LA PROPUESTA FORMATIVA: MI MATERIA DE ESTUDIO La actualización académica en educación de jóvenes y adultos es una propuesta que realmente nos permite fortalecer el vínculo entre cultura y pedagogía, ya que nos alienta a comprometernos con la transmisión cultural y de enseñanza en la docencia, independientemente de la asignatura que dictemos. Como agentes sociales, estamos conscientes de que somos responsables, no sólo de compartir nuestros conocimientos y metodologías con total libertad, sino también de crear en cada uno de nuestros alumnos un sistema de ideas, sentimientos, costumbres, para cambiar, de alguna manera, sus realidades. De esta manera, fomentamos “la verdadera enseñanza en todos los niveles, la misma que a la vez adopta el carácter inquietante del encuentro con lo desconocido y el apoyo que aporta la tranquilidad necesaria”. (Meirieu, 2006, p. 25). En este caso particular, el Instituto Superior de Estudios Pedagógicos, juega un papel muy importante; nos brinda las herramientas necesarias para mejorar nuestro actuar dentro del ámbito escolar. “Nos presenta un fragmento del mundo; nos transmite un saber, un legado cultural; pone a disposición nuestra algo que ya conoce y ama”. La finalidad, como aseguran Masschelein y Simons, es que cada uno de nosotros logre interesarse por estudiar y conocer el mundo, para luego, dedicarse de lleno a él. Una vez abierto, atendido, estudiado y conocido el mundo, entonces, será posible amarlo, cuidarlo y renovarlo. Es de carácter importante mencionar, que en dicho recorrido, nos sentimos muy acompañados por la tutora, el amor por el quehacer docente se siente, se observa, y se lee en cada una de las devoluciones que recibimos día a día, lo mismo sucede con los materiales seleccionados para cada clase. También, debo agregar que la propuesta habilita en su totalidad el “espacio de libertad”. Como afirma Hassoun “la transmisión constituiría ese tesoro que cada uno se fabrica a partir de elementos brindados por los padres, por el entorno, y que remodelados por encuentros azarosos y por acontecimientos que pasaron desapercibidos, se articulan a lo largo de los años con la existencia cotidiana para desempeñar su función principal: ser fundante del sujeto y para el sujeto” (1996, p.17). y aquí, esto se refleja totalmente porque como estudiantes nos sentimos totalmente libres de “remodelar” y/o hacer uso de lo transmitido en lo que consideremos necesario y, a su vez, de expresar lo que creemos. Esto no puede pasar desapercibido, porque para lograr una formación ideal, como seres humanos, necesitamos desarrollarnos libremente, lo que nos permite llevar a cabo una experiencia de práctica docente aún más profesional, abriéndonos puertas a lo desconocido pero sin miedos. Si, hoy me siento más segura de lo que hago, esa misma seguridad se acrecentará a lo largo de este recorrido que recién acaba de comenzar. Estoy segura. Vignetta, Yohana BIGLIOGRAFIA Simons, M. y Masschelein, J. (2014). Capítulo 2, apartado 11: Una cuestión de amor (o diletantismo, pasión, presencia y maestría). En Defensa de la escuela. Una cuestión pública. Buenos Aires: Miño y Dávila. Meirieu, P. (2006). Carta a un joven profesor –Porque enseñar hoy. Barcelona: Grao. Jacques Hassoun (1996) Los contrabandistas de la memoria. Buenos Aires: Ediciones de la Flor.