LA MEDIACIÓN PEDAGÓGICA Y SU IMPORTANCIA EN LOS PROCESOS DE APRENDIZAJE. La mediación pedagógica es considerada como elemento fundamental de las competencias docentes del maestro en la RIEB. Ya que al implementar las clases el rol fundamental del maestro es demostrar con su desempeño que es capaz de ayudar en forma indirecta al alumno a aprender de manera significativa, partiendo de sus conocimientos previos, motivando la construcción del conocimiento, la reflexión y transferencia de lo aprendido, y brindado ayuda cuando el aprendiz ya no pueda avanzar por sí sólo, además de favorecer la cooperación y un ambiente propicio en el aula. La función del docente mediador es un elemento rector para implementar el enfoque por competencias. "(Bercovitch 1997: 127). Las acciones del mediador dependen de la personalidad de los mismos y de los recursos y competencia de que disponen. A su vez, también dependen de quiénes son las partes involucradas, el contexto del conflicto, y la naturaleza de su interacción”. Los sistemas de enseñanza - aprendizaje se han visto modificado por varias instancias incluidas el advenimiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC). Indudablemente La figura del maestro como trasmisor de conocimientos también ha variado poderosamente de ser el transmisor de conocimientos, hasta llegar a adquirir otras dimensiones: la del mediador y formador de nuestros días. Hoy el centro del aprendizaje es el alumno y el maestro desempeña o debería desempeñar un rol de acompañamiento, el maestro tiene como función la mediación pedagógica entre el conocimiento, el medio y el alumno. La mediación pedagógica se orienta hacia el logro de una mayor comunicación e interacción, desde las relaciones (presenciales o virtuales) entre los actores participantes y desde los procesos de producción de los materiales de estudio. La mediación pedagógica es el tratamiento de contenidos y de formas de expresión de los diferentes temas que tienen como fin hacer posible el acto educativo, dentro del marco de una educación concebida con participación, creatividad y expresividad. El aprendizaje será válido en tanto genere procesos educativos. Entre las fases de la mediación pedagógica figuran: el tratamiento del tema, el tratamiento del aprendizaje y el tratamiento de la forma. Por ello, se hace necesario conocer el papel que tiene la comunicación en los procesos de ajuste al cambio social y para ello se plantean los mecanismos de mediación que ocurren en la sociedad y que implican y/o determinan la capacidad de producción y reproducción de los sistemas sociales; es decir, su capacidad de permanencia, de coherencia y de libertad; así como, a la inversa, su incapacidad para permanecer, ser coherentes y sostener cierto margen de libertad para enfrentar lo contingente. La mediación, “como sistema institucionalizado, no solamente cumple funciones mediadoras, sino que produce objetos que transportan modelos de ajuste a los cambios que se originan en el plano cultural - tecnológico y en el plano de la innovación y el cambio cultural; que implican, a su vez, el ajuste necesario a una visión del mundo que justifique la relación entre el medio social y el medio natural” (Martín, 1978). La profesionalidad del profesor-mediador encuentra un constante desafío en saber identificar y definir las causas de los problemas que entorpecen los procesos educativos. La educación no es un camino lineal, sino tortuoso, lento, que, incluso, exige retrocesos, olvidos y modificaciones profundas. Así pues, la aceptación y la comprensión de las limitaciones de los alumnos ponen a prueba la capacidad de empatía del mediador. El mediador precisa contemplar todo problema desde diversos ángulos. Para ello debe echar mano de su experiencia, de los equipos interdisciplinares profesionales, de los compañeros y de la misma familia, para acertar en las terapias, nuevas expectativas y exigencias sobre cada educando. La dosis adecuada de esfuerzo debe conducir a la experiencia de éxito y a la motivación. El conocimiento de los centros de interés de cada educando, así como sus expectativas y posibilidades, son recursos que el mediador tiene a mano para una orientación personal y para definir metas adaptadas y sembrar nuevas expectativas. Los cursantes aprenderán los últimos aportes teóricos sobre transformación de las relaciones, ya sea inter-personal o grupal, llevándolas desde la confrontación abierta o silenciosa, hacia la cooperación. Cuando nos referimos al término Educar, social y culturalmente, estamos hablando de formar para la vida, para que las personas tengan una actuación en sociedad adecuada en términos morales y actitudinales, de ahí que el enfoque cotidiano que se le pueda dar a la educación resulta primordial y más efectivo y significativo si es en relación a su experiencia y contexto social en el cual se desarrollan los aprendices. Somos parte de un proceso global en donde muchos paradigmas se están transformando por el envolvente avance de las tecnologías, incluida la educación. Ante tal escenario y la tendencia constructivista que ha tomada el sistema educativo nacional e internacional, mediar entre el estudiante y los contenidos y enseñar a hacer, resultan ser las consignas de parte del profesorado que se enfrenta a los cambios. La mediación pedagógica por medio de las tecnologías, nos lleva más allá de la relación educativa clásica entre profesor-estudiante, inclusive a los asientos del sistema educativo, porque las TIC pasan desde ser un medio para el aprendizaje a ser parte del aprendizaje, ya que su presencia cultural nos provee no solo del objeto tecnológico en sí, sino que nos propician otra manera de expresión, percepción, información y comunicación. En éste aspecto considero que es muy buena la intención de trabajar con las TIC, pero desgraciadamente estamos todavía muy lejos de contar con tales recursos en su totalidad. A lo largo de mi vida laboral he observado muchos cambios en la educación, esto debido a los cambios a nivel mundial, donde México se ha querido poner a la par con otros países, lo cual no lo ha logrado, debido a múltiples factores entre ellos la inversión económica, la cual es de suma importancia. Anteriormente la educación que impartía el estado era , rígida, rigurosa, severa, los maestros hacían uso de su fuerza física y emocional para atemorizar y ridiculizar a los alumnos, eran déspotas y prepotentes, se consideraban el centro de la educación, era el único que hablaba y a través de ello transmitía su conocimiento por que ese era su papel, en éste tipo de educación lo que deseaban los alumnos era tener paz, tranquilidad, libertad y al no ser así se volvían alumnos con rebeldía hacia la educación que recibían, no veían al maestro con respeto sino con miedo. En la actualidad los tiempos han cambiado se ha pasado de una educación rígida que tenía como centro de la educación al maestro a una educación de libertades, paz, tranquilidad donde el alumno propone, participa, realiza, interviene, se incluye, determina el aprendizaje que desea adquirir y el docente es quien lo guía, acompaña, aconseja y le da la libertad de que experimente a través de diferentes hipótesis creadas por él mismo, además de que se le ha estado instruyendo en el uso de las TIC al alcance de las posibilidades de la institución y de la comunidad, ahora el alumno construye su propio conocimiento en base a experiencias previas y fuentes de información. El rol de los docentes en la actualidad dentro de esta sociedad del conocimiento, la interacción estudiante-currículo-tecnología y la contextualización de las enseñanzas en relación a las experiencias socio-tecnológicas de nuestros aprendices, son elementos clave para el mediador pedagógico, el cual no debe perder la visión pedagógica sistemática constructivista en el logro de los aprendizajes integrales y significativos, junto con contextualizar las actividades necesarias de enseñanza que requiere este propósito, y en donde el enfoque de la enseñanza parta de la realidad local y nacional para llegar al contexto global que hoy en día nos condiciona, interviene y transforma, cuidando de no excluir el carácter transversal, ético y valórico, que acompaña siempre a este proceso educativo.