La atención La atención es un proceso cognitivo complejo, comprende procesos mentales asociados a partes específicas del cerebro donde estos son procesados y comunicados a otras áreas. El proceso de la atención permite evitar distracciones por estímulos irrelevantes y se enfoca en estímulos importantes para la conducta. Implica uso de los sentidos, la percepción, la memorización y las funciones ejecutivas; procesos que se vinculan cuando una persona entra en relación consigo misma y con el mundo que le rodea. Diariamente los sentidos son bombardeados con una infinidad de estímulos que provienen del ambiente, se le llama sensación, a través de la percepción se de algunas sensaciones hace conciente esto es percibir conscientemente un estímulo a la vez. la elección del estímulo depende de lo que la memoria tenga registrado, y de qué tan accesible sea la información para el sujeto. Por tanto la atención se define como la focalización de la consciencia y su función es seleccionar datos y filtrar estímulos irrelevantes; ser plenamente consciente de la ejecución de una tarea o de nuestra conducta. Implica la capacidad para inhibir distractores; planificar; procesar información; comprender y aprender; manejar la memoria a corto y largo plazo; desarrollar autocontrol; tolerar frustraciones y controlar emociones. (Pérez, 2008). La atención permite: • Seleccionar entre la información importante y la que no lo es. • Sostener la concentración por un periodo de tiempo razonable. • Dividir o redireccionar la atención para procesar mensajes múltiples o realizar varias tareas de manera simultánea. . Los lapsos de atención sostenida son los siguientes: 5 a 9 minutos en 1º y 2º de primaria 9 a 12 minutos en 3º y 4º de primaria 12 a 15 minutos en 5º y 6º de primaria 20 minutos en secundaria 25 minutos en la edad adulta Las personas con TDAH no tienen problemas para filtrar la información, sino en mantener la atención durante tanto tiempo como las personas que no tienen TDAH. Su atención es rápidamente desviada a actividades más gratificantes y placenteras. Para Mirsky, la atención está subdividida en cuatro procesos: Enfoque y ejecución Es la capacidad de enfocarse en una tarea en medio de estímulos distractores y ejecutar rápidamente las respuestas requeridas por la tarea. Este proceso mantiene el foco de la atención por un periodo de tiempo. Estas funciones se localizan en la corteza superior temporal, inferior parietal y en el cuerpo estriado. Atención sostenida Es la capacidad de mantener el foco de atención por un periodo de tiempo y se encuentra estrechamente relacionada con la vigilancia. Las áreas cerebrales relacionadas con esta función incluyen la formación reticular (estructura del tallo cerebral) y ciertas áreas del tálamo (los núcleos medios y reticulares). Codificación Involucra la capacidad de mantener la información en la memoria de trabajo para después incorporarla a la memoria de largo plazo. La región cerebral asociada es el hipocampo Alternancia y cambio Es la capacidad de cambiar el foco de atención de un estímulo a otro y resistir la tendencia a la perseveración. Está fuertemente vinculado con la flexibilidad y se encuentra en las regiones de la corteza cerebral. Una de las aportaciones más importantes de la teoría de la atención propuesta por Mirsky es la descripción de la atención como un proceso que abarca grandes áreas del cerebro a modo de sistema y no está circunscrita a una localización particular. Además de que cualquier actividad cognitiva depende de que el sujeto preste atención. Aspectos neurobiológicos de la atención. El estudio neurobiológico de la atención ha demostrado que las redes neuronales de las personas sanas se activan en reposo y se inactivan durante la ejecución de una tarea específica, mientras que las de las personas con TDAH no se desactivan completamente durante las tareas específicas, y esto interfiere con los procesos de atención. Hiperactividad La hiperactividad impulsa a los adultos a realizar movimientos o actividades que no están dirigidas a fines concretos y productivos, como lo son levantarse de su lugar sin necesidad, ejecutar pequeños movimientos motores, garabatear, entre otros, esto implica abandonar las actividades previstas o realizarlas en un tiempo mayor al planeado. La hiperactividad puede causar problemas de adaptación significativos a las personas con TDAH, por no tomar en cuenta el contexto en el que se encuentra ni las consecuencias de sus acciones. Impulsividad Implica la dificultad de controlarse se manifesta de diferentes formas; actuar antes de pensar, imprudencia, iniciar acciones sin un objetivo y no lograr detenerse La impulsividad incluye acciones (conductual) y los pensamientos (cognitiva) Además, se relaciona con la dificultad para concentrarse en el trabajo e inhibir pensamientos que no están relacionados con la tarea a realizar. La impulsividad conductual incapacidad de inhibir las acciones físicas o verbales debido a una respuesta prematura o demasiado rápida. La impulsividad cognitiva se relaciona con una conducta desorganizada, asociada con los problemas de las funciones ejecutivas. El TDAH está estrechamente vinculado con un déficit para inhibir la conducta, y por consiguiente es un trastorno de autocontrol, organización y dirección de la conducta hacia el futuro. Lo anterior afecta directamente a: La capacidad para separar las emociones de la información La habilidad para crear una conciencia de pasado y futuro El desarrollo del habla internalizada y de autocontrol La capacidad de análisis y síntesis de la información o la vivencia Las personas con TDAH no son insensibles a las consecuencias de sus acciones, sino que tienen problemas para conectar las consecuencias con su comportamiento, debido a la demora temporal entre la conducta y la consecuencia. Por ello los límites, la disciplina y las reglas necesitan ser claras, concisas y estrictas.