La mujer Mexicana siempre ha sido muy estereotipada y es muy fácil hoy en día imaginarnos a una mujer de esta nacionalidad sin ningún problema. Actualmente en el siglo XXI la idea de los roles que hace una mujer en la familia no ha cambiado mucho entre siglos pasados, se sigue creyendo que la mujer tiene un lugar dónde pertenece y un lugar dónde solo debe estar al tener a sus criaturas nacer, la casa. Es precisamente lo que se refleja en el anuncio que estamos analizando, El género femenino se encuentra buscando la perfección para satisfacer a su familia a cualquier costo sin que nada la detenga y de la manera que sea para que su familia esté contenta. En la revista de la Colmena del Estado de México nos dan una idea de cómo ha sido la mujer categorizada y jerarquizada en el hogar debido a su género, además de sus trabajos obligatorios que toda buena mujer debe hacer para satisfacer. “A cada parte le otorgaron un sinfín de tareas que, al tejerlas, los separan de algunos espacios y del ejercicio de accionar en ellos. Así, el espacio político era un atributo de lo masculino, él estaba dotado para la política, para determinar las tareas de grandeza de la nación; lo femenino era ternura, aliento de vida, jícara plagada de colores y olores, resguardados por los brazos fuertes de aquel ser masculino que la protegía con un decálogo de actitudes y comportamientos. En ella estaba una misión: ser el conducto para conocer el universo, llevar de la mano, dar la palabra y acercar al Señor, era tarea sólo para la madre, los padres estaban en la locura heroica.” Como nos comenta la autora de este artículo Izaguirre Fierro Rosario Olivia el hombre era y sigue siendo el que tiene que salir a ensuciarse las manos, a hacer trabajos pesados para mantener a la familia, sin descansar y con esfuerzos sobrehumanos para cuando llegue a su hogar esté ahí la mujer que tiene que proveer con descanso y con paz para que el hombre esté listo para al siguiente día seguir con la rutina para sustentar a la familia. Esto ha sido así desde tiempos inmemorables. El personaje que está en nuestro anuncio tiene todos estos estereotipos que se le ha dado a la mujer para mantener la familia limpia y en buen estado. Doña Lucha, quien es una mujer Mexicana dedicada al que hacer y al contar las anécdotas que una señora tiene al quedarse en casa a realizar la infinidad de actividades para poder mantener la casa limpia, la ropa limpia, simplemente las acciones que van a hacer que el hombre cuando llegue esté satisfecho y no tenga ningún disgusto después de su largo día de jornada laboral tan pesado. Este mismo personaje nos muestra la apariencia del cómo se tiene ya en la mente el cómo debe lucir la mujer Mexicana, Con un mandil para estar siempre lista para cuando se presente una situación en la que haya que realizar acciones que la tengan que ensuciar y mojar ella esté preparada para cualquier cosa. Siempre con colores llamativos y nada oscuros para generar confianza y sentirse bien al estar acompañado de alguien con una apariencia tan hogareña y tan maternal que provoque ese sentimiento de seguridad y satisfacción que todo ser busca dentro de una madre. La mujer se caracteriza además por tener que hacer cómo sea y de la manera que sea lo correcto para poder hacer feliz a sus hijos y esposo, A eso mismo se refiere en el anuncio cuando el personaje ya mencionado intenta resolver su problema con remedios caseros y cómo todavía después de usar estos métodos no convencionales no lograr resolverlo cómo se busca, llega el detergente a hacerle la vida más sencilla a esas mujeres para que ya no tengan ese problema de tener que esforzarse y así poder satisfacer a la familia como se debe. Un artículo de la página de internet llamada TribunaFeminista nos habla de lo que se espera de una mujer dentro de la casa para así satisfacer y el cómo se ha utilizado en los medios audiovisuales cómo instrumento de publicidad , además de un estudio que realizó El Consejo Audiovisual de Andalucía. “Los anuncios que se emiten en las televisiones del arco mediterráneo perpetúan a la mujer como la encargada de la limpieza de la casa y el cuidado de la familia, como poseedora de un cuerpo lleno de imperfecciones que es preciso corregir y como un ser vulnerable y dependiente del varón. Estos son los estereotipos más frecuentes en los anuncios que se pueden ver en las televisiones de Andalucía, Cataluña, Croacia y Marruecos, cuyos consejos audiovisuales han participado en el estudio Los estereotipos sexistas a través de los anuncios publicitarios en el espacio mediterráneo, una iniciativa coordinada por el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) y la autoridad reguladora del audiovisual marroquí. Este estudio se enmarca en los trabajos que desde 2012 se desarrollan en la Red de Instituciones Reguladoras del Mediterráneo (RIRM) para contribuir a que los medios de comunicación respeten los derechos de la mujer y promuevan la igualdad. En 2015, los consejos de la RIRM consensuaron 17 estereotipos masculinos y femeninos sexistas que deben erradicarse de la publicidad, y el CAA elaboró una herramienta informática para que todas las autoridades reguladoras que lo deseen puedan aplicar estos indicadores y obtener así informes homologables que permitan extraer una comparativa de la situación en la cuenca mediterránea. El primero de estos informes comparativos abarca los 438 anuncios más emitidos de Andalucía -que incluye los canales de ámbito nacional Telecinco, Cuatro TV, Antena 3 y La Sexta, además de Canal Sur TV-, Cataluña -que solo incluye televisiones catalanas-, Croacia y Marruecos.” Existe una palabra que se ha adoptado recientemente para definir esta desigualdad entre hombres y mujeres al tener estos roles que nosotros como jóvenes debemos identificar y cambiar para evitar este tipo de estereotipos que nos sigue implementando la televisión nacional. El patriarcado, el cual está relacionado con la estructura socioeconómica y marca una brecha importante de desigualdad entre hombres y mujeres. La falta de independencia económica de muchas mujeres respecto a los hombres, la división sexual del trabajo por la que las mujeres suelen cargar con el peso del trabajo doméstico y el cuidado de personas, también cuando trabajan fuera de casa, o la desigualdad en la remuneración en los salarios de los trabajos actuales que marcan una diferencia de jerarquía de poder totalmente inaceptable para los tiempos de hoy en día. Sin embargo, existe un punto que es interesante tocar a pesar de no estar totalmente presente en nuestro anuncio, el que la presión del patriarcado no afecta únicamente a la cuestión laboral, sino que aparece prácticamente en todos los aspectos de nuestras vidas. Uno de los prejuicios más utilizados por nuestra sociedad o por el patriarcado es el reconocimiento de las mujeres solo a través de su condición de objeto sexual. El estereotipo de mujer normalmente nos dice de una manera u otra que esta se muestre ante el hombre como objeto de deseo. Esta realidad es fuertemente alimentada por la publicidad y los medios de comunicación en general, que sustentan un mercado multimillonario basado en el fomento y la explotación de un sentimiento de insatisfacción de las mujeres con su físico y en el tratamiento de las mujeres como objetos. No obstante no profundizaremos tanto en este punto ya que no se observa tan claro una actividad así en nuestro anuncio. Existe otro punto interesante de tocar al hablar de los medio al generar contenido ya que los anuncios radiofónicos son menos estereotipados que los televisivos y se debe en realidad, a la falta de imagen que impide que la mente capte ese sentido de jerarquía o de roles que se ven físicamente en la televisión. En este sentido, Balsebre y otros nos dicen “La radio es un territorio negado a la imagen. O, mejor sería decir, negado a la evidencia de la imagen. Porque la seducción y la persuasión representan el dominio de un universo más imaginario que simbólico, más glamuroso que retórico. Las palabras estimulan en nuestra mente la creación de ideas fuertes y duraderas relacionadas con el amor o el desprecio, la belleza o la repulsión, el placer o el temor, lo terrible o lo sublime, la pasión o el aburrimiento, la simpatía o el rechazo. Palabras que al ser pronunciadas con precisión producen en la mente de quien las escucha el efecto de la persuasión y su corolario, la credibilidad”. Así pues, creemos que los anuncios de radio de nuestro país no son menos estereotipados que los de otros medios como la televisión, aunque sí creemos que existe una menor percepción de sexismo o de estereotipación de género en los anuncios publicitarios radiofónicos fundamentalmente gracias a tres razones: en primer lugar, y tal como acabamos de mencionar, a la ausencia de la imagen que produce el falso espejismo de normalidad. Como no hay imagen, no hay representación física de ese rol, de ese estereotipo. Es uno, como oyente, quien se imagina la situación, quien se imagina a la protagonista con unos determinados rasgos físicos, con una determinada vestimenta y desarrollando unas tareas determinadas. Es mi representación mental. Izaguirre Fierro, Rosario Olivia (2010). Un retrato de la mujer mexicana. La Colmena, (65-66), [fecha de Consulta 3 de Noviembre de 2019]. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=4463/446344468017