12.4 El sexenio revolucionario (1868-1874) Tras el pacto de Ostende, firmado en 1866 entre demócratas y progresistas cuyo objetivo es derrocar a la reina, se inicia una conspiración y estalla la revolución burguesa de La Gloriosa (1868) con la posterior marginación de demócratas y progresistas. El comité secreto en Madrid es controlado por unionistas y progresistas e inician la sublevación Serrano y Prim. Esta comienza en Cádiz y se extiende por Andalucía, Valencia y Cataluña y se crean las Juntas Revolucionarias. Finalmente se nombra un gobierno provisional integrado por Sagasta, Ruiz Zorrilla, Figuerola y Prim, entre otros. La guerra de Cuba recrudece la situación internacional y Prim pide la disolución de las Juntas. Se convocan Cortes y tras unas elecciones en las que ganan los centristas, se aprueba la Constitución de 1869. Esta establece la soberanía nacional y la doble cámara, donde el senado es elegido en las provincias; aumenta la participación y permite la elección de alcaldes por los vecinos. El rey es ratificado por las Cortes, tiene iniciativa legislativa e irresponsabilidad política y puede convocar y disolver Cortes. Se establece el estado laico, los juicios por jurados y la educación general, obligatoria y controlada por el Estado. Regencia de Serrano – Gobierno de Prim Durante este gobierno se aprobará la Ley Electoral, la ley de matrimonios civiles sin tutela eclesiástica, la Ley Judicial (que establecía una nueva jerarquía) y el librecambismo económico. Otro problema que ocupará a la regencia será la búsqueda de un rey. Habrá varios candidatos y se producirán conflictos a nivel europeo; finalmente subirá al trono el italiano Amadeo de Saboya, que no será bien visto por Inglaterra y Francia. Reinado de Amadeo de Saboya Este llegará tres días después del asesinato de Prim por los rebeldes anarquistas y se sentirá desamparado. Durante gobiernos como los de Sagasta y Serrano problemas como la posición de la nobleza y el clero, el descontento del ejército, los movimientos obreros, la guerra carlista y la guerra de Cuba harán a Amadeo de Saboya abdicar en 1873, dejando el trono libre. El Senado y el Congreso se reunirán, se convocará la Asamblea Nacional y se proclamará la I República. La I República será el resultado de un débil pacto entre radicales monárquicos y republicanos unitarios. Tuvo el apoyo de los liberales, el proletariado y un sector de la burguesía liberal. Gobierno de Figueras Su primera actuación será crear otra constitución. Los problemas que se darán durante este gobierno serán la guerra de Cuba y el conflicto con los criollos, que estaban apoyados por EE.UU. Desde 1872 se van a dar insurreciones que unidas a la crisis de hacienda y del ejército harán de este un gobierno muy inestable. A pesar de todo esto Figueras conseguirá llevar a cabo reformas democráticas como conseguir la amnistía para los presos políticos, la abolición de la esclavitud en las colonias americanas y la supresión de las quintas. El alcalde de Madrid llevara a cabo un golpe de Estado fallido pero que conseguirá disolver las Cortes y convocar elecciones, en las que ganarán los republicanos federalistas. Gobierno de Pi Margall Se impondrá el Estado federal, con 17 estados. Surgirán diferencias entre los republicanos transigentes, con Pi Margall a la cabeza, y los intransigentes que pretendían una organización del territorio desde los municipios. El republicanismo intransigente desencadenaría el movimiento cantonal que sería reprmido con dureza pero Pi Margall se negará a firmar penas de muerte y dimitirá. Gobierno de Nicolás Salmerón Gracias a pacificadores como Martínez Campos (en Levante) y Pavía (en Andalucía) se aplacarán las movilizaciones obreras y se intentará abolir la AIT. Este, finalmente dimitirá por la misma razón que el presidente anterior. Gobierno de Castelar Este dará un giro conservador a la república para conseguir el orden social. Asumirá más poder reorganizando el ejército y exiliando a cantonalistas y regionalistas. Los conflictos obligarán a Castelar a suspender las garantías culturales y a cerrar las Cortes. Este querrá reabrirlas después nuevamente y solicitará una moción de confianza, que le será denegada. En 1874 se producirá el pronunciamiento del general Pavía y el sexenio terminará con la restauración borbónica en la persona de Alfonso XII.