Subido por Andrea Cortes

Resumen trabajo 1

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Trabajo 1 Políticas Públicas
Unidad 1
Autores a abordar: Graglia, Parsons, Boneti
1-Concepto de políticas públicas
-Graglia
Lo público de las políticas es una zona de encuentro más o menos grande o pequeña, entre lo
estatal y lo social.
Entonces, todas las políticas públicas son proyectos y actividades que tienen al Estado como
responsable principal pero no todos ellos son políticas públicas sino solamente aquellos que,
además, buscan la satisfacción social y la aprobación ciudadana. Asimismo, todas las políticas
públicas son proyectos y actividades que buscan la satisfacción social y la aprobación ciudadana
pero no todos ellos son políticas públicas sino solamente aquellos que, además, tienen al Estado
como responsable principal.
La razón de ser de las políticas públicas es el bien común, y sus fines son la satisfacción social y la
aprobación ciudadana. Son herramientas del Estado al servicio de la sociedad. El responsable es el
Estado y su destinatario es la sociedad.
Desde ya, adelantamos que el Estado es el responsable “principal” pero no exclusiva ni
excluyentemente, por una parte, y, por la otra, que la sociedad debe ser vista como primera
destinataria pero, a la vez, considerada como partícipe necesaria en el diseño y la gestión de
políticas públicas
-Parsons
La idea de las políticas públicas presupone la existencia de una esfera o ám bito de la vida que no
es privada o puramente individual, sino colectiva. Lo público comprende aquella dimensión de la
actividad humana que se cree que requiere la regulación o intervención gubernamental o social, o
por lo menos la adopción de medidas comunes.
El Estado democrático liberal moderno de la segunda posguerra sería un sistema que busca definir
su legitimidad a partir de sus políticas. Hogwood y Gunn (1984: 13-19) especifican diez usos del
término “políticas públicas” en este sentido moderno:
• Etiqueta para referirse a un ámbito de actividades.
• Expresión del propósito general o de la situación deseable sobre determinados asuntos.
• Propuestas concretas.
• Decisiones gubernamentales.
• Autorización formal.
• Programa.
• Resultado (output).
• Impacto.
• Teoría o modelo.
• Proceso.
La legitimidad de la burocracia derivaba de su carácter presuntamente apolítico, mientras que los
políticos afirmaban que su autoridad descansaba en la aprobación de sus políticas o “plataformas”
por parte del electorado. Por lo tanto, el término políticas (policy) se convierte en una expresión
de racionalidad política. Disponer de una política es tener razones o argumentos racionales que
incluyen tanto la presunción de que se comprende un problema como de que se tiene una
solución. Pone sobre la mesa el problema y las medidas que deben tomarse. Una política ofrece un
tipo de teoría sobre la cual se erige el reclamo de legitimidad. Con el desarrollo de los modernos
sistemas electoral y de partidos en las sociedades industriales, el discurso de las políticas se
convirtió en el principal modo a través del cual el electorado participaba en “política” y se
relacionaba con élites políticas rivales. Se espera que el político disponga de “políticas” al igual que
se espera que una tienda cuente con mercancías. (pag. 49)
2- Perspectivas en torno a las políticas públicas
-Graglia:
Si bien el concepto de políticas públicas se puede abordar desde una noción descriptiva (que lo
estudia “desde el sujeto”, es decir, desde el Estado, su gobierno y su administración pública, y
según la cual cualquier proyecto o actividad estatal que privatice o estatice un servicio público, por
ejemplo, sería una “política pública”), el autor se inclina hacia una noción prescriptiva.
La noción prescriptiva, estudia las políticas públicas “hacia el objeto”, o sea, hacia la sociedad y sus
sectores integrantes. Prescriptivamente, puede haber proyectos gubernamentales y también
actividades administrativas pero sin políticas públicas, porque estas actividades solo serían
políticas públicas si fuesen capaces de subordinar los intereses partidarios de los gobernantes y/o
las demandas sectoriales de los empresarios a las necesidades de la sociedad.
Las razones por las que el autor se inclina más hacia esta perspectiva son: porque orientan el
concepto hacia la búsqueda del bien común, la satisfacción social y la aprobación ciudadana y
prestigia el concepto de política pública como herramienta del Estado al servicio de la sociedad.
-Parsons
Abarca el concepto de políticas desde el meta análisis que es básicamente ir más allá del concepto,
por lo que hace un estudio histórico de lo público; llegando a centrar su análisis en que las
políticas públicas son una especie de medio de comunicación o intercambio democrático
El método democrático es aquel arreglo institucional para llegar a las decisiones políticas
mediante el cual los individuos adquieren el poder para decidir por medio de una lucha
competitiva por el voto de la población [...] por supuesto, todos los partidos, en algún momento,
se presentarán con una serie de principios o plataformas, y tales principios o plataformas podrán
ser el sello del partido que los adopte y tan importantes para su éxito como las marcas de las
mercancías son el sello de una tienda departamental e importantes para su éxito. Pag 49
Unidad 2. Estado y políticas públicas
Autores a abordar: Graglia, Oszlak, Ramírez y Torres
1-Rol del estado y su vinculación
-Graglia:
La responsabilidad gubernamental y administrativa de cara a la sociedades indelegable. Clara y
definitivamente. Esa debe ser la característica fundamental de un Estado “responsable”.
Los proyectos, programas y planes (estratégicos o no) son una condición necesaria pero
insuficiente. Las políticas son, también, actividades. Sin actividades tampoco hay políticas públicas.
Se define a las actividades en sentido amplio, o sea, como sinónimo de acciones o tareas. Los
proyectos sin actividades no son políticas públicas, son simples proyectos que muestran
voluntarismo. Asimismo, las actividades sin proyectos tampoco son políticas públicas, son simples
actividades que de muestran activismo. Solamente juntos, proyectos y actividades configuran una
política pública. Nos parece trascendente destacar que se trata de una conjunción y no de una
disyunción. Se trata pues, de “proyectos accionados” o de “acciones proyectadas”,
indistintamente.
Los proyectos (programas y planes) deben ser decididos por los gobiernos mientras que las
actividades deben ser accionadas por las administraciones públicas (nacionales, subnacionales o
locales) (Aguilar Villa nueva, 2011:77-78).
Los proyectos, programas y planes (estratégicos o no) son una condición necesaria pero
insuficiente. Las políticas son, también, actividades. Sin actividades tampoco hay políticas públicas.
Se define a las actividades en sentido amplio, o sea, como sinónimo de acciones o tareas. Los
proyectos sin actividades no son políticas públicas, son simples proyectos que muestran
voluntarismo. Asimismo, las actividades sin proyectos tampoco son políticas públicas, son simples
actividades que demuestran activismo. Solamente juntos, proyectos y actividades configuran una
política pública. Nos parece trascendente destacar que se trata de una conjunción y no de una
disyunción. Se trata pues, de “proyectos accionados” o de “acciones proyectadas”,
indistintamente.
Los proyectos (programas y planes) deben ser decididos por los gobiernos mientras que las
actividades deben ser accionadas por las administraciones públicas (nacionales, subnacionales o
locales) (Aguilar Villanueva, 2011:77-78).
Claramente, el gobierno no es la administración pública y la administración pública no es el
gobierno. Al primero corresponde la decisión política (sobre este punto volveremos al ver la
decisión como segunda fase primaria de las políticas públicas, en el Capítulo III). Esa es su
naturaleza y por eso es elegido.
Un gobierno que no toma decisiones, no gobierna. Luego, tomar decisiones correctamente es
“gobernar bien” (García Pizarro, 2007:27-28). A la segunda corresponde la acción operativa de las
actividades (sobre este punto volveremos al ver la dirección como tercera fase primaria de las
políticas públicas, en el Capítulo IV). Esa es su naturaleza y para eso está organizada. Una
administración pública que no implementa acciones, no administra. Luego, accionar
correctamente es “administrar bien” (García Pizarro, 2007:47-49).
Pero el gobierno no puede ignorar a la administración pública: debe decidir (y hacerse cargo de
sus decisiones) consultándola. A su vez, la administración pública no puede ignorar al gobierno:
debe accionar (y hacerse cargo de su acciones) consultándolo. Gobierno y administración son
anverso y reverso de la realidad estatal.
Cuando los gobernantes ignoran a los administradores públicos, gobiernan mal. Cuando los
administradores públicos ignoran a los gobernantes, administran mal. Unos u otros desatienden
sus deberes. Gobierno y administración van de la mano. No administrar es “desgobernar” y no
gobernar es “desadministrar”. Claramente, no hay Estado sin gobierno y no hay gobierno sin
administración pública. Pero, en relación con sus responsabilidades respectivas, debe establecerse
un orden de prelación. Es decir, ambos no son igualmente responsables. El primero debe hacerse
responsable de la administración del Estado. Pero la segunda no puede responsabilizarse del
gobierno del Estado. Si la administración pública no es productiva, el gobierno debe hacer las
reformas administrativas suficientes. Pero si el gobierno no es representativo, la administración
pública no puede hacer las reformas políticas necesarias.
Para tener políticas públicas, son imprescindibles tanto los proyectos (programas y planes)
gubernamentales como las actividades administrativas.
-Oszlak
1. La emergencia y formación estatal están íntimamente relacionadas con el desarrollo de otros
componentes del proceso de construcción social en su conjunto, en particular a la idea de nación,
al capitalismo, a una estructura de clases y a un sistema de dominación política, tal como lo
comprueba abundantemente la experiencia norteamericana y europea.
2. A lo largo de este proceso, el estado adquiere una serie de atributos (estatidad), de los cuales la
formación gradual de una maquinaria profesional (un servicio civil, una burocracia pública)
adquiere especial interés para nuestro análisis.
3. Este aparato institucional se forma y crece al tiempo que un número ascendente de cuestiones
sociales se incorporan a la agenda estatal. En parte, esta incorporación requiere la expropiación de
dominios funcionales a los estados subnacionales u organizaciones de la sociedad civil
previamente a cargo de la satisfacción de necesidades sociales; y en parte conlleva el desarrollo de
una capacidad anteriormente inexistente de asumir mayores responsabilidades, posibilitado por la
misma formación del estado y sus nuevas y más amplias capacidades de movilización de recursos.
4. Esta particular composición de la agenda y las posiciones tomadas por el estado (políticas
públicas) determinan el tipo de solución ideada para resolver las cuestiones agendadas y, por lo
tanto, la configuración y características de la burocracia resultante. Por ejemplo, una burocracia
militar (fuerzas armadas e instituciones de defensa) puede ser central en la agenda actual de
ciertos estados (v.g., EE.UU., Corea del Norte) o totalmente inexistente en la de otros (v.g. Costa
Rica). O puede haber sido crítica en otros tiempos (como ocurrió en la mayoría de los países
latinoamericanos en el siglo XIX). Los servicios de recaudación se han establecido como resultado
directo de la necesidad de sostener al aparato estatal, permitiéndole jugar su rol de gerenciador
público. Las agencias reguladoras de sectores privados u organizaciones públicas, pueden tener
una relevancia clave en la agenda estatal de gobiernos intervencionistas, o pueden ser
completamente irrelevantes en aquellos más liberales. De forma más general, la importancia
relativa del bienestar, la educación, la ciencia y tecnología o la seguridad doméstica (como
ejemplos de cuestiones que componen la agenda estatal) puede estimarse por el tamaño y la
adjudicación de recursos a las agencias a cargo de resolver los temas correspondientes dentro del
aparato burocrático.
5. Por lo tanto, la burocracia estatal puede ser concebida como la cristalización institucional de las
políticas públicas y la actividad estatal manifestada mediante agencias burocráticas que, a lo largo
del proceso de implementación, acaban definiendo la naturaleza del estado que materializan.
6. Desde este ventajoso punto de observación, el estado (y su burocracia) es lo que hace – una
proposición que nos lleva de regreso a la afirmación inicial de esta sección. Esta proposición
provisoria debe explorarse más detalladamente, para lo cual se presentará un esquema analítico
que pueda servir para examinar la dinámica interna de la burocracia y los efectos de dicha
dinámica sobre su productividad.
2-Gobernabilidad 47 y 65
-Graglia
La receptividad política se basa en la eficacia gubernamental y se refleja en la capacidad para
generar políticas de bienestar y eficiencia económica. Sin eficacia gubernamental no puede haber
receptividad política y sin ésta se pone en peligro la gobernabilidad.
Definición de democracia: 1) elecciones libres, 2) sufragio universal, 3) participación plena, 4)
libertades civiles, 5) poder efectivo para gobernar y 6) igualdad socioeconómica y/o altos niveles
de participación popular en las instituciones económicas, sociales y políticas, control en los
procesos de toma de decisiones y todos los niveles de política.
Las políticas de generación de empleo y de lucha contra la pobreza son claves para medir la
capacidad de generar bienestar.
Es importante también la libertad económica.
La distribución del ingreso es uno de los indicadores más importantes en lo que respecta a la
eficiencia de los sistemas democráticos para promover la equidad, constituyendo una muy buena
medida resumen de la desigualdad social ya que mide la distribución del ingreso por grupos
quintiles de población, clasificada según los ingresos totales del hogar, considerando la brecha
existente entre el más alto (20% más rico) y el más bajo (20% más pobre).
Desde nuestro punto de vista, las políticas de redistribución de los ingresos y crecimiento
económico son claves para medir la capacidad de generar eficiencia económica. Claramente, la
desigualdad indica ineficiencia económica, un problema público que solamente se puede
solucionar mediante la capacidad de generar políticas que disminuyan la brecha de ingresos entre
los más ricos y los más pobres.
La satisfacción de la sociedad es la consecuencia de la “receptividad política” mientras que la
aprobación de la ciudadanía es la causa de la legitimidad democrática.
La legitimidad democrática se funda en la convicción sobre el origen y el desempeño de los
gobiernos y se refleja en el apoyo de la opinión pública a los principios y las realizaciones de la
democracia (formal y real). Sin convicción sobre el origen y desempeño de los gobiernos no hay
legitimidad democrática y sin ésta se pone en peligro la gobernabilidad.
Hay dos tipos de legitimidad: de origen y de desempeño. La de origen depende de los atributos de
la democracia formal: elecciones libres, sufragio universal, participación plena.
La legitimidad de desempeño depende de las realizaciones de la democracia real, suponiendo un
mínimo de aprobación ciudadana que asegure la obediencia a las decisiones y acciones
gubernamentales y administrativas sin que sea necesaria la fuerza del Estado. Por lo tanto, todos
los proyectos (programas o planes) y actividades estatales tratan de ganarse ese mínimo de
aprobación ciudadana, transformando la obediencia en adhesión.
Así, la legitimidad democrática se refleja en el apoyo de la opinión pública a los principios del
régimen democrático, por una parte, y a las realizaciones del sistema democrático, por la otra
-Ramírez
Una democracia de calidad es una democracia con un gobierno eficiente cuyas decisiones son
aceptadas por la población en la medida en que cubren sus expectativas y satisfacen, en mayor
medida, sus necesidades.
La política como actividad pública y colectiva persigue obtener resultados cuyo objetivo final es la
satisfacción de las necesidades de los diversos sectores que componen la población de un Estado.
Para gestionar el conflicto social y mantener a la sociedad en los umbrales del equilibrio y la
estabilidad, las instituciones gubernamentales generan, mediante una multiplicidad de procesos
en los que intervienen diversos actores, una serie de decisiones vinculantes que les permiten
efectuar las funciones para las que una organización política fue establecida y que le den
legitimidad y aceptación.
Políticas públicas: capacidad que tienen los actores e instituciones de intervenir en las decisiones
colectivas a partir de su capacidad de fuerza, influencia y autoridad.
La característica central de las políticas públicas en los regímenes democráticos consiste en el
hecho de que la decisión pública, es decir, la política pública cuyo objetivo es regular un conflicto o
atender una demanda de la población en un área específica de la vida social, es precedida por un
proceso complejo de elaboración en el que participan una pluralidad de actores públicos y
privados.
El objetivo de la política en general y el de la política pública en particular es la consecución de un
grado razonable de estabilidad social mediante la distribución, más o menos equitativa, de
recursos que buscan atender las necesidades de la sociedad evitando la ingobernabilidad e
imprimiéndole racionalidad al trabajo gubernamental. Cuando la actividad de gobierno expresada
en las decisiones públicas (políticas públicas) y sus consecuencias son aceptadas con el menor
índice de impugnación o resistencia, se dice que existe gobernabilidad, es decir, capacidad del
gobierno de funcionar adecuadamente –atendiendo a las expectativas y a los reclamos de los
grupos que componen a la sociedad y específicamente a quienes van dirigidas las políticas– con los
mecanismos y recursos institucionales y presupuestales disponibles.
La gobernabilidad funciona entonces como un elemento imprescindible de un régimen
democrático y permite valorar el rendimiento gubernamental de un Estado en un momento
determinado a partir de las decisiones y po líticas que adopta. Cuando esas decisiones se toman
incorporando y considerando la opinión y la participación de los actores involucrados en ellas, la
posibilidad de aceptación se incrementa, aumentando a su vez la estabilidad o gobernabilidad
democrática que minimiza el conflicto y la tensión sociales. Según estas características, un
gobierno obtiene legitimidad, y esto permite un mayor margen de maniobra a su actividad
política.
La capacidad de canalizar adecuadamente las demandas sociales integrándolas a la agenda pública
y a la toma de decisiones con el acompañamiento de los actores públicos y privados existentes en
la sociedad civil, disminuye el riesgo de ingobernabilidad y abre espacios democráticos a la toma
de decisiones colectivas con base en la pluralidad y el consenso.
Otro elemento importante para la gobernabilidad democrática es que na gobernabilidad
democrática aceptable se convierte en uno de los sustentos de legitimidad de las democracias
contemporáneas por el grado de satisfacción de las demandas sociales que responde a la idea
popular de que la democracia necesita decisiones colectivas que se traduzcan en mejoras en las
condiciones de vida para la población.
3-Capacidades estatales e institucionales. Modelos y estrategias de gestión.
-Graglia:
Sin proyectos no hay políticas públicas. Se entiende a los “proyectos” en sentido amplio, o sea,
como integrantes de programas y planes. En sentido restringido, los planes son más genéricos (y a
largo plazo) en comparación con los programas y proyectos que son más específicos (y a mediano
o a corto plazo, respectivamente)
En relación con las etapas para la elaboración de un plan estratégico, García Pizarro (2007:55-77)
distingue cinco, a saber: 1ª) organización de la estructura interna y externa del plan, 2ª)
diagnóstico, 3ª) escenarios posibles y determinación del modelo futuro, 4ª) determinación de la
agenda del plan (concreción de los programas y de los proyectos) y 5ª) la puesta en marcha del
plan.
Según Alfredo Osorio (2003:62), las fases (grandes bloques) de actividades del planeamiento
estratégico son:
-Apreciación de la situación: consiste en la reunión y valoración de información y describe el
estado actual del organismo en sus relaciones internas y en sus múltiples vinculaciones con el
contexto.
-Diseño normativo y prospectivo: es la determinación de la situación ideal a alcanzar, o situación
objetivo, que describe el estado futuro deseado (conjeturalmente) con relativa autonomía de la
posibilidad de alcanzarlo.
-Análisis y formulación estratégica: es la evaluación del presente en términos del futuro deseado y
la determinación de la factibilidad de las operaciones y acciones para alcanzarlo, estableciendo un
modelo operacional que describe cómo llegar desde el presente al futuro deseado.
-Acción táctica operacional: es la puesta en práctica de las operaciones y las acciones establecidas
en el plan estratégico y su versión operacional.
Los momentos de la planificación estratégica situacional (PES) propuestos por Carlos Matus
(Osorio, 2003:66) son los siguientes:
-El momento explicativo (indagación y construcción conceptual de la realidad cómo fue, cómo es y
cómo tiende a ser).
-El momento normativo (cómo debe ser la realidad una vez realizada la acción).
-El momento estratégico (articulación del deber ser con el puede ser).
-El momento operacional (acciones emprendidas para alcanzar los objetivos: hacer y recalcular).
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