EL ENIGMA DE LA SIESTA ROQUE A. ZALAZAR NEUROLOGO CORRIENTES INTRODUCION Descansar un poco después de la comida es una costumbre bastante antigua que aunque es practicada por muchos pueblos, generalmente se asocia a las naciones herederas de la cultura grecolatina; de hecho, la palabra siesta proviene del verbo "sestear" que los romanos crearon para designar el descanso acostumbrado en la "hora sexta", que en nuestra actual forma de medir el tiempo corresponde al periodo comprendido entre las 14:00 y las 16:00 hora . Pero eso no quiere decir que seamos flojos. Según un estudio dado a conocer hoy, la siesta permite despejar la mente y dejarla lista para ser más eficiente Durante el sueño, la información que está acumulada en el cerebro en la zona de memoria de corto plazo se traslada al “disco duro” – la memoria de largo plazo. Así, dejas libre la memoria de corto plazo para procesar nuevas informaciones y limpias la mente, permitiendo aceptar nuevas experiencia Aunque muchas personas consideran que esto es una consecuencia del proceso digestivo, especialistas en trastornos del sueño sostienen que en realidad el cerebro del ser humano pide un momento de descanso que llega, efectivamente, un par de horas después de iniciada la tarde. Asimismo, aclaran que una comida pesada lo único que hace es acentuar esta necesidad corporal, y que para tratar de contrarrestar este hecho se recurre al consumo de bebidas estimulantes después de comer, como café o té. Es así que muchas personas se preguntan si esta añeja costumbre es sana, ya que hay ocasiones en que después de practicarla se experimenta malhumor y cansancio; también tienen sus dudas las personas de la tercera edad, pues aunque llegan a encontrar esta práctica placentera no les brinda el descanso necesario luego de una serie de noches de insomnio. Estadisticas La siesta está muy extendida en Europa, pero de manera contraria a lo pensado, el país donde tiene mayor aceptación no es latino. En efecto, un estudio estadístico del Instituto para la Investigación del Sueño y la Medicina de Regensburg (Alemania), efectuado en cinco países del "viejo continente", demostró que prácticamente 1 de cada 4 alemanes tiene el hábito de descansar después de comer. La encuesta, respondida por 19 mil personas, sorprendió a los investigadores, ya que no esperaban que los germanos fueran los más apegados a la cultura de la siesta, por delante de italianos (16%), ingleses (15%), españoles (9%) y portugueses (8%), pero encuentran una explicación en que los horarios de trabajo impuestos en Alemania obligan a los ciudadanos a levantarse muy temprano, incluso antes de las seis de la mañana, y por ello el cerebro exige un poco de reposo. HISTORIAS DE LA SIESTA Los que pueden permitírsela son mirados con cierta envidia por sus amigos o compañeros. Domingo Faustino Sarmiento, que criticaba las largas siestas provincianas, debió ceder a ella cuando viajó a Córdoba, Tucumán y luego por el Paraguay. En su libro “El tiempo más hermoso” el poeta Jorge Vocos Lezcano recuerda su niñez en Córdoba y a rememora a su padre sentado en un sillón del amplio caserón durmiendo la siesta, rogando, previamente, a sus hijos que no hicieran ruido. Muchos son los personajes famosos que practican o han practicado esta saludable costumbre. La mayoría suelen ser artistas, pintores, escultores, hombres de letras…y aquellos que no tienen un horario laboral fijo y por lo tanto pueden permitirse el lujo de adecuar el sueño a sus necesidades. El escritor inglés Anthony Burgess, en su libro “Todo sobre la cama”, describe como nadie los efectos de la cabezada de sobremesa: “Pesado después de una comida, las manos cruzadas sobre el vientre, uno tiene la sensación, sentado en una silla, de caer suavemente hasta el punto de descanso muy hondo dentro de uno, tocarlo un instante y elevarse de nuevo hacia la superficie refrescado”. Y el record de siestas literarias lo ostenta, casi con toda seguridad el protagonista del cuento “Rip Van Winkle”, del norteamericano Washington Irving, que se echó a dormir en el campo tras haber probado bebida que le ofrecían unos desconocidos… para despertar 20 años después. A los ejemplos citados debemos agregar el de varias personalidades de todo el mundo que han llevado la siesta al papel o a la práctica. El escritor español del siglo pasado Mariano José de Larra escribió en sus “Artículos de costumbres”…”me levanto a las 11 y duermo siesta”. El famoso escritor Miguel de Unamuno también descansaba entre sus clases en la Universidad y su creación literaria; Camilo José Cela, escritor español contemporáneo, no sólo la practicaba diariamente sino que acuño para ella la definición de “yoga ibérico” (el novelista decía que había que hacerla “con pijama, Padrenuestro y orinal”). También políticos famosos, como Winston Churchill, que aprendió la costumbre en Cuba, y José Stalin, eran partidarios de este medio de relajación de los momentos más difíciles de la Segunda Guerra Mundial. Y una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo, Albert Einstein, también fue un gran entusiasta y cultivador de la misma. No todos tenemos la resistencia de Napoleón, a quien se atribuye esta frase referida al sueño: “Cuatro horas para el hombre y cinco para la mujer; sólo los cretinos necesitan más”. Y aún así parece ser que el emperador francés, aunque repetía mucho esta frase, tenía propensión a quedarse dormido en cualquier hora y lugar, y aún antes de dar una gran batalla. Y por último, la siesta inspiró a poetas y músicos. Esteban Mallarmé escribió un poema titulado “La siesta de un fauno”, e inspirándose en ella Claudio Debussy compuso el “Preludio a la siesta de fauno”, obra maestra del impresionismo musical. LEYENDAS El POMBERO: . Es un asustador característico del área guaranítica, desde donde se expandió a toda la Argentina, llevado de la mano de la constante migración de correntinos y paraguayos, principalmente. La creencia está fuertemente arraigada en Misiones, Corrientes, Entre Ríos, sur de Brasil y Paraguay. Se dice que es una enano robusto, velludo, con brazos tan largos que los arrastra, manos desmesuradamente grandes, piernas cortas rematadas con enormes pies mirando hacia atrás (para desorientar a quien lo rastrea), no tiene “coyunturas”, es decir articulaciones del codo y rodilla, lo que hace que sus movimientos sean torpes y grotescos, usa un gran sombrero de paja, y anda sin ropas, aunque su miembro viril enorme es tapado por la profusa barba que le llega hasta el suelo Su función primordial es la de cuidar del monte y los animales salvajes. Se enoja muchísimo si algún cazador mata más presas de las que consumirá. Si eso ocurre se transforma en cualquier animal o planta y con argucias induce al infractor a internarse a lo profundo de la selva donde se pierde. Lo mismo sucede con el pescador, o aquel que corta árboles que no utilizará. Su presencia no siempre puede ser advertida, porque la capacidad de metamorfosearse, hace que vigile subrepticiamente la conducta de los hombres. Como es muy lascivo, acecha a las mujeres, especialmente a las que no han sido bautizadas para poseerlas, y viola a aquella esposa que públicamente pone en tela de juicio la virilidad de su marido. Algunos investigadores han recopilado la creencia de que el Pombero puede preñar a las mujeres, solo apoyando el dedo en su vientre. Esto ocurriría si la dama solitaria, sin bautismo, al ser visitada en la noche por él, no le invita tabaco, miel o cigarrillos. Quizá, de esta manera inocente e ingenua, la cultura guaranítica explica los nacimientos extramatrimoniales, hecho muy repudiado en estos núcleos sociales. Si el Pombero es enemigo, se está expuesto a innumerables peligros dentro del bosque, porque siempre con engaños intentará perderlo en la espesura. Algunas veces provoca extraños accidentes dentro de los ranchos, como por ejemplo que se cierren solas las puertas, o caigan utensilios de la cocina, misteriosamente. Los que están enemistados con el duende en las noches, suelen escuchar pasos y voces en los alrededores del rancho, como si alguien caminara por el patio en las noches. En cambio si es amigo, pueden obtenerse grandes ventajas, puesto que él, de manera invisible guiará al cazador hasta el lugar donde se hallan las presas más grandes y gordas, la buena pesca o los mejores frutos silvestres que sirven de alimento. Para ganarse su amistad, es necesario dejarle cada noche, durante treinta días sin interrupción, detrás del rancho, potes de miel, tabaco o cigarrillos, alimentos que le gustan muchísimo. Además, nunca debe pronunciarse su nombre en voz alta dentro de la casa, porque esto lo enoja. El Pombero más difundido es el que recorre el monte a la hora de la siesta y si encuentra niños cazando pájaros, los secuestra y después los abandona lejos de su casa, muertos o atontados. También actúa durante la noche, y en Chaco se dice que bebe la sangre de los niños hasta matarlos, para luego colgarlos de algún árbol. Si el niño no duerme la siesta o quiere escaparse de noche , se le amenaza con recibir estas atenciones del Pombero. Durante sus andanzas nocturnas despierta a las mujeres con el suave y escalofriante roce de sus manos, especialmente a aquellas que en verano duermen al sereno. A veces las secuestra y las posee, y después de saciarse las deja ir, generalmente embarazadas, en cuyo caso el hijo nacerá muy parecido al Pombero. En Brasil es conocida la leyenda de El Saci, o Saci-pererê, es un personaje bastante conocido del folclore brasileiro, que tuvo su origen presumida entre los indígenas de la región de las Misiones, en el Sur del país, por donde se esparció en su casi totalidad.y tambien es el asustador de la siesta Investigaciones y trabajos cientificos La Universidad de Regensgurg llevó a cabo estudio, tomando como escenario a la pequeña ciudad Vechta, al suroeste de Hamburgo (Alemania), para conocer el efecto de la siesta en el rendimiento. Consistió en otorgar a los trabajadores de compañías locales la oportunidad de descansar durante 20 minutos en la oficina o salir a relajarse de alguna manera después de la hora de comida. Los empleados, que en un principio acogieron la medida con cierta duda, comenzaron a aumentar su rendimiento semanas después de aplicada la nueva política. La conclusión a la que se llegó es que el reposo luego del mediodía mejora el rendimiento intelectual, las capacidades de concentración, atención y reacción, así como la alerta cerebral. Así, se concluyó que este descanso reactiva el estado de alerta al grado de que los índices de accidentes y errores cometidos por falta de reposo disminuyen. Por su parte, sencillo estudio dirigido por el doctor Jim Horne, especialista del Centro para la Investigación del Sueño en la Universidad Loughborough (Inglaterra), confirma las conclusiones de los germanos. Tras darse a la labor de recopilar estadísticas en Gran Bretaña, el científico estableció que la mayoría de los accidentes de tránsito ocurren entre las 2 y las 5 de la tarde, por lo cual los especialistas consideraron que cuando el sueño asalta a un conductor, lo mejor es estacionarse y tomar una siesta, la cual puede salvar su vida y la de los demás. No es extraño entonces que cada vez sean más las empresas europeas que han incorporado los beneficios de la siesta y, para ello, en muchas se han habilitado secciones para que los empleados puedan relajarse en cómodos sillones. Se están volviendo populares las salas de descanso o "nap lounges", en tanto que es cada vez más común la creación de salas de televisión en posadas y fondas instaladas a un lado de las carreteras para que los camioneros descansen y repongan fuerzas. Steven Laureys y Pierre Maquet, de la Universidad de Lieja, han presentado en el último congreso anual de la Organización para la Cartografía del Cerebro Humano, celebrado en Japón en la segunda semana de junio, . Los investigadores belgas entrenaron a unos voluntarios , para que pulsaran un botón a toda velocidad cada vez que una luz apareciera en una posición determinada de una pantalla. Y les sometieron a un escáner cerebral no sólo mientras hacían la prueba, sino también mientras dormían al acabar la jornada. El sorprendente resultado fue que las mismas redes neuronales activadas durante la prueba se reactivaban después durante el sueño. Más aún: en una prueba similar, pero apañada para que las luces no aparecieran al azar en la pantalla, sino siguiendo una pauta temporal compleja y desconocida para los voluntarios, los cerebros de éstos activaron durante el sueño -además de las mismas redes de antes- una zona de la que se sabe que está implicada en el aprendizaje de la gramática y de las sucesiones de símbolos (su nombre es núcleo caudado). Y lo más interesante: al día siguiente, los voluntarios habían mejorado en la prueba (tardaban menos en pulsar el botón), como si su cerebro hubiera descifrado durante el sueño la pauta compleja que seguía la luz en sus aparentemente caóticas apariciones en la pantalla. Los experimentos anteriores se referían al sueño nocturno, pero la neurobiología más reciente también ha roto una lanza por aquella modesta y olvidada costumbre de nuestros abuelos: la siesta. Los investigadores de Harvard Sara Mednick y Matthew Walker acaban de demostrar (Nature Neuroscience y Neuron, números de julio) que una simple siesta de media hora es capaz de mejorar la ejecución de una tarea mental, previamente deteriorada por la fatiga de haberla practicado durante toda la mañana Matthew Walker, a cargo del estudio de la Universidad de California, afirmó que “no sólo es importante dormir después de estudiar, sino que es crítico dormir antes”. Durante la investigación se le pidió a 39 jóvenes realizar distintas tareas relacionadas con el aprendizaje. Un grupo debía dormir 90 minutos de siesta mientras el otro debía permanecer despierto. Luego, ambos grupos debían hacer tareas. Y resultó que los que se quedaron despiertos tenían un rendimiento mucho peor que la gente que durmió siesta. Una medición de la actividad cerebral de las personas que durmieron reveló que durante la etapa 2 del sueño que no es REM, se “borró el caché” de los durmientes. El estudio explicaría también para qué sirve esta etapa 2 del sueño no-REM, en la que los humanos pasan la mitad del tiempo que duermen. Walker apunta que estos descubrimientos refuerzan la hipótesis de los investigadores de que el sueño es necesario para limpiar lo almacenado en la memoria a corto plazo del cerebro y dejar paso a nueva información. En este trabajo los investigadores han descubierto que este proceso de refrescamiento de la memoria se produce cuando quienes duermen la siesta se encuentran en una fase específica del sueño. Las pruebas del electroencefalograma, que miden la actividad eléctrica en el cerebro, indicaron que esta capacidad está asociada con la fase 2 del sueño no REM, que tiene lugar entre el sueño profundo (no REM) y el estado conocido como de Movimientos Oculares Rápidos (REM, según sus siglas en inglés). La investigación muestra que una siesta de una hora puede fortalecer y restablecer en gran medida el funcionamiento cerebral. Los descubrimientos también sugieren que una programación bifásica del sueño no sólo refresca la mente sino que también puede enriquecerla. Por el contrario, los resultados sugieren que cuantas más horas está despierta una persona más se aletarga su mente. Estos descubrimientos apoyan datos previos de los mismos investigadores de que las noches en vela disminuyen la capacidad para retener nuevos datos en casi un 40 por ciento debido a la desactivación de regiones del cerebro durante la deprivación de sueño. La etapa REM es importante para el pensamiento más complejo, permitiendo hacer conexiones y asociaciones entre datos que a primera vista no parecen relacionados.Como dato adicional, cabe mencionar que otras investigaciones han concluido que las pesadillas o episodios de terror nocturno en los niños pueden deberse a alto grado de cansancio, por lo que muchos pequeños con este problema se benefician al adoptar la costumbre de dormir diariamente después de la comida. Se ha encontrado que la siesta es tan importante en los primeros años de vida como lo es el sueño nocturno, y que a medida que el infante crece el tiempo de la siesta se reduce. En términos generales, al cumplir el primer año un niño dormirá entre 1 y 2 horas después de la comida; hacia los dos años, lo normal es que el descanso dure una hora y media, aproximadamente, mientras que al llegar al tercer año se reduce el tiempo a una hora. Es importante que, para lograr buenos resultados, esta práctica se lleve a cabo más o menos a la misma hora todos los días. Debido a que la evidencia obtenida por estos y más trabajos similares permiten concluir que la siesta es una práctica adecuada, ¿por qué entonces llega a generar somnolencia y mal humor? La respuesta, dicen los especialistas, es que el descanso prolongado en horario diurno hace que una persona se adentre en una etapa más profunda del dormir, conocida como de movimiento ocular rápido (MOR, también conocido como REM, por sus siglas en inglés) y ya no resulta tan fácil despertar. De ahí que los especialistas en trastornos del sueño sugieran que el descanso, tomado aproximadamente 10 o 15 minutos después de comer, debe durar alrededor de media hora, pues un sueño más largo puede producir lo contrario a lo que se busca, es decir, genera más somnolencia, mayor dificultad de concentración y ante todo la sensación de no haber descansado. Un hecho similar padecen las personas de la tercera edad, sólo que en ellos el fenómeno puede volverse crónico, generando insomnio durante la noche y una alteración considerable de su ciclo de sueño y vigilia, dando lugar a un problema conocido como trastorno del ritmo circadiano. El sueño es más frágil en los adultos mayores, de modo que suelen pasar noches en vela sin encontrar la forma de descansar. Al llegar el día, su cansancio es tal que inevitablemente duermen, sólo que lo hacen durante tiempo muy prolongado. Así, aunque al despertar se sienten descansados, llega la hora comúnmente establecida para dormir y, de nuevo, sufren insomnio, pero cada vez más pronunciado, logrando dormir hasta altas horas de la madrugada, creando un círculo vicioso en el que su horario se modifica respecto a lo que sus actividades y gustos sugerirían como razonable Por ello, se aconseja que las personas de la tercera edad observen cuidadosamente la norma de no prolongar la siesta más allá de 30 minutos, y se les sugiere que siempre que la siesta afecte su rendimiento y sueño nocturno, acudan al especialistas en trastornos del sueño para conocer la mejor manera de realizar esta práctica o incluso para determinar la conveniencia de seguir llevándola a cabo Al igual que hay una siesta para cada circunstancia, podría decirse que hay una siesta para cada persona; no todos los que duermen la siesta la duermen igual en cuanto a su duración. Esto puede obedecer a las mismas razones por las que algunas personas tienen suficiente con dormir 5 horas por la noche mientras que otras necesitan 8 o 9. El periodista alemán Dieter E. Zimmer, en su libro Dormir y soñar, habla de las investigaciones realizadas por Paul Naitoh y John M. Taub, que demuestran que la utilidad de la siesta depende de cada persona y momento, según sus necesidades. También han comprobado que los mexicanos duermen más horas cada día que los ingleses o los norteamericanos. Sin embargo, un mexicano duerme el mismo número de horas por la noche que un inglés o un yanqui. Algunos prefieren la llamada “siesta del carnero”, que es la que se duerme antes del almuerzo y no después. En 1986 los profesores Juergen Zulley y Scott Campbell, del Instituto Max Planx, declararon que el ser humano está capacitado para dormir no una sino 3 siestas al día gracias a un reloj biológico que nos marca una hora de siesta por 4 horas de vela, entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde. La siesta podría ser también una manera de recuperar el sueño perdido; estudios realizados en EEUU han descubierto que un alto porcentaje de norteamericanos que sufren de falta de sueño. Allí la siesta no está tan extendida (salvo en verano en los estados del Sur), pero es lo bastante común que la gente se quede dormida viendo la televisión o, lo que es más embarazoso, en una reunión de trabajo. Dormir la siesta previene la cardiopatía isquémica? Naska A, Oikonomou E, Trichopoulou A, Psaltopoulou T, Trichopoulos D. Siesta in Healthy Adults and Coronary Mortality in the General Population. Arch Intern Med 2007; 167: 296-301. Introducción En los países mediterráneos la mortalidad por cardiopatía isquémica es inferior a la de otros países desarrollados. Uno de los hechos diferenciales que se asocia con la cultura mediterránea es la siesta. Los resultados de los estudios llevados a cabo para estudiar esta relación han sido discordantes, probablemente por la presencia de factores de confusión. Objetivo Estudiar la relación entre la siesta y la mortalidad coronaria tras controlar la presencia de otros factores de confusión como la dieta o la actividad física. Perfil del estudio Tipo de estudio: Estudio de cohortes Área del estudio: Prevención Ámbito del estudio: Comunitario Métodos El estudio se realizó con los datos de la rama griega del European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition(EPIC). Los participantes en este estudio tenían 20-86 años y se reclutaron entre 1994 y 1999. En ese momento se recogió información sobre el hábito de dormir la siesta (frecuencia semanal y duración), actividad física (en MET) y la dieta. También se recogieron datos antropométricos, sociodemográficos y de estilo de vida. Para este análisis se excluyeron los participantes a los que les faltaba algún dato importante y que tenían antecedentes de cardiopatía isquémica, AVC o cáncer al inicio del estudio. En función del hábito de dormir la siesta los participantes se clasificaron en siesta sistemática (≥3 veces por semana de ≥30 minutos), siesta ocasional o sin siesta. Mediante un cuestionario de frecuencia semanal se calculó una puntuación de dieta mediterránea. La duración media del seguimiento fue de 6,3 años. Los datos sobre las causas de la muerte se recogieron de los certificados de defunción. Resultados Se incluyeron en el estudio 25.702 participantes (fig. 1). En un análisis preliminar crudo que incluía a las personas con cardiopatía isquémica, AVC o cáncer al inicio del estudio el dormir habitualmente la siesta se asoció a un mayor riesgo de mortalidad total. Se consideró que el padecer una enfermedad grave podría relacionarse con la necesidad de dormir la siesta, por lo que las personas con estas enfermedades se excluyeron del resto de los análisis. Tabla 1. Razón de mortalidad coronaria en el análisis multivariante. Varones Mujeres Edad (por 5 años) 1,40 (1,19 a 1,64) 2,10 (1,63 a 2,70) Tabaquismo (por 10 cigarrillos) 1,24 (1,06 a 1,45) 1,91 (1,22 a 2,98) Educación (por 5 años) 0,87 (0,66 a 1,15) 0,69 (0,43 a 1,10) Sin trabajo (frente a trabajo) 2,10 (1,06 a 4,14) 0,65 (0,24 a 1,77) IMC 0,98 (0,92 a 1,04) 1,06 (1,01 a 1,12) Razón cintura-cadera 1,23 (0,91 a 1,67) 1,40 (0,86 a 2,28) Actividad física (por quintil) 0,96 (0,79 a 1,15) 0,77 (0,59 a 1,01) Puntuación dieta mediterránea 0,90 (0,79 a 1,02) 0,89 (0,74 a 1,06) Sí 0,51 (0,32 a 0,83) 0,96 (0,52 a 1,75) Siesta (frente a no) Sistemática 0,50 (0,31 a 0,82) 0,86 (0,46 a 1,62) Ocasional 0,58 (0,26 a 1,31) 1,54 (0,63 a 3,76) Figura 1. Flujo de los participantes. En el análisis bivariante, aumentaron el riesgo de morir por cardiopatía isquémica la edad avanzada, el hábito tabáquico y, en el caso de los varones, la puntuación de la dieta mediterránea y el hábito de dormir la siesta. En el análisis multivariante, la siesta se siguió relacionando con un menor riesgo de morir por cardiopatía isquémica en los varones aun después de controlar el análisis por la actividad física y por la dieta (tabla 1). Cuando se analizó la interacción entre la siesta y el llevar una vida laboral activa, el efecto protector de la siesta se dio únicamente entre los varones que tenían un trabajo. Conclusiones Los autores concluyen que tras controlar el análisis por la dieta y la actividad física, en personas sin enfermedades importantes, dormir la siesta habitualmente se asocia a un menor riesgo de morir por cardiopatía isquémica, especialmente en varones. Conflictos de interés Ninguno declarado. Financiado por el Programa Europa contra el Cáncer, los Ministerios de Sanidad y de Educación de Grecia y la Universidad de Atenas. Comentario La baja mortalidad coronaria de los países mediterráneos ha llevado a investigar cuáles son los componentes de su estilo de vida responsables de este hecho. Después de la dieta mediterránea y el consumo moderado de vino, otro de los factores que recientemente está recibiendo mucho interés es la siesta. En otros países donde es costumbre dormir la siesta, como en Centroamérica, la mortalidad por cardiopatía coronaria también es baja. Sin embargo, los resultados de los trabajos publicados sobre el tema son conflictivos. Algunos encontraron tendencias a una reducción del riesgo de sufrir un infarto de miocardio, mientras que en otros se observaron tendencias a un mayor riesgo de cardiopatía isquémica o incluso de mortalidad total. Una de las explicaciones que se han dado a estas discrepancias es que puede que se deban a la presencia de factores de confusión. Así, es probable que las personas que hacen la siesta tengan una menor actividad física que las que no, lo que pude influir en su riesgo de sufrir una cardiopatía isquémica. Por otro lado, es posible que las personas que tienen un peor estado de salud basal tengan una mayor tendencia a dormir la siesta, lo que podría explicar su asociación con una mayor mortalidad. Los resultados de este estudio apuntarían en esta dirección. En el primer análisis crudo se apreció una relación entre la siesta y un mayor riesgo de muerte por todas las causas que desapareció al excluir a las personas con problemas importantes de salud. En los varones, el hábito de dormir la siesta se asoció a un menor riesgo de muerte coronaria, especialmente en aquellos que tenían un puesto de trabajo y hacían la siesta frecuentemente. Los autores atribuyen esta asociación a que la siesta actuaría compensando el estrés asociado a la actividad laboral. De todas formas, ante la discrepancia de los estudios existentes será necesario esperar a la publicación de más estudios sobre el tema que permitan aclarar la situación. En mi provincia mis pasos por el instituto de cardiologia de corrientes realizamos 2 grandes trabajos presentados en el congreso argentino de neurologia del 2009 TITULO: Efecto de la siesta sobre la presión arterial y frecuencia cardíaca en una zona con alta tasa de prevalencia de ésta costumbre AUTORES: Zalazar, Roque Alberto, De Cercchio, Alejandro, Heitz, María Itatí INSTITUCION/ES: Instituto de Cardiología de Corrientes Introducción y objetivos: Efecto de la siesta en la presión arterial y la frecuencia cardíaca en un período de siesta de 2 horas de duración en pacientes que consultan en la ciudad de Corrientes. Material y métodos: Se comparó la presión arterial sistólica , diastólica y frecuencia cardíaca durante la siesta en 300 pacientes, 200 pacientes mujeres y 100 varones, 250 hipertensos y 50 no hipertensos con una edad promedio de 53 años en un rango de 26 a 84 años. La TA y FC fueron registradas utilizando un presurometer. Todos los pacientes durmiendo durante 2 hs. la siesta desde un período comprendido entre las 13 a 15 hs.Evaluamos la media y el de bioestandard de la tensión arterial sistólica y diastólica y la frecuencia cardíaca durante el período de siesta, coincidiendo con el estado postprandial. Resultados: Durante el descanso postprandial, comprendido entre las 13 y 15 hs. en un rango de 2 hs. de duración la TA diastólica fue similar a la TA diastólica nocturna, como también la frecuencia cardíaca y durante la siesta disminuyó más que durante el sueño nocturno. Conclusiones: El descano postprandial y el registro de TA es similar y hasta menor comparativamente con el nocturno con un tiempo de duración de 2 hs. Se plantea la posibilidad de que el paciente que duerme la siesta 2 hs. tenga los mismos efectos que provoca la etapa del sueño nocturno sobre la autonomía vascular. TITULO: Efecto de la siesta sobre la presión arterial y frecuencia cardíaca en una zona con alta tasa de prevalencia de ésta costumbre AUTORES: Zalazar, Roque Alberto, De Cercchio, Alejandro, Heitz, María Itatí INSTITUCION/ES: Instituto de Cardiología de Corrientes Introducción y objetivos: Efecto de la siesta en la presión arterial y la frecuencia cardíaca en un período de siesta de 2 horas de duración en pacientes que consultan en la ciudad de Corrientes. Material y métodos: Se comparó la presión arterial sistólica , diastólica y frecuencia cardíaca durante la siesta en 300 pacientes, 200 pacientes mujeres y 100 varones, 250 hipertensos y 50 no hipertensos con una edad promedio de 53 años en un rango de 26 a 84 años. La TA y FC fueron registradas utilizando un presurometer. Todos los pacientes durmiendo durante 2 hs. la siesta desde un período comprendido entre las 13 a 15 hs.Evaluamos la media y el de bioestandard de la tensión arterial sistólica y diastólica y la frecuencia cardíaca durante el período de siesta, coincidiendo con el estado postprandial. Resultados: Durante el descanso postprandial, comprendido entre las 13 y 15 hs. en un rango de 2 hs. de duración la TA diastólica fue similar a la TA diastólica nocturna, como también la frecuencia cardíaca y durante la siesta disminuyó más que durante el sueño nocturno. Conclusiones: El descano postprandial y el registro de TA es similar y hasta menor comparativamente con el nocturno con un tiempo de duración de 2 hs. Se plantea la posibilidad de que el paciente que duerme la siesta 2 hs. tenga los mismos efectos que provoca la etapa del sueño nocturno sobre la autonomía vascular. Actualmente sigo estudiando este fenomeno, en laboratorio privado con la dra Itati Heizt RECOMENDACCIONES En conclusión, para obtener beneficios de la siesta sin riesgos conviene tener en cuenta, de acuerdo a los especialistas, algunos aspectos: La siesta puede ser practicada por todo individuo que lo crea conveniente, pero no por más de media hora. El reposo a media tarde es especialmente benéfico para bebés y niños. No se aconseja esta costumbre en personas que padecen insomnio o tienen problemas con los ciclos sueño-vigilia (como los trabajadores nocturnos), a menos de que un especialista lo indique, detallando las características del descanso. La duración ideal de la siesta es media hora, aunque para algunos 10 minutos pueden ser suficientes. Sobrepasar 40 minutos de siesta distorsiona los efectos positivos de este hábito porque se entra en sueño profundo del que cuesta trabajo despertar. Para reposar es mejor emplear un sofá o silla que la cama; así se asegura una duración más cercana a la ideal aconsejada por los expertos. Las mujeres embarazadas pueden recurrir a este hábito sin problemas ni indicaciones especiales. Por último, considere que una siesta no es pérdida de tiempo, sino un hábito que contribuye a mejorar el rendimiento y que reduce los riesgos a los que nos exponemos en nuestras actividades laborales y cotidianas, ya que con ella mejora la agudeza mental. En el libro BUENAS NOCHES de MICHAEL BREUS que lo adquiri en el 2008 existe un capitulo que se llama descanso : cabezada, siesta y sueñecitos capitulo 7 donde menciona tipos de siesta 1 la siesta de veinte minutos se dedica 30 minutos considerando 10 minutos de preparacion 2 la siesta reconstituyente entre sesenta y noventa minutos, siesta que permite recorrer un ciclo completo del sueño 3 la sieta de la cafeina se bebe una taza de café (no muy caliente ,porque se toma de prisa) y duerme después recostado, no tumbarse boca arriba porque podria tener reflujo acido , se despertara justo a tiempo que el tiempo en que la cafeina actua Por lo tanto, la siesta es beneficiosa para restaurar la vigilancia y compensar una deuda de sueño ocasional. BIBLIOGRAFIA 1. ↑ Ebert, D., K.P. Ebmeier, T. Rechlin, and W.P. Kaschka, "Biological Rhythms and Behavior", Advances in Biological Psychiatry. ISSN 0378-7354 2 XLVI CONGRESO ARGENTINO DE NEUROLOGIA 14 al 17 de octubre de 2009, Mar del Plata dr Zalazar ICC 3 importancia de la siesta Marcos Rivas Sommeil et médecine générale Estudio: Dormir la siesta ayuda a estudiar Publicado el 22-2-2010 a las 18:43 por Cony Sturm 5Caudet Yarza.F.-“Morfeo, dios del sueño”.- en Diccionario de Mitología (edimat libros. S.A)-2001 Mostoles. Madrid. .- “Misceláneas sobre el sueño”- en “Pensar en voz alta es acercarse a los demás”.2ªEdición; editorial Masson S.A.2001.Barcelona. Cruz y Hermida.J.- “Insomnio y soledad”; en “La soledad del ser humano”. Habe editores. 2005 Las Rozas, Madrid. Cruz y Hermida.J.- “Reflexiones sobre el sueño y la siesta”. Conferencia del autor en el Ciclo cultural organizado por la Casa Regional de Burgos. Noviembre 2008. . Di Lullo.Orestes.”Elogio de la siesta”, a través de Leoni Pintío (recogido en Internet por Cruz y Hermida en reflexiones sobre el sueño y la siesta) Editorial “Estudio natuzzi sobre la siesta -medios y condiciones ambientales para realizarla”-. (http: www.informa.es/es/novedades/noticia/2049.4.es.html. 11 ursztyn M, Ginsberg G, Hammerman-Rozenberg R, Stressman J. Siesta in the elderly: risk factor for mortality?. Arch Intern Med 1999; 159: 1582-1586. R TC (s) PDF (s) 12 Kalandidi A, Tzonou A, Toupadaki N, Lan SJ, Koutis C, Drogari P et al. A case control study of coronary heart disease in Athens, Greece. Int J Epidemiol 1992; 21: 1074-1080. R PDF (s) 13 Campos H, Siles X. Siesta and the risk of coronary heart disease: results from a population-based, case-control study in Costa Rica. Int J Epidemiol 2000; 29: 429-437. R TC PDF