La Literatura del siglo XVIII Repaso trimestral Adrian Escartin La poesia del siglo XVIII En el siglo XVIII, la poesía se desarrolló bajo tres corrientes principales: rococó, neoclasicismo y prerromanticismo, cada una con características distintivas. Poesía rococó: Se caracteriza por su ritmo ágil, con versos cortos. Se utilizan diminutivos, epítetos y referencias a colores y sentidos. Las alusiones a dioses mitológicos son comunes, pero desde una perspectiva más cotidiana. Los temas principales son el amor y la belleza femenina. Dentro de esta corriente, el subgénero destacado es la anacreóntica, que son poemas sensuales y amorosos, generalmente en un entorno natural idílico. Los representantes principales son Juan Meléndez Valdés, Gertrudis Hore, y José Iglesias de la Casa. Poesía neoclásica: Aquí, se da menos importancia a las formas tradicionales y se busca una métrica más elaborada, con énfasis en la claridad, naturalidad y equilibrio. Los subgéneros incluyen poemas encomiásticos, que alaban a alguien o algo; fábulas, que son relatos cortos con animales y con una moraleja, destacando Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego; y sátiras, que critican vicios sociales. Los poetas más representativos son Nicolás Fernández de Moratín, Leandro Fernández de Moratín, María Rosa de Gálvez, y Alberto Lista. Poesía prerromántica: Esta corriente tiene un enfoque filantrópico, basado en el amor al prójimo. Combina compromiso social con la expresión apasionada de los sentimientos, y deja de lado la razón. La ambientación empieza a incluir elementos típicos del romanticismo, como la noche y las estrellas. El subgénero principal son las odas, que son poemas de tono elevado sobre temas ilustrados. Los poetas importantes son José Cadalso, Gaspar Melchor de Jovellanos, Juan Meléndez Valdés (en su segunda etapa), y Manuel José Quintana. La prosa del siglo XVIII. El siglo XVIII fue testigo de un fuerte impulso hacia la prosa de ideas, debido al interés de los ilustrados por la educación y la ciencia. Este afán crítico y divulgativo se reflejó en un aumento de la producción de ensayos y se vio impulsado por el auge de la prensa y las publicaciones periódicas. Prosa de Ficción En cuanto a la prosa de ficción, la novela no tuvo tanto éxito como el ensayo, aunque surgieron algunos títulos importantes. Dos ejemplos destacables son: Vida (1743), de Diego de Torres Villarroel, una obra que combina elementos autobiográficos con invenciones, siguiendo el modelo de la novela picaresca del siglo XVII. -Fray Gerundio de Campazas (1758), del Padre Isla, una novela satírica que critica a los predicadores de la época por su actitud contraria al progreso. La prosa de ideas. La prosa de ideas fue el género principal de la prosa ilustrada del siglo XVIII. El ensayo destacó en esta categoría, con autores como Benito Jerónimo Feijoo, Gaspar Melchor de Jovellanos, y José Cadalso. Benito Jerónimo Feijoo Obras destacadas: - Teatro crítico universal: ocho tomos que abordan temas científicos y culturales. - Cartas eruditas y curiosas: cinco volúmenes sobre temas de diversas áreas. Rasgos: - Lenguaje directo y cercano, pero con complejidad intelectual. - Uso de ironía y humor con un propósito crítico y didáctico. - Inclusión de elementos narrativos breves para hacer el texto más ameno. Gaspar Melchor de Jovellanos Obras destacadas: - Informe sobre la ley agraria: ensayo sobre el atraso agrícola en España. - Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas: reflexión sobre la diversión como bien social. Rasgos: - Enfoque reformista, buscando soluciones a problemas prácticos. - Capacidad analítica, con estudios de las causas de los problemas antes de proponer soluciones. José Cadalso Obras destacadas: - Cartas marruecas: texto epistolar en el que Gazel, un joven marroquí en España, comparte sus impresiones con su maestro Ben-Beley y su amigo Nuño. - Noches lúgubres: diálogo entre Tediato, quien quiere desenterrar el cuerpo de su amada muerta, y Lorenzo, el sepulturero. Rasgos: - Intención crítica, con cada carta señalando un defecto o problema en la sociedad española. - Uso del humor y la ironía. - Ambientación prerromántica, con elementos como la noche, el cementerio o la cárcel. - Exaltación emocional, con sentimientos expresados de manera intensa.