08/06/10, reg. 533 de esta Sala).” “De lo expuesto precedentemente puede colegirse que la falsificación del documento y eventualmente su uso, no crean per se el riesgo genérico que el legislador ha pretendido aventar con la prohibición de tal conducta, puesto que la propia norma del art. 292 CPN exige que el instrumento pueda causar un perjuicio (y ello es así para reforzar el carácter flanqueante de la norma de peligro y advertir acerca de su conexión con los bienes doblemente protegidos).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 14.3.2011 “Olivera Montecinos” Causa 45.042 Reg. 195 J. 10 - S. 20 ESTUPEFACIENTES. COMERCIALIZACIÓN DE DROGA. REQUISITOS TÍPICOS. HABITUALIDAD EN LA MANIOBRA. “Como hemos señalado en anteriores oportunidades, la imputación de una actividad comercial exige la comprobación de que dicha conducta se lleve a cabo con habitualidad (ver c. 44.995, “Incidente de apelación de Vásquez Bazán”, rta. el 16 de diciembre de 2010, reg. 1314). Incluso, se sostiene que “… la habitualidad es la nota característica del comercio” (Falcone, R., Tráfico de estupefacientes y derecho penal, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2002, p.145).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 3.3.2011 “Saavedra” Causa 45.267 Reg. 177 J. 12 - S. 23 ESTUPEFACIENTES. USO DE ESTUPEFACIENTES CON OSTENTACIÓN Y TRASCENDENCIA AL PÚBLICO. ART. 12 INC. B DE LA LEY. REQUISITOS TÍPICOS. “Al respecto resulta relevante citar la reciente jurisprudencia de nuestro máximo Tribunal en los autos “Herrera, Ernesto Nicolás s/ pta. inf. a la ley 23.737” (competencia n° 31 XLVI, rta. el 21/09/10). Si bien allí lo que se llevó a estudio era una cuestión de competencia, resulta de suma importancia la opinión del Procurador General 21 con respecto al artículo en cuestión y a lo que llamó: una interpretación razonable del texto legal. Dijo que la norma “…no hace referencia al mero consumo en lugares expuestos al público, sino que exige que tal consumo sea realizado con ostentación y trascendencia, lo que implica introducir en la figura la exigencia de un determinado resultado: la trascendencia al público y una modalidad de conducta: con ostentación, entre los cuales existe una indudable relación ya que trascenderá al público la conducta que de alguna manera se haya realizado ostentosamente…”.” “En dicho precedente, donde se recordó la importancia del “principio político criminal que caracteriza al derecho penal como la última ratio del orden jurídico” y el “principio pro homine” para priorizar una exégesis restrictiva dentro del límite semántico del texto (Fallos: 331:858), se rechazó la aplicación de la figura a una persona que había sido encontrada fumando en una plaza, junto a su pareja y su hija.” “Si tenemos presente que en este caso los imputados eran los únicos presentes en ese lugar y que al advertir la presencia policial inmediatamente uno de ellos se deshizo del cigarrillo, no puede calificarse el hecho a la luz del tipo previsto por el art. 12, inc. b) de la ley 23.737, ya que no cumple con los requisitos que la norma exige (conf. causa n° 44905, “Barbona” reg. 1414, rta. 28/12/10).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 22.3.2011 “Álvarez” Causa 45.295 Reg. 242 J. 12 - S. 24 EXCARCELACIÓN. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. “Debe recordarse que, la escala penal del delito enrostrado no puede erguirse en un obstáculo para la concesión del beneficio ante otras circunstancias que neutralicen los riesgos procesales (conf. c. n° 41399 “Restrepo Vargas”, Reg. N° 1 del 3/1/08).” “Al respecto, repárese que sólo se habilita el encierro preventivo de una persona cuando se haya descartado la posibilidad de que otros medios menos lesivos de derechos fundamentales (por ejemplo cauciones) también garanticen los fines que se le reconocen a la prisión preventiva. En caso de que tal posibilidad exista, queda excluida la aplicación del encierro preventivo dado que –a la luz del carácter excepcional de la restricción provisional de la libertad– debe aplicarse la medida cautelar que, con el menor sacrificio, permita alcanzar las metas procesales (de esta sala, causa n° 39.777 “Silveri” del 12/12/2006, reg. n°1378; causa n° 39.921 “Neiman” del 10/04/2007, reg. n° 264; y causa n° 40.466 Della Villa” citada; en similar sentido, Pastor, Daniel, “El encarcelamiento preventivo”, publ. en “El nuevo Código Procesal Penal de la Nación”, ed. del Puerto, Bs. As., pág. 60).” “Aquel proceso que el instructor valora para fundar la restricción de la libertad, que tramita en el Tribunal Oral Federal N° 6 de esta Ciudad, a la espera de la realización del debate, no se trata de un antecedente condenatorio y no resulta suficiente para afirmar que existen riesgos de fuga en los términos del artículo 319 del ordenamiento procesal (ver causa n° 43.304 “Rodríguez Cuevas”, Reg. n° 694 del 29/07/09)…” “De otra parte, la circunstancia de que carezca de un trabajo en la actualidad, tal como lo valora el a quo, no puede ser fundamento razonable para afirmar un riesgo cierto para el futuro del proceso (cfr. de esta Sala causa N° 42.064, “Kutsera”, reg. N° 977, rta.: 28/08/08; causa N° 42.419, “Salazar Rodríguez, Pedro Antonio s/excarcelación”, reg. N° 123, rta.: 22/10/08; causa N° 42.625, “Giménez, Salvador Jorge s/prisión preventiva”, reg. N° 1555, rta.: 19/12/08, entre otras). Admitir como eficaz un criterio semejante supondría convalidar una ilegítima presunción que colocaría por fuera de los mecanismos y garantías básicas generales a todo un sector de la población por el mero hecho de carecer de un empleo permanente. Por tal motivo, esos argumentos no resultan suficientes ni válidos para dar sustento a una medida que afecta severamente uno de los principales derechos fundamentales de los hombres (cfr. de esta Sala causa N° 42.727, “Zárate González, Teodolina s/excarcelación”, reg. N° 9, rta.: 13/01/09; causa N° 45.223, “González, Emanuel s/prisión preventiva, reg. N° 1437, rta.: 29/12/10; entre otras).” “Tampoco puede erigirse como un obstáculo para su soltura las diversas entradas y salidas del país que registra la 22 Poder Judicial de la Nación imputada, ello desde que, tal como lo afirma su defensa, ha sido a través de los pasos fronterizos autorizados, por lo que si se avizora algún riesgo en este aspecto puede sortearse a través del impedimento de salida del país (ver causa n° 42.526 “Benavides Aguilar”, Reg. n° 1464 del 3/12/08).” C.C.C. Fed. Sala I 31.3.2011 Causa 45.409 Freiler - Ballestero - Farah “De los Santos Meran” Reg. 284 J. 9 - S. 18 MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS. “En primer término, hemos de señalar que desde hace tiempo que se han venido examinando los alcances de la tutela penal que otorga la normativa marcaria, entendiéndose que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado en los casos en que la calidad visiblemente apócrifa y ciertas circunstancias que hacen al contexto de venta, tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (ver causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa USO OFICIAL n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Por otro lado, recalcamos más recientemente que –aún habiéndose reconocido que las disposiciones de la ley tienden a proteger tanto a los potenciales compradores como también a los titulares marcarios- el citado criterio de esta Alzada deriva invariablemente de la propia letra del artículo 31 de la ley 22.362, pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un producto.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “A su vez, destacamos que -de hecho- la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública”.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “En ese marco, afirmamos que encuadrar una conducta en la figura nombrada habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento de que aquella busca proteger separadamente ambos intereses -como lo hizo el a quo en el auto atacado- implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad (v. causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 y causa n° 27.328 “Montaña, Damián s/ procesamiento”, reg. n° 29.918, ambas del 26/05/09).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “En reiteradas oportunidades he sostenido que “...Ante este tipo de supuestos, iniciados por prevención policial y donde no existe querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma, entonces debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de la marca –aún frente a su pasividad- vale decir, dimensiones considerables, giro importante y efectos negativos apreciables. Sólo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de lesividad (…) y la persecución penal se hace viable, pues aparece el “fin” que justifica y da sentido a la injerencia penal en la libertad de acción del individuo” (Sala I C.41.065 “Berardi”, reg.101 del 14/2/08, C.42.030:“Pérez”, reg. 984 del 28/8/08 y Sala II: C.27.246 “Sosa”, reg. 29.917 del 26/5/09, C.28.278: “Bautista del Rosario”, reg.30607 del 10/11/09, entre otras).” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 22.3.2011 “Aquino” Causa 30.044 Reg. 32.690 J. 4 - S. 7 23 NULIDAD. GENERALIDADES. “El pronunciamiento objeto de crítica luce como una derivación razonada del derecho vigente y se encuentra de acuerdo con las constancias obrantes en la causa. No se advierten defectos lógicos ni una fundamentación aparente o defectuosa que atente contra su validez, más allá del disenso que ha mostrado la parte respecto del mérito contenido en él (c. 36.887 AMárquez Martín, Walter Fernando s/ procesamiento@, rta.7/9/04, reg. 847, entre muchas otras).” “Tal como lo explica Binder, las reglas de prueba deben ser concebidas como normas de garantía, como límites a la búsqueda de la verdad pensados para proteger al ciudadano del eventual abuso de poder en la recolección de información (Binder, Alberto M., “El incumplimiento de las formas procesales”, Ad Hoc, Buenos Aires, pág. 77)…” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 30.3.2011 “Macri” Causa 44.892 Reg. 279 J. 7 - S. 13 NULIDAD. NULIDADES EMANADAS DE LA INSTANCIA DE APELACIÓN. PROCEDENCIA. “Que lleva dicho este Tribunal que si bien, como regla, no corresponde la interposición de nulidades emanadas de la instancia de apelación, estando expresamente previstas vías procesales para que ellas sean revisadas; dicho remedio puede ser excepcionalmente admitido en aquellos casos en que se advierten situaciones serias e inequívocas que demuestren con nitidez manifiesta el error que se pretende subsanar (confr. causa N° 18.535, “Delogu, Fernando L. y otros s/nulidad”, del 10/6/2003, Reg. N° 21.199).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 15.3.2011 “Vázquez” Causa 29.973 Reg. 32.652 J. 12 - S. 23 PROCESO PENAL. ACCESO DE LAS PARTES AL EXPEDIENTE. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. ART. 204 C.P.P.N. ART. 73 CPPN. PERITAJE. PROPUESTA DE PERITO DE PARTE. RECHAZO. AUSENCIA DE INSCRIPCIÓN EN LAS LISTAS CORRESPONDIENTES. REQUISITO NO EXCLUYENTE. “Es criterio de esta Sala que para asegurar el adecuado ejercicio del derecho de defensa del incidentista, resulta menester permitirle el acceso a las actuaciones y la extracción de copias de las mismas. Sólo puede restringirse dicha facultad a través del dictado del secreto de sumario, supuesto de carácter excepcional que no se presenta en el caso.” “Siguiendo esa misma línea, con anterioridad resolvimos que “Es imprescindible contemplar y resguardar los derechos acordados a las distintas partes en el proceso… Para ello deben adoptarse medida que permitan efectivizar el ejercicio de tales derechos en virtud de lo cual se estima que la obtención de fotocopias de la causa resulta un medio eficaz para contribuir a dicho cometido” (causa n° 40.638, “Pérez Bianco, Raúl s/ recurso de queja”, rta. 26/6/07, reg. n° 631 y causa n° 42.379, “Salvia, Ernesto s/ denegatoria extracción de fotocopias”, rta. 4/12/08, reg. n° 1479, entre otras).” “…la decisión del a quo de no admitir la intervención en el examen pericial ordenado del Ingeniero Antúnez propuesto por esa parte-, con motivo de su falta de inscripción en las listas correspondientes, se traduce en un menoscabo al derecho de defensa en juicio del encartado.” “En el fallo “Schinder” -citado en el informe glosado a fs 25/9-, los integrantes de la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal recordaron que, conforme se desprende de la exposición de motivos del código adjetivo, la intención del legislador al momento de introducir la exigencia que aquí analizamos fue garantizar “la competencia e idoneidad de esta importantísima función de auxiliar de la justicia”.” “No obstante, dicha finalidad puede satisfacerse, tratándose de una profesión reglamentada como ocurre en este caso -ingeniería-, a través del título habilitante expedido por la autoridad correspondiente.” “Corresponde agregar que, tal como lo expuso el Dr. Mitchell en el precedente antes citado, el sistema de 24 Poder Judicial de la Nación inscripción en las listas de cada fuero “no asegura los motivos que se aducen para justificarlo… nada garantiza que el experto inscripto en las listas respectivas posea una aptitud y conocimientos superiores al que la parte pretende proponer, más aún en casos específicos…”.” “…una vez que acepta el cargo -conforme lo establece el art. 257 del código de forma-, el perito pasa a ser auxiliar del Juez, por lo que se encuentra sujeto a las previsiones del artículo 257 del Código Penal de la Nación, que sanciona tanto al testigo como al perito que incurra -a sabiendas- en una falsedad.” “Entonces, el criterio restrictivo esgrimido por el Juez de grado, en tanto cercena la libertad de la parte de elegir un perito cuya idoneidad o prestigio le conste en forma personal, obligándola a optar por alguno de aquellos inscriptos en las listas correspondientes, se evidencia como una afectación a su derecho de defensa en juicio.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 30.3.2011 “De Vido” Causa 45.294 Reg. 281 J. 11 - S. 22 QUERELLA. REQUISITOS. QUERELLA POR UN TERCERO. EXIGENCIA DE PODER ESPECIAL. RECURSO DE APELACIÓN. RECURSO INTERPUESTO POR EL LETRADO DE LA QUERELLA SIN LA FIRMA DEL QUERELLANTE. IMPROCEDENCIA. USO OFICIAL “Es necesario recordar que para querellar por otro se requiere poder especial, otorgado por escritura pública, conforme lo establece el artículo 1184, inciso 7° del Código Civil. En ese sentido, dentro de las reglas generales que rigen en materia recursiva se encuentra aquella que prescribe que el derecho de recurrir corresponde tan sólo a quien le sea expresamente acordado (cfr. art. 432 Código Procesal Penal de la Nación y causa n° 42.807, “Fayt”, reg. 224, del 25/03/09).” “Son sólo el Ministerio Público Fiscal y quien reviste el carácter de querellante los únicos legitimados y con derecho a apelar el auto de sobreseimiento (conf. arts. 337, 435, 438 y 444 y cctes. del Código Procesal Penal de la Nación). El letrado patrocinante, en cambio, no está investido de las facultades reconocidas por la legislación al particular ofendido (conf. art. 82 del Código Procesal Penal de la Nación).” “En esta inteligencia, Mario Oderigo define al patrocinante como “la persona que presta asistencia letrada a los sujetos privados de la relación procesal distintos del procesado (acusador particular, acusador privado, responsable civil), al denunciante, o al apoderado de aquellos o de éste. No ejercita la representación de estas personas, a menos que, a su condición de patrocinante agregue la de apoderado, cuando se encuentre en condiciones de hacerlo” (Derecho Procesal Penal, Tomo II, Editorial De Palma, 1973, página 319).” “Guillermo Navarro y Roberto Daray entienden que el “…patrocinante no tiene asignado rol alguno en el proceso penal, como tampoco lo tiene en el civil, salvo el de asesor de la parte acusadora, que viene a servir de garantía en cuanto al debido respeto de las formas del proceso. Carece entonces, por regla, de actuación autónoma…” (“La Querella”, DIN editora, Bs. As., 1999, página 113).” “Por su parte, la Cámara Nacional de Casación Penal se ha expedido al respecto entendiendo que si bien el letrado patrocinante cumple una doble función de asesor (en los actos que el querellante participa) y de garantía (de las formas del proceso), no es parte en el litigio ni recibe legitimación y, por ello, salvo en actuación como gestor, carece de facultad de formular peticiones o de efectuar presentaciones (Sala III, causa n° 2.705, “Smail”, reg. 42/01).” “La aplicación subsidiaria del instituto procesal del gestor ha de ser excepcional y estrictamente ceñida a los requisitos legales impuestos por la normativa vigente, esto es, el art. 48 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. “…[L]a actividad de quien no representa al querellante, aunque lo patrocine, debe ser admitida sólo excepcionalmente a los fines de no desvirtuar de modo indirecto aquella regla inexcusable de representación” (“Navarro Daray”, Ob. cit, págs. 110/111).” “Por estas razones, en virtud de que el recurso de apelación intentado se encuentra firmado por quien carece de legitimación para apelar el auto de sobreseimiento, es que corresponde declararlo mal concedido (conf. C. N° 43.378, “Savy, Mariana s/sobreseimiento”, resuelta el 26/11/2009, reg.1370 de esta Sala Primera).” 25 C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 1.3.2011 “Groisman” Causa 44.672 Reg. 168 J. 1 - S. 2 REBELDÍA. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. “En el precedente de esta Sala, in re: “Castillo” (cfr. C.N° 40.460, Reg. N° 1387/07), se analizaron detalladamente los presupuestos de la declaración de rebeldía y se expusieron los motivos por los cuales el Tribunal estima que una decisión de la especie genera una lesión actual y concreta a los derechos constitucionales de toda persona sometida a un proceso penal.” “En esa dirección, se sostuvo que: “...la declaración de rebeldía y la captura dispuestas en inobservancia de uno de sus presupuestos lógicos -el conocimiento efectivo de la convocatoria y la consecuente decisión atribuible a su agencia [la del justiciable] de no comparecer- priva al imputado de la posibilidad efectiva del ejercicio de tales derechos [defensa en juicio, debido proceso, entre otros] y de controlar el progreso de la instrucción que, en principio, se continuará sin su presencia (art. 290 CPPN)...”.” “Asimismo, se señaló: “…que uno de los presupuestos de procedencia de la declaración de rebeldía es una conducta por parte del justiciable consistente en no haber concurrido a la citación judicial sin grave y legítimo impedimento...”.” “Por otro lado, se afirmó que las disposiciones contenidas en el art. 289 del CPPN deben ser interpretadas en consonancia con las del art. 282 del mismo cuerpo normativo, por lo que es menester, para el dictado de la medida coercitiva atacada, cumplir con los presupuestos de la segunda norma. Se desprende del texto del art. 282 CPPN que como regla se debe proceder por simple citación y sólo excepcionalmente puede ordenarse la detención en caso de flagrancia o siempre que concurran los supuestos de última ratio de esta medida. Sólo en el caso de que el citado, debidamente notificado, no se presentare y no justificare un impedimento legítimo de comparecer, se podría ordenar su detención.” “Ello es así, pues toda medida que cercene la libertad personal resulta de aplicación restrictiva y está signada por su estricta necesidad, “…como presupuesto de su razonabilidad en los términos de los art. 14 y 28 CN, en el sentido de que deberá ser aquella idónea para lograr el fin legítimo perseguido…”. Por ello se afirmó en el precedente citado que: “…tales disposiciones legales [art. 282 y 289 CPPN] presuponen la notificación previa de la citación y la incomparecencia voluntaria del imputado, por representar aquélla [la citación simple] la medida menos gravosa y necesaria, en consecuencia, para lograr el fin propuesto (es decir, la comparecencia al proceso)...”.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 1.3.2011 “Retamozo” Causa 45.017 Reg. 167 J. 3 - S. 5 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. ARBITRARIEDAD. “en la medida en que la doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto convertir a la Cámara Nacional de Casación Penal en un tribunal de tercera instancia ordinaria, desnaturalizando de ese modo al función que le es propia, tampoco corregir fallos equivocados o que se reputen tales, sino que atiende a cubrir supuestos de carácter excepcional, en que deficiencias lógicas del razonamiento o una total ausencia de fundamento normativo, impida ponderar al pronunciamiento de los jueces del proceso como “la sentencia fundada en ley” a que hacen referencia los artículos 17 y 18 de la Constitución Nacional (cfr. C.S.J.N., Fallos 325:3265; C.N.C.P., Sala II, causa N° 1.416, “Carrizo”, rta. el 2/2/98, Reg. N° 1.826 y Sala III, causa N° 2.318, “Tejerina”, rta. el 2/5/00, Reg. N° 223 y C.C.C.Fed., Sala II, causa N° 21.256, “Scheller”, rta. el 3/9/04, Reg. N° 22.821, causa N° 21.501, “Piana”, rta. el 16/9/04, Reg. N° 22.867 y causa N° 24.632, “Acosta”, rta. el 27/12/06, Reg. N° 26.255, entre otras).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 1.3.2011 “N.N.” 26 Poder Judicial de la Nación Causa 29.967 Reg. 32.612 J. 1 - S. 1 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. DECISIÓN ADOPTADA POR LA CÁMARA DE APELACIONES DENTRO DE UN PROCEDIMIENTO DE CARÁCTER ADMINISTRATIVO. IMPROCEDENCIA. “Si bien el recurso de casación fue formulado mediante un escrito que satisface los recaudos que hacen a su autosuficiencia ante el Tribunal que dictó el decisorio cuestionado, dentro del plazo establecido por la norma procesal, en lo que atañe a los demás requisitos exigidos para su procedencia, se advierte que el recurso se dirige, tal como señaláramos en anterior oportunidad, contra un decisorio dentro de actuaciones en las que no se asiste a los normales canales de un proceso penal destinado a la investigación de un hecho ilícito (ver causa 44.451 “Recurso de apelación…s/solicitud de levantamiento de secreto fiscal”, rta. 16/11/10, reg. 1154).” “En tal sentido también se dijo que se trata, simplemente, de una instancia judicial dentro de un procedimiento de carácter administrativo y de competencia federal cuya finalidad es obtener el levantamiento de secreto tributario por parte de la Administración de Ingresos Públicos para que la Unidad de Información Financiera pueda continuar realizando su análisis de conformidad con lo estipulado por la ley 25.246.” “De ahí que, la naturaleza de la decisión contra la que se ha dirigido el recurso no habilita la vía casatoria ni USO OFICIAL tampoco tiene el carácter especial de las contempladas en el artículo 457 del Código Procesal Penal de la Nación entre las susceptibles de ser conmovidas por el citado medio impugnativo -conforme al principio sentado en el artículo 432 del citado ordenamiento-.” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 14.3.2011 “Recurso de casación” Causa 45.160 Reg. 200 J. 10 - S. 19 SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO. “Es por ello que, teniendo en cuenta que el sobreseimiento cierra definitiva e irrevocablemente el proceso con relación al imputado –cfr. art. 335 CPPN-, reclama la existencia de certeza acerca de la ausencia de responsabilidad (D´Albora, Francisco “Código Procesal Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado”, Octava edición corregida, ampliada y actualizada por Nicolás F. D´Albora, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009, pág. 587), circunstancia que en autos no se ha verificado, por lo que resulta conveniente para dilucidar los sucesos investigados, proceder como lo ha sugerido el representante del Ministerio Público Fiscal.” “Tiene dicho la Cámara Nacional de Casación Penal que: “…si los fundamentos expuestos en el pronunciamiento, lejos de generar convencimiento cierto, dejan latente la probabilidad de que los hechos hubieran podido ocurrir de una manera distinta –con lo cual cierra la duda sobre la conclusión convalidadaesa duda afecta la resolución a poco que se advierta que si la conclusión es contingente se altera el principio de razón suficiente y la decisión carece de la necesaria derivación como para considerarla fundada; esa falta de motivación lógica afecta el sustento jurídico del sobreseimiento dictado en tanto exige un estado de certeza” (Vid de Sala I c/n 13.494 – “Traiber, Héctor, Lama, Pasquino, Karina Marcela s/ rec. de casación”, reg. 7.088, rta. 10/12/10).” C.C.C. Fed. Sala I Farah - Irurzun 9.3.2011 “García” Causa 42.581 Reg. 179 J. 12 - S. 23 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. CRITERIOS PARA APLICAR EL INSTITUTO. “…la doctrina ha sostenido que se puede aplicar una condena de ejecución condicional en el supuesto en que deba dictarse sentencia respecto de un delito cometido antes de la primera condena de esa misma modalidad, supuesto en el que procederá disponer –de conformidad a lo establecido en el artículo 58 del Código Penal- la unificación de ambas condenas (conf. D´Alessio, Andrés, “Código Penal, comentado y anotado”, Parte general, 27 páginas 162/166/7, La Ley, Buenos Aires, 2005 y sus citas).” “En esa línea, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, siguiendo los fundamentos del Procurador General de la Nación, sostuvo que: “Si la ley penal permite una primera condena condicional y, después de cierto lapso, una segunda, con mayor razón debe admitirse también igual posibilidad cuando los hechos de ambas causas fueron contemporáneos, no habiendo reincidencia sino reiteración delictiva, sujeta a los principios del concurso real, situación prevista y aceptada para este instituto. De lo contrario, significaría que está en mejor posición aquél que delinque, no obstante la advertencia de la primer condena, y aunque haya pasado cierto lapso, que aquél que no cometió ningún delito posterior, sino anterior al de la primer condena”(sic)(Fallos: 327:3816, “Gasol, Silvia Irene”).” “De acuerdo a lo expuesto, estimamos que asiste razón a la defensa en que no estamos ante el impedimento que prevé el artículo 76 ter del Código Penal, ya que la suspensión del juicio a prueba se le concedió a la imputada con posterioridad a la fecha que se llevó a cabo la conducta que se investiga en autos -el segundo delito-. Es decir, con fecha 27 de septiembre de 2007 se llevó a cabo la maniobra de autos y con fecha 26 de agosto de 2008 se declaró la suspensión del juicio a prueba, lo que demuestra que no existiría obstáculo para que no proceda un nuevo beneficio.” “Es por ello que la objeción deslizada por el Sr. Fiscal, al no encontrar amparo normativo, resulta inadecuada y, por tanto, incapaz de evitar la posibilidad de acceder al beneficio solicitado (CNº 10623 “Muller, Marcelo s/ recurso de casación”, del 4/6/09, Reg Nº 11856.4 de la Sala IV de la CNCP).” “Así, y tras el examen de la situación particular de la imputada y la específica petición introducida por su defensa, se advierten presentes aquí todas las circunstancias necesarias para inaugurar ese espacio estipulado por el art. 293 del código ritual, y cuyo tránsito, lejos de limitarse a la instancia de debate, resulta aquí obligado a efectos de decidir sobre el mérito de la solicitud formulada (cfr. CNCP, Sala IV, causa nro. 10.765, “Medina, Eduardo Alberto s/ recurso de casación”, reg. Nro. 12.006.4, rta. el 3/7/09. Asimismo ver de esta Sala causa n° 40.662, "Laperrausaz, Saverio s/ no hacer lugar a la suspensión de juicio a prueba", reg. n° 1019, rta. el 5/9/08).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 22.3.2011 “Obrequi” Causa 44.565 Reg. 245 J. 3 - S. 6 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. CONTROL DE RAZONABILIDAD POR PARTE DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL. NULIDAD. “…si bien no está bajo discusión que el órgano jurisdiccional tiene a su cargo el control de razonabilidad de los extremos acordados por las partes, la ocasión propicia para analizar adecuadamente y zanjar este tipo de cuestiones es la ya mencionada audiencia del artículo 293 del ordenamiento de rito (ver de esta Sala, causa n° 17.761 “Gallardo”, reg. n° 18.729 del 12/06/01 y causa n° 28.956 “Marinaro”, reg. n° 31.425 del 17/05/10).” “Y más allá de advertir que en el sub examine el instructor omitió exponer los motivos por los cuales no consideró suficiente el ofrecimiento efectuado por los encartados, lo que resulta claro es que la facultad de rechazar la oferta de reparación es factible sólo si “luego de considerar fundadamente irrazonable tal ofrecimiento (y luego de hacerle conocer tal determinación al imputado) este último no mejora la oferta” (v. Vitale, Gustavo L., Suspensión del Proceso Penal a Prueba, Editores del Puerto, 2° ed., 2004, pág. 167) -lo resaltado no es del original-.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 31.3.2011 “Mamani Morante” Causa 30.104 Reg. 32.720 J. 11 - S. 21 ACCION CIVIL. MOMENTO PROCESAL EN QUE PUEDE INTERPONENRSE EN EL MARCO DE UNA CAUSA PENAL. “Es que “en los juicios por delitos de acción privada nuestro Código Procesal Penal de la Nación establece que 28 Poder Judicial de la Nación el querellante que opte por ejercer la acción civil en sede penal deberá concretar su demanda, bajo pena de inadimisibilidad de la misma, junto con el escrito de presentación de la querella. Con esa claridad lo establece el inciso 5º) del artículo 418 del código adjetivo…” (C.N.C.P. Sala IV, causa nº 1086, del 14/10/1999, reg. nº 1844.4, del voto del Doctor Hornos).” “Y esta circunstancia luce razonable de acuerdo al proceso en el que se inscribe, toda vez que la presentación conjunta de la demanda y la querella “como excepción a las reglas del juicio común, se justifica porque el acto de deducción de aquella importa el modo legalmente previsto para la iniciación de este tipo de juicios, previa conciliación dentro de la cual debe ser incluida [para que el querellado concurra sabiendo la totalidad del requerimiento: CCC, Sala V, LL, 2004-D-213]…” (NAVARRO, Rafael; DARAY, Roberto Raúl. Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial. 3º edición. Hammurabi. Tomo 2. Página 1219).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 5.4.2011 “Pepe” Causa 30.005 Reg. 32.741 J. 12 - S. 23 AGENTE PROVOCADOR. CONCEPTO. ALCANCES. INEXISTENCIA EN EL CASO CONCRETO. USO OFICIAL IMPUTADO QUE VOLUNTARIAMENTE OFRECE AL PÚBLICO LA REALIZACIÓN DE LA MANIOBRA INVESTIGADA. INVESTIGACIÓN VOLUNTARIA DE LA QUERELLA. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “… conforme se desprende de lo relatado en el considerando II de la presente, el personal de ambos se limitó a ingresar al espacio público de los comercios para constatar la puesta en venta de los productos, lo que llevó ineludiblemente- a posteriores conversaciones con las personas que los atendían, sin que se observe ninguna irregularidad en ello que haga presumir la existencia de coacción para lograr manifestaciones autoincriminatorias, ni la intromisión en el ámbito de su intimidad más allá de los límites permitidos”. “En casos análogos, esta Sala ha dicho que “no puede hablarse de una provocación al encausado para cometer el eventual delito, en tanto fue él mismo quien voluntariamente ofreció al público la realización de la maniobra. Se demuestra así que la actitud previa del imputado fue desplegada libremente y sin coacciones” (causa n° 23.987 “Algarañaz”, reg. n° 25.975 del 7/11/06 y causa n° 26.973 “Zicavo”, reg. n° 29.883 del 19/05/09)”. “En igual sentido, con cita de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se ha sostenido -en orden al alcance de las garantías que protegen el derecho a la intimidad- que “…hay que distinguir entre los actos de una persona que se realizan en la seguridad constitucionalmente protegida contra intrusiones indeseadas en el ámbito del domicilio, de los realizados voluntariamente ante terceros en la errónea confianza de que estos no revelarán su delito” ( ver causa n° 28.947 “Jaimovich” , reg. n° 31.620 del 7/07/10)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 19.4.2011 “Compañía Argentina de Diseño” Causa 29.856 Reg. 32.780 J. 7 - S. 13 COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. EMPLEADOS NACIONALES. AGENTES DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA. “…lleva dicho el Máximo Tribunal que en los casos de delitos comunes cometidos contra o por empleados nacionales en el ámbito territorial de la Capital Federal -ilícitos que obstruyan o corrompan el buen servicio de los empleados de la Nación (artículo 33, inciso “c”, del código de formas)-, la justicia federal sólo será competente en aquellos hechos en los que el funcionario involucrado revista un carácter incuestionablemente federal, ello en atención a la calidad nacional de todos los jueces de esta ciudad (Fallos 237:288; 249:528; 261:278; entre otros).” “Sobre el particular y en lo que aquí particularmente interesa, la Corte ha señalado que ostentan dicho carácter el jefe y subjefe de la Policía Federal, por cuanto las funciones que les incumben en el ámbito de la Capital Federal no constituyen lo específico y exclusivo de sus atribuciones, siendo éstas trascendidas por las que les competen 29 en todo el territorio nacional (Fallos 204:545 y 237:346); no así, en cambio, el personal subalterno que ordinariamente presta servicios de carácter local en esta ciudad, salvo que estuvieran excepcionalmente afectados a tareas de estricta naturaleza federal, como la custodia de un jefe de estado extranjero (Fallos 313:495) o el cumplimiento de una orden emanada de un juez federal (Fallos 308:2471 y 327:2980).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 5.4.2011 “Borba Ramírez” Causa 30.192 Reg. 32.735 J. 1 - S. 2 COMPETENCIA. DOCUMENTOS. FALSIFICACION DE DOCUMENTOS. USO DE DOCUMENTOS FALSOS. “Así, y en tanto no surge de la investigación dónde fue confeccionado dicho instrumento, debe estarse -al menos de momento- al lugar donde fue exhibido, esto es Capital Federal, por lo que corresponde que continúe con la presente investigación el Juzgado Federal de esta ciudad (Conf. Sala II, causa nº 28.068 “N.N. s/ competencia” reg. nº 30.191 rta. el 4/08/2009).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 5.4.2011 “Graziano” Causa 30.234 Reg. 32.736 J. 7 - S. 13 CONCUSIÓN. ART. 266 CP. REQUISITOS TÍPICOS. Adviértase que el requerimiento o solicitud indebidos bastan para la consumación del delito -que es de pura actividad-, con independencia de que el pago en cuestión finalmente se efectúe o no. Resta agregar que nos encontramos frente a un delito contra la administración pública, cuya configuración no exige la provocación de un perjuicio de carácter patrimonial.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 19.4.2011 “Miri” Causa 45.055 Reg. 372 J. 4 - S. 7 DÁDIVAS. ADMISIÓN Y DACIÓN DE DÁDIVAS. ART. 259 CP. REQUISITOS TÍPICOS. ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CAUSALES DE SUSPENSIÓN. FUNCIONARIO PÚBLICO. “La norma reprime la conducta de aquel que presentare u ofreciere dádivas a un funcionario público en consideración a su oficio. La previsión aparece a continuación de la figura especial de aceptación de dádivas, mas no constituye la otra cara de la misma moneda en tanto la simple promesa ya es punible sin importar la aceptación o rechazo del funcionario (Laje Anaya, Justo, “Comentarios al Código Penal”, Parte Especial, tomo III, Depalma, Buenos Aires, 1981, pág. 113).” “Originariamente, la conducta era impune. Rodolfo Moreno, a partir de distinguirlo del cohecho activo, lo explicaba del siguiente modo: “Al sujeto activo en el delito de cohecho en general se le castiga cuando da u ofrece, aunque no se acepte la donación o promesa. El sujeto activo procede a base de que se le asegure la realización u omisión de un acto. Pero en este caso, tales circunstancias no se presentan. Se trata sólo del individuo que, sin insinuar un pedido irregular siquiera, trata de halagar al funcionario por medio de presentes. Lo que él piensa acerca de la eficacia de sus regalos es una cuestión privada y propia que no puede ser objeto de incriminación. El hecho de regalar, cuando no se presenta el soborno, tampoco puede castigarse, desde que no se ha puesto de manifiesto un propósito delictuoso; pero al funcionario público se le debe prohibir el recibo de obsequios, por cuanto esto constituye una forma indirecta de captarse su voluntad e inclinarlo a favorecer a la persona que se le dirige con esos argumentos” (Moreno, Rodolfo, “El Código Penal y sus antecedentes”, tomo VI, J. Dulce, Buenos Aires, 1923, pág. 217).” “La ley 16.648 hizo el agregado del segundo párrafo pero, sobre el mantenimiento del distingo, contempló una pena sensiblemente inferior a la prevista para el funcionario que admitiera las dádivas.” 30 Poder Judicial de la Nación “Esa falta de superposición de las escalas penales, junto con la independencia entre ofrecimiento -o presentacióny la actitud del funcionario, hablan de la inexistencia de una figura bilateral (Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, tomo 5, Ed. Tea, Buenos Aires, 1978, pág. 167).” “En esto es claro el paralelismo con el cohecho activo –cfr. art. 258 C.P.-, que ha sido separado por la ley del cohecho pasivo –cfr. art. 256 C.P.-, en atención a cada uno de los sujetos. Se ha dicho que “esta particularidad importa que no deban aplicarse los principios generales de la participación con respecto a los dos codelincuentes” (Soler, op. cit., pág. 159). En otras palabras y sobre la misma figura: “No podrá darse el cohecho pasivo si no se da de manera necesaria el cohecho activo, pero como tipos diferenciados y no como una forma de complicidad o participación” (Donna, Edgardo Alberto; “Delitos contra la administración pública”, Rubinzal – Culzoni, Buenos Aires, 2000, pág. 243).” “Esta autonomía entre el que ofrece o entrega las dádivas y aquel que las recibe, es decir, la imposibilidad de hablar de participación entre ellos, es determinante a la hora de evaluar la aplicación de la suspensión prevista por el segundo párrafo del artículo 67 del Código Penal que reza: “La prescripción también se suspende en los casos de delitos cometidos en el ejercicio de la función pública, para todos los que hubieren participado, mientras cualquiera de ellos se encuentre desempeñando un cargo público”.” “Si bien parte de la doctrina, aun luego de la reforma de la ley 25188, mantuvo su posición en orden a que “la USO OFICIAL suspensión no se extiende a los no funcionarios partícipes del funcionario” (Lascano, Carlos (h) en “Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial”, tomo II -dirigido por David Baigún y Eugenio R. Zaffaroni-, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2002, pág. 663), esta Sala la ha admitido. El precedente “Schorr” (c. 43925, reg, 988 del 5/10/2010), que cita el juez de grado, es demostrativo de ese criterio que involucra al extraneus en tanto partícipe del hecho del funcionario.” “Sin embargo, oportunamentre este Tribunal hizo un claro distingo entre quienes son considerados partícipes de un mismo hecho y quienes, aún sin serlo, comparten una misma causa como consortes: sólo a los primeros les cabe la suspensión. Así sostuvo que: “de lo que se trata en el caso no es sólo de precisar que el afectado por el evento ha sido el Estado, o que alguno de los imputados fue o es funcionario público, sino, ante todo, definir cuál es el obrar motivo de reproche, qué es lo que constituye materia de análisis y, fundamentalmente, si y cómo se engarza ello en los hechos objeto de investigación. Pues si la conducta que en el particular se examina constituyó el vehículo para acceder en el ilícito de otro habrá, en efecto, participación y se habilitará en el caso el vigor de la norma en examen. Mas si aquella no implicó sino un proceder que sólo puede ser adjudicado a título personal, que carece de vinculación con el obrar de un tercero, no existe ese sentido de complicidad que haga pesar sobre uno el hecho del otro ni espacio para aplicar regulaciones como las del segundo párrafo del artículo 67 del Código Penal que se asientan sobre esta misma premisa de responsabilidades compartidas” (conf. esta Sala I, C.N° 42.713 “Recio, Antonio s/prescripción de la acción penal”, Reg. N° 1009, rta. el 17/09/2009).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 28.4.2011 “Cirigliano” Causa 45.348 Reg. 400 J. 11 - S. 21 DECLARACIÓN INDAGATORIA. EXHORTO. DELEGACIÓN VÍA EXHORTO EN UN JUEZ DE DISTINTA COMPETENCIA TERRITORIAL. PROCEDENCIA. REQUISITOS FORMALES. “…acorde con la postura sentada por nuestro máximo Tribunal, al que esta Alzada adhiriera en reiteradas oportunidades, en cuanto ha sostenido que la declaración indagatoria es delegable por el juez en otro de distinta competencia territorial (conf. C.S.J.N. en Fallos 237:388; 241:248; 253:454; 276:254, 298:615 y 308:1679; esta Sala en causa nº 27.700 “Santos Venturo”, rta. el 2/9/09, reg. nº 30.312, y Sala I de esta Alzada en causa nº 44.109 “Carro”, rta. el 18/03/10, reg. nº 203)”. “Claro es que, a fin de garantizar debidamente los derechos del encausado, la rogatoria debe estar acompañada de aquellas constancias que hacen a la imputación que se le formula…” 31 C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 18.4.2011 “Posse” Causa 30.275 Reg. 32.777 J. 1 - S. 2 DECLARACIÓN INDAGATORIA. PROCEDENCIA. OPORTUNIDAD DEL LLAMADO A PRESTAR DECLARACIÓN INDAGATORIA. “…no se halla reglada exigencia legal alguna respecto a ampliar sucesivamente las declaraciones indagatorias a medida que se materialice la incorporación de probanzas o en el sentido de no producir prueba entre el descargo y el auto interlocutorio, máxime cuando la instrucción no ha sido secreta (art. 204 del código de forma) -v. de la Sala I del Tribunal, causa n° 38.283 “Cantarero, Emilio y otros s/apelación”, rta. 21.12.05, reg. n° 1517-”. “Lo contrario, implicaría requerir la ampliación del acto de defensa en forma indiscriminada ante cualquier prueba que se anexe a la investigación, desatendiéndose así los principios generales que gobiernan la cuestión, máxime cuando, como en el caso, el letrado tuvo a su disposición las actuaciones a los efectos de corroborar la evolución del sumario, alejándose la posibilidad de cercenar el derecho que se alega (ver de la Sala IV de la C.C.C., causa n° 18.606 “López, Domingo”, rta. 20.8.02, reg. 18.606_4 y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 13.4.2011 “Segovia” Causa 29.913 Reg. 32.756 J. 1 - S. 1 DELITOS CONTRA EL HONOR. CALUMNIAS. INJURIAS. REQUISITOS TÍPICOS. LEY 26.551. “…tanto los artículos 109 como el 110 de la ley de fondo prescriben que en ningún caso configurarán delito de calumnia o injurias las expresiones referidas a asuntos de interés público; como tampoco constituirán el delito de injurias los calificativos lesivos del honor cuando guardasen relación con un asunto de interés público.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 5.4.2011 “Pepe” Causa 30.080 Reg. 32.742 J. 12 - S. 23 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DEL TRÁNSITO Y DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y DE COMUNICACIÓN. ART. 194 CP. REQUISITOS TÍPICOS. SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO. “Si bien es un acierto de la sentencia partir del contexto en el que se suscitó el hecho para poder evaluarlo correctamente, es necesario hacer algunas precisiones en el sentido de esclarecer si estamos frente a un escenario justificante, como el que podría resultar del ejercicio de un derecho constitucional. Aun cuando el instructor ha encontrado una solución en el plano de la tipicidad, la mención reiterada del “conflicto gremial” obliga a precisar los términos.” “En sentido estricto, la medida protagonizada por los imputados se dio en el marco de un conflicto intrasindical pues enfrentaba a dos o más grupos al interior de un mismo sindicato. Pese a que fueron la empresa y sus usuarios los que se vieron afectados, la medida no estuvo dirigida a obtener de ellos algo -al menos de manera directa- sino que estuvo orientada a ganar posiciones en una disputa que les era, en principio, ajena.” “La medida atribuida a los imputados difícilmente pueda ser considerada una huelga (art. 14 bis CN). Si bien se paralizó el servicio, tal proceder no habría sido utilizado como instrumento para sostener un reclamo en defensa y promoción de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores. Tampoco fue una huelga “política” ni de “simpatía o solidaridad”. De acuerdo al relato del encargado de turno de Seguridad Aeroportuaria -Gabriel A. Dieguez-, los sujetos que se oponían al despegue del avión lo hacían por el sólo hecho de que allí se encontraba una persona que pertenecía a otro sector gremial y querían evitar su viaje (v. fs. 29).” “Según lo explica la doctrina, esta particularidad de los conflictos intrasindicales “los desliga de aspectos esenciales que caracterizan a los otros tipos de conflictos laborales y los pone en el marco de principios y 32 Poder Judicial de la Nación soluciones del ordenamiento jurídico en general, sin perjuicio de la debida preservación de la independencia y autonomía de las organizaciones sindicales” (v. Goldín, Adrián –Director- y Alimenti, Jorgelina F. – coordinadora-, “Curso de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social”, La Ley, Buenos Aires, 2009, pág. 711 – “El conflicto laboral colectivo”-).” “Bajo esta lectura, los hechos denunciados se revelan a priori plenamente perseguibles.” “Dicho esto, por estar ante una apelación contra un pronunciamento que cierra definitiva e irrevocablemente el proceso en relación a los imputados a cuyo favor se dicta (cfr. art. 335 CPP), es necesario verificar la existencia de certeza acerca de la ausencia de responsabilidad (D´Albora, Francisco “Código Procesal Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado”, Octava edición corregida, ampliada y actualizada por Nicolás F. D´Albora, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009, pág. 587).” “…es jurisprudencia de este Tribunal que para proceder a cerrar definitiva e irremediablemente el proceso respecto de un individuo tiene que haberse acreditado, indefectiblemente, su total ajenidad en los hechos investigados (c. 35.877 “Mendoza Castro”, reg. 37, rta. 16/02/04; c. 30.845 “Rivero”, reg. 1139, rta. 9/12/99).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 19.4.2011 “Raful” USO OFICIAL Causa 44.762 Reg. 373 J. 9 - S. 17 DOCUMENTOS. DOCUMENTOS PÚBLICOS. CERTIFICADO DE GRAVÁMENES. CONDICIÓN DE TALES INSTRUMENTOS. “La figura básica del art. 292 del Código Penal establece una escala penal de uno a seis años, mientras que la segunda parte –párrafo agregado por Ley 24.410- eleva la pena de tres a ocho años, si se tratase de los documentos o certificados mencionados en el último párrafo del art. 292.” “De dicha descripción no surge la mención –ni se puede equiparar- la solicitud de inscripción contrato prendario formulario 03, ni el contrato de prenda con registro, debiéndose considerar a éstos dentro de los instrumentos públicos mencionados en forma genérica por la figura básica del art. 292 del Código de Fondo (ver de esta Sala c-n° 43.537 “Luca, Salvador C. s/ procesamiento” rta. 10/3/10, reg. 167 y c-n° 40.739 “Rodríguez, Graciela Margarita s/ prescripción de la acción penal” rta. 23/10/07, reg. 1243, entre otras)” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 28.4.2011 “Sarmoria” Causa 45.366 DOCUMENTOS. Reg. 404 FALSIFICACIÓN. AUTOINCRIMINACIÓN. J. 11 - S. 21 REQUISITOS PROHIBICIÓN. NEMO TÍPICOS. TENETUR SE TESTIGO. IPSUM CONCEPTO. ACCUSARE. FALSO TESTIMONIO. ““El peligro no está en la falsificación en sí, sino en la función y los efectos que el particular documento representa en las relaciones específicas en que se puede hacer valer o en que se le hace valer. Este perjuicio potencial al bien jurídico puede ser de cualquier naturaleza, tanto patrimonial como extrapatrimonial, resultando indiferente quien sea el titular del bien jurídico afectado o puesto en peligro” (Andrés José D´Alessio, Código Penal de la Nación, comentado y Anotado, Tomo II, Parte Especial Arts. 79 a 306). Como principio, debe recordarse que “es requisito para mantener la calidad de testigo la ajenidad que con el juicio debe guardar el deponente…”, en tanto “No corresponde considerar testigos en sentido propio a quienes deponen sobre los hechos respecto de los cuales él mismo es actor y que puedan traerle aparejado algún perjuicio, razón por la cual las falsedades en que hubiera eventualmente incurrido en tales circunstancias no configuran el delito de falso testimonio” (cfr. esta Sala, c. 24.338 “Rostagnol Tourn”, reg. 25.855, rta. 12.10.06; c. 19194 “De Gamas Soler, Javier”, reg. 21518, rta. 9.09.03; c. “Bellene”, reg. 6661, rta. 15.9.91; c. 9194 “Pagliaro, Roberto A. s/sobreseimiento”, reg. 9797, rta. 23.4.93; c. 3895 “Palumbo, Roberto H. s/falso testimonio”, reg. 4424, rta. 3.6.85).” 33 “Diversos autores coinciden al señalar que testigo es aquélla persona que conoce los hechos investigados y cuya declaración resulte útil para descubrir la verdad, debiendo tratarse de una persona física “distinta” de los sujetos de la relación procesal, que se expresa en relación a modificaciones en el mundo exterior que pudieron ser percibidas por intermedio de cualquiera de sus sentidos, atinentes a un hecho “del que no participa” (V. M. Oderigo “Derecho Procesal Penal”, I, pág. 270; Chivenda “Principios de Derecho Procesal Civil”, II, 306; entre otros).” “Por otra parte, se ha expedido la Cámara Nacional de Casación Penal al considerar que “en cuanto a la relación entre falso testimonio (artículo 275, 1° párrafo del Código Penal) y la garantía constitucional que establece que ‘nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo’ (artículo 18 de la Carta Magna), se ha negado que pueda tener carácter de sujeto activo (autor) del delito, el testigo, perito, intérprete o traductor que declara en causa propia o en hechos propios, “… lógicamente que cuando no son testigos (p. ej., el imputado), esa apreciación es exacta; pero ese principio se ha llegado a extender a toda persona a quien sus propias declaraciones puedan exponerla a sufrir perjuicios, lo cual es absolutamente exacto. Desde que sigan siendo testigos, su conducta será típica, aunque ello no obsta para que su actuar sea justificado si con la falsedad tiende a evitar males par su persona y no hacen otra cosa que ejercer un derecho de defensa propia” (cfr. voto del Dr. Riggi en causa n° 1394 “Gastaldi, Marcos Luis s/rec. de Casación reg. 239/98 del 26/6/98; votos del Dr. Mitchell en causa n° 2162 “Pagani, Carlos Alberto s/recurso de casación, reg. 245/00 del 8/5/00 y causa n° 3068 “Díaz Navarrete, Carlos Ariel s/rec. de casación” reg. 379/01 del 19/06/01).” “A su vez, el mismo Tribunal ha manifestado que “no puede equipararse la situación del testigo que depone con falsedad para encubrir el hecho propio, con la de quien con la misma finalidad efectúa una denuncia falaz. Ello es así puesto que en el primer caso la persona se encuentra conminada a declarar por ley procesal y paralelamente concurre a su respecto el derecho, de no ser obligado a declarar en contra de sí mismo. En cambio, en la segunda hipótesis, el sujeto actúa libremente, sin obligación alguna, evidenciando por tanto de este modo su voluntad de engaño a la autoridad judicial, atentando al bien jurídico protegido por el artículo 245 del Código Penal” (cfr. causa n° 4670, “Vázquez, Carlos Alberto s/rec. de casación”, reg. 106/2004, rta. 15/3/2004).” “Afirmando que corresponde efectuar una interpretación amplia de la garantía contemplada en el art. 18 de la Constitución Nacional, que se extienda no sólo a la persona que se encuentra imputada de un delito sino a toda aquella que pudiera autoincriminarse (CN Casación Penal, Sala III, c. 6265, “Coria, Sergio J. s/recurso de casación”, reg. 436.06.3, 16/05/06).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 28.4.2011 “Colombo” Causa 29.887 Reg. 32.815 J. 10 - S. 20 ELEVACIÓN A JUICIO. REQUERIMIENTO FISCAL. REQUISITOS FORMALES. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. NULIDAD. “…el requerimiento de elevación a juicio, que expresa la base fáctica sobre la cual tendrá lugar el debate, se encuentra íntimamente ligado al ejercicio del derecho de defensa, pues permite conocer la imputación que eventualmente será contradicha en aquella instancia. Se indicó que allí radicaba la necesidad de que la acusación incluyera una relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos y una exposición sucinta de los motivos en que se fundaba, siempre en relación con un sujeto previamente identificado (cfr. art. 347 in fine C.P.P.) (c/n° 40.261, “Saá, Teófilo s/nulidad de requerimiento”, reg. 664, rta. 28/06/07, con cita del expte. n° 37.717, “Cavallo, Domingo”, reg. 899, rta. 26/08/2005; y CNCP, Sala IV, “Rodríguez Mc Cormack, Marta s/ recurso de casación”, rta. 29/3/96).” “En este sentido, la disposición del art. 347 del CPPN ofrece pautas claras. En primer lugar, exige un detalle de las condiciones personales del sujeto a quien se atribuye la conducta disvaliosa, para evitar cualquier tipo de confusión (ha de ser la misma persona que se indagó y luego procesó). En segundo término, deberá identificarse qué se atribuye, mediante la descripción del sustrato fáctico que hallará encuadre en la calificación jurídica. Por 34 Poder Judicial de la Nación último, la atribución habrá de reposar en un por qué, traducido en las razones que a esa altura justifican el reproche y el mérito para inaugurar la siguiente etapa (ver precedentes citados y c/n° 40.042, “Teller”, reg. 745, rta. 11/07/07”; con cita de c/n°37.717, “Cavallo”, del 26/08/05, reg. 899).” “Por otra parte, en el caso “Constantino” (causa n° 36.252, reg. 1307, rta. 9/12/04) se analizó el modo en que debía ser descripto el hecho materia de imputación en este tipo especial de sucesos, para garantizar una adecuada defensa. Y si bien aquellas precisiones habían sido vertidas en relación con el acto de la indagatoria, resultan trasladables al requerimiento de elevación a juicio.” “Se dijo en la oportunidad señalada que, luego de efectuarse una síntesis de cómo había operado el sistema de represión ilegal, “(...) una adecuada descripción de las circunstancias relativas al autor de los hechos imputados (…) no sólo requiere la fehaciente identificación de la persona en cuestión, sino que deviene inexorable la mención del cargo y función que habría detentado durante la ejecución de los hechos. Con respecto a esto último, deberá hacerse saber la actuación formal y ‘de hecho’ que le habría correspondido al imputado en el aparato que usurpó el poder en el año 1976 (…)”.” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero -Farah 28.4.2011 “Barberis” USO OFICIAL Causa 45.343 Reg. 401 J. 3 - S. 6 ENCUBRIMIENTO. ART. 277 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “…el caso se encuentra enmarcado dentro de la excepción legislada en el artículo 277, inciso 4°, del Código Penal, y es que no se puede obviar el hecho de que el encubrimiento, salvo para los casos en que el sujeto actúe por precio o en procura de asegurar el producto o provecho del delito, es objeto de tal excusa mediante la cual el legislador ha procurado la impunidad de quienes comparten con el delincuente un particular lazo afectivo. Así pues, tal como lo recepta el artículo 277 –última parte- del Código Penal, están exentos de responsabilidad criminal aquellos que hubieran ejecutado el hecho “a favor del cónyuge, de un pariente suyo cuyo vínculo no excediere del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o de un amigo íntimo o persona a la que se debiera especial gratitud” (vid causa 44.415 “Vázquez, María s/procesamiento”, rta. 4/11/10, reg. 1115).” (Del voto de los Dres. Ballestero y Freiler) “El caso de autos es paradigmático por tratarse de la ocultación de una persona, excepción que tiene los más antiguos orígenes y no genera desacuerdos (v. Soler, Sebastián “Derecho Penal Argentino”, T° V, TEA, Buenos Aires, 1996, p. 334 y ss).” (Del voto de los Dres. Ballestero y Freiler) C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero – Farah 5.4.2011 “Vilallonga” Causa 44.753 ESTUPEFACIENTES. Reg. 304 ART. 8 LEY 23737. J. 9 - S. 18 SUSTANCIAS ALCANZADAS POR LA LEY. HIDROCODONA. “…esta Sala ya ha sosteniendo que en el caso de medicamentos que contienen en su fórmula la droga Hidrocodona (dihidrocodeinona), sustancia que integra el catálogo previsto en el Anexo del decreto 722/91 – actualmente decreto 299/10-, es posible encuadrar el accionar reprochado en el tipo penal del artículo 8º de la ley 23.737 (según art. 40 de la referida normativa y art. 77 del C.P.), que resulta mas específico y por lo tanto desplaza la aplicación de la figura prevista en el artículo 204 del Código Penal que reprime la venta sin receta de otros medicamentos que necesitan ese requisito para ser comercializados (cfr. c.nº 29.456 “Romasanta”, rta. el 21/10/2010, reg. nº 32.069, y en igual sentido de la Sala I c.nº 40.778 “Brauer”, rta. el 8/11/2007, reg. nº 1314).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun - Farah 5.4.2011 “Valdez” Causa 29.863 Reg. 32.740 J. 2 - S. 3 35 ESTUPEFACIENTES. ART. 14 SEGUNDA PARTE LEY 23737. TENENCIA DE DROGA PARA CONSUMO PERSONAL. DERECHO A LA INTIMIDAD. DERECHO A LA PRIVACIDAD. ALCANCES. “De conformidad con el criterio que vengo sosteniendo a partir del precedente “Cipolatti”, la aplicación de la norma que tipifica la tenencia de estupefacientes para consumo personal resulta inconstitucional (causa n° 36.989, “Cipolatti Hugo s/ procesamiento”, rta. 7/6/05, reg. 571).” (Del voto del Dr. Freiler) “Ese criterio fue reconocido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Arriola”, ocasión en la que se declaró la inconstitucionalidad de la norma bajo análisis, “en la medida en que invade la esfera de la libertad personal excluida de la autoridad de los órganos estatales” (Trib. cit., A.891.XLIV, rta. el 25/08/09).” (Del voto del Dr. Freiler) “Uno de los pilares fundamentales de nuestro esquema constitucional lo conforma el principio de reserva. En lo concerniente a ello, se ha dicho que “…el artículo 19 ofrece una magnífica oportunidad de receptar el principio de autonomía de la persona, que es el núcleo de una concepción liberal de la sociedad, sólo en la medida en que las descripciones ‘acciones privadas de los hombres’, ‘acciones que no ofendan el orden y la moral pública’ y ‘acciones que no perjudiquen a terceros’ se entiendan como coextensivas, vale decir, como tres formas de referirse a la misma clase de acciones: las acciones son privadas en la medida en que sólo ofendan una moral privada compuesta por pautas que valoran tales acciones por sus efectos en la vida y el carácter moral del propio agente, y no ofendan en cambio una moral pública constituida por pautas que valoran a tales acciones por sus efectos dañosos o beneficiosos sobre terceros” (Nino, Carlos Santiago, “Fundamentos de derecho constitucional”, ed. Astrea, Buenos Aires, 2005, pág. 317).” (Del voto del Dr. Freiler) “La norma contenida en el artículo 19 tiene como antecedente el artículo 7° del proyecto de Constitución de la Sociedad Patriótica para las Provincias Unidas de 1813 que expresaba que “la libertad es la facultad de obrar cada uno a su arbitrio sin violar las leyes ni dañar los derechos de otro ni al cuerpo social”, y la sección 7° , capítulo I, artículo 1° del Estatuto Provisional de 1815, que tiene un texto idéntico al actual, con la sola diferencia de que se refiere sólo al ‘orden público’ en lugar del ‘orden y la moral pública’.” (Del voto del Dr. Freiler) “Lo expuesto hasta aquí se refiere a los límites -constitucionalmente establecidos- de la intervención estatal, en cualquiera de sus formas. No obstante, a la luz del principio de lesividad, la intervención punitiva del Estado exige un estándar aún más estricto.” (Del voto del Dr. Freiler) “Al respecto, Ferrajoli enseña que “El primero y más elemental criterio es el de justificar las prohibiciones sólo cuando se dirigen a impedir ataques concretos a bienes fundamentales de tipo individual o social y, en todo caso, externos al derecho mismo, entendiendo por ataque no sólo el daño causado sino también -por ser inherente a la finalidad preventiva del derecho penal- el peligro que se ha corrido” (Ferrajoli, Luigi, “Derecho y Razón”, ed. Trotta, Madrid, 1995, pág. 472).” (Del voto del Dr. Freiler) “La limitación se completa a través del principio de exterioridad, en virtud del cual “Todo aquello que no constituya la exteriorización de una decisión de acción, por más que se le atribuya cualidad pública o lesiva de intereses sociales, goza del privilegio que otorga el límite impuesto por el principio de acto y, en consecuencia, por esa sola razón, carecerá de legitimidad su configuración como materia de prohibición” (Magariños, Mario, “Los límites de la ley penal en función del principio constitucional de acto”, Ad Hoc, Buenos Aires, 2008, pág. 93).” (Del voto del Dr. Freiler) “La temática obviamente se vincula con la categoría de delitos de peligro abstracto, cuestionables desde un punto de vista constitucional.” (Del voto del Dr. Freiler) “Siempre que se determine que un individuo tiene en su esfera de custodia material estupefaciente destinado al consumo personal -que es precisamente lo que prohíbe la norma examinada- realiza una acción privada en los términos del artículo 19 C.N., en tanto no irroga un daño a terceros.” (Del voto del Dr. Freiler) “Resulta irrelevante distinguir si los estupefacientes destinados al consumo personal se tuvieron dentro o fuera del domicilio, toda vez que no debe confundirse lo privado con lo íntimo; las acciones privadas a las que hace referencia la norma aludida no son aquéllas que ocurren en un ámbito de intimidad, sino -cabe reiterar- las que no 36 Poder Judicial de la Nación importan un perjuicio a terceros.” (Del voto del Dr. Freiler) “Para despejar la frecuente confusión que se suscita entre los conceptos de ‘privacidad’ e ‘intimidad’, puede acudirse a las palabras de Nino, quien clarifica que “…entiendo por ‘privacidad’ la posibilidad irrestricta de realizar acciones ‘privadas’, o sea acciones que no dañan a terceros y que, por lo tanto, no son objeto de calificación por parte de una moral pública como la que el derecho debe imponer; ellas son acciones que, en todo caso, infringen una moral personal o ‘privada’ que evalúa la calidad del carácter o de la vida del agente, y son, por lo tanto, acciones privadas por más que se realicen a la luz del día y con amplio conocimiento público… Interpreto por ‘intimidad’, en cambio, una esfera de la persona que está exenta del conocimiento generalizado por parte de los demás (…) el (derecho) de que los demás no tengan información no documentada sobre hechos, respecto de una persona, que ésta no quiera que sean ampliamente conocidos” (op. cit., pág. 327. El destacado me pertenece).” (Del voto del Dr. Freiler) “De tal modo, si lo que en definitiva está protegido es la libertad y autonomía personal frente al poder penal del Estado, poco importa tampoco que la droga destinada al consumo sea de una u otra especie y que unos consuman más que otros.” (Del voto del Dr. Freiler) C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah - Irurzun 6.4.2011 “Gómez” USO OFICIAL Causa 44.068 Reg. 316 J. 2 - S. 3 EXCARCELACIÓN. PAUTAS PARA EVALUAR SU PROCEDENCIA. EXTRADICIÓN. ART. 26 LEY 24.767. INCONSTITUCIONALIDAD. “Por otro lado, si bien estamos ante un caso de detención provisoria en el contexto de un pedido de extradición, no existe motivo alguno para apartarse del criterio de este Tribunal en materia de restricciones a la libertad durante el proceso.” “En este sentido, se declarará la inconstitucionalidad del artículo 26 de la ley 24.767, en cuanto dispone que en este tipo de trámites no son aplicables las normas referentes a la exención de prisión o la excarcelación, por encontrarse en contraposición del principio de inocencia consagrado en la Constitución Nacional y el artículo 8, inciso segundo, del Pacto San José de Costa Rica (ver en este sentido, de esta Sala, c.n° 29.770 “Armenacovich” del 03/07/98, reg. n° 506 y c.n° 31.853 “Lambert” del 04/05/00, reg. n° 339, entre otras).” “Atento a lo expuesto, en materia de libertades hemos señalado que cuando la Constitución Nacional consagra categóricamente el derecho a la libertad física y ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a todo individuo como inocente hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante una sentencia firme, obliga al juez a descartar toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contemple como fundamento la existencia de peligro concreto de fuga o entorpecimiento de las investigaciones (ver en extenso los fundamentos vertidos en la causa n° 37.964 “Renduelles, Fabiana A. s/excarcelación”, rta. el 08/07/05, reg. 703 y sus citas, y causa n° 39.921 “Neiman” del 10/04/07, reg. n° 264; entre otras).” “Es por estos motivos que las prescripciones legales de los artículos 316 y 317 del código de rito no pueden representar más que un parámetro relevante para evaluar la existencia de riesgos procesales. Y no obstante su configuración, pueden existir circunstancias que permitan descartar esos riesgos aún frente a una elevada amenaza de pena. Esto es así porque sólo los elementos de cada caso concreto pueden fundar válidamente –en tanto permitan presumir razonablemente la existencia de estos riesgos procesales– el encarcelamiento preventivo de un imputado (ver de esta Sala, causa n° 37.956 “Mendoza”, rta. el 14/07/05, reg. n° 719 y causa n° 41.976 “Soliz”, rta. el 17/07/08, reg. n° 812, entre otras).” “En este orden de ideas se refirió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el caso “José, Jorge y Dante Peirano Basso (informe n° 35/07 resuelto el 14 de mayo de 2007) y la Cámara Nacional de Casación Penal en el plenario n° 13, Acuerdo n° 1/08, “Díaz Bessone, Ramón Genaro s/ recurso de casación”, del 30 de octubre 37 de 2008. En idéntico sentido, ver de esta Sala causa n° 42.412 “Escobar Sanabria” del 31/10/08, reg. n° 1298, entre otras.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 26.4.2011 “Villavicencio” Causa 45.397 Reg. 395 J. 6 - S. 11 NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. REQUISITOS TÍPICOS. CONCUSIÓN. “Los agravios expresados por el recurrente en cuanto a que las empresas de mención no abonaron suma de dinero alguna y que el Banco Central de la República Argentina no sufrió un perjuicio patrimonial, deben ser descartados toda vez que la configuración de la figura penal asignada por el a quo a la conducta atribuida no exige ninguno de esos extremos”. “Adviértase que el requerimiento o solicitud indebidos bastan para la consumación del delito -que es de pura actividad-, con independencia de que el pago en cuestión finalmente se efectúe o no. Resta agregar que nos encontramos frente a un delito contra la administración pública, cuya configuración no exige la provocación de un perjuicio de carácter patrimonial”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Farah 19.4.2011 “Miri” Causa 45.055 Reg. 372 J. 4 - S. 7 PECULADO. ART. 261 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “Cabe recordar que “en el peculado el tipo no requiere a los fines consumativos, que el funcionario realice actos de disposición de la cosa a título de dueño, ni que dirija la acción en una dirección determinada (disponer de la cosa pública como si fuera propia)…la “sustracción” como acción típica definida en al art. 261 equivale a todo acto que importe separar, apartar o quitar los bienes de la esfera de la actividad patrimonial de la administración pública”, en consecuencia “…habrá sustracción peculadora –señala Carrera- cuando los funcionarios públicos a quienes competa el desenvolvimiento de esa actividad patrimonial ejecuten, con relación a los bienes, cualquier acto que importe el quebrantamiento de ella…” (Conf. Jorge Eduardo Buonpadre. Tratado de Derecho Penal Parte Especial. Tomo III. Ed. Astrea. Año 2009, págs. 257 y sigs.).” “En el mismo sentido, “sustraer significa extraer o quitar los bienes de la tenencia –efectiva o simbólica que en el ámbito administrativo han sido colocados por leyes reglamentos u órdenes, lo cual, se entiende, no exige la apropiación (Creus, Carlos, “Delitos contra la Administración Pública”, Astrea, 1981 págs. 26 y 325). Cabe señalar al respecto que el Estado no puede disponer de ellos sino que sólo los administra”. “Ahora bien en cuanto a la relación de los funcionarios públicos, con el bien, la norma en cuestión exige que aquellos, en razón de su cargo, tengan la administración, percepción o custodia del caudal o efecto sustraído.” (Daniel P. Carrera. Peculado de bienes y servicios públicos. Editorial Mediterránea. Córdoba. 2005, pág. 83). (conf. esta Sala “Medina” causa n° 29.576 , reg. 32.189 del 17/11/2010).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 7.4.2011 “Sánchez” Causa 30.139 Reg. 32.752 J. 2 - S. 3 PROCESO PENAL. DELEGACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN A MANOS DEL FISCAL. ART. 196 CPPN. OPORTUNIDAD PROCESAL EN QUE PROCEDE LA DELEGACIÓN. FACULTAD DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FUNCIONES. “Que en reiteradas oportunidades este Tribunal ha sostenido, en materia de delegación, que “…el ejercicio de la facultad a la que alude el artículo 196 del C.P.P., confiriendo dirección al fiscal, …no hace más que asignarle uno de los cometidos esenciales inherentes a su razón de ser, ajustando su rol a la potestad que ejercita…Una 38 Poder Judicial de la Nación exégesis razonable de la ley procesal impide sujetar a un plazo mínimo la innovación introducida por el artículo 196, que aunque tímida y mediatamente, permite al Ministerio Público protagonizar la investigación preliminar desdoblando las funciones de requerir y decidir, a la luz de las legislaciones más modernas y de los principios republicanos, y en vistas de una mayor agilidad y eficacia en la persecución…” (conf. causa n° 13.749 “Inc. de nulidad”, rto. el reg. n° 14.948 y sus citas).” “Se señaló además que “…el instituto de la delegación es eminentemente discrecional para el juez, pudiendo éste disponer de su utilización durante toda la instrucción, con el único límite de la conveniencia para el desarrollo de la investigación…” (conf., entre otras, causa n° 19.098 “Massholder, Juan s/ nulidad delegación fiscal”, rta. el 22/8/02, reg. n° 20.079).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 20.4.2011 “Berardinelli” Causa 30.295 Reg. 32.791 J. 5 - S. 9 QUERELLA. APARTAMIENTO DE LA PARTE QUERELLANTE. TRÁMITE. “…este Tribunal ya se ha expedido en casos similares al presente, en los que se evaluó la posibilidad de que la parte querellante pudiera ser apartada de su rol a través de una decisión jurisdiccional oficiosa”. USO OFICIAL “Sobre el tópico, se sostuvo: “(…)Explica la doctrina que si se aceptó por error el pedido de una persona para constituirse en parte querellante, su apartamiento debe procurarse por vía de la excepción de falta de acción pues no corresponde que sea decidido de oficio (D´Albora, Francisco J. “Código Procesal Penal de la Nación”, 8va. Edición corregida, ampliada y actualizada por Nicolás D´Albora, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009, pág. 178 -comentario al art. 84-) (…)” y que “(…) sólo corresponde la separación del querellante a instancias de las otras partes y en virtud del progreso de la excepción de falta de acción, según los artículos 339 y concordantes del Código Procesal Penal de la Nación. Es que, una vez tenido como parte querellante –y cualquiera que fuese el acierto o error de esa resolución-, queda vedado el apartamiento de ese sujeto en forma oficiosa, excepto en caso de disponerse su procesamiento” (c. 35.341 “García Hamilton”, reg. 710, rta. 22/8/03; c. 38.124 “Castejón”, reg. 1220, rta. 25/10/05) (…)” (c/n° 44.532 “Gutiérrez, Manuel s/apela revocatoria de rol de parte querellante”, reg. 1182, rta. 24/11/10)”. “Esa postura es compartida por la Cámara Nacional de Casación Penal, que lleva dicho: “(...)es improcedente el apartamiento de oficio de quien fue tenido como parte querellante por auto firme; y que sólo será admisible que los jueces tomen una decisión en tal sentido si su jurisdicción se viera excitada por alguna excepción planteada por la defensa, o si dirigiera acción civil contra quien detenta calidad de querellante (…)” (CNCP, Sala I, c/n° 2126, “Arancibia Clavel”, reg. 2694, rta. 5/4/99; Sala II, c/n° 2587 “Cohen Arazi”, reg. 3631, rta. 26/10/00; Sala III, c/n° 3774 “Oneto Torres”, reg. 345, 27/6/02; y Sala IV, c/n° 21.494, “Sallen”, rta. 7/5/91)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 14.4.2011 “Greco” Causa 45.040 Reg. 355 J. 5 - S. 9 QUERELLA. REQUISITOS PARA CONSTITUIRSE EN PARTE QUERELLANTE. “Cabe traer a colación el criterio sostenido reiteradamente por este Tribunal en cuanto a que “el pretenso querellante debe haber sufrido, a raíz del delito denunciado, un perjuicio real, especial, singular y directo, es decir, se exige la afectación, de forma inmediata, de un interés o derecho de quien pretende detentar la calidad de parte (en este sentido, ver c. n° 42.249, “Felices, Carlos”, rta. 9/10/08, reg. n° 1195 y c. n° 25.819, “Vasile, V.”, rta. 30/8/94, reg. n° 580, entre otras). Entonces, si bien la titularidad del bien jurídico protegido por la norma no es un requisito ineludible -todo vez que se admite, en forma excepcional, cuando se trata de bienes garantizados subsidiaria o secundariamente-, la naturaleza del perjuicio sufrido por quien pretende ser tenido por parte querellante debe ajustarse a lo expresado en el párrafo que antecede.” (causa n° 42.345 “Incidente de apelación de Ricardo Monner Sans en autos: s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario 39 público”, rta. el 28/7/09, reg. n° 691, entre otras).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 19.4.2011 “N.N.” Causa 44.853 Reg. 369 J. 3 - S. 6 RECURSO DE APELACIÓN. FUNDAMENTACIÓN. INSTANCIA EN QUE DEBE CONCRETARSE. “Tal como el sistema recursivo ha sido concebido en la legislación de forma, no es en la oportunidad de mejorar fundamentos, contenida en el artículo 454 del C.P.P.N., sino en el instante previo que fija el artículo 438 de ese código, donde radica la oportunidad para que el recurrente, indicando sintéticamente con qué argumentos del juez no coincide, ejerza la potestad de establecer el marco en el cual quedará acotada la competencia de esta Cámara.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 6.4.2011 “Inc. Incompetencia” Causa 45.222 Reg. 310 J. 5 - S. 10 RECURSO DE APELACIÓN. IMPROCEDENCIA. DECLARACIÓN INDAGATORIA. OPORTUNIDAD DEL LLAMADO A PRESTAR DECLARACIÓN INDAGATORIA. DISCRECIONALIDAD DEL JUEZ DE LA CAUSA. “…de no mediar arbitrariedad, la decisión cuestionada inicialmente resulta irrecurrible, ya que se vincula con la determinación de la oportunidad en que habrá de recibirse declaración al imputado, extremo que integra el grupo de facultades discrecionales que posee el Juez como director del proceso y que no resultan aptas para generar un gravamen irreparable (arts. 199, 432 y 449 del CPPN; y en ese sentido, ver de esta Sala, c/n°44.174 “Recurso de queja por apelación denegada”, reg. 955, rta. 28/09/10, entre otras; y CCC, Sala VI, c/n° 19.753 “Weich, Enrique”, rta. 03/09/02)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 14.4.2011 “De Los Santos” Causa 45.395 Reg. 348 J. 11 - S. 21 RECURSO DE APELACIÓN. PLAZOS PARA SU INTERPOSICIÓN. ART. 212 BIS CPPN. APLICACIÓN. “…Guillermo Navarro y Roberto Daray señalan que: “El plazo para recurrir, por regla, será el genérico de tres días. Excepción lo constituye el especial caso de las investigaciones vinculadas a delitos previstos en los arts. 142 bis, 170 o conexos, en cuyo caso será de cuarenta y ocho horas, por virtud de lo establecido en el art. 212 [bis], párr. 4°, última oración. El plazo horario comenzará a correr a partir de la medianoche del día de su fecha y se extenderá en horas hábiles” (Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial (2), Hammurabi, 4° edición actualizada y ampliada, Buenos Aires, 2010, p. 521).” “Por lo demás, en torno al cuestionamiento introducido por la defensa vinculado al plazo en el que el a quo dictó el auto de mérito controvertido, los autores precedentemente mencionados señalan que “Dicha restricción temporal, como la ley no distingue, se aplicará también…a autos de falta de mérito o de procesamiento sin prisión preventiva pronunciados por delitos conexos a aquéllos. Por similar razón, la reducción igualmente rige respecto del procesamiento (aun, el sobreseimiento) dictados en el proceso con ulterioridad al momento que fija el art. 306, luego de una falta de mérito (art. 309)” (cfr. ob. cit., p. 522).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 5.4.2011 “García Tanus” Causa 45.423 Reg. 298 J. 12 - S. 23 RECURSO DE INCOSTITUCIONALIDAD. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “Dicha norma establece que el recurso de inconstitucionalidad procede cuando se hubiese cuestionado la constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia regida por la 40 Poder Judicial de la Nación Constitución y la sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del recurrente. Si bien una interpretación literal indicaría que el recurso sólo se admite cuando la decisión ha sido favorable a la validez constitucional de la norma, se ha interpretado que resulta la vía adecuada, igualmente, para lograr la declaración de constitucionalidad de una norma declarada violatoria de la Constitución Nacional por un Tribunal inferior, tal como se corrobora en el presente caso (CNCP Sala IV, cn° 1676, “Fernandez, Miguel Tito s/ recurso de inconstitucionalidad” rta. 10/8/00, reg. n° 2747; Sala II c.n° 36 “Costilla, Jorge s/ rec. de inconstitucionalidad” rta. 24/11/93, reg. n° 61 y Sala III cn 64 “Belizán, Rodolfo A. s/ rec. de inconstitucionalidad”, rta. 15/3/94, reg. n° 94, entre muchas otras)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 14.4.2011 “Benito” Causa 44.902 Reg. 351 J. 7 - S. 14 SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO. “…este Tribunal ha dicho que luego de una declaración de falta de mérito y arribado el legajo a un estadio de crítica instructoria, corresponde ponderar la totalidad de las pruebas reunidas, para definir si corresponde dictar sobreseimiento, o en caso contrario el procesamiento para colocar la instrucción en condiciones de ser elevada a la instancia de debate (conf. de esta Sala, causa n° 12.699 “Garros Calvo”, reg. n° 13.698 del 11/11/96; causa n° USO OFICIAL 14.154 “Maintenu”, reg. n° 15.108 del 17/2/98; causa n° 16.003 “Burlando”, reg. n° 17.217 del 3/2/00; causa n° 24.481 “Romani”, reg. n° 27.425 del 4/10/07)”. “…corresponde el sobreseimiento cuando, luego de un examen pormenorizado del caudal probatorio reunido, se ha llegado a una convicción de certeza sobre la falta de responsabilidad penal del imputado o sobre la inexistencia de una realidad fáctica delictiva, que hace innecesaria la continuación del procedimiento (v.Torres Bas, Raúl Eduardo, El sobreseimiento, Ed. Plus Ultra, Buenos Aires, 1971, pág.43), o cuando aún sin tal certeza se encuentra agotada la investigación y no puede avanzarse en torno a la imputación que se formula (Sala II causa n° 26.714 “Tañira, Ramón C. y otros s/sobreseimiento”, reg. n° 28.912, del 11/9/08, y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 18.4.2011 “Pepe” Causa 29.547 Reg. 32.771 J. 2 - S. 4 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. TRÁMITE. NULIDAD. PROCEDENCIA. “En primer término, es dable destacar que si bien es el órgano jurisdiccional quien tiene a su cargo el control de razonabilidad de las condiciones acordadas por las partes en la audiencia del artículo 293 del C.P.P.N., es precisamente ese el momento adecuado para analizar y zanjar este tipo de cuestiones (ver de esta Sala, causa n° 30.104 “Mamani Morante, Gagy Nabor y otros s/suspensión del proceso a prueba”, reg. n°32.720 del 31 de marzo de 2011 y sus citas)”. “Repárese que en el caso sub examine, el Señor Juez de grado consideró suficientes las tareas comunitarias ofrecidas por el procesado, resolviendo sin embargo incrementar a dos años el lapso de la suspensión, no exponiendo motivo alguno. Cabe recordar que el magistrado sólo podrá rechazar la oferta de reparación si “…luego de considerar fundadamente irrazonable el ofrecimiento…” el imputado no lo mejora, extremos que no se han corroborado en estas actuaciones (conf. Vitale, Gustavo L. Suspensión del Proceso Penal a Prueba, Editores del Puerto, 2° ed. 2004, pág.167)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Irurzun 13.4.2011 “Jaquet Vera” Causa 30.121 Reg. 32.760 J. 11 - S. 21 TRATA DE PERSONAS. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS MIGRATORIOS. LEY 25.871. REQUISITOS TÍPICOS. CONCURSO DE DELITOS. “Ha dicho el Tribunal que “Sostiene la doctrina que facilita la permanencia ilegal de extranjeros el que la hace 41 posible o más sencilla, allanando las condiciones de la estadía o ayudando a salvar los obstáculos. No obstante, la simple actividad de facilitación desvinculada e independiente de la ilegalidad puede no ser ilícita o constituir una infracción administrativa (por ejemplo dar trabajo individual a un ilegal). Sin embargo, si la contribución a la permanencia ha consistido en el aprovechamiento laboral diagramado, ya no aisladamente, sino como “política de empresa”, ello sí será constitutivo del delito penal, porque en ese supuesto la ilegalidad del inmigrante será parte inseparable de la conformación comercial (ver Hairabedián, Maximiliano, “Delitos Migratorios”, La Ley, Suplemento de Derecho Penal y Procesal Penal, 25/6/07, págs. 27/32)” (ver de esta Sala, causa n° 27.703, “Hyun Soon Lee”, del 16/6/2009, reg. ° 30.024).” “Con este telón de fondo y ante el agravio de la defensa se impone efectuar ciertas precisiones. Conforme a la hermenéutica del precedente citado, la exigencia del tipo penal tratado se configura con una sistemática contratación de ciudadanos extranjeros en situación migratoria irregular, más allá de cual haya sido en los casos concretos el medio a través del cual el imputado haya logrado el contacto con los sujetos pasivos.” “En efecto, si bien es verdad que muchos de los trabajadores extranjeros que ingresaban al taller investigado eran conocidos o parientes de quienes ya trabajaban allí o lo habían hecho con anterioridad, no es menos cierto que era Coronel Montes quien se contactaba con los interesados para ofrecerles trabajo y las facilidades de traslado al país -y posterior alojamiento-, como el pago de los pasajes para el trabajador y toda su familia (ver en este sentido declaraciones de fs.232, 237, 239 y 249). No es un dato menor que la mayoría de las víctimas refirió que debido a la situación económica imperante en Bolivia y ante la imposibilidad de obtener trabajo, se contactaron con familiares o conocidos quienes les indicaban la existencia del taller allanado. Sobre el punto y respondiendo a la argumentación de la defensa, se ha interpretado que resulta irrelevante que el inmigrante ilegal tenga conciencia de su situación de explotación laboral (ver Hairabedián Maximiliano, “Tráfico de personas”, ed. AdHoc, BsAs, 2009, pág. 139/47).” “La situación descripta, contrariamente a lo alegado por la defensa, dista mucho de ser la “infracción de tipo administrativo por proporcionar trabajo a extranjeros que residen irregularmente en el país, hipótesis prevista en el art. 55 de la ley citada (25.871), con un contenido de disvalor reducido respecto de la infracción penal señalada…” (ver causa “Hyun Soon Lee” citada).” “Estas constancias, sumadas al hecho de que casi la totalidad de los empleados del taller eran extranjeros en situación migratoria irregular, permiten concluir que en el caso de autos la contribución a la permanencia ha consistido en el aprovechamiento laboral diagramado, ya no aisladamente sino como política de empresa, configurándose de este modo los extremos objetivos típicos del art. 117 de la ley 25.871 (ver fs. 516/522 del ppal.).” “…la doctrina ha entendido que para el encuadre legal en el tipo penal tratado, “no es necesario que la irregularidad migratoria se haya verificado durante toda la permanencia, basta que durante una etapa la situación fuera al margen de la ley” (ver Hairabedián Maximiliano, “Tráfico de personas”, ed. Ad-Hoc, BsAs, 2009, pág. 139/47).” “En cuanto al tipo subjetivo, se requiere un elemento interno trascendente: el fin de obtener directa o indirectamente un beneficio, sin que sea necesario su obtención, es decir, basta la finalidad. Es en este contexto que deben interpretarse las constancias reunidas en la causa referidas a las maniobras de demoras excesivas en el pago de los salarios, que además eran muy inferiores a los que oscilaban en el mercado laboral de ese momento, las condiciones precarias de alojamiento y comida, jornadas de trabajo que en ocasiones superaban las catorce horas diarias y el hecho de obligar a las víctimas a trabajar también los días feriados (ver declaraciones de fs. 232, 237, 239, 249 del ppal. y todo lo expuesto por los suscriptos en ocasión de confirmar el procesamiento de los imputados por el delito de reducción a servidumbre, a fs. 478/81).” “Corresponde aclarar que no se trata de la persecución de un provecho económico que necesariamente se hubiera obtenido a partir del nacimiento de una relación laboral aislada con un residente ilegal, ya que este último se encuentra abarcado por la disposición administrativa (art. 55, ley 25.871). Por el contrario, en el caso de autos, la proyección de lucro por parte de los procesados preveía como principal herramienta el aprovechamiento de la 42 Poder Judicial de la Nación permanencia irregular de los trabajadores inmigrantes en el país, que conformaban la casi totalidad del personal laboral con el que contaban.” “Además de la ultraintención a la que se hizo referencia anteriormente, es preciso señalar que la figura analizada recoge en su faz subjetiva los comportamientos desarrollados con dolo directo, en los que el autor conoce cabalmente la condición ilegal del inmigrante y las implicancias de su propio proceder con respecto a la permanencia de aquél en el país (ver Hairabedián Maximiliano, “Tráfico de personas”, ed. Ad-Hoc, BsAs, 2009, pág. 139/47).” “En cuanto a la regla concursal que debe regir a los delitos previstos por el art. 117 de la ley 25.871 y el art. 140 del C.P., entiende el Tribunal que debe aplicarse el concurso ideal y no real como sostuvo el a quo en la resolución apelada.” “En efecto, una correcta exégesis de la conducta imputada permite concluir que es justamente la carencia de la situación migratoria regular de las víctimas -y su consecuente imposibilidad de recurrir a las instituciones correspondientes para efectuar los reclamos pertinentes- de lo que se habrían valido los imputados para mantenerlos en las condiciones de explotación, propias del delito de reducción a servidumbre (en igual sentido ver de esta Cámara, Sala I, causa n°40.985, “Cancari, Nina”, del 1/11/2007, reg. n°1.302).” “En este contexto, la “superposición parcial” a la que hace referencia el a quo, encuentra su explicación en la USO OFICIAL conexión de comunidad típica entre las dos normas, esto es, que ambos espacios típicos relevan ciertos elementos comunes. A pesar de esta reiteración de algunos aspectos del hecho, ninguno de los dos tipos penales aprehende en su totalidad la conducta imputada a los procesados. Es por ello que se necesitan ambos tipos penales para abarcar la acción en su totalidad (ver Pessoa Nelson, “Concurso de delitos”, ed. Hammurabi, BsAs, 1996, págs. 102/5).” “Sin embargo, la circunstancia de la superposición parcial de espacios típicos, en la medida que constituye una reiteración de la prohibición de ciertos elementos, impide la acumulación material de los tipos penales propia del concurso real. Es por ello que corresponde aplicar la regla concursal prevista en el art. 54 del C.P.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 28.4.2011 “Coronel Montes” Causa 29.799 Reg. 32.821 J. 7 - S. 13 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN LEGAL QUE DEBE CONSIDERARSE. “…ha de recordarse que reiteradamente hemos señalado que a los fines de resolver planteos vinculados con la vigencia de la acción penal debe estarse a la posible calificación o el grado de participación más gravosa (cfr. de esta Sala, causa n° 13.657 “Rosman”, rta. 21.10.97, reg. n° 14.763; causa n° 21.508 “Iaiza”, rta. 2.12.04, reg. n° 23.198; causa n° 22.861 “Bastos”, rta. 1.11.05, reg. n° 24.388; causa n° 24.313 “Jassan”, rta. 25.7.86, reg. n° 25.786; causa n° 26.925 “Cots”, rta. 2.12.08, reg. n° 29.254; causa n° 20.167 “García”, rta. 15.7.03, reg. n° 21.338, entre otras).” “Ha de tenerse en cuenta entonces que “... si la acción imputada puede configurar prima facie un delito u otro, debe estarse al de mayor gravedad en el incidente de prescripción, sin perjuicio que al tiempo del pronunciamiento definitivo se concluya en una significación jurídica más benigna, declarándose entonces, y recién allí, la prescripción de la acción luego del debate en donde las partes hayan tenido oportunidad de probar y alegar sobre las características del suceso para darle uno u otro encasillamiento legal ...” (ver en tal sentido, de la Cámara Nacional de Casación Penal, Sala II, causa n° 994 “D’Ortona”, rta. 10.7.97, reg. n° 1515; causa n° 1230 "Imexar", rta. 9.10.97, reg. n° 1640; Sala III, causa n° 2277 “Weinstein”, rta. 10.4.00, reg. n° 175; causa n° 3309, “Saksida”, rta. 21.5.01, reg. n° 305, entre otras; de este Tribunal, Sala II, causa n° 24.239 "Lifschitz", rta. el 21/3/09, reg. n° 29.897 y causa n° 29.082 “Kalfaian, Juan C.”, rta. 16.7.10, reg. n° 31.686, y sus respectivas citas; y de la Sala I, causa n° 44.354 “Guidotti”, rta. 3.8.10, reg. n° 720 y sus citas).” C.C.C. Fed. Sala II 30.5.2011 Cattani - Farah “Can” 43 Causa 30.410 Reg. 32.929 J. 10 - S. 20 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CUESTIONES DE ÓRDEN PÚBLICO. DECLARACIÓN DE OFICIO. SOBRESEIMIENTO. “Ante el debate cuya introducción procura la defensa, no resulta ocioso recordar la pacífica jurisprudencia que, procedente del Alto Tribunal, impera en estos ámbitos. En ella se ha establecido, y desde entonces así ha sido observado, que la prescripción de la acción penal constituye una cuestión de orden público que opera de pleno derecho y, por lo tanto, debe ser declarada de oficio por el tribunal en forma previa a cualquier decisión de fondo (CSJN, Fallos 189:289, 329:1756, 329:2005, 330:4040, entre muchos otros).” “Esas mismas directrices, lejos de ceñirse a un mero ritual nacido de la apreciación de la magistratura, es el que refleja nuestro mismo proceso criminal al situar ese examen sobre la vigencia de la acción penal como el momento inaugural de toda evaluación que debe preceder a un sobreseimiento (art. 336, inc. 1, del C.P.P.N.).” “Y fue justamente ese camino normativo el que guió el razonamiento del magistrado al advertir, antes que toda estimación sobre los acontecimientos de la causa, que el paso del tiempo había hecho fenecer el poder persecutorio del Estado.” “De tal modo, en la medida en que el a quo ajustó su proceder a esas pautas normativas y que su decisión no resultó escoltada por ninguna medida coercitiva, no se evidencia en el caso ese agravio que, en la presunción legal del art. 337 del C.P.P.N., habilitase el recurso intentado por la defensa. Máxime cuando ella no logra exponer algún otro gravamen capaz de sortear esos límites impuestos por la ley, pues la inocencia de un imputado no constituye una situación que los jueces deban declarar, sino que es un estado del que habrá de gozar hasta tanto su opuesto, una vez acreditado, se encargue de eclipsarlo (al respecto ver de esta Sala causa nro. 44.213 “Alonso de Armiño, Gustavo s/ sobreseimiento”, reg. nro. 791, rta. el 20/8/10. En igual sentido, ver también de la C.Crim. y Corr., Sala VI, causa 38.819, “B., E. P. s/ sobreseimiento”, rta. el 18/2/10 y de la Sala IV, “Queja articulada por el Dr. J.M.R.J.F.”, rta. el 13/11/09).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero 24.5.2011 “Castillo” Causa 45.659 Reg. 531 J. 6 - S. 11 COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. INCOMPETENCIA. LEY 22.421. LEY DE PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE. COMPETENCIA DEL FUERO COMÚN DE LA CAPITAL FEDERAL. “…la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene resuelto que “…en casos análogos al presente, que la ley de protección y conservación de la fauna silvestre, en materia de delitos, no ha establecido la jurisdicción federal, por lo que las cuestiones de competencia deben ser resueltas atendiendo al lugar de su comisión” y que “las infracciones … comprobadas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, deben ser investigadas por la justicia común” (Fallos 323: 2738, 315:2657 y Competencia n° 282, XXXV in re “Sartini, Alberto y Sartini Leonardo A. s/infracción ley 22.421” resuelta el 14 de octubre de 1999).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 30.5.2011 “N.N.” Causa 30.417 Reg. 32.934 J. 7 - S. 13 COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD INMUEBLE. MANIOBRA QUE PUEDE AFECTAR DICHA ENTIDAD. “…teniendo en cuenta que en la especie se utilizaron instrumentos públicos, certificados mediante escribano, para su posterior presentación ante el Registro Nacional de la Propiedad Inmueble, es dable advertir que la maniobra alcanzó a los extremos del artículo 33 del Código Procesal Penal de la Nación, considerando que esa entidad pública se ha visto indirectamente afectada.” 44 Poder Judicial de la Nación “En este sentido, corresponde traer a colación lo resuelto por este Tribunal en casos que comparten aristas similares al presente, en cuanto se dijo que: “…no puede pasarse por alto la posibilidad de que dicha escritura, presumiblemente apócrifa, haya sido presentada posteriormente ante el Registro de la Propiedad Inmueble. Ante esa posible situación y hasta tanto se profundice la pesquisa, corresponde que se continúe la investigación en este fuero federal…” -conf. causa “Fergia s/competencia”, causa nro. 44.643, rta. el 14/10/10, reg. nro. 1023 y “Bienati, Teresa y otro s/competencia”, causa nro. 45.201, rta. el 26/4/11, reg. nro. 387-.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero 26.5.2011 “Skiadaressis” Causa 45.407 Reg. 537 J. 2 - S. 3 COMPETENCIA. DENUNCIA CONTRA AGENTES POLICIALES ACTUANDO COMO OFICIALES DE UN JUEZ FEDERAL. COMPETENCIA FEDERAL. “…la C.S.J.N. ha dicho que: “…[D]ebe investigar la justicia federal los delitos cometidos por personal policial mientras ha actuado como auxiliar de un juzgado federal…” (Fallos 313:367).” “En consonancia con ello este Tribunal, en un caso en que la investigación inicial giraba en torno a posibles infracciones a la ley 23.737, resaltó también que: “…[T]ampoco puede perderse de vista que las tareas USO OFICIAL prevencionales colocadas en el centro de la cuestión, derivaron también en una investigación de plena competencia federal…” (c.n° 16.937 “Incidente de incompetencia en autos: Comisaría n° 36”, reg. 17.937, rta. el 7/09/00). Se citó en esa oportunidad otro precedente, de un proceso tendiente a investigar el posible mal desempeño de agentes policiales durante el secuestro de material estupefaciente, donde se concluyó que debería seguir interviniendo la justicia de excepción, con remisión a los fundamentos sostenidos por los representantes del Ministerio Público Fiscal (ver c.n° 16.104 “Incidente de incompetencia”, reg. n° 17.094 bis, rta. el 7/12/99).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 31.5.2011 “P.F.A.” Causa 30.354 Reg. 32.941 J. 9 - S. 17 CONEXIDAD. REGLAS DE CONEXIDAD. CRITERIOS. “Esta alzada se ha expedido en circunstancias similares al presente y ha dicho que debe prestarse principal atención a que sin perjuicio de que en el ordenamiento ritual rige la pauta de conexidad subjetiva, no guardando relación objetiva los hechos acontecidos en esta ciudad con el objeto procesal de la causa de extraña jurisdicción, no corresponde la acumulación pretendida por lo que la decisión adoptada por el magistrado de la anterior instancia resulta acertada y será homologada (v. causa 43.125 “Cunto…”, rta. 30/6/09, reg. 628 y su cita).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero -Farah 3.5.2011 “Di Rosa” Causa 45.478 COSTAS. ART. Reg. 414 531 CPPN. TASA DE J. 11 - S. 21 JUSTICIA. CRITERIOS PARA SU IMPOSICIÓN. SOBRESEIMIENTO. IMPROCEDENCIA DE LA APLICACIÓN DE COSTAS. “Surge del artículo 531 del Código de Rito, que las costas serán a cargo de la parte vencida. Ahora bien, no puede sostenerse que el sobreseído sea “parte vencida en juicio”, que ha sido definida como “aquella que obtiene un pronunciamiento judicial totalmente adverso a la posición jurídica que asumió en el juicio” (Lino Palacios, “Tratado de Derecho Procesal Civil”, ed. Abeledo-Perrot, 1970, Tomo III, pág. 363 y ss.).” “Asimismo, el artículo 13, inciso “d” de la ley 23.898 expresamente manifiesta que el pago de la tasa de justicia, esta a cargo del imputado en caso de condena.” C.C.C. Fed. Sala I 3.5.2011 Ballestero -Farah “Esposito” 45 Causa 45.360 Reg. 423 J. 11 - S. 22 DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “…la lectura del acta deja en claro que, en oportunidad de comparecer ante el juez, se le enunciaron los elementos que hacían a la imputación. Con ello quedan satisfechos los recaudos que impone el artículo 298 del Código Procesal Penal de la Nación sobre el punto, máxime cuando es resorte del justiciable y su defensa tomar vista de las evidencias de la causa con el detenimiento que estime adecuado e incluso peticionar ampliaciones del acto de indagatoria (conf. doctrina de esta Sala expuesta en causa n° 13.132 “Vázquez”, reg. n° 14.068 del 1/4/97 y causa n° 18556 “Gatica”, reg n° 19.440 del 19/02/02, entre otras).” “Frente a lo anterior, es razonable concluir que de la actividad procesal cumplida no surge un perjuicio real e imposible de solucionarse de otro modo, único supuesto en que resultaría procedente la nulidad reclamada (ver de esta Sala, causa n° 14.843 “N.N. s/denuncia, reg. n° 16.411 del 6/5/99 y causa n° 22.834 “Barrionuevo” reg. n° 24.569 del 1/12/05).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 16.5.2011 “Sola” Causa 30.037 Reg. 32.890 J. 11 - S. 21 DENUNCIA. REQUISITOS FORMALES. DENUNCIA ANÓNIMA. PROCEDENCIA. “…si bien la denuncia anónima no podría servir por sí misma como base para la iniciación de un proceso penal, sin embargo sí puede erigirse como el instrumento que permita la investigación por parte de la autoridad competente, si así lo considera pertinente (cfr. de esta Sala, causa N° 40.905, “Almada”, reg. N° 1396, rta.: 22/11/07; causa N° 41.945, “N.N. s/nulidad de la denuncia”, reg. N° 1213, rta.: 14/10/08 y sus citas; causa N° 44.720, “Corbalán, Guillermo Pablo s/rechazo nulidad, reg. N° 850, rta.: 7/10/10; causa N° 45.184, “Ovelar, Víctor Esteban s/procesamiento con prisión preventiva”, reg. N° 1311, rta.: 16/10/10; y de la Sala II de la C.N.C.P., causa N° 184, “Batalla”, rta.: 28/09/94 y causa N° 3619, “Tagliante”, rta.: 8/03/02 y sus citas, entre otras).” “Al respecto, Guillermo Navarro y Roberto Daray refieren: “La ausencia de prohibición expresa sobre el particular y la búsqueda de la verdad real, objetivo último del proceso penal, permiten privilegiar tal solución aun frente a los peligros que pueda encerrar su admisión [CCC, Sala V, LL, 2000-C-665; CCC, Sala VI, JA, 1999-IV-687]. Por otro lado, tampoco afecta el principio contradictorio, pues tanto es anónima para el imputado como para los acusadores [TS Córdoba, Sala Penal, LLC, 2002-609]” (Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial, Tomo 2, Hammurabi, 4° edición actualizada y ampliada, 2010, Buenos Aires, p. 49).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 17.5.2011 “Gendarmería Nacional” Causa 44.767 Reg. 484 J. 10 - S. 19 DESOBEDIENCIA. ART. 239 C.P. REQUISITOS TÍPICOS “No puede soslayarse que tal situación tuvo lugar, como ya se dijo, en el marco de una detención, ante la cual la eventual agresión a los preventores - acción que habría generado una fuerza mínima para repelerlo y asegurar al imputado-, se revelan, más que como actos destinados a trabar el cumplimiento de una orden, como reacciones espontáneas producto de una tensión inherente a una detención. En este sentido, Soler sostiene que “la mera resistencia pasiva no se computa como tal, si el sujeto no está jurídicamente obligado. Un sujeto no está jurídicamente obligado a dejarse conducir detenido, puesto que su autoeximición es impune…por lo tanto, no será resistencia el hecho de que se tome del árbol o se ate o se haga arrastar…” (conf. Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Ed. Tea, Buenos Aires, 1992, p. 141).” “Así también se dijo que “…no configura delito de resistencia a la autoridad la oposición activa por parte del 46 Poder Judicial de la Nación imputado, consistente en no acatar la orden de alto impartida por funcionarios policiales y darse a la fuga, toda vez que no incluyó el despliegue de medios violentos para lograr sus fines…” (CCC, Sala IV, “Suen”, rta. el 2/6/06 y de esta Cámara, Sala I, causa n° 43.735 “Chávez” reg. n° 366 del 27/4/2010 y de esta Sala en similar sentido, causa n° 17.451 “Regis”, reg. 18.350 del 18/1/2001).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 23.5.2011 “Núñez” Causa 30.190 Reg. 32.918 J. 1 - S. 1 DOCUMENTOS. FALSEDAD DOCUMENTAL. AUTORIDAD CERTIFICANTE. DISIDENCIA. “Se dijo asimismo que aun cuando el hecho sobre el cual recayese la certificación fuera objetivamente falso, el sujeto debe conocer efectivamente tal circunstancia, ya que de lo contrario, el error en que incurra afectará el dolo y, como resultado, excluirá la tipicidad (ver en este sentido de esta Sala, causa n° 44.279 “Fernández, Juan Antonio s/ procesamiento, reg. n° 558, rta. el 15/06/10 y causa n° 43.605 “Segovia, David Horacio s/ procesamiento”, reg. n° 611, rta. el 29/06/10, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “En este orden, no se advierte que los imputados hayan llevado a cabo la maniobra investigada con conocimiento y voluntad, extremos que se exigen para la afirmación del dolo (conf., entre otros, Hans Welzel, “Derecho USO OFICIAL Penal” Parte General, Depalma, Buenos Aires, 1956, págs. 73 y ss.; Claus Roxin, “Derecho Penal” Parte General, Tomo I, Civitas, Madrid, 1997, págs. 307 y ss.; Günter Stratenwerth, “Derecho Penal” Parte General, I. El hecho punible, Di Plácido editor, Buenos Aires, 1999, págs. 75 y ss.)” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “En este orden, cabe señalar lo expuesto por la Cámara Nacional de Casación Penal en cuanto a que “la conducta típica del art. 293 es insertar en un documento declaraciones falsas y que ellas tengan aptitud para producir perjuicio. El dolo estriba en el conocimiento del carácter del documento, del objeto y de lo falso que en él se introduce, extendiéndose al de la posibilidad de perjuicio. Sólo funciona en lo que se denomina dolo directo. En las falsedades documentales se requiere que el agente proceda a sabiendas que falsifica y que actuó con voluntad de hacerlo, lo cual no puede proceder de simples violaciones del deber de cuidado que no permiten encuadrar la conducta dentro del dolo directo” (CNCP, Sala IV, causa n° 1064, “Martínez del Valle, Ezequiel s/ casación, del 22/03/99, voto de la Dra. Capolupo de Durañona y Vedia del Valle, en mayoría).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “Se ha sostenido que los instrumentos que con las debidas formalidades son autorizados por oficiales públicos o por quienes sin serlo se hallan legitimados por el derecho vigente para actuar como tales, revisten el carácter de documento público.” (Del voto del Dr. Farah) “El inciso c) del artículo 23 de la ley 23.298, concede a la autoridad partidaria designada por los organismos ejecutivos la función de certificar en forma fehaciente la autenticidad de la firma o huella digital de la persona que pretende afiliarse, quien, por otra parte, debe comprobar su identidad con libreta de enrolamiento, libreta cívica o documento nacional de identidad –art. 23, inc. B–.”(Del voto del Dr. Farah) “Cabe señalar que legislativamente se asigna al delegado certificante idéntica competencia que la de otros funcionarios públicos, tales como el titular del Registro Civil o de las Personas, el juez de paz o incluso, la propia de los escribanos.” (Del voto del Dr. Farah) “En lo que al aspecto subjetivo se refiere, toda vez que los encartados tampoco brindaron explicaciones satisfactorias referentes al modo en que realizaban el control de las firmas de quienes se afiliaban al partido y que no existen circunstancias que logren desvirtuar las constancias que conforman el cuadro probatorio reunido, en principio, se descarta la posibilidad de que pueda llegar a aventurarse un actuar negligente de su parte y por ende, innegablemente, fuera de las previsiones del artículo 293 del Código Penal.” (Del voto del Dr. Farah) “Por ello, el caso que se somete a control jurisdiccional de esta alzada queda abarcado por la doctrina de los precedentes “Alonso, Mónica s/ procesamiento”, reg. 29.338; “Quinteros, María Cristina s/ procesamiento”, reg. 29.339, ambas del 16/12/08 y “Maresca, Bernardo Raúl s/ procesamiento”, reg. 29.441 del 05/02/09, en los que 47 como vocal de la Sala II del Tribunal sostuve que “...incurren en el delito de falsedad ideológica de instrumento público los delegados o autoridades certificantes de un partido político que verifican falsamente en las fichas partidarias que los ciudadanos han suscripto ante ellos el instrumento, en tanto son responsables de la inserción de datos falsos que el documento debe probar de modo que no se cause perjuicio”.” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 5.5.2011 “Lo Guzzo” Causa 45.062 Reg. 433 J. 5 - S. 10 ELEVACIÓN A JUICIO. REQUISITOS DEL REQUERIMIENTO DE ELEVACIÓN A JUCIO. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “… el requerimiento de elevación a juicio, que expresa la base fáctica sobre la cual tendrá lugar el debate, se encuentra íntimamente ligado al ejercicio del derecho de defensa, pues permite conocer la imputación que eventualmente será contradicha en aquella instancia. Se indicó que allí radica la necesidad de que la acusación incluya una relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos y una exposición sucinta de los motivos en que se funda, siempre en relación con un sujeto previamente identificado (cfr. art. 347 in fine C.P.P.N., c/n° 40.261, “Saá, Teófilo s/nulidad de requerimiento”, reg. 664, rta. 28/06/07, con cita del expte. n° 37.717, “Cavallo, Domingo”, reg. 899, rta. 26/08/2005; y CNCP, Sala IV, “Rodríguez Mc Cormack, Marta s/ recurso de casación”, rta. 29/3/96)”. “En este sentido, la disposición del art. 347 del CPPN ofrece pautas claras. En primer lugar, exige un detalle de las condiciones personales del sujeto a quien se atribuye la conducta disvaliosa, para evitar cualquier tipo de confusión (ha de ser la misma persona que se indagó y luego procesó). En segundo término, deberá identificarse qué se atribuye, mediante la descripción del sustrato fáctico que hallará encuadre en la calificación jurídica. Por último, la atribución habrá de reposar en un por qué, traducido en las razones que a esa altura justifican el reproche y el mérito para inaugurar la siguiente etapa (ver precedentes citados (c/n° 40.042, “Teller”, reg. 745, rta. 11/07/07; con cita de c/n°37.717, “Cavallo”, del 26/08/05, reg. 899)”. “Por otra parte, en el fallo “Constantino” (causa n° 36.252, reg. 1307, rta. 9/12/04) se analizó el modo en que debía ser descripto el hecho materia de imputación en este tipo especial de sucesos, para garantizar una adecuada defensa. Y si bien aquellas precisiones habían sido vertidas en relación con el acto de la indagatoria, resultan trasladables al requerimiento de elevación a juicio”. “Se dijo en la oportunidad señalada que, luego de efectuarse una síntesis de cómo había operado el sistema de represión ilegal, “(...) una adecuada descripción de las circunstancias relativas al autor de los hechos imputados (…) no sólo requiere la fehaciente identificación de la persona en cuestión, sino que deviene inexorable la mención del cargo y función que habría detentado durante la ejecución de los hechos. Con respecto a esto último, deberá hacerse saber la actuación formal y ‘de hecho’ que le habría correspondido al imputado en el aparato que usurpó el poder en el año 1976 (…)”. C.C.C. Fed. Sala I Farah - Ballestero 10.5.2011 “Lanas” Causa 45.371 Reg. 441 J. 3 - S. 6 ENCUBRIMIENTO. ART. 277 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “El actual artículo 277, inciso 1º c (que mantiene la redacción dada por la ley 25.246) prohíbe la conducta del que: “adquiriere, recibiere u ocultare dinero, cosas o efectos provenientes de un delito.” Por otra parte, el fin de lucro, que en el texto anterior constituía un requisito subjetivo de la receptación, quedó comprendido en la agravante genérica del artículo 277, inciso 3 b.” “En cuanto a las generalidades del tipo de encubrimiento, Donna lo considera “un delito independiente, pero que requiere como presupuesto una acción delictiva previa, en la cual el autor no haya participado de ninguna manera, o como ha dicho González Roura, es una ayuda a los delincuentes por actos posteriores a su delito, sin 48 Poder Judicial de la Nación previo acuerdo con ellos y con intención de sustraerlos a la administración de justicia” (Edgardo Alberto Donna, “Derecho Penal Parte Especial”, Tomo III, pag. 463).” “En cuanto al delito antecedente, Soler enseña que resulta indiferente para la configuración del tipo de encubrimiento la absolución o condena del sospechoso; su autor aún podría ser castigado -incluso existiendo causas de justificación o inculpabilidad- atendiendo a que la exigencia legal se circunscribe a la tipicidad del hecho previo (Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tea, 1988, Tomo V, pag. 328). Nuñez, por su parte, indica que sólo es preciso que al momento de la acción constitutiva del delito de encubrimiento esté expedita la acción penal respecto del hecho antinormativo precedente (Nuñez, Manual Derecho Penal Parte Especial, Tomo VII, pág. 175 y 176).” “Por otra parte, todas las figuras de encubrimiento requieren la ausencia de participación en el delito previo como presupuesto negativo. Ello se debe a que, de no ser así, la cuestión debería resolverse en virtud de los artículos 45 y 46 del Código Penal, ya que nuestra legislación no admite el “autoencubrimiento”.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 17.5.2011 “Arenas” Causa 45.072 Reg. 486 J. 1 - S. 2 USO OFICIAL EXTRADICIÓN. FINES DEL PROCESO DE EXTRADICIÓN. ALCANCES. DERECHO APLICABLE. “Inicialmente, ha de señalarse que la razón de ser del proceso de extradición radica en la entrega que efectúa un Estado de un individuo que se halla en su territorio, a otro Estado que lo reclama a fin de someterlo a juicio o para que cumpla o termine de cumplir la penalidad que ya le ha sido impuesta. Inversamente, la negativa del Estado requerido de hacer entrega de ese individuo, podría generar la obligación de someterlo a la jurisdicción del Estado nacional -léase, de sujetarlo a un proceso penal-, mas en modo alguno implica la obligación para la Justicia Nacional de perseguirlo por una determinada figura legal.” “En esta dirección, cobra vigencia, el adagio latino da mihi facta, dabo tibi ius (dame los hechos, yo te doy el derecho), que alerta a las partes del proceso de imputar meras calificaciones legales escogidas de un repertorio sustantivo existente. Es que, el ejercicio de la persecución penal encuentra anclaje en una imputación de orden fáctica y no jurídica.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero 24.5.2011 “Kristiaan” Causa 44.494 Reg. 528 J. 3 - S. 6 JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN. “…el curso de acción escogido por el director del proceso puede enmarcarse en las facultades discrecionales que le otorga el artículo 199 del Código Procesal Penal de la Nación para asuntos de esta naturaleza. Por regla, tales cuestiones no son susceptibles de generar un gravamen irreparable que habilite la revisión de la Alzada, salvo supuestos de arbitrariedad manifiesta que aquí no se observan, máxime cuando la defensa cuenta con atribuciones suficientes para confrontar y eventualmente intentar rebatir las conclusiones a que arriben los funcionarios actuantes (ver de esta Sala causa n° 14.472 “Seligman”, reg. n° 15.615 del 14/7/98; causa n° 15.572 “Dappaen”, reg. n° 16.495 del 3/6/99; causa n° 17.551 “Alsogaray”, reg. n° 18.524 del 29/3/01; causa n° 28.206 “Alsogaray”, reg. n° 19.286 del 4/12/01, causa n° 27.184 “Delogu”, reg. n° 29.233 del 27/11/08 y sus citas, entre otras; de la Sala I de esta Cámara, causa n° 27.550 “Finazzi”, reg. n° 327 del 25/4/96; de la Sala I de la CNCC, causa n° 8406 “Yacobucci”, rta. el 6/2/98 y causa n° 7401 “Martín”, rta. el 27/8/97).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 16.5.2011 “Lorenzo” Causa 30.343 Reg. 32.888 J. 5 - S. 9 49 JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN. DEBIDO PROCESO. ALCANCES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “En tal sentido, se ha señalado que “la actividad del juez es técnicamente discrecional, queriéndose significar con ello que, a diferencia de lo que ocurre durante el plenario –el juicio oral-, está concentrada sólo en las disposiciones del instructor” (ODERIGO, Mario, Derecho procesal penal, p. 430, citado por D’ALBORA, Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1999, p. 357). Un criterio que la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido al afirmar que “la pertinencia de la prueba, calificándola como necesaria a los fines de la investigación, incumbe sólo al juez” (CSJN, Fallos 247:214) (conf. esta Sala I, C.N° 42.507 “De la Cruz”, reg. n° 1369, rta. el 13/11/08).” “De esta manera, la decisión acerca de la procedencia de una prueba durante los albores del proceso resulta consagrada bajo exclusivo resorte del juez, en tanto sobre su magistratura reposa la misión de trazar la adecuada senda de una investigación. Y ello por cuanto es en él sobre quien ha de recaer, en última instancia, la responsabilidad derivada de una deficiente labor en el ejercicio de sus funciones, tal como ha señalado el Máximo Tribunal al destacar que “…son los órganos estatales quienes tienen a su cargo el deber de asegurar que el proceso se desarrolle normalmente, y sin dilaciones indebidas” (Fallos 327:5668).” “No obstante lo expuesto, y hecha la salvedad, atendiendo a que se han invocado vicios procesales y afectación de garantías constitucionales, corresponde que este Tribunal analice si dicha potestad fue ejercida dentro del marco de la normativa legal vigente, puesto que no cabe ninguna duda de que, la participación del imputado en el proceso siempre está salvaguardada por las previsiones procesales que garantizan la defensa en juicio ante el progreso de la investigación.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 5.5.2011 “Jaime” Causa 45.347 Reg. 427 J. 11 - S. 21 MEDIDAS CAUTELARES. INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES. HONORARIOS. COSTAS. “La Sala ha dicho que la ley procesal penal prevé, como regla, la cautela real a modo de acompañamiento del auto de procesamiento para asegurar la responsabilidad pecuniaria ante la eventualidad de una condena, lo cual supone la necesaria sospecha de participación en un hecho delictivo y, en consecuencia, la verosimilitud del derecho (art. 518 C.P.P.N.; cfr. c/n° 41.152, “Gueler, Rubén s/ apela embargo preventivo, rta. el 17/9/08, reg. N° 1050, entre muchas otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Tal responsabilidad implica la derivada de la eventual condenación en costas, las cuales incluyen los honorarios de los abogados. Dicho de otro modo, la afirmación provisional de la responsabilidad del justiciable en el hecho investigado apareja la referida a que deberá hacerse cargo de los gastos del proceso por resultar, eventualmente, la parte perdidosa.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Sin embargo y en función de lo estipulado por el art. 518 in fine, este Tribunal ha sostenido que excepcionalmente es posible adelantar esa medida cuando hubiere peligro en la demora y elementos de convicción suficientes que la justifiquen y ha interpretado, en esa dirección, que es admisible el resguardo anticipado cuando existe llamado a prestar declaración indagatoria aun cuando la situación procesal no se halle definida (Causa N° 43.214 “Vago, Gustavo -Skanska S.A.- s/embargo preventivo”, del 31/8/10, reg. N° 819, con cita de c. 39.339, “Telleldín, Carlos A. y otro s/ apela embargo preventivo” –Carlos A. González, Jorge L. Rimondi y Gustavo A. Bruzzone- rta. 20/7/06, reg. 736, entre otros).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Sin perjuicio de la discusión acerca de si en los casos de ejecución de convenios de honorarios o de honorarios provisionales –es decir, los que no han sido regulados en concepto de costas- corresponde llevar a cabo un procedimiento de ejecución de sentencia o un juicio ejecutivo (cfr. Kielmanovich, Jorge L., “Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, Comentado y anotado”, LexisNexis-Abeledo Perrot, 1° edición, Buenos Aires, 2003, Tomo II, p. 800) –discusión que adquiere relevancia práctica a los efectos de establecer si es preciso llevar a cabo la intimación al pago-, lo cierto es que la traba de una medida cautelar para asegurar el pago de los 50 Poder Judicial de la Nación honorarios provisionales regulados, fuera de las cautelas a las que se refiere el art. 518 del C.P.P.N., debe ser incoada en el marco de un procedimiento de esa especie, bajo sus propias reglas y, en su caso, ante el juez competente (cfr. art. 516 C.P.P.N.; vid., en esta dirección, la interpretación de la CSJN, in re: “Poblete, Jorge c. Estado Nacional, rta. el 28/10/08).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “En suma, toda vez que la medida cautelar para asegurar la regulación provisoria de honorarios ha sido trabada por fuera de los supuestos previstos por el art. 518 del C.P.P.N.; que sin perjuicio de lo establecido por el art. 520 del C.P.P.N., no se ha observado el procedimiento específico para el cobro de honorarios de un cliente no condenado en costas previsto por la ley 21.839 y por las previsiones específicas para estos casos del C.P.C.C.N.; que la inhibición general de bienes no ha observado tampoco la prelación de las medidas cautelares establecida por el C.P.C.C.N., consideramos que la diligencia precautoria cuestionada carece de sustento legal.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 30.5.2011 “Moviglia” Causa 45.224 Reg. 553 J. 5 - S. 10 MEDIDAS CAUTELARES. PROHIBICIÓN DE INNOVAR. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. USO OFICIAL “…este Tribunal ha tenido ocasión de señalar, de conformidad con el criterio sustentado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación que “Una medida de no innovar no pude ser utilizada para incumplir una orden de otro juez, al respecto, resulta aplicable el criterio según el cual una cautelar de tales características, no puede, como regla, interferir en el cumplimiento de pronunciamientos judiciales, ni ser empleada para impedir u obstaculizar el derecho de índole constitucional de ocurrir a la justicia para hacer valer los derechos que las partes interesadas consideran tener. ” (Conf. CSJN Fallos 319:1325 y 326:3358 entre otros; ver de esta Sala Causa n° 22.088 “ONABE s/ medida de ni innovar”, Reg. 23.473, rta 10/03/05).” “Se agregó además que “doctrina y jurisprudencia mayoritaria consideran imposible paralizar actuaciones de otro juicio mediante la prohibición de innovar” (ver de esta Sala Causa n° 22.088 “ONABE s/ medida de ni innovar”, Reg. 23.473, rta 10/03/05 y sus citas).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani - Farah 23.5.2011 “Pierrestegui” Causa 30.311 Reg. 32.921 J. 1 - S. 2 NULIDAD. ART. 123 CPPN. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “Observado el tenor de los planteos originarios, el confronte con las constancias actuariales nos permite advertir una seria falencia en el decisorio del juez de grado a la hora de responderlos. Básicamente, bajo pretexto de un relevamiento superficial de los cuestionamientos, como si fueran meros quebrantamientos formales, el magistrado ha esquivado la dimensión sustancial del sistema de garantías que es el verdadero eje de la crítica (Binder, Alberto “El incumplimiento de las formas procesales. Elementos para una crítica a la teoría unitaria de las nulidades en el proceso penal”. Ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 2000, pág. 84).” “Nuestro código de procedimientos, en tanto derecho constitucional reglamentado, exige que las sentencias y autos sean motivados, bajo pena de nulidad (cfr. art. 123 CPP). “La motivación ‘constituye el signo más importante y típico de la racionalización de la función jurisdiccional, se establece como uno de los requisitos esenciales de la sentencia… es la enunciación de las premisas del silogismo que concluye en los puntos resolutivos… una comprobación lógica para controlar a la luz de la razón, la bondad de una decisión surgida del sentimiento; es la racionalización del sentido de justicia…’ (Calamandrei, Proceso y Democracia, p. 115 y ss)” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo I, pág. 361).” “El máximo Tribunal ha establecido en reiteradas ocasiones la exigencia de que “las sentencias sean fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación de las circunstancias comprobadas de 51 la causa” (Fallos 331:1090, entre muchos otros). De ellas se espera que den respuesta, de un modo serio y completo, a los planteos articulados que sean conducentes para la solución de la causa, pues no es admisible que esten motivadas de manera aparente, o se sustenten en pautas de excesiva latitud, o que no se centren en el verdadero objeto del litigio (Morello, Augusto “El recurso extraordinario”, Abeledo Perrot, 1999, Buenos Aires, pág. 500).” “Si bien incumbe a los jueces determinar cuáles son los extremos comprendidos en el litigio, sin que estén obligados a seguir a las partes en todas sus alegaciones, sí deben dar tratamiento a los puntos propuestos que sean conducentes para la solución del juicio (Fallos 233:147). Según se advierte, este tratamiento no ha sido el debido en este caso pues se ha abusado de afirmaciones dogmáticas, rituales, sacrificando “la justicia sustancial a formas vacías” (Carrió, Genaro y Alejandro, “El recurso extraordinario por sentencia arbitraria”, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1987, pág. 194). Al mismo tiempo, más allá de la discrecionalidad del juez como director de la encuesta, ha prescindido de realizar prueba decisiva, conforme más adelante se verá.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 5.5.2011 “Vázquez” Causa 45.289 Reg. 428 J. 7 - S. 14 NULIDAD. ART. 123 CPPN. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “En consecuencia, surge la necesidad de declarar aun de oficio la nulidad de dicha decisión por haber incurrido en la inobservancia de disposiciones de orden general concernientes a la intervención del órgano jurisdiccional con compromiso de la garantía constitucional de la defensa en juicio (art. 168, segundo párrafo, en función del art. 167, 3° inciso del C.P.P.N.), criterio, por lo demás, sostenido por esta Sala en reiteradas oportunidades (conf. causa nro. 37.495 “Albani, Fernando Daniel s/nulidad, rta. el 17 de marzo de 2005, reg. nro. 180, entre muchas otras).” “Es que la obligación de motivar las decisiones judiciales que emana de la Carta Magna como garantía constitucional de la defensa en juicio “...está en la base misma de nuestro sistema republicano y representativo, en el cual se afirma el concepto de la responsabilidad de incumbe a todos los funcionarios públicos, incluso, desde luego, los jueces@ (Fallos 240:160).” “Adoptar un temperamento diferente “...(s)ería consagrar la existencia de una parte del aparato estatal facultado a moverse en un ámbito de arbitrariedad, al margen de las normas y la razonabilidad que debe imperar en los actos del poder público en un sistema republicano (conf. art. 1° de la Constitución Nacional)...” (conf. esta Sala, causa n° 25.030, “Hurtado Arce Bismark s/nulidad”, resuelta el 23 de diciembre de 1993, Reg. 917.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 17.5.2011 “Lee” Causa 45.045 Reg. 498 J. 11 - S. 21 NULIDAD. CRITERIO DE APLICACIÓN RESTRICTIVA “Según doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en materia de nulidades procesales prima un criterio de interpretación restrictiva, y sólo cabe anular las actuaciones cuando el vicio afecte un derecho o interés legítimo y cause en perjuicio irreparable, sin admitirlas cuando no exista una finalidad práctica, que es razón ineludible de su procedencia (Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413, 311: 2337 y 323:929, entre otros).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 31.5.2011 “Rey” Causa 30.409 Reg. 32.943 J. 5 - S. 9 NULIDAD. PROCEDIMIENTO POLICIAL. RECHAZO DE LA NULIDAD. PRUEBA. VALOR PROBATORIO DE LOS ELEMENTOS SECUESTRADOS. ENCUBRIMIENTO. REQUISITOS TÍPICOS. 52 Poder Judicial de la Nación ARMAS. PORTACIÓN DE ARMAS DE FUEGO DE USO CIVIL. REQUISITOS TÍPICOS. “Respecto del planteo tendiente a desvirtuar la prueba de cargo recolectada, en razón de las actuaciones labradas en sede policial, debe tenerse en cuenta que no puede ignorarse la legitimidad de lo actuado en prevención del delito, en circunstancias de urgencia y dentro del marco de una acción prudente y razonable del personal policial en el ejercicio de sus funciones específicas (Fallos: 326:41; 325:3322; entre otros). Por ello es que, en el presente caso, la forma en que el agente policial se desempeñó al tomar contacto con el rodado -que reconoció por haber intervenido previamente en investigaciones por distintos hechos delictivos-, no puede tacharse de arbitraria o carente de motivación”. “A su vez, la mera circunstancia de que el imputado desconozca los dichos de aquél (ver fs. 100, 107 y 115) no resulta suficiente, al menos en la etapa procesal en la que nos encontramos, para invalidar la actuación policial y desvirtuar las constancias incorporadas a lo largo del sumario, siempre que hayan sido recolectadas de acuerdo a las formas establecidas por nuestra Constitución Nacional y las normas que las reglamentan (ver de este Tribunal: causa n° 27.002 “Heigan”, reg. n° 28.819, rta. el 19/8/08; causa n° 24.321 “Donaire Aranda”, reg. n° 26.807, rta. el 15/5/07; y causa n° 27.047 “Ceballos y otros”, reg. n° 28.983, rta. el 17/09/08)”. “Con respecto a la calificación del hecho a la luz del tipo penal de portación de arma de fuego de uso civil, sin la USO OFICIAL debida autorización (art. 189 bis, apartado 2°, párrafo 3°), debemos considerar que, en virtud de la forma en que fueron secuestrados los elementos mencionados (ver fs. 1/2 del expte. principal), el arma de fuego se encontraba en condiciones de uso inmediato. Ello, debido a que tanto los cartuchos como el revólver -apto para el disparo- se encontraban en su poder, y en condiciones que posibilitarían que el arma fuera cargada y accionada rápidamente. Al respecto la C.S.J.N. ha dicho que: “…Atento que por hallarse el arma y sus municiones en lugar próximo y de fácil acceso para ser cargada, y en circunstancias en que era transportada en un automóvil, puede afirmarse que ésta se encontraba en condiciones de uso inmediato…” (del dictamen del Procurador Fiscal al que se remitió la Corte en la competencia n° 152. XXXVIII, “Selestino, Luis G. y otro s/ inf. art. 42 bis ley 20.429”, rta. el 12/09/02)”. “Por otra parte, de los informes de fs. 90 y 105 se advierte que el arma en cuestión no se encuentra registrada ni posee pedido de secuestro, por lo que no se ha podido determinar aún la procedencia ilícita del revólver, y la sola circunstancia de que tenga suprimido el número de serie, no es suficiente para imputar el delito de encubrimiento. Por ello es que este Tribunal entiende que, de acuerdo a las constancias agregadas al expediente, el hecho únicamente puede ser calificado a la luz del tipo de portación de arma de fuego de uso civil, sin la debida autorización, y debe descartarse la segunda figura imputada (en este sentido ver de la Sala III de la C.N.C.P. “Pacheco”, causa n° 3.899, reg. n° 469/02, rta. el 03/09/02; y de este Tribunal: causa n° 27.047 “Ceballos y otros” ya citada; y causa n° 27.035 “Nakis y otros”, reg. n° 29.016, rta. el 27/10/08, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 12.5.2011 “Rao Balmeceda” Causa 30.039 Reg. 32.870 J. 5 - S. 10 NULIDAD. SECUESTRO DE ELEMENTOS VINCULADOS AL DELITO INVESTIGADO. PRESENCIA DE TESTIGOS. RECHAZO DE LA NULIDAD. “En cuanto al planteo de nulidad que ha efectuado el recurrente, relativo a la validez del secuestro del material estupefaciente, alegando los testigos del procedimiento no estuvieron presentes en el verdadero instante en que se detectó en poder de la imputada la sustancia incautada, ya se ha señalado que ello no es, en principio, un motivo que invalide el acta sino en todo caso una circunstancia atinente a la entidad probatoria que se le reconozca (ver de esta Sala, causa nº 22.314 “Donaire Aranda”, reg. nº 23.560 del 12/4/05 y sus citas, cnº 28.076 “Chambi”, reg. nº 30.350 del 11/09/2009, entre otras)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 53 10.5.2011 “Jiménez” Causa 30.272 Reg. 32.856 J. 11 - S. 21 PROCESO PENAL. DELEGACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN A MANOS DEL FISCAL. ART. 196 CPPN. OPORTUNIDAD PROCESAL EN QUE PROCEDE LA DELEGACIÓN. FACULTAD DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FUNCIONES. “Sobre este particular es dable recordar que este Tribunal ha indicado “…que el ejercicio de la facultad a la que alude el artículo 196 del C.P.P., confiriendo la dirección al fiscal, …no hace más que asignarle uno de los cometidos esenciales inherentes a su razón de ser, ajustando su rol a la potestad que ejercita…la innovación introducida por el art. 196, que aunque tímida y mediatamente, permite al Ministerio Público protagonizar la investigación preliminar desdoblando las funciones de requerir y decidir, a la luz de las legislaciones más modernas y de los principios republicanos, y en vistas de una mayor agilidad y eficacia en la persecución…” (confr. causa N° 13.749, “Inc. de nulidad del M. P. Fiscal -deleg. Instrucc-“, del 1/12/97, Reg. N° 14.948 y causa N° 29.072, “Instituto Nacional de Tecnología Industrial s/delegación fiscal”, del 30/6/10, Reg. N° 31.587 y sus citas).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 5.5.2011 “Sport Club” Causa 30.379 Reg. 32.842 J. 5 - S. 10 QUERELLA. FACULTADES. POSIBILIDAD DE IMPULSO AUTÓNOMO DE LA ACCIÓN PENAL “En precedentes anteriores este Tribunal ha sostenido que “…la intervención en la causa del querellante particular descarta que el juez esté actuando de oficio si el Ministerio Público Fiscal no ha impulsado la acción, exigiendo que en ese supuesto el juez se expida sobre la relevancia penal de los hechos denunciados…” (ver de esta Sala Causa n° 30.100 “Cablevisión S.A. s/ archivo”, Reg. n° 32.600 del 01/03/2011 y sus citas.)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 10.5.2011 “N.N.” Causa 30.329 Reg. 32.859 J. 1 - S. 1 QUERELLA. PRESENTACIÓN DE UNA QUERELLA. ACCIÓN PENAL. DELITO DE ACCIÓN PRIVADA. CONTROL DE ADMISIBILIDAD POR PARTE DEL JUEZ. “…conforme lo sostiene la doctrina “...La querella del particular inicia directamente la persecución en sede jurisdiccional y contiene la acusación formulada contra el perseguido (querellado). Ab initio se tiene ya la base del juicio, por lo cual, una vez admitida y no mediando impedimento legal, se abre el trámite de éste. De aquí a este procedimiento especial se lo denomine concretamente “juicio”...” (Clariá Olmedo, Jorge, Derecho Procesal Penal, Tomo III, Editorial Rubinzal-Culzoni Editores, Edición 2001, página 352)”. “Lo citado anteriormente deja en claro que una vez presentada la querella se debe efectuar un control de admisibilidad a fin de verificar si se considera válida la acusación y si el juez así lo estima le dé apertura al procedimiento previsto para los juicios de delito por acción privada”. “En esa misma línea, la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal dejó sentada su doctrina en la causa “Silleta, Alfredo s/ recurso de queja” (del 8/09/1993, Reg Nº 23), en cuanto a la aplicación del artículo 180 del CPPN para los supuestos con características similares al de este caso, en los cuales se presentan querellas promovidas por delitos de acción privada “...el nuevo Código Procesal no prevé expresamente en el capítulo III, Sección II, la posibilidad para el juez de examinar los términos de la querella presentada en orden a los delitos de acción privada. Sin embargo, una interpretación sistemática del ordenamiento procesal autoriza a concluir, que sería contrario a sus fines, admitir que pueda desarrollarse un proceso en el que la cuestión debatida se presente ab initio para el juez como una situación no abarcada por las de fondo. Precisamente, se impone en estos casos, la necesidad de evitar el desgaste jurisdiccional que acarrearía la tramitación de un juicio, cuya sentencia declarara 54 Poder Judicial de la Nación en definitiva, la atipicidad de la conducta atribuida al querellado...”. “En ese sentido, también se ha dicho que “...Ejercida la acción por el acusador privado cabe reconocer al juez, por aplicación del artículo 180, último párrafo del Código Procesal Penal de la Nación, la facultad de examinar el mérito de dicha presentación y, en su caso desestimarla...” (CNCP, Sala I, “Darritchon, Luis P s/ recurso de casación”, del 20/12/1995)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah - Ballestero 10.5.2011 “Siri Canteli” Causa 45.337 Reg. 452 J. 8 - S. 16 RECURSO DE APELACIÓN. JUICIO DE ADMISIBILIDAD DEL RECURSO. INSTANCIA EN QUE PUEDE REALIZARSE. “…el alcance del juicio de admisibilidad que prevé el artículo 444 del Código Procesal Penal de la Nación lejos está de ser definitivo. Si se considera que el recurso es formalmente improcedente y ha sido mal concedido podrá desecharse sin que medie pronunciamiento sobre el fondo en cualquier momento, ya sea antes o después de la audiencia para informar o al tiempo de dictar sentencia (conf. doctrina de la C.N.C.P., de sus Sala II c. n° 774 “Lupadit Lardizabal”, rta. el 14/10/96, reg. n° 1103 y c. n° 3940 “Rojas Condorí”, rta. el 28/11/02, reg. n° 5339; USO OFICIAL de su Sala III c. n° 3997 “Fontanés”, rta. el 11/02/03 y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah - Ballestero 10.5.2011 “NN” Causa 45.303 Reg. 444 J. 12 - S. 23 RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. CAUSALES. “Cabe destacar que no puede considerarse prejuzgamiento la valoración efectuada por dicho Magistrado en el auto mediante el cual amplió los procesamientos de los nombrados al inicio. En este caso resultan aplicables los razonamientos vertidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que afirmara que Ano constituye prejuzgamiento que autorice la recusación de magistrados la opinión expresada por ellos en sus sentencias sobre los puntos cuya dilucidación requirieron los juicios en que fueron dictadas@ (conf. Fallos 240:123, 199:184, entre muchos).” “Al respecto, este Tribunal se ha pronunciado afirmando que Asi no fuera tal el principio, el funcionamiento estable del Poder Judicial se encontraría amenazado con cada interlocutorio trascendente@ (conf. esta Sala I, causa 26.658 AGuzmán, Carlos s/recusación@, resuelta el 6 de julio de 1995, registro nro. 541 y causa 45.429 “Argibay Molina , Pablo Roberto y otro s/ recusación”, resuelta el 26 de abril de 2011, registro nro. 396 y Sala II, causa 27.038 ABaldo, Jorge M. y otro s/recusación”, resuelta el 2 septiembre de 2008, registro nro. 28870 y sus citas).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero -Farah 3.5.2011 “Montiel” Causa 45.148 Reg. 416 J. 8 - S. 15 RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. REQUISITOS TÍPICOS. “Frente a este panorama y más allá de la decisión de política criminal del legislador de aprehender ciertos aspectos del conflicto con el ordenamiento penal -de última ratio-, lo cierto es que la ley de residuos peligrosos y la de residuos industriales vienen a prohibir la realización de conductas exteriores y lesivas –cuanto menos, en términos de peligro- para el medio ambiente y, en consecuencia, para la salud humana. En esta dirección se ha sostenido que: “…el alcance dado al bien jurídico al tratar el concepto de salud pública debe ampliarse hasta llegar a proteger al ambiente en un sentido total, ya que de vulnerarse éste se afecta…la salud pública y la vida, tanto humana como en sus demás manifestaciones…En esa inteligencia, afirmamos que la norma viene a proteger el bien jurídico –medio ambiente- contra cualquier tipo de lesión o acción de peligro para el ambiente, pues no 55 puede admitirse subalternizar la calidad de vida de grupos humanos cuyos derechos se encuentran constitucionalizados (art. 41, Const. Nacional), universalmente reconocidos, en aras del éxito de una determinada actividad económica o industrial…” (cfr. Navarro, Guillermo Rafael, Asturias, Miguel Angel y Leo, Roberto, Delitos contra la salud y el medio ambiente. Hammurabi: 1° edición, Buenos Aires, 2009. P. 262).” “Por ello, y sin perjuicio de la necesidad de compatibilizar la represión de aspectos de este conflicto con el principio de acto, también es preciso no perder de vista que, de acuerdo con nuestra ley, los daños o peligros ambientales (y el consecuente compromiso de la salud) generados a través del arrojo de residuos peligrosos que envenenan, adulteran o contaminan el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general, resultan materia del ordenamiento represivo, sin perjuicio de las medidas que quepa realizar a los efectos de reparar los daños causados y de prevenir la concreción de los futuros por los efectos acumulativos de la contaminación.” “En este sentido, se ha expuesto que si bien la interpretación contextual de los tipos penales que regulan las protección de la salud pública y el ambiente por medio de la ley 24.051, indica que ella se ha estructurado en función de los residuos peligrosos producidos por la actividad industrial que alcanza a los eslabones concernientes al manipuleo, transporte, tratamiento y disposición final de éstos, no corresponde excluir, conforme lo normado en el art. 2 de la ley, a otro tipo de residuos, siempre que puedan causar daño directa o indirectamente a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general. En la misma dirección, se ha sostenido que si bien quedan excluidos del alcance de la norma sólo los residuos que se rijan por leyes especiales y convenios internacionales vigentes en la materia, tales como los residuos domiciliarios, los radiactivos y los derivados de las operaciones normales de los buques, “…la ley no puede racionalmente extender la cláusula de exclusión a la actividad empresarial de personas físicas destinada a la colecta y descarga de basura domiciliaria, a riesgo de ingresar en un contrasentido con la finalidad protectora que se tuvo en miras, porque se provocaría un trato desigual con el resto de los sujetos de derecho obligados al cumplimiento de sus mandatos. Asimismo, el volumen que representa la recolección diaria de basura debe merecer un tratamiento diferenciado y el peligro que su acumulación indiscriminada podría representar obliga a imponerle el tratamiento de reciclado o destrucción que resulte más adecuado, o en su defecto, su derivación a un lugar específico de descarga que no afecte la salud de la comunidad. Es decir, el mero descarte del material sin pautas de profilaxis de la actividad lleva inexorablemente a la creación potencial de fuentes generadoras de contaminación ambiental…” (cfr. op. cit., ps. 265 y 275).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler –Farah 5.5.2011 “Asociación de Vecinos de la Boca” Causa 44.183 Reg. 432 J. 7 - S. 14 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. CRITERIOS PARA APLICAR EL INSTITUTO. FUNCIONARIO PÚBLICO. VIABILIDAD. “Al respecto debe señalarse en principio que el hecho de que el imputado se desempeñe como agente público no implica por sí solo que se vea excluido de la posibilidad de aplicación a su respecto de la suspensión del juicio penal a prueba.” “En ese sentido, se ha afirmado que “la exclusión de un derecho individual a quien la ley presume inocente, respecto de la imputación de cualquier delito y por el sólo hecho de tratarse de un funcionario público, importaría un trato legal discriminatorio” (Confr. Vitale, Gustavo L. “Suspensión del Proceso Penal a Prueba”, 2da. Edición actualizada, Buenos Aires, Editores del Puerto, año 2004, pág. 175).” “Así, una correcta interpretación del artículo 76 bis del Código Penal, obliga a considerar que la salvedad efectuada en su párrafo séptimo lo es en relación a aquellos casos en los que el delito supuestamente cometido tiene vinculación directa con la actividad que se realiza, esto es, en los que se compruebe la existencia de un ejercicio abusivo de las funciones públicas que le fueron confiadas al agente (ver en similar sentido de la Sala I de esta Cámara, causa nº 42.562 “Del Valle...”, Reg. nº 922 del 3 de septiembre de 2009 y su cita doctrinaria).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 56 Poder Judicial de la Nación 17.5.2011 “Gauto” Causa 30.174 Reg. 32.906 J. 6 - S. 12 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. OPORTUNIDAD PROCESAL EN QUE PUEDE CONCEDERSE. “Si bien este Tribunal ha dicho, a través de innumerables precedentes, que la admisión de la herramienta reclamada por la defensa no se ciñe a un estadio ulterior, sino que es aquí, en este inicial tránsito procesal, donde su apreciación debe encontrar lugar, sí debe antes recorrerse un camino que resulta ineludible (cfr. CNCP, Sala IV, causa nro. 10.765, “Medina, Eduardo Alberto s/ recurso de casación”, reg. Nro. 12.006.4, rta. el 3/7/09. Asimismo ver de esta Sala causa n° 40.662, "Laperrausaz, Saverio s/ no hacer lugar a la suspensión de juicio a prueba", reg. n° 1019, rta. el 5/9/08 y de la Sala II, causa nro. 28.342, "Jaquet Vera, Bernardo s/suspensión de juicio prueba ", rta. el 12/11/09).” (Del voto del Dr. Ballestero) “Podrá habilitarse una polémica acerca del momento procesal exacto para ello, que algunos identifican en el ámbito de discusión que procede al requerimiento de elevación a juicio, mas es necesario que al menos se haya superado ese primer umbral al que se le encomienda la precisa indicación de los hechos que se tienen por acreditados y de la lectura jurídica que a ellos corresponde asignar. Esa básica expectativa a través de la cual comienza a canalizarse el poder coercitivo no es otra que el auto de mérito contemplado por el art. 306 del USO OFICIAL Código Procesal Penal de la Nación. Esa evaluación, en este caso, ni siquiera se ha alcanzado, como bien destaca el recurrente y reconoce el mismo magistrado al resolver.” (Del voto del Dr. Ballestero) “Así, no sólo lejos del supuesto regulado por el Título VII del ordenamiento ritual, sino también de ese inaugural espacio demarcado por aquel primer pronunciamiento judicial, toda controversia como la ahora planteada deviene prematura (cfr. C.N.C.P., Sala IV, causa nro. 10.624, “Valentini, María Isabel y otros”, reg. Nro. 11.832.4, rta. el 27/5/09. Asimismo, ver también de la C.Crim. y Corr., Sala IV, causa nro. 2004/10, “S., J.J. s/ suspensión del juicio a prueba”, rta. el 27/12/10, Sala VI, causa nro. 39.670 “T., F.A. y otras s/ suspensión de juicio a prueba”, rta. el 23/6/10, Sala I, “D., J. C. y otros”, rta. el 23/12/10, y sus citas, entre otras).” (Del voto del Dr. Ballestero) “En la medida en que los episodios investigados no encuentren su preliminar verificación, en que el interés punitivo no se encuentre precisado, en que la responsabilidad del imputado no sea declarada, siempre dentro de los límites propios de esta etapa, no existe la posibilidad de habilitar esa disputa que, en este ámbito, ha enfrentado a los protagonistas de esta causa. No, al menos, si no lo es bajo el riesgo, ya no sólo de cercenar la etapa de debate del juicio, sino de eliminar de manera íntegra todo un proceso concebido como única e inexcusable vía de manifestación legítima del poder penal (art. 18 C.N.). Pues, para el caso de que la acción penal no esté en condiciones de ser continuada, no corresponde aplicar la suspensión del juicio a prueba “…sino cerrar el proceso por el motivo que corresponda (p.ej., sobreseimiento, prescripción, etcétera)” (GARCÍA LOIS, Adrián, La suspensión del juicio a prueba, Ed. Cathedra Jurídica, Buenos Aires, 2009, p. 76).” (Del voto del Dr. Ballestero) “Disentimos con el criterio esgrimido por mi colega preopinante en cuanto a que el dictado del auto de procesamiento del encausado resulta un requisito ineludible para la aplicación de la suspensión del juicio a prueba.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “El artículo 76 bis del Código Penal de la Nación establece, en su primer párrafo, que “(e)l imputado de un delito de acción pública reprimido con pena de reclusión o prisión cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba” (el destacado me pertenece). Igualmente, en los párrafos subsiguientes, al referirse al sujeto respecto de quien podrá disponerse la probation, utiliza idéntica denominación: “imputado”.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Ello nos conduce a determinar, entonces, a partir de qué momento del proceso penal debe considerarse que una persona reviste la calidad de “imputado” y, en consecuencia, goza de los derechos y garantías que el ordenamiento jurídico le reconoce a aquél, entre ellos, el aquí examinado.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Al respecto, Maier enseña que “el concepto depende... de dos notas principales, íntimamente ligadas entre sí: a) la individualización de la persona perseguida; y b) los actos de persecución penal contra ella”. En cuanto a esta 57 última exigencia, agrega que la “imputación que desata la persecución penal, consistente en la afirmación de que alguien puede ser autor de un hecho punible o partícipe en él, si bien puede partir de cualquier persona (testigo, perito, denunciante, querellante, acusador e, inclusive, juez en algunos ordenamientos procesales), es necesario que sea recibida o determinada por un funcionario público competente para la persecución (policía, ministerio público y hasta el juez, según los casos) o para el juzgamiento penales...” (Maier, Julio, “Derecho Procesal Penal”, tomo II. Parte General, Sujetos Procesales, Buenos Aires, 2004, pág. 188).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “En esta Sala hemos reconocido el derecho de extraer copias de las actuaciones y de tener acceso a las mismas, aún antes de ser formalmente intimado, a quien es señalado por el acusador público como autor o partícipe de un delito, al momento de elaborar el requerimiento de instrucción de las actuaciones (en este sentido, ver causa n° 40.638, “Pérez Bianco, Raúl s/ recurso de queja”, rta. 26/6/07, reg. n° 631 y causa n° 42.379, “Salvia, Ernesto s/ denegatoria extracción de fotocopias”, rta. 4/12/08, reg. n° 1479, entre muchas otras). También hemos admitido, en idéntica situación, su derecho de ser desvinculado definitivamente del proceso (causa n° 32.095 “Locles, Roberto Jorge”, rta. 14/9/00, reg. n° 833; causa n° 33.808 “Lingierie, José Luis y otros”, rta. 19/6/02, reg. N° 556; causa n° 36.478 “Mullen, Eamon y otros s/archivo”, rta. 8/6/04, reg. n° 542; causa n° 38.333 “Baille, Cristian s/sobreseimiento”, rta. 18/10/05, reg. n° 1153, y sus citas, causa n° 43.155 “Pereyra, José Antonio s/excepción de falta de acción”, rta. el 25/8/09, reg. n° 889, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Frente al horizonte descripto, sin perjuicio de que podrían presentarse diversos supuestos con límites difusos -el caso de quién fue denunciado, sin haber sido incluido en el requerimiento de instrucción elaborado por el acusador, por ejemplo-, lo cierto es que no puede dudarse que -al menos- una vez que el Juez, en virtud de abrigar “sospecha” suficiente de que una persona hubiera participado de un delito, lo convoca a fin de recibirle declaración indagatoria, dicha calidad debe otorgársele.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Es que la indagatoria, como primer acto de defensa material, constituye la oportunidad en la que se hacen saber al convocado los hechos que se le atribuyen y las pruebas en las que se apoya dicho reproche, con lo que su llamado resultaría un contrasentido sin reconocer la legitimación pasiva consecuente.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Así las cosas y atendiendo a la literalidad de la norma aquí analizada -art. 76 bis del Código de fondo-, no advertimos, entonces, cuál es el motivo por el cual negarle a dicho sujeto la facultad de solicitar, en ese estadio procesal, la suspensión del juicio a prueba, aún renunciando a su derecho de obtener un pronunciamiento de carácter definitivo que lo desvincule del proceso, como ha ocurrido en el caso que nos ocupa.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “La exigencia que nuestro colega preopinante invoca -que se hubiera dictado un auto de procesamiento a su respecto- no se encuentra contenida en el texto legal. De modo que, frente a la ausencia de previsión expresa en esa dirección y de conformidad con el principio pro homine, no resultaría acertada la exégesis de la norma en cuestión in malam partem, es decir, de modo tal que su interpretación se traduzca en una limitación concreta al ejercicio de derechos contemplados en beneficio del imputado.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “En este mismo sentido se manifiesta Gustavo Vitale, al expresar que “la suspensión del juicio a prueba puede ser dispuesta desde el inicio del proceso, es decir, desde el momento en que concluye la declaración indagatoria en instrucción”. Para sustentar su posición, el autor citado hace mención a lo expresado por el Senador Alasino durante el debate parlamentario, en cuanto a que “...el que tiene derecho a solicitar este beneficio es el imputado. Esto, entonces, da un principio o punto de partida acerca de en qué momento alguien puede solicitar acogerse a este beneficio. Imputado es aquel... que está sindicado como autor o partícipe de un delito y al cual se le ha tomado indagatoria...” (“Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, Hammurabi, Buenos Aires, 2007, tomo 2B, pág. 469 y ss.).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Igualmente, Miguel Ángel Almeyra sostiene que “la suspensión del procedimiento a prueba puede pedirse en cualquier momento del proceso a partir de haberse formalizado la imputación en el acto de la indagatoria...” (Código Procesal Penal de la Nación, La Ley, Buenos Aires, tomo II, página 489 y ss.).” (Del voto de los Dres. 58 Poder Judicial de la Nación Freiler y Farah) “Dicho criterio ha sido receptado, además, por la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional (ver causa n° 33.850, “Barrera, Maximiliano Ezequiel s/ homicidio culposo”, rta. el 19/3/08; y voto del Dr. Rodolfo Pocielo Argerich en causas n° 37.560, “M., R.”, rta. 13/11/09 y n° 38.013, “C., H.”, rta. 18/12/09, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero -Farah 17.5.2011 “Esquivel” Causa 45.218 Reg. 492 J. 10 - S. 19 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. TRÁMITE. REQUISITOS PARA SU VALIDEZ. NULIDAD. PROCEDENCIA. “…si bien no está bajo discusión que el órgano jurisdiccional tiene a su cargo el control de razonabilidad de los extremos acordados por las partes, la ocasión propicia para analizar adecuadamente y zanjar este tipo de cuestiones es la ya mencionada audiencia del artículo 293 del ordenamiento de rito (ver de esta Sala, causa n° 17.761 “Gallardo”, reg. n° 18.729 del 12/06/01 y causa n° 28.956 “Marinaro”, reg. n° 31.425 del 17/05/10)”. “El artículo 76 ter del Código Penal establece que “el tiempo de suspensión del juicio será fijado por el Tribunal USO OFICIAL entre uno y tres años, según la gravedad del delito”. En el sub examine se advierte que el juez instructor omitió exponer los motivos por los cuales –según la disposición- no consideró suficiente el plazo acordado por el encartado y el fiscal, lo cual resulta necesario si se tiene en consideración que la reglas de conducta que en ese término deberá cumplir son verdaderas restricciones a la libertad del imputado (v. D´Alessio, Andrés José, Código Penal de la Nación comentado y anotado, La Ley, 2° ed., 2009, pág. 1117)”. “Consecuentemente, el resolutorio recurrido habrá de ser nulificado, encomendando al juez a quo que proceda conforme lo establecido en la citada norma del código de forma (ver causa n° 30.104 “Mamani Morante, Gaby Nabor y otros s/suspensión del proceso a prueba”, reg. n° 32.720 del 31/03/11)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun - Farah 10.5.2011 “Ponce” Causa 30.325 Reg. 32.857 J. 11 - S. 21 ALLANAMIENTO. ALLANAMIENTO LLEVADO A CABO EN HORAS INHÁBILES. HABILITACIÓN EXPRESA DEL JUEZ. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “En cuanto a la pretensión de la parte de que el allanamiento fue cumplido en horas inhábiles, lo cierto es que de la lectura del sumario surge claramente que el a quo dispuso que los registros debían ser cumplidos con habilitación de día y hora inhábiles en caso de resultar necesario (cfr. 143 del principal). En consecuencia, el acto cuestionado cumple con las formalidades exigidas por la normativa procesal vigente, debiéndose poner de resalto que se encuentran satisfechos los requisitos impuestos por el segundo párrafo del art. 225 del C.P.P.N. (cfr. en este mismo sentido causa no. 43.354 “Alva Huaraca, Hércules Haron s/nulidad”, reg. 825, rta. el 14/08/09)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 30.06.2011 “Pacheco” Causa 44.745 ALLANAMIENTO. Reg. 709 REQUISITOS FORMALES J. 12 - S. 23 PARA SU PROCEDENCIA. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. ARBITRARIEDAD. SENTENCIA ARBITRARIA. CONCEPTO. ALCANCES. “Cabe recordar que, según consolidada doctrina, “…más allá de lo que se haga constar en el auto que dispone el allanamiento, lo que resulta esencial para que un allanamiento se ajuste a las pautas constitucionales es que del expediente (es decir, de las actuaciones públicas referidas a la investigación y sanción de una conducta presuntamente delictiva) surjan los motivos que le dieron sustento. Por ello, el juez o tribunal que deba analizar 59 un caso en el que se cuestione la validez de un allanamiento deberá siempre estudiar los extremos objetivos agregados al expediente, sea que en el auto de allanamiento y en la orden se hayan hecho constar los motivos del acto o no” (CSJN, Fallos 330: 3801)”. “Con arreglo a lo dicho, para definir esta cuestión corresponde advertir que, previo al dictado de la orden de allanamiento atacada, constaban en la causa pruebas que impiden tildarla de arbitraria. Las exigencias que imperan en la materia, por ende, se encuentran satisfechas.”. “…se ha dicho que al ser el acto un medio de defensa para el imputado, su validez estará dada por su efectividad a los fines que le son propios, es decir, para que éste pueda desarrollar en forma efectiva esa garantía (en el mismo sentido, ver de esta Sala, causa n° 21.212 “Cheb Terrab” reg. n° 22.394 del 6/5/04 y causa n° 18.313 “Perren”, reg. n° 19.380 del 18/12/01)”. “La doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre arbitrariedad de sentencias exige que aquellas se encuentren fundadas en la ley y en la prueba de los hechos formalmente producida, siendo condición de validez de los fallos judiciales que ellos configuren derivación razonada del derecho vigente con particular referencia a las circunstancias comprobadas en la causa (Fallos 207:72, 238:550, 244:521, 244:523, 249:275, 250:152, 256:101, 261:263, 268:266, 269:343, 269:348, 285:279, 296:765, 302;1405, 304:638, 321:351, 321:416, 322:182, 323;1455, 323:2461, entre otros; ver Lino E. Palacios en “El Recurso Extraordinario Federal. Teoría y Técnica”; Cuarta Ed. actualizada por Alberto F. Garay; Ed. Abeledo Perrot; Bs. As.; 2010; págs. 176, 177 y 180). Se considera también comprendidas en esta causal de nulidad a las resoluciones donde se extraen conclusiones opuestas respecto de un mismo hecho o que exhiben incongruencia entre la conclusión y los fundamentos que la preceden (op. cit, págs. 197 y 198, con cita de Genaro Carrió)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 21.6.2011 “Capaccioli” Causa 30.020 Reg. 33.046 J. 5 - S. 9 ARCHIVO. CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. “…el archivo de las actuaciones, solución prevista en el artículo 195 del Código Procesal Penal de la Nación, constituye una decisión jurisdiccional que posee como efecto propio la paralización del proceso, pero, aún cuando se dictase por entender que el hecho “no constituya delito”, no hace cosa juzgada material (causa 41.990 “Fiscalía de Investigaciones Administrativas s/apelación”, rta. el 24/6/08, reg. 725). Es decir, el caso puede volver a reabrirse si varían las circunstancias tenidas en cuenta al momento de la decisión de cierre.”. “Reconocido el alcance provisorio del pronunciamiento, la instrucción que pueda llevar a cabo el juez de grado cede su protagonismo a las facultades propias con las que cuenta el Ministerio Público Fiscal para realizar las medidas probatorias admitidas y previstas por el artículo 26 de la ley 24.946. Esa es la vía que deberán seguir los representantes del Ministerio Público, en caso de considerarlo pertinente, para luego, de acuerdo a lo que resulte de tales diligencias, insistir en la reanudación del curso de la investigación.”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 7.6.2011 “Aldave” Causa 45.657 Reg. 581 J. 3 - S. 5 COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. SUPUESTO COBRO INDEBIDO DE HABERES POR PARTE DE FUNCIONARIOS DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA. POSIBLE AFECTACIÓN A LAS ARCAS DEL ESTADO NACIONAL. “La discusión que se plantea aquí, se centra en establecer si se vieron o no afectados los fondos del Estado Nacional de manera tal que provoquen la intervención del fuero de excepción. No será necesario, entonces, establecer bajo la órbita de qué juez actuaban, ni de qué carácter eran las funciones que ejercían los agentes policiales, sino la existencia de maniobras delictivas que se habrían llevado a cabo para percibir el pago por días no trabajados”. 60 Poder Judicial de la Nación “La maniobra fraudulenta aquí descripta, de acreditarse, ha lesionado los fondos públicos en sí, ya que los sueldos de los agentes policiales -como funcionarios de la administración pública- provienen de las arcas del Estado Nacional…” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 21.6.2011 “D.O.U.C.A.D – P.F.A.” Causa 30.500 Reg. 33.045 J. 10 - S. 20 COMPETENCIA. TRABA DE COMPETENCIA ENTRE UN JUZGADO CRIMINAL Y CORRECCIONAL FEDERAL DE LA CAPITAL FEDERAL Y OTRO ORDINARIO PROVINCIAL. TRIBUNAL QUE DIRIME LA CONTIENDA. “Que de acuerdo al artículo 24 inc. 7 del decreto-ley 1285/58, texto según ley 21.708, no corresponde a esta Alzada dirimir un conflicto de competencia de la naturaleza aquí propuesta -sino a la Corte Suprema de Justicia de la Nación- por no resultar superior común de los órganos en contienda (CSJN: Fallos 327:4489, entre otros).” USO OFICIAL C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 14.6.2011 “N.N.” Causa 30.611 Reg. 33.025 DENUNCIA. DENUNCIA MINISTERIO PÚBLICO ANÓNIMA. FISCAL. VALIDEZ. FACULTADES. J. 5 - S. 9 PROCESO PENAL. DEBIDO REQUERIMIENTO DE PROCESO. INSTRUCCIÓN. REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. PROCEDENCIA “De conformidad con la argumentación desarrollada en el auto en crisis, esta Sala ha sostenido anteriormente que si bien la denuncia anónima no podría servir por sí misma como base para la iniciación de un proceso penal, sin embargo sí puede erigirse como el instrumento que permita la investigación por parte de la autoridad competente, si así lo considera pertinente (cfr. de esta Sala, causa N° 40.905, “Almada”, reg. N° 1396, rta.: 22/11/07; causa N° 41.945, “N.N. s/nulidad de la denuncia”, reg. N° 1213, rta.: 14/10/08 y sus citas; causa N° 44.720, “Corbalán, Guillermo Pablo s/rechazo nulidad, reg. N° 850, rta.: 7/10/10; causa N° 45.184, “Ovelar, Víctor Esteban s/procesamiento con prisión preventiva”, reg. N° 1311, rta.: 16/10/10; y de la Sala II de la C.N.C.P., causa N° 184, “Batalla”, rta.: 28/09/94 y causa N° 3619, “Tagliante”, rta.: 8/03/02 y sus citas, entre otras)”. “Nuestro ordenamiento procesal pone en cabeza del fiscal la titularidad exclusiva de la acción penal (art. 5 de dicho cuerpo legal) y establece la necesidad del requerimiento como acto impulsor del sumario (art. 180 del mismo código), pues “corresponde a los fiscales permitir a los jueces de instrucción iniciar una investigación y es su misión delimitarles los hechos sobre los que deben realizarla …” (Bruzzone, G., Fiscales y Política Criminal, en AA.VV., El ministerio Público en el Proceso Penal, Ed. Ad Hoc, Bs. As., 1993, p. 156) (En este sentido, ver voto del Dr. Freiler en la causa n° 44.185, “Celestino Gómez”, rta. 7/05/10, reg. n° 425, de esta Sala)”. “Recuérdese que “el requerimiento de instrucción tiene por función primordial afirmar una hipótesis delictiva frente al juez de instrucción, invistiendo a este del poder jurisdiccional para poder iniciar y seguir la causa evitando que actúe de oficio. Se trata de la separación de las funciones del Ministerio Público y del órgano jurisdiccional, y así corresponde a aquel el poder de acción y al juez el poder de jurisdicción” (Washington Abalos, Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, tomo II-A, ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2006, pág. 249)” (causa n° 43.956 “Adell, Nancy s/ nulidad e incompetencia”, rta. 15/04/10, reg. n° 313)”. “Esa función de acusación la ejerce el representante del Ministerio Público Fiscal a través del requerimiento de instrucción, ocasión en la que debe elaborar una descripción fáctica de la hipótesis cuya investigación impulsa, delimitando, de ese modo, el objeto procesal de las actuaciones”. “Al definir dicho concepto, Maier explica que “se trata, como hecho hipotético de la vida humana, de un suceso histórico, de una acción que se imputa a alguien como existente o inexistente (omisión), esto es, como sucedida o 61 no sucedida en el mundo real, y sobre la base de la cual se espera alguna consecuencia penal” (Maier, Julio, “Derecho Procesal Penal, tomo II, Parte General, sujetos procesales”, ed. Del Puerto, Buenos Aires, 2004, pág. 23)”. “Son varias las funciones que se adjudican al objeto procesal: “a) precisa(r)… los límites del conocimiento judicial… en homenaje a otro principio fundamental, el de asegurar una defensa idónea para el imputado; b) designa(r) el ámbito de aquello que es justiciable, la litis pendencia…; c) determina(r) la extensión de la cosa juzgada…; (influir)… en los criterios que fijan los posibles fundamentos de las decisiones sobre la admisibilidad de la prueba…” (Op. cit., pág. 26)”. “No puede soslayarse, al analizar esta norma, el estado embrionario en que se encuentra la pesquisa al momento de confeccionarse el requerimiento de instrucción, lo que, en algunos casos, puede verse traducido en una narración algo escueta, que no abarque la totalidad de los aspectos a investigar. Sin embargo, los datos esenciales que hacen a la existencia del hecho denunciado no pueden encontrarse ausentes”. “En la tarea que aquí examinamos, corresponde al Fiscal de primera instancia, tras analizar exhaustivamente la denuncia que motivó la formación del legajo, valiéndose de todas las circunstancias fácticas pertinentes allí contenidas y descartando todas aquellas que no lo sean, elaborar la descripción de un hecho que, en tanto encuadre -al menos, a priori- en un delito penal, pueda constituirse como el objeto procesal de un sumario”. “Se ha dicho que “no cualquier hecho es el que contiene la requisitoria fiscal, sino un hecho que constituye un determinado delito. Un hecho que será la base de investigación del juez de instrucción y que ha de limitarlo a la vez, pero ese hecho ha de encuadrar en una norma penal sustantiva” (Washington Abalos, Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2006, tomo IIA, pág. 252)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 30.06.2011 “Ríos” Causa 45.601 Reg. 707 J. 3 - S. 5 DESOBEDIENCIA. ART. 239 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “Este Tribunal ha sostenido que “no todo incumplimiento de una orden judicial trae aparejada la comisión del delito de desobediencia” en virtud de que “…el concepto de orden incluida en la figura del artículo 239… no comprende aquellas referidas a intereses personales de partes, es decir que resultan ajenas a tal significación las obligaciones de carácter personal con repercusiones de estricto derecho civil…”.” “En este mismo sentido y siguiendo el criterio expuesto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se ha señalado que “no incurre en… este delito…quien incumple órdenes relativas a intereses personales de índole patrimonial, puesto que el acatamiento que la ley penal impone es el de las normas dadas por la autoridad en función de tales, pero con repercusiones administrativas, no el de las que constituyan obligaciones de carácter personal con repercusiones de estricto derecho civil. Además, se ha sostenido que el incumplimiento de esos intereses personales debe perseguirse por los medios específicamente previstos por la ley al efecto, dado que de otro modo vendría a sancionarse penalmente el mero incumplimiento de un pago” (ver de esta Sala Causa n° 28.352 “Bernstein, Gustavo Martín s/ archivo”, Reg. n° 31.887 del 9/11/10 y sus citas.).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 9.6.2011 “N.N.” Causa 30.390 Reg. 33.006 J. 7 - S. 13 DOCUMENTOS. DOCUMENTOS FALSOS. IDONEIDAD DE LA FALSIFICACIÓN CAPAZ DE PRODUCIR ENGAÑO. PAUTAS PARA VALORAR TAL EXTREMO. “…este Tribunal tiene dicho que la idoneidad de la falsificación debe conciliarse con la apreciación que pueda percibir el hombre común que intenta ser inducido al engaño y no con la que puede efectuar un individuo experto (ver de esta Sala causa n° 13.757 “Ronco”, reg n° 14.703 del 7/10/97, causa n°26.131 “Golletti”, reg. 28.138 del 5/3/08, entre otras)…” 62 Poder Judicial de la Nación C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 21.6.2011 “Bellene” Causa 30.358 Reg. 33.039 J. 1 - S. 1 DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS. REQUISITOS TÍPICOS. FOTOCOPIA SIMPLE DE TÍTULO SECUNDARIO. FALTA DE APTITUD PARA SER CONSIDERADO INSTRUMENTO PÚBLICO. ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. PERJUICIO PATRIMONIAL. “…la fotocopia con apariencia de Título Secundario carece de aptitud para ser considerada un instrumento público dentro de los parámetros fijados por el art. 979 del Código Civil”. “En efecto, la copia simple, es decir, aquella a la que no se le han agregado los signos de autenticidad legalmente requeridos, no es objeto material del delito (ver Creus, Falsificación de documentos en general, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2004, pág. 47)”. “Al respecto, cabe señalar que este Tribunal lleva dicho que “la fotocopia de un instrumento público no es un documento en el sentido prescripto en el art. 292 y cc. del Código Penal … por lo que no encuentra subsunción típica la citada figura…” (ver de esta Sala II, causa n° 21.883 “Zanutto, Victoria s/procesamiento”, reg. n° 23.169, rta. 29/11/04 y sus citas; y en similar sentido, Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I, causa n° 808, USO OFICIAL “Damonte, Jorge D. s/rec. de casación”, reg. n° 1.211, rta. 31/10/96)”. “Por otra parte, en orden a lo argumentado por la defensa de Pereyra en cuanto a la imposibilidad de imputarle a su defendida el delito previsto por el art. 172 del Código Penal, al aducir que la devolución del dinero otorgado por el banco más los intereses correspondientes impidió que el delito se consumara, cuadra indicar que tal criterio no puede ser compartido”. “Ello así pues la institución perjudicada se vio privada de disponer de una suma de dinero que salió de sus arcas indebidamente y cuanto menos temporalmente, importando ello un perjuicio patrimonial concreto, más allá de la ulterior restitución de las sumas apropiadas (ver de Sala II, “Sosa, Walter s/procesamiento”, causa n° 17.976, reg. 19.177, rta. 6/11/01)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 28.6.2011 “Pereyra” Causa 30.400 Reg. 33.068 J. 9 - S. 18 ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO. ART. 268 CP. REQUISITOS TÍPICOS “…esta Sala ha sostenido, siguiendo a Donna, que “... la omisión debe ser maliciosa, lo que significa que el agente debe obrar con -además de conocimiento y voluntad- un plus intencional: el de no dar a conocer, para así inducir a error sobre su situación patrimonial (conf. Donna, E., “Delitos contra la administración pública”, Ed. Rubinzal-Culzoni, 2000, pág. 409)” (Causa n° 36.886, “RACEDO, F”, rta. el 23/11/04, reg. n° 1249)”. “En ese mismo precedente se destacó que “para acreditar las exigencias subjetivas que contienen las figuras previstas en el artículo 268 (3) del Código Penal es preciso determinar la existencia de motivos para ocultar o sustraer determinados aspectos de la situación patrimonial del funcionario”.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 14.6.2011 “Armatta” Causa 45.612 Reg. 634 J. 10 - S. 19 ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA. “En tal sentido se ha expedido la jurisprudencia al considerar que “no responde por infracción al artículo 174 inc. 5° en función del artículo 173 inc. 7° del Código Penal … si no se despliega maniobra ardidosa alguna en pos de ese cometido…” (ver de Sala I, causa n° 38.618 “Falcone, Miguel A. s/procesam.”, reg. n° 332 del 20/4/06).” “Asimismo “la administración fraudulenta exige dolo directo, no es admisible el dolo eventual y la conducta tiene que ser emprendida con la voluntad expresa de dañar el patrimonio administrado” (C. Apel. Penal Rosario, Sala 63 II, 18/6/92, JA, 1992-IV-648), circunstancia esta que no ha sido acreditada en autos.” “A mayor abundamiento, “la ley ha introducido en el tipo legal elementos subjetivos que limitan el ámbito de la conducta penalmente incriminada, para evitar así, la represión a incumplimientos de deberes contractuales; por lo tanto, al dolo se agrega la exigencia de un designio especial en el autor: el de procurar un lucro indebido para sí o para terceros, o el de causar daño” ( Edgardo Alberto Donna. Derecho Penal Parte Especial. Tomo II-B. Ed. Rubinzal-Culzoni. Año 2001, págs. 401 y sigs.).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 6.6.2011 “Andrade” Causa 30.249 Reg. 32.974 J. 1 - S. 2 ESTAFA. REQUISITOS TÍPICOS. IMPUTACIÓN AL ÁMBITO DE RESPONSABILIDAD DE LA VÍCTIMA. CONCEPTO. ALCANCES. IMPUTACIÓN OBJETIVA. “Ahora bien, sobre ello es necesario tener en consideración que “el deber de autoprotección de la víctima resulta un criterio normativo de contornos demasiado difusos para determinar el ámbito de imputación a la víctima”, en razón de lo cual se ha señalado que para superar dicha situación es necesario articularlo con otros, entre ellos el “principio de confianza, para determinar el alcance de la expectativa de conducta del autor garantizada normativamente a la víctima en el marco de interacción común”. Este principio “constituye una garantía normativa que hace posible la interacción [p]ues no forma parte, ni sería deseable que lo fuera, del rol general de ciudadano controlar de manera permanente que todos los demás se hayan comportado, o se vayan a comportar, según las expectativas normativas emergentes de su rol” (Fernández, Andrea, “Estafa e imputación objetiva. En busca de criterios normativos para delimitar el ámbito de imputación de la víctima”, en Jurisprudencia de Casación Penal, Patricia Ziffer Dirección, Tomo 2, Hammurabi, Buenos Aires, 2010, pág. 75)”. “En función de ello, es preciso determinar hasta qué punto la víctima podía confiar en que el sujeto con el que interactuó se comportara correctamente, y cuándo debió haber adoptado medidas de autoprotección, para concluir a quien -víctima o autor- corresponde cargar con la responsabilidad de la lesión resultante de esa interacción”. “Se ha señalado que sólo se puede confiar en la conducta correcta de los terceros “en la medida en que no haya circunstancias en el caso concreto que hagan pensar lo contrario”, es decir que “la posibilidad de confiar queda excluida cuando en el caso concreto resulta claramente previsible que el tercero se va a comportar incorrectamente” (Maraver Gómez, Mario, “El principio de confianza en Derecho Penal. Un estudio sobre la aplicación del principio de autorresponsabilidad en la teoría de la imputación objetiva”, Ed. Civitas, Pamplona, 2009, pág. 125. El resaltado nos pertenece)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 30.6.2011 “N.N.” Causa 30.214 Reg. 33.085 J. 1 - S. 2 ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGA CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS DE TENENCIA. CONCEPTO. ALCANCES. “Es preciso recordar, en este sentido, lo señalado por este Tribunal en anteriores precedentes con respecto a la tenencia compartida, en punto a que “(…) se refiere a casos donde dos o mas personas son sorprendidas en la posesión o en el dominio de hecho; y que el concepto amplio de tenencia permite la conjunción de dos sujetos sobre un mismo bien, o sobre varios, al modo de una coposesión del derecho privado, pues no se requiere el constante contacto físico con la cosa cuya tenencia está vedada” (conf. C. n° 42.828 “Sosa Maylle”, Reg. N° 220 del 19/3/09 y CNCP., Sala II, “Cucchi”, rta. el 27/12/96, voto del Dr. Fégoli) (…)” y que “(…) no se precisa un contacto material constante y permanente, pero se exige que la cosa “quede sujeta a la acción de la voluntad del poseedor” (Falcone, Roberto y Capparelli, Facundo, “Tráfico de Estupefacientes y Derecho Penal”, ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 2002, pág. 173) “(c/n° 44.303, “García, Oscar s/procesamiento por inf. Ley 23.737”, reg. 1351, rta. 21/12/10)”.” 64 Poder Judicial de la Nación “Sobre el punto, es preciso señalar que si bien la cantidad de droga secuestrada, como dato cuantitativo, no puede ser considerado excluyente y revelador de la intención de comercialización por parte del tenedor (CNCP, Sala IV, causa “Betanzo, Ricardo Gabriel s/recurso de casación”, Reg. 7280.4), lo cierto es que debe ser ponderada, junto con las circunstancias del caso, como un parámetro valorativo de suma relevancia al momento de evaluar la ultraintención que subyació a la tenencia. En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que: “la cantidad de estupefacientes introducidos es considerada como un criterio de valoración a los efectos de determinar el destino de comercialización, cuya ponderación queda reservada a la determinación judicial de acuerdo a las circunstancias del caso” (CSJN, causa “Martínez Perea”, del 12/11/1991, LL 1992-B-333).” “En esta causa, la cantidad, calidad y diversidad de la droga secuestrada en los procedimientos, la forma en que ésta se encontraba distribuida, los elementos de fraccionamiento incautados y las tareas de investigación y escuchas telefónicas practicadas, constituyen indicios de la existencia de la ultraintención exigida por el artículo 5, inciso “c” de la ley 23.737 (conf. Causa n° 43.031, “Márquez”, reg. 552, del 10/06/09).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 7.6.2011 “Ocampo” Causa 42.274 Reg. 599 J. 5 - S. 9 USO OFICIAL ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGAS CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN. REQUISITOS TÍPICOS. DOLO REQUERIDO. ULTRAINTENCIÓN. “En cuanto a la ultraintención requerida por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, también cuestionada por la defensa, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que: “la cantidad de estupefacientes introducidos es considerada como un criterio de valoración a los efectos de determinar el destino de comercialización, cuya ponderación queda reservada a la determinación judicial de acuerdo a las circunstancias del caso” (causa “Martínez Perea, 12/11/1991, LL 1992-B-333)”. “En ese sentido, la lectura integral del contexto del caso, respaldan la presunción incriminante que guió el pronunciamiento apelado y nos persuaden de la ultraintención exigida por el artículo 5, inciso “c” de la ley 23.737 (conf. causa N° 43.031, “Márquez”, reg. N° 552, rta.: 10/06/09).”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 23.06.2011 “Pafundi” Causa 45.767 Reg. 665 J. 11 - S. 22 IMPUTADO. IMPUTADO EXTRANJERO. DERECHOS QUE LE ASISTEN. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. “…cabe destacar que los imputados extranjeros no han sido puestos en conocimiento de los derechos que les asiste como nacionales de otro Estado, y que se hallan expresamente reconocidos por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares (art. 36). Se trata de una exigencia que, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo al emitir su Opinión Consultiva N° 16/99, “...atiende al propósito de que aquél disponga de una defensa eficaz. Para ello, la notificación debe ser oportuna, esto es, ocurrir en el momento procesal adecuado para tal objetivo. Por lo tanto... la Corte interpreta que se debe hacer la notificación al momento de privar al inculpado y en todo caso antes de que éste rinda su primera declaración ante la autoridad” (párr. 106)”. “Así, la notificación del derecho de comunicarse con el representante consular de su país, como estipula el art. 36 de la citada Convención, “...contribuirá a mejorar considerablemente sus posibilidades de defensa y a que los actos procesales en los que interviene -y entre ellos los correspondientes a diligencias de policía- se realicen con mayor apego a la ley y respeto a la dignidad de las personas” (Corte IDH, Opinión Consultiva N° 16/99, “El derecho a la información sobre asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal”, del 1° de octubre de 1999, párr. 121)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 65 28.06.2011 Causa 45.373 “Silfa Sención” Reg. 690 J. 1 - S. 1 LEY 25.891. ARTS. 12 Y 13 DE LA LEY. REQUISITOS TÍPICOS. “Vale traer a colación lo resuelto por esta Sala, en donde ha sostenido en otras oportunidades que: “…la ausencia de los comprobantes que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados, como así también las denuncias de robo que poseen, refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima…” (c. nro. 43.075, “Cabral, Eduardo s/procesamiento”, resuelta el 15/09/09, registro n° 982)”. “Aquí debemos recordar que el artículo 12 de la ley 25.891 pretende englobar aquellos comportamientos que no se encuentran descriptos en los artículos 10 y 11 pero que de algún modo se relacionan con aquellas maniobras, es decir que intenta incriminar la conducta de las personas que adquieren o utilizan teléfonos celulares o tarjetas de telefonía de origen ilegal, conociendo ésta circunstancia. Queda comprendido en la descripción quien de cualquier forma se valga de estos materiales que hayan sido hurtados, robados, perdidos u obtenidos mediante fraude (ver los fundamentos del proyecto de ley de los Senadores Guillermo Jenefes, Miguel A. Pichetto y Jorge M. Capitanich, pág. 1095, Antecedentes Parlamentarios, Tomo 2004-B, La Ley)”. “La defensa, además cuestiona que se le asignara a la conducta imputada la finalidad prevista por el artículo 13 de la ley 25.891”. “En este caso, la circunstancia de que el encausado haya sido observado ofreciendo para la venta los teléfonos celulares, conforme lo señalara el preventor, cabe tener aquella finalidad lucrativa por acreditada”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 28.06.2011 “Orife” Causa 45.711 Reg. 685 J. 12 - S. 24 MARCAS Y DESIGNACIONES. IMITACIÓN FRAUDULENTA DE UNA MARCA. REQUISITOS TÍPICOS. “Éste Tribunal ha afirmado -desde antaño- que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado por la ley 22.362 en los casos en que la baja calidad y ciertas circunstancias en que son incautados los productos (comúnmente en la vía pública y a un precio claramente inferior al del mercado), tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (conf. causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras)” (Del voto de los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzun). “Mas recientemente, se resaltó que tal exégesis deriva necesariamente de la propia letra del artículo 31, inciso “d” de la normativa citada pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un producto. De hecho, tal como surge de la exposición de motivos de la ley en trato, la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública” (Del voto de los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzun). “También se ha tenido oportunidad de sostener que para evaluar la concurrencia de tal exigencia debe atenderse a las particularidades y el marco en que se desarrollan los hechos (causa n° 21.763 “Flores de la Cruz”, reg. n° 23.214 del 10/12/04, causa n° 27.783 “Pepsi Drugstore”, reg. n° 29.936 del 28/05/09)” (Del voto de los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzun). “De tal manera, encuadrar una conducta en esta figura habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento 66 Poder Judicial de la Nación de que aquella busca proteger -separadamente- al titular marcario y al público consumidor, implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad (causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel Antonio s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 del 26/05/09 y causa n° 27920 “Barrera Claudio Oscar s/procesamiento” reg. n° 30.059 del 23/6/09)” (Del voto de los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzun). “He sostenido que en los supuestos “...iniciados por prevención policial y donde no existe querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma (...) debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de la marca -aún frente a su pasividadvale decir, dimensiones considerables, giro comercial importante y efectos negativos apreciables. Solo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de lesividad (...) y la persecución penal se hace viable, pues aparece el ´fin´ que justifica y da sentido a la injerencia penal en la libertad de acción del individuo” (conf. Sala I de esta Cámara, causa n° 41.065 “Berardi”, reg. n° 101 del 14/02/08 y de la Sala II, mi voto en la citada causa “Sosa”)” (Del voto del Dr. Eduardo Farah). USO OFICIAL C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 30.6.2011 “Calero Rondan” Causa 30.461 Reg. 33.082 J. 3 - S. 6 MARCAS Y DESIGNACIONES. REQUISITOS TÍPICOS. LEY 22.362. “En este sentido, esta Sala ha dicho respecto del delito que se investiga “…El artículo 31 inciso d) de la ley 22.362 incrimina el ofrecimiento al público o la comercialización de productos con marcas falsificadas o fraudulentamente imitadas. Pues bien, la imitación fraudulenta consiste en la fabricación material de un signo que, sin constituir una copia servil o casi servil de una marca ajena registrada, presenta una similitud más o menos caracterizada con ésta, de tal modo que la confusión sea posible. También se requiere en la imitación fraudulenta un propósito comercial, y una identidad o similitud de destino entre el signo espurio y el auténtico, en lo que se refiere a los productos o servicios designados por éste...”.” “Asimismo, en aquella ocasión, se expresó que la ley 22.362 tiende a proteger dos intereses: “...el del industrial, para que su producto, resultado de su labor y experiencia y exponente de sus procedimientos y cuidados, no sea confundido, cuando la reputación y aceptación en el público se han obtenido tras largo y paciente trabajo, con otros productos similares que otros fabricantes lancen a la circulación bajo apariencia análoga, que permita a éstos aprovechar del beneficio de la actividad desarrollada por aquél; y en segundo lugar, el interés del público consumidor, en conocer la procedencia del artículo que adquiere, en su derecho a elegir y ejercitar la preferencia de su gusto…”(CN° 37.565, Navarro, Rafael s/ procesamiento, del 10/5/05, reg. N° 463; CNº 43.126 “Ferrer Dionisio, Mónica s/ procesamiento”, del 1/10/09, Reg Nº 1074 y CNº 44.464 “Sánchez Suárez, Carmen Del Pilar s/ procesamiento” del 9/12/10, Reg Nº 1267).” “Ello, teniendo en cuenta que no surge del peritaje que la adulteración de las prendas incautadas sea burda y, además, que se ofrecían a la venta en la vidriera de un local ubicado sobre la avenida Cabildo de esta ciudad. Tampoco se puede aseverar, en esta etapa del proceso, que en función de la cantidad de prendas ofrecidas no se hubiese provocado la afectación que el legislador ha pretendido aventar mediante la prohibición de la conducta.” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 7.6.2011 “Rubinstein” Causa 45.493 Reg. 582 J. 6 - S. 12 NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. REQUISITOS TÍPICOS. “…Recuérdese aquí que “…la actuación parcial de los órganos administrativos que define el ámbito de lo injusto de este delito...deviene definitivamente configurada en cuanto el funcionario realiza un acto desviado por la prosecución de un interés espurio, o sea: al tomar, el funcionario, en la actuación administrativa... una injerencia 67 orientada al beneficio (injerencia de aprovechamiento), condicionando la voluntad negocial de la administración, por la inserción de un interés particular” (Marcelo A. Sancinetti, “Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas”, Doctrina Penal, Año 9, nº 33/34, 1986, Ed. Depalma, Pág. 75).” (Del voto de los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzun). C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 14.6.2011 “Nielsen” Causa 30.098 Reg. 33.027 J. 12 - S. 23 NULIDAD. AUTO DE MÉRITO. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. ART. 123 CPPN. PROCEDENCIA. FALTA DE MÉRITO. REQUISITOS PARA SU DICTADO. “Nuestro código de procedimientos, en tanto derecho constitucional reglamentado, exige que las sentencias y autos sean motivados, bajo pena de nulidad (cfr. art. 123 CPP). “La motivación ‘constituye el signo más importante y típico de la racionalización de la función jurisdiccional, se establece como uno de los requisitos esenciales de la sentencia … es la enunciación de las premisas del silogismo que concluye en los puntos resolutivos … una comprobación lógica para controlar a la luz de la razón, la bondad de una decisión surgida del sentimiento; es la racionalización del sentido de justicia…’ (Calamandrei, Proceso y Democracia, p. 115 y ss)” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo I, pág. 361)”. “En ese sentido nuestro más Alto Tribunal ha establecido en reiteradas ocasiones que “las sentencias sean fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación de las circunstancias comprobadas de la causa” (Fallos 331:1090, entre muchos otros)”. “Aquí, la resolución atacada no se ajusta a los parámetros exigidos y que fueran desarrollados en los párrafos que anteceden”. “Y es que el juez, tras haber descripto la conducta en orden a la cual Cernadas se encuentra sometido a proceso y la versión dada en su indagatoria, señaló que los elementos colectados no resultaban suficientes para disponer su procesamiento ni tampoco para desvincularlo del proceso. Sin embargo, ninguna de las medidas de prueba por él señaladas se vinculan con la situación procesal de Cernadas.” “El análisis del auto atacado impide conocer cuáles son los extremos fácticos cuya comprobación se encuentra aún pendiente y, en consecuencia, adolece de las razones puntuales que le han impedido al juez de grado resolver la situación procesal del incuso”. “Frente a tal panorama, el tribunal se ve impedido de analizar la procedencia del temperamento expectante adoptado, pues no cumple con las exigencias del artículo 123 del Código Procesal Penal de la Nación, que tiene por finalidad que se conozcan los fundamentos del juez para que de ese modo se pueda evaluar si su decisión fue acertada”. “En ese sentido, cabe señalar que la naturaleza de una decisión como la impugnada radica en la valoración de todos los elementos colectados en el sumario. Así, el dictado de un auto de falta de mérito no puede encontrar andamiaje exclusivo en prueba pendiente, sino en un análisis de la existente, que, por estimarse insuficiente, impida alcanzar los juicios de probabilidad o de certeza que dimanan de las normas contenidas en los artículos 306 o 336 del código adjetivo (CCC, Sala IV, causa 1.661, “Arias Usandivaras, María Lujan y otro”, rta. el 5/11/10).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 14.6.2011 “Cernadas” Causa 44.544 Reg. 625 J. 5 - S. 9 PRISIÓN PREVENTIVA. PRÓRROGA DE LA MISMA POR EL TÉRMINO DE UN AÑO PASADOS LOS DOS AÑOS DESDE SU IMPOSICIÓN. PROCEDENCIA. REQUISITOS. LEY 24.390. LEY 25.430. “El artículo 14 de la Constitución Nacional garantiza la libertad ambulatoria. Este derecho sólo puede 68 Poder Judicial de la Nación restringirse, en principio, por una sentencia condenatoria firme que imponga una pena privativa de la libertad (artículo 18 de la CN)”. “Excepcionalmente, se autoriza esta misma restricción aún antes de la finalización del procedimiento penal, circunstancia a partir de la cual toma forma el instituto de la prisión preventiva. Si bien existen planteos que cuestionan la razonabilidad de esta medida a la luz de los fines que se le reconocen –los que seguidamente se detallarán–, lo cierto es que la prisión preventiva se encuentra admitida, aunque con fuertes limitaciones por su carácter excepcional, por la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 7) y por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 9).” “Las decisiones relativas al otorgamiento o restricción de la libertad de un imputado durante el proceso tienen una base fáctica y normativa distinta a la que cimienta las decisiones relativas a la culpabilidad del autor, aunque los efectos de ambos tipos de decisiones pueden resultar externamente (sensiblemente) idénticos. Esto es así, pues si bien ambas clases de coerciones importan el uso de la fuerza pública y la restricción de la libertad ambulatoria de una persona, sus fines resultan indefectiblemente diversos. A través de la coerción material se hace efectivo el castigo impuesto, tras la sustanciación de un proceso, mediante una condena. La coerción procesal, por su parte, tiende a posibilitar la averiguación de la verdad de la hipótesis delictiva que se investiga en un proceso y la aplicación de la ley penal, fines que busca toda persecución penal. En virtud de estas últimas USO OFICIAL consideraciones, todo encierro preventivo que no persiga estos objetivos representa un anticipo de pena (coerción material) constitucionalmente inadmisible a la luz del principio de inocencia (art. 18 CN).” “En resumen, que la Constitución Nacional consagre categóricamente el derecho a la libertad física y ambulatoria e imponga el deber de considerar y tratar a todo individuo como inocente hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se demuestre lo contrario mediante una sentencia firme, constituye el motivo para descartar toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contemple como fundamento la existencia de riesgos procesales concretos; esto es, peligro de fuga o entorpecimiento de las investigaciones. Por esos mismos motivos, también resulta inapropiada esta medida cautelar cuando no guarda proporción con la pena en expectativa o cuando existen medios menos lesivos para alcanzar los mismos objetivos.”. “A partir de lo expuesto con anterioridad, cabe analizar lo estipulado por la ley 24.390, reglamentaria del derecho a un plazo razonable de detención consagrado en el artículo 7, inciso 5, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”. “De acuerdo con el artículo 1 de esta ley, la prisión preventiva no podrá ser superior a los dos años, sin que se haya dictado sentencia. A su vez, y como excepción, se estipula que el encierro podrá extenderse por un año más cuando la cantidad de delitos imputados o la evidente complejidad de la causa hayan impedido el dictado de una sentencia en el plazo de dos años”. “Conforme parece surgir de esta norma, siempre que se mantengan los motivos que justifican todo encierro preventivo –puesto que, de lo contrario, la medida debería cesar o, en su caso, ser reemplazada por otras de menor injerencia adecuadas para lograr las finalidades protegidas-, la restricción de la libertad de un imputado debería cesar a los dos años, salvo que las circunstancias señaladas hubiesen obstaculizado la normal culminación del proceso, caso en el cual ésta podría prorrogarse hasta los tres años”. “A partir de tal momento podría suponerse que no existen circunstancias que normativamente avalen el encierro preventivo de un individuo al que debe tratárselo como inocente. Esto es, después de los tres años de prisión preventiva, circunstancias tales como riesgos procesales, complejidad en las investigaciones o multiplicidad de delitos perderían su valor justificante”. “No obstante, diversos pronunciamientos de la Corte Suprema relativizaron la obligación de otorgar automáticamente la libertad al imputado en los plazos previstos por el artículo detallado, aspectos que luego han sido cristalizados en la reforma del artículo 3 de la ley 24.390 mediante ley 25.430 –según lo ya expuesto al rechazar el planteo basado en la aplicación de la ley más benigna-”. “La Sala entiende, en consecuencia, que los antecedentes invocados por la defensa de Seisdedos no vienen a variar el marco normativo referido anteriormente en relación con la ley 24.390 ni con los alcances que esta Sala 69 le ha asignado a través de su jurisprudencia sobre el punto. La razonabilidad del mantenimiento de la detención preventiva de una persona más allá de los dos años, siempre que se conserve la necesidad de la medida y la proporcionalidad, requerirá probar, con una mayor carga, que la cautela no es irrazonable a la luz del art. 7.5 de la CADH”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 23.06.2011 “Seisdedos” Causa 45.620 Reg. 677 J. 3 - S. 6 PUBLICIDAD DE LA CAUSA PENAL. ACCESO A LAS ACTUACIONES DE TERCEROS NO PARTE A LA CAUSA. PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LOS PROCESOS PENALES. DERECHO A LA INFORMACIÓN. IMPUTADO. DERECHOS Y GARANTÍAS. INTERPRETACIÓN DE LA LEY. PRINCIPIO PRO HOMINE. “Ahora bien, la cuestión debatida, esto es, la posibilidad de que el Dr. Monner Sans acceda al contenido de las actuaciones, ha sido objeto de estudio por este Tribunal en numerosos precedentes (ver, por ejemplo, c. 41.673 “Incidente de apelación de Ezequiel Nino y Pedro Bizcay en autos: Miceli, Felisa s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”, reg. 1121, rta. el 25/09/08; c. 41.956, “Incidente de apelación en autos: Sabsay, Claudio E.”, reg. 1173, rta. el 7/10/08, entre muchas otras).” “Allí hemos señalado que “la aspiración de que el ciudadano se sienta parte de la justicia de ningún modo puede significar para el juez renunciar a sus deberes y obligaciones” pues “si el juez penal deja de mediar entre la demanda de castigo y el individuo sospechado, abandona su mandato constitucional”.” “Así, creímos que “en el proceso penal la participación ciudadana debe articularse con los presupuestos que garantizan, desde ambos polos -ciudadanía e imputado- el debido proceso (art. 18 CN). Si algo falla en la persecución -verbigracia: los procesos se dilatan más de la cuenta, la etapa de instrucción es desnaturalizada, quienes deben acusar no lo hacen con la solvencia esperada, etcétera- no puede tolerarse que el paliativo se traduzca en una mengua de los límites constitucionales impuestos a la persecución penal ... [y] convertir el actual sistema en el peor de los escenarios posibles para el imputado: aquel donde la condena producto de un debido proceso sea reemplazada por el proceso entendido como sanción informal o `pena de banquillo´”.” “Por lo tanto, la solución frente a un reclamo legítimo de participación ciudadana, como el que introduce el recurrente, será idéntica a la que propiciamos en los casos mencionados. La posibilidad de abrir al público el expediente en la etapa preliminar debe ser una contingencia que cuente con el aval de quien sufre la persecución penal pues, como consideramos, es ésta “la mejor manera de superar el conflicto entre el principio liberal de protección del individuo frente al Estado y el principio democrático de la publicidad”.” “De acuerdo con las constancias del incidente, el magistrado ha tomado razón de la jurisprudencia de esta Sala y ha corrido vista de lo peticionado por el Dr. Monner Sans al imputado y al Ministerio Público Fiscal -atento su función de promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad (art. 120 de la Constitución Nacional”)-. En ambos casos las partes dieron argumentos para fundamentar por qué a su juicio la petición no debía prosperar.” “Con base en las consideraciones vertidas por las partes y en aplicación de la regla que dispone el secreto del sumario para los extraños (art. 204 CPPN), el magistrado negó el acceso. Así, la decisión adoptada por el juez de primera instancia resulta ajustada a la jurisprudencia de esta Sala emitida en casos semejantes, por lo cual será homologada.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 2.6.2011 “Dr. Monner Sans” Causa 44.896 Reg. 567 J. 10 - S. 19 QUERELLA. LEGITIMACIÓN PROCESAL. QUERELLA PARTICULAR FRENTE A DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. 70 Poder Judicial de la Nación “Siendo ese el punto neurálgico del sub lite, es preciso señalar que la titularidad del bien jurídico protegido no es una pauta excluyente a los fines de determinar la legitimación procesal activa y que, en los hechos que afectan primordialmente a la administración pública, el particular damnificado conserva la posibilidad de incorporarse al proceso como querellante siempre que hayan podido derivar un perjuicio real y directo para él (de esta Sala, c/n° 42.223 “ARRIETE, Fernando s/ser tenido como parte querellante”, reg. 1309, rta. 4/11/08; y CNCP, Sala III, “Giandinoto, Carolina Cintia s/recurso de casación”, reg. 1131.08.3, rta. 3/9/08)”. “No es necesario, entonces, que el querellante sea exclusivo titular del bien jurídico que aparece afectado en delitos que agravian inmediatamente a la Administración Pública, pues no deben excluirse aquellos bienes garantizados secundaria o subsidiariamente (ver D’albora F., “Curso de Derecho Procesal Penal”, Ed. Abeledo Perrot, año 1982, pág. 80; Rubianes C., “La querella de acción pública”, Bs. As., 1964, pág. 36; y de esta Sala I, “ARRIETE”, ya citado)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 28.06.2011 “Guardia Mendonca” Causa 45.433 Reg. 697 J. 6 - S. 12 RECURSO DE APELACIÓN. SIMPLES DECRETOS. INAPELABILIDAD. USO OFICIAL “Este Tribunal viene sosteniendo hace tiempo -y es ciertamente una opinión conteste en la jurisprudencia- que para los simples decretos la regla es la inapelabilidad (ver de esta Sala causa n° 14.472 “Seligman”, reg. n° 15.615 del 14/7/98; causa n° 15.572 “Dappaen”, reg. n° 16.495 del 3/6/99; causa n° 17.551 “Alsogaray”, reg. n° 18.524 del 29/3/01; causa n° 27.184 “Delogu”, reg. n° 29.233 del 27/11/08 y sus citas, entre otras; de la Sala I de esta Cámara, causa n° 27.550 “Finazzi”, reg. n° 327 del 25/4/96; de la Sala I de la CNCC, causa n° 8406 “Yacobucci”, rta. el 6/2/98 y causa n° 7401 “Martín”, rta. el 27/8/97). No surge de la causa -ni se ha demostrado en este planteo- que concurra alguna situación excepcional que permita apartarse del principio enunciado.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 7.6.2011 “Capizzi” Causa 30.273 Reg. 32.990 J. 9 - S. 18 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. COMPETENCIA. CUESTIONES DE COMPETENCIA ENTRE TRIBUNALES NACIONALES CON ASIENTO EN LA CAPITAL FEDERAL “…las resoluciones en torno a cuestiones de competencia no revisten tal carácter, obstáculo que no puede suplirse aunque se invoque un supuesto de arbitrariedad o desconocimiento de garantías constitucionales, salvo en los casos en que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha admitido por vía de excepción que pronunciamientos sobre competencia sean equiparables a tal categoría (ver de esta Sala, causa n° 12.372 AQuerequeta de Barrere@, reg. n° 13.574 del 1-10-96).” “Este caso no encuadra en tales excepciones (ver de la Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I, causa n° 693 AOmoldi@ reg. n° 950 del 19-03-96 y sus citas) por cuanto no puede pasarse por alto que la Corte ya se ha expedido en el sentido de que entre las resoluciones que no son equiparables a definitivas por aplicación de la excepción de la denegatoria del fuero federal, se encuentran las que deciden la distribución de competencia entre tribunales con asiento en esta ciudad, en razón del carácter nacional que todos ellos revisten (Fallos 266:149; 280:304; 296:31 y 311:2701, y ver, entre otros, de la Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I causa n° 4610 AGeriátrico Psiquiátrico Javider@ reg. n° 5664 del 25-02-03, Sala II causa n° 4323 ABuenos Aires Terminal Service@ reg. n° 5696 del 23-5-03, y Sala IV causa n° 3636 AOrganización Médica S.A.@ reg. n° 4521 del 18-1202).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 6.6.2011 “Ferrao” Causa 30.132 Reg. 32.978 J. 1 - S. 1 71 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. SUJETOS LEGITIMADOS PARA SU INTERPOSICIÓN. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. DEPENDENCIA DEL M.P.F. QUE EJERCE LA ACCIÓN PENAL. “Si bien en el caso se han cumplimentado debidamente los recaudos formales exigidos por el ordenamiento ritual, en cuanto a tiempo, modo y lugar de la pretensión efectuada, y que la vía casatoria se dirige contra una decisión que, por sus efectos, integra el elenco de aquellas que enumera el artículo 457 del Código Procesal Penal de la Nación, es la faz subjetiva del medio impugnativo aquella que no se ve satisfecha en el particular.” “El que sea la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas la que en el sumario detenta el rol de acusador público, y no el pretenso recurrente, es lo que impide considerar a su petición como alcanzada por el ámbito regulado por los art. 457 y 458 del C.P.P.N.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 14.6.2011 “N.N s/ archivo” Causa 45.303 Reg. 628 J. 12 - S. 23 RECURSO DE QUEJA. QUEJA POR RETARDO DE JUSTICIA. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. PROCESO PENAL. PLAZOS PROCESALES. CARÁCTER. PLAZO PARA CONTESTAR LA VISTA PREVISTA POR EL ART. 180 CPPN. PLAZO RAZONABLE. CONCEPTO. ALCANCES. “Lleva dicho este Tribunal que el recurso de queja por retardo de justicia (art. 127 del CPPN), como herramienta procesal, persigue otorgar a las partes un instrumento legal para recurrir la mera inactividad, exigiéndose, como recaudos para su procedencia, el vencimiento del término estipulado para el dictado de una resolución, la presentación previa de un pedido de pronto despacho por parte del interesado y el transcurso de tres días sin reversión de la inactividad (c/n° 40.723, “Recurso de queja en causa Moneta”, reg. 812, rta. 19/7/07; c/n° 42.965, “Ricardo Monner Sans s/queja por retardo de justicia”, reg. 462, rta. 10/5/09)” (Del voto del Dr. Jorge L. Ballestero). “Mas allá de que los plazos establecidos en el Código de rito para la actuación del Ministerio Público Fiscal deben ser considerados ordenatorios (c/n°44.028, “Tenorio Ilianes, Edinho Raúl s/excepción de falta de acción”, reg. 421, rta. 6/5/10), la exigüidad de los términos fijados en la disposición no deja margen de duda en cuanto a la intención del legislador de procurar una rápida definición sobre la postura Fiscal en punto a la posible inauguración del proceso penal, ya que ello hace nacer la posibilidad de las partes de defender sus intereses en el mentado escenario bajo el amparo de la garantía constitucional del debido proceso legal (art. 18 CN). En otras palabras, se impone en el contexto descripto evaluar la razonabilidad de los tiempos de actuación asumidos por el acusador público tomando como parámetro exegético la integridad de las facultades de los interesados en el proceso, protegidas, como se dijo, en nuestra ley fundamental.” (Del voto del Dr. Jorge L. Ballestero). “La lectura de las presentes actuaciones permite advertir una situación anómala, caracterizada por el transcurso de casi dos años desde que se iniciaran, sin que el fiscal se hubiera expedido de acuerdo a alguna de las tres alternativas previstas en el artículo 180 del Código Procesal Penal de la Nación” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). “De acuerdo a nuestro esquema constitucional, incumbe al representante del Ministerio Público Fiscal el impulso de la acción penal, a fin de habilitar la actividad jurisdiccional del juez” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). “Ya hemos dicho que “... en el marco del debido proceso legal comprendido en el artículo 18 de nuestra Constitución Nacional, la actividad del Tribunal juzgador deberá estar precedida en la totalidad de los casos por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal, viéndose diferenciadas, de esta forma, las funciones de decisión y acusación (art. 120 de la CN, arts. 5 y 65 del CPPN y art. 25 de la ley 24.964, en el mismo sentido, ver c. 39.727 “NN s/ nulidad”, reg. 182, rta. el 15/03/07, de esta Sala, entre muchas otras)” (c. n° 43.559, “Vila, Juan D. s/ nulidad”, rta. 21/12/09, reg. n° 1468)” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y 72 Poder Judicial de la Nación Eduardo G. Farah). “En el mismo sentido, sostuvimos que “el requerimiento de instrucción tiene por función primordial afirmar una hipótesis delictiva frente al juez de instrucción, invistiendo a este del poder jurisdiccional para poder iniciar y seguir la causa evitando que actúe de oficio. Se trata de la separación de las funciones del Ministerio Público y del órgano jurisdiccional, y así corresponde a aquel el poder de acción y al juez el poder de jurisdicción” (Washington Abalos, Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, tomo II-A, ed. Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2006, pág. 249)” (causa n° 43.956 “Adell, Nancy s/ nulidad e incompetencia”, rta. 15/04/10, reg. n° 313)” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). “Esa función de acusación la ejerce, en la etapa inicial del proceso, al momento de contestar la vista que se le confiere en los términos de lo normado por el artículo 180 del Código Procesal Penal de la Nación. Es en tal ocasión que el titular de la vindicta pública debe optar por alguna de las alternativas allí previstas: impulsar la acción, requiriendo la instrucción del correspondiente sumario, propiciar la desestimación de las actuaciones por inexistencia de delito o por no poder proceder, o bien postular la declinatoria de la competencia” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). “La relevancia que dicho acto procesal reviste se ve evidenciada en el exiguo plazo fijado para su producción -24 horas-. Si bien es de carácter ordenatorio, denota la intención del legislador de que la situación de indefinición USO OFICIAL que existe hasta ese momento se resuelva con la mayor prontitud posible, sobre todo ante la imposibilidad de que el juez proceda de oficio” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). “La indebida extensión en el tiempo de aquella situación -de 24 horas a dos años aproximadamente- desnaturaliza completamente el espíritu de la norma analizada, y genera una seria afectación a la garantía del debido proceso legal -emanada del artículo 18 de la Constitución Nacional-, vulnerando no sólo el derecho de defensa en juicio del imputado sino también el derecho de acceso a la justicia de la parte damnificada” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). “La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que “es en los órganos encargados de la administración de justicia sobre quienes recae, en forma imperativa, la misión de asegurar que el trámite de la causa principal no se paralice..., y se frustre, de este modo, el objeto mismo del proceso penal” (causa E-116-XXXVII, “Espósito, Miguel Ángel s/ privación ilegal de la libertad reiterada”, rta. 7/12/01)” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). “Siguiendo esa misma línea, en anteriores ocasiones esta Sala ha resaltado la importancia de “...evitar las demoras que la reedición de cuestiones ya zanjadas ocasionan en el trámite de los procesos, a fin de dar cumplimiento al deber de asegurar que se desarrollen sin dilaciones indebidas (conf. C.S.J.N., “Espósito”, E. 224. XXXIX - C.I.D.H., “Bulacio, Walter David”), de modo de evitar tanto un supuesto de vencimiento de plazo razonable como de privación de justicia” (Causa n° 43.581, “Gorrasi, María Cristina s/desestimación de denuncia”, rta. 21/12/09, reg. n° 1481)” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). “Cabe aclarar que aunque la solicitud de medidas previas no se encuentra expresamente receptada en el artículo 180 del código adjetivo, podría admitirse excepcionalmente siempre que aquellas resulten imprescindibles, a la luz de las particulares características del caso concreto, para que el fiscal pueda, fundadamente, formular su pretensión. Tal circunstancia debe estar determinada por la necesidad de conocer aquellos extremos que permitan efectuar una descripción suficientemente circunstanciada de un supuesto fáctico y, tras el correspondiente análisis crítico, decidir si aquél podría configurar un delito penal, ameritando, así, la instrucción del sumario” (De voto de los Dres. Eduardo R. Freiler y Eduardo G. Farah). C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 17.6.2011 “Martínez de Hoz” Causa 45.462 Reg. 654 J. 4 - S. 7 SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO. “Ahora bien, atendiendo a los agravios introducidos por el Ministerio Público Fiscal, entendemos que el 73 sobreseimiento del imputado es prematuro. Ello, pues aún no se han practicado las medidas probatorias necesarias como para descartar definitivamente la hipótesis delictiva sostenida por el Fiscal”. “En este sentido, resulta ilustrativo el criterio de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal en la causa “Traiber, Héctor y otro(s) s/ recurso de casación” por cuanto dijo que: “…si los fundamentos expuestos en el pronunciamiento, lejos de generar convencimiento cierto, dejan latente la probabilidad de que los hechos hubieran podido ocurrir de una manera distinta -con lo cual se cierra la duda sobre la conclusión convalidadaesa duda afecta la resolución a poco que se advierta que si la conclusión es contingente se altera el principio de razón suficiente y la decisión carece de la necesaria derivación como para considerarla fundada; esa falta de motivación lógica afecta el sustento jurídico del sobreseimiento dictado en tanto exige un estado de certeza…” (ver C.N.º 13.494 “Traiber, Héctor”, de la Sala I de la C.N.C.P., reg. 7.088, rta. el 10 de diciembre de 2010).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 14.6.2011 “Hidalgo Luján” Causa 44.890 Reg. 633 J. 6 - S. 11 SUSPENSIÓN DEL JUCIO A PRUEBA. ALCANCES. PLAZO DE LA SUSPENSIÓN. NULIDAD. PROCEDENCIA. “Los argumentos vertidos en los términos del artículo 454 lucen atendibles, toda vez que el Juez a quo incurrió en una causal de arbitrariedad, pues no se encuentra en la resolución fundamento alguno que permita avizorar el motivo por el cual se fijó el plazo de dos años para la aplicación del instituto de la suspensión del proceso a prueba -conf. de esta Sala I, causa “López, Norma Beatriz s/no hacer lugar a la solicitud de suspensión de juicio a prueba”, rta. el 27/5/10”, reg. 494-”. “A mayor abundamiento, es dable traer a colación lo que enseña la doctrina en cuanto a los extremos que deben valorarse, en orden a establecer la duración de la suspensión, tales como la edad del imputado, la familia que tenga a su cargo, las ocupaciones que haya acreditado tener, su salud, los medios materiales con que cuenta para sustentarse él y los suyos y todo otro elemento de importancia en la vida de una persona que pueda argumentarse o fundarse racionalmente -Adrián García Lois, “La Suspensión del Juicio o Proceso a Prueba”, edit. Cáthedra Jurídica, ed. 2009, pág. 108-.” “En efecto, tal como enseña el autor precitado, “En la determinación del quantum de tiempo de suspensión de juicio a prueba, debe mediar un preciso acto de racionalidad”. “A mayor abundamiento, cabe recordar que el artículo 76 ter del Código Penal establece que “…el tiempo de suspensión del juicio será fijado por el Tribunal entre uno y tres años, según la gravedad del delito”. En el caso traído a estudio se advierte que el Juez instructor omitió exponer los motivos por los cuales -según la disposiciónno consideró suficiente el plazo acordado por el encartado y el Fiscal, lo cual resulta necesario si se tiene en consideración que las reglas de conducta que en ese término deberá cumplir son verdaderas restricciones a la libertad del imputado -v. D´Alessio, Andrés José, “Código Penal de la Nación comentado y anotado, La Ley, 2° ed., 2009, pág. 1117-”. “En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha decidido que “…a la condición de órganos para aplicar el Derecho, va entrañablemente unida a la obligación de los jueces de fundar sus sentencias, para acreditar que son derivación razonada del derecho vigente y no producto de la voluntad individual y que dicha exigencia se cubre con la seriedad de los fundamentos, pues reconoce raíz constitucional…” -Fallo: 297:362-.” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Freiler - Farah 21.06.2011 “Roldán” Causa 45.472 Reg. 663 J. 3 - S. 5 TRÁFICO DE INFLUENCIAS. ART. 256 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “En lo que atañe al ilícito reprimido por el art. 256 bis del Código Penal, ha de recordarse que “...se considera a la venta de influencia como una especie de concusión impropia, cometida por un particular llamado asiduo, 74 Poder Judicial de la Nación sicofante o vendedor de humo que, abusando de la familiaridad que tiene, o simulara tener, con un funcionario o con el soberano mismo, va dispensando protección y promesas, jactándose de su influencia, ejerciendo extorsión de dineros sobre los crédulos a quienes vende una influencia que realmente no tiene, y por esto se le llama vendedor de humo, expresión esta última que proviene del derecho romano. El sujeto activo del delito en estudio puede ser cualquier persona, pero la influencia con la que se negocia debe referirse a un funcionario público. Por ello, para cometer este delito, no se requiere ser funcionario público sino sólo se requiere tener la influencia que se ofrece. El art. 256 bis del C.P. no requiere que el acto sea propio de un funcionario sino tan sólo que sea relativo a tales funciones, capaz de afectar el bien jurídico tutelado por la ley penal al reprimir los delitos contra la administración pública...” (C.C.C., Sala V. , causa n° 25.994 “Caprio, Mario”, rta. 29.3.05 y sus citas)”. “Se ha sostenido que el “...delito de tráfico de influencia agravado previsto en el segundo párrafo del artículo 256 bis del Código Penal, ...no requiere ninguna cualidad especial del sujeto activo. En definitiva, la conducta típica que consiste en solicitar dinero para hacer valer indebidamente su influencia ante un funcionario público prima facie demostrada, consistente en un pedido dinerario a quien se encontraba siendo investigado en una causa penal era precisamente para influir ante aquellos empleados o funcionarios del juzgado con poder de incidencia en su favor. Al mismo tiempo, la influencia indebida a la que se refiere el tipo penal supone o consiste en la posibilidad de una interferencia en el proceso de decisión del funcionario público, la que, por otro lado, debe ser real y USO OFICIAL comprobable (al respecto, Carlos Creus y Jorge E. Buompadre, Derecho penal, parte especial, Tomo 2, Ed. Astrea, Buenos Aires, 2007, pág. 301). Cabe aclarar en este punto que, conforme se desprende del debate parlamentario que precedió a la sanción del delito, no se requiere ninguna relación en particular entre el sujeto activo y el funcionario (por ejemplo, de jerarquía o parentesco), sino sólo la posibilidad de influenciarlo de un modo indebido ...” (ver de la Sala I del Tribunal, causa n° 39.561 “León, Ariel y otros s/procesamiento”, rta. 11.7.07, reg. n° 747)”. C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 16.6.2011 “Tiscornia” Causa 30.348 Reg. 33.035 J. 6 - S. 11 COMPETENCIA. COMPETENCIA DEL FUERO ORDINARIO. AMENAZAS. “…la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha establecido en diversos precedentes que “…resulta competente la justicia ordinaria para conocer acerca del delito previsto en el art. 149 ter del Cód. Penal, cuando resultare de un modo inequívoco que los hechos imputados tienen una estricta motivación particular, y que, además, no se da la posibilidad de que resultare afectada, en forma directa o indirecta, la seguridad del Estado nacional o de alguna de sus instituciones (Fallos 305:2054; 306:434; 313:912 y Competencia N° 32, XXXIII in re "Bravo, Walter O. s/ infracción al art. 149 ter del Cód. Penal”).” (Publicado en LA LEY 1999-D, 226 - DJ 1999-2, 1183, ver también de esta Sala “CASINO BUENOS AIRES S.A. s/ competencia” del 7 de noviembre de 2006)”. C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun – Farah 5.7.2011 “Baygorria” Causa 30.490 DECLARACIÓN Reg. 33.099 INDAGATORIA. SOLICITUD J. 12 - S. 23 DE AMPLIACIÓN. RECHAZO. NULIDAD. PROCEDENCIA. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. “En primer término, y con relación al agravio vinculado al rechazo de la solicitud de ampliar su declaración indagatoria, resulta ineludible precisar el contenido del art. 303 del C.P.P.N. en cuanto establece que: “El imputado podrá declarar cuantas veces quiera, siempre que su declaración sea pertinente y no aparezca sólo como un procedimiento dilatorio o perturbador. Asimismo, el juez podrá disponer que amplíe aquélla, siempre que lo considere necesario”. “En lo que hace al criterio para habilitar la procedencia de las declaraciones espontáneas, se ha sostenido: “Durante la etapa instructoria, el legislador pretende que el ejercicio del derecho de defensa por parte del 75 imputado sea lo más amplio posible, y lo autoriza a declarar en nuevas oportunidades para que pueda manifestarse libremente acerca de su participación en el suceso delictivo, aspecto que redundará en beneficio de la averiguación de la verdad real. Carece de límite esa facultad, salvo que sus aportes sean inconducentes o notoriamente dilatorios, en cuyo caso el juez podrá denegar esa pretensión. Por supuesto que, en la duda, el magistrado deberá ser amplio en la concesión de ese derecho (...)” (cfr. Guillermo Rafael Navarro y Roberto Raúl Daray, “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, Tomo 2, Ed. Hammurabi, 3ra edición, Buenos Aires, 2008, p. 910).” “Siguiendo esa misma línea argumental, se ha dicho que no resulta dilatoria la pretensión “si los letrados fueron propuestos y aceptaron el cargo recientemente y casi en forma inmediata realizaron la petición” (ver causa nº 22061 “Luna, Rafael”, Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, rta. el 18/09/03), supuestos que concurren en el caso bajo estudio…”. “…entendemos que existió una vulneración sustancial al derecho de defensa en juicio del imputado, lo que conlleva a declarar indefectiblemente la nulidad de ese auto, por cuanto se vislumbra en él la ausencia total de fundamentación para denegar la solicitud de la defensa. Al respecto, se ha dicho: “Corresponde declarar la nulidad del auto que deniega la ampliación de la declaración indagatoria pues dicho acto configura el medio de defensa por excelencia, de manera tal que su denegatoria infundada vulneraría la garantía consagrada por el art. 18, C.N., ya que implicaría una violación del derecho de defensa (...)” (ver causa nº 6755 “Saavedra, Juan L.”, Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, rta. el 22/05/97).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun 15.7.2011 “Salas” Causa 29.951 Reg. 33.199 J. 11 - S. 21 DESOBEDIENCIA. ART. 239 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “Cabe mencionar que no todo incumplimiento de una orden judicial trae aparejada la comisión del delito de desobediencia, pues esa figura “…exige para su configuración que exista una “orden” emanada de un funcionario público, la cual debe estar dirigida a una persona. No deben reputarse como válidas a los efectos de la mencionada figura todas aquellas órdenes generales, en las cuales no se encuentra individualizada la persona que debe cumplirla” (Donna, Edgardo Alberto, “El Código Penal y su Interpretación en la Jurisprudencia”, Tomo II, Rubinzal-Culzoni”, Santa Fe, 2010, pág 363/4, con cita de fallo de la CNCCorr., Sala VI, c. 27.594 “Cetrad”, rta. el 20-2-2006).” C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 12.7.2011 “Laperchia” Causa 30.407 Reg. 33.140 J. 3 - S. 6 ESTUPEFACIENTES. TENENCIA DE DROGA PARA CONSUMO PERSONAL. ART. 14 SEGUNDO PÁRRAFO LEY 23.737. SUSPENSIÓN DEL PROCESO EN LOS TÉRMINOS DEL ART. 18 LEY 23.737. INCUMPLIMIENTO DE LA MEDIDA CURATIVA. CONSECUENCIAS. PLAZOS PROCESALES. PLAZO RAZONABLE. ALCANCES. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. “El segundo párrafo del art. 18 citado señala que si “… transcurridos dos años de tratamiento, por falta de colaboración del procesado, no se obtuvo un grado aceptable de recuperación, se reanudará el trámite de la causa …”. “Al respecto, se ha advertido que no puede afirmarse que el tratamiento haya fracasado si ni siquiera ha comenzado, circunstancia que en modo alguno puede ser encuadrada dentro del supuesto de falta de colaboración que menciona esa disposición, desde que corresponde al órgano jurisdiccional disponer los medios necesarios para que el tratamiento de rehabilitación sea implementado (conf. causa n° 30.113 “Estévez, Fabián Adrián s/suspensión del proceso” reg. n° 33.129 del 7/7/11 y sus citas).” 76 Poder Judicial de la Nación “Cabe recordar que esta Sala ya se expidió en un caso similar en torno al régimen establecido en esa disposición, destacando que Ael requisito de ´colaboración´ ... no podría ser interpretado en un sentido tal que sea que le corresponde al propio afectado por la medida tomar la iniciativa de que el tratamiento se lleve a cabo. Cuando se produce alguna falla institucional por la cual el tratamiento no se realiza, la opción por la aplicación de la pena no podría entrar en consideración sin más@, habiéndose descartado que -aún siendo atendibles las razones de imposibilidad material y funcional que mencionó el juez de ejecución- la desvinculación definitiva del procesado dependa del análisis de la prescripción de la acción (causa n° 26.966 AMorichelli, Elizabeth s/ extinción de la acción penal@, reg. n° 29.234 del 27/11/08 con cita de Patricia Ziffer, ALa distinción entre penas y medidas y la prescripción de la acción penal en la ley 23.737@, RDPyPP, Lexis Nexis, 7/2008, pág. 1158).” “En virtud de tales consideraciones, ponderando que han transcurrido cerca de 9 años desde que se decretó el procesamiento y se impuso la realización de la medida de rehabilitación que menciona el art. 18 de la ley 23.737, la solución que ha adoptado el a quo es la que mejor preserva el derecho del imputado a obtener un pronunciamiento que, definiendo su posición frente a la ley y a la sociedad, ponga término del modo más breve, a la situación de incertidumbre y de restricción de la libertad que comporta el enjuiciamiento penal (CSJN: Fallos: 272:188).” USO OFICIAL C.C.C. Fed. Sala II Irurzun - Farah 12.7.2011 “Prado” Causa 30.511 Reg. 33.141 J. 5 - S. 9 LAVADO DE DINERO. ART. 278 CP. REQUISITOS TÍPCOS. “…la procedencia criminal de los bienes que son objeto de blanqueo sólo re la procedencia criminal de los bienes que son objeto de blanqueo sólo requiere la comprobación genérica de una actividad delictiva previa que, según las circunstancias del caso, permita la exclusión de otros orígenes posibles, sin que sea necesaria ni la demostración plena de un acto delictivo específico ni de los concretos partícipes en el mismo (conf. CNCP Sala I, causa “Orentrajch”, Reg. 8622, rta. el 21/3/2006)” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 14.7.2011 “Bellone” Causa 30.155 Reg. 33.183 J. 4 - S. 9 MEDIDAS CAUTELARES. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “Que este Tribunal, con sustento en doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha indicado que “…una medida de no innovar no puede ser utilizada para incumplir una orden de otro Juez…”, en tanto que “…una cautelar de tales características, no puede, como regla, interferir en el cumplimiento de pronunciamientos judiciales, ni ser empleada para impedir u obstaculizar el derecho de índole constitucional de ocurrir a la justicia para hacer valer los derechos que las partes interesadas consideran tener…” (confr. causa N° 30.311, “Incidente de apelación de Pierrestegui, Jorge Alberto” del 23/5/2011, Reg. N° 32.921, causa N° 26.877, “Natalutti, Claudio R. s/no hacer lugar a la medida precautoria”, del 11/11/2008, Reg. N° 29.153 y su cita y causa N° 22.088, “ONABE s/medida de no innovar”, del 10/3/05, Reg. N° 23.473, en la que se citó C.S.J.N., causa L. 297 XXXII ORIGINARIO, “Lawsa c/Catamarca, Provincia de (Dirección Provincial de Aeronáutica) s/interdicto de retener”, del 16/7/1996).” “En este sentido, cabe agregar que si bien es atendible el fundamento traído a colación por el recurrente, mediante vía jurisprudencial, en punto a que haría excepción a esta regla la necesidad de impedir que los delitos investigados produzcan mayores lesiones o infrinjan daños a las víctimas de mayor intensidad o ya de imposible reparación, como sucedería a través del agotamiento de una actividad ilícita (confr. C.C.C., Sala de Feria, “Jofré, Hugo”, del 26/1/99, publicado en J.A. 1999-II, págs. 586/587, con cita de Vélez Mariconde, “Derecho Procesal Penal”, 2° ed., Ed. Lerner, 1969, T° I, pág. 338); también lo es que para acceder a ello, el derecho invocado debe hallar verosimilitud…”. 77 C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 13.7.2011 “Dres. Rubio y Ciccardo” Causa 30.590 Reg. 33.167 J. 5 - S. 10 NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. ART. 265 CP. REQUISITOS TÍPICOS. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. DISIDENCIA. “… la figura penal descripta por el artículo 265 del Código Penal prevé como elemento típico la posibilidad de que el interés se canalice por interpósita persona. Esto significa, sin lugar a dudas, que el legislador ha admitido la hipótesis de intervención de terceras personas que no reúnen la calidad especial de funcionario público; más aún cuando la contribución al hecho es de una entidad tal que el delito no podría haberse cometido de otro modo. Respecto de los delitos que requieren en el autor un carácter especial -delitos especiales-, no existe en la actualidad mayor discusión en la doctrina acerca de la posibilidad de imputar, en calidad de partícipe, a aquella persona que dolosamente coopera en el hecho de otro. Ello en la medida en que exista accesoriedad, aún cuando no se encuentren las características típicas para ser autor, ya que el partícipe no es autor en forma directa, sino que actúa típicamente cuando lo hace por vía del hecho del autor (esta Sala, cn° 34.241 “Massholder, J.”, rta. el 8/4/03, reg. n° 250)” (Del voto del Dr. Freiler). “Con relación a dicho delito, se trata de “…avocar sobre el negocio (…) una pretensión de parte no administrativa, es decir, de actuar en la operación no sólo como funcionario, sino, como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración…” (Creus, Carlos, “Dcho. Penal, parte especial”, Ed. Astrea, Bs As 1999, Tomo II, pág. 299)” (Del voto del Dr. Freiler). “Por su parte, el Dr. Marcelo A. Sancinetti ha sostenido que: “…también serán punibles sólo como partícipes, desde luego, por tratarse de un delito especial propio, aquellos que, aunque estén persiguiendo un interés definido, no reúnan la calidad especial de autoría.” (Sancinetti, “Negociaciones Incompatibles con el ejercicio de funciones públicas”, Doctrina Penal, Año 9, n° 33/34, 1986, Ed. Depalma, pág. 84)” (Del voto del Dr. Freiler). “Al respecto esta Alzada en los autos n° 38.401 “Alsogaray, Ma. Julia” rta. el 20/12/05, reg. n° 1489, expresó que: “la figura escogida en el auto de mérito para dar encuadre a la conducta de los funcionarios liquidadores, no ha de interpretarse en el sentido de restar importancia a la actuación de la contratista o privarla de aspecto delictivo. Por el contrario, es difícilmente explicable la actitud asumida por aquellos sin la correlativa participación de quien en definitiva se benefició de la conducta” (conf. causa n° 42.511 “Leonetti, Jorge A”, rta. el 21/4/09, reg. n° 324)” (Del voto del Dr. Freiler). “…la calidad de funcionario público requerida por el tipo penal previsto en el art. 265 del Código Penal, lo cierto es que esa condición, como bien dice el fiscal de la anterior instancia en su apelación deducida a fs. 7/8, no se exige para el partícipe, en la medida en que el propio tipo penal prevé que la acción típica puede ser ejecutada por el funcionario a través de “… persona interpuesta o por acto simulado…” (ver, por ejemplo, la decisión de la Sala II de este Tribunal, adoptada respecto de Elba Sánchez en el marco de la c.n° 26.977 “Torresi, Rubens y otros s/ procesamiento”, reg. n° 29.687, rta. el 31/03/09)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Para dilucidar la cuestión resulta necesario diferenciar al partícipe del funcionario, por un lado, de los beneficiarios de su conducta ilícita, por el otro, por cuanto el legislador, al redactar el tipo penal denominado como “Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas”, a diferencia de otros supuestos (como los previstos en el Capítulo VI: “Cohecho y tráfico de influencias”, del Título XI, Libro Segundo, del Código Penal), no previó castigo para los últimos” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Véase que la razón de ser de la protección legal es la necesidad de “…eliminar cualquier factor de perturbación de la imprescindible equidistancia que debe guardar el funcionario en los contratos y operaciones en que intervenga la administración, evitando incluso la simple sospecha de parcialidad, a la vez que procura poner coto a su codicia personal, que puede verse favorecida por la calidad en que actúa en aquellos negocios jurídicos…” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Es por ello que “…la conducta punible es la de interesarse en el contrato u operación, o sea la de hacer 78 Poder Judicial de la Nación intervenir en ellos un interés propio y particular, situarse ante ellos no sólo como funcionario sino, conjuntamente, como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración…” (Carlos Creus, “Derecho Penal. Parte Especial”, T. 2, editorial Astrea, Buenos Aires, 1988, páginas 308/309)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Desde el acento puesto en la “incompatiblidad” a que hace alusión el nombre adjudicado por la ley misma a esta conducta -que opera como guía de interpretación del tipo penal- y del modo en que fue redactada la norma a lo largo de todas sus reformas (ver al respecto el análisis realizado por Jorge E. Buompadre en “Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial” tomo n° 10, de D. Baigún y E. R. Zaffaroni, editorial Hammurabi, Bs. As., año 2011, págs. 777 a 780; y Rodolfo Moreno (hijo) en “El Código Penal y sus antecedentes”, tomo VI, H. A. Tommasi editor, Bs. As., año 1923, págs. 243 a 249), se desprende a nuestro modo de ver que lo que es objeto de sanción por el art. 265 del Código Penal es la conducta del funcionario que actúa como tal en un negocio u operación en la que concurre un interés particular que hubiera justificado su apartamiento, a punto tal que “…no es indispensable que el interés particular tenga que aparecer como contrapuesto al de la administración (…) es más, se dará igualmente el delito aunque el interés esté constituido por una pretensión que beneficie rotundamente a aquella…” (Carlos Creus, obra citada, página 310), con lo que no exige la norma que la conducta cause un perjuicio patrimonial determinado” (Del voto de los Dres. Ballestero USO OFICIAL y Farah). “Imputar a una persona, distinta del funcionario público, haber intervenido como partícipe necesario en un hecho que es calificado a la luz del tipo penal previsto en el art. 265 del C.P.N., requiere que esa persona haya contribuido necesariamente en la desviación del interés público en provecho de un beneficio particular, del funcionario o de un tercero” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Si se analiza la ley de la que surge la redacción del tipo penal actual: ley 25.188 “Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública” (el art. 35 es el que modifica el Código Penal y fija el actual art. 265), resulta evidente que lo que la norma penal intenta reprimir es, únicamente, al funcionario público que -por sí o persona interpuesta- al intervenir en una maniobra en la que tenga un interés particular, desvíe el interés de la administración pública en beneficio propio o de un tercero. Una persona que tuviera una relación cercana a un funcionario -que intervenga en una operación de este tipo- y quisiera participar de la contratación, no incurriría en este delito ya que la norma apunta, como ya hemos dicho, al funcionario que debe apartarse para no desviar el interés de la administración y no lo hace (respecto de las causales de abstención, ver los arts. 2, incisos g) e i), 13 y 14 de la ley mencionada)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “En este sentido, Francesco Carrara logra explicar, de la manera sencilla y profunda que lo caracteriza, lo que pretendemos expresar en este voto: “…[E]n el abuso de funciones que no se manifiesta en una acción ya de por sí criminosa, todo el objeto jurídico del delito está en la violación de los deberes especiales que al funcionario le impone su cargo, y por lo tanto, en una relación exclusivamente personal entre la sociedad y el oficial público” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Yo creo que desde este punto de vista no repugna que el particular quede impune. En cambio, sentiría repugnancia en castigar a un ciudadano particular como cómplice de una falta de funciones cometida por un empleado, cuando ésta no se manifieste precisamente en una acción que por sí misma sea criminosa y no degenere en corrupción…” (“Programa de Derecho Criminal. Parte especial” volumen V, n° 7, editorial TemisDepalma, Buenos Aires, año 1977, pág. 79)” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). “Coinciden con este espíritu las conclusiones de Ricardo Núñez al cabo de su dictamen sobre el proyecto de ley del Poder Ejecutivo, que entre otras cosas agravaba las penas para el delito de negociaciones incompatibles (ver el debate parlamentario de la Ley n° 16.648, en Cámara de Diputados, de fecha 2 de septiembre del año 1964). Allí el profesor decía que el objetivo era aumentar las defensas contra las conductas de los agentes de la administración pública lesionadoras de la soberanía popular, pues el Estado “no se defiende restringiendo irrazonablemente la libertad de los gobernados, sino mediante reglas que depuren el ejercicio de esta libertad y el de la función pública” (Del voto de los Dres. Ballestero y Farah). 79 C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 7.07.2011 “Leonetti” Causa 44.829 Reg. 734 J. 11 - S. 21 QUERELLA. LEGITIMACÍON ACTIVA. REQUISITOS. CRITERIO AMPLIO. DESESTIMACIÓN. ARCHIVO. CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. “En efecto, esta Sala se ha enrolado en una concepción amplia en lo atinente a la determinación de la legitimación procesal activa, sosteniendo que el bien jurídico protegido no constituye una pauta definitoria a esos efectos y que no existe óbice para que quien dice haber sido afectado se incorpore al proceso como querellante si de los hechos que denuncia pudo derivar un perjuicio directo y real para él (ver causa n° 27.345 “Cook”, reg. n° 29.341 del 18/12/08, causa nº 18.833 “Rohm”, reg. nº 20.407 del 5/11/2002, causa nº 14.138 “Las Piedras”, reg. nº 15.119 del 19/2/98, causa nº 12.743 “D.A.I.A.”, reg. nº 13.731 del 19/11/96 y sus citas, entre muchas otras)” (Del voto de los Dres. Horacio R. Cattani y Martín Irurzun). “Los alcances de esa postura han llevado, por ejemplo, a otorgar el rol de querellante a quien alegaba haber sido ilegítimamente excluido de una convocatoria pública, para favorecer a terceros (ver causa n° 20.385 “Puey”, reg. n° 21.637 del 16/10/03)” (Del voto de los Dres. Horacio R. Cattani y Martín Irurzun). “…el derecho a adquirir legitimación activa no puede depender ni de la demostración acabada de la existencia de ciertos acontecimientos, ni de su probabilidad más o menos próxima (conf. Sala II de la CNCP, causa n° 12.854 “N.N. s/ recurso de casación”, reg. n° 16.927 del 17/2/10; y de esta Sala, causa n° 29.563 “Perotti”, reg. n° 32.075 del 25/10/10)” (Del voto de los Dres. Horacio R. Cattani y Martín Irurzun). “Para revisar ese argumento, vale recordar que, según pacífica doctrina, la desestimación y el archivo de las actuaciones no causan estado; y es procedente reiniciar la investigación si, luego de decretados esos temperamentos, surgen nuevos hechos que antes no fueron considerados (C.S.J.N. Fallos 324:1201; C.N.C.P. Sala I, causa n°3956 “Lucci” reg. n°5061 del 27/5/02; Sala II, causa n° 3792 “Ruggerio”, reg n° 4987 del 14/6/02 y Sala III, causa n° 5649 “Tito”, reg n° 38/05 del 14/2/05; y de este Tribunal, causa n° 21.471 “Tito” reg. n° 23.035 del 2/11/04).”(Del voto de los Dres. Horacio R. Cattani y Martín Irurzun). “… igual que mis colegas preopinantes, he venido sosteniendo en varios precedentes que la titularidad del bien jurídico protegido no es una pauta excluyente para obtener legitimación procesal activa; y más concretamente, he afirmado también que, en los delitos que agravian inmediatamente a la Administración Pública, no debe excluirse aquellos bienes garantizados secundaria o subsidiariamente (ver de la Sala I, causa n° 45.433 “Guardia Mendonca”, reg. n° 697 del 28/6/11 y sus citas)” (Del voto del Dr. Eduardo G. Farah). “Ahora bien. Esas pautas son aplicables siempre que exista en cabeza del peticionante una posibilidad real de perjuicio, aunque aquella sea alegada en forma hipotética (ver cita)…” (Del voto del Dr. Eduardo G. Farah). C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 14.7.2011 “Gtech” Causa 30.528 Reg. 33.176 J. 5 - S. 10 RECURSO DE APELACIÓN. APELACIÓN CONTRA EL DECRETO QUE LE CONCEDE IGUAL RECURSO A LA CONTRAPARTE. IMPROCEDENCIA. “…se pretende articular una apelación contra el decreto que le concede igual recurso a la contraparte, el que por su naturaleza resulta inapelable de conformidad con lo que disponen los artículos 432, primer párrafo, 444 y 449 del Código Procesal Penal de la Nación, principio que sólo admite excepción en aquellos casos en que se alegue o advierta un supuesto de arbitrariedad del que derive un agravio de imposible reparación ulterior (conf. causa n° 30.056 “Edgemere Ltd. y otros s/queja”, rta. 22.3.11, reg. n° 32.699; c. n° 27.184 “Delogu”, rta. 27.11.08, reg. n° 29.233, entre otras)…”. C.C.C. Fed. Sala II 13.7.2011 Cattani -Irurzun - Farah “Lorenzetti” 80 Poder Judicial de la Nación Causa 30.721 Reg. 33.171 J. 8 - S. 15 RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS DE MOTIVACIÓN PARA SU PROCEDENCIA. ART. 438 CPPN. “En la instauración de los recursos a los que se alude en el artículo 438 del Código Procesal Penal de la Nación, esto se traduce en la exigencia de la específica indicación de los motivos en los que se sustenta la impugnación, lo que encuentra su ratificación en el artículo 445 de ese cuerpo normativo, según el cual los motivos del agravio posibilitan a la Alzada delimitar el marco de su conocimiento y coetáneamente determinar los puntos de la resolución que se cuestionan (conf. Código Procesal de la Nación -Ley 23.984- comentado y concordado”, Levene, R. (H), Casanovas, J., Levene y Hortel, E., págs. 387 y ss.). De ahí, pues, la previsión contemplada en el artículo 450 del Código Procesal Penal de la Nación”. “En suma, el objetivo de la ley de rito, al demandar la individualización concreta del vicio invocado, es evitar apelaciones genéricas e indiscriminadas”. “Así, debe indicarse cuáles son los motivos de agravio que la resolución genera. Conforme enseña Clariá Olmedo, la motivación es “la expresión de censura que exhibe el o los vicios atribuidos a la resolución, vale decir las razones que la hacen injusta o ilegal” (Derecho Procesal Penal, T. II, Ed. Marcos Lerner, Córdoba, 1984, pág. USO OFICIAL 355)”. “Si bien el a quo franqueó el acceso de la parte a esta instancia revisora, cabe recordar que el alcance del juicio de admisibilidad que prevé el artículo 444 del Código Procesal Penal de la Nación no es definitivo. Si se considera que el recurso es formalmente improcedente y ha sido mal concedido podrá desecharse sin que medie pronunciamiento sobre el fondo en cualquier momento, ya sea antes o después de la audiencia para informar o al tiempo de dictar sentencia (conf. doctrina de la C.N.C.P., de sus Sala II c. n° 774 “Lupadit Lardizabal”, rta. el 14/10/96, reg. n° 1103 y c. n° 3940 “Rojas Condorí”, rta. el 28/11/02, reg. n° 5339; de su Sala III c. n° 3997 “Fontanés”, rta. el 11/02/03 y sus citas)”. C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 5.07.2011 “Cueli” Causa 45.852 Reg. 726 J. 7 - S. 13 ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO. ART. 248 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “La figura penal a la luz de la cual se examinaron los sucesos denunciados es aquella tipificada en el artículo 248 del Código Penal de la Nación, que sanciona al funcionario público que “dictare resoluciones u órdenes contrarias a las constituciones o leyes... o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le incumbiere”.” “La figura de mención ha sido analizada anteriormente por esta Sala, habiéndose sostenido que “...es conveniente determinar cuál es el alcance o el sentido otorgado a la palabra abuso. Al respecto, cabe recordar las palabras de Carrara, para quien ese término contempla en sí mismo dos significados diversos sumamente diferentes, denominándose a uno de ellos sentido ontológico y al otro sentido jurídico. En sentido ontológico se abusa de una cosa siempre que se emplea para un servicio diverso de su destino natural. En sentido jurídico se abusa de una cosa aunque se la emplee según su destino, si esto se hace de modo ilícito o por fines ilícitos...” (Causa n° 44.143, “Greco, Cayetano”, rta. 29/06/10, reg. n° 614, entre otras).” “En la misma línea, enseña Soler que “un acto puede ser abusivo solamente por dos motivos: a) por ser contrario a la constitución a la ley en el sentido formal, esto es, por consistir en una acción que la ley no consiente... b) por ser el acto sustancialmente improcedente en concreto, aun cuando sea posible en derecho... El abuso de autoridad presente, pues, la doble forma del ejercicio de una facultad que se sabe inexistente como tal, y la del ejercicio de una facultad existente en condiciones conocidamente falsas...” (Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, ed tea., Buenos Aires, 1992, tomo V, pág. 182/3).” “…esta Sala ha sostenido, citando a Donna, que “uno de los requisitos esenciales que debe contener este tipo 81 penal es la existencia de dolo directo, pues para su configuración resulta indispensable la existencia del propósito de violentar la ley de modo tal de menoscabarla mediante el empleo abusivo de la autoridad. En otros términos, ‘el autor debe conocer la ilegalidad de las resoluciones y órdenes que se dictan trasmitan o ejecutan y debe tener la voluntad de dictarlas, ejecutarlas o abstenerse de cumplirlas, según los supuestos de que se trate’ (Donna, Edgardo Alberto, Delitos contra la Administración Pública, Rubinzal Culzoni, 2da edición actualizada, 2008, p. 190)”.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 9.8.2011 “Jaime” Causa 45.626 Reg. 864 J. 8 - S. 15 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. CALIFICACIÓN LEGAL QUE CORRESPONDE TENER EN CONSIDERACIÓN. “Se ha dicho reiteradamente que a los fines de establecer correctamente si la acción penal se encuentra prescripta corresponde tener en cuenta el grado de participación y la posible calificación legal más gravosa así como el mayor nivel de desarrollo del iter criminis (ver en tal sentido de la Sala II, causa n° 13.657 "Rosman", reg. n° 14.763, rta. el 21/10/97; causa n° 21.508 "Iaiza", reg. n° 23.198, rta. el 2/12/04; causa n° 22.861 "Bastos", reg. n° 24.388, rta. el 1/11/05; causa n° 24.313 "Jassan", reg. n° 25.786, rta. el 3/10/06; entre otras). Sin embargo, debe aplicarse la posible calificación más gravosa que razonablemente pueda corresponderle (CNCP, Sala I, causa N° 8381, “Lezcano”, reg. 11.297, del 16/11/1997). La significación jurídica propuesta por la querella carece de ese atributo.” C.C.C. Fed. Sala I Farah - Cattani 8.8.2011 “Sosa” Causa 45.355 Reg. 863 J. 2 - S. 4 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. DELITO PERMANENTE. CONCEPTO. “El artículo 63 del Código Penal dispone que la prescripción de la acción penal comienza a correr desde la medianoche del día en que se cometió el delito, es decir, desde el momento de su consumación y lo que discute la apelante es precisamente el momento en que se configuró esta última circunstancia.” “Es del caso subrayar que los delitos permanentes son aquellos cuya estructura típica admite que el acto consumativo se prolongue en el tiempo. La expresión verbal con que la ley describe el delito, ha de permitir que la consumación sea continua e invariablemente típica, antijurídica y culpable, durante un tiempo que puede prolongarse (Carlos Fontan Balestra, “Tratado de Derecho Penal”, tomo I, parte general, pág. 460 y ss. AbeledoPerrot).” “Cabe destacar que: “…en el delito permanente (…) se da también una unidad de acción (…) en el cual pertenece a la acción típica no sólo la fundamentación, sino también el mantenimiento de una situación jurídica permanente …” (Welzel, Hans, “Derecho Penal Alemán”, trad. de la 12ª. Edición alemana, ed. Jurídica Chile, Santiago, 1937, p. 310).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 23.8.2011 “Codega” Causa 45.377 Reg. 920 J. 11 - S. 21 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. INTERRUPCIÓN DEL CURSO DE LA PRESCRIPCIÓN. HECHOS CRIMINALES ENTRE SÍ. “Sentado lo anterior, cabe resaltar que no puede asignarse al hecho 6 (2004) carácter interruptivo del curso de la prescripción del hecho 5 (1999) como lo pretende el apelante, en virtud del criterio jurisprudencial de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que sostiene que los hechos criminales “entre sí no tienen carácter interruptivo, de no mediar una sentencia judicial firme que declare su realización y atribuya responsabilidad al 82 Poder Judicial de la Nación mismo encausado” (Fallos 312:1351 y 323:717).” “Tal razonamiento ha sido receptado por cada una de las Salas de la Cámara Nacional de Casación Penal en los siguientes términos: “la creación pretoriana de una causal de interrupción o de suspensión resulta contraria a la garantía del debido proceso legal establecida en el artículo 18 de la Constitución Nacional” (ver de la Sala IV causa nº 3.202 “Barlett”, reg. nº 4627, rta. el 16/09/02; de la Sala III causa nº 5.992 “Antón”, reg. nº 811, rta. el 4/10/05; de la Sala II causa nº 5.200 “Robledo”, reg. nº 6.938, rta. el 20/09/04 y de la Sala I causa nº 4.094 “Marchant”, reg. nº 5.095, rta. el 10/06/02, entre otras).” “En igual sentido, la Sala Primera de esta Cámara afirmó que “no dictar el sobreseimiento de un imputado por extinción de la acción penal por prescripción con fundamento en la posibilidad de que recaiga condena respecto de un hecho que se está investigando implica introducir por vía judicial una causal no legislada de suspensión del curso de dicho instituto en violación al principio de legalidad formal” (ver causas nº 41.184 “Pérez”, reg. nº 539, rta. el 19/05/08 y nº 38.941 “Herrero”, reg. nº 1.320, rta. el 28/11/06).” “La interpretación normativa que se desprende de los argumentos precedentemente citados fue también adoptada por esta Sala (ver causa nº 26.851 “Ubieta, Analía s/ prescripción”, reg. nº 28.962, rta. el 23/09/08).” USO OFICIAL C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 23.8.2011 “Saud” Causa 30.298 Reg. 33.337 J. 10 - S. 19 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. PAUTAS A CONSIDERAR. PLAZOS PROCESALES. PLAZO RAZONABLE. ALCANCES. “Se ha dicho reiteradamente que a los fines de establecer correctamente si la acción penal se encuentra prescripta corresponde tener en cuenta el grado de participación y la posible calificación legal más gravosa así como el mayor nivel de desarrollo del iter criminis (ver en tal sentido de la Sala II, causa n° 13.657 "Rosman", reg. n° 14.763, rta. el 21/10/97; causa n° 21.508 "Iaiza", reg. n° 23.198, rta. el 2/12/04; causa n° 22.861 "Bastos", reg. n° 24.388, rta. el 1/11/05; causa n° 24.313 "Jassan", reg. n° 25.786, rta. el 3/10/06; entre otras). Sin embargo, debe aplicarse la posible calificación más gravosa que razonablemente pueda corresponderle (CNCP, Sala I, causa N° 8381, “Lezcano”, reg. 11.297, del 16/11/1997). La significación jurídica propuesta por la querella carece de ese atributo.” “Finalmente, no puede dejar de advertirse que la subsistencia del presente proceso resulta incompatible con el derecho de todo imputado a un juicio sin demoras indebidas tal como lo prescribe el artículo 18 de la Constitución Nacional y los tratados internacionales con rango constitucional. En pocas palabras, la causa se inició en el año 1988, se llamó a prestar declaración indagatoria a los imputados en el año 1992, y todavía después de 20 años, estaría lejos de concluir (Fallos 272:188; 327:327 y S.167. XLIII, “Recurso de Hecho Salgado, Héctor y otros s/defraudación a la adm. Púb.” del 23/06/09).” C.C.C. Fed. Sala I Farah - Cattani 23.8.2011 “Da Corte” Causa 45.469 Reg. 917 J. 2 - S. 4 ARRESTO DOMICILIARIO. PRISIÓN PREVENTIVA. SUPUESTO EN QUE PROCEDE. “La ley 24.660, en su art. 32, prevé claramente en dos hipótesis independientes de detención domiciliaria los supuestos alegados por el Sr. Fiscal (ver de esta Sala, c. n° 26.576, “Palet”, rta. el 19/5/2008, reg. n° 28.439). En el inciso a) respecto del “interno enfermo cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario le impida recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia y no correspondiere su alojamiento en un establecimiento hospitalario”; y, por otra parte, en el inciso d) respecto del “interno mayor de setenta (70) años”. Ahora bien, la Sra Juez de grado ha concedido el arresto domiciliario del nombrado en base al inciso d).” (Del voto de los Dres. Irurzun y Farah) “Si bien este Tribunal ha destacado en diversas ocasiones no sólo el interés estatal en la persecución del tipo de 83 delitos que se le atribuyen al encartado -de lesa humanidad-, “…sino también su compromiso internacional de investigarlos, perseguirlos y sancionarlos…” (c. n° 23.307, “Yanzón, Rodolfo s/lugares de alojamiento de detención”, rta. 27/12/05, reg. n° 24.666), ello no se contrapone con la aplicación del arresto domiciliario cuando el imputado se encuentra comprendido en una de las hipótesis que prevé la ley para acceder a él y no se aprecia, como en este caso, que esa modalidad de cumplimiento de la prisión, dé lugar a la posibilidad de que el imputado se fugue o entorpezca la marcha del proceso.” (Del voto de los Dres. Irurzun y Farah) “Finalmente y frente al agravio del Sr. Fiscal, cabe señalar que no debe olvidarse que “…la prisión domiciliaria no es una medida diferente al encierro que se decide en el momento de imposición de una condena o de un encierro preventivo, sino una alternativa que se decide como una modificación en la forma de ejecución de penas o de una medida cautelar ya impuestas, y de ninguna manera su implementación puede importar una sustitución de las mismas, como puede ocurrir con las sanciones autónomas que funcionan en el derecho comparado…En este sentido, el Tribunal Superior de la provincia de Córdoba, en el caso “Pastor” sostuvo que la prisión domiciliaria no constituye un cese de la pena impuesta ni su suspensión sino que, como surge claramente de su nombre y su ubicación en la legislación se trata de una alternativa para situaciones en las que los muros de la cárcel son sustituídos por un encierro en el domicilio fijado (para su texto cfr. “Pensamiento Penal y Criminológico”, Año II, n° 2, 2001, pág. 307).” -in re, CCC Fed., Sala II, causa n° 21.777 “Suarez Mason, Carlos G.”, rta. 2/12/04, reg. n° 23.197-.” (Del voto de los Dres. Irurzun y Farah) “Un estudio más profundo del nuevo texto legal del art. 32 de la ley 24.660, luego de la reforma de la ley 26.472, me persuaden de que, a diferencia de lo que he sostenido en anteriores oportunidades, la interpretación correcta es la postulada por mis colegas, en el sentido de que superar los setenta años de edad constituye una circunstancia que per se alcanza para la adopción de la medida aquí cuestionada, salvo que exista un riesgo procesal que desaconseje que el imputado permanezca en su domicilio cumpliendo prisión preventiva. Es por ello que, teniendo en cuenta las constancias de autos, coincido con el criterio expresado por los Dres. Irurzun y Farah.” (Del voto del Dr. Cattani) C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 9.8.2011 “Otero” Causa 30.495 Reg. 33.261 J. 1 - S. 1 AUTO DE PROCESAMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO. “Luego de lo expuesto, vale aclarar que para proceder al dictado del auto de mérito que se trata, la ley requiere probabilidad, a la que se considera presente cuando concurren motivos para negar y motivos para afirmar, más éstos superan a los primeros aunque sin necesidad de que exista una certeza positiva, la que no se alcanza en virtud de la vigencia no superada de los motivos para negar (conf. Cafferata Nores, J. I. Temas de Derecho Procesal Penal, pág. 9, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1998, cita utilizada por esta Sala I en C.N°29.255 “Azambuja Patrone, F.”, reg. 1020, del 9/12/97).” “En esa inteligencia, cabe decir que el procesamiento contiene un juicio de probabilidad acerca de la existencia del hecho delictuoso y de la responsabilidad que como partícipe le corresponde al imputado.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 11.8.2011 “Yépez” Causa 45.942 Reg. 881 J. 5 - S. 9 AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN. COAUTORÍA. PARTICIPACIÓN. CARACTERÍSTICAS. REQUISITOS. “Es así que a fin de analizar una posible coautoria, cabe referenciar que lo relevante es que “el dominio del hecho debe ser conjunto. Cada coautor domina el suceso global en colaboración con otro o con otros. Por consiguiente la coautoria consiste en una ‘división del trabajo’ que hace posible el delito, lo facilita o disminuye sustancialmente el riesgo del hecho” (ver Hans- Heinrich Jescheck, “Tratado de Derecho Penal, parte general”, Edit. Comares, Granada 2002, pág. 726).” 84 Poder Judicial de la Nación “Para ello, conviene trazar algunos lineamientos generales en orden a esta modalidad delictiva que sintetiza Santiago Mir Puig al decir que “la participación es intervención en un hecho ajeno. El partícipe se halla en una posición secundaria respecto del autor.El hecho principal le pertenece al autor, no al partícipe” (“Derecho Penal, parte general”, edit. Bdef, 2005, pág. 396).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 15.8.2011 “Sarmiento” Causa 30.342 Reg. 33.286 J. 10 - S. 20 COMPETENCIA. COMPETENCIA EN RAZÓN DEL TERRITORIO. DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN Y USO DEL INSTRUMENTO. ESTAFA. “Ahora bien, teniendo en cuenta que no existe ningún elemento de juicio que permita establecer el lugar y la fecha en donde realmente se confeccionaron los documentos aludidos, estimamos aplicable al caso el criterio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de aplicación análoga, conforme la cual cuando se desconoce el lugar en el que un documento fue falsificado, la competencia debe determinarse por el lugar en que tal documento fue usado (Fallos 245:267; 247:360).” “En este sentido, si bien la falsedad de la documentación fue detectada en el Registro de la Propiedad Automotor USO OFICIAL de esta ciudad capital, el primer uso que se le dio a la documentación no fue el de la presentación en ese organismo, sino la posible estafa realizada al intercambiar la documentación cuando los contratantes consumaban la operación.” “Es preciso señalar que lo argumentado hasta ahora no contradice la doctrina de este Tribunal, la cual establece en concordancia con la C.S.J.N.- que toda declaración de incompetencia debe ir precedida de una adecuada investigación que permita individualizar los hechos sobre los cuales versa y las calificaciones que puedan ser atribuidas (Confr. CN° 45.791, “Flores”, Reg. 784; y C.S.J.N. Fallos 303:1531; 305:435; 306:137, 280, 419 y 1997, entre otros).” “En esta dirección ha sostenido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que “cuando las declaraciones del denunciante son verosímiles y no se encuentran desvirtuadas por otras constancias de la causa, la competencia debe ser establecida sobre la base de esas manifestaciones” (Fallos 303: 1149).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 11.8.2011 “Frezzotti” Causa 45.889 Reg. 891 J. 12 - S. 24 DEBIDO PROCESO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. NE PROCEDAT IUDEX EX OFFICIO. ALCANCES. ABUSO DE AUTORIDAD Y VIOLACIÓN DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO. REQUISITOS TÍPICOS. “En este punto ha de recordarse la vigencia del adagio latino da mihi facta, dabo tibi ius (dame los hechos, yo te doy el derecho), que alerta a las partes del proceso del peligro de fundar una imputación en la mera atribución de calificaciones legales.” “No escapa a los suscriptos que en el proceso penal la intervención de la jurisdicción debe resultar motivada por una pretensión externa a la del propio juez, no existiendo juicio penal sin acusación -ne procedat iudex ex officio(cfr. Art. 5 C.P.P.N.). Sin embargo, una vez formalizada la acusación, será la jurisdicción quien en definitiva resolverá acerca del derecho aplicable. En adelante, el Tribunal quedará vinculado a los hechos en virtud de lo reclamado en la acción -en el caso, en la imputación- y al derecho aplicable, más no a la voluntad o intereses de las partes que ya han sido expresados en sus diversas presentaciones. En consecuencia, el tribunal será soberano para dar a la cuestión traída a debate por las partes una significación jurídica distinta a la planteada en la presente incidencia (cfr. CSJN Fallos 301:442).” “En esta dirección, la tarea de subsumir el caso en una figura penal es el resultado de una investigación exhaustiva, en donde se hayan dilucidado las condiciones de modo, tiempo y lugar en que habría acontecido la 85 presunta actividad delictiva previa, aproximando el conocimiento del hecho a un estándar de certeza.” “De tal forma, las figuras penales aludidas en las diversas presentaciones mencionadas -que abarcan los delitos previstos en los arts. 210, 248, 249, 255 y 288 del Código Penal- no resultan vinculantes a los efectos de circunscribir el objeto de la pesquisa.” “A la luz de lo expresado en el punto anterior, la ilegalidad o contrariedad al orden constitucional que requieren los arts. 248 y 249 del C.P. deben ser entendidas como un contraste entre el obrar que fue prefigurado por el orden normativo vigente -en el caso, la LPC-, y la inacción o acción defectuosa del agente público en desplegar el imperativo legal del que se trate.” “Ha de señalarse que muchas veces el órgano administrativo está llamado a aplicar normas que prevén exhaustivamente la dirección de su actuación, así como también enfrenta leyes que no regulan en toda su extensión, o en todos sus detalles, el obrar de la Administración, ya sea porque ello resulte imposible, o porque el legislador ha querido que el agente estatal complete el marco legal con su apreciación subjetiva de ciertas circunstancias.” “El vínculo más intenso de la actividad administrativa con el orden normativo se verifica en el ejercicio de las facultades regladas. Miguel S. Marienhoff ha explicado que “[e]n ejercicio de la actividad reglada, la Administración aparece estrechamente vinculada a la ley, que al respecto contiene reglas que deben ser observadas” (Tratado de Derecho Administrativo, Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1977, Tomo I, pág. 99).” “El vínculo menos intenso de la Administración con la legalidad se verifica en el ejercicio de facultades discrecionales; pero ello no implica enemistad con el orden normativo, sino potestad del órgano administrativo de valorar –dentro de un marco reglado- ciertos datos extrajurídicos que podrán orientar su decisión entre diversas opciones. El profesor Marienhoff lo define diciendo: “[e]n ejercicio de la actividad discrecional, la Administración actúa con mayor libertad: su conducta no está determinada por normas legales, sino por la «finalidad» legal a cumplir” (op. cit., loc. cit.).” “Nuestro Supremo Tribunal ha explicado que “mientras en algunos supuestos el ordenamiento jurídico regula la actividad administrativa en todos sus aspectos –reemplazando así el criterio del órgano estatal al predeterminar qué es lo más conveniente para el interés público y reducir su actividad a la constatación del presupuesto fáctico definido por la norma en forma completa y la aplicación de la solución que la ley agotadoramente ha establecido (poderes reglados o de aplicación legal automática)-, en otras ocasiones el legislador autoriza a quien debe aplicar la norma en el caso concreto para que realice una estimación subjetiva que completará el cuadro legal y condicionará el ejercicio para ese supuesto de la potestad atribuida previamente o de su contenido particular al no imponerle, por anticipado, la conducta que debe necesariamente seguir (facultades o potestades de ejercicio discrecional)” (CSJN in re: “Consejo de Presidencia de la Delegación Bahía Blanca de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos”, publ. en Fallos 315:1361).” “De lo dicho hasta ahora se concluye que únicamente cuando el obrar administrativo se encuentra prefigurado por el orden normativo (función administrativa reglada), podrá erigirse en imperativo para el funcionario, posibilitando que el contraste entre lo normado y lo actuado sea verificable como incumplimiento funcional, en los términos de los arts. 248 y 249 del C.P.” “Por el contrario, cuando el orden jurídico ha permitido al funcionario un ámbito de libertad en la determinación de su obrar (función administrativa discrecional), las opciones escogidas dentro de ese ámbito de libertad no podrían contrastar con ninguna predeterminación jurídica, resultando entonces de imposible configuración de los ilícitos previstos en los arts. 248 y 249 del C.P., ante la ausencia del elemento normativo de esos tipos penales.” “Lo dicho no perderá de vista que, tal como nuestra Corte Suprema estableció, no existen actos puramente reglados o puramente discrecionales, “sino únicamente actos en los que la discrecionalidad se encuentra cuantitativamente más acentuada que la regulación y a la inversa [… por lo cual…] no cabe duda de que el control judicial de los actos denominados tradicionalmente discrecionales o de pura administración encuentra su ámbito de actuación en los elementos reglados de la decisión, entre los que cabe encuadrar, esencialmente, a la competencia, la forma, la causa y la finalidad del acto. La revisión judicial de aquellos aspectos 86 Poder Judicial de la Nación normativamente reglados se traduce así en un típico control de legitimidad –imperativo para los órganos judiciales en sistemas judicialistas como el argentino-, ajeno a los motivos de oportunidad mérito o conveniencia tenidos en mira a fin de dictar el acto” (CSJN in re: “Consejo de la Presidencia…”, ya citado, donde se mencionan el precedente del Tribunal Supremo español del 24-X-1962 y la publicación de Jean Rivero: Droit Administratif, Ed. Dalloz, París, 1987, pág. 98).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 16.8.2011 “Segura” Causa 44.820 Reg. 899 J. 3 - S. 5 DERECHO DE ASISTENCIA. ART. 200 CPPN. FACULTAD DE LOS ABOGADOS DE LAS PARTES DE ASISTIR A LAS AUDIENCIAS DURANTE LA ETAPA DE INSTRUCCIÓN. DEFENSA EN JUICIO. “Cabe recordar que, como ya lo he sostenido anteriormente, “la etapa del proceso que aún se transita se caracteriza por un contradictorio limitado con sesgo inquisitivo -sistema mixto- (…) La discrecionalidad con la que en la etapa preliminar, puede el instructor conceder o no la oportunidad a la defensa de asistir a los actos de la instrucción, encuentra justificación en que ‘los elementos que allí se reúnan no sirven para fundar una condena, que sólo puede ser fundada en los actos del debate posterior’ (Maier, Julio E., “Derecho Procesal USO OFICIAL Penal. I. Fundamentos, Editores del Puerto SRL, Buenos Aires, 2002, pág. 452)” (de mi voto en la causa n° 42.441, “Menéndez, Marcos Antonio s/ rechazo de nulidad”, reg. n° 493, rta. 26/5/09).” (Del voto del Dr. Freiler) “Tal circunstancia se tuvo en cuenta cuando en oportunidad de resolver un planteo de similares características en la causa n° 40.776, caratulada “Fulvio Madaro s/ queja por apelación denegada”, esta Sala dijo que “…La tesis contraria yerra al convertir el estadio instructorio en el verdadero juicio desnaturalizando el proceso y alejándolo, paradójicamente, del paradigma constitucional del debido proceso. (…) Obviamente, esto último no es cuanto aspira el Máximo Tribunal al dictar el fallo ‘Benítez’, donde insiste en el carácter insustituible de la prueba del debate para fundar la condena. Sostener, inversamente, que lo que está diciendo la Corte es que, ante el riesgo de que la prueba de instrucción se torne irreproducible, el debate deba adelantarse a dicha etapa no sólo es un razonamiento falaz sino que, además, exhibe la inconsistencia de pretender asegurar el derecho de interrogar a los testigos a costa de sacrificar el procedimiento principal donde ‘el acusador y el acusado se enfrentan, a la manera del proceso de partes, en presencia de un equilibrio procesal manifiesto’ y donde precisamente el debate oral y público encuentra su razón principal en el control de la prueba (Maier, op. cit., págs. 579, 585 y sstes)” (rta. 17/6/07, reg. n° 773).” (Del voto del Dr. Freiler) C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 9.8.2011 “Ruckauf” Causa 45.274 Reg. 869 J. 7 - S. 13 DOCUMENTOS. FALSEDAD IDEOLÓGICA. REQUISITOS TÍPICOS. “En relación a la figura escogida por el juez a quo, la doctrina ha dicho que: “La falsedad ideológica no se refiere a cualquier falsedad o mentira introducida en el documento, sino solamente aquellas que recaen sobre el hecho que el instrumento mismo prueba erga omnes. En particular, dentro de una escritura pública es preciso distinguir muy bien esos aspectos, porque puede confundirse la falsedad con la simulación, cosas muy distintas(…)de ahí la importancia que tiene la limitación establecida por la ley cuando se refiere solamente a los hechos que el documento deba probar(…)prescindiendo de los deberes específicos de verificación personal que la ley suele imponer a los funcionarios antes de extender un documento, puede decirse que en general la función de aquellos consiste en asentar las manifestaciones que ante ellos son formuladas, prescindiendo en absoluto de su verdad o falsedad sustancial. En este aspecto, el documento público siempre tiene por objeto probar que la manifestación fue hecha.” (Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”, Tomo V, págs. 448/9, Ed. Tea, 1992).” “…también se ha explicado que “la falsedad ideológica, a la que algunos autores han propuesto denominar falsedad histórica, se refiere al pasado y no al futuro, consiste en hacer aparecer como reales los hechos que no 87 han ocurrido, o en hacerlos aparecer ocurridos de un modo determinado cuando sucedieron de una manera diferente, siempre dentro del contexto de lesión a la fe pública en documento que deben hacer fe. (ver C.S.J.N., “Recurso de hecho Stancanelli s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público s/ incidente de apelación de Yoma”, S.471.XXXVII, causa n° 798/95, rta. el 20/11/01)”.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 16.8.2011 “Hongmei You” Causa 45.560 Reg. 902 J. 2 - S. 4 DOCUMENTOS. FALSIFICACIÓN BURDA. REQUISITOS. “…a criterio de los suscriptos, el instrumento cartular secuestrado a Faldini presenta atributos similares a uno original, teniendo en cuenta que para que la utilización de un documento adulterado no sea considerada típica, éste debe carecer a todas luces de la capacidad necesaria para pasar inadvertido a primera vista para el común de la gente, lo que descartaría la posibilidad de causar perjuicio exigido por la figura penal, circunstancia ésta que no se corrobora en los presentes actuados (conf. cn° 37.459, Vargas, Orfelia y otra s/ procesamiento, reg. n° 398, rta. 12/5/05; c.nº 43.175 Torres Espinosa s/ procesamiento, reg. nº 817, rta. 13/08/09 entre otras).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 11.8.2011 “Faldini” Causa 45.127 Reg. 879 J. 11 - S. 21 LEY 25.891. ART. 13 DE LA LEY. REQUISITOS TÍPICOS. “Recordemos además que esta Sala ha sostenido en otras oportunidades que: “…la ausencia de los comprobantes que acrediten el origen de los teléfonos secuestrados, como así también las denuncias de robo que poseen, refuerzan la teoría de su procedencia ilegítima…” (c. nro. 43.075, “Cabral, Eduardo s/procesamiento”, resuelta el 15/09/09, registro n° 982).” “Sobre este último aspecto, esta Sala ha sostenido que: “… en lo que a las figuras legales se refiere, los hechos endilgados a los encausados operaron bajo la órbita del agravante del artículo 13, inciso a) de la ley en análisis. En este sentido, habida cuenta las circunstancias en que dicha conducta fue comprendida cabe tener aquella finalidad lucrativa por acreditada. Como ya ha sostenido esta Sala, tratándose de un comercio, el agravante previsto por la norma está satisfecho (c. n° 41.916 “Figueredo, Jorge Antonio s/ procesamiento” del 14/10/2008, reg. n° 1207; c. 42.707, “Martín, Carlos Alberto s/ inf. ley 25.891”, rta. 3/07/09, reg. 648; c. 43.068, “Martínez Vázquez, David s/ inf. ley 25.891”, rta. 6/05/10, reg. 414).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 2.8.2011 “Rodríguez Rebaza” Causa 45.583 Reg. 839 J. 12 - S. 24 MALVERSACIÓN DE CAUDALES PÚBLICOS. ART. 262 C.P. REQUISITOS TÍPICOS. “La doctrina ha dicho respecto al delito investigado que “consiste en dar ocasión a que una persona sustraiga caudales o efectos que han sido confiados a un funcionario público por razón de su cargo. No se trata, como en la generalidad de los delitos culposos, que la conducta imprudente o negligente del funcionario cause un determinado resultado típico, sino en una acción (culposa) que da lugar a que otra persona, dolosamente, sustraiga los caudales o efectos públicos. El tipo requiere, con arreglo a su particular estructura típica, una conducta culposa del funcionario y una conducta dolosa del tercero” (Buompadre, J., “Malversación de caudales públicos”, en Baigún, D. y Zaffaroni, E. (dir.) Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial. Tomo X, Editorial Hammurabi, Buenos Aires, 2011, 671).” “Asimismo, Soler añade que “Si no existe acto doloso de un tercero, desaparece la figura culposa del funcionario (...) La acción dolosa debe guardar estrecha relación con la culpa del funcionario: ésta debe haber dado la ocasión de manera que haya hecho posible por ella misma la comisión de un delito” (Soler, S., Derecho Penal Argentino, 88 Poder Judicial de la Nación Tomo V, Editorial TEA, Buenos Aires, 1978, 186).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 4.8.2011 “Esley” Causa 45.580 Reg. 846 J. 12 - S. 24 MARCAS Y DESIGNACIONES. CONDUCTAS TIPIFICADAS. ALCANCES. “Basta recordar que “la ley de marcas protege las buenas prácticas comerciales y el público consumidor” (CSJN, Fallos 253:267; 279:150 y 302:67), concediéndosele al titular de la marca registrada el derecho a usarla y a gozarla en forma exclusiva, mientras que al consumidor le sirve de garantía respecto del origen de los productos que recibe (CCCF, Sala I, Causa N° 35.221, caratulada “Genovese, Antonio s/procesamiento”, resuelta el 03/06/2003, registro n° 442 y Causa N° 44.559, caratulada “Cuppari, Carmelo s/incompetencia", Reg. N° 1094, rta. el 2/11/2010).” “No debemos olvidar que el derecho del comerciante a la protección de su mercadería mediante la marca, responde al propósito de evitar confusiones con las de otro productor o comerciante y de facilitar a los eventuales consumidores la adquisición de mercaderías, evitando engaños respecto de su procedencia.” “Por otro lado, no resulta aplicable al caso bajo estudio lo resuelto por esta Sala en el precedente “Avena” -c. USO OFICIAL 38.775, rta. el 05/10/06, reg. 1089-, donde las circunstancias fácticas tenidas en cuenta difieren de las que subyacen en el presente. En dichos supuestos no sólo se consideró lo burdo de la falsificación, sino también factores como la venta en la vía pública. Por lo que, en el caso las circunstancias son otras, de manera que la conclusión de esta Sala también.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 16.8.2011 “Palomino Luque” Causa 45.740 Reg. 895 J. 4 - S. 7 MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS. COMPETENCIA. COMPETENCIA DEL FUERO FEDERAL. ASUSENCIA DE AFECTACIÓN A LOS INTERESES TUTELADOS POR LA LEY 22.362. INCOMPETENCIA. “…la ley 22.362. Dicha norma exige para su configuración la existencia de un engaño sobre el consumidor y, paralelamente, un perjuicio sobre el titular de la marca, circunstancia que no se vislumbra en autos. Ello, debido que no pueden dejar de considerarse las circunstancias en las que se sucedieron los hechos –el secuestro se llevó a cabo en la vía pública-, la calidad -burda- de las láminas de identificación de los DVDs, como así también el hecho de que se trataba de discos compactos vírgenes. Tampoco se advierte la configuración de un supuesto en que, más allá de las características de la falsificación, pueda de todos modos alegarse un perjuicio para los intereses del industrial -en este caso, ausente de participación en el proceso- (cf. 38.775 “Avena, Damián s/sobreseimiento” rta. 05/10/06 reg.; cn° 42.411 “Caliva Ezequiel s/inf. Ley 22.362”, rta. 19/12/08, reg. 1565, entre otras).” “En efecto este Tribunal coincide con el magistrado declinante en punto a que en el presente no se encuentran afectados los intereses protegidos por la ley de marcas y designaciones -22.362-, quedando latente, sin embargo, la posible infracción a la ley de propiedad intelectual -11.723- cuya competencia recae en cabeza de la Justicia de Instrucción.” “Al respecto el más alto Tribunal ha dicho que: “...al no vislumbrarse una afectación de los derechos marcarios que la ley 22.362 protege y en razón de la ley 11.723 no reviste carácter federal sino común, corresponde a la justicia de instrucción continuar con la investigación de las presentes actuaciones...” (Fallos: 316:1782; 311:438 y 613).” “Finalmente, la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de esta ciudad ha sostenido que: “Si las láminas de los discos compactos secuestrados -que serían reproducciones ilegítimas de sus originales en infracción a la ley 11.723-, resultan apócrifas, no aparece violada la ley de marcas y 89 designaciones -ley n°22.362-, si tales láminas resultan imitaciones burdas, manifiestamente reconocibles a simple vista, insusceptible de reproducir confusión en los consumidores. Así, se debe disponer que continúen las actuaciones en conocimiento de la justicia de instrucción” (CNCC, Sala IV, cn° 20.603, “Aceval, Eduardo”, rta.2/12/04).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 23.8.2011 “Cachay Fernandez” Causa 45.825 Reg. 925 J. 12 - S. 23 NULIDAD. ART. 123 CPPN. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. “Las referencias efectuadas por el juez de grado, sin especificar concretamente el fundamento de su decisión, la convierte en deficitaria y merece sanción de ineficacia ya que constituye una defensa de orden general procedente ante la afectación de las garantías de defensa en juicio y del debido proceso. Ello, en tanto no se ha satisfecho aquella exigencia de que las resoluciones judiciales deben ser una derivación razonada del derecho vigente, con particular referencia a las circunstancias comprobadas en la causa (conf. en sentido similar en esta misma causa el incidente que tramitó en esta Sala I con el número 42.870 “Pallavicino” del 24/09/2009, reg. nro. 1050 y el nro. 43.861 “Rúa” del 25/02/10, reg. nro. 125).” “Reglamentando la exigencia constitucional de la motivación, el artículo 123 del C.P.P.N. establece de manera genérica que ALas sentencias y los autos deberán ser motivados, bajo pena de nulidad. Los decretos deberán serlo, bajo la misma sanción, cuando la ley lo disponga@.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 31.8.2011 “Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación” Causa 45.354 Reg. 960 NULIDAD. ART. 123 CPPN. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. PROCEDENCIA. “El auto apelado omitió el tratamiento de cuestiones relevantes introducidas oportunamente por la parte –como lo es la ausencia de los elementos típicos del delito de defraudación contra la administración pública-. Dicha deficiencia convierte la resolución en arbitraria toda vez que “la omisión de cuestiones o temas conducentes oportunamente propuestas por las partes es causal de arbitrariedad en las resoluciones judiciales, las que deben en su consecuencia ser dejadas sin efecto” (Néstor P. Sagüés, “recurso Extraordinario”, Tomo 2, pág 221, Astrea, Buenos Aires 2002. En el mismo sentido, ver CSJN, Fallos, 261:297; 274: 436; 275:68; 297:332; 303:757; 306:178 y 950, entre otros).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 4.8.2011 “Esley” Causa 45.580 Reg. 846 J. 12 - S. 24 PATRIMONIO CULTURAL. ACERVO CULTURAL. LEY 25.743. OBJETOS ARQUEOLÓGICOS Y PALEONTOLÓGICOS. COMERCIO ILEGAL DE BIENES CULTURALES. ERROR DE PROHIBICIÓN. IMPROCEDENCIA. . “Para mensurar la dimensión del delito, resulta de interés traer a colación lo valorado por los legisladores en el debate parlamentario de la ley en análisis, donde se señalo que “prevenir el deterioro, la destrucción o la perdida, sea por ignorancia o por el ánimo de lucrar con estos bienes que integran el patrimonio de la Nación, es una responsabilidad del Estado. Estos hechos que se vienen sucediendo y acelerando en las últimas décadas muestran (…) un preocupante tráfico de los bienes arqueológicos y paleontológicos argentinos” (ver Debate Parlamentario de la Ley de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, cámara de Senadores de la nación, 10° Reunión, 5° Sesión Ordinaria, 4 de junio de 2003).” “En este sentido, el art. 48 de la ley 25.743 sanciona a quien “transportare, almacenare, comprare, vendiere, industrializare o de cualquier modo pusiere en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de 90 Poder Judicial de la Nación yacimientos arqueológicos y paleontológicos nacionales e internacionales”. A razón del objetivo trazado por esta ley, tales como preservar y proteger el patrimonio arqueológico y paleontológico, y el aprovechamiento científico y cultural del mismo, se desprende que, el almacenamiento de este tipo de objetos será considerado una parte integrante de la actividad de tráfico ilícito, que en distintas modalidades reprime mediante esa norma.” “Sin embargo, el imputado se encontraba en condiciones de actualizar su conocimiento en relación a los objetos que tenía en su poder y a la protección de la ley 25.743, situación que a criterio de los suscriptos descarta cualquier eximente de culpabilidad del procesado, sin perjuicio de que se trata de una cuestión susceptible de ventilarse más acabadamente en el eventual debate, de acuerdo al panorama más amplio que allí se colecte. En este sentido enseña Roxin que “los medios para evitar un error de prohibición son reflexión e información” (Derecho Penal, Parte general, Tomo I, Ed. Civitas, pág. 884), propias del sujeto que obra con la diligencia normal que estaba a su alcance en el caso concreto (por ejemplo, a través de publicaciones especializadas), que le habrían permitido percatarse de su antijuridicidad.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 4.8.2011 “Isasi” Causa 45.769 Reg. 845 J. 5 - S. 10 USO OFICIAL PRUEBA. ACTA DE SECUESTRO. DETALLE DE LOS ELEMENTOS INCAUTADOS. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “Este Tribunal ha señalado en otras oportunidades que aunque no se encuentren minuciosamente detallados en el acta de secuestro los elementos presuntamente hallados en poder del imputado, tal deficiencia puede ser subsanada por otras vías, tales como una comparación de los objetos que se encuentran reservados en la causa con los inventarios realizados por el personal policial que indiquen el nombre del intérprete, el título de los de los discos compactos y la marca del disco regrabable que fue utilizado (ver causa nº 24.690 “Yupanqui”, reg. nº 26.436 del 22/02/07 y causa nº 28.142 “Vaquera”, reg. nº 30.425 del 29/90/09 ).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun 4.8.2011 “Ingrao” Causa 30.467 Reg. 33.241 J. 1 - S. 2 REBELDÍA. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. “En el precedente de esta Sala, in re: “Castillo” (cfr. C.N° 40.460, Reg. N° 1387/07), se analizaron detalladamente los presupuestos de la declaración de rebeldía y se expusieron los motivos por los cuales el Tribunal estima que una decisión de la especie genera una lesión actual y concreta a los derechos constitucionales de toda persona sometida a un proceso penal.” “En esa dirección, se sostuvo que: “...la declaración de rebeldía y la captura dispuestas en inobservancia de uno de sus presupuestos lógicos -el conocimiento efectivo de la convocatoria y la consecuente decisión atribuible a su agencia [la del justiciable] de no comparecer- priva al imputado de la posibilidad efectiva del ejercicio de tales derechos [defensa en juicio, debido proceso, entre otros] y de controlar el progreso de la instrucción que, en principio, se continuará sin su presencia (art. 290 CPPN)...”.” “Asimismo, se señaló: “…que uno de los presupuestos de procedencia de la declaración de rebeldía es una conducta por parte del justiciable consistente en no haber concurrido a la citación judicial sin grave y legítimo impedimento...”.” “Por otro lado, se afirmó que las disposiciones contenidas en el art. 289 del CPPN deben ser interpretadas en consonancia con las del art. 282 del mismo cuerpo normativo, por lo que es menester, para el dictado de la medida coercitiva atacada, cumplir con los presupuestos de la segunda norma. Se desprende del texto del art. 282 CPPN que como regla se debe proceder por simple citación y sólo excepcionalmente puede ordenarse la detención en caso de flagrancia o siempre que concurran los supuestos de última ratio de esta medida. Sólo en el caso de que el citado, debidamente notificado, no se presentare y no justificare un impedimento legítimo de 91 comparecer, se podría ordenar su detención.” “Ello es así, pues toda medida que cercene la libertad personal resulta de aplicación restrictiva y está signada por su estricta necesidad, “…como presupuesto de su razonabilidad en los términos de los art. 14 y 28 CN, en el sentido de que deberá ser aquella idónea para lograr el fin legítimo perseguido…”. Por ello se afirmó en el precedente citado que: “…tales disposiciones legales [art. 282 y 289 CPPN] presuponen la notificación previa de la citación y la incomparecencia voluntaria del imputado, por representar aquélla [la citación simple] la medida menos gravosa y necesaria, en consecuencia, para lograr el fin propuesto (es decir, la comparecencia al proceso)...”.” “Por otra parte, en la hipótesis de que los imputados hubiesen conocido la citación y no concurrieren, no desaparece de todos modos la exigencia de evaluación de la necesidad y proporcionalidad de la coerción procesal que se disponga.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 18.8.2011 “Gonzalez Fretes” Causa 45.372 Reg. 903 J. 1 - S. 2 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. “Tiene dicho el Tribunal que toda presentación recursiva extraordinaria debe bastarse a sí misma para sortear el requisito de admisión. Habida cuenta del carácter autónomo que posee, su sola lectura tiene que ser suficiente para la comprensión del caso, para lo cual es preciso que contenga un relato claro y concreto de las cuestiones que se quieren sostener como de índole excepcional. Así, no procede la concesión de la vía casatoria si quien la pretende nada dice en punto a los motivos que sustentan la vía escogida, tales como la definitividad de la decisión atacada y el carácter de superior tribunal de la causa de quien la emite u omite señalar los hechos del sumario que considera relevantes para su pretensión (causa n° 20.464, "Sayegh, Hernán C. s/recurso de casación", rta. 4/11/03, reg. n° 21.712).” “En este sentido, constituye requisito de admisibilidad no sólo mencionar las normas inobservadas o erróneamente aplicadas sino también la de suministrar la inteligencia de la aplicación que se pretende. La ley exige que el recurrente señale la interpretación que debe darse a tales disposiciones, indicando en qué consiste el error de derecho que atribuye a la resolución recurrida. De modo que si se alega un error en el derecho aplicable, deben ser rebatidas expresa y puntualmente las argumentaciones desarrolladas sobre el extremo en el fundamento del fallo.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 15.8.2011 “Mier” Causa 30.127 Reg. 33.294 J. 11 - S. 22 RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “…el recurso de inconstitucionalidad procede cuando se hubiese cuestionado la constitucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre materia regida por la Constitución y la sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del recurrente. Si bien una interpretación literal indicaría que el recurso sólo se admite cuando la decisión ha sido favorable a la validez constitucional de la norma, se ha interpretado que resulta la vía adecuada, igualmente, para lograr la declaración de constitucionalidad de una norma declarada violatoria de la Constitución Nacional por un Tribunal inferior, tal como se corrobora en el presente caso (CNCP Sala IV, cn° 1676, “Fernandez, Miguel Tito s/ recurso de inconstitucionalidad” rta. 10/8/00, reg. n° 2747; Sala II c.n° 36 “Costilla, Jorge s/ rec. de inconstitucionalidad” rta. 24/11/93, reg. n° 61 y Sala III cn 64 “Belizán, Rodolfo A. s/ rec. de inconstitucionalidad”, rta. 15/3/94, reg. n° 94, entre muchas otras).” C.C.C. Fed. Sala I 31.8.2011 Causa 45.733 Freiler - Ballestero - Farah “Silva” Reg. 963 J. 9 - S. 18 92 Poder Judicial de la Nación SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO. “Así las cosas, debe tenerse en cuenta que, el sobreseimiento cierra definitiva e irrevocablemente el proceso con relación al imputado –cfr. art. 335 CPPN-; por ello, reclama la existencia de certeza acerca de la ausencia de responsabilidad (D´Albora, Francisco “Código Procesal Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado”, Octava edición corregida, ampliada y actualizada por Nicolás F. D´Albora, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2009, pág. 587).” “La duda sólo puede conducir a esa solución cuando resulte fácticamente imposible avanzar probatoriamente en la instrucción del sumario (op. cit., pág. 588). Esta Sala ha dicho que para proceder a cerrar definitiva e irremediablemente el proceso respecto de un individuo tiene que haberse acreditado, indefectiblemente, su total ajenidad en los hechos investigados (c. 35.877 “Mendoza Castro”, reg. 37, rta. 16/02/04; c. 30.845 “Rivero”, reg. 1139, rta. 9/12/99).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 9.8.2011 “Gorchs” Causa 45.152 Reg. 871 J. 6 - S. 12 USO OFICIAL SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. TESIS AMPLIA. “Ello así pues esta Sala entiende, al igual que el recurrente que, el análisis que demanda el articulado que regula la aplicación del instituto en cuestión no debió efectuarse soslayando la evolución operada en esta materia a partir de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa “Acosta, Alejandro Esteban” (c.n° 28/05, S.C.A. 2186, L.XL, rta. el 23/04/08).” “Es esta línea, debe recordarse que, el Alto Tribunal señaló que “…para determinar la validez de una interpretación, debe tenerse en cuenta que la primera fuente de exégesis de la ley es su letra (Fallos 304:1820; 314:1849), a la que no se le debe dar un sentido que ponga en pugna sus disposiciones, sino el que las concilie y conduzca a una integral armonización de sus preceptos (Fallos 313:1149;327:769).”, y que “…el principio de legalidad (art.18 de la Constitución Nacional) exige priorizar una exégesis restrictiva dentro del límite semántico del texto legal, en consonancia con el principio político criminal que caracteriza al derecho penal como la ‘ultima ratio’ del ordenamiento jurídico , y con el principio ‘pro homine’ que impone privilegiar la interpretación legal que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal”. (considerando 6°).” “Concluye afirmando que “…el criterio que limita el alcance del beneficio previsto en el artículo 76 bis a los delitos que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supere los tres años se funda en una exégesis irrazonable de la norma que no armoniza con los principios enumerados, toda vez que consagra una interpretación extensiva de la punibilidad que niega un derecho que la propia ley reconoce, otorgando una indebida preeminencia a sus dos primeros párrafos sobre el cuarto al que deja totalmente inoperante.”. (considerando 7°).” “Este criterio amplio ha sido el adoptado por esta Alzada en reiteradas oportunidades (conf. c.n° 22.664 “Cingolani, Jorge H. s/ suspensión de juicio a prueba”, reg.n° 24.193del 15/9/05 y sus citas, de esta Sala y c.n° 40.662 “Laperrausaz, Saverio s/no hacer lugar a la suspensión de juicio a prueba”, reg. n°1019, rta. el 5/9/08 de la Sala I).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 23.8.2011 “Luna” Causa 30.522 Reg. 33.334 J. 12 - S. 23 TENTATIVA. PAUTAS PARA SU EVALUACIÓN. “Tal como lo describe Eugenio Zaffaroni “el tipo de tentativa…debe ser estudiado en dos planos: a nivel del tipo objetivo, donde el punto inicial está dado por la delimitación con la actividad preparatoria, y también a nivel del tipo subjetivo, donde se encuentra el actuar doloso del autor…En punto al tipo objetivo…otro elemento 93 caracterizante de la acción, de algún modo implícito en la idea de comienzo de ejecución, es el de que el acto sea idóneo para la realización del tipo” (aut. cit, “Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial”, Tomo 2, págs. 113 y 115, Ed. Hammurabi, Bs. As., año 2002).” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 30.8.2011 “Ruiz” Causa 44.949 ACCIÓN PENAL. Reg. 952 VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. J. 11 - S. 21 DELITOS REPRIMIDOS CON PENAS ALTERNATIVAS O CONJUNTAS. TÉRMINO ÚNICO. “En primer lugar, hemos de destacar que esta Alzada ya ha afirmado, con arreglo al fallo “Telis” de la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal (causa n° 2515, reg. n° 3363 del 6/07/00), que “el término de prescripción es único si se trata de delitos reprimidos con penas alternativas o conjuntas o si una pena es principal y la otra accesoria (…) la prescripción no se rige entonces por la pena de naturaleza más grave, sino por la pena a la que le corresponde el mayor término de prescripción” (ver causa n° 24.695 “Dechert”, reg. n° 26.396 del 15/02/07).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Sin perder de vista que en los dos precedentes citados el tema debatido se vinculaba al término de la prescripción aplicable en supuestos de concurso ideal de delitos, resulta decisivo para la solución de este caso repasar los fundamentos bajo los cuales se asienta la solución en ellos escogida.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Como lo señala la doctrina dominante en la materia, la noción de aplicabilidad de la pena con prescripción más prolongada deriva lógicamente de la unidad de la acción emergente de cada delito, la cual determina que “mientras una de las penas [la] mantenga subsistente (…) será posible aplicar la otra que considerada en su individualidad habría determinado su prescripción. La misma solución corresponde si de las penas aplicables una es principal y la otra accesoria (…) porque el criterio de la unidad de la acción prima también sobre el principio de que lo accesorio sigue a lo principal” (Nuñez, Ricardo C., “Tratado de Derecho Penal”, T° II, Ed. Lerner, 2ª edición, 2ª reimpresión, Córdoba, 1988, pág. 175. Ver en el mismo sentido Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino”; T° II, Ed. Tea, 5° edición, Buenos Aires, 1989, pág. 543; Zaffaroni, Alagia y Slokar, “Derecho Penal Parte General”, Ediar, Buenos Aires, 2000, pág. 862; y D´Alessio, Andrés José, “Código Penal Comentado y Anotado. Parte General”, L.L., Buenos Aires, 2005, pág. 658).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Por otra parte, el estudio de la historia de nuestra codificación penal muestra que el criterio expuesto en los párrafos anteriores es el único que permite armonizar los preceptos legales en danza.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “En efecto, si bien la norma del actual artículo 62 inciso 3° fue establecida por el Código Penal sancionado en 1921, su inclusión había sido propuesta por primera vez -con redacción idéntica a la que hoy rige- en el proyecto presentado en el año 1891, y sucesivamente también en los de 1906 y 1917 (conf. Zaffaroni y Arnedo “Digesto de Codificación Penal Argentina” Ed. A-Z, 1996, Tomos I a IV).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “En primer término, debo señalar que el principio de legalidad ha sido constitucionalmente establecido en favor de los derechos de los individuos, actuando como freno al poder represivo Estatal. En ese marco, nuestro máximo Tribunal afirmó que el artículo 18 de la Constitución Nacional exige “...priorizar una exégesis restrictiva dentro del límite semántico del texto legal, en consonancia con el principio político criminal que caracteriza al derecho penal como la última ratio del ordenamiento jurídico, y con el principio que impone privilegiar la interpretación legal que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal...” (Conf. Fallos 331:858).” (Del voto del Dr. Farah) “Bajo tales lineamientos, no tengo dudas en cuanto a que la literalidad de la ley impide tomar como límite el plazo previsto por el inciso 3° del artículo 62 del Código Penal, en tanto en él expresamente se estableció que la acción penal prescribirá “A los cinco años, cuando se tratare de un hecho reprimido únicamente con inhabilitación perpetua”.” (Del voto del Dr. Farah) 94 Poder Judicial de la Nación “Tal exclusividad -no exigida para los casos de las penas temporales de reclusión o prisión cuya prescripción se encuentra regulada en el inciso 2° del articulado citado-, se alza como un obstáculo para su aplicación al caso bajo estudio, pues en el hecho típico imputado -infracción al artículo 268 (3)-, la inhabilitación se encuentra prevista de manera conjunta con una pena de prisión.” (Del voto del Dr. Farah) “Y sin perjuicio de los cuestionamientos que pudieran formularse en torno a lo que debió haber sido una correcta hermenéutica legislativa -que, en todo caso, debieran ser canalizados por las vías constitucionalmente establecidas para la modificación de las leyes-, la precisión con que ha sido redactada la norma impide soslayarla con sustento en su supuesta armonización, en tanto “...cuando los términos de la ley son claros no corresponde a los jueces apartarse de sus propósitos, so pretexto de evitar las deficiencias reales o presuntas que podrían resultar de su aplicación...” (C.S.J.N., Fallos 213:405, entre otros).” (Del voto del Dr. Farah) “Menos aún cuando, como en el caso, la adopción de un criterio distinto significaría introducir por vía judicial una interpretación en perjuicio del imputado que, como tal, resultaría violatoria del principio constitucional de legalidad contenido en el artículo 18 de la Constitución Nacional, en tanto “la única fuente productora de ley penal en el sistema argentino son los órganos constitucionalmente habilitados y la única ley penal es la formal de ellos emanada, conforme al procedimiento que establece la Constitución. La CN no admite que la doctrina, la jurisprudencia ni la costumbre puedan habilitar poder punitivo” (conf. Sala I en causa n° 43.595 “Kristiaan”, USO OFICIAL rta. el 23/2/10, reg.n° 99 y sus citas; y, en similar sentido, de esta Sala, causa n° 26.851 “Ubieta”, rta. el 23/9/08, reg.n° 28.962).” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 8.9.2011 “Jáuregui” Causa 30.435 Reg. 33.424 J. 11 - S. 21 ALLANAMIENTO. MEDIDA PRACTICADA EN UNA FARMACIA SIN PRESENCIA DEL PERSONAL DE ANMAT. NULIDAD. IMPROCEDENCIA “Ninguna regla legal o constitucional obliga a la presencia de personal técnico de la ANMAT o del I.Na.Me. en el caso de este tipo de registros domiciliarios dispuestos por la autoridad judicial.” “La única normativa que prevé alguna intervención de personal del organismo en un registro de este tipo de locales es la ley número 17.565 que regula el ejercicio de la actividad farmacéutica pero para el caso de que sea la propia autoridad sanitaria la que solicite a las judiciales la orden de allanamiento y el auxilio de la fuerza pública (conf. art. 58), o como mera colaboración en el caso de que estas últimas hagan uso de la facultad que allí se les asigna de requerirla (conf. art. 56).” “En efecto, éste último establece que los agentes fiscales intervinientes podrán solicitar la colaboración de un funcionario letrado de la autoridad sanitaria para la atención de la causa, suministro de informes, antecedentes, pruebas y todo elemento que pueda ser útil para un mejor desenvolvimiento del trámite judicial.” “De hecho, generalmente, el organismo provee la presencia de personal especializado cuando es solicitada su colaboración, tal como, por lo demás, ocurrió en este proceso con ocasión del primer allanamiento de la farmacia en cuestión.” “Teniendo en cuenta, además, que el libro recetario que se secuestró se encontraba fehacientemente identificado por la intervención de la autoridad sanitaria en aquel primer allanamiento, es que no se advierte el perjuicio para la parte que debe expresar todo planteo de nulidad que pretende prosperar.” “Recuérdese que en materia de nulidades imperan los principios de conservación y trascendencia en virtud de los cuales el procedimiento penal tiende a preservarse y no a derrumbarse por cuestiones de forma de las que no surja una real afectación a las reglas del debido proceso legal en perjuicio directo de quien pretende tan extrema sanción (Conf. Guillermo Rafael Navarro-Roberto Raúl Daray, “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, Hammurabi, 3ra. Edición, Buenos Aires, 2008, Tomo 1, Págs. 460/1). De ahí que al no advertirse que tal lesión haya aquí acaecido, es que habrá de mantenerse el temperamento adoptado.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 95 6.9.2011 Causa 45.899 “Kovach” Reg. 993 J. 9 - S. 18 DEBIDO PROCESO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. “…cuando el juez imputó un hecho sobre el cual no se había impulsado la acción -lo que es igual a decir que excedía su objeto procesal- violó los principios ne procedat iudex ex officio y nemo iudex sine actore, que no están pensados para proteger al Ministerio Público Fiscal –sería absurdo leerlos en clave de garantías del organismo- sino para asegurar el debido proceso legal, garantía que ha sido arbitrada fundamentalmente a favor del acusado (Fallos 272:188). Este sentido es bien comprendido en el memorial suscripto por el Dr. Carlos E. Racedo, quien dice: “en salvaguarda del derecho de defensa en juicio del encausado y a efectos de aventar futuros planteos nulificantes [agrega “o de cosa juzgada”], se impone declarar la nulidad de todo lo actuado a partir de aquella exposición” (v. fs. 182).” “Si nos guiásemos exclusivamente por la nulidad del acto, desatendiendo las consecuencias concretas de la declaración del vicio, correríamos el riesgo de incurrir en un puro formalismo. Justamente Binder ejemplifica la ideología del ritualismo –preocupada más por la defensa del trámite que por los principios de defensa- a través de la declaración del imputado: “La doctrina está de acuerdo en la interpretación de las normas constitucionales según las cuales ese acto es la manifestación más eminente del derecho de defensa (…) De este modo –y según lo que ya hemos explicado- la ruptura de las formas obliga a una acción positiva de restauración del principio (por eso ellas funcionan como garantías). Sin embargo, desde la ideología del ritualismo se ha utilizado ese quiebre formal para restaurar el ´mero trámite´, pero ello no de un modo inocente o neutral, sino para dar una nueva oportunidad a la interrogación, a la indagatoria como actividad central del proceso. En los delitos comunes, en los que la confesión sigue ocupando un lugar central, la ´nulidad por la nulidad misma´ es un modo de asegurar el funcionamiento selectivo del sistema. La práctica, en mengua pero aún no abandonada totalmente, de retrotraer el proceso a etapas anteriores, supuestamente para ´reparar´ defectos formales de la declaración (…) cuando en realidad con esa ´reparación´ se le causa un grave perjuicio al imputado, que afecta mucho más profundamente su situación general y sus posibilidades de defensa” (Binder, Alberto M. “El incumplimiento de las formas procesales”, Ad Hoc, Buenos Aires, 2000, pág. 88/89).” “Simplemente se trata de entender que la garantía de defensa es una garantía frente al poder del Estado y que, por ello, su invocación debe favorecer a su titular. De allí que, como dice Maier: “se equivoca quien extiende el funcionamiento de la garantía al órgano estatal en cuyas manos se coloca el poder de persecución penal” (Maier, Julio B. J. “Derecho Procesal Penal”, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 2004, pág. 543).” C.C.C. Fed. Sala I 19.9.2011 Causa 45.652 Freiler – Ballestero - Farah “Di Santo” Reg. 1049 J. 12 - S. 23 DELITOS CONTRA EL HONOR. LEY 26.551. CALUMNIAS. INJURIAS. ARTS. 109 Y 110 DEL CP. REQUISITOS TÍPICOS. LIBERTAD DE EXPRESIÓN. ALCANCES. “Ahora bien, el derecho a la libre expresión e información goza de una protección constitucional amplia, puesto que su ejercicio hace a la esencia del régimen republicano habiéndose afirmado la prevalencia de este derecho frente al del honor individual, prevalencia de este derecho frente al del honor individual cuando la cuestión esté vinculada con un asunto de interés público y sólo en la medida de ese interés (ver de la Sala de II de este fuero cnº 12.439 “Ordoñez”, rta el 4/3/97, reg. nº 13.999 y sus citas)”. “Asimismo, en vinculación con lo expuesto, y aún en el marco de la legislación anterior en la materia, se ha considerado que la relación entre los delitos contra el honor y la libertad de expresión habrá de variar en su contenido según que la víctima de la presunta ofensa se trate de un particular, o de un funcionario o persona de actuación pública y la ofensa resulte una crítica a la función o actos que de alguna manera se relacionan con su actividad, y que se suponen expuestos a la valoración pública”. 96 Poder Judicial de la Nación “En este sentido, el 2 de mayo de 2008, en consonancia con aquellos criterios se pronunció la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el fallo “Kimel vs. Argentina” donde estimó pertinente ordenar al Estado que adecue en un plazo razonable su derecho interno, en los delitos de calumnias e injurias, a la Convención Americana, de tal forma que la imprecisiones reconocidas por el Estado Nacional se corrijan para satisfacer los requerimientos de seguridad jurídica y, consecuentemente, no afecten el ejercicio de la libertad de expresión (ver considerando 128 y sus remisiones a los puntos 18 y 66)”. “Tal fallo finalmente condujo a la reforma legislativa en la materia que ahora nos rige, es decir en los supuestos abarcados por los artículos 109 y 110 del Código Penal a través de la ley 26.551 promulgada el 26 de noviembre de 2009, que si bien no estaban vigentes al momento de los hechos denunciados deben serles aplicados retroactivamente toda vez que así lo impone el artículo 2 de ese cuerpo normativo”. “Vale recordar la nueva redacción de los artículos 109 in fine y 110 in fine del C.P.N, en donde se estableció en el primero de ellos que: “…En ningún caso configurarán delito de calumnia las expresiones referidas a asuntos de interés público o las que no seas asertivas.” y, en el restante que “…En ningún caso configurarán delito de injurias las expresiones referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas. Tampoco configurarán delito de injurias los calificativos lesivos del honor que guardasen relación con un asunto de interes público”. USO OFICIAL “A partir de ello, y con el tipo penal así concebido -y a diferencia de lo que ocurría con su anterior redacción- se abren mayores posibilidades de evaluar en cada caso la concurrencia o no de ilícito, por cuanto deberá contrastarse si las declaraciones y/o publicaciones realizadas por el querellado, que el demandante reputa como lesivos a su honor guarda relación con un asunto de interés público, puesto que la figura penal no impone otro requisito distinto del enenuciado a fin de excluir la configuración del delito de injurias”. “Tanto desde un punto de vista gramatical como histórico, resulta factible interpretar que la norma ha introducido –en lo que aquí interesa- una causal de atipicidad de eventuales expresiones que intencionalmente deshonraren o desacreditaren a una persona física determinda cuando ellas hubiesen guardado relación con un asunto de interés público”. “Ello significa que más allá del contenido de las expresiones vertidas, si se refieren a materias de aquella especie, no resultarán antinormativas desde el punto de vista jurídico-penal”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 30.09.2011 “Piñeyro” Causa 45.722 Reg. 1108 J. 4 - S. 7 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. ACOPIO. REQUISITOS TÍPICOS. COMPETENCIA. “Si bien la ley 25.886 modificó el artículo 189 bis entre otros del C.P., no ha establecido en forma explicita el límite entre las figuras en competencia.” “La doctrina ha definido a la figura de acopio, prevista en el art. 189 bis inciso 3°, como: “... Acopia el que reúne de manera considerable, superior a lo que el uso común o deportivo puedan justificar…” (Conf. Derecho Penal Argentino, Soler, Sebastián, Tomo IV, pág. 609, Editorial Tea, Buenos Aires, año 1996).” “Asimismo, se sostuvo que también es aplicable esa figura cuando: “… no demuestre que tiene finalidad de colección por el carácter de las armas, la diversidad de los tipos o modelos u otra circunstancia que determine esa finalidad…” (Creus, Carlos, Derecho Penal Parte Especial, Tomo II, Edición 1996, pág. 33).” “La jurisprudencia estableció también ciertas pautas de exégesis al sostener que: “… también debe orientarse a las circunstancias en que fueren habidos, demostrativas de que se los guarda con la intención de que, eventualmente, puedan ser empleados por muchas personas, lo que refuerza su potencialidad dañosa para el bien jurídicamente protegido: la seguridad pública…” (CNCP, CN° 3.633 “Piras, D”, reg. Nº 4.506, 10/8/2001).” “Este Tribunal, en anterior composición, sostuvo por su parte que: “…la cantidad de armas y municiones de 97 guerra halladas en poder del encausado… es realmente considerable, basta tan sólo con mencionar dos pistolas calibre 9mm, cuatro ametralladoras, dos fusible; 100 cartuchos a bala; entre otros efectos de similar especie, para concluir en que el encuadre jurídico adecuado sería el acopio de armas y municiones de guerra…” (CN° 26.907 “Díaz, José y otro”, reg. Nº 51, rta. 8/02/96; CN° 43.137 “Ponce Portilla”, reg. N° 1061, rta. 29/9/099).” C.C.C. Fed. Sala I 8.9.2011 Causa 45.839 Freiler – Ballestero - Farah “Romero” Reg. 1014 J. 7 - S. 14 DETENCIÓN. REQUISA. PROCEDIMIENTO POLICIAL. REQUISA PERSONAL. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. ARTS. 230 Y 184 CPPN. NULIDAD. PROCEDENCIA. “Al respecto, el art. 284 del C.P.P.N. dispone que: “los funcionarios... de la policía tiene el deber de detener, aún sin orden judicial... al que intentare un delito de acción pública reprimido con pena privativa de libertad, en el momento de disponerse a cometerlo... excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehemente de culpabilidad, y exista peligro inminente de fuga o de serio entorpecimiento de la investigación... (Y) a quien sea sorprendido en flagrancia en la comisión de un delito de acción pública reprimido con pena privativa de libertad”.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “A su vez, el artículo 230 bis del mismo cuerpo normativo establece taxativamente los supuestos en que excepcionalmente las fuerzas de seguridad pueden prescindir de la orden judicial previa, necesaria para llevar a cabo una requisa personal de modo de reglamentar los derechos constitucionales en juego. En este sentido, la norma exige el requisito de objetividad, es decir, la exigencia de que el procedimiento policial se vea respaldado por elementos objetivos que admitan luego el contralor jurisdiccional.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “Siguiendo este orden de ideas, no es factible tolerar que la intervención policial se lleve a cabo desconectada de cualquier situación objetiva que la justifique. De modo que para comprobar la razonabilidad del acto fundado en el juicio del preventor, será necesario “...que los tribunales exijan, llegado el caso, que el policía que cumplió la detención identifique cuáles fueron las circunstancias debidamente fundadas que lo llevaron a presumir que estaba ante la inminencia de la comisión de un hecho ilícito” (Carrio, A, Garantías Constitucionales en el Proceso Penal. Ed. Hammurabi, Bs. As., 2006, p. 227, ver también CSJN, P. 1666, XLI, “Peralta Cano, M. E. s/ inf. ley 23.737", c. 50.176, 3/5/07).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “El artículo citado prescribe: “... los funcionarios de la policía y fuerzas de seguridad, sin orden judicial, podrán requisar a las personas e inspeccionar los efectos que lleven consigo... con la finalidad de hallar la existencia de cosas probablemente provenientes o constitutivas de un delito o de elementos que pudieran ser utilizados o para la comisión de un hecho delictivo de acuerdo a las circunstancias particulares de su hallazgo, siempre que sean realizadas: a) con la concurrencia de circunstancias previas o concomitantes que razonable y objetivamente permiten justificar dichas medidas respecto de persona o vehículo determinado y b) en la vía pública o en lugares de acceso público...”.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “De tal forma, la urgencia y las circunstancias previas que objetiva y razonablemente justifiquen la requisa representan la única vía de excepción para prescindir de la orden judicial.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “Por otra parte, se ha dicho que: “...como paso previo y concomitante, la detención de una persona no sólo requiere cumplir con los recaudos que prevee esa norma, sino también con aquellos abarcados por el artículo 284 del código de rito. En los supuestos que estamos abordando no se trata de personas que son aprehendidas y conducidas sin más en presencia de la magistratura sino que, inmediatamente después de lo primero son sometidas a una segunda injerencia: la requisa e inspección de los efectos personales que cargan. Por ello, estamos ante la sumatoria de dos situaciones que han sido concebidas como excepciones” (Cfr. causa n° 39.912 “Silverizzo, Sebastián s/ inf. ley 23.737” rta. el 03/07/07, reg. 696, de esta Sala).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) 98 Poder Judicial de la Nación ““De tal modo, no es admisible que la práctica desnaturalice el instituto legal y convierta lo excepcional en regla. Cuando así sucede los tribunales tienen la misión de apuntar o corregir lo actuado por fuera de los lineamientos normativos invalidando si es necesario aquello que no se compadezca con la ley y su base constitucional” (conf. C.N° 37.727, “Sidero Fernando s/proc. y embargo”, rta. el 29/6/05, reg. 640 y sus citas; Cn° 41.413, Cabrera, Pablo s/sobres., rta. el 14/11/06, reg. 1240).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “A la luz de todo lo expuesto, en autos no se advierte que se hayan configurado los extremos exigidos por el artículo 284 del C.P.P.N. para proceder a la detención ni por el art. 230 bis del mismo cuerpo legal para efectuar la requisa.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “En consecuencia, no se verifican las razones de carácter objetivo que permitan arribar a una sospecha concreta de la concurrencia de los presupuestos legales, conforme surge de la declaración obrante a fs. 1/2 y 190 de las actuaciones principales. Si esto se observa a la luz de los parámetros apuntados, es evidente que tanto la detención como la requisa practicada sobre los imputados excedieron las facultades del personal policial pues se practicaron sobre la base de un juicio subjetivo que, como tal, no es posible controlar jurisdiccionalmente.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “En consecuencia, y de acuerdo a lo señalado en los párrafos que anteceden, esta Sala considera que la detención y requisa practicada sobre González Vidal y Carhuamaca resultan nulas, y en tanto que “un procedimiento ilegal USO OFICIAL a su inicio no se legitima por lo que resulte de él” ( Byars v. United States”, 273 US 28, 1927; fallo citado en la CN° 39.850 “Amaya, José Norberto s/ infracción ley 23.737", reg. 1386), todo lo obrado correrá la misma suerte.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “En efecto, las manifestaciones de ambos policías, si bien escasas, dan cuenta de un escenario previo que leído en su contexto puede ser considerado prima facie un presupuesto habilitante para la intervención del aparato estatal.”(Del voto del Dr. Farah) “Tal como se dijo en la anterior oportunidad (fs. 161/162vta.), la declaración de nulidad es un remedio extremo y de interpretación restrictiva (CSJN, Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413 y 311: 2337, entre otros), por lo que el principio de preservación me inclina a considerar como la mejor solución la convalidación provisoria del procedimiento policial, sujeto a cuanto surja del debate propio de la etapa oral, donde rigen con mayor amplitud los principios de contradicción e inmediatez (conf. C.N.C.P., Sala I, c. nro. 8124, “Chiaramonte, M. s/ recurso de casación”, reg. Nro. 11358.1, rta. el 29-12-07, entre otras).” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala I Freiler – Ballestero - Farah 1.9.2011 “González Vidal” Causa 45.814 DOCUMENTOS. Reg. 976 FALSIFICACIÓN. USO. CHEQUE. J. 3 - S. 5 ESTAFA. CONCURSO DE DELITOS. COMPETENCIA. “En esta dirección consideramos que, sin perjuicio de la calificación legal que en definitiva corresponda, el centro de la pretensión de la defensa radica en descartar la relevancia normativa de la conducta de haber presentado al cobro un cheque falsificado y en que, a todo evento, se remitan por incompetencia las actuaciones a la justicia ordinaria”. “El argumento vinculado con la falta de intervención de Boldrini en la adulteración del cheque o con el carácter normativo de este instrumento no resulta adecuado para lograr aquella finalidad desde el momento en que, se trate de un documento público o privado, su utilización es la que genera el peligro para los bienes jurídicos protegidos por las normas que tutelan a la fe pública (más allá de que en el primer caso dicho riesgo represente el resultado de desplazar, por subsidiariedad tácita, el riesgo abstracto generado por la falsificación, mientras que en el segundo radique, en sí mismo, en la válvula de represión de conductas de la especie) –vid., en este sentido, de esta Sala, causa nro. 36.606, caratulada “Banco Río S.A. s/incompetencia”, resuelta el 21/12/04, Reg. nro. 1421, entre muchas otras-”. “Sin embargo, los hechos en cuestión se circunscribieron como dos sucesos independientes –tanto fáctica como 99 jurídicamente- (lectura consentida por las partes), sin perjuicio de que ambos hubiesen sido atribuidos a Boldrini. Por ello, más allá de la posible identidad del autor y de la calificación legal que en definitiva le corresponda, el segundo hecho no es uno de aquellos que comprometen los intereses a los que alude el art. 33 del C.P.P.N., por lo cual habrá de ser investigado en forma separada (Fallos 302:1220; 308:2552; 318:2675 y competencia nro. 16 L. XXXV in re: “Cedarri, Osvaldo s/ denuncia”, resuelta el 16 de marzo de 1999, cfr. c/n° 45.652, “Di Santo Cristian Javier s/acopio de armas, art. 189 bis 5to. párrafo del C.P.”, rta. el 19/9/2011, reg. N° 1049)”. “Aun cuando el cheque adulterado que se habría presentado al cobro constituyese un instrumento público, privado o fuese equiparable a la moneda en los términos del art. 285 del C.P., correspondería al fuero ordinario continuar con la investigación de la causa, en lo que respecta a este suceso y definir, con la debida audiencia de las partes, la calificación legal que en definitiva corresponda”. “La Corte Suprema de Justicia ha dicho, con remisión al dictamen del Procurador General de la Nación que: “…Si bien la ley 25.930 ha modificado el artículo 285 del Código Penal al equiparar la falsificación de las tarjetas de crédito a la de moneda nacional entiendo que, tal como sostiene el fiscal federal a fojas 60, lo es al sólo efecto de su penalidad, tal como sucede respecto de otros instrumentos de crédito allí mencionados. Esta conclusión se ve reflejada en los antecedentes parlamentarios de esa norma cuando el Diputado Simón F. Hernández sostuvo que: ´La falsificación…de los instrumentos en cuestión vulnera todo el sistema jurídico legal establecido en torno a los mismos, generando perjuicios tanto para las entidades financieras, empresas y comercios que las emiten o reciben, cuanto para los propios usuarios, con la consiguiente desacreditación e inseguridad de todo el sistema financiero y crediticio´ y que ´…la actividad cuyas normas se vulneran no se encuentra comprendida dentro de las funciones indelegables que el Estado ejerce en su carácter de tal (como sí lo está la emisión de moneda de curso legal)´ (Cámara de Deiputados de la Nación, Sesiones Ordinarias 2002, Orden del día n° 869, página 5)…”. “Por ello, en esa ocasión, se declaró la competencia de la justicia local (cfr. Rodríguez Ruiz, Hugo Andrés s/ estafa, 11/9/07)”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 29.09.2011 “Boldrini” Causa 45.934 Reg. 1101 J. 6 - S. 12 EFECTOS SECUESTRADOS EN CAUSAS PENALES. SUJECIÓN A DISPOSICIÓN DEL TRIBUNAL. ESTUPEFACIENTES. ART. 30 LEY 23.737. “Existe una fundada sospecha de que el vehículo (…) habría sido utilizado por el imputado (…) para desarrollar la venta de drogas que en autos se le atribuye -ver fs. comunicación nro. 15 y 26 de fecha 14 de mayo del corriente año, CD 5; auto de procesamiento 850/882-. Ante este escenario, no debe perderse de vista que: (…) los efectos secuestrados en causas penales deben quedar sujetos a disposición del juzgado a los fines del artículo 23 del C.P. mientras perdure la sustanciación del proceso y a resultas de éste, siempre y cuando sean elementos que permitan demostrar la configuración del hecho investigado, es decir, constituyan elementos de prueba, o bien puedan haber sido adquiridos con su producido (…)” (c/n° 43.009 “Incidente de entrega de rodado de Jorge Isaac Véliz Espíritu”, reg. 1136, rta. 16/10/09, con cita de c/n° 42.963 “Rojas…”, rta. 14/03/09, reg. 455). En igual sentido se alzan las disposiciones del artículo 30, último párrafo de la ley 23.737”. C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 29.09.2011 “Inc. De restitución de rodado” Causa 45.935 Reg. 1095 J. 12 - S. 24 ELEVACIÓN A JUICIO. REQUERIMIENTO. REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “…el requerimiento de elevación a juicio proporciona la plataforma fáctica sobre la que habrá de discurrirse en el debate. Esa “relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos…” se obtiene mediante la mención detallada de todas las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que la conducta del imputado se exteriorizó y 100 Poder Judicial de la Nación cualquier otro dato de interés para el encuadramiento legal del hecho y la selección y graduación de la pena y sólo prosperará su nulidad cuando se afecte realmente el derecho de defensa del acusado (D´Albora, Francisco, “Código Procesal Penal de la Nación”, Lexis-Nexis, Buenos Aires, 2003, tomo II, pág. 740). En igual sentido, se ha dicho que hay nulidad del requerimiento cuando se configura la falta de una adecuada relación del hecho adjudicado, en tanto de ella derive la imposibilidad del imputado de ejercer útilmente su derecho de defensa en el proceso, ante la imprecisión de su objeto (Navarro, Guillermo y Daray, Roberto, “Código Procesal Penal de la Nación”, Hammurabi, BsAs, 2004, tomo II, pág. 951).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 13.9.2011 “Gettar” Causa 30.473 Reg. 33.449 J. 6 - S. 12 ESTUPEFACIENTES. TENENCIA COMPARTIDA DE DROGA. DELITOS DE TENENCIA. ALCANCES. IMPUTACIÓN OBJETIVA. PROHIBICIÓN DE REGRESO. “…esta Sala ha señalado que la prohibición de regreso, como instituto de la imputación objetiva -y por ello normativa, en este caso, de la acción a la norma- resulta útil para diferenciar aquellos casos de acciones adecuadas socialmente de supuestos de participación jurídico-penalmente relevantes. Ahora bien, para afirmar o USO OFICIAL negar su concurrencia es preciso, con antelación a preguntarnos por el dolo -al que sólo podemos acudir una vez afirmado el tipo objetivo, puesto que en otro caso sería únicamente lo interno el fundamento de la pena (cfr. Jakobs, Gunther, “Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico”, en “Estudios de Derecho Penal”, UAM Ediciones y Civitas, 1° Edición, Madrid, 1997, ps. 293/324)-, verificar, en el plano fáctico, las circunstancias que rodearon a las acciones estudiadas y, de ese modo, los roles que cumplieron cada uno de los actores (conf. c/n° 41.069, “Lemos, Hugo César y otra s/ procesamiento con prisión preventiva”, rta. el 18/10/07, reg. 1212-).” “Desde el plano objetivo, el único dato que permite sostener el conocimiento de la nombrada acerca de la conducta desplegada por su hermana, es el intercambio divisado por el personal preventor y el posterior hallazgo de material en la guantera y debajo del asiento del acompañante del automóvil. Si bien tal aspecto permitiría, prima facie, pensar que la sustancia permanecía en su ámbito de custodia, la inexistencia de otros elementos que permitan vincular a la encausada con la actividad, sumado a su expresa negativa y a la asunción exclusiva de agencia –que incluye el poder de disposición de la droga- por parte de su hermana, impiden afirmar que más allá de compartir el espacio físico, Denisse Ángela Algoner Lima hubiese tenido señorío sobre los elementos así como la disposición interna trascendente en lo que respecta a la finalidad de la tenencia (cfr. c/n° 41.476, “Cabuche”, rta. el 04/02/08, reg. 30).” C.C.C. Fed. Sala I 1.9.2011 Causa 46.049 Freiler - Ballestero - Farah “Algoner Lima” Reg. 969 J. 6 - S. 12 EXCARCELACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “Ahora bien, a los fines de dirimir la controversia suscitada respecto a la vigencia de la medida de coerción que pesa sobre el imputado, inicialmente ha de señalarse que si bien la penalidad con que se encuentra reprimido el delito endilgado -que implica la amenaza de una alta pena, de efectivo cumplimiento- permite, a priori, tener por acreditada la presunción -de carácter legislativo- de que Christian Osman intentará eludir la acción de la justicia (cfr. arts. 312, 316 y ccdtes del C.P.P.N.), ello no resulta suficiente, por sí solo, para justificar su encarcelamiento preventivo.” “Esta Sala ya ha expresado que al evaluar la procedencia de una medida restrictiva de la libertad como la aquí examinada deben valorarse, además del riesgo procesal que importa la amenaza de una pena de efectivo cumplimiento, el resto de las circunstancias del caso, en miras a asegurar los fines del proceso -descubrimiento de la verdad material y realización de la ley sustantiva-. No debe perderse de vista que, a la luz de nuestra 101 Constitución Nacional y las normas internacionales incorporadas a la misma, el derecho de permanecer en libertad durante el proceso, basado fundamentalmente en el principio de inocencia del que goza todo imputado, sólo puede ceder frente a la necesidad de garantizar la actuación de la ley penal (cfr. causa no. 37.788 “Incidente de eximición de prisión de Páez, Gustavo E.”, rta. el 29/04/05, reg. 345; causa no. 41.481, “Salto, Eudoro s/ procesamiento con prisión preventiva”, rta. 11/01/08, reg. 13, causa no. 44.521, “Prieto Mendoza, Julio Daniel y otros s/procesamiento con prisión preventiva”, rta. el 22/07/10, reg. 708; causa no. 44.627, “Albarado, Carolina Marcia s/procesamiento”, rta. el 20/08/2010, reg. 784; causa no. 44.923 “Luna Rodríguez y otro s/procesamiento y prisión preventiva”, rta. el 9/11/10, reg. 1119, causa no. 45.026 “Cicopieri, Jonathan s/procesamiento y prisión preventiva”, rta. el 24/11/10, reg. 1180, entre otras).” “En ese sentido lleva dicho esta Sala que las prescripciones legales de los artículos 316 y 317 del código de rito no pueden representar más que un parámetro relevante para evaluar la existencia de riesgos procesales. Y no obstante su configuración, pueden existir circunstancias que permitan descartar esos riesgos aun frente a una elevada amenaza de pena. Esto es así porque sólo los elementos de cada caso concreto pueden fundar válidamente –en tanto permitan presumir la existencia de estos riesgos procesales- el encarcelamiento preventivo de un imputado (ver de esta Sala, causa n° 37.956 “Mendoza, Antonio y otros s/procesamiento y prisión preventiva”, rta. el 14/7/2005, reg. n° 719 con citas de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional).” “De esta manera, sólo se habilita el encierro preventivo de una persona cuando se haya descartado la posibilidad de que otros medios menos lesivos de derechos fundamentales también garanticen los fines que se le reconocen a la prisión preventiva.” “Finalmente, que no cuente con un trabajo estable no puede entenderse como un elemento determinante a los fines de rechazar su excarcelación, debido a que, tal como hemos señalado en precedentes similares, tal circunstancia no puede llevar sin más a la afirmación de que un imputado intentará fugarse. De hecho, admitir como eficaz un criterio semejante supondría convalidar una ilegítima presunción que colocaría por fuera de los mecanismos y garantías básicas generales a todo un sector de la población por el mero hecho de carecer de un empleo permanente. Por tal motivo, esos argumentos no resultan suficientes ni válidos para dar sustento a una medida que afecta severamente uno de los principales derechos fundamentales de los hombres (cfr. de esta Sala causa N° 42.727, “Zárate González, Teodolina s/excarcelación”, reg. N° 9, rta.: 13/01/09; causa N° 45.223, “González, Emanuel s/prisión preventiva, reg. N° 1437, rta.: 29/12/10; entre otras).” C.C.C. Fed. Sala I 8.9.2011 Causa 46.097 Freiler – Ballestero - Farah “Osman” Reg. 1009 J. 7 - S. 13 HONORARIOS. PAUTAS PARA FIJAR SU MONTO. “Que lleva dicho el Tribunal en reiterados precedentes que tales parámetros arancelarios no tienen carácter vinculante y que, tratándose de una actividad desregulada desde la entrada en vigencia del Decreto/Ley 2284/91, sólo constituyen un punto de vista orientativo y coadyuvante al tiempo de justipreciar su determinación, que debe ser integrado al contexto de pautas que establece el artículo 29 de la ley 20.305 (cf. causa n° 15.852 “Moo Hong Hyon” del 9/9/99, reg. 16.807; causa n° 22.565 “Fernández Marengo” del 4/8/05, reg. 23.999; causa n° 28.866 “Hess, Myriam” del 2/10/08, reg. n° 29.006; y causa n° 27.521 “Cha, Eui Nam” del 30/3/09, reg. n° 29.676).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 1.9.2011 “Bravo” Causa 30.575 Reg. 33.388 J. 3 - S. 5 JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “La Sala ha dicho en reiteradas ocasiones que el régimen de nulidad es de carácter restrictivo. En este sentido, Binder sostiene que: “…Debe quedar claro que la nulidad nunca se declara a favor de la ley, sino siempre para 102 Poder Judicial de la Nación proteger un interés concreto, que ha sido dañado. Este principio... tiene relación...con el sentido de las formas, que siempre protegen un interés particular” (Binder, Alberto M., “El incumplimiento de las formas procesales”, Ad-Hoc, Bs.As., 2000, pág. 29). Y ello es así pues, como se ha considerado en diversos precedentes, lo que se trata de aventar son retrogradaciones inútiles del proceso que puedan comprometer el derecho de defensa en juicio y a ser juzgado en un plazo razonable (cfr. c. 43.989 “Arias Duval, Alejandro” del 21/12/10, reg. 1366). Precisamente es por ello que para que opere la anulación pretendida debe constatarse la concurrencia de un real perjuicio para la parte.” “Sin perjuicio de los cuestionamientos que puedan dirigirse a la figura del juez de instrucción como director de la investigación, lo cierto es que el art. 199 en general y el 239 del CPPN, en especial, lo invisten de la facultad de tomar las medidas útiles para averiguar la verdad y en este sentido, lo obligan a interrogar a las personas que puedan aportar datos conducentes a ese fin. (Ver en un sentido similar, C.C.C.Fed., Sala I, C.25.181, “Soria, Heriberto H.”, del 4/11/93, reg. 748; C.30.807, “Antico, Horacio” del 21/5/99, reg.376, C.38.846, “De Santibañes, Fernando”, del 17/5/06, reg.422 y C.38.944, “Tell, Alberto Máximo”, del 17/5/06, reg. 425; c. 44.171 “Comparatore Luis s/recurso de queja” del 4/05/10, reg. 400; c.44.420 “MICELI, Felisa s/fiscal apela diligencias probatorias”, entre muchas otras).” “La circunstancia de que el juez a quo haya citado a Bardales Agurto en los términos del artículo 239 y siguientes USO OFICIAL de la ley de rito no implica violación a la garantía del artículo 18 de la Constitución Nacional, en la medida en que dicha convocatoria ha estado particularmente signada por su condición de testigo, es decir, como una persona “que sin estar excluida de esa posición por un papel procesal de otro tipo, debe dar a conocer sus percepciones sobre los hechos ante el juez por medio de una declaración”. (cf.Roxin, Claus, “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, Bs.As. 2000, pag. 219).” “Ello, sin perjuicio de que, si durante el transcurso de la causa se forma en el ánimo del juzgador motivo suficiente para sospechar respecto del imputado en los términos del artículo 294 del ordenamiento formal, pueda éste volver a convocarlo para transmitirle la imputación y, en su caso, recabar sus dichos previo relevarlo del juramento prestado. Ello, claro está, al margen de la idoneidad o valor probatorio de los actos que ha recibido el juez (c. 34.450, “Zavala, Osvaldo y otros s/ nulidad”, del 27/08/02, reg. 861; c. 39.246, “Gil Alvarengo, Carlos”, del 14/11/06, reg. 1254; c. 39.762: “Romero, Oscar A. s/ rechazo de nulidad”, del 14/12/06, reg. 1389).” “En este caso, la convocatoria como imputado respondió a que, frente a dichos que podían comprometer la prohibición de autoincriminación, el juez decidió relevarlo de juramento de decir verdad para rodear al acto de todas las garantías que protegen al justiciable, entre ellas, la de contar con defensa técnica, entrevistarse con su abogado antes de la declaración, el de guardar silencio, sin que éste sea evaluado en su contra, etc.” “Por ello es que, a todo evento, nos encontraríamos frente a un supuesto de prohibición de valoración probatoria respecto de la primera declaración obtenida bajo juramento.” C.C.C. Fed. Sala I 6.9.2011 Causa 45.092 Freiler – Ballestero - Farah “Badales Agurto” Reg. 994 J. 12 - S. 24 JUEZ. JUEZ NATURAL. DEBIDO PROCESO. ALCANCES. “A diferencia de lo que ocurre en el ámbito del Ministerio Público Fiscal, donde el Procurador General de la Nación puede disponer, por razones de política criminal, la formación de unidades especializadas en determinados temas, con el objeto de que colaboren con los correspondientes fiscales de cada sumario, tales dependencias especiales son inadmisibles en el ámbito del Poder Judicial de la Nación por la propia naturaleza de la jurisdicción (cfr. Res. PGN n° 60/03 -que crea la UFASE-, n° 123/06 -que crea la UFIMA- y n° 14/07 -que crea la UFI de Seguimiento de Causas por Violaciones a los Derechos Humanos-, entre muchas otras).” (Del voto del Dr. Freiler). “Los magistrados del Poder Judicial tienen vedada esa línea de actuación, bajo riesgo de convertirse en aquellas comisiones especiales que se encuentran expresamente prohibidas por nuestra constitución nacional (art. 18) (en 103 este mismo sentido, ver Maier, Julio B, “Derecho Procesal Penal, Fundamentos”, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1996, tomo I, págs. 763 y ss; Jorge Clariá Omedo, “Derecho Procesal Penal”, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2001, tomo I, págs. 69 y ss; A. Vélez Mariconde, “Derecho Procesal Penal”, Marcos Lerner Editora, Córdoba, 1986, tomo II, pags. 49 y ss; José I. Cafferata Nores, “Proceso Penal y Derechos Humanos”, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2007, págs. 109 y ss; Raúl Washington Abalos, “Código Procesal Penal de la Nación, comentado, anotado, concordado”, Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2005, tomo IA, págs. 21 y ss; Francisco D’ Albora, “Código Procesal Penal. Anotado. Comentado. Concordado”, Lexis Nexis Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2003, tomo I, págs.1 y ss).” (Del voto del Dr. Freiler). “Esta Sala ya tuvo ocasión de cuestionar este tipo de conducta advertida en algunos magistrados de este fuero federal quienes, valiéndose de requerimientos de instrucción elaborados de un modo excesivamente amplio, condujeron investigaciones igualmente amplias, extendiendo su competencia respecto de un delito en particular o de un grupo de delitos cometidos en una determinada zona geográfica, de un modo similar al que aquí criticamos.” (Del voto del Dr. Freiler). “Concretamente, sostuvimos que “...una descripción del objeto procesal tan amplia como la formulada en autos que, como dijimos, no contiene la descripción de un hecho, se enfrenta con la garantía del juez natural, y ubica al magistrado en una posición semejante a la de un tribunal ad hoc (o incluso de una comisión especial: aquel que investiga el paco en la villa 21). En estos supuestos, la asignación deja de ser aleatoria, el marco temporal y geográfico propio del actuar humano se desdibuja y aparece, en su lugar, un único juez instructor encargado de investigar, ya no acontecimientos concretos, sino un sinnúmero de inimaginables formas en que una determinada inquietud social podría exteriorizarse...” (voto en disidencia del Dr. Freiler en la causa n° 44.185, “Celestino Gómez”, rta. 7/05/10, reg. n° 425 y causa n° 44.542, “Villacorta Díaz”, rta. 13/07/10, reg. n° 698, entre otras).” (Del voto del Dr. Freiler). “La prohibición de comisiones especiales no sólo estuvo pensada por el constituyente para aventar la repetición de ejemplos históricos de jueces ad hoc deliberadamente establecidos para la persecución de una persona -o grupos de personas-, sino también para crear resortes institucionales que evitaran su formación, aun cuando ésta no hubiese sido determinada por una decisión deliberada. Y ello es así pues bajo las normas constitucionales pertinentes reside, en última instancia, la libertad de todos los ciudadanos.” (Del voto del Dr. Freiler). “Es una obligación internacional del Estado investigar la verdad de lo sucedido durante el terrorismo de Estado, mientras que constituye un derecho de las víctimas acceder a ella. También es una obligación del Estado reprimir las graves violaciones a los derechos humanos. Estas obligaciones sólo pueden cumplimentarse a través de procesos legales y eficientemente ordenados, a cargo de los jueces naturales de la causa. El relajamiento de límites procesales, en especial en lo que atañe al juez competente, atenta contra aquellos objetivos. La buena y obligatoria intención de establecer identidades suprimidas se ve menoscabada cuando, de hecho, se acumulan en un solo juez numerosas investigaciones que, por el propio aluvión, van perdiendo su norte.” (Del voto del Dr. Freiler) C.C.C. Fed. Sala I 1.9.2011 Causa 44.891 Freiler - Farah “Dr. Castiñeiras” Reg. 972 J. 2 - S. 3 MEDIDAS CAUTELARES. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “…este Tribunal ha tenido ocasión de señalar, de conformidad con el criterio sustentado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación que “Una medida de no innovar no puede ser utilizada para incumplir una orden de otro juez, al respecto, resulta aplicable el criterio según el cual una cautelar de tales características, no puede, como regla, interferir en el cumplimiento de pronunciamientos judiciales, ni ser empleada para impedir u obstaculizar el derecho de índole constitucional de ocurrir a la justicia para hacer valer los derechos que las partes interesadas consideran tener. ” (Conf. CSJN Fallos 319:1325 y 326:3358 entre otros; ver de esta Sala Causa n° 30.311, “Incidente de apelación de Pierrestegui, Jorge Alberto”, Reg. n° 32.921, rta. 23/5/2011 y sus citas).” 104 Poder Judicial de la Nación “En este último se agregó además que la “doctrina y jurisprudencia mayoritaria consideran imposible paralizar actuaciones de otro juicio mediante la prohibición de innovar”.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 1.9.2011 “Perdomo Berrueta” Causa 30.658 Reg. 33.400 J. 2 - S. 4 PLAZOS PROCESALES. PLAZO PREVISTO POR EL ART. 306 CPPN. CACÁTER ORDENATORIO DE LOS PLAZOS. “Es cierto que en relación al vencimiento del plazo previsto por el artículo 306 del código adjetivo, este Tribunal ha sostenido en reiteradas oportunidades, que el término es ordenatorio (conf. causas n° 28.829 “Vera”, Reg. n° 768 del 19/09/1997; n° 33.517 “Trombetta”, reg. n° 1025 del 1/11/01; n° 35.828 “Ducler”, Reg. n° 1046 del 29/05/05, entre otros). También lo es, que en autos hay personas privadas anticipadamente de su libertad, por lo que el planteo de la defensa reviste seriedad. Sin embargo, no pasa desapercibido que la situación examinada se registra en un proceso de importante complejidad, varios imputados, hechos graves, personas prófugas y líneas abiertas de investigación.” C.C.C. Fed. Sala I USO OFICIAL 22.9.2011 Causa 46.138 Freiler – Ballestero - Farah “Maquera Gutiérrez” Reg. 1061 J. 11 - S. 21 PUBLICIDAD DE LA CAUSA PENAL. ACCESO A LAS ACTUACIONES DE TERCEROS NO PARTE A LA CAUSA. PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LOS PROCESOS PENALES. DERECHO A LA INFORMACIÓN. IMPUTADO. DERECHOS Y GARANTÍAS. INTERPRETACIÓN DE LA LEY. PRINCIPIO PRO HOMINE. “El nudo de la jurisprudencia del Tribunal gira en derredor de la idea de que la sola invocación del artículo 204, última parte, del Código Procesal Penal de la Nación, no constituye fundamento suficiente para negar solicitudes de asociaciones civiles que –de modo acorde con sus finalidades estatutarias- piden conocer el contenido de causas donde se tratan supuestos hechos de corrupción o relevancia pública. Existe, en tales casos, un legítimo interés que debe ser tomado en consideración para resolver (ver causa n° 26.469 “Nino”, reg. n° 28.291 del 11/4/08, causa n° 26.461 “Nino”, reg. n° 28.306 del 15/4/08, causa n° 26.882 “Nino”, reg. n° 28.991 del 29/9/08, causa n° 27.177 “Nino”, reg. n° 29.038 del 7/10/08, causa n° 28.977 “Nino”, reg. n° 31.202 del 23/3/10, causa n° 28.762 “Nino”, reg. n° 31.345 del 18/5/10, causa n° 29.097 “ACIJ”, reg. n° 31.451 del 21/5/10, causa n° 29.094 “Nino”, reg. n° 31.487 del 1/6/10, causa n° 29.233 “Nino”, reg. n° 31.662 del 15/7/10, causa n° 29.477 “Nino”, reg. n° 31.913 del 16/9/10 y causa n° 29.866 “Nino”, reg. n° 32.341 del 15/12/10, entre otras).” “El alcance de esa doctrina y de la jurisdicción revisora de la Alzada han sido también uniformemente fijados por los suscriptos en esas intervenciones.” “En efecto, según el criterio del Tribunal, corresponde al juez de la causa definir -según su prudente apreciacióncuáles son aquellos contenidos generales que hacen a la cosa pública sobre los que pueda versar el procedimiento, y cuáles las partes de los sumarios que no cabe divulgar para resguardar los aspectos que por diversos motivos pudieran resultar reservados, o para evitar entorpecimientos en las investigaciones (conf. citado reg. n° 28.291 del 11/4/08 y demás resoluciones invocadas).” “O sea que es discrecional del director del proceso determinar qué partes de las actuaciones pueden darse a conocer –por relacionarse con el interés público- y cómo se cumple con ese cometido. No se trata de una solución novedosa: a decir verdad, dichas reglas se aplican en la generalidad de los asuntos de trámite que se presentan en las causas penales, donde se atribuye -como principio- discrecionalidad al instructor a la hora de tomar uno u otro curso de acción (ver, por ej. art. 199 del C.P.P.N., y de esta Sala causa n° 14.472 “Seligman”, reg. n° 15.615 del 14/7/98; causa n° 15.572 “Dappaen”, reg. n° 16.495 del 3/6/99; causa n° 17.551 “Alsogaray”, reg. n° 18.524 del 29/3/01; causa n° 28.206 “Alsogaray”, reg. n° 19.286 del 4/12/01, causa n° 27.184 “Delogu”, reg. n° 29.233 del 105 27/11/08 y sus citas, entre otras; de la Sala I de esta Cámara, causa n° 27.550 “Finazzi”, reg. n° 327 del 25/4/96; de la Sala I de la CNCC, causa n° 8406 “Yacobucci”, rta. el 6/2/98 y causa n° 7401 “Martín”, rta. el 27/8/97).” “Consecuentemente, la decisión que tome el juez sobre esos puntos no es revisable. Sin embargo, se han reconocido dos excepciones: que su respuesta no obedezca a las pautas generales aplicables al asunto –lo que acontece cuando no se respeta el estándar explicado en el punto (i)-; o que aquella carezca de razonabilidad -si no se dan fundamentos suficientes o pertinentes para negar el acceso a determinada constancia- (ver causa n° 27.365 “Garrido”, reg. n° 29.249 del 2/12/08 y causa n° 29.467 “Nino”, reg. n° 31.844 del 31/8/10).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun 5.9.2011 “Asociación por los Derechos Civiles” Causa 30.869 Reg. 33.410 J. 11 - S. 22 PROCESO PENAL. ACCESO DE LAS PARTES AL EXPEDIENTE. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. ART. 204 C.P.P.N. “Ha de advertirse que el auto que en copia obra a fojas 4 del presente legajo, se aparta del criterio largamente sostenido por este Tribunal en torno a la interpretación de las prescripciones del artículo 204 del Código adjetivo, tendiente a resguardar los derechos consagrados al imputado durante el proceso (cfr. causa no. 28.735 “Oderigo, E. s/tomar vista…”, reg. no. 400, rta. el 05/06/97; causa no. 33.822 “Rotondo, G. s/rechazo de tomar vista…”, reg. no. 163, rta. el 07/03/03; causa no. 36.505 “Dres. Santiago Feder y […] s/extracción fotocopias”, reg. no. 353, rta. el 03/05/04 y sus citas; causa no. 40.638 "Pérez Bianco, Raúl s/ recurso de queja", reg. 631, rta. el 26/6/07; causa no. 42.379 “Salvia, Ernesto s/denegatoria extracción de fotocopias”, reg. no. 1479, rta. el 04/12/08, entre otras), deviniendo un medio eficaz para contribuir a dicho cometido la obtención de fotocopias de la causa.” “A su vez, reiteradamente se ha alertado al juez de grado para que evite caer en el tipo de prácticas criticadas dado que, el mantenimiento de un criterio como el que insiste en sostener, frente a la disconformidad de las partes interesadas, provoca esencialmente un dispendio jurisdiccional incongruente con un buen servicio de justicia (cfr. en sentido similar causa no. 35.320 “Garrido, C. Manuel s/rechazo de tomar vista de las actuaciones y extraer fotocopias”, reg. no. 530, rta. el 27/06/03 con todas sus citas; causa no. 40.638 “Pérez Bianco, Raúl s/recurso de queja”, reg. no. 631, rta. el 26/06/07; causa no. 41.869 “Quenallata Yujra, Armando s/pedido de fotocopias”, reg. no. 547, rta. el 21/05/08; causa no. 43.514 “Jaime, Ricardo s/recurso de queja”, reg. 1172, rta. el 28/10/09; causa no. 44.368 “Iacoviello, Julio Eduardo s/ recurso de queja”, reg. no. 697, rta. el 15/07/10).” C.C.C. Fed. Sala I 14.9.2011 Causa 45.431 Freiler – Ballestero - Farah “Alvarez” Reg. 1033 J. 11 - S. 22 PROCESO PENAL. DELEGACIÓN DE LA INSTRUCCIÓN A MANOS DEL FISCAL. ART. 196 CPPN. OPORTUNIDAD PROCESAL EN QUE PROCEDE LA DELEGACIÓN. FACULTAD DEL JUEZ DE INSTRUCCIÓN. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FUNCIONES. “La Sala ya tuvo oportunidad de descartar la viabilidad de apelaciones contra decisiones de la especie, en función de la falta de configuración de un gravamen de imposible o tardía reparación ulterior. Se sostuvo que: “…el artículo 196 del Código Procesal Penal de la Nación concibe la transferencia de la dirección de la investigación por parte del Juez Instructor como una facultad eminentemente discrecional, sin que quepa restringir la latitud de esa atribución en base a plazos distintos de aquellos que enmarca la etapa instructoria…” (ver, por ejemplo, c/n° 44.286, “Señor Fiscal”, rta. el 27/4/2010, reg. N° 348, entre muchas otras).” “Se explicó que esta lectura es la que mejor se adecua al modelo constitucional del proceso, que en la práctica amplía las posibilidades de que el Fiscal investigue. Un modelo de enjuiciamiento acorde con estas pautas es una garantía del individuo y no de los órganos del Estado, cuyas disputas no debieran afectarle. Al mismo tiempo, la introducción del artículo 120 en la CN, si alguna modificación produjo al paradigma procesal fue justamente a 106 Poder Judicial de la Nación favor de una separación mucho más estricta de las funciones de acusar y juzgar (Fallos 327:5863), por lo que no se comprende la existencia de un agravio a raíz de una disposición que contribuye justamente con dicha separación (cfr. c/n° 45.212, “Fiscal Federico Delgado s/queja”, rta. el 10/2/2011, reg. N° 66, entre otras).” “Si bien es cierto que el principio republicano de gobierno requiere el establecimiento de un sistema de frenos y contrapesos en el ejercicio del poder y que, en esta dirección, no es concebible un órgano de poderes ilimitados, también lo es que el primer gran límite a las facultades del juez de instrucción, dado por el modelo acusatorio de enjuiciamiento –aun cuando haya ingresado a la ley procesal nacional sólo en forma mixta-, ha sido la separación de las funciones de acusar y de juzgar.” C.C.C. Fed. Sala I 15.9.2011 Causa 46.071 Freiler – Ballestero - Farah “Sr. Fiscal” Reg. 1038 J. 12 - S. 23 PROCESO PENAL. ACCESO DE LAS PARTES AL EXPEDIENTE. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. ART. 204 C.P.P.N. ART. 73 CPPN. “Cabe recordar, en este sentido, que el art. 73 del CPPN reconoce a “ (…) quien se le imputare la comisión de un delito (…)aún cuando no hubiere sido indagada (…)” la facultad de presentarse ante el Juez de la causa, con el USO OFICIAL objeto de brindar las explicaciones que considere conducentes e indicar las pruebas que, a su criterio, puedan eximirlo de responsabilidad.” “Se colige de lo expuesto que el pronunciamiento impugnado vino a materializar un obstáculo de suficiente entidad como para conculcar el pleno ejercicio del derecho de defensa en juicio de los responsables de la ex AFJP Consolidar SA, ya que éstos han sido sindicados en el dictamen fiscal de instrucción como partícipes de un delito y, por ende, gozan de la totalidad de las prerrogativas que el ordenamiento procesal otorga a quienes revisten la calidad de imputados, más allá de que aún no hayan sido formalmente indagados (ver, en similar sentido, c/n° 42.379 “Salvia, Ernesto s/denegatoria extracción de fotocopias”, reg. 1479, rta. 4/12/08).” “La restricción criticada en el recurso, detrás de la cual subyace exclusivamente la mención efectuada por el Fiscal instructor del art. 204 del CPPN, conculca la posibilidad de los implicados de desarrollar con plenitud su derecho de defensa, por lo que corresponderá revocar el pronunciamiento impugnado y otorgarle a la recurrente la posibilidad de acceder a las actuaciones, permitiendo su intervención en el proceso con los alcances exigidos por la garantía constitucional implicada (art. 18 CN).” “Esta Sala se ha expedido en ese mismo sentido en precedentes anteriores: “Es imprescindible contemplar y resguardar los derechos acordados a las distintas partes en el proceso (…)Para ello deben adoptarse medidas que permitan efectivizar el ejercicio de tales derechos en virtud de lo cual se estima que la obtención de fotocopias de la causa resulta un medio eficaz para contribuir a dicho cometido (…)” (c/n° 40.638, “Pérez Bianco, Raúl s/recurso de queja”, reg. 631, rta. 26/6/07).” C.C.C. Fed. Sala I 15.9.2011 Causa 45.903 Freiler – Ballestero - Farah “Consolidar AFJP” Reg. 1039 J. 11 - S. 22 PRUEBA. CUERPO DEL DELITO. AUSENCIA. EFECTOS. “Con relación a la circunstancia de que no se cuente con los pagarés que habrían firmado los damnificados, tal como se dijo en anteriores resoluciones, una vez más debe señalarse que ese no resulta un obstáculo -como sostiene la defensa- para efectuar un reproche penal a los encausados.” “En apoyo de lo expuesto cabe recurrir base a la jurisprudencia emanada de la Cámara Nacional de Casación Penal, en la que se ha sostenido que “A los fines de la acreditación de la comisión de un delito, no resulta necesaria la incorporación al proceso del objeto sobre el cual ha recaído la conducta delictuosa -corpus criminini de los medios utilizados en la comisión del suceso -corpus instrumentorum-, ya que basta con que su verificación se produzca por los medios de prueba admitidos -corpus probatorium-...@. (conf. esta Sala en C. N° 107 35.764 “Ambesi, Ana Estela s/procesamiento, reg. nro. 304 del 19/04/2005 y C.N.C.P., Sala III “Ambesi, A. E. , reg. nro. 854.04.3, recientemente C.N° 42.931 “Velázquez Aguilera”, reg. nro. 274 del 08/04/09).” C.C.C. Fed. Sala I 8.9.2011 Causa 45.194 Freiler – Ballestero - Farah “Montiel” Reg. 1015 J. 8 - S. 15 REBELDÍA. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. “En este sentido, este Tribunal viene sosteniendo desde el precedente “Castillo, Luis Alberto s/ sobreseimiento” (cfr. C.N° 40.460, Reg. N° 1387/07), que la declaración de rebeldía, siempre que implique la orden de captura de la persona contra la cual se dicta, requiere el agotamiento de los medios necesarios para establecer su paradero.” “En esa dirección, se sostuvo que: “...la declaración de rebeldía y la captura dispuestas en inobservancia de uno de sus presupuestos lógicos -el conocimiento efectivo de la convocatoria y la consecuente decisión atribuible a su agencia [la del justiciable] de no comparecer- priva al imputado de la posibilidad efectiva del ejercicio de tales derechos [defensa en juicio, debido proceso, entre otros] y de controlar el progreso de la instrucción que, en principio, se continuará sin su presencia (art. 290 CPPN)...”.” “Asimismo, se señaló: “…que uno de los presupuestos de procedencia de la declaración de rebeldía es una conducta por parte del justiciable consistente en no haber concurrido a la citación judicial sin grave y legítimo impedimento...”.” “Por otro lado, se afirmó que las disposiciones contenidas en el art. 289 del C.P.P.N. deben ser interpretadas en consonancia con las del art. 282 del mismo cuerpo normativo, por lo que es menester, para el dictado de la medida coercitiva atacada, cumplir con los presupuestos de la segunda norma. Se desprende del texto del art. 282 CPPN que como regla se debe proceder por simple citación y sólo excepcionalmente puede ordenarse la detención en caso de flagrancia o siempre que concurran los supuestos de última ratio de esta medida. Sólo en el caso de que el citado, debidamente notificado, no se presentare y no justificare un impedimento legítimo de comparecer, se podría ordenar su detención.” “Ello es así, pues toda medida que cercene la libertad personal resulta de aplicación restrictiva y está signada por su estricta necesidad, “…como presupuesto de su razonabilidad en los términos de los art. 14 y 28 CN, en el sentido de que deberá ser aquella idónea para lograr el fin legítimo perseguido…”. Por ello se afirmó en el precedente citado que: “…tales disposiciones legales [art. 282 y 289 CPPN] presuponen la notificación previa de la citación y la incomparecencia voluntaria del imputado, por representar aquélla [la citación simple] la medida menos gravosa y necesaria, en consecuencia, para lograr el fin propuesto (es decir, la comparecencia al proceso)...”.” C.C.C. Fed. Sala I 1.9.2011 Causa 45.785 Freiler – Ballestero - Farah “Dr. Comparatore” Reg. 974 J. 4 - S. 7 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. ARBITRARIEDAD. “…la doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto convertir a la Cámara Nacional de Casación Penal en un tribunal de tercera instancia ordinaria, desnaturalizando de ese modo la función que le es propia, tampoco corregir fallos equivocados o que se reputen tales, sino que atiende a cubrir supuestos de carácter excepcional, en que deficiencias lógicas del razonamiento o una total ausencia de fundamento normativo, impida ponderar al pronunciamiento de los jueces del proceso como la “sentencia fundada en ley” a que hace referencia nuestra Constitución Nacional (cfr. C.S.J.N., Fallos 325: 3265; C.N.C.P., Sala II, causa N° 1.416, “Carrizo”, reg. N° 1.826, rta. 2/2/98; y Sala III, causa N° 2.318, “Tejerina”, reg. N° 223, rta.: 2/5/00).” C.C.C. Fed. Sala I 14.9.2011 Causa 45.388 Freiler – Ballestero - Farah “Oroz” Reg. 1023 J. 7 - S. 13 108 Poder Judicial de la Nación RECUSACIÓN DE MAGISTRADOS. CAUSALES. INTERPOSICIÓN DE DENUNCIAS CONTRA EL JUEZ. IMPROCEDENCIA. “…ambas Salas de esta Cámara han sostenido que “…la mera interposición de denuncias contra un juez, que no haya dado lugar a la formación de juicio político, no es suficiente como para que prospere la causal de recusación prevista en el artículo 55, inciso 8, del código de forma...” (causa n° 29.401 “Incidente de recusación promovido por Gustavo Martín Bernstein”, rta. el 9/9/10, reg. n° 31.883, y sus citas).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 13.9.2011 “Benedini” Causa 29.992 Reg. 33.448 J. 9 - S. 18 RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. REQUISITOS TÍPICOS. COMPETENCIA. “Que la discusión suscitada acerca de si los delitos previstos en la ley 24.051 recaen sobre jurisdicción federal o local ha sido definida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, estableciendo el principio de que sólo son competencia del fuero de excepción los casos en que la afectación al ambiente o a las personas trasciende los límites de una jurisdicción territorial, criterio que fue adoptado incluso con posterioridad a la sanción de la ley USO OFICIAL 25.612 (CSJN, Fallos: 323:163, 323:4092, competencia n° 97.XXXIX “Espínola” del 20/5/03, competencia 967XL “Eternit Argentina SA” del 14/10/04, y a contrario sensu: competencia n° 4.XXXIX “Montenegro” del 20/5/03. Del mismo modo, ver dictámenes del Procurador General de la Nación en el caso que se publica en CSJN: Fallos:326:1642, Competencia n° 29.XLI. “Otero, Carlos Adrián c/dcia. infr. ley 24.051", Competencia n° 1863.XLI. “Díaz, Víctor Abraham s/ denuncia”, y Competencia n° 1404.XLIII. “Estevez, Carlos s/ denuncia inf. ley 24.051”, resueltas por la Corte con remisión a esos fundamentos el 20/09/05, 27/06/06 y el 29/4/08 ).” “Que en el ámbito de esta ciudad esto implica que deba intervenir el fuero ordinario cuando el hecho no haya producido una afectación a las personas o al medio ambiente que involucre otras jurisdicciones además de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (ver de esta sala, causa n° 26.196, reg. n°27.829, del 11/12/07, causa n° 28.632, reg. n° 30.383 del 17/9/09 y causa n° 28.336, reg. n°30.741, del 1/12/09; CNCP, sala II, causa n° 4270, “Taller de chapa y pintura Autosolutions”, reg. n° 5650 del 9/5/03, causa n° 4097 “Rubietti”, reg. n° 5565 del 4/4/03 y causa n° 6737 “Achuritas Menudencias”, reg. n° 8474 del 11/4/06).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 1.9.2011 “N.N.” Causa 30.865 Reg. 33.396 J. 1 - S. 1 SOBRESEIMIENTO. REQUISITOS PARA SU DICTADO. “Es que el dictado de un sobreseimiento “…corresponde cuando, luego de un examen pormenorizado del caudal probatorio reunido, se ha llegado a una convicción de certeza sobre la falta de responsabilidad penal del imputado o sobre la inexistencia de una realidad fáctica delictiva, que hace innecesaria la continuación del procedimiento, o cuando, aun sin tal certeza, se encuentra agotada la investigación y no puede avanzarse en torno a la imputación formulada...” (ver de esta Sala, causa n° 22.095 “Catalán, Roberto y otros s/ sobreseimiento”, rta. el 15/11/05, reg. n° 24.488).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 1.9.2011 “Próspero” Causa 30.150 Reg. 33.402 J. 6 - S. 12 TRATA DE PERSONAS. REQUISITOS TÍPICOS. PROSTITUCIÓN. RELACIÓN CONCURSAL ENTRE AMBOS DELITOS. CONCURSO DE DELITOS. “De acuerdo al art. 145 ter del C.P.N., se entiende por trata de menores el ofrecimiento, la captación, el transporte 109 o traslado, la acogida o recepción de personas menores de 18 años de edad con fines de explotación, entre los cuales el art. 4, apartado “c”, de la ley 26.364 prevé la promoción, facilitación, desarrollo u obtención de provecho de cualquier forma de comercio sexual.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “El consentimiento que pudiera otorgar el menor no tiene ningún efecto y la trata de personas se configura aunque no medie vía alguna de coerción sobre su voluntad. No obstante, no puede dejar de considerarse el estado de vulnerabilidad de la damnificada -cuyo abuso como medio comisivo está previsto como una circunstancia agravante en el caso de la trata de menores- a tenor de lo manifestado por la profesional de la Oficina de Rescate y las circunstancias que se desprenden de la declaración bajo identidad reservada acerca del contexto socioeconómico en que se hallaba inmersa la víctima y que la llevó a ejercer la prostitución.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “A los fines de resolver la cuestión traída a estudio, basta tener en cuenta que capta “el que consigue, el que gana la voluntad, atrapa, recluta, reúne, atrae o entusiasma a quien va a ser víctima del delito” (Hairabedián, Maximiliano, “Tráfico de personas. La trata de personas y los delitos migratorios en el derecho penal argentino e internacional”, Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2009, p. 22).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “De acuerdo a tales parámetros, el ofrecimiento en el diario que decía que se necesitaban “chicas urgentes” sin mayor especificación sobre el tipo de actividad que se desarrollaría en el lugar podría considerarse como un medio de captación engañoso para potenciales víctimas de trata de personas, más aún si se tiene en cuenta que en un principio el ofrecimiento incluía la promesa de ganar $ 1.000 por día en el “privado” (ver fs. 109/111 de la causa principal), lo cual parece tener suficiente entidad como para ganar la voluntad de la víctima y entusiasmarla para que acepte la oferta.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Al respecto, se ha entendido que la procedencia de otra localidad de la víctima en cuanto generadora del condicionamiento y la indefensión propios de estar lejos del lugar de origen y la familia, el encierro, la vigilancia, las amenazas, no dejar que se abandone la tarea, etc. son extremos que conducen a que estemos dentro del campo de la trata de personas, aún cuando hubiese dudas sobre la voluntariedad inicial de la decisión de ejercer la prostitución (Hairabedián, ob. cit., pp. 53-56).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “A juicio de los suscriptos, aunque la finalidad de explotación sexual para la cual se habría llevado a cabo la trata de la víctima se haya concretado mediante la comisión del delito del art. 125 bis del C.P.N. -promoción o facilitación de la prostitución de la menor por el cual en el día de la fecha se ha confirmado el auto de procesamiento dictado en la anterior instancia- la figura del art. 145 bis de dicho ordenamiento no debe quedar de lado.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Hay que tener en cuenta que con la ley 26.364 el delito de trata de personas pasó a integrar los delitos contra la libertad individual, siendo éste el bien jurídico protegido por las figuras de los arts. 145 bis y 145 ter del C.P.N. (Fainberg, Marcelo H., “Prostitución, pornografía infantil y trata de personas”, Ed. Ad-hoc, Buenos Aires, 2010, pág. 148).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Entonces, aunque estos delitos estén orientados a la realización de actividades de explotación de diversa índole que en muchos casos pueden configurar otros delitos, no necesariamente son figuras de aplicación subsidiaria frente a ellos, pues esa forma de concurso aparente requiere que los distintos delitos en consideración se refieran al mismo bien jurídico en diferentes grados de afectación (Zaffaroni, Eugenio Raúl “Derecho Penal. Parte general”, Ediar, pág. 833, Buenos Aires, 2000). Así, cuando la finalidad de la trata es la explotación sexual de la víctima, y ella se concreta en la comisión de alguno de los delitos previstos en el título III del Código Penal que comprenda la actividad de comercio sexual de que se trate, resultan afectados dos bienes jurídicos -la libertad y la integridad sexual-, lo cual torna necesario que también se aplique la figura de trata de personas pues de lo contrario el contenido de disvalor íntegro del hecho no resultaría suficientemente abarcado.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “De este modo, en el caso bajo estudio la figura del art. 145 ter del C.P.N. debería concurrir en forma ideal con el delito del art. 125 bis, en tanto cuando “la realización de un segundo tipo aparece como elemento subjetivo del primero” ello indica que “el tipo desvalora una conducta unitariamente dirigida a consumar ambos y en que el 110 Poder Judicial de la Nación primer acto no pasa de ser una etapa previa del segundo” (Zaffaroni, Eugenio Raúl, “Tratado de Derecho Penal. Parte General”, Ed. Ediar, Tomo IV, Buenos Aires, 1982, pág. 535), lo cual obsta a considerar que la trata y la explotación sexual posterior sean dos hechos autónomos que pueden ser juzgados de manera independiente.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Integrando la Sala Primera de este Tribunal, he sostenido que un análisis integral de la ley 26.364 y los diferentes tipos penales que la misma incorpora al Código Penal de la Nación llevan a afirmar que aquellos castigan diferentes conductas que tienen lugar en una etapa previa a la explotación propiamente dicha, por lo que cuando el autor supera ese estadio y, a través de su accionar, concreta la finalidad antes aludida, esta norma quedará desplazada por aquella que corresponda, de acuerdo al tipo de explotación de que se trate (ver causa nº 42.770 “Decarlo, Silvia s/ procesamiento”, reg. nº 84, rta. el 19/02/09, a cuyos fundamentos me remito en honor a la brevedad). En el caso sub examine, luce ajustado el tipo penal previsto en el art. 125 bis del C.P.N.” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 15.9.2011 “Salto Romero” Causa 30.825 Reg. 33.469 J. 7 - S. 13 USO OFICIAL ACCIÓN PENAL. VIGENCIA. PRESCRIPCIÓN. SUSPENSIÓN DEL PLAZO. FUNCIONARIO PÚBLICO. “Resta dirimir, en consecuencia, el alcance que cabe asignar a la causa de suspensión del plazo de prescripción prevista en el segundo párrafo del artículo 67 del CP (ejercicio de la función pública).” “En diversos precedentes la Sala ha sujetado la interpretación al mandato que se desprende del debido proceso sustantivo, es decir, a la razonabilidad. De ese modo, los alcances de la causal de suspensión han sido leídos en función de la finalidad perseguida por el legislador al establecerla. En este sentido, hemos dicho que ella “…tiene el propósito de evitar que corra el término mientras la influencia política del sujeto pueda perturbar el ejercicio de la acción. Por ende, por cargo público no debe entenderse cualquier empleo estatal, sino al funcionario cuya jerarquía o vecindad con ésta permita sospechar que puede emplear su autoridad o influencia con el fin de perjudicar el ejercicio de la acción penal o de sus cómplices o personal de estricta confianza (conf. Zaffaroni, Eugenio Raúl; Alagia, Alejandro y Slokar, Alejandro, Tratado de Derecho Penal, Parte General, 2° ed., pág. 904; ver, en este sentido, las causas N° 38.593, “Martino”, rta. 7/4/06, reg. 286, n° 41.374 “Abrahamovics” del 13/3/08, reg. 241, entre muchas otras).” “En la causa “Peters Castro” –c/n° 45.396, rta. el 7/6/2011, reg. N° 653- hemos traído a colación, con motivo de las modificaciones que al respecto introdujo la ley 25.188, lo expuesto por el miembro informante durante el debate parlamentario, quien destacó la necesidad de disponer la suspensión de los plazos de prescripción “…porque se considera que el ejercicio de la función pública puede actuar como un inhibidor de la persecución judicial en un determinado delito, y que en definitiva éste termine prescribiendo, favoreciéndose de ese modo la impunidad. Por lo expuesto, se ha establecido que se suspende la prescripción de la acción penal en los delitos cometidos en el ejercicio de la función pública mientras cualquiera de los partícipes mantenga el cargo público…” (Antecedentes Parlamentarios, LL-2000-A, Buenos Aires, p. 694, punto 14).” “En esa ocasión, consideramos que fue así el modo en que la presunción aludida se convirtió en ley, en el sentido de que la continuación en el cargo de quien, en su desempeño, habría cometido el delito investigado, resultaba suficiente indicio de un proceso penal poco auspicioso. Pero como contrapartida, se sostuvo que si la función en cuyo marco habría tenido lugar la conducta perseguida ya no se ejercía, la presunción legal perdía basamento, por lo cual, en ese momento, debía realizarse otro análisis dirigido a verificar si la suposición normativa podía regir todavía.” “Dijimos en este sentido que: “…Por el contrario, si ello no es así, la aplicación automática de los términos de la ley –tan sólo porque el imputado continuó desempeñando algún otro cargo público-, sin atender a aquella finalidad, no sólo terminaría divorciándose de la idea que la inspiró; antes bien, culminaría eclipsando su fuerza, 111 al ser convocada en aquellos supuestos donde ninguna razonabilidad es capaz de ampararla…” (cfr. “Peters Castro”, cit., del voto de los Dres. Ballestero y Farah).” “En esta misma dirección, se ha sostenido que el mero desempeño, aun en altos cargos, en otras dependencias públicas, no configura en forma automática la causal suspensiva sino que debe establecerse, en forma concreta, el poder que persigue neutralizarse mediante el dispositivo en cuestión (conf. de esta Sala I, C.N° 44.730 “Zabala Di Tomaso”, rta. el 28/12/10, reg. 1432 y el voto del Dr. Eduardo Farah en Sala II de esta Cámara, en C.N° 27.166 “Talia”, reg. n° 29.324 del 15/12/08).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 12.10.2011 “López Alfonsín” Causa 45.424 Reg. 1163 J. 1 - S. 2 DÁDIVAS. ADMISIÓN Y DACIÓN DE DÁDIVAS. ART. 259 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “El artículo 259 del código sustantivo sanciona al “funcionario público que admitiere dádivas, que fueran entregadas en consideración a su oficio, mientras permanezca en ejercicio del cargo”. Igualmente, penaliza al “que presentare u ofreciere la dádiva”.” “En cuanto a la naturaleza de dichos tipos penales, hemos sostenido recientemente que “… no se trata de una figura bilateral en el sentido propiamente dicho, ya que en un mismo artículo se reprimen dos delitos distintos: la admisión y el ofrecimiento simple de dádivas” (causa n° 44.429, caratulada “Jaime, Ricardo y otros s/proc. y embargos”, rta. 5/10/10, reg. n° 991).” “La nota característica que los diferencia del delito de cohecho es la ausencia de vinculación entre lo que se entrega u ofrece y la futura ejecución -o la omisión- de un acto propio de su función. Es decir, aquí “no debe existir vínculo o relación entre el obsequio y un acto, de ninguna naturaleza; sí debe haberlo, en cambio, entre el presente y la función: éste será hecho en consideración a sus oficios funcionariales, es decir, a su carácter de funcionario público” (Buompadre, Jorge E., en Zaffaroni, Eugenio Raúl y Baigún, David, “Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, Hammurabi, Buenos Aires, 2011, tomo 10, pág. 508).” “En lo concerniente al alcance del concepto de dádiva cabe traer a colación las palabras de Soler, quien explica que “debe consistir en algo dotado de valor económico, sea directamente dinero o cosas de valor, sea porque constituya la liberación de una carga o una mejora patrimonial del sujeto”. El autor citado agrega que “será importante el análisis objetivo del valor dado, porque en el cohecho común la corrupción provenía del vínculo psicológico entre el presente y el acto, de modo que… el pequeño regalo podía constituir dádiva si era recibido como razón suficiente para practicar el acto. En este caso, faltando esa vinculación subjetiva, será necesario que los obsequios no tengan justificación por la relación personal” (Soler, Sebastián, Derecho Penal Argentino, TEA, Buenos Aires, 1992, tomo V, págs. 212 y 220/1).” “Siguiendo esa misma línea de pensamiento, Fontán Balestra explica que “en lo que se refiere a la importancia de la dádiva... existiendo acuerdo sobre el destino y objeto de lo que se da u ofrece, el valor de la retribución carece de significado. Pero tal acuerdo... no debe existir en la simple aceptación de dádivas, de modo que será necesario descartar lo que objetivamente puede justificarse como una atención personal, para lo cual habrá que tomar en cuenta todas las circunstancias, y en primer lugar, el conocimiento o amistad” (Fontán Balestra, C., “Tratado de Derecho Penal”, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1971, tomo VII, pág. 269).” “Se trata de un delito doloso, que exige que la dádiva sea entregada u ofrecida y admitida, teniendo conocimiento de que lo es “en consideración a su oficio”.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 25.10.2011 “Jaime” Causa 45.273 Reg. 1211 J. 7 - S. 14 DEFENSA EN JUICIO. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. ALCANCES. 112 Poder Judicial de la Nación “…debe recordarse la necesidad de garantizar un derecho de defensa eficaz. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha enaltecido el principio que impone a los jueces en materia criminal extremar los recaudos que garanticen plenamente el ejercicio de un derecho de defensa sustancial y cierto (Fallos 330:3526 “Noriega”, 332:1095 “Nacheri”, 333:1671 “Guzmán”, y sus citas, entre muchos otros), sosteniendo asimismo que “la garantía de defensa en juicio posee como una de sus manifestaciones más importantes el aseguramiento de una defensa técnica a todo justiciable, manifestación ésta que, para no desvirtuar el alcance de la garantía y transformarla en un elemento simbólico, no puede quedar resumida a un requisito puramente formal, pues no es suficiente en este aspecto con que se asegure la posibilidad de que el imputado cuente con asesoramiento legal, sino que este asesoramiento debe ser efectivo” (Fallos 329:4248 “Schenone”).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 4.10.2011 “Álvarez Oviedo” Causa 30.963 Reg. 33.531 J. 4 - S. 8 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DEL TRÁNSITO Y DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Y DE COMUNICACIÓN. ART. 196 CP. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS DE PELIGRO. DISVALOR DE USO OFICIAL ACCIÓN. DISVALOR DE RESULTADO. DISIDENCIA. “Adviértase que la base de la punición en esta clase de delitos no finca exclusivamente en el disvalor de la acción, sino que debe atenderse también al resultado, cuya función dentro de la estructura típica culposa no es otra que definir y caracterizar, con la mayor precisión posible, la materia prohibida (Zaffaroni, Alagia y Slokar, “Derecho Penal - Parte General”, 2° ed., EDIAR, Bs. As., 2002, p. 554 y sgtes.).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Para ingresar en el análisis debemos recordar que el artículo 196 del CP expresa que: “Será reprimido con prisión de seis meses a tres años el que por imprudencia o negligencia o por impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un descarrilamiento, naufragio u otro accidente previsto en este capítulo.”.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “La problemática sujeta a examen se dirige examinar la producción del resultado requerido por la figura imprudente que se le atribuye a Paredez.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Al respecto, Zaffaroni, Alagia y Slokar, sostienen que: “...[e]l resultado constituye una limitación dentro de la tipicidad culposa [...] Desde el punto de vista de la conflictividad social, no pueden equiparse las situaciones de quien viola el deber de cuidado sin producir ningún resultado y de quien lo hace como producción de múltiples muertes […] Con la afirmación de la causalidad y de la violación del deber de cuidado, no se está aún en condiciones de afirmar la tipicidad culposa de la acción, porque restaría averiguar si el resultado está determinado por la violación normativa, o sea, si media una conexión o nexo de determinación entre la antinormatividad y el resultado...” (op. cit., pág. 554/5). En consecuencia, para completar el aspecto objetivo del tipo culposo se requiere la producción del resultado así como su conexión normativa con la infracción del deber objetivo de cuidado.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “En el caso no se ha producido el resultado requerido por el tipo, pues la conducta investigada no ocasionó un descarrilamiento o un accidente de los previstos en el capítulo correspondiente a la figura penal analizada.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Adviértase que tanto el conductor, como su ayudante y el guardatrén, fueron coincidentes en afirmar que como consecuencia de la colisión la formación permaneció detenida durante el lapso de tiempo en que los servicios de emergencia asistieron al conductor del automóvil y que, posteriormente, a instancias del control ferroviario, el conductor trasladó el convoy hasta la estación Buenos Aires (cfr. fs. 28, 30 y 27).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “De lo expuesto se desprende que la conducta de Paredez tuvo como único resultado la interrupción de la marcha del tren durante unos minutos -debido a la necesidad de asistirlo, retirar el rodado de las vías del ferrocarril y dar 113 intervención a la policía-, no habiendo provocado un descarrilamiento o accidente en los términos típicos, es decir, con compromiso de la seguridad común.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “En este sentido, Soler entiende respecto de la figura en cuestión: “...que el hecho culposo, para ser punible requiere no ya un daño cualquiera, sino la efectiva producción de un verdadero accidente con las características de gran magnitud propias de los estragos...” (Soler, Sebastián, “Derecho Penal Argentino, Parte Especial”, Tomo IV, Editorial, Tea).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Asimismo, la doctrina agrega que: “...la norma del artículo 196 se encuentra dirigida a sancionar aquellos comportamientos culposos que afecten o puedan afectar la seguridad de las personas o bienes indeterminados, pero lo que debe resaltarse es que los escogidos por la prohibición son los que mayor afectación ocasionen o puedan ocasionar al bien jurídico, tales como los descriptos en los tipos de los artículo 190, párrafo 2° y 191 inciso 2°...” (Baigún, D. y Zaffaroni, E., “Código Penal y normas complementarias, Análisis doctrinal y jurisprudencia”, Tomo VIII, Editorial Hammurabi, 2009, pág. 761/2).” (De los votos de los Dres. Freiler y Farah) “Cabe agregar que, en un caso semejante, la Cámara de Casación Penal dijo que, “...[l]a figura culposa del artículo 196 del Código Penal está relacionada con el peligro concreto de que se produzca un descarrilamiento, naufragio, u otro accidente previsto en el capitulo 2° del título 7° del libro 2° del Código Penal, el tipo doloso del artículo 194 del Código Penal atañe a una situación de peligro abstracto, de donde se deduce en principio que ambas figuras no pueden relacionarse. Asimismo, para que se configure el accidente culposo del artículo 196 del Código de fondo, es menester el acaecimiento de un accidente, de la magnitud necesaria para crear peligro común...” (CNCP, Sala I “Sak de Bulacio, Juana s/ recurso de casación”, Reg. 1058).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “En el caso citado en el párrafo anterior la Cámara Nacional de Casación Penal trató la cuestión relativa al alcance del término accidente, tal como se lo emplea en la figura culposa que nos ocupa. Luego de establecer, mediante diversas citas doctrinarias, que la expresión alude a un evento con las características de gran magnitud propias de un estrago, concluyó que “…el choque entre el automóvil conducido por la encausada con la formación ferroviaria, a raíz del cual uno de los vagones sufrió roturas y estuvo demorado, según la sentencia, quince minutos, resulta atípico pues no se adecua al delito previsto en el artículo 196 del código de fondo…”.” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Esta también es la doctrina mayoritaria de esta Sala (ver causa no. 43.023 “Romero, Natalia s/ interrupción de las comunicaciones”, Reg N° 380, Rta 27/4/10, donde se sostuvo que la conducta que se investigaba era atípica debido a que el único resultado que había ocasionado era la interrupción de la marcha del tren durante aproximadamente diez minutos, y que ello no podía considerarse accidente en los términos del artículo 196 del CP).” (Del voto de los Dres. Freiler y Farah) “Habré de discrepar con la solución propuesta al acuerdo por mis distinguidos colegas, toda vez que pese a que la acción imprudente que la norma del art. 196 C.P. establece sólo adquiere adecuación típica cuando a través de ella se haya producido un descarrilamiento o cualquier otro accidente en la marcha de un tren, no es la magnitud de dicho evento lo que determina el fundamento de su punición. El eje central del delito no se halla en relación con el alcance del evento irrogado por la acción -que es condición objetiva para su aplicación-, sino en el riesgo que ella ha importado para la seguridad común. Pues ese, concretamente, es el bien jurídico tutelado por el ilícito en cuestión.” (Del voto del Dr. Ballestero) “La reacción punitiva que se concentra en la norma no radica en lo disvalioso del daño efectivamente causado a bienes jurídicos tangibles -que como la vida o el patrimonio ya se encuentran abarcados por otras normas-. Por el contrario, es en el riesgo de que ello ocurra como consecuencia de una acción susceptible de afectar el estándar de seguridad exigido para los medios de transporte, donde reposa la razón de su poder sancionador.” (Del voto del Dr. Ballestero) “En este sentido, explica la doctrina, “la autonomía de esta familia de delitos se basa en que esta se halla constituida por un grupo de infracciones que considera específica y exclusivamente la seguridad común como bien jurídico valioso en sí mismo. Para transformar un hecho de esta clase en una infracción de otro tipo, será 114 Poder Judicial de la Nación preciso que (…) concurra otro bien jurídico jerárquicamente superior” (SOLER, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tomo 4, Ed. Tea, Bs. As., 2000, p. 561).” (Del voto del Dr. Ballestero) “Tomando como base la generación de un peligro que puede alcanzar bienes jurídicos indeterminados, aquí el enfrentamiento con la idea de seguridad se establece en el riesgo generado en la imprudente conducta de quien cruzó un paso a nivel con las barreras bajas, y no ya en la lesión que pudo irrogar la demora de la formación ferroviaria por un lapso exiguo de tiempo. Esto último, en todo caso, constituye únicamente un suceso o accidente que, por alterar el orden regular de las cosas, supone su condición objetiva de punibilidad.” (Del voto del Dr. Ballestero) “Dicho de otra forma, al efectuar un examen sobre el alcance que la norma adquiriría a partir de la imputación de una conducta en la que se arraiga la potencial capacidad de causar un estrago, entiendo que no debiera ponerse mayor énfasis en la magnitud del daño efectivamente causado. Y ello pues, imbuido en un título cuyo esquema general está constituido por la ilicitud de conductas que importan la posibilidad de una ulterior desgracia, la causación del resultado que es esencial al tipo culposo del art. 196 del C.P., no puede tener por fin más que materializar, al menos mínimamente, ese peligro que el autor ha generado en la inobservancia de las normas.” (Del voto del Dr. Ballestero) “Y ello así pues, después de todo, si bien es cierto que bajo una dogmática causalista se consideró que sólo una USO OFICIAL lesión de magnitud importaba el peligro contenido por la ley (cfr. Soler, ob cit, p 631), no es tal parámetro el que entiendo debiera aplicarse en un esquema que, ya superador de aquél, hoy se satisface con la atribución imputativa de un daño a una acción generadora de un riesgo que, capaz de producirlo, no es permitido.” (Del voto del Dr. Ballestero) “Por tal motivo, a mi entender el análisis de la norma no puede atender a la magnitud del resultado ocasionado, sino al desvalor de aquella acción ilícita que se concreta a través de él -cualquiera sea su alcance-. En consecuencia, frente al acreditado entorpecimiento del servicio ferroviario tenido en miras por el tipo del art. 196 C.P., voto por que se confirme la decisión apelada.” (Del voto del Dr. Ballestero) C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 25.10.2011 “Paredez” Causa 45.961 Reg. 1216 J. 11 - S. 22 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. REQUISITOS TÍPICOS. ENCUBRIMIENTO. REQUISITOS TÍPICOS. “la sola circunstancia de que el arma tenga la numeración erradicada no resulta suficiente para imputarle ese delito. En este mismo sentido, sólo se encuentra acreditado el hecho de la portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal por el que el encausado ya se encontraba procesado (ver fs. 1/10, 24/33, 81, 84, 120/124, 140/148 y 167, todas de la causa principal) y no el conocimiento de la supuesta procedencia espuria (cfr. de esta Sala causa nº 29.703 “Flores, Nicolás Ezequiel s/ procesamiento”, reg. nº 32.235, rta. el 30/11/10 y sus citas; y causa nº 30.805 “Pajon, Daniel A. y otros s/ procesamiento con prisión preventiva y embargo”, reg. nº 33.325, rta. el 18/08/11), lo que conlleva que la ampliación del procesamiento en orden al encubrimiento deba ser revocada.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 6.10.2011 “Gómez Antenor” Causa 30.293 Reg. 33.551 J. 8 - S. 15 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. REQUISITOS TÍPICOS. ENCUBRIMIENTO. REQUISITOS TÍPICOS. ESTUPEFACIENTES. ART. 11 “C” LEY 23737. REQUISITOS TÍPICOS. “Al respecto, y en principio, cabe hacer referencia a las reflexiones de Justo Laje Anaya en cuanto a que “tener 115 en su poder no significa tener únicamente…en persona...tanto tiene el que lleva, como el que la conserva en un lugar fijo...” (conf. autor citado ANarcotráfico y Derecho Penal Argentino@ pág. 165, edit Lerner-Córdoba; edición 1992).” “A partir de ello, deriva acertado sostener a esta altura del proceso que los nombrados tenían conocimiento y acceso a esa pistola con posibilidad de disponer físicamente de ella en cualquier momento y sin necesidad de que intervengan terceros, pues se ha dicho “que el tipo penal del artículo 189 bis, apartado 2, del código sustantivo, no exige un constante contacto físico con el objeto sino que basta con que se encuentre oculto en un lugar a su disposición” (conf. de esta Sala II c. n° 25.829 “Cuellar”, reg. n° 27.698, rta. el 16/11/07).” “A fin de establecer la concurrencia de la mencionada norma que agrava la conducta asumida por los imputados, esta Alzada sostuvo reiteradamente que “…ésta no exige la acreditación de una estructura delictiva con características de permanencia y organicidad, sino que basta con la demostración de una reunión de individuos con una actuación coordinada, que respondan a un plan común” (conf. c. n1 24.467 “Ugarte Ramírez”, rta. el 3 de noviembre de 2006, reg. n1 25.961).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 19.10.2011 “Martínez” Causa 30.984 Reg. 33.628 J. 8 - S. 15 ESTUPEFACIENTES. COMERCIO DE ESTUPEFACIENTES. ART. 5 “C” Y 11 “C” LEY 23737. REQUISITOS TÍPICOS. “Al respecto, cabe recordar que esta Sala ha afirmado que dados los diferentes roles que pueden llegar a cumplir los involucrados en casos como el que nos ocupa, a efectos de responsabilizarlos por sus respectivas participaciones no es indispensable que se los individualice ejecutando personalmente un acto de comercio o incluso con droga en su poder -extremo que sí sucedió en el presente- pues ellos pueden ejercer diversas actividades, todas ellas fundamentales para la concreción de las operaciones (ver causa n° 27.589 “Huayta Quispe”, reg. n° 29.656 del 25/3/09, causa nº 29.444 “Antola” del 7/10/2010, reg. 32.002 entre otras).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 11.10.2011 “Ortiz Lopez” Causa 31.005 Reg. 33.564 J. 12 - S. 24 JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN. “En tal sentido, se ha señalado que “la actividad del juez es técnicamente discrecional, queriéndose significar con ello que, a diferencia de lo que ocurre durante el plenario –el juicio oral-, está concentrada sólo en las disposiciones del instructor” (ODERIGO, Mario, Derecho procesal penal, p. 430, citado por D’ALBORA, Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1999, p. 357). Un criterio que la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido al afirmar que “la pertinencia de la prueba, calificándola como necesaria a los fines de la investigación, incumbe sólo al juez” (CSJN, Fallos 247:214).” “De esta manera, la decisión acerca de la procedencia de una prueba durante los albores del proceso resulta consagrada bajo exclusivo resorte del juez, en tanto sobre su magistratura reposa la misión de trazar la adecuada senda de una investigación. Y ello por cuanto es en él sobre quien ha de recaer, en última instancia, la responsabilidad derivada de una deficiente labor en el ejercicio de sus funciones, tal como ha señalado el Máximo Tribunal al destacar que “…son los órganos estatales quienes tienen a su cargo el deber de asegurar que el proceso se desarrolle normalmente, y sin dilaciones indebidas” (Fallos 327:5668).” “De ahí entonces que la ley, pese a conceder a los demás actores del proceso la facultad de colaborar con el juez en esa tarea, les ha vedado la posibilidad de acceder a las vías recursivas para impugnar una decisión que, en este singular aspecto, no logre satisfacer sus pretensiones (art. 199 del C.P.P.N.).” “En consecuencia, y no advirtiéndose en el caso circunstancia alguna que permita alejarse de estas pautas que 116 Poder Judicial de la Nación desde antiguo han guiado la tesitura de este Tribunal sobre la materia, al prescribirlas como ajenas al contralor jurisdiccional de esta Alzada, es que el recurso intentado no puede prosperar (cfr. causa nro. 25.181, “Soria, H.”, reg. N° 748 del 4/11/93, causa nro. 40.070 “Díaz Bessone, Ramón G. s/ recurso de queja”, reg. N° 269 del 10/4/07, causa nro. 41.681, “González, Roberto s/ recurso de queja”, reg. N° 1111 del 24/9/08).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 18.10.2011 “Baltazar López” Causa 46.133 Reg. 1185 J. 5 - S. 10 JUEZ. DIRECCIÓN DEL PROCESO. NEGATIVA DE REALIZAR MEDIDAS DE PRUEBA PROPUESTAS POR LAS PARTES. ART. 199 CPPN. PRUEBA. EVALUACIÓN DE SU PERTINENCIA. MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. ART. 120 C.N. FUNCIONES. “Al interpretar el art. 199 del C.P.P.N., la Sala ha sostenido que la actividad del juez es técnicamente discrecional, lo cual significa que, a diferencia de lo que ocurre en el juicio oral, la investigación está concentrada sólo en las disposiciones del instructor. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido en este sentido que: “…la pertinencia de la prueba, calificándola como necesaria a los fines de la investigación, incumbe sólo al juez…” (CSJN, Fallos 247:214) –cfr. c.n° 44.171 “Comparatore”, reg. 400, del 04/05/10; c.n° 25.181 “Soria”, USO OFICIAL reg. 748, del 04/11/93, c.n° 40.070 “Díaz Bessone”, reg. 269, del 10/04/07, c.n° 45.643 “Feder”, reg. 773, del 12/07/11 y c.n° 46.145 “Rosental”, reg. 1008, del 08/09/11, entre muchas otras, donde se citó a Oderigo, Mario, Derecho Procesal Penal, p. 430, a través de D´Albora, Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1999, p. 537).” “Este criterio ha servido de base a la lectura de la cláusula prevista por la misma norma in fine, según la cual la resolución del juez acerca de la proposición de diligencias será irrecurrible. Así, hemos sostenido que ella se explica en razón de que es sobre el juzgador, en última instancia, donde debe recaer la responsabilidad derivada de la deficiente labor en el ejercicio de sus funciones, tal como ha destacado la Corte al decir que: “…son los órganos estatales quienes tienen a su cargo el deber de asegurar que el proceso se desarrolle normalmente, sin dilaciones indebidas…” (Fallos 327:5668) y de allí que la ley, pese a conceder a los demás actores del proceso la facultad de colaborar con el juez en esa tarea, les ha vedado el acceso a las vías recursivas para impugnar una decisión que no satisfaga sus pretensiones en ese punto.” “La circunstancia de que la fórmula contenida en el art. 348, primer párrafo, rememore la estipulación del art. 199 del C.P.P.N. y el hecho de que en esa etapa aun no se encuentre clausurada la instrucción, han conducido, en general, a que se traslade la cláusula que veda el recurso a las diligencias solicitadas en forma previa al dictamen del art. 346 del C.P.P.N.” “Sin embargo y como contrapartida, desde que el art. 348, primer párrafo, C.P.P.N. no incluye en su letra la veda del art. 199 y se refiere, por lo demás, a una etapa alejada de los albores del proceso (aun cuando no se haya superado el nivel preliminar), parte de la doctrina se ha apartado de aquella lectura y ha admitido, según el caso, el recurso contra decisiones que se expidan acerca de la proposición de diligencias previas a la contestación de la vista del art. 346 del C.P.P.N.” “En este sentido, D´Albora sostiene que: “Cuando el juez instructor considere impertinentes o superfluas las medidas propiciadas por los acusadores, deberá desestimar su propuesta con sustento en lo establecido por el art. 199. En efecto: al no hallarse aún clausurada la instrucción (arts. 350 y 353), prepondera su perfil escasamente contradictorio…” (D´Albora, Francisco, Código Procesal Penal de la Nación, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2011, 9° edición, p. 633). Sin embargo, a la hora de estudiar los recursos contra decisiones de la especie, el autor dice que si bien los acusadores tienen la facultad de postular la actividad probatoria tendiente a completar la instrucción pero dentro de los términos del art. 199 del C.P.P.N., “…un fallo de la CCC, Sala IV [se refiere a la causa N° 1543, “Croux, F.”, del 13/5/1994], persuade por las razones con que apuntala la posibilidad de apelar: a) el art. 199 contiene una mención expresa sobre el punto; en cambio, el art. 348 nada dice, circunstancia explicable pues son dos momentos distintos el de la pesquisa y el de la clausura; b) el debate en doble instancia 117 no perturba, ´…al contrario no tiene efecto retardatorio como lo hubiere podido tener en escalas previas; al contrario, permitirá al tribunal de alzada, en su función encauzadora de la preparación del juicio, pronunciarse al respecto, ampliando las posibilidades de la colecta probatoria…d) Clariá Olmedo considera conveniente restringir la discrecionalidad del juez en este momento y recomienda la apelación fiscal´…”(op. cit. ps. 628/629).” “Por su parte, Maier explica que durante el procedimiento preliminar, quien lo dirige goza de una amplia facultad para ingresar los medios de prueba que repute convenientes para conocer el hecho objeto del procedimiento, al punto que la investigación de la verdad, esto es, el conocer por su propia actividad, se transforma en un deber funcional del cargo, en los delitos de acción pública. Por lo demás, a estas facultades amplísimas sobre la recepción de los medios de prueba que quien dirige la investigación considere necesarios, corresponde también, de ordinario, la facultad de rechazar la prueba ofrecida por los demás intervinientes, decisión que, regularmente, no es pasible de recurso alguno. “…El procedimiento intermedio de nuestros códigos, para autorizar al acusador a provocar la realización de un juicio público mediante su acusación, es poco menos que inexistente, tanto jurídica como prácticamente, a partir de que lo desarrolla el propio juez unipersonal que ha intervenido anteriormente, durante la investigación preparatoria. Ni aun en las leyes procesales que prevén una preparación de la acción pública para la realización del juicio por la fiscalía o en los delitos de acción privada, la reglamentación, verdaderamente escuálida, se ocupa del problema y todo conduce a rechazar la posibilidad del juez y de cualquier interviniente de incorporar elementos de prueba durante ese momento del procedimiento. Las leyes más modernas, que prevén una audiencia preliminar al juicio público, permiten también el ofrecimiento de prueba en este momento del procedimiento o la asunción de oficio de medios de prueba por el juez, aun cuando de modo excepcional…” (Maier, Julio B., Derecho Procesal Penal, Tomo III, Parte General, Actos Procesales, Editores del Puerto S.R.L., Buenos Aires, 2011, 1° edición, ps. 100/101).” “Frente a este panorama y aun cuando, sobre la base de la ley procesal nacional, la responsabilidad última sobre la instrucción recaiga en el juez, en especial, en lo atinente a asegurar que no existan dilaciones indebidas, lo cierto es que, como garantía de imparcialidad, es el Fiscal el titular de la acción pública y el encargado de formular la acusación que abrirá eventualmente el juicio oral.” “El autor citado previamente sostiene al respecto que: “…Este es un acto crucial de nuestro procedimiento penal…La acusación significa, en verdad, el comienzo del ejercicio de la acción penal pública, si por acción penal comprendemos no tan sólo la iniciación del procedimiento penal mediante la averiguación respectiva (instrucción o investigación preparatoria), sino, antes bien, la pretensión de provocar el ejercicio de las funciones judiciales características que distinguen a la llamada jurisdicción judicial de otras labores estatales: la de llevar a cabo un juicio y decidir sobre la aplicación de la ley a su finalización, en una palabra, la función de juzgar, comprendida en sentido moderno. La acusación, precisamente, representa, cuando es admitida, la piedra fundamental de ese juicio, su base de sustentación, pues describe el suceso humano que va a ser juzgado, lo fija como objeto del procedimiento y de la decisión, sin que el tribunal que va a juzgar pueda referirse a otro suceso en su sentencia (ne procedat iudex ex officio, iura novit curia), e individualiza a las personas que van a ser juzgadas…“ (op. cit., p. 243).” “Si bien esta Sala, frente a recursos dirigidos contra decretos por medio de los cuales se delega la instrucción a la Fiscalía en los términos del art. 196 del C.P.P.N., ha entendido que no concurre un gravamen irreparable para esa parte desde el momento en que, el ejercicio discrecional de esa facultad por parte del Juez de instrucción, es la herramienta que mejor se adecua a la materialización del modelo acusatorio de juzgamiento (cfr. causa n° 46.071 “Sr. Fiscal s/ delegación” reg. n° 1038, del 15/09/11), lo cierto es que en los casos en que no se ha ejercido tal facultad y el acusador se ve enfrentado a expedirse en los términos del art. 346 del C.P.P.N. sobre la base de una investigación llevada por el Juez, la denegatoria de medidas previas puede, de acuerdo con el caso, ocasionarle un perjuicio de aquella especie.” “En estos supuestos, no puede perderse de vista la “cláusula de cierre” prevista por el art. 449 del C.P.P.N., de acuerdo con la cual el recurso de apelación procederá contra los interlocutorios y resoluciones que causen 118 Poder Judicial de la Nación gravamen irreparable.” “En este sentido, ante la posibilidad de que el Fiscal se vea obligado a formular un requerimiento de elevación a juicio recortado o incompleto con riesgo tanto para la pretensión penal –en especial, si se tiene en cuenta el acotado margen que prevé el art. 381 del C.P.P.N.- como para el derecho de defensa en juicio del justiciable – ante ampliaciones tardías de la acusación o ante forzadas aplicaciones del art. 401 del C.P.P.N.-, la Sala entiende que el decreto que deniega medidas previas al dictamen del art. 346 del C.P.P.N. puede generar un gravamen de imposible o tardía reparación posterior de cara a las atribuciones que, con el fin de garantizar una estructura triádica del procedimiento, el art. 120 de la C.N. le confiere al Ministerio Público Fiscal.” “Ello, toda vez que el argumento del Sr. Fiscal se vincula con la demarcación del objeto de la acusación y no solamente con la prueba para sostenerla.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 25.10.2011 “Dr. Comparatore” Causa 45.585 Reg. 1210 J.11 - S. 22 MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. LEY 11.723. REQUISITOS TÍPICOS. USO OFICIAL “Hemos de puntualizar, en esta dirección, que la sanción de la ley 23.741, que incluyó el referido artículo a la normativa mencionada, estuvo inspirada en la intención de perseguir conductas relacionadas con “poner en el mercado -aunque mal y artesanalmente (es decir sin la fidelidad propia de las grabaciones comerciales)productos (…) a precios inferiores a los realizados por quienes se atienen a toda la legislación vigente en la materia (…) desviando así a los posibles compradores de las piezas (…) legalmente existentes en el tráfico económico”, lo que “lesiona los derechos de los autores, intérpretes y casas grabadoras autorizadas por el perjuicio que causa” (conf. Emery, Miguel Ángel; Propiedad Intelectual, 1era edición, 6ta reimpresión, Bs. As., 2005, pág. 312).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Por lo demás, y con relación al agravio presentado por el recurrente, debe resaltarse que la posibilidad de engaño en los eventuales adquirientes es una exigencia típica propia de algunos de los supuestos de la ley 22.362 -y por ende será analizado de seguido- pero que resulta ajena al tipo penal bajo estudio.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “…desde hace tiempo que se han venido examinando los alcances de la tutela penal que otorga la normativa marcaria, entendiéndose que no existe afectación o amenaza hacia el bien jurídico tutelado en los casos en que la calidad visiblemente apócrifa y ciertas circunstancias que hacen al contexto de venta, tornan inidónea a la comercialización cuestionada para causar confusión en el público consumidor (ver causa n° 5.831 “Cuenca Textil”, reg. n° 6619 bis del 22/08/89; causa n° 18.875 “Ziva”, reg. n° 20.397 del 31/10/02; causa n° 20.298 “Gabriel Añaños”, reg. n° 21.502 del 2/09/03; causa n° 20.475 “Misci”, reg. n° 21.759 del 13/11/03; causa n° 20.728 “Balmaceda”, reg. n° 22.009, rta. el 3/2/04; causa n° 22.326 “Méndez”, reg. n° 23.485 del 15/03/05; causa n° 22.001 “Sánchez Negreiros”, reg. n° 23.486 del 15/03/05; causa n° 23.046 “Corrado”, reg. n° 24.326 del 18/10/05; entre muchas otras).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Por otro lado, recalcamos más recientemente que –aún habiéndose reconocido que las disposiciones de la ley tienden a proteger tanto a los potenciales compradores como también a los titulares marcarios- el citado criterio de esta Alzada deriva invariablemente de la propia letra del artículo 31 de la ley 22.362, pues tanto la falsificación como la imitación fraudulenta exigen en su literalidad la potencial confusión en el público acerca de la originalidad de un producto.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “A su vez, destacamos que -de hecho- la asunción por parte del Estado de la acción penal pública estuvo justificada por la necesidad de dinamizar el anterior régimen de la ley 3.975, “reconociendo en la actividad que se persigue una verdadera falsificación, con su secuela de engaño y descrédito para la confianza pública”.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) 119 “En ese marco, afirmamos que encuadrar una conducta en la figura nombrada habiéndose descartado tal posibilidad y bajo el argumento de que aquella busca proteger separadamente ambos intereses -como lo hizo el a quo en el auto atacado- implica excederse del tipo penal analizado sobrepasando los límites del principio de legalidad (v. causa n° 27.246 “Sosa, Gabriel s/ procesamiento y embargo”, reg. n° 29.917 y causa n° 27.328 “Montaña, Damián s/ procesamiento”, reg. n° 29.918, ambas del 26/05/09).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Sentado ello, hemos de afirmar que en el sub examine, la simple observación de los discos compactos que le fueron incautados a Espinoza Goñe, su distinta calidad y las condiciones en que eran exhibidos para su comercialización, esto es, en la vía pública y con sus portadas fotocopiadas, permiten concluir que los elementos no eran idóneos para producir la posibilidad de engaño que exige la norma analizada.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Por lo expuesto, se propicia al Acuerdo declarar que el hecho atribuido al imputado no encuadra en las previsiones del artículo 31, inciso “d” de la ley 22.362.” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “En reiteradas oportunidades he sostenido que “...Ante este tipo de supuestos, iniciados por prevención policial y donde no existe querellante, la afectación o potencial afectación al bien jurídico protegido por la norma, entonces debe traducirse en la posibilidad concreta de engaño al público consumidor. Si este fuese desechado, la conducta perseguida debe reunir una serie de características que hagan presumir un perjuicio hacia el titular de la marca –aún frente a su pasividad- vale decir, dimensiones considerables, giro importante y efectos negativos apreciables. Sólo bajo estas circunstancias se supera el umbral constitucional que resulta del principio de lesividad (…) y la persecución penal se hace viable, pues aparece el “fin” que justifica y da sentido a la injerencia penal en la libertad de acción del individuo” (Sala I C.41.065 “Berardi”, reg.101 del 14/2/08, C.42.030:“Pérez”, reg. 984 del 28/8/08 y Sala II: C.27.246 “Sosa”, reg. 29.917 del 26/5/09, C.28.278: “Bautista del Rosario”, reg.30607 del 10/11/09, entre otras).” (Del voto del Dr. Farah) “En efecto, dadas las circunstancias en que eran exhibidos los discos por el encausado, el hecho investigado contrasta con los parámetros señalados en el párrafo que antecede, motivo por el cual he de coincidir con mis colegas preopinantes en punto a que no se habría afectado el binomio de bienes que tutela la ley 22.362.” (Del voto del Dr. Farah) “En tales condiciones, la conducta solamente podría quedar abarcada -eventualmente- bajo las previsiones de la ley de propiedad intelectual, resorte de conocimiento de la justicia ordinaria.” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 26.10.2011 “Espinoza” Causa 30.703 Reg. 33.668 J. 4 - S. 8 QUERELLA. REQUISITOS PARA SER QUERELLANTE. “Este Tribunal ya ha tenido ocasión de señalar que para obtener el rol de parte querellante el peticionante debe haber sufrido, a raíz del delito denunciado, un perjuicio real, especial, singular y directo, es decir, se exige la afectación, de forma inmediata, de un interés o derecho de quien pretende detentar la calidad de parte (cf. c. nº 43.624 “Barcesat”, rta. 17/12/09 reg. nº 1456; c. nº 43.673 “López”, rta. 17/12/09 reg. nº 1429; c. n° 42.249 “Felices Carlos”, rta. 09/10/08, reg. n° 1195 y c. n° 25.819, “Vasile, V.”, rta. 30/08/94, reg. n° 580, entre muchas otras).” “En la misma sintonía se expidió nuestro máximo tribunal en la causa I. 149. XLIV “Iannuzzi” del 21/10/08 en la que sostuvo que: “…la ‘parte’ debe demostrar la existencia de un ‘interés especial’ en el proceso (‘Sierra Club v. Morton’, 405 U.S. 727) o, como ha expresado esta Corte (Fallos: 306:1125; 307:1379; 308:2147; 310:606, entre muchos otros), que los agravios alegados la afecten de forma ‘suficientemente directa’, o ‘sustancial’, esto es, que posean ‘suficiente concreción e inmediatez’ para poder procurar dicho proceso (Fallos: 322:528, considerando 9º)…”.” “Así, debe concluirse que las circunstancias aludidas por el pretenso querellante no permiten en modo alguno 120 Poder Judicial de la Nación acreditar los extremos exigidos por el artículo 82 del ordenamiento ritual en la medida de que no es una persona que resulte afectada de un modo real, especial, singular y directo por los hechos que se investigan en las presentes actuaciones, pues “…No basta la ofensa; ella debe ser directa. Es inadmisible la lesión indirecta….” (cf. Guillermo R. Navarro – Roberto Raúl Daray, “La querella”, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, año 2008, 3° edición, pág. 105).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 6.10.2011 “Gorrasi” Causa 45.202 Reg. 1137 J. 2 - S. 4 QUERELLA. UNIDAD DE INFORMACIÓN FINANCIERA. UIF. PROCEDENCIA. “La Unidad de Información Financiera se creó en el año 2000, en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, como un organismo autárquico, con la misión de “prevenir e impedir el lavado de activos…” (art. 6 de la ley 25.246). Es, en otras palabras, el organismo del Estado concebido específicamente para combatir ese tipo de criminalidad económica.” “Conforme lo establece el artículo 13 de la norma citada, “es competencia de la Unidad... colaborar con los órganos judiciales y del Ministerio Público... en la persecución penal de los delitos reprimidos por esta ley...”.” USO OFICIAL “Siguiendo esa misma línea, a través del decreto 2226/08 se destacó “que el Estado Nacional tiene un significativo interés institucional en satisfacer los deberes emergentes de los compromisos internacionales asumidos en la materia...”, por lo que se decidió autorizar expresamente al titular “de la Unidad de Información Financiera... a intervenir como parte querellante en los procesos en los que se investigue la comisión de los delitos tipificados por la ley 25.246...”.” “En ese decreto se hace referencia, concretamente, a la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas -1988-, al Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo -1999- y a la Convención Internacional contra la Delincuencia Organizada Trasnacional -2000-, instrumentos internacionales a través de los cuales nuestro país acordó participar activamente de la lucha contra el lavado de activos, que incluye tanto la prevención como la sanción de tales conductas delictivas.” “La prerrogativa de la U.I.F. de intervenir en el proceso no puede cercenarse, como ha ocurrido aquí, con el pretexto de que el titular de dicho organismo estatal ha sido objeto de una denuncia -por parte de un tercero ajeno a esta investigación- por incumplimiento de los deberes de funcionario público.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 4.10.2011 “Unidad de Información Financiera” Causa 46.040 Reg. 1120 J. 5 - S. 9 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. AUTO DE PROCESAMIENTO. IMPROCEDENCIA. DOBLE INSTANCIA. “…la incorporación a nuestro derecho interno de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 8° 2 h) y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14.5), y su posterior elevación a rango constitucional (art. 75 inc. 22 CN), han venido a modificar sustancialmente el concepto de “derecho al recurso”. Su alcance se ha visto redimensionado, debiendo ser entendido como una garantía procesal del condenado, quien cuenta con la facultad de que su sentencia sea revisada por un tribunal superior y de requerir la doble conformidad judicial con la condena como paso previo a que sea ejecutada.” “En la especie, la revocatoria del sobreseimiento de los acusados en orden a los hechos por los que fueron indagados y el dictado de su procesamiento sin que dicho temperamento haya sido acompañado de prisión preventiva restrictiva de su libertad ambulatoria, no puede ser considerado, como lo sugiere la defensa, un acto importante con entidad para habilitar la vía casatoria bajo pretexto de que con ello se garantiza el doble conforme (en idéntico sentido, de esta Sala, c/n° 39.993 “Zugnoni de Rumachella y otros s/recursos de casación, de 121 revisión y nulidad”, reg. 791, rta. 8/7/08).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 4.10.2011 “Trenes Metropolitanos General Roca SA” Causa 44.327 Reg. 1115 J. 1 - S. 2 RECURSO DE CASACIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. AUTO DE PROCESAMIENTO. IMPROCEDENCIA. DOBLE INSTANCIA. “Cabe recordar que en supuestos como el planteado hemos sostenido, en consonancia con las pautas sentadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Casal” (causa n° 1681, C.1757 XL, rta. el 20/9/05), que si se procesa en esta instancia como consecuencia de la apelación presentada, la vía reclamada configura el cauce procesal necesario para garantizar al imputado el derecho a recurrir ante un tribunal superior, en la que corresponde atender al cuestionamiento efectuado acerca del mérito probatorio existente para decretar la medida dictada junto con los restantes que motivan esta impugnación (con causa n° 24.759 “Giacomino”, rta. el 14/2/08, reg. n° 28.060; y causa n° 22.513 “Mendoza”, rta. el 14/10/05, reg. n° 24.314, entre otras).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Ello pues el interlocutorio recurrido puede ser equiparado a las decisiones que, según los tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional, deben ser alcanzadas por la garantía de doble instancia judicial (artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y artículo 8.2.h de la Convención Americana de Derechos Humanos. Conf asimismo, Julio Maier en “La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por los tribunales locales”, Ed. del Puerto 1997, pág. 410; y esta Sala en causa n° 26.054 “Granillo Ocampo”, rta. el 22/8/08, reg. n° 28.832).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Discrepo parcialmente en cuanto a la procedencia del recurso que se analiza en el voto de mis colegas.” (Del voto del Dr. Farah) “Es que, al no haber sido tal temperamento acompañado por una medida restrictiva de la libertad ambulatoria del imputado, no puede ser considerado por su trascendencia, en el lenguaje de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, acto “importante” con entidad para habilitar la vía casatoria bajo pretexto de que con ello se garantiza el doble conforme. Sucede que lo decidido, si bien obliga al nombrado a seguir vinculado al proceso, no le genera un gravamen insusceptible de reparación ulterior, como sería el caso en que hubiese visto comprometida la libertad personal, razón por la cual no se verifica en este supuesto el requisito de admisibilidad objetiva requerido para la procedencia de la vía casatoria intentada. Tal mi criterio en supuestos análogos (ver Sala I en causa n° 39.993 “Zugnoni de Rumachella”, rta. el 8/7/08, reg. n° 791).” (Del voto del Dr. Farah) “A mi modo de ver, en este caso resulta también aplicable el principio general sentado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación que señala que las resoluciones que impliquen continuar sometido a proceso criminal no son equiparables a sentencia definitiva (CSJN, Fallos 310:248; 311:1781 y 312:1503, entre otros), este remedio debe ser declarado inadmisible porque no satisface el requisito de impgnabilidad objetiva que reclama el art. 457 del cód. procesal.” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 27.10.2011 “Escobedo” Causa 30.782 Reg. 33.672 J. 9- S. 18 RECURSO DE REPOSICIÓN. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. “En cuanto a la primera articulación, la Sala considera desacertado el planteo impetrado por el impugnante, así como el dictamen de la representante del Ministerio Público Fiscal, pues este remedio procesal resulta inviable contra los pronunciamientos emitidos por una Cámara de Apelación “como aquél que declara mal concedida una apelación en la instancia inferior” (Navarro, Guillermo Rafael- Daray, Roberto Raúl; Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial, Tomo 3, Hammurabi, 4° edición actualizada y ampliada, Buenos 122 Poder Judicial de la Nación Aires, 2010, p. 340).” “En efecto, la reposición puede plantearse ante la alzada en ocasión del trámite del recurso, pero no respecto de cuanto se resuelva como consecuencia de esa interposición (Navarro, Guillermo Rafael- Daray, Roberto Raúl, ob. cit., p. 340).” “Al respecto, esta Sala tiene dicho que: “Tal recurso, conceptualmente, es una protesta por medio de la cual se pretende atacar aquellas resoluciones dictadas sin sustanciación con el fin de que sea el mismo tribunal que la dictó quien la revoque por contrario imperio (art. 446 del CPPN)” (cfr. causa N° 43.903, “Brugorello, Miguel Ángel s/reposición”, reg. N° 1076, rta.: 26/10/10; causa N° 44.383, “Y.P.F. s/reposición y nulidad de la notificación”, reg. N° 893, rta.: 16/8/11, entre otras. En el mismo sentido, cfr. CNCP, Sala I, JPBA, 89-76-239, en el que se señaló que la reposición “sólo procede contra las resoluciones internas del proceso dictadas sin sustanciación”.).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 25.10.2011 “Bossio” Causa 44.863 Reg. 1219 J. 7 - S. 14 REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. AUSENCIA DE DICHO ACTO. CONSECUENCIAS. NULIDAD. USO OFICIAL IMPROCEDENCIA. “Ello, toda vez que por un lado, surge de fs. 5 de la causa principal, que el Sr. Agente Fiscal ha sido notificado de la iniciación de la presente causa con fecha 10 de noviembre de 2010, ni bien ingresara en el juzgado de Primera Instancia.” “A su vez, como señalara el Juez a quo ha sido notificado de los distintos actos procesales (ver fs. 30, 35, 40, 48, 53vta. y 60).” “Por último y en relación a la falta de requerimiento fiscal, cabe destacar que este Tribunal ha dicho que sólo aparece como necesario correr la vista que manda el artículo 180 del ritual en aquellos casos donde el acto inicial es una denuncia que es elevada al Tribunal interventor sin cumplir ninguna diligencia prevencional (conf. Daniel Fedel, “El requerimiento de instrucción: ¿es necesaria su existencia respecto de las prevenciones policiales?, L.L. 11-6-93; y causa 28.916, caratulada “Nieto, Omar s/dcia”, rta. con fecha 18-07-97, reg. 560, entre otras).” “En este mismo sentido ha resuelto la Cámara Nacional de Casación Penal en cuanto a que el artículo 195 del C.P.P.N. otorga indistintamente al requerimiento fiscal y a la prevención o información policial la posibilidad de dar inicio a la instrucción. El fundamento de la necesidad del requerimiento de instrucción, se vincula exclusivamente con la imposibilidad de que el magistrado actúe de oficio, por ello es que el poder impulsor inicial corresponde tanto al Ministerio Público Fiscal como a la autoridad prevencional. (ver causa nro. 6434, registros nro. 8349.1, rta. el 2-12-05, perteneciente a la Sala I; causa nro. 4161, registro nro. 5593.2, rta. el 10-0403, perteneciente a la Sala II; causa nro. 11464, reg. Nro. 21.10.3, rta. el 4-02-10, perteneciente a la Sala III y causa nro. 10049, registro nro. 11533.4, rta. el 25-03-09, perteneciente a la Sala IV).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 25.10.2011 “Sosa Ranno” Causa 45.873 SOBRESEIMIENTO. Reg. 1213 REQUISITOS PARA SU J. 12 - S. 23 DICTADO. PLAZOS PROCESALES. PLAZO RAZONABLE. “Ya se ha dicho en muchas oportunidades que:“El estado de duda resulta incompatible con la certeza exigida por la ley para sobreseer… y se constituye además en una solución…no contemplada en el plexo normativo” (v. CNCP, Sala III, JA, 2002-I-777; Sala III, causa N° 12.602, “Baldonado, Gustavo Javier s/recurso de casación”, reg. N° 170/11, rta.: 14/3/11; Sala I, causa N° 3469, “N.J.M.S. y otros s/recurso de casación”, reg. N° 4337, rta.: 23/5/01; causa N° 8802, “Grimaldi, Héctor Fabián y otros s/recurso de casación”, reg. N° 12.287, rta.: 14/8/08; y 123 de esta Sala, causa N° 45.604, “Gini, Javier Rodrigo s/sobreseimiento e incompetencia”, reg. N° 909, rta.: 18/8/11; causa N° 45.670, “Gumersindo, Escalier Condori s/sobreseimiento”, reg. N° 1084, rta.: 22/9/11; entre otras).” “Pero paralelamente, en virtud del lapso transcurrido desde que fueran iniciadas las presentes actuaciones- cinco años-, es preciso que el magistrado imprima celeridad a la realización de las diligencias requeridas, a fin de alcanzar una pronta definición de la situación procesal de quienes se desempeñaban en las áreas vinculadas a los episodios investigados, pues tal como nuestro Máximo Tribunal ha sostenido reiteradamente: “…debe reputarse incluido en la garantía de la defensa en juicio consagrada por el art. 18 de la Constitución Nacional, el derecho de todo imputado a obtener…un pronunciamiento que…ponga término del modo más rápido posible a la situación de incertidumbre y de innegable restricción de la libertad que comporta el enjuiciamiento penal” (cfr. Fallos 272:188, 298:50, 300:1102, entre otros).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Farah 11.10.2011 “Matiak” Causa 44.784 Reg. 1155 J. 5 - S. 10 SUSPENSIÓN DEL JUICIO A PRUEBA. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. FUNCIONARIO PÚBLICO. INTERVENCIÓN EN LA MANIOBRA INVESTIGADA. “La necesaria conformidad del Fiscal, consecuencia de la naturaleza del rol que desempeña dentro del proceso penal, opera respecto de la concesión o denegatoria del beneficio y no puede ser cuestionada en la medida en que no resulte manifiestamente arbitraria y se encuentre debidamente fundada en ley (conf. de esta Sala, causas n° 13.014 “Lazo”, rta. 6.3.07, reg. n° 13.014; n° 17.238 “Guzmán”, rta. 10.4.01, reg. n° 18.563; n° 24.647 “Ramírez Zapata”, rta. 18.12.07, reg. n° 27.879; n° 28.014 “Mahomed”, rta. 11.8.09, reg. n° 30.224; n° 29.453 “Fernández Leyton”, rta. 31.8.10, reg. n° 31.843; y las respectivas citas).” “Así, por cuanto es a ese Ministerio al que le incumbe el rol de promover y ejercer la acción pública por mandato constitucional (art. 120 C.N., Ley 24.946 -art.25-), razón por la cual cuando el fiscal expresa su oposición a la suspensión del proceso “... no ejerce jurisdicción sino que manifiesta su voluntad de continuar ejerciendo la acción. Y puesto que la suspensión del proceso a prueba no es otra cosa que la suspensión del ejercicio de la acción penal, el tribunal, que carece de poderes autónomos para su promoción y ejercicio, tampoco tiene poder de decisión sobre la suspensión de ese ejercicio. Por ello, depende de la conformidad fiscal” (v. Luis M. García “Suspensión del Juicio a Prueba”, Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal, Año II, pág. 365, Ed. Ad-Hoc; C.N.C.P. Sala I, causa n° 13.038 “Daglio Rigueresman”, rta. 7.7.10, reg. n° 16199.1).” “Ello, no obstante no haberse verificado previamente la audiencia reglada por el artículo 293 del código de forma toda vez que, conforme lleva dicho este Tribunal, “...la Cámara Nacional de Casación Penal ha resuelto que en aquéllos casos en que la suspensión del juicio a prueba resulte manifiestamente improcedente, el Tribunal que debe decidir puede rechazarlos in límine, sin celebrar la audiencia prevista en art. 293 citado (CNCP, Sala IV, ‘Torres, María Rosa’, reg. n° 6719.4 del 22/6/05, y sus citas, entre muchas otras)...” (v. causa n° 28.014 “Mahomed”, rta. 11.8.09, reg. n° 30.224, y sus citas).” “Más allá de ello, el punto central del agravio de la Defensa radica en la aplicación al caso de las previsiones del párrafo séptimo del artículo 76 bis del Código Penal, en los que se funda el Ministerio Público Fiscal para, en consonancia con la Resolución n° 97/2009 de la Procuración General de la Nación, formular su oposición.” “El párrafo indicado señala la improcedencia de la suspensión “...cuando un funcionario público, en el ejercicio de sus funciones, hubiese participado del delito”.” “Al respecto, al pronunciarnos en los autos n° 30.174 “Gauto, Fernando s/suspensión del juicio a prueba”, rta. 17.5.11, reg. n° 32.906) sostuvimos “...en principio que el hecho de que el imputado se desempeñe como agente público no implica por sí solo que se vea excluido de la posibilidad de aplicación a su respecto de la suspensión del juicio a prueba. En ese sentido, se ha afirmado que ‘la exclusión de un derecho individual a quien la ley presume inocente, respecto de la imputación de cualquier delito y por el sólo hecho de tratarse de un funcionario 124 Poder Judicial de la Nación público, importaría un trato legal discriminatorio’ (Conf., Vitale, Gustavo L. ‘Suspensión del Proceso Penal a Prueba’, 2da. Edición actualizada, Buenos Aires, Editores del Puerto, año 2004, pág. 175) ...una correcta interpretación del artículo 76 bis del Código Penal, obliga a considerar que la salvedad efectuada en su párrafo séptimo lo es en relación a aquéllos casos en los que el delito supuestamente cometido tiene vinculación directa con la actividad que se realiza, esto es, en los que se compruebe la existencia de un ejercicio abusivo de las funciones públicas que le fueron confiadas al agente (ver en similar sentido de la Sala I de esta Cámara, causa n° 42.562 ‘Del Valle...’, Reg. n° 922 del 3 de septiembre de 2009 y su cita doctrinaria)”.” “Así, ha de establecerse si el impedimento en cuestión alcanza a los particulares que habrían participado en la comisión de un delito en el que prima facie intervinieron funcionarios públicos, en ejercicio y provecho de tales funciones, tal como es el caso de autos.” “Y al respecto, sobre los alcances de la exclusión bajo análisis, la Cámara Nacional de Casación Penal ha sostenido que “Este impedimento alcanza a todos los intervinientes en el delito, y no, como lo alegaba la defensa, sólo a los funcionarios públicos que hubiesen participado en él. Si bien se mira, la ley no dice que no se concederá la suspensión del proceso a prueba a los funcionarios públicos que hubiesen participado en el delito en el ejercicio de sus funciones, sino que ‘no procederá la suspensión cuando un funcionario público hubiese participado’ en el delito en el ejercicio de sus funciones”, razón por la cual “...la intervención de un funcionario USO OFICIAL público en el hecho obsta de modo objetivo a la suspensión del proceso respecto de los partícipes -aunque no tengan esa calidad-...” (cfr. C.N.C.P. Sala II, causas n° 11.665 “Gasparini, Gianni s/rec. casación”, rta. 14.12.09, reg. n° 15.709 y n° 12.589 “Pichetto, Andrés Luis s/rec. casación”, rta. 6.7.10, reg. n° 16.734).” “Ello así por cuanto “...la interpretación que se atiene al texto atiende también al hecho de que la participación de un agente no calificado en un delito especial propio constituye una cooperación a la infracción de un deber especial del funcionario, aunque el deber especial no incumba al partícipe. Si la ley ha querido excluir la posibilidad de suspensión del proceso a prueba en delitos en los que participa un funcionario público en ejercicio de sus funciones, con independencia de las calidades de otros partícipes, esto constituye una elección en el ámbito discrecional de la política criminal que lleva adelante el Congreso, que no puede ser objeto de censura por los jueces... A este respecto, es claro que el legislador ha decidido soberanamente no prescindir de la realización del juicio en los casos en que se trata de delitos en los que se presume ha participado un funcionario público en el ejercicio de sus funciones...” (cfr. C.N.C.P., Sala II, c. n° 11.665 “Gasparini, Gianni s/rec. casación”, rta. 14.12.09, reg. 15.709).” “Y en relación a la participación de particulares en la comisión de ilícitos cometidos por funcionarios en tal rol, no puede obviarse que existe una semejanza entre las previsiones del párrafo séptimo del artículo 76 bis del código de fondo (“no procederá la suspensión del juicio a prueba cuando un funcionario público, en el ejercicio de sus funciones, hubiese participado en el delito”) con el segundo párrafo del artículo 67 del mismo cuerpo legal en cuanto señala que la prescripción se suspende “... en los casos de delitos cometidos en el ejercicio de la función pública, para todos los que hubiesen participado, mientras cualquiera de ellos se encuentre desempeñando un cargo público” (Ley 25.188, B.O. 1.11.99).” “Ambas normas impiden la aplicación de sendos beneficios a los particulares partícipes de hechos cometidos junto a funcionarios públicos en el desempeño de su rol. Desde una perspectiva político criminal ello encuentra apoyo en “...la existencia de un interés distinto en la definición de lo realmente ocurrido en hechos de esas características, habida cuenta del reclamo social ... de esclarecimiento de casos sospechados de corrupción administrativa, y que no se limita a la persona misma del funcionario público, sino a la de todos los que de una manera actuaron junto a él...” (Julio de Olazábal “Suspensión del proceso a prueba”, Ed. Astrea, 1994, pág. 60).” “Tal interés se ve asimismo, reflejado en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción -suscripta por Argentina- y en la Convención Interamericana contra la Corrupción, siendo a la vez receptado por la Procuración General de la Nación a través de la Resolución n° 97/2009.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 125 17.10.2011 “Spitzer” Causa 30.829 Reg. 33.611 J. 1 - S. 1 TENTATIVA. PAUTAS PARA SU EVALUACIÓN. NULIDAD. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. ARBITRARIEDAD. “…únicamente diremos que ninguna tentativa es completamente idónea, ya que por definición, no consuman el delito (Zaffaroni- Alagia-Slokar, “Derecho Penal Parte General”, Ed. Ediar, Bs. As., Año 2002, pág. 832). Sin embargo, hay un estado de idoneidad consumativa requerida para que la acción sea típica de tentativa, y ese grado se encuentra verificado en este caso (v. causa 45.934, “Boldrini, Emiliano Ezequiel s/procesamiento”, reg. 1101, resuelta el 29/9/2011, de esta Sala Primera).” “En consecuencia, los motivos de la resolución que se recurre ponen al descubierto, de modo manifiesto y evidente, la arbitrariedad en la que ha incurrido el juez de grado, en tanto el análisis por él realizado no resulta una derivación lógica y razonada de las constancias allegadas al sumario, sino que, por el contrario, omite lisa y llanamente una adecuada valoración de los distintos elementos de prueba incorporados al legajo. Así, “si fuera palmario el error alegado de los jueces de la causa, al resultar contradictorio lo afirmado con la concreta demostración inequívoca de los hechos del caso invocados por la sentencia, la doctrina establecida en materia de arbitrariedad recobra valor, pues entonces se trataría de la prescindencia y no de la apreciación de la prueba” (235:387. La Corte ha equiparado “interpretar caprichosamente” y “prescindir” (239:35)…”(G. Carrió-A. Carrió, “El Recurso Extraordinario por sentencia arbitraria en la Jurisprudencia de la Corte Suprema”, Tercera Edición actualizada, Ed. Abeledo Perrot, Bs.As., 1987, pág. 198).” “Frente a una pieza cuyo estudio ha revelado una irreconciliable desvinculación entre los sucesos acreditados y la lectura jurídica que de ellos se ha pretendido desprender es que la solución recurrida no puede ser considerada como un pronunciamiento válido capaz de conservar los efectos jurídicos que se le han asignado. Ante tal situación, en la cual el razonamiento desarrollado se desmorona al procurar brindar los motivos de la respuesta judicial adoptada, sólo un camino puede ser transitado y es aquel que proviene de la necesaria fulminación del resolutorio en orden a su nulidad (conf. Fallos 238:550; 244:521 y 523; 249:275; 250:152; 256:101; 261:263; 268:263; 269:343 y 348; 285:279; 296:765; 302:1405; 304:638, entre otros)(ver de esta Sala causas n° 37.818, “Blanco, Juan A.”, reg. n° 246, rta. el 29/3/06; causa 42.409, “Malena, Ricardo”, reg. n° 374, rta. el 30/4/09 y causa 43.043, “Belforte, Luciano y otra s/procesamiento y embargo”, reg. 751, resuelta el 6/8/2011).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 4.10.2011 “Caramián” Causa 45.482 Reg. 1118 J. 2 - S. 4 TRATA DE PERSONAS. REQUISITOS TÍPICOS. DELITOS MIGRATORIOS. LEY 25.871. REQUISITOS TÍPICOS. “Atendiendo a las circunstancias descriptas precedentemente, es acertada la calificación legal asignada por el Juez instructor pues, más allá del posible encuadre en más de una de las previsiones relativas a la trata de menores de 18 años de edad agravada (artículo 145 ter y sus apartados), lo cierto es que, cuanto menos, para el caso de Felicidad Vásquez Cucho -tutora de la menor-, es aplicable la previsión del apartado segundo y, para el de Jorge Copa y María Eugenia Márquez Mamani, la del apartado primero. Ello, toda vez que se encuentra constatado, en los términos del artículo 306 del C.P.P.N. que la víctima fue sometida a la explotación investigada mediante violencia, engaños y el aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad (art. 145 ter, apartado primero).” “Por esa razón, la calificación legal relativa al delito de trata, provisoriamente asignada por el a quo, será homologada.” “Con relación a la hipótesis delictiva contemplada por el artículo 117 de la ley 25.871, los suscriptos consideran que el cuadro probatorio permite afirmar, con un grado de probabilidad positiva, la responsabilidad penal de los 126 Poder Judicial de la Nación recurrentes.” “En efecto, en la causa Nº 42.542 “Min Soo Kim s/ procesamiento”, el Tribunal efectuó una diferenciación entre la infracción administrativa del art. 55 y el delito penal del art. 117, establecidos por la ley 25.871, “…por cuanto la gravedad sancionatoria de la figura legal del art. 117 -prisión o reclusión de uno (1) a seis (6) años-, en contraposición con la sanción de multa establecida por quien infringe la norma administrativa del art. 55, párrafo segundo, encuentra su justificación en las diferencias que poseen ambas disposiciones a nivel típico, indicativas del distinto disvalor de las acciones que cada una de ellas intenta receptar.”.” “En esa dirección, se sostuvo que el elemento objetivo del tipo penal de promoción o facilitación de la permanencia de extranjeros en el país, se consuma por el aprovechamiento de la irregularidad migratoria como “política de empresa”, elemento que debe estar acompañado por la existencia de un mecanismo ilegal de captación de inmigrantes y por actos dirigidos al aseguramiento o protección de la permanencia de estos individuos en nuestro territorio.” “Con relación al aspecto subjetivo, el autor debe perseguir un beneficio que debe tener contenido económico, es decir que se exige una ultraintención, la cual se traduce en que este provecho es distinto del que persigue quien contrata de manera aislada a personas con una residencia irregular en el país, conducta inmersa en la infracción administrativa del art. 55 (conforme ley 25.871). Por último, hemos dicho que la figura en cuestión admite USO OFICIAL solamente el dolo directo, que abarca el pleno conocimiento de la condición de inmigrante irregular y las consecuencias de su proceder con relación a la permanencia de aquél en el país (ver en el mismo sentido la resolución de esta Sala en la causa Nº 42.149 “Valdez, Gabriel H. s/ procesamiento”, reg. 741 del 4 de agosto de 2009).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero 13.10.2011 “Vázquez Cucho” Causa 45.237 Reg. 1170 J. 11 - S. 21 ACCIÓN PENAL. VIGENCIA DE LA ACCIÓN. PRESCRIPCIÓN. ACTOS INTERRUPTIVOS. DELITO DE ACCIÓN PRIVADA. PROCEDIMIENTO. “En primer lugar debe decirse que no es la voluntad de persecución penal del actor la que interrumpe el curso de prescripción -como pretende argumentar el querellante-, sino los supuestos que taxativamente prevé la norma en cuestión. En efecto, a partir de su modificación por la ley 25.990, ella establece que: “La prescripción se interrumpe solamente por: a) la comisión de otro delito; b) el primer llamado efectuado a una persona, en el marco de un proceso judicial, con el objeto de recibirle declaración indagatoria por el delito investigado; c) el requerimiento acusatorio de apertura o elevación a juicio, efectuado en la forma que lo establezca la legislación procesal correspondiente; d) el auto de citación a juicio o acto procesal equivalente; y e) el dictado de sentencia condenatoria, aunque la misma no se encuentre firme.”.” “Al respecto, este Tribunal ha dicho que: “…Del análisis de los apartados del mencionado artículo 67 surge que, al menos, tres causales pueden aplicarse perfectamente a los delitos de acción privada toda vez que el procedimiento regulado por los artículos 424 y ss. del Código Procesal Penal de la Nación prevé un auto de citación a juicio -artículo 428 del mencionado código- y la sentencia, eventualmente condenatoria -artículo 431-. La tercera de las causales interruptivas, sobre la que tampoco cabe duda de su aplicación para ese tipo de delitos, es la prevista en el apartado a): la comisión de otro delito…” (cfr. causa n° 23.156 “Zlotogwiazda, Marcelo s/ prescripción”, reg. n° 24.660, rta. el 26/12/05).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 22.11.2011 “Rosales” Causa 30.761 Reg. 33.785 J. 12 - S. 23 ASOCIACIÓN ILÍCITA. ART. 210 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “Esta Alzada ha tenido ocasión de fijar determinadas pautas sobre las formas de interpretar y acreditar este 127 delito. Interesa aquí -por las particularidades del caso- hacer hincapié en algunos de esos rasgos.” “El primero se vincula con la llamada tesis del paralelismo, según la cual el ilícito tiene carácter autónomo, pues la actividad que se lleva a cabo en la asociación deviene totalmente independiente de la intervención que cada uno de sus integrantes haya tenido en la efectiva ejecución de los planes propuestos. No es necesario, entonces, que el sujeto despliegue una actividad material, siempre que sepa que integra la organización y coincida con los otros miembros en punto a los objetivos perseguidos.” “El segundo hace a la prueba del acuerdo criminoso del artículo 210 del Código Penal. Al respecto, se ha dicho que ello puede extraerse mediante el método inductivo, es decir, partiendo desde los casos delictivos realizados hacia atrás, donde se encuentra la faz ideológica de esos planes individualmente considerados. La “marca” o las “señas” de la o las asociaciones quedarán puestas en evidencia en la medida que se analice su modo de operar y la dirección hacia la que apuntan sus fines, los cuales lógicamente persiguen la comisión de ilícitos determinados, ya que de lo contrario no tendría razón de existir la propia asociación (sobre todo lo anterior, ver causa n° 28.818 “Lorenzo”, reg. n° 31.275 del 14/4/10 y sus citas, entre otras).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 29.11.2011 “Sánchez Reisse” Causa 31.116 Reg. 33.818 J. 7 - S. 14 DECLARACIÓN INDAGATORIA. LLAMADO. EXIGENCIA DE FUNDAMENTO DE DICHA MEDIDA. “En reiteradas oportunidades esta Alzada ha sostenido que el decreto que convoca a prestar declaración indagatoria solo requiere como fundamento la sospecha de que una persona ha participado de la comisión de un delito. Tratándose entonces de una decisión propiamente discrecional del juez, su inapelabilidad es la regla, salvo que exista arbitrariedad en el llamado –conf. causa n° 27.133 “Cristofani”, rta. el 20/11/08, reg. n° 29.206-.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun 11.11.2011 “Viera” Causa 31.079 Reg. 33.753 J. 12 - S. 23 DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. DECLARACIÓN INDAGATORIA. REQUISITOS FORMALES. NULIDAD. PROCEDENCIA. DEBIDO PROCESO. PRINCIPIO DE LEGALIDAD. NE BIS IN IDEM. “La premisa que guiará este análisis es la siguiente: “…Para que alguien pueda defenderse es imprescindible que exista algo de qué defenderse: esto es, algo que se le atribuya haber hecho u omitido hacer, en el mundo fáctico, con significado en el mundo jurídico, exigencia que en materia procesal penal se conoce como imputación. El núcleo de la imputación es…una hipótesis fáctica –acción u omisión según se sostenga que lesiona una prohibición o un mandato del orden jurídico- atribuida al imputado, la cual, a juicio de quien la formula, conduce a consecuencias jurídico-penales, pues contiene todos los elementos, conforme a la ley, de un hecho punible…Pero, para que la posibilidad de ser oído sea un medio eficiente de ejercitar la defensa, ella no puede reposar en una atribución más o menos vaga o confusa de malicia o enemistad con el ordenamiento jurídico, esto es, un relato impreciso y desordenado de la acción u omisión que se pone a cargo del imputado, y mucho menos en una abstracción (cometió homicidio o usurpación), acudiendo al nombre de la infracción, sino que, por el contrario, debe tener como presupuesto una afirmación clara, precisa y circunstanciada de un hecho concreto, singular, de la vida de una persona…” (cfr. Maier, Julio B., Derecho Procesal Penal, I. Fundamentos, Editores del Puerto S.R.L., 2° Edición, 3° Reimpresión, Buenos Aires, 2004, p. 553 –el destacado no está en el original).” “Dicho de otro modo, una imputación respetuosa del derecho de defensa en juicio está doblemente limitada: por una parte, no puede remitirse a términos abstractos que generen confusión entre valoración y objeto de valoración; por la otra, el comportamiento fáctico y su circunstanciación deben estar recortados en función de una orientación, que no es otra cosa que el sentido final de la conducta desvalorado por la norma.” “En las imputaciones formuladas en el caso existe un vicio decisivo que, a su vez, determinó otros defectos en la descripción de los cargos, los cuales, en su conjunto, determinarán la anulación de las declaraciones indagatorias 128 Poder Judicial de la Nación (actos en que se hicieron conocer las imputaciones a los justiciables y que determinó su sujeción formal al proceso), así como de los procesamientos que constituyen el objeto de los recursos. Nos referimos específicamente a la circunstancia de que relataron hechos en forma desordenada, desprovistos de la unidad de sentido desvalorada por una norma jurídico penal, al punto de que cualquier subsunción legal, tal como la efectivamente aplicada (art. 175, inc. 4, en función del art. 173, inc. 7 del C.P.), hubiese resultado sorpresiva e incluso, infundamentada.” “Ese vicio desató, según lo adelantado, una cadena de indeterminaciones: en cuanto a la contextualización de los comportamientos (circunstancias de modo, tiempo y lugar) y a la intervención de los imputados en la maniobra, cuyos contornos no han sido precisados (ante desempeños funcionales en períodos no coincidentes en completo, imprecisos en punto al análisis de los respectivos ámbitos de competencia y frente a la indeterminación del accionar de Tapia a quien, más allá de las presiones que se le han atribuido, sólo se le reprochó el “haberse beneficiado” del accionar de los agentes del INSSJP).” “Estas imprecisiones, en su conjunto, además de impedir un adecuado ejercicio del derecho de defensa en juicio en lo que atañe al cuestionamiento de los comportamientos atribuidos, afectaron, al abrir un abanico de posibilidades jurídicas (ver, por ejemplo, además de la figura aplicada, la relativa a otro tipo de defraudación – bajo la modalidad de estafa-, las hipótesis descriptas por los arts. 265, 256 bis, 248, 249 del C.P., entre otras), la USO OFICIAL posibilidad de resistir la subsunción legal.” “Según la premisa de análisis expuesta en el punto II, cabe tener presentes las dos funciones principales de la exigencia de especificidad de la acusación: la de información –permitir que el imputado conozca la conducta concreta con relevancia jurídico-penal que se le atribuye y que también pueda controlar el proceso de subsunción - y la de delimitación del objeto procesal -relevante en lo que se refiere a la cosa juzgada y el ne bis in idem, entre otros asuntos- (cfr. Sancinetti, Marcelo, “La nulidad de la acusación por indeterminación del hecho y el concepto de instigación”, Ad Hoc, 1° Edición, Buenos Aires, julio de 2001, págs. 84 y ss.).” “Pero también es necesario recordar que cuando se afirma la existencia de una unidad temática como materia del proceso, la imputación podrá referirse sólo a algunas de las circunstancias abarcadas por el hecho histórico, sin perjuicio de que la decisión que recaiga haga cosa juzgada sobre todas ellas. En consecuencia, el recorte realizado por la imputación, lo será en función de una norma, la cual, a su vez, debe verse reflejada en la base fáctica así delimitada. De allí también el sentido de la regla que impone a la acusación el deber de calificar jurídicamente el hecho imputado -la cual cumple, sin duda, el papel de orientar la actividad defensiva (cfr. Maier, p. 569)-.” “En sentido similar, Zaffaroni sostiene, al estudiar la unidad o pluralidad de conductas –y la doble limitación dada por el factor final de la conducta y el sentido normativo- que el problema excede el acotado ámbito de los concursos y que: “…Tiene claras implicancias constitucionales: se hallan en juego nada menos que el principio de legalidad en varios sentidos (entre otras, serias cuestiones de participación y de prescripción, de ley aplicable, etc.), la prohibición de doble punición, en el ámbito procesal el ne bis in idem…” (Zaffaroni, Eugenio Raúl, Alagia, Alejandro y Slokar, Alejandro, “Derecho Penal, Parte General”, Ediar, Buenos Aires, 2000, ps. 856 y 858).” “El subrayado acerca de la determinación de la unidad de conducta y de su vinculación con los principios constitucionales reglamentados por el derecho procesal penal responde precisamente a la necesidad de poner de resalto el defecto central adelantado acerca de la intimación de los imputados: ciertos comportamientos materiales a los que se ha hecho referencia (más allá de la cadena de indeterminaciones a la que luego nos referiremos) aparecen desprovistos de un sentido final delineado en función de una norma que permita aprehender en qué consiste, precisamente, la imputación. Puesto en forma sencilla, la lectura del relato efectuado en las intimaciones y reproducido en el auto de mérito impide conocer a qué apunta la persecución, defecto que, como lógica consecuencia, apareja la indeterminación de los comportamientos así como el hecho de que cualquier calificación legal y, en especial, la asignada por el Juzgador, resulte sorpresiva.” “La falta de precisión de los hechos compromete así, además de un adecuado derecho de defensa en juicio, la evaluación de la vigencia de la acción penal tanto como de eventuales supuestos de bis in idem los cuales, 129 eventualmente, podrían ser sorteados, entre otros mecanismos, por las reglas de la conexidad.” “En consecuencia, la ausencia de una descripción clara, precisa y circunstanciada de los sucesos imputados –la cual exige, según lo expuesto, la expresión del sentido final del comportamiento desvalorado por una norma-, tanto en la declaración indagatoria como en el auto de procesamiento, conforme los arts. 298 y 308 del CPPN, constituye una afectación al principio de inviolabilidad de la defensa en juicio -art. 18 CN- y al debido proceso adjetivo, por lo cual se decretará la nulidad de tales actos procesales y se reenviarán las actuaciones al a quo a fin de que se materialicen de forma adecuada a derecho.” “Este Tribunal ha sostenido reiteradamente que el conocimiento acabado de la imputación es un requisito necesario para ejercer una adecuada defensa en juicio y ha dispuesto la anulación de actos basados en imputaciones formuladas de manera indeterminada (cfr. c/n° 36.252, “Constantino”, reg. N° 1307, rta. el 9/12/04, c/n° 43.538, “Almirón”, reg. N° 1380, rta. el 1/12/09, entre muchas otras).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 15.11.2011 “Tapia” Causa 44.440 Reg. 1297 J. 10 - S. 10 DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA. ART. 201 CP. REQUISITOS TÍPICOS. COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. “…se ha señalado que la comercialización de medicamentos y las personas que intervengan en dicha actividad están sujetas a la ley 16.463 y sus reglamentaciones posteriores (artículo 1º), las cuales ostentan carácter federal (C.S.J.N., Fallos 325:902, 327:719 y 5173, entre otros). En efecto, de ellas se desprende que “su objeto es no sólo proteger la salud pública sino también la economía del consumidor, la mayor transparencia y competencia del mercado de medicamentos y la finalidad terapéutica (arts. 2, 7 y 9 de esa norma y considerandos del decreto 150/92)” y que “la ratio legis de la ley 16.463 y su reglamentación es evitar el uso indebido de medicamentos, así como determinar la peligrosidad de éstos, su comprobada y comprobable acción y finalidades terapéuticas y sus ventajas científicas, técnicas o económicas (...)” (del dictamen del Procurador General de la Nación, al que remitieron los Sres. Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la Competencia nº 1069. XL “Instituto Sidus S.A. s/ pres. infr. ley 22.362 y art. 200 del Código Penal”, rta. el 16/11/04).” “Asimismo, la ANMAT es el organismo competente en todo lo referido al control y fiscalización sobre la sanidad y calidad de medicamentos y con relación a la actividad de comercialización de dichos productos (artículo 3º, apartados “a” y “e” del decreto 1490/92).” “Por otro lado, a través de la ley nacional 25.673 se creó el “Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable” en el ámbito del Ministerio de Salud. Dicho programa se inscribe como una política de estado vinculada con la preservación de la salud pública de los habitantes de todas las provincias del país (artículos 3º y 11) y entre sus objetivos se encuentra el de “prescribir y suministrar los métodos y elementos anticonceptivos que deberán ser de carácter reversible, no abortivos y transitorios, respetando los criterios o convicciones de los destinatarios, salvo contraindicación médica específica y previa información brindada sobre las ventajas y desventajas de los métodos naturales y aquellos aprobados por la ANMAT” (artículo 6º, apartado “b” de la ley 25.673).” “En este contexto, no puede desconocerse la inescindible vinculación existente entre, por un lado, la distribución en el territorio de la provincia de Córdoba del “Segurite” y su prospecto explicativo en las condiciones denunciadas y, por el otro, la autorización otorgada por la ANMAT (disposición nº 5465 y sus modificatorias) para la inscripción y comercialización de ese producto, en su carácter de ente nacional encargado de velar por la salud pública. De igual modo, se encuentran involucrados en ese accionar los funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación que a través del programa aludido instrumentaron el suministro a todo el país de fármacos que tienen el mismo efecto que se cuestiona a los medicamentos comercializados por los encartados.” “En tales condiciones, en las hipótesis de imputación que se manejan en ambas causas y sin entrar a analizar si constituyen o no los delitos que fueron denunciados, en lo concerniente a lo que hace a esta cuestión de 130 Poder Judicial de la Nación competencia se advierte que la autorización de la ANMAT -investigada en orden al artículo 248 del C.P.N. en este fuero- habría servido para posibilitar la comercialización de los medicamentos de la forma en que se cuestiona -investigada como artículo 201 del C.P.N. en la justicia provincial de Córdoba-, de modo que se presentan como el supuesto de conexidad del artículo 41, inciso 2º del C.P.P.N. entre dos causas que deberían tramitar en la justicia federal.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 24.11.2011 “Núñez” Causa 30.799 Reg. 33.813 J. 12 - S. 23 DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA. ART. 189 BIS CP. ACOPIO. REQUISITOS TÍPICOS “En tal sentido Soler ha expresado que “Acopia el que reúne de manera considerable, superior a lo que el uso común o deportivo pueden justificar…” (Conf. Derecho Penal Argentino, Tomo IV, pag. 609, Editorial Tea, Buenos Aires, año 1996).” “Sobre ello, debe tenerse en cuenta que en este caso se secuestraron al imputado, un total de 919 cartuchos, de los cuales 738 eran de calibre 22LR, 16 de calibre 12, 111 de calibre 7.65, 10 de calibre 380 y 60 de calibre 45.” “Además de la magnitud numérica y la diversidad de cartuchos, hay que considerar los peritajes de fs. 29 y 36/7, USO OFICIAL de los que surge que las municiones eran aptas para sus fines específicos.” “Sin embargo, a ello debe agregarse que en estos supuestos no puede valorarse la cuestión únicamente desde el punto de vista cuantitivo, sino que además se torna necesario analizar en cada caso concreto las circunstancias en que se inserta el hecho en cuestión (ver de esta Sala, causa n° 5897, “Salama”, reg. n° 6514 del 8/6/1989).” “En ese sentido, esta Sala estableció ciertas pautas de exégesis al sostener que la interpretación de la acción de acopiar no sólo ha de reparar en la magnitud numérica de elementos hallados sino que también debe orientarse a las circunstancias en que fueran habidos, demostrativas de que se las guardó con intención de que, eventualmente, puedan ser empleadas por muchas personas, lo que refuerza su potencialidad dañosa para el bien jurídicamente protegido: la seguridad pública (ver de esta Sala causa n° 19.259, “Calaio”, reg. n° 20.338 del 17/10/02, con cita de causa n° 3.633 “Piras” de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal, reg. n° 4.506 del 10/8/2011).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 15.11.2011 “Zagaria” Causa 31.057 Reg. 33.758 DENUNCIA. OMISIÓN DE RATIFICACIÓN J. 9 - S. 17 DE LA DENUNCIA. CONSECUENCIAS. REQUERIMIENTO DE INSTRUCCIÓN. AUSENCIA DE DICHO ACTO. CONSECUENCIAS. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “La denuncia que introduce un particular “es el acto por el cual una persona que tiene noticia de un delito de acción pública lo pone en conocimiento de la autoridad competente para recibirla... no es un acto inicial de la instrucción sino una forma mediata: una vez efectuada requiere, para su promoción, del impulso convalidante que importa el requerimiento fiscal o la actuación de la autoridad preventora...” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo I, pág. 434 y ss.).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “En virtud del principio ne procedat iudex ex officio, “...la actividad del Tribunal juzgador deberá estar precedida en la totalidad de los casos por el impulso de la acción penal por parte del Ministerio Público Fiscal, viéndose diferenciadas, de esta forma, las funciones de decisión y acusación (art. 120 de la CN, arts. 5 y 65 del CPPN y art. 25 de la ley 24.964, en el mismo sentido, ver c. 39.727 “NN s/ nulidad”, reg. 182, rta. el 15/03/07, de esta Sala, entre muchas otras)” (c. n° 43.559, “Vila, Juan D. s/ nulidad”, rta. 21/12/09, reg. n° 1468, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “De lo expuesto se colige que lo relevante es, entonces, la intención del acusador de impulsar la acción, 131 requiriendo la correspondiente instrucción del sumario, sobre la base de la plataforma fáctica contenida en la denuncia, la que cumple la función de una notitia criminis. “(Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “Ninguna afectación a garantías constitucionales se desprende de la omisión de la ratificación de aquella, cuando, como ocurrió en el caso sub examine, no fue sino la decisión del titular de la vindicta pública lo que habilitó la actuación del juez.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “Tampoco justifica la invalidación pretendida el hecho de que el a quo, previo a correr vista al Ministerio Público Fiscal de acuerdo a lo normado por el artículo 180 del código de forma, hubiera convocado al denunciante, infructuosamente. Si bien, en algún caso, podría ser conveniente recibir declaración al denunciante ante el juzgado interviniente, lo cierto es que el ordenamiento procesal no lo exige así, ni contempla la invalidez de los procesos en que ello no hubiera ocurrido.” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “No puede soslayarse, por lo demás, el carácter restrictivo con el que deben considerarse las nulidades -conforme lo establecido por los artículos 2 y 166 del Código Procesal Penal de la Nación-, teniendo en cuenta que “la forma y aún el proceso en sí mismo no son más que instrumentos para la vigencia de derechos y principios de defensa del ser humano que están garantizados por las formas” (Binder, Alberto M., “El incumplimiento de las formas procesales”, ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2000, pág. 85).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) “Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que: “La nulidad procesal requiere un perjuicio para alguna de las partes, pues no procede su declaración en el solo interés del formal cumplimiento de la ley, ya que resulta inaceptable la declaración de una nulidad por la nulidad misma” (Fallos 324:1564 y T. 870. XXXIX. "Termite", causa N° 8156 rta. 8/02/05, entre otras).” (Del voto de los Dres. Freiler y Ballestero) C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 2.11.2011 “López Varela” Causa 46.057 Reg. 1267 J. 4 - S. 8 DOCUMENTOS. DOCUMENTOS PÚBLICOS. CARACTERÍSTICAS. FOTOCOPIA SIMPLE. CONDUCTA ATÍPICA. INEXISTENCIA DE PERJUICIO. “…tiene dicho el Tribunal que la idoneidad de la falsificación debe conciliarse con la apreciación que pueda percibir el hombre común que intenta ser inducido al engaño y no con la que puede efectuar un individuo experto (ver de esta Sala causa n° 13.757 “Ronco”, reg n° 14.703 del 7/10/97, causa n°26.131 “Golletti”, reg. 28.138 del 5/3/08, entre otras).” “En la misma dirección, la doctrina ha sostenido: “... Cuando nos encontramos frente a un documento que presenta un aspecto burdo estamos al margen del tipo y con mayor razón aún, si su texto incoherente impide el engaño a cualquier persona....” (Conf. Carlos Creus, Derecho Penal, Parte Especial, TI, página 425, Ed. Astrea, 1988).” “Finalmente, cabe mencionar la reiterada jurisprudencia de este Tribunal acerca de que “la copia simple de los documentos públicos, es decir aquella a la que no se le han agregado signos de autenticidad legalmente requeridos, no puede ser objeto material del delito de falsificación de documentos (ver causa n° 28.035 “Bazzani”, reg. n° 31.033 del 11/02/10; causa n° 30.222 “Battilana”, reg. 32.758 del 13/04/11 y sus citas).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 8.11.2011 “Silva” Causa 30.715 Reg. 33.721 J. 1 - S. 1 EMBARGO. PAUTAS PARA ESTABLECER SU MONTO. “En cuanto al monto del embargo trabado sobre los bienes del imputado, la suma dispuesta resulta excesiva, teniendo en cuenta que no actúa en autos parte querellante, actor civil, ni defensor particular, y que ha sido procesado por un delito que no tiene establecida pena de carácter pecuniario (art. 14, segundo párrafo, de la ley 23.737), por lo cual y en atención a lo manifestado por el defensor oficial respecto de las costas del proceso su finalidad se reduce a asegurar el pago de la tasa de justicia. (Ver de esta Sala causa nº 21.050, “Nuñez”, reg. 132 Poder Judicial de la Nación 22.357, rta. 29/04/04).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 8.11.2011 “Florentín” Causa 31.066 Reg. 33.713 J. 1 - S. 2 ESTUPEFACIENTES. ART. 5 “C” LEY 23737. TRANSPORTE DE DROGA. REQUISITOS TÍPICOS. “…el Tribunal ha sostenido en anteriores oportunidades que “…el delito de transporte de estupefacientes es un delito de actividad, en el que el tipo penal se agota con la realización de una acción que, si bien debe ser lesiva de un bien jurídico, no necesita producir resultado material…” (ver de esta Sala causa nº 29.449 “Price Figueroa”, rta. el 31/8/2010, reg. nº 31.851; causa nro. 24.612, “Garrido”, rta. el 28/11/06, reg. nº 26.071).” (Del voto de los Dres. Cattani e Irurzun) “Comparto el tenor de la decisión propuesta por mis colegas preopinantes, pero debo aclarar que a mi modo de ver la figura de transporte de estupefacientes no requiere la demostración autónoma de un especial elemento subjetivo distinto del dolo. Sobre ese aspecto, se ha expedido la Cámara de Casación Penal sosteniendo que: “…Cualquier transporte que forme parte de la cadena de tráfico, estará abarcado y penado por el tipo que reprime la tenencia para la comercialización desde que, si bien no siempre ésta última contiene aquél, USO OFICIAL contrariamente todo transporte que sea un tramo del tráfico constituirá la tenencia para la comercialización…” (conf. Sala I “López”, rta. el 4 de mayo de 2006, reg. nº 8770; Sala II “Dos Santos”, rta. el 17 de noviembre de 2006, reg. nº 9288; Sala III “Marinucci”, rta. el 7 de febrero de 1997, reg. nº 1538 y Sala IV “Bishop Leal”, rta. el 29 de agosto de 2003, reg. nº 5132).” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 1.11.2011 “Maciel” Causa 31.111 Reg. 33.695 J. 9- S. 18 ESTUPEFACIENTES. COMERCIO DE DROGAS. ART. 5 LEY 23737. REQUISITOS TÍPICOS. “Es que “…debe entenderse únicamente por comercio de drogas aquellas actividades que se realizan en forma habitual…” (Alejandro Osvaldo Tazza, “El Comercio de Estupefacientes”, Ed. Nova Tesis, 2008, pág. 62; y de esta Sala, causa n° 28.169 “Matos Peguero”, reg. n° 30.262, rta. el 25/8/09), por lo cual “…La verificación accidental de un hecho que puede ser considerado como del comercio, no implica que el sujeto adquiera la calidad de comerciante…” (Laje Anaya, “Narcotráfico y Derecho Penal Argentino”, Ed. Marcos Lerner Editora Córdoba, 1998, pág. 123).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 15.11.2011 “Lecertua” Causa 31.151 Reg. 33.767 J. 10 - S. 20 EXCEPCIONES. EXCEPCIÓN DE FALTA DE ACCIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. “En este tipo de cuestiones, la vía procesal intentada sólo resulta procedente cuando la atipicidad de la conducta denunciada resulte en forma palmaria de la mera descripción efectuada en el acto promotor, no tolerando este modo de excepcionar debate alguno sobre cuestiones subjetivas, ni hechos controvertidos ni la producción de prueba (en este sentido, ver: Navarro, Guillermo R. y Daray, Roberto R., “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo II, pág. 930 y D’Albora, Francisco, “Código Procesal Penal de la Nación”, Ed. Lexis Nexis, Buenos Aires, 2003, tomo II, pág. 715).” “En reiteradas ocasiones hemos sostenido que “…Si bien el Tribunal ha seguido la elaboración pretoriana que admite la excepción de falta de acción en forma excepcional para los casos en que de manera inequívoca y manifiesta los hechos imputados no fueren subsumibles en ninguna de las figuras delictivas típicas establecidas por el legislador, la idoneidad de tal excepción se reservó, sin embargo, para aquellos casos en que ocurriera de modo patente y obvio, evitando que por esa vía, se plantearan cuestiones de fondo que hagan al objeto del 133 proceso en forma anticipada a la oportunidad pertinente…” (ver causa n° 30.408, “Fernández Meijide, G. s/excepción de falta de acción”, rta. el 14/04/99, reg. n° 228 y causa n° 42.491, “Belforte, Luciano Osvaldo s/excepción de falta de acción”, rta. 23/12/08, reg. n° 1598, entre otras).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 3.11.2011 “Fuentealba” Causa 45.732 Reg. 1275 J. 9 - S. 18 HONORARIOS. AUTO QUE REGULA LOS HONORARIOS. EFECTOS. “En primer término ha de señalarse que tal como ya se sostuviera “...los autos regulatorios de honorarios resuelven únicamente sobre el monto de las sumas con que los trabajos del experto han de ser remunerados, sin que nada se anticipe en ellos sobre la procedencia y forma de su cobro, ni designación del obligado a su pago (ver de la Sala I causa n° 28.693 “Richarte”, reg. n° 997 del 20/11/97, entre otras). De ello se sigue que, si bien resultan un paso previo al juicio para concretar su ejecución, este último constituye un procedimiento autónomo e independiente del trámite que aquí nos ocupa...” (conf. esta Sala en causa n° 26.847 “Dr. Navarro”, rta. el 21/10/08, reg. n° 29.089).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 15.11.2011 “Stefanon” Causa 31.088 Reg. 33.761 J. 6 - S. 12 MEDIDAS CAUTELARES. ART. 518 CPPN. NULIDAD. FALTA DE FUNDAMENTACIÓN. “Para enmarcar adecuadamente la cuestión traída a nuestro conocimiento, debo comenzar recordando que el artículo 18 de nuestra Constitución Nacional establece que “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”.” (Del voto del Dr. Freiler) “Es por ello que las decisiones cuya consecuencia es la limitación del ejercicio de derechos, cuando son dictadas durante el trámite de un proceso penal, resultan excepcionales, debiendo aplicarse un criterio restrictivo, aventando así todo riesgo de que aquellas se conviertan en una pena anticipada.” (Del voto del Dr. Freiler) “”El ordenamiento procesal penal otorga al juez instructor la posibilidad de decretar las medidas cautelares que considere necesarias a fin de garantizar “la pena pecuniaria, la indemnización civil y las costas” del proceso, aunque circunscribiendo la oportunidad de ejercer dicha facultad, como regla general, al momento de decretar el procesamiento de un imputado. Asimismo, la norma admite, excepcionalmente, su dictado con anterioridad a ese acto procesal, siempre que se encuentren presentes simultáneamente los requisitos legales, es decir, la verosimilitud del derecho -fumus bonis iuris- y el peligro en la demora - periculum in mora- (art. 518 del Código Procesal Penal de la Nación).” (Del voto del Dr. Freiler) “Tradicionalmente se establece que el derecho invocado -o, en realidad, los hechos en los que se funda el derecho en cuestión- debe gozar de un cierto grado de verosimilitud. Si bien no se requiere una acreditación plena -en el caso de un proceso penal, de la ocurrencia del suceso pesquisado y de la participación en él de los encausados-, sí se exige un conocimiento encaminado a obtener un pronunciamiento de probabilidad acerca de la existencia del derecho discutido, es decir, la apariencia de su configuración.” (Del voto del Dr. Freiler) “Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que “como resulta de la naturaleza de las medidas cautelares, ellas no exigen de los magistrados el examen de certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud, desde que el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra cosa que atender a aquello que no exceda el marco de lo hipotético…” (Fallos 306:2060).” (Del voto del Dr. Freiler) “En segundo lugar, debe existir un temor grave y fundado de que durante la sustanciación del proceso, con motivo del transcurso del tiempo que éste insumirá, pueda frustrarse el cumplimiento de la sentencia. El peligro debe ser objetivo y derivar de circunstancias fácticas comprobadas en el sumario. Requiere una apreciación atenta de la realidad comprometida, con el objeto de establecer cabalmente si las secuelas que llegue a producir el hecho 134 Poder Judicial de la Nación que se pretende evitar pueden restar eficacia al reconocimiento del derecho en juego, operado por una posterior sentencia (C.S.J.N., “Albornoz c/ M.T.S.S. s/ medida de no innovar”, rta. 20/12/84).” (Del voto del Dr. Freiler) “El parámetro idóneo para dilucidar si, en un caso concreto, se ha configurado la verosimilitud en el derecho es la existencia de la convocatoria a prestar declaración indagatoria del encausado, toda vez que si bien el estándar de probabilidad exigido por el artículo 320 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación no resulta idéntico al estado de sospecha que exige el artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación, lo cierto es que éste es, indudablemente, demostrativo de aquél (en este mismo sentido, ver causa n° 41.158, “Vago, Gustavo A. s/ apela embargo preventivo”, rta. 17/9/08, reg. n° 1061, entre otras).” (Del voto del Dr. Freiler) “La determinación de la presencia de los extremos antes mencionados debe efectuarse con suma prudencia, pues las medidas cautelares consisten, en esencia, en restricciones de derechos fundamentales, constitucionalmente reconocidos -ya sea la libertad ambulatoria, en el caso de las medidas de cautela personal, o bien la propiedad, cuando se trata de cautelas reales-, y la regla general que rige en la materia impone que la privación de tales derechos sea consecuencia de una sentencia.” (Del voto del Dr. Freiler) “Así lo establece el artículo 17 de la Constitución Nacional, que reza: “la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley”, aunque, como es sabido, los derechos pueden ser objeto de determinadas restricciones o limitaciones, en los casos y de acuerdo a USO OFICIAL las condiciones establecidas expresamente por las leyes que reglamenten su ejercicio (art. 28 C.N.).” (Del voto del Dr. Freiler) “Siguiendo ese razonamiento, no debe perderse de vista que este proceso aún transita la etapa instructoria, que es una fase meramente preliminar y preparatoria del juicio, encaminada a “...corroborar -o descartar- la ocurrencia del suceso que forma parte de la hipótesis de la acusación -el cual debe ajustarse, prima facie, a alguna de las conductas descriptas por los tipos penales vigentes-, a la determinación de las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que aquellos hubieran ocurrido y a la individualización de quienes hayan tenido intervención en el mismo (cfr. art. 193 Código Procesal Penal de la Nación)”, para, en su caso, habilitar el avance a la próxima etapa procesal: el plenario (causa n° 45.732, “Fuentealba, Muriel Andrea s/ excepción de falta de acción”, reg. n° 1275, rta. 3/11/11, entre otros).” (Del voto del Dr. Freiler) “En las palabras de Maier, “...la esencia de la etapa instructoria reside justamente en la finalidad de recolectar los elementos que, eventualmente, den base a la acusación o requerimiento para la apertura del juicio público o, en caso contrario, determinen la clausura de la persecución penal” (Maier, Julio B., “Derecho Procesal Penal. Tomo I. Fundamentos”, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, pág. 452).” (Del voto del Dr. Freiler) “Por ende, es un desborde intolerable la desnaturalización del estadio procesal en que nos encontramos, adelantando indebidamente restricciones de derechos individuales en cabeza de aquellos contra quienes se dirige una imputación penal, respecto de la cual -como ya lo veremos- no se ha arribado siquiera al estado de sospecha previsto en el artículo 294 del código adjetivo.” (Del voto del Dr. Freiler) “Ambos apelantes aciertan en destacar, al desarrollar sus críticas a la resolución en crisis, que el análisis de los extremos anteriormente reseñados se encuentra ausente en dicho auto. El a quo no ha incorporado ninguna referencia al grado de verosimilitud que otorga a los hechos bajo investigación, ni ha afirmado la existencia de un riesgo de que la demora en adoptar medidas precautorias pudiera perjudicar la pesquisa o frustrar eventuales reparaciones patrimoniales. No incluyó ni las premisas, ni las conclusiones, ni el camino lógico que transitó en su razonamiento.” (Del voto del Dr. Freiler) “Nuestro máximo Tribunal ha establecido en reiteradas ocasiones la exigencia de que “las sentencias sean fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación de las circunstancias comprobadas de la causa” (Fallos 331:1090, entre muchos otros). En lo concerniente a ello, se ha precisado que “La motivación ‘constituye el signo más importante y típico de la racionalización de la función jurisdiccional, se establece como uno de los requisitos esenciales de la sentencia… es la enunciación de las premisas del silogismo que concluye en los puntos resolutivos… una comprobación lógica para controlar a la luz de la razón, la bondad de una decisión surgida del sentimiento; es la racionalización del sentido de justicia…’ (Calamandrei, Proceso y 135 Democracia, p. 115 y ss)” (Navarro, Guillermo Rafael y Daray, Roberto Raúl, “Código Procesal Penal de la Nación”, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2004, tomo I, pág. 361).” (Del voto del Dr. Freiler) “Dicha falencia, al impedir a las partes conocer las razones sobre las que se apoya la decisión cuestionada, presupuesto necesario para poder ejercer adecuadamente la defensa de sus intereses, generaría su inadmisibilidad como un acto jurisdiccional válido (art. 123 del Código Procesal Penal de la Nación).” (Del voto del Dr. Freiler) “No obstante, de conformidad con los principios de conservación y trascendencia que priman en la materia y teniendo en consideración que las nulidades deben interpretarse de modo restrictivo, corresponde determinar si, en el caso sub examine, las razones omitidas se desprenden, de todos modos, de las constancias de la causa, pues si así fuera no se derivaría del yerro un perjuicio concreto.” (Del voto del Dr. Freiler) “Ello toda vez que “... los motivos y razones que dan sustento al decisorio, podrán surgir: a) del propio decisorio, si el magistrado explicita en el mismo decreto los argumentos por los cuales dispuso la medida, b) de otra pieza procesal a la cual el auto se remita de manera inequívoca y c) de las incontrovertibles constancias arrimadas al proceso con anterioridad al dictado del auto, siempre que surja de manera indubitable la necesidad de proceder, es decir que lo ordenado sea una derivación lógica de lo actuado o una consecuencia categórica de las probanzas colectadas con antelación. En principio, cualquiera de estos supuestos satisface el recaudo de motivación, por cuanto exigir que en todos los casos el propio decreto explicite acabadamente sus fundamentos, deviene en un rigorismo formal excesivo, si las demás constancias arrimadas constituyen por sí solas razón suficiente para el dictado de la medida, como se verifica en el caso (cfr. Sala II in re: ”Urquía, Justo R. y otro s/rec. de casación”, causa n° 894, reg. n° 1307 , rta. el 28/2/1997 y “Cabrera, Carlos Alberto s/ recurso de casación”, causa n° 2134, reg. N° 2819, rta. el 15/9/99)” (C.N.C.P., Sala I, Causa N° 11.991, “Roldán, Pablo Daniel s/recurso de casación”, rta. 27/5/10, reg. n° 15923).” (Del voto del Dr. Freiler) “Ya señaló nuestro colega preopinante que para justificar la imposición de medidas cautelares como las aquí revisadas, deben encontrarse presentes dos presupuestos: la verosimilitud del derecho -fumus bonis iuris- y el peligro en la demora -periculum in mora-, cuya valoración debe efectuarse en forma conjunta. Al respecto, “Calamandrei decía que (las medidas cautelares) ‘tienden a una conciliación entre las dos exigencias, frecuentemente opuestas, de la justicia: la de celeridad y la de ponderación. Entre hacer las cosas pronto, pero mal, y hacerlas bien, pero tarde, las providencias de cautela procuran, ante todo, hacerlas pronto, dejando que el problema del bien y del mal, esto es, el de la justicia intrínseca de la decisión, sea resuelto más tarde, con la necesaria ponderación en las formas reposadas del proceso’” (Leguizamón, Héctor E., “Derecho Procesal Civil”, ed. Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2009, tomo II, pág. 543/4).” (Del voto de los Dres. Farah y Ballestero) “Siguiendo esos lineamientos, cabría admitir que las inhibiciones generales de bienes de los peticionantes hubieran sido oportunamente decretadas, fundamentalmente, en virtud de razones de urgencia, más allá de que el grado de verosimilitud de los hechos denunciados resultara escaso. Es decir que, teniendo en consideración el estado embrionario de la investigación -la que amenazaba con insumir un tiempo prolongado, por su complejidad-, su pronto dictado se hubiera estimado necesario para evitar un irreparable perjuicio a la pesquisa que se iniciaba, y para aventar el riesgo de que se frustrara una eventual condena pecuniaria.” (Del voto de los Dres. Farah y Ballestero) “La Corte Suprema de Justicia ha establecido reiteradamente la exigencia de que “las sentencias sean fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente con aplicación de las circunstancias comprobadas de la causa”, parámetros a los que no se ajusta la resolución en crisis (Fallos 331:1090, entre muchos otros).” (Del voto de los Dres. Farah y Ballestero) C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 24.11.2011 “García” Causa 45.987 Reg. 1342 J. 5 - S. 9 MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. INDEPENDENCIA. AUTONOMÍA. NULIDAD. NULIDAD DEL 136 Poder Judicial de la Nación DICTÁMEN FISCAL. “Esta Sala se ha expedido en un caso similar al presente, indicando que el Juez tiene la posibilidad de realizar un control de legalidad y razonabilidad del dictamen fiscal, siempre y cuando dicho contralor no avance indebidamente sobre el poder de la acción y, en consecuencia, sobre la imparcialidad judicial (c/n° 44.470 “De Cunto, Claudio Esteban s/nulidad del dictamen fiscal”, reg. 47, rta. 8/2/11, con cita de las causas n° 40.132, “Incidente de nulidad de Ramos, Nicolás Martín”, rta. el 5/6/07, reg. N° 502; n° 40.340, “Incidente de nulidad de García Iglesia, José”, rta. el 27/8/07, reg. N° 934, n° 38.122; “Palacios, M.J.”, rta. el 30/11/05, reg. N° 1392; c/n° 42.948, “Incidente de apelación en autos NN s/ delito de acción pública”, rta. el 7/5/09, reg. N° 402).” “En el sub lite, se aprecia que el Juez de la anterior instancia, lejos de ceñirse a la realización de un control de legalidad y razonabilidad del dictamen del Fiscal, expresó su disconformidad con la postura escogida por el acusador a través de un pronunciamiento que se traduce, en definitiva, en una suerte de disposición de la acción.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 17.11.2011 “Heredia” Causa 46.221 Reg. 1310 J. 11 - S. 21 MINISTERIO PÚBLICO FISCAL. FACULTADES. ART. 120 C.N. ART. 26 LEY 24.946. ACTUACIONES USO OFICIAL COMPLEMENTARIAS. NULIDAD. RECHAZO. “La posibilidad de que un representante del Ministerio Público Fiscal elabore actuaciones complementarias ha sido aceptada por esta Sala en reiteradas ocasiones (causa n° 45.640, “ N.N. s/ archivo”, rta. 11/08/11, reg. n°: 877; causa n° 45.657, “Aldave, Marcelo s/ archivo”, rta. 7/06/11, reg. n° 581; causa n° 44.273, “Dirección General de Aduanas s/desestimación de la denuncia”, rta. 14/06/10, reg. n° 554; causa n° 42.937, “Fiscal Federal s/recurso de queja en autos: Paz, Marta Griselda y otro s/ley 23.737”, rta. 02/06/09, reg. n° 515; y causa n° 38.806, “Recurso de queja por apelación denegada interpuesto por el Sr. Fiscal Miguel A. Osorio”, rta. 02/03/06, reg. n° 139; entre otras).” (Del voto del Dr. Freiler) “La facultad que los incidentistas cuestionan se encuentra expresamente contemplada en el artículo 26 de la Ley Orgánica del Ministerio Público -n° 24.946-, que autoriza a los fiscales a requerir informes, solicitar la colaboración de las fuerzas de seguridad para la realización de diversas diligencias y a la recepción de declaraciones testimoniales.” (Del voto del Dr. Freiler) “A través de tal disposición se procura el mejor cumplimiento de los fines y del rol específicos que competen al Ministerio Público en el marco del proceso penal, teniendo en consideración que, conforme surge del primer artículo de la ley reseñada, ese órgano “tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad”.” (Del voto del Dr. Freiler) “Carece de todo sustento la interpretación que efectúan los recurrentes, según la cual la virtualidad de aquellas potestades se encuentra limitada a los supuestos en los que la investigación ha sido delegada de conformidad con lo normado por el artículo 196 del Código Procesal Penal de la Nación.” (Del voto del Dr. Freiler) “La postura que aquí sostengo se ve corroborada por la resolución n° 121/06 de la Procuración General de la Nación, a través de la cual se reglamentó la norma bajo análisis. Se explicó, en los considerandos, que: “cuando existe causa judicial cuya instrucción no ha sido delegada a la Fiscalía, no se encuentran inhibidas las facultades fiscales del art. 26 de la Ley 24.946 y el ejercicio de las mismas no implica violación alguna a las garantías constitucionales del debido proceso legal, la defensa en juicio, la prohibición de persecución penal múltiple (non bis in idem) ni afectación del equilibrio que debe existir entre las partes en el proceso judicial”. Se agregó que “(l)as cuestiones relativas a la admisibilidad, incorporación, validez formal, como la consecuente valoración probatoria... queda exclusivamente reservada y supeditada a la decisión del órgano jurisdiccional”.” (Del voto del Dr. Freiler) “Siguiendo esa misma línea, al dictaminar en un caso donde se cuestionó la validez de las actuaciones complementarias, el Procurador General de la Nación, Dr. Esteban Righi expuso que “tampoco hay conflictos ni intromisiones algunas en facultadas ajenas que se deriven de la competencia otorgada por el artículo 26 de la 137 ley 24.94 respecto de causas judiciales ya sí en trámite y cuya instrucción fue reservada por el órgano jurisdiccional. En estos casos, las acotadas facultades del Ministerio Fiscal de colectar información en actuaciones complementarias no implican ningún avasallamiento de facultades judiciales ni de garantías constitucionales del imputado, ya que hasta tanto el resultado de las diligencias no haya sido incorporado al sumario por el órgano jurisdiccional, no constituyen prueba legal alguna. (...) Esta facultad... no implica ningún menoscabo a la potestad judicial de dirección de la investigación ya que, se reitera, estos aportes pueden ser rechazados, si hay fundamento para ello, y no son prueba hasta que cuenten con la admisión judicial”. En lo concerniente, específicamente, a la facultad del acusador público de recibir declaraciones testimoniales, tras asimilarla con la posibilidad que poseen los letrados particulares de presentar al proceso testimonios juramentados pasados ante escribanos públicos, indicó que “el contralor del pruebas por la contraparte es posterior a la obtención del testimonio..., queda latente la posibilidad de reproducción y/o ampliación de los mismos” (S.C. D 676; L. XLIV, del 2 de junio de 2009).” (Del voto del Dr. Freiler) “Ningún cuestionamiento cabe efectuar, entonces, en relación a la actuación del representante del Ministerio Público Fiscal quien, con la intención de colaborar con la actividad investigativa que está llevando a cabo el a quo, decidió labrar actuaciones complementarias.” (Del voto del Dr. Freiler) “…aun cuando el art. 26 citado no instituya el deber de la Fiscalía de notificar a la defensa la producción de tales medidas a los efectos de posibilitar el contralor durante su materialización, entiendo necesario compatibilizar la atribución analizada, ante su enclave en un procedimiento todavía mixto –el cual sólo formalmente separa las actividades de acusar y juzgar-, con el derecho de defensa en juicio.” (Del voto del Dr. Farah) “Así, en el marco de un incidente en que se cuestionaba, desde una arista similar, la falta de notificación a la defensa del requerimiento de instrucción, si bien la Sala rechazó la nulidad articulada, sostuvo que: “…es necesario compatibilizar de algún modo la existencia de un derecho con la falta de formalización de las herramientas necesarias para ejercerlo y, en ese sentido, se debió demostrar que la omisión legislativa, a la luz de la cual actuó el juzgador, se tradujo en un perjuicio actual y concreto para el derecho cuya vulneración se invoca…” (cfr. c/n° 40.530, “Serra, Hernán y otros s/ rechazo de los planteos de excepción de falta de acción y de nulidad”, rta. el 6/9/07, reg. N° 1000).” (Del voto del Dr. Farah) “A diferencia de ese caso, en el sub-lite el impugnante ha requerido en subsidio a su pretensión principal, que se lleve a cabo tal compatibilización mediante la notificación a su parte de las medidas que se produzcan en los términos indicados para poder controlarlas. Por otra parte, cabe tener en cuenta la dimensión sustancial del derecho de defensa en juicio que reclama, ante la falta de previsión legal (o su vigencia tan solo formal) de resortes destinados a materializarlo, arbitrar los medios necesarios a dichos efectos (vid. en este sentido, CSJN, in re: “Noriega” -Fallos 330:3526-).” (Del voto del Dr. Farah) “Según lo expuesto, la ley 24.946 no instituye el deber reclamado; pero tampoco veda esa posibilidad. Menos aun existen razones de principio que se opongan a ella, desde el momento en que la revelación de la prueba desde la primera ocasión, coloca a la defensa en mejores condiciones de controlarla y, en consecuencia, de contar con los medios y el tiempo necesarios para discutir tanto su admisión como su peso cargoso, así como de ir preparando su propio caso. De ese modo, no sólo no existen motivos que inhiban tal notificación, sino que el derecho de defensa en juicio, el cual incluye la igualdad de armas, la reclama desde una perspectiva sustancial.” (Del voto del Dr. Farah) “Tampoco ella obstruye la orientación del procedimiento hacia un modelo acusatorio de enjuiciamiento, pues no sólo no se advierte cómo el contralor de la defensa de las diligencias previstas por el art. 26 de la ley orgánica del Ministerio Público puede menoscabar la investigación de la Fiscalía –sin perjuicio de las incidencias que puedan generarse en el caso concreto, como en los supuestos en que el Fiscal se encuentra a cargo de la investigación, en los términos del art. 196 del C.P.P.N.-, sino que tampoco debe pasarse por alto que aquella atribución se ensambla con un modelo de enjuiciamiento aún inspirado en la lógica de la civil law.” (Del voto del Dr. Farah) “Desde esta perspectiva y aun cuando puedan leerse dichas atribuciones como las correspondientes a una parte del proceso que, en igualdad de armas, prepara su propia investigación para luego enfrentar su caso vis-à-vis con 138 Poder Judicial de la Nación el de su contraparte, frente a un Juez de garantías (o de cuestiones preliminares), lo cierto es que, en el caso, ellas se enclavan en un procedimiento llevado a cabo por un juez que busca la verdad histórica, para lo cual produce prueba de cargo y de descargo, sin perjuicio de los actos promotores de la Fiscalía.” (Del voto del Dr. Farah) “En consecuencia y mientras el legislador mantenga la figura del juez de instrucción, la previsión de resortes acusatorios debe acompañarse con herramientas que permitan una defensa eficaz y en esta dirección, considero procedente la petición del recurrente de que, de ahora en más –y sin perjuicio de la judicialización de las actuaciones preliminares- se pongan en su conocimiento las diligencias que el Fiscal adopte en los términos del art. 26 de la Ley Orgánica del Ministerio Público para permitir su control.” (Del voto del Dr. Farah) “Por los argumentos desarrollados por el Fiscal General Germán Moldes en su dictamen de fs. 24/5, que comparto y hago propios en honor a la brevedad, voto, al igual que mis distinguidos colegas, por confirmar el rechazo del planteo de nulidad articulado por la defensa de Juan Pedro Freitag y Francisco Luis Stern.” (Del voto del Dr. Ballestero). C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 2.11.2011 “Freitag” Causa 45.678 Reg. 1268 J. 10 - S. 19 USO OFICIAL NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. ART. 265 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “La acción sancionada por el delito bajo análisis, conforme surge del texto legal, es la de “interesarse” en un contrato u operación en la que el funcionario público intervenga por razón de su cargo. Se trata de “volcar sobre el negocio…una pretensión de parte no administrativa”, es decir de actuar en la operación “no sólo como funcionario, sino, conjuntamente, como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración” (Creus, Carlos, “Derecho Penal, Parte Especial”, ed. Astrea, Buenos Aires, 1999, Tomo II, pág. 299).” “En este sentido, la confluencia de intereses disímiles en el funcionario ha sido denominada por la doctrina como “desdoblamiento del agente”, toda vez que éste actúa como funcionario –representando al Estado- y, a la vez, como particular. Se admite que el indebido interés de parte puede manifestarse en cualquier etapa de la operación, desde las tratativas hasta su conclusión total (Donna, Edgardo Alberto, “Delitos contra la Administración Pública”, ed. Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2002, pág. 318 y ss.).” “Adviértase que, como lo ha sostenido reiteradamente esta Sala, la figura penal bajo análisis “…apunta al funcionario público que desdobla su personalidad y, a la par representa al Estado, actúa como parte interesada… El resultado es el desvío de poder en desmedro del necesario interés unilateral que debe arrimar toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la voluntad negocial de la administración por la inserción de un interés particular” (conf. C. 22371 “Martínez de Hoz”, rta, 15/11/90, reg. 742; c. 28.847 “lira”, rta. 4/11/97, reg. 943; c. 34844 “D.N.R.P.A”, rta. 19/5/03, reg 384; c. 37.737 “Álvarez”, rta. 18/8/05, reg. 839; c. 38.401 “Alzogaray”, rta. 20/12/05, reg. 1489, entre muchas otras).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 24.11.2011 “Lypka” Causa 45.664 Reg. 1352 J. 9 - S. 18 NULIDAD. GENERALIDADES. CRITERIO DE INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA. “…esta Sala ha venido sosteniendo, de conformidad con el criterio sentado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en cuanto a que “…en materia de nulidades procesales prima un criterio de interpretación restrictiva y sólo cabe anular las actuaciones cuando el vicio afecte un derecho o interés legítimo y cause un perjuicio irreparable, sin admitirlas cuando no exista una finalidad práctica, que es razón ineludible de su procedencia (CSJN, Fallos 325:1404, 323:929, 311:1413 y 311: 2337, entre otros; y de esta Sala Causa N° 27.471 “Crotto, Enrique s/nulidad”, Reg. N° 29.468 del 12/2/2009).” 139 C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun 11.11.2011 “Viera” Causa 31.083 Reg. 33.754 J. 12 - S. 23 PLAZOS PROCESALES. PLAZO PREVISTO POR EL ART. 306 CPPN. CARÁCTER ORDENATORIO DE LOS PLAZOS. PRUEBA. APRECIACIÓN. SANA CRÍTICA. “…en punto al término previsto en su artículo 306 para el dictado de un procesamiento, este Tribunal se ha expedido en reiterados precedentes en el sentido de que posee carácter meramente ordenatorio y su incumplimiento no acarrea nulidad alguna (cf. de esta Sala II, causa n° 21.590 “Orentrajch” del 16/9/04, reg. n° 22.859 y causa n° 28.738 “Sofía” del 30/12/09, reg. n° 30.945, entre otras).” “…el código procesal vigente -a diferencia del anterior- no contiene directiva alguna en sentido positivo o negativo tendiente a predeterminar el valor de una prueba testimonial; por lo que la apreciación en cuanto a su trascendencia y verosimilitud queda sujeta a las reglas de la sana crítica racional y a su confrontación, claro, con los datos emergentes de las restantes constancias del sumario (cf., en esta dirección, Cafferata Nores, “La prueba en el proceso penal”, Depalma, Buenos Aires, 1998, p. 119 y ss.; Palacio, Lino E., “La prueba en el proceso penal”, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2000, p. 124/5).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 3.11.2011 “Moneta” Causa 30.748 Reg. 33.707 J. 2 - S. 4 PROCESO PENAL. ACCESO DE LAS PARTES AL EXPEDIENTE. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. ART. 204 C.P.P.N. ART. 73 CPPN. “Este Tribunal ha sostenido en reiteradas oportunidades que si se interpretara aisladamente el artículo 204 del código procesal con preeminencia sobre otras normas pertinentes -como por ejemplo el artículo 106 del cuerpo invocado-, surgiría de allí una reserva de las actuaciones para la asistencia técnica del encausado aún más estricta que el propio secreto sumarial. Esto es así, pues aún en tal ocasión, corresponde compatibilizar la medida con el derecho de defensa, debiendo facilitarse a la parte aquellas piezas para ejercer su ministerio sin perjudicar la reserva dispuesta (conforme Causa n° 29.364, “Cohen, Yehuda Beniamin s/ denegatoria de solicitud de fotocopias”, Reg. n° 31.753, del 09/08/2010).” “Asimismo, se advirtió que si se impidiera la consulta de los actuados previa a la declaración indagatoria sin que se hubiera decretado por medio de una resolución fundada del juez el secreto de las actuaciones, se tornaría en letra muerta lo normado en el artículo 73 del Código Procesal Penal de la Nación. Es que, de no poder contarse con aquellos elementos que hacen a la imputación que se le dirige, mal puede alguien presentarse a aclarar los hechos e indicar aquellas pruebas que a su juicio puedan resultar útiles (ver causa n° 19.196 “De la Rúa”, reg. n° 20.548 del 3/12/02 y causa n° 28.924 “Bounine”, reg. n° 31.205 del 23/3/10, entre otras).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 15.11.2011 “Maquieira” Causa 31.108 Reg. 33.763 J. 11 - S. 22 PROCESO PENAL. PASOS PROCESALES. ELEVACIÓN DEL SUMARIO A JUICIO. PRUEBA. VALOR PROBATORIO DE LAS ESCUCHAS TELEFÓNICAS. “…probado un modus operandi criminal a través de un conjunto de hechos paradigmáticos, cabe encaminar la elevación del sumario a juicio para su adecuada valoración, antes que proseguir en un prolongado intento tendiente a aclarar la totalidad del conflicto. Éste es el criterio que emana de la jurisprudencia de esta Sala frente a causas de similar e incluso mayor complejidad (ver causa n° 15.733 “Seligmann”, reg. n° 16.714 del 13/8/99, causa n° 18.642 “Grinschpun”, reg. n° 20.260 del 1/10/02, causa n° 20.982 “Beraja”, reg. n° 22.666 del 16/7/04, causa n° 22.293 “Bosch”, reg. n° 23.601 del 26/4/05, causa n° 21.750 “Rohm”, reg. 23.889 del 1/7/05, causa n° 140 Poder Judicial de la Nación 23.722 “Piana”, reg. n° 25.324 del 4/7/06 y causa n° 24.898 “Acosta”, reg. n° 27.149 del 19/7/09, entre otras).” “…esta Sala sostiene desde hace tiempo que las escuchas telefónicas son una medida instrumental de la pesquisa y carecen de valor como prueba autónoma a efectos de afirmar la existencia de la conducta atribuida a la persona imputada de un delito. Por ende, es necesario que ese tipo de evidencias se relacionen con otras que justifiquen o fortalezcan las sospechas construidas en base a ellas (ver causa n° 27.646 “Farfán”, reg. n° 30.353 del 14/9/09, causa n° 13.230 “Cabrera”, reg. n° 14.208 del 20/5/97, causa n° 12.647 “Requena”, reg. n° 13.753 del 26/11/96, causa n° 11.916 “Salvatierras Limpias”, reg. n° 12.963 del 21/3/96 y causa n° 11.732 “Rentaría”, reg. n° 12.649 del 15/12/95).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 8.11.2011 “Lorenzo” Causa 30.806 Reg. 33.731 J. 5 - S. 9 QUERELLA. REQUISITOS PARA CONSTITUIRSE EN PARTE QUERELLANTE. “Para empezar, cabe mencionar que esta Sala se ha enrolado en una concepción amplia en lo atinente a la determinación de la legitimación procesal activa, sosteniendo que el bien jurídico protegido no constituye una pauta definitoria a esos efectos y que no existe óbice para que quien dice haber sido afectado se incorpore al USO OFICIAL proceso como querellante si de los hechos que denuncia pudo derivar un perjuicio directo y real para él (ver causa n° 27.345 “Cook”, reg. n° 29.341 del 18/12/08, causa nº 18.833 “Rohm”, reg. nº 20.407 del 5/11/2002, causa nº 14.138 “Las Piedras”, reg. nº 15.119 del 19/2/98, causa nº 12.743 “D.A.I.A.”, reg. nº 13.731 del 19/11/96 y sus citas, entre muchas otras).” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah) “Es necesario, por ende, acreditar un plus en el legítimo interés, que exceda aquél que resguarda el Ministerio Público Fiscal, que se revela ante la existencia de un especial, concreto y directo perjuicio para quien pretende constituirse en parte, pues su actividad habrá de estar dirigida al ejercicio en nombre e interés propio de todos los mecanismos procesales tendientes a obtener, en definitiva, la reparación de su derecho violentado (ver causa n° 20.325 “Incidente de excepción de falta de acción de la Asociación de Víctimas Aéreas”, reg. n° 21.573 del 25/9/03).” (Del voto de los Dres. Cattani y Farah) “…para analizar la viabilidad del pedido, debe partirse de la hipótesis denunciada, pues el derecho a adquirir legitimación activa no puede depender ni de la demostración acabada de la existencia de ciertos acontecimientos, ni de su probabilidad más o menos próxima (conf. Sala II de la CNCP, causa n° 12.854 “N.N. s/ recurso de casación”, reg. n° 16.927 del 17/2/10; y de esta Sala, causa n° 29.563 “Perotti”, reg. n° 32.075 del 25/10/10).” (Del voto del Dr. Irurzun) C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 8.11.2011 “Rendo” Causa 30.889 Reg. 33.726 J. 3 - S. 5 REBELDÍA. REQUISITOS Y CONSECUENCIAS DE SU DICTADO. DEFENSA EN JUICIO. ALCANCES. “Desde el fallo “Castillo” esta Sala ha destacado los motivos por los cuales la decisión de declarar la rebeldía genera una lesión actual y concreta para el derecho de defensa en juicio y la libertad ambulatoria y de ese modo, en consonancia con la línea iniciada por diversos precedentes -en sentido similar, cfr. Sala I, c. n° 37.770, “D’Elia, Luis Ángel s/rechazo de exención de prisión”, rta. el 29/06/05 y de la C.C.C., Sala I, c. n° 22.490, “Bursese, Carlos”, rta. el 29/06/04, “Damonte”, rta. el 23/08/05, entre muchos otros, Sala V, “Gil de Tejero, Elba S. y otra”, rta. el 03/03/06- quebrar el mito de la inocuidad, sustentado en que la virtualidad perjudicial de la disposición podría desactivarse mediante la presentación del imputado y su exención de prisión. En esa ocasión se señaló, en consecuencia, que la evaluación de su procedencia debía ser lo más restrictiva posible.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 2.11.2011 “Flores” Causa 46.213 Reg. 1264 J. 4 - S. 7 141 RESIDUOS PELIGROSOS. LEY 24.051. REQUISITOS TÍPICOS. “No debe perderse de vista que la ley de residuos peligrosos viene a prohibir la realización de conductas exteriores y lesivas -cuanto menos, en términos de peligro- para el medio ambiente y, en consecuencia para la salud humana. En esta dirección se ha sostenido que: “…el alcance dado al bien jurídico al tratar el concepto de salud pública debe ampliarse hasta llegar a proteger al ambiente en un sentido total, ya que al vulnerarse éste se afecta … la salud pública y la vida, tanto humana como en sus demás manifestaciones …En esa inteligencia, afirmamos que la norma viene a proteger el bien jurídico –medio ambiente- contra cualquier tipo de lesión o acción de peligro para el ambiente… (conf. C.N.44.183 “Asociación de Vecinos de la Boca s/ archivo”, reg. 432 del 5 de mayo de 2011, y sus citas).” C.C.C. Fed. Sala I Ballestero - Farah 1.11.2011 “Cabré” Causa 45.650 Reg. 1248 J. 3 - S. 6 DEBIDO PROCESO. PRUEBA. CADENA DE CUSTODIA DE LOS ELEMENTOS SECUESTRADOS. ART. 233 CPPN. “Así las cosas, surge claro a juicio de quienes suscriben que a esta altura y de acuerdo a lo reseñado, en el caso se ha perdido la cadena de custodia de los objetos cuestionados, no siendo salvaguardados los recaudos exigidos por el art. 233 del C.P.P.N., resultando imposible a esta altura del proceso, determinar si el material peritado guarda identidad con aquel que fuera secuestrado en el comercio propiedad de Ana Goldstein y Gloria Groshaus (ver de esta Sala causa n° 27.236 “Sajami Tuesta, Clotilde s/procesamiento”, reg. n° 29.282, rta. 5/12/08 y causa n° 28.142 “Vaquera, Silvia M. s/procesamiento”, reg. n° 30.425, rta. 29/09/09).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 21.12.2011 “Goldstein” Causa 30.924 Reg. 33.977 J. 4 - S. 8 DELITOS CULPOSOS. FUNDAMENTO DE SU IMPUTACIÓN PENAL. RIESGO JURÍDICAMENTE DESAPROBADO. “Cabe recordar que el fundamento de la imputación penal en los delitos culposos, reside en el “desprecio que el autor demuestra respecto de los bienes jurídicos ajenos. En el delito culposo, en consecuencia, finalidad y comportamiento, no coinciden...esta discrepancia está compensada por la infracción del cuidado debido, que es por tanto, el fundamento del reproche penal...”(Bacigalupo, Enrique, “Manual de Derecho Penal”, Editorial Temis, Bogotá, 1996, pág. 211).” “Zaffaroni, por su parte, explica que: “En el tipo culposo el fin no cuenta por sí mismo (aunque resulta esencial para saber cuál es el deber de cuidado infringido), porque la prohibición se funda en que, la selección mental de los medios viola un deber de cuidado y la cadena causal termina en un resultado que, de no haberse violado el deber de cuidado, no se hubiera producido...”; y agrega que “El tipo culposo impone, por ende, un avance en dos momentos para cerrar el juicio de tipicidad: en el primero se averigua, conforme a la acción realizada, cuál es el deber de cuidado; en el segundo se averigua si la acción la viola” (Zaffaroni, Eugenio Raúl; Alagia, Alejandro; Slokar, Alejandro: “Manual de Derecho Penal”, Parte General, Ediar, Buenos Aires, 2005, pág. 424/425).” “Según Welzel, “...actúa culposamente quien no observa el cuidado requerido en el ámbito de relación. El juez ha de investigar entonces cuál es el cuidado requerido en el ámbito de relación para el autor en su situación concreta, y luego a través de una comparación entre esta conducta con la acción real del autor, determinar si era adecuada al cuidado o no...” (Welzel, Hans, “Derecho Penal Alemán”, Editorial Jurídica de Chile, 4º Edición, Santiago de Chile, 1997, pág. 158).” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 142 Poder Judicial de la Nación 6.12.2011 Causa 45.916 “Acosta” Reg. 1393 J. 6 - S. 11 DOCUMENTOS. DOCUMENTOS FALSOS. DOCUMENTOS PÚBLICOS. LIBRO DE REQUERIMIENTO DE ESCRIBANOS. FORMULARIO 08. COMPETENCIA. COMPETENCIA FEDERAL. INCOMPETENCIA. “Como sostuvimos al resolver la causa Luca (de esta Sala, causa número 43.537, resuelta el 10 de marzo de 2010, registro 167) “El libro de requerimiento de escribanos, es documento público genéricamente incluido en la figura básica del art. 292 del Código Penal. El formulario 08 conforma un contrato y no un formulario que acredite dominio sobre él. En consecuencia, se encuentra excluido de la enumeración del artículo 292, segundo párrafo, del Código Penal”. Por ello, la mera falsificación de un formulario 08, cuando a través de ella no se obstruye o corrompe el buen servicio de los empleos federales (esto es, si no se presenta ante registros de índole nacional) resulta ajena a la jurisdicción atribuida por ley por el Congreso de la Nación –vgr. art. 33 C.P.P.N.-.” “…El alcance de la jurisdicción federal se encuentra establecida por ley y, según la jurisprudencia pacífica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la jurisdicción federal es limitada, de carácter restrictivo y de excepción (CSJN Fallos 316:2346; 319:218; 321:207; 322:323, entre muchos otros). De ello se sigue que si el objeto de la causa no encaja dentro de los supuestos establecidos por el artículo 33 del Código Procesal Penal de la Nación –y USO OFICIAL no existe alguna otra norma que asigna competencia al juez federal- es la justicia ordinaria la encargada de conocer y decidir el caso pues, por decisión del Congreso, esas causas resultan ajenas a la jurisdicción federal. Consideraciones de conveniencia, economía procesal, y otros criterios elaborados por los tribunales no son aplicables ante la decisión del Congreso de sustraer ciertas materias del conocimiento de los tribunales federales. Dicha decisión política debe ser respetada por los jueces.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 6.12.2011 “Córdoba” Causa 46.421 Reg. 1388 ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO. ART. 268 CP. REQUSITOS TÍPICOS. “Es que el tipo penal previsto en los párrafos primero y segundo del art. 268 (3) del Código Penal pena al funcionario público que, estando obligado por ley a presentar una declaración jurada patrimionial, omitiere hacerlo maliciosamente. Este último término, tal como lo sostienen numerosos autores y se señalara en nuestra última intervención en autos, denota la existencia de un especial elemento subjetivo distinto del dolo (cf. D’Alessio, Andrés J., “Código Penal de la Nación. Comentado y Anotado”, La Ley, Buenos Aires, 2009, p. 1346 y sus citas; Donna, Edgardo A., “Derecho Penal. Parte Especial”, Tomo III, Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe, 2008, p. 457/8; entre otros); que es, precisamente, lo que la parte recurrente en su exégesis pretende obviar.” “Al respecto, los suscriptos ya han tenido oportunidad de expedirse, descartando que la figura en estudio se configure con la mera omisión. En tal sentido, se ha dicho que ello “…resulta desacertado pues para acreditar las exigencias subjetivas que contienen las figuras previstas en el artículo 268 (3) del Código Penal es preciso determinar que han existido motivos para ocultar o sustraer determinados aspectos de la situación patrimonial del funcionario del contralor de las autoridades pertinentes…” (cf. de esta Sala II, causa n° 26.695 “Chescotta” del 30/12/03, reg. n° 21.939 y sus citas, y de la Sala I, causa n° 45.612 “Armatta” del 14/6/11, reg. n° 634 y sus citas).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 1.12.2011 “Blotta” Causa 30.783 Reg. 33.836 J. 12 - S. 24 HONORARIOS. PAUTAS PARA ESTABLECER SU MONTO. “El ordenamiento procesal en la materia remite a la ley arancelaria específica, que para la actividad judicial y extrajudicial de abogados y procuradores que laboran en el fuero federal, es la N° 21.839, t.o 24.432 –art. 534 143 CPPN-.” “El principio general es que al dictarse sentencia, y aún sin petición del interesado, el juez debe regular los honorarios de los abogados de las partes –art. 47-, regla que por las particularidades mencionadas supra, no se ha verificado en el presente caso.” “El artículo 48 confiere a los abogados que dejan de intervenir en el proceso la posibilidad de solicitar regulación de honorarios y cobrarla al cliente. La Dra. Antonini renunció al cargo de defensora del imputado quien designó a los Dres. Carlos Beraldi y Marcelo Vázquez Aguiar para que continuasen asistiéndolo técnicamente, fs. 407, pero, sin perjuicio de hacer oportuna reserva de solicitar sus honorarios, no ejercitó en aquella oportunidad la facultad de pedir su cálculo para cobrárselos a su cliente.” “Asiste razón a la apelante en punto a su disconformidad de no ser notificada del auto de que dispuso el archivo de las actuaciones, pues más allá que la nombrada no era parte en la causa ya que se había desvinculado previamente, no es menos cierto cuanto expresamente surge del artículo 55 al establecer que “los tribunales, antes de los dos años de la última intervención, al dar por terminado un juicio o expediente, disponer su archivo…deberán hacerlo con citación de los profesionales cuyos honorarios no resulte de autos haber sido pagados y siempre que hubieren constituido domicilio legal a los efectos de dicho artículo”. Dicha previsión legal detenta una finalidad eminentemente tuitiva del salario de los profesionales que han intervenido en la litis, reconociendo su carácter alimentario al brindarles la posibilidad de peticionar aquello que estime conducente para la regulación y cobro de sus estipendios. Cabe señalar que en procesos que han culminado de igual modo al que nos ocupa se ha sostenido “Previo a disponerse el archivo del expediente,[por haber prosperado la excepción de incompetencia], corresponde la citación de los profesionales, cuyos honorarios, no hayan sido regulados: art. 55 AH (CNCiv., D, 10-6-80, LL, 1980-D-47) (Amadeo, José Luis “Honorarios de Abogados” Librería El Foro, Bs.As. 1987).” “El juez de grado, ante el reclamo de la abogada, y no obstante haberle solicitado su constancia de inscripción como monotributista, la declaración jurada de no percepción de haberes por parte del Estado Nacional o Provincial y una estimación de cuanto pretendía percibir en función de las tareas realizadas –conf. fs. 2 del incidente- rechazó sin más hacer lugar a la regulación solicitada, con un fundamento que, además de adecuarse más a la resolución de una defensa oponible en la etapa de ejecución de sentencia propiamente dicha, no tuvo en cuenta aquello cuanto surge del artículo 55 ya citado respecto a la necesaria convocatoria de los profesionales que intervinieron en la litis previo a archivar la causa. Se ha dicho que “El término de prescripción previsto en el art. 4032 inc.1 del C.C. se aplica a la acción de cobro de honorarios devengados en juicio y no regulados, comenzando a correr desde la terminación del pleito, ya sea por el dictado de la sentencia o por haber arribado las partes a un acuerdo que haya puesto fin al proceso. Dicho plazo comienza a correr desde la notificación al profesional de los términos del acuerdo que puso fin al juicio, aún cuando éste se hubiese celebrado sin su intervención. Ello desde que es obligación de notificar la conclusión del juicio de ese modo, a los efectos de que resulte oponible y pueda servir como punto de partida para el cómputo del término de la prescripción liberatoria, inclusive cuando el tribunal no lo hubiera ordenado” (cfr. C.Nac.Cont.Adm.Fed., Sala V “Federación de Obreros y Empleados Telefónicos Rep.Arg. c/Banco Hipotecario Nacional y otro s/proceso de conocimiento” del 12/11/01 y cita).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Irurzun -Farah 29.12.2011 “Antonini” Causa 31.122 Reg. 34.027 J. 2 - S. 3 IMPUTACIÓN OBJETIVA. PROHIBICIÓN DE REGRESO. ALCANCES. “Esta Sala ha señalado que la prohibición de regreso, como instituto de la imputación objetiva -y por ello normativa, en este caso, de la acción a la norma- resulta útil para diferenciar aquellos casos de acciones adecuadas socialmente de supuestos de participación jurídico-penalmente relevantes. Ahora bien, para afirmar o negar su concurrencia es preciso, con antelación a preguntarnos por el dolo -al que sólo podemos acudir una vez 144 Poder Judicial de la Nación afirmado el tipo objetivo, puesto que en otro caso sería únicamente lo interno el fundamento de la pena (cfr. Jakobs, Gunther, “Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico”, en “Estudios de Derecho Penal”, UAM Ediciones y Civitas, 1° Edición, Madrid, 1997, ps. 293/324)-, verificar, en el plano fáctico, las circunstancias que rodearon a las acciones estudiadas y, de ese modo, los roles que cumplieron cada uno de los actores (conf. c/n° 41.069, “Lemos, Hugo César y otra s/ procesamiento con prisión preventiva”, rta. el 18/10/07, reg. 1212-).” “Recientemente hemos afirmado, en un sentido similar que: “…Desde el plano objetivo, el único dato que permite sostener el conocimiento de la nombrada acerca de la conducta desplegada por su hermana, es el intercambio divisado por el personal preventor y el posterior hallazgo de material en la guantera y debajo del asiento del acompañante del automóvil. Si bien tal aspecto permitiría, prima facie, pensar que la sustancia permanecía en su ámbito de custodia, la inexistencia de otros elementos que permitan vincular a la encausada con la actividad, sumado a su expresa negativa y a la asunción exclusiva de agencia –que incluye el poder de disposición de la droga- por parte de su hermana, impiden afirmar que más allá de compartir el espacio físico, Denisse Ángela Algoner Lima hubiese tenido señorío sobre los elementos así como la disposición interna trascendente en lo que respecta a la finalidad de la tenencia (cfr. c/n° 41.476, “Cabuche”, rta. el 04/02/08, reg. 30)…” (causa N° 46.049, “Algoner Lima, Beatriz Sonia y otros s/ procesamiento con prisión preventiva”, del USO OFICIAL 1/9/11, reg. N° 969).” “Desde el momento en que la imputación de los nombrados se ha basado estrictamente en su cercanía física con los instrumentos falsificados, o ajenos, o previamente sustraídos, resulta preciso establecer si aquella circunstancia natural puede ser atribuida normativamente en el sentido indicado.” C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 20.12.2011 “Gaggero” Causa 44.934 Reg. 1489 J. 1 - S. 1 MARCAS Y DESIGNACIONES. LEY 22.362. REQUISITOS TÍPICOS. “resulta necesario precisar el contenido del tipo penal previsto en el artículo 31, inciso “d”, de aquella normativa, esto es, la puesta en venta, venta o comercialización de productos o servicios “con marca registrada falsificada o fraudulentamente imitada”.” “En lo que hace a la falsificación, se entiende que consiste en la reproducción indebida de una marca registrada o de su parte esencial característica (ver C.S.J.N., Fallos 144:336 y Sala I de esta Cámara, causa “Kerschen, Sergio Hernán Abel”, rta. el 17/04/84).” “Por su parte, sobre la imitación fraudulenta, este Tribunal ha expresado: “La imitación fraudulenta tiene como requisitos la utilización de elementos parecidos de la marca auténtica, disponiéndolos en forma análoga a fin de obtener un conjunto semejante al verdadero” (ver causa “Pneumatic CO.”, rta. el 4/05/89). En idéntico sentido, nuestro Máximo Tribunal expresó que consiste en la adopción de los trazos más salientes de otra marca, con supresión de los detalles secundarios, persiguiendo el doble propósito de inducir en error a los consumidores y de perjudicar los derechos del propietario (ver Fallos 144:336), por lo que quien imita -no obstante que se aparta del modelo en sus características singulares y no respeta cada elemento caracterizador del objeto que lo inspira- acata la marca en su conjunto a efectos de lograr un impacto fraudulento sobre el consumidor, aprovechándose así del prestigio de la marca imitada. Ello ha llevado a esta Sala a sostener que “cuando de imitación fraudulenta se trata, el análisis ha de estarse a las coincidencias del todo, a la impresión que del objeto bajo estudio fluya, no examinándolas en abstracto sino respecto de su distribución en el conjunto analizado” (ver causa “Otamendi, Jorge”, rta. el 29/05/92). A la luz de lo señalado, para que sea típica la imitación de la marca registrada debe ser confundible con el original, supuesto que no concurre en el caso y, por lo tanto, el hecho investigado no halla encuadre en el delito previsto en el artículo 31, inciso “d”, de la ley 22.362.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 145 14.12.2011 “Quiroga” Causa 31.114 Reg. 33.921 J. 10 - S. 19 NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA. ART. 265 CP. REQUISITOS TÍPICOS. “He dicho, sobre el delito del artículo 265 del Código Penal, que “…la actuación parcial de los órganos administrativos que define el ámbito de lo injusto de este delito...deviene definitivamente configurada en cuanto el funcionario realiza un acto desviado por la prosecución de un interés espurio, o sea: al tomar, el funcionario, en la actuación administrativa... una injerencia orientada al beneficio (injerencia de aprovechamiento), condicionando la voluntad negocial de la administración, por la inserción de un interés particular” (ver de esta Sala, causa n° 30.098 “Nielsen”, reg. n° 32.027 del 14/6/11, con cita de Marcelo A. Sancinetti, “Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas”, Doctrina Penal, Año 9, nº 33/34, 1986, Ed. Depalma, Pág. 75)” (Del voto del Dr. Cattani) “La acción sancionada por el delito bajo análisis, como surge del texto legal, es la de “interesarse” en un contrato u operación en la que el funcionario público intervenga por razón de su cargo. Se trata, pues, de volcar sobre el negocio una pretensión de parte no administrativa; es decir, de actuar en la operación no sólo como funcionario sino conjuntamente como particular interesado en una determinada decisión o actuación de la administración, condicionando, de tal forma, su voluntad negocial por la inserción de un interés particular (cf. Creus, Carlos, Buompadre, Jorge E., “Derecho Penal. Parte Especial”, Astrea, Buenos Aires, 2007, Tomo II, p. 326/7. En esta misma dirección, Sancinetti, Marcelo A., “Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas”, Doctrina Penal, Año 9, nº 33/34, 1986, Depalma, p. 75).” (Del voto del Dr. Farah) “El elemento definitorio de esta figura -y que no necesariamente se verifica en cualquier hipótesis de administración infiel en perjuicio de la administración pública pues, en rigor, no constituye una exigencia típica de ese delito- es la confluencia de intereses disímiles en el funcionario público, lo que la doctrina ha denominado como “desdoblamiento del agente”, en la medida en que éste actúa, por un lado, representando al Estado y, al mismo tiempo, como particular (cf. Donna, Edgardo A., “Derecho Penal. Parte Especial”, Rubinzal-Culzoni, Sante Fe, 2008, Tomo III, p. 364).” (Del voto del Dr. Farah) “Así lo he entendido en numerosos precedentes de ambas Salas del Tribunal, incluso en el marco de este proceso (cf. de esta Sala II, causa n° 30.492 “Alderete”, reg. n° 33.474 del 19/9/11, causa n° 28.597 “Musumeci” del 26/3/10, reg. n° 31.208, y de la Sala I, entre otras, causa n° 42.511 “Leonetti” del 21/4/09, reg. n° 324, y causa n° 42.536 “Varela Sarcos” del 25/8/09, reg. n° 856).” (Del voto del Dr. Farah) C.C.C. Fed. Sala II Cattani – Farah - Rimondi 22.12.2011 “Alderete” Causa 30.777 Reg. 33.997 J. 2 - S. 4 NULIDAD. NULIDAD DEL DICTAMEN FISCAL. PROCEDENCIA. “La solicitud de medidas probatorias previas al requerimiento de instrucción tendientes a la precisión del hecho, cuya descripción resulta ser requisito esencial en ese acto para delimitar el objeto procesal, implicaría la instrucción de un proceso sin el correspondiente impulso legal, con lo cual la producción de alguna de ellas atentaría contra su validez (ver en tal sentido “Código Procesal Penal de la Nación. Análisis doctrinal y jurisprudencial”, Guillermo Rafael Navarro. Roberto Raúl Daray, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2.008, págs. 532 y 533; CNCP, Sala III, causa n° 32 “Pirillo”, reg. n° 39/93, rta. el 13/10/93 y causa n° 4505 “Bosch”, reg. n° 568, rta. el 2/10/03).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 15.12.2011 “N.N.” Causa 30.907 Reg. 33.949 J. 11 - S. 22 146 Poder Judicial de la Nación PRUEBA. PRUEBA OBTENIDA ILEGALMENTE. REGLA DE EXCLUSIÓN. CASOS EN QUE PROCEDE. NULIDAD. COMUNICACIONES. CORRESPONDENCIA Y COMUNICACIONES TELEFÓNICAS. INVIOLABILIDAD. LIBERTAD Y PRIVACIDAD DE LAS COMUNICACIONES TELEFÓNICAS. ALCANCES. DERECHO A LA INTIMIDAD. ALCANCES. “En materia de la garantía de la inviolabilidad de las comunicaciones viene sosteniendo la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “Que esta Corte, al referirse al art. 18 de la Constitución Nacional, ha expresado que en él se consagra “el derecho individual a la privacidad del domicilio de todo habitante –correlativo al principio general del art. 19- en cuyo resguardo se determina la garantía de su inviolabilidad oponible a cualquier extraño, sea particular o funcionario público” (ver “Fiorentino” Fallos: 306:1752). Si bien allí no se hizo mención a las comunicaciones telefónicas ni a la protección de su secreto, una interpretación dinámica de su texto más lo previsto en su artículo 33 y en los artículos 11, inciso 2°, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y 17, inciso 1°, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en cuanto contemplan, en redacción casi idéntica, que nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, permiten hacer extensiva aquellas consideraciones en casos como el presente”… “Que tal derecho federal sólo es realizable de modo efectivo restringiendo ex ante las facultades de los órganos administrativos para penetrar en él, sujetando la intromisión a la existencia de una USO OFICIAL orden judicial previa debidamente fundamentada…” (CSJN Q. 124. XLI. “Quaranta, José s/inf. ley 23.737).” (Del voto del Dr. Farah) “En la misma sintonía, la doctrina ha expresado: “La utilización de un medio de acceso cerrado como es el teléfono, en la medida en que constituye un ingenio técnico para posibilitar la comunicación entre quien emite la llamada y quien la recibe, o en su caso, de quienes ellos autoricen a participar –por ejemplo, por un sistema de altavoces…- demuestra suficientemente la voluntad de que se desea mantener la existencia y contenido reservados al exclusivo y excluyente conocimiento del emisor y receptor…, y ajenos al conocimiento de terceros.” (Del voto del Dr. Farah) “Por lo expuesto, cabe concluir en que la protección que el art. 18 de la Const. Nacional argentina confiera a la correspondencia escrita, abarca por analogía a las comunicaciones que se cursan por medio del servicio público telefónico, pues pertenecen al núcleo de la acción humana por esencia comunicativa, configuradoras del ejercicio de la autonomía individual, razón por la cual es necesario reconocer a la persona la posibilidad de realizarlas en un ámbito de intimidad, si desea excluirlas del conocimiento de terceros.” (Del voto del Dr. Farah) “… el derecho a la intimidad protege el ámbito más reservado de la persona, mientras que el del secreto tutela el derecho respecto de la información que se relaciona con ella, abarcando tanto la que tenga un contenido más íntimo cuanto la que no guarda relación con ninguna intimidad, con lo cual, la protección del derecho al secreto de las comunicaciones es más amplia que la de la intimidad” (Marcela De Langhe, “Escuchas telefónicas Límites a la intervención del Estado en la privacidad e intimidad de las personas”, Ed. Hammurabi, Buenos Aires 2009, pág. 43).” (Del voto del Dr. Farah) “Las grabaciones que llegan al proceso no a partir de una orden fundada de juez competente, ni siquiera a través del aporte de una de las partes de la comunicación, sino por medio de una ilegal intromisión de la privacidad, no pueden ser tomadas como válidas. En esta misma dirección –en cuanto a excluir como medio de prueba aquélla obtenida ilegítimamente- se ha pronunciado el Tribunal en la causa 41.074, “Azcarate, Javier y otros s/apela rechazo nulidad”, rta. 19/5/08, reg. 532 y en causa 42.840 “N.N. s/desestimación de denuncia”, rta. 30/6/9, reg. 630.” “Por ello, indefectiblemente, las grabaciones aportadas –obtenidas de manos de una persona no identificada, distinta de los protagonistas de las conversaciones, quien dijo que su móvil era la venganza por no haber obtenido la totalidad del precio pactado por aquellos- no logran traspasar el umbral de legalidad requerido para su incorporación al proceso.” (Del voto del Dr. Farah) “Tras el estudio de la materia traída a conocimiento de este Tribunal, no me es posible acompañar la opinión que, al respecto, ha adoptado mi colega preopinante. Frente a la fragmentada información que revela el expediente no 147 considero posible asignar, a las conversaciones telefónicas examinadas, la génesis espuria que se le adjudica y, por tanto, la invalidez que la ha escoltado.” (Del voto del Dr. Ballestero) “Lejos de una invasión en esferas privadas de los ciudadanos, propias de otros supuestos analizados por los precedentes jurisprudenciales, el caso que hoy nos es sometido a estudio parecería sugerir, en sus albores, una realidad diferente. De ahí, pues, su distanciamiento de la doctrina aplicada en anteriores decisiones de esta Sala y que específicamente han sido evocadas.” (Del voto del Dr. Ballestero) “El mismo proceder de quien fuera el indiscutible protagonista de las telecomunicaciones en cuestión, en las cuales se desprendería su recorrido por ámbitos tecnológicos que, en definitiva, habrían terminado por instituirlo en el rol que ha ocupado, pareciera despejar la identidad necesaria para reproducir, aquí, presupuestos históricos y jurídicos divergentes (ver fs. 23). Y no es sino ese mismo contexto el que, a la vez, impide aceptar la intervención de la magistratura que ha impuesto el segundo punto dispositivo del pronunciamiento en revisión. Si las grabaciones arribaron a sus finales destinatarios tras la comisión de un delito que deba ser investigado corresponderá al particular velar por la tutela de intereses que, estrictamente individuales, en nada atañen a los del resto de la sociedad (art. 73 del Código Penal).” (Del voto del Dr. Ballestero) “Es por ello que ninguno de los dos extremos que en la resolución recurrida han pretendido verse zanjados admitan aquí un resultado exitoso. Máxime cuando las perspectivas probatorias no permiten ser objeto de un cercenamiento tan drástico como el decidido. Por el contrario, aún se despliega frente al sumario un horizonte de cauces que, en aras de determinar la veracidad o no de la denuncia efectuada, merecen ser explorados y que el cierre impuesto impide afrontar.” (Del voto del Dr. Ballestero) “De acuerdo con la jurisprudencia de este Tribunal concerniente al asunto discutido en las actuaciones, adhiero a las conclusiones de mi colega Dr. Eduardo Farah, en cuanto a la imposibilidad de utilizar como puntapié de un proceso penal prueba obtenida ilegalmente, en cuanto se refiere a conversaciones grabadas que revelan información obtenida en violación de garantías constitucionales.” (Del voto del Dr. Freiler) “En efecto, si bien ambas Salas de la Cámara han compartido el criterio de que la grabación de una comunicación por parte de uno de los interlocutores, para el caso de particulares, se trata “sencillamente” de la documentación de un hecho acaecido que no invade la esfera de las prohibiciones probatorias (Sala I, c. 30.468 “Raña s/ nulidad”, reg. 255, rta. 20/4/99; Sala II, c. 13.928 “Cingolini y otros s/procesamiento”, reg. 15.010, rta. 19/2/97), por cuanto los simples particulares no se encuentran comprendidos por los límites formales establecidos por la ley penal, si la obtención de las grabaciones en cuestión o su incorporación al proceso representaron la vulneración de garantías constitucionales, la prueba habrá de ser excluida del proceso penal (vid., en este sentido, el análisis realizado por esta Sala en la causa N° 41.074, “Azcárate, Javier y otros”, rta. el 19/5/08, reg. N° 532). Regirán, en su caso, las prohibiciones de valoración probatoria.” (Del voto del Dr. Freiler) “El caso que nos ocupa es sustancialmente análogo al fallado por esta Sala en la causa N° 42.840, “N.N. s/ desestimación”, rta. el 30/6/09, reg. N° 630, ocasión en la cual, al rechazarse la posibilidad de que la publicación de correos electrónicos privados en una página de Internet pudiera representar el cauce independiente de una investigación que se había iniciado en orden a prueba excluida por haber sido obtenida en violación garantías constitucionales, la Sala sostuvo que: “…Toda vez que, en consecuencia, las páginas de internet revelan una información obtenida en violación de garantías constitucionales (arts. 18 y 19 C.N.) –más allá de la posible conexión de esta maniobra con la hipótesis delictiva investigada en el marco de la causa N° 6924/04- no logran traspasar el umbral de legalidad requerido para su incorporación al proceso…Por lo expuesto, entendemos acertada la decisión del Juez de archivar las actuaciones por imposibilidad de proceder atendiendo a que las probanzas sobre las cuales se delineó la denuncia fueron obtenidas en violación a garantías constitucionales, así como la de rechazar la pretensión de querellar…”.” (Del voto del Dr. Freiler) “Toda vez que, de acuerdo con aquella jurisprudencia, rige la prohibición de valorar la prueba obtenida ilegalmente y que, el puntapié de esta investigación ha obedecido a la sola introducción de grabaciones sustraídas de manos de quienes podían tener una razonable expectativa de guardarlas en secreto y que, por el momento, no se avizora un cauce independiente que permita abrir la inspección pretendida, cabe confirmar el temperamento 148 Poder Judicial de la Nación adoptado provisoriamente por el a quo siempre y cuando, claro está, no surja una vía independiente de investigación que no comprometa los principios morales y constitucionales sobre los que descansan tanto la regla de exclusión como la del fruto del árbol envenenado (cfr. CJSN, “Charles Hermanos”, “Florentino” y Montenegro” –Fallos: 46:36, 306:1752 y 303:1938 respectivamente-, por un lado; y “Monticelli de Prozillo” y “Daray”, por el otro (LL-1984-D-373 y 317:1985, en ese orden).” (Del voto del Dr. Freiler) C.C.C. Fed. Sala I Freiler - Ballestero - Farah 22.12.2011 “Zanola” Causa 45.555 Reg. 1502 J. 2 - S. 3 PRUEBA. TESTIGO. RESERVA DE IDENTIDAD DURANTE LA INSTRUCCIÓN. CASOS EN QUE PUEDE PROCEDER. “…la jurisprudencia se ha inclinado por la admisibilidad de que se reserve la identidad de los testigos durante la instrucción, cuando el juez del caso estime configurada una situación de riesgo que habilite la medida. Ese criterio responde al espíritu del art. 79, inciso “c”, del C.P.P.N., que obliga al Estado Nacional a garantizar su protección física y moral (ver, en este sentido, CFCP, Sala III, causa n° 4419 “Sanfurgo Ocampo”, reg. n° 744.03 del 4/12/03; CNCC, Sala IV, causa n° 24.795 “Duarte”, reg. n° 24.795 del 5/11/04; Sala V, causa n° 17190_5 USO OFICIAL “N.N.”, rta. el 21/11/01; Sala VI, causa n° 24449_6 “Vilela”, rta. el 10/8/04).” “No puede perderse de vista que la esencia de la etapa instructoria reside justamente en la finalidad de colectar los elementos que, eventualmente, den base a la acusación o requerimiento para la apertura del juicio público o, en caso contrario, determinen la clausura de la persecución penal (Maier, Julio B.J. “Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos”, 2da edición, Editores del Puerto S.R.L., pág. 452, Buenos Aires, 1999); y que, por esa circunstancia, el procedimiento preliminar tiene un carácter meramente preparatorio que por su propia naturaleza supone una cierta prevalecencia de los órganos estatales de persecución penal por sobre el imputado (del Fallo “Quiroga” de la CSJN, Q. 162. XXXVIII, rta. el 23/12/04; citado por esta Sala en causa n° 28.612 “Miceli”, reg. n° 39.827 del 15/12/09).” “Por ello, si se parte de esas particularidades, es factible reconocer que la medida puede estar justificada en los objetivos de la pesquisa; además, que el gravamen que provoca no es definitivo ni irreparable. En efecto, existe – es cierto- una limitación para la atribución de la defensa de confrontar e interrogar al testigo, pero aquella rige sólo para la instrucción, mas no así en el eventual juicio oral, donde podrá ejercer sin restricciones tales derechos.” “De todas maneras, incluso en esta etapa, el juez debe atender a determinados recaudos.” “Para empezar, la medida puede mantenerse únicamente el tiempo que resulte estrictamente necesaria, extremo que lo obliga a reevaluar la cuestión cuando corresponda. Por otro lado, la información que surja del testimonio prestado en dichas condiciones tiene que ser valorada como fuente de prueba, sometiéndola a una continua operación de confirmación mediante otros elementos e indicios que sirvan para corroborar o descartar la versión de los hechos ofrecida.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 21.12.2011 “González” Causa 31.243 Reg. 33.978 J. 5 - S. 9 PRUEBA. VALORACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE PRUEBA. NULIDAD. IMPROCEDENCIA. “En primer lugar, asiste razón al Sr. Fiscal Federal cuando sostiene que el planteo incoado se relaciona con el valor probatorio que cabe asignar a la grabación, aspecto que resulta ajeno a la órbita de las nulidades. En este sentido, la fuerza de convicción que corresponda eventualmente asignarle al medio de prueba impugnado deberá analizarse a la luz de la sana crítica y en forma conjunta con los restantes elementos de cargo obrantes en el sumario, de modo tal de discernir si resulta eficaz para comprobar los extremos que se investigan en autos (ver en este sentido de la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal causa nº 8446 “Ricciardi”, reg. nº 83/08, rta. 149 el 13/02/08; de la Sala I de este Tribunal causa nº 35.522 “Menechino”, reg. nº 637, rta. el 24/07/03 y de esta Sala II causa nº 13.928 “Cingolani”, reg. nº 15.010, rta. el 19/12/97, entre otras).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 22.12.2011 “Francolino” Causa 31.219 Reg. 33.991 J. 10 - S. 19 RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. DECISIÓN SOBRE ACUMULACIÓN DE CAUSAS ENTRE JUECES DE IGUAL COMPETENCIA Y JURISDICCIÓN. IMPROCEDENCIA. “Esta Sala reiteradamente ha señalado que la decisión sobre acumulación de causas entre jueces de idéntica competencia y jurisdicción no es susceptible de generar la actividad revisora de esta Alzada mediante el recurso de apelación (ver causa n° 30.784 “NN s/competencia”, reg. n° 33.405 del 5/9/11, causa n° 28.110 “Castro Lobato”, reg. n° 30.281 del 27/08/09, causa n° 24.975 “Huñis”, reg. n° 26.632 del 4/4/07, causa n° 18.524 “Incid. de Incompetencia”, reg. n° 21.106 del 13/5/06, causa n° 20.806 “Torres de Tolosa”, reg. n° 21.890 del 16/12/03 y causa n° 11.330 “Ortiz Almonacid”, reg. n° 12.918 del 12/3/96).” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 13.12.2011 “Dr. Delgado” Causa 31.234 Reg. 33.908 J. 12 - S. 24 RECURSO DE APELACIÓN. REQUISITOS DE PROCEDENCIA. FUNDAMENTACIÓN. “Es que la mera discrepancia a la que alude el representante del Ministerio Público Fiscal, doctor Carlos E. Stornelli, con la decisión del aquo sin indicación expresa de los argumentos que lo llevan a disentir con el temperamento adoptado -más allá de invocar “gravamen irreparable”-, no equivale a la específica indicación de motivación exigida por el ordenamiento procesal (conf. c. nº 9.318 “Puenzo, Daniel s/ procesamiento”, reg. nº 9.905, rta. el 4/6/1993 y c. nº 28.927 “Inc. de apelación de Fleury, Giselle Elizabeth”, reg. nº 31.128, rta. el 4/3/2010).” “Conforme sostiene Clariá Olmedo, la motivación es “la expresión de censura que exhibe el o los vicios atribuidos a la resolución, vale decir las razones que la hacen injusta o ilegal” (conf. Autor citado, Derecho Procesal Penal, Ed. Marcos Lerner, Córdoba, 1984, T. II, pág. 355). Esta exigencia de motivación no se ve satisfecha con la fórmula a la que se acude en autos, razón por la cual el recurso de apelación será declarado mal concedido.” C.C.C. Fed. Sala II Cattani -Irurzun - Farah 1.12.2011 “Runstuck” Causa 31.144 Reg. 33.841 J. 5 - S. 9 150