El trabajo colaborativo, clave en los procesos de evaluación docente 11 de junio de 2015 a las 20:09 Esta semana, justo después de la selecciones, el Presidente de México y el Secretario de Educación han declarado que la evaluación docente va a llevarse a cabo como se había programado, dando fin con esto a la incertidumbre que había generado la suspensión comunicada a partir del 29 de mayo. Con esta medida, se activan todos los procesos de evaluación previstos en el calendario del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. En este contexto, es importante que los docentes de educación básica y media superior se preparen a conciencia para salir bien evaluados en su desempeño, en el mes de noviembre. Para tal efecto, se han publicado desde el 31 de marzo y el 20 de mayo los perfiles, parámetro se indicadores para la evaluación del desempeño para la permanencia, para los docentes y técnico docentes de educación básica y media superior, respectivamente. Adicionalmente, en la página web del Servicio Profesional Docente está disponible un simulador de exámenes que se puede utilizar para practicar sobre el tipo de reactivos que se incluirán en la evaluación de conocimientos y competencias didácticas; además, la Secretaría de Educación Pública ha anunciado que habrá materiales de apoyo y guías de estudio para apoyar la preparación de los docentes y técnico docentes. En este proceso de preparación para la evaluación para la permanencia cobra importancia reconocer que la educación en la actualidad requiere del trabajo de grupo; es decir, en las actividades de enseñanza-aprendizaje, el trabajo colaborativo o cooperativo se convierte en uno de los principales elementos para colegiar la actividad delos docentes y técnico docentes. Ante la incertidumbre dela evaluación y sabiendo que a nadie nos gusta ser evaluados, es deseable quela tarea de preparación para la evaluación se aborde en pequeños grupos de trabajo, en círculos de estudio, en los que se sigan los principios del trabajo colaborativo, de modo que cada uno de los participantes del grupo enriquezca su propia capacidad docente y le vaya tomando el gusto a la evaluación, hasta que ésta forme parte de su cultura profesional. El trabajo colaborativo se refiere a la actividad que efectúan pequeños grupos de trabajo, en la que la comunicación y el intercambio entre pares abre la percepción de la persona, desarrolla habilidades cognitivas y de trabajo en grupo, lo que permite una comprensión más rápida de la tarea y da elementos para enfrentar otras tareas que de manera individual sería más complicado realizar. Procesos de trabajo conjunto, evaluación entre pares, autoevaluación y coevaluación son actividades necesarias para que los docentes y técnico docentes vayan calibrando sus áreas de oportunidad y pedir apoyo con asesoramiento, acompañamiento, actualización o capacitación según se requiera. Es decir, la preparación para la evaluación no tiene que ser un trabajo solitario, se puede integrar un proceso grupal de autoayuda y autodesarrollo en pequeños grupos. El trabajo colaborativo se convierte así en un espacio de expresión oral y comunicación, entre profesores, en el que las actividades son dispuestas para que los integrantes del grupo expongan y compartan sus ideasa cerca del tema en estudio al interior del propio grupo, de tal manera de que lo que investigan y aprenden es compartido con los demás miembros del grupo; además, pueden jugar diferentes roles y pueden intercambiarlos si sienten ser mejores para otro papel; asimismo, existe una permutación de ideas y los miembros del grupo se apoyan mutuamente; por tanto, los resultados obtenidos serán consecuencia del trabajo grupal, no del individual. Es importante tener presente que existen al menos cinco componentes básicos del trabajo colaborativo, que son: 1) la interdependencia positiva, 2) la responsabilidad individual, 3) la interacción fomentadora cara a cara, 4) las habilidades interpersonales, y 5) el procesamiento por el grupo; es decir, para que un grupo sea cooperativo, debe existir una interdependencia positiva bien definida y los integrantes tienen que fomentar el aprendizaje y el éxito de cada uno cara a cara; hacer que todos y cada uno sea individual y personalmente responsable por su parte equitativa dela carga de trabajo, usar habilidades interpersonales y en grupos pequeños correctamente y recapacitar (o procesar) cuán eficaz es su trabajo colectivo. Estos cinco componentes esenciales hacen que el aprendizaje en grupos pequeños sea realmente cooperativo. En otros términos, los docentes y técnico docentes que quieran t tengan interés de preparase con seriedad y profesionalismo para la evaluación, han de identificara otros compañeros de trabajo con la misma intención y asociarse para trabajar juntos con ese fin. Los equipos o grupos de trabajo colaborativo se pueden integrar en los mismos planteles educativos, aunque no necesariamente, pues a veces en la propia escuela no hay el ambiente o la disposición para hacerlo. Cuando eso ocurra habrá que buscar en otras escuelas, con compañeros de estudio o con amigos de la profesión para establecer alianzas proactivas. Finalmente, habrá que tomar en cuenta que el trabajo colaborativo exige que todos los participantes respeten una serie de normas éticas, considerando que: para avanzar en la tareas e requiere de la iniciativa y del esfuerzo individual de todos los integrantes del grupo; es importante respetar las aportaciones de todos los participantes, valorarlas en función de su contenido y no de la persona que la realiza; asumir que el responsable de las decisiones que se adopten es el grupo; dominar estrategias y técnicas de comunicación, de intercambio y de aceptación de ideas; potenciar una interdependencia positiva entre todos los miembros del grupo; asegurar que todos los participantes tengan las mismas oportunidades de intervenir; y cuidar que cualquier actitud de liderazgo se haga desde una posición democrática. La evaluación que sea dispuesto en la legislación que da origen a la reforma educativa es un proceso orientado hacia la mejora de la calidad educativa, hacia el reconocimiento del mérito y hacia la equidad en las promociones de los docentes y técnico docentes, directivos, supervisores y asesores técnico-pedagógicos; no es un medio para fiscalizar o castigar; por tanto, los agentes educativos obligados a evaluarse tienen ahora, históricamente, la oportunidad de depender de sí mismos para superarse, para aspirar a mejores plazas y a tener una profesión digna, lejos del corporativismo e interesada representatividad sindical-laboral.