LAS CINCO MENTES DEL EJECUTIVO En el mundo de los negocios todos nos hemos entusiasmado con ser grandes líderes, pero nos hemos olivado de la gestión; ya nadie aspira a ser un gran gerente, todos quieren ser grandes líderes. Se desarrolló una estructura basada en 5 aspectos de la mente gerencial. Esta ha demostrado ser muy buena en la sala de clases y en la práctica. Se explica por medio de las lecturas como determinaron los 5 modos de pensar del ejecutivo. Las cinco disposiciones mentales del ejecutivo. Muchas organizaciones enfrentan un problema, el cual consiste en saben cómo actuar, pero no son tan buenas para dar un paso atrás y reflexionar sobre su situación. Otras enfrentan el dilema contrario: quedan tan empantanadas en la contemplación de sus problemas que no pueden actuar con suficiente rapidez. Tenemos entonces 5 disposiciones mentales, 5 maneras en que un ejecutivo interpreta y enfrenta el mundo. ● La gestión del yo: disposición mental reflexiva. ● La gestión de organizaciones: Disposición mental analítica. ● La gestión del contexto: disposición mental Cosmopolitan. ● La gestión de relaciones: disposición mental colaborativa. ● La gestión del cambio: disposición mental de acción La gestión del yo: La disposición mental reflexiva. En estos días, lo que los ejecutivos necesitan con mayor urgencia es precisamente: detenerse para pensar, dar un paso atrás y reflexionar detenidamente sobre sus experiencias. En su libro RULES OF RADICALS, Saul Alinkys hace la interesante observación de que los eventos o sucesos solo se convierten en experiencias después que se haya reflexionado con detención sobre ellos. “La mayoría de las personas no acumulan un conjunto de experiencias”. Puede ser que las organizaciones no necesiten personas espejo, que en todo ven reflejos de su propio comportamiento. Pero tampoco necesitan de personas ventana, incapaces de ver más allá de lo que tienen frente a sí. Necesitan ejecutivos que puedan ver de ambos manera, en el sentido que miren a través de la ventana el amanecer, para ver a través de su propio reflejo el mundo que despierta afuera. La gestión de las organizaciones: La disposición analítica: El análisis ocurre en todo ámbito: en el contexto, en las relaciones, entre otros. Pero esta especialmente relacionado con la organización. Simplemente no es posible organizarse sin el análisis, sobre todo en una empresa grande. El buen análisis proporciona un leguaje para la organización, permite que las personas compartan un entendimiento de lo que está impulsando sus esfuerzos, y proporciona métricas del desempeño. ¿Cómo puede el ejecutivo adentrarse realmente en la disposición mental analítica, más allá de las superficialidades del análisis obvio, para llegar a los significados esenciales de las estructuras y los sistemas? La clave del análisis eficaz, a nuestro juicio, esta en superar los enfoques convencionales para así apreciar cómo funciona el análisis y cuál es su efecto. El análisis profundo no busca simplificar las decisiones complejas, si no sostener la complejidad mientras se mantiene la capacidad de las organizaciones de actuar. La gestión del contexto: La disposición mental cosmopolita: Ser Cosmopolitan no requiere una cobertura global, tal como una cobertura global no garantiza una disposición Cosmopolitan. De hecho, una cobertura global ni siquiera asegura una perspectiva global, dado que los ejecutivos de muchas empresas globales están arraigados en la cultura del país de la sede matriz. Las empresas personalizan y combinan sus componentes en distintas partes del mundo, tanto social ambiental como económicamente. Tiene que buscar y extraer petróleo sin violar los derechos del pueblo bajo cuyas tierras se encuentra, y tiene que refinar y vender ese petróleo de manera que sean respetuosas del medio ambiente local. De igual manera concluimos que por más tiempo que los ejecutivos pasen en el aire y no solo literalmente, es solo cuando se apoyan en la tierra firme de la experiencia ecléctica que pasan a ser cosmopolitas. Esto implica salir de la oficina y del rascacielos corporativo, para pesar tiempo en los lugares donde se fabrican los productos, se entiende a los clientes, se amenaza el medio ambiente. Esta disposición mental cosmopolita puesta en acción: mirar hacia afuera de manera diferente, para reflexionar hacia dentro de manera diferente. Podemos decir que la disposición mental cosmopolita pone la disposición reflexiva en contexto. Gestión de las relaciones: disposición mental colaborativa: Poca falta hace decir que la gestión es acerca de trabajar con las personas, no solo en calidad de superiores y subordinados, sino más, importante aún, en calidad de colegas y socios. Llegar a una disposición autentica colaborativa requiere que se vaya más allá de otorgar facultades para llegar hasta el compromiso. También implica alejarse de la gestión heroica y acercarse a un estilo más participativo. Los ejecutivos participativos escuchan más de lo que hablan pasan más tiempo fuera de la oficina viendo y sintiendo, que sentados dentro de ella divagando. Al ser Cosmopolitas, fomentan la colaboración entre los demás. Y son menos controladores, permitiéndole a la gente mayor control sobre su trabajo. Si el lema implícito del ejecutivo heroico es “yo autorizo, tu actúas”, el del ejecutivo participativo es “nosotros soñamos, nosotros actuamos”. Gestión del cambio: la disposición mental de acción: La calve de la disposición mental de acción está en movilizar el esfuerzo en torno a aquellas cosas que deben cambiar, mientras se es cuidadoso en mantener las demás. Y no se equivoque: la gestión de la continuidad es tan difícil como la gestión del cambio. Para que el cambio sea exitoso, no puede seguir un plan de desarrollo mecánico de formulación y ejecución. La acción y la reflexión deben combinarse en un flujo natural, y el proceso debe incluir la colaboración. Satihs Kumar, director del Shumacher institute en el reino unido, lo expreso bien en el título de su último libro, tú eres luego yo soy: una declaración de independencia. Más nos vale ser reflexivamente colaborativos y analíticamente cosmopolitas para lograr un cambio eficaz. Cambiar es un proceso de aprendizaje, y también es posible que pensemos que el conflicto es la norma y el cambio la respuesta, pero no tiene por qué ser así. Es posible que los miembros de una organización se resistan a un cambio que les fue impuesto, porque lo juzgan disfuncional. A su vez, ellos pueden llevar a cabo sus propios cambios, rediseñando las operaciones de manera permanente para mejorar su funcionamiento. “evidentemente, estos cinco modos de pensar no representan categorías rígidas o definitivas. Necesitamos etiquetas distintivas para cada uno de ellos, pero es obvio que se superponen y que son más que las meras palabras que lo describen. También son más que metáforas, pero una metáfora puede ayudarnos a comprender como se unen”