LA LÓGICA DEL SUJETO Y EL SILOGISMO SUBJETIVO LUIS PABLO SEIT pablol1977@hotmail.com Resumen El presente trabajo muestra como Freud, a partir del psicoanálisis, encuentra otra lógica que tiene que ver con el inconciente y el falo. Partiendo de ciertos “fenómenos”, tales como: sueño, masa, delirio y pensamiento primitivo, Lacan logra trabajar con la estructura que nos legó Freud (el inconciente) y hacer una escritura, planteando lo que él llama la lógica del sujeto y el silogismo subjetivo. Ofrece así instrumentos para leer las formaciones del inconciente e incluyendo al sujeto; y diferenciándose así de otras disciplinas. PALABRAS CLAVES: PSICOANÁLISIS-LÓGICA-SILOGISMO SUBJETIVO Al principio de su obra Freud empieza diciendo que en lo que le decían sus histéricas había un “error” lógico o un proceso ilógico. Luego, en privado, Freud encuentra una lógica en lo que era una “serie”, que producía el síntoma. Lo mismo sucede en el paralelismo entre lo que es la masa y su psicología, y el yo y el síntoma, en los procesos lógicos y estructurantes. Ya que el psicoanálisis nos dice, sucintamente, qué es lo que sucede entre el sujeto y el otro. Freud encuentra así, que el pensamiento trabaja, casi, de manera silogística (deductiva), pero dejando de lado al sujeto (o su fantasma, y con él al deseo). Análoga y principalmente, en los obsesivos, generando con las sustituciones que realizan, colecciones. Así como Don Juan coleccionaba mujeres, en un proceso mental lógico que lo lleva a conservar todo lo que entra en contacto con él y que tenga que ver con su narcisismo, por el miedo a que todo eso lo pueda llevar a delatarse (tal como lo hubiera hecho algo escrito, donde pueda dejar una marca, un vacío). Pero lo raro a todo esto, es que Freud nos dice que esto también es un modo de misantropía, en el rechazo de otro (en la marca que nos muestra este otro y que tiene que ver con nosotros, pero que no queremos reconocer). 1 Entonces, Freud descubre el aparato psíquico y principalmente el inconciente, el cual trabaja con los siguientes mecanismos: condensación y desplazamiento. Donde, en la condensación, una representación reúne dos o más representaciones, formando una comunidad, una persona colectiva, de la manera que “todas las representaciones tienen una X en común” 1 . Esta síntesis que se forma en el sueño, de una comunidad deseada, es la única relación lógica que acepta el sueño, es decir, que puede pasar a la conciencia. Marcando así puntos de contactos con la identificación, en que se forma esta “comunidad deseada” (identificación en relación al yo). Pero en el desplazamiento, –el cual Freud relaciona con la transferencia–, nos muestra que algo es dejado de lado (en un cambio de acento de una representación a otra). Así Freud ve cómo hay una analogía entre el sueño, la masa, el delirio y el pensamiento primitivo. El delirante, en su aparato deductivo, ama a su delirio como si fuera su yo, a manera de un objeto. ¿Dónde estaría el sujeto? fuera, esa expulsión del sujeto se presenta a la manera de negación: yo-no. Presenta así un mecanismo de proyección. Tenemos un ejemplo de esto en ejemplo del Caso Schreber. En el pensamiento primitivo un juego de posible e imposible aparece sin contradicción y en un “todo”. De la misma manera se nos revela en la ciencia, como el yo de una manera totalizante, ya que se nos presenta como un sistema lógico (análogo al totemismo); y a la manera de una superficie, tal como Freud presenta al narcisismo. Así Lacan, en lo que llama la Lógica del Sujeto, esta lógica que está compuesta por la lógica colectiva (la lógica de la masa), y a su vez ésta lo está por la lógica de colección, de serie. Deriva así al problema de las clases. Esta lógica del sujeto, a diferencia de la lógica clásica, incluye al sujeto, aunque esta lógica colectiva lo que haría sería completar a la lógica clásica (la cual expulsa al sujeto, o dicho de otra manera genera una operación sobre el sujeto, de manera sintomática). Donde lo colectivo se presenta como el sujeto del desconocimiento. Y no permite así que aparezca la división que provoca el hecho de hablar. En esta lógica clasificatoria, el psicoanálisis nos muestra cómo un grupo, puesto a prueba, que presenta o no tal atributo, positivo o negativo, de verdadero o falso, forma clases, conjuntos. 1 Freud, S. (1901): “El sueño”. Versiones varias. 2 Lacan dice que la “psicología de la multitud. Colección de perlas…, cada una, siendo algo que se califica de yo […] de cada una de las que hacen una multitud y que por este hecho, creen ser una unidad” 2 , aclarando que esto es por la identificación, por el famoso rasgo unario. Que es el objeto del hombre de las cavernas, es el punto de conocer la teoría matemática, de esa colección de objetos; de la teoría de conjunto. Lacan sobre esto agrega: ”El inconciente está estructurado así como los conjuntos de los que se trata en la teoría de conjuntos, son como letras […] esos conjuntos” 3 , en donde hay uno que está por fuera; de la misma manera que pasa con el síntoma, que se nos presenta como un elemento paradójico que queda por fuera. Ya que Lacan descubre que: ”Cuando se examina la dialéctica hegeliana [por la que empezó para hacer brecha sobre el positivismo reinante] se la reduce en el fondo a raíces lógicas, como mostró el propio Hegel, y precisamente al déficit intrínseco de la lógica de la predicación; a saber: lo universal, si se lo examina bien –y esto no escapa al logicismo contemporáneo– sólo se funda en la agregación [la colección de la que hablábamos], mientras que lo particular –único que encuentra ahí la existencia– que aparece como contingente […] la angustia es el testimonio de una hiancia existencial […] La estructura de la relación de la angustia con el deseo, la doble hiancia del sujeto con el objeto que cae de él- donde, más allá de la angustia, debe encontrar su instrumento-, la función inicial de este objeto perdido en el que insiste, está la falta que no nos permite tratar el deseo en la inmanencia lógica de la mera violencia como dimensión para forzar los atolladeros de la lógica” 4 . Así Freud nos advierte que si la ciencia avanza sobre sus fundamentos va a encontrar paradojas o contradicciones por lo cual no avanza en este sentido, al encontrar esto lo deja de lado. En este problema que se nos plantea, en relación a la agregación, que es en parte como funciona la ciencia; crea al mismo tiempo una segregación. Y es en relación a la existencia donde algo puede ser verdadero o falso, ser o no ser. Y lo que pasa con las paradojas la existencia, donde algo es y no es; estar y no estar, y que algo puede tener y no (esto en relación a los juicios de existencia y atribución que habla Freud). Así el psicoanálisis introduce una negación que cuestionaría la lógica de predicados (la lógica de clases). 2 Lacan, J. (1976/1977): “Seminario 24: L’ insu que Sait de L’Une‐Bébue S’Aile à Mourre”. Inédito. Clase 1 16/11/76. 3 Lacan, J. (1972):“El seminario 20: Aun”. Ed. Paidos. Bs. As.. 2004. Pág. 62. 4 Lacan, J. (1963):” Clase de los nombres del padre”. Ed. Paidós. Bs. As. 2006. Pág. 73‐75 3 EL SILOGISMO SUBJETIVO Lacan nos presenta lo que él llama el silogismo subjetivo, en relación a algo que nos muestra con dos ejemplos, en relación a un llamado caso freudiano, el llamado caso “Juanito”; y además, de lo que toma de lo social. “Juanito”, Lacan nos lo presenta tan lógico como Aristóteles, donde dice: -Todos seres vivos (individuos) animados tienen un falo, -Hay seres vivos (individuos) que no tienen falo, -Entonces no hay ser vivo – Angustia. “Lo más cómodo es […] aferrarnos en conjunto a esta solución. [Que] los seres vivos que no tienen lo tendrán contra toda evidencia. [Ya que] si son seres vivos es porque van a tener un falo […] [un] significante” 5 . Se puede ver que la estructura que presentamos es de un silogismo, donde se presentan premisas y por último una conclusión, es la misma estructura que Freud nos presenta en la “Organización genital infantil” (1923). Pero también es la estructura que aparece en el texto “Lo inconciente”, donde tanto tener falo, o que algo sea inconciente, se nos presenta como una cualidad. Que siempre es en relación a otro. El otro ejemplo que tomamos, es el que se presenta en el escrito sobre los “tiempos lógicos” de Jacques Lacan. 1. Un hombre sabe lo que no es un hombre; x x 2. Los hombres se reconocen entre ellos por ser hombres; x x 3. Yo afirmo ser un hombre, por temor de que los hombres me convenzan de no ser un hombre. En los dos primeros tiempos escribimos al lado de ellos formulas desde la llamada lógica clásica. Pero en el tercer tiempo, al agregar el “yo” que afirma y emite una aserción sobre sí; en relación a la duda, o a la angustia a causa de que su afirmación sea falsa (falta). Es una lógica que Freud nos enseña ya cuando habla de lo Un-heimlich, lo sospechoso o lo imposible. Y ese prefijo un- , en alemán, que como negación aparece 5 Lacan, J. (1962/1963):“El seminario 10. La angustia”. Ed. Paidós. Bs. As.. Pág.89‐90. 4 como una marca de lo reprimido, que aparece como no-yo; y en relación a una libido, esa laminilla o superficie de la que nos habla Lacan, y que Freud nos dice que podría pasar a angustia. Pero, ¿cómo sucede esto? Si sabemos que nos lleva a una contradicción, tal como nos lo muestran ciertos elementos de la clínica: como el sueño o el síntoma. Así el sujeto rechaza eso que puede ser una herida narcisista, una falla, o tal vez algo que no cierra. Y el trabajo del psicoanálisis es alrededor de esto, que es el fondo de la estructura del fantasma. Que se puede escribir como una superficie, tal como lo han hecho Freud y Lacan. En la cual se pueden hacer cortes, que pueden ser interpretaciones, en un proceso de involución significante, que tiene que ver con esta unión de contrarios, esta contradicción, tal como Vappereau lo demostró en varios trabajos. Y además, esto que es una escritura, sobre una superficie, sobre el narcisismo (su proyección), nos muestra, tanto la estructura del delirio paranoico, el sueño, el síntoma, su funcionamiento; entre otras expresiones del inconciente. Jugándose así la negación, que presenta una homofonía con nudo en francés, la cual se genera en la estructura del fantasma, en su lógica. En estos puntos paradoxales a los que llega un sujeto en un análisis. Por lo que el psicoanálisis debe seguir trabajando, en el trabajo de escribir eso que no se puede escribir, que es que no hay relación sexual. [En esto que ya es una paradoja escribir lo que no se puede, o intentarlo; en un juego de lo posible y lo imposible]. Bibliografía: • Freud, Sigmund (1901): “El sueño”. Versiones varias. • Freud, Sigmund (1923): “La organización genital infantil”. Versiones varias. • Lacan, Jacques (1945): “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma”. En “Escritos 2”. Editores Siglo XXI. Bs. As. 2001. • Vappereau, J-M (2009): “Lecture des formules kantiques de la sexuation”. S/D. 5