APLICACIONES DE LA CITOGENETICA EN MEDICINA (Dra. Maribel Zudaire, Departamento de Genética) La citogenética es la disciplina que estudia los cromosomas presentes en la metafases de la células de interés. Las distintas técnicas de citogenética se pueden clasificar en dos grandes grupos: las técnicas de citogenética convencional o de Bandas G y las técnicas de citogenética molecular. La citogenética convencional permite estudiar los cromosomas de las células obtenidas tras el cultivo in vitro de las mismas. En el caso de un cultivo de sangre o médula ósea, el procedimiento que se sigue es el siguiente: Unas gotas de la muestra son puestas en cultivo en un medio de crecimiento con nutrientes, antibióticos y agentes inductores de la mitosis, y se mantiene a 37ºC durante 24/72h. Tras este periodo de incubación, se añade al medio de cultivo un agente antimitótico denominado colchicina que permite detener la división celular en metafase. El cultivo se somete a un choque hipotónico que rompe la membrana celular y la suspensión de núcleos es fijada. El tratamiento con una enzima denominada tripsina y la tinción con el colorante Giemsa permite generar en los cromosomas un patrón de bandas claras y oscuras (bandas G) que permite identificar cada par cromosómico. El estudio de la morfología cromosómica permite estudiar tanto alteraciones numéricas como estructurales. La citogenética puede ser utilizada tanto para el estudio de enfermedades congénitas como enfermedades adquiridas. El diagnóstico del síndrome de Down o el síndrome de Patau son algunos ejemplos de alteraciones numéricas congénitas (caracterizados por la trisomía 21 y la trisomía 13 respectivamente). Otro ejemplo sería la descripción de una deleción terminal en el brazo corto del cromosoma 5, que permite diagnosticar el síndrome del Cri du Chat. En el caso de las neoplasias hematológicas la citogenética constituye una importante herramienta diagnóstica y pronóstica incorporada a la rutina del laboratorio. El conocimiento de la alteración cromosómica asociada a un determinado diagnóstico permite hacer un seguimiento de la evolución de la enfermedad y valorar la respuesta a tratamiento. Un ejemplo de ello es el estudio de la leucemia aguda promielocítica. En esta enfermedad, la detección de la translocación entre los cromosomas 15 y 17 condiciona el tratamiento que ha de recibir el paciente (ácido retinoico en caso de la presencia de la alteración o quimioterapia estándar en su ausencia). En el caso de los tumores sólidos, la presencia de cariotipos muy complejos ha fomentado el desarrollo de las técnicas de citogenética molecular. Se agrupan en esta categoría todas aquellas técnicas que tienen como base la hibridación de una sonda de ADN marcada con fluorescencia sobre su secuencia complementaria del genoma. La gran ventaja de estas técnicas radica en que pueden ser utilizadas en interfase, pudiendo, por tanto, prescindir del cultivo in vitro del tejido. Un ejemplo de ello es el estudio mediante FISH (Fluorescence in situ Hybridization) de la amplificación del oncogen ERBB-2. La proteína ErbB-2 se sobrexpresa en 30% de las pacientes con cáncer de mama. Esta sobrexpresión está asociada a mal pronóstico y a una excelente respuesta a un nuevo fármaco, un anticuerpo monoclonal que bloquea ErbB-2. Tradicionalmente esta proteína se ha estudiado mediante inmunohistoquímica, pero dado que la sobrexpresión está principalmente causada por la amplificación del gen, en los últimos años se ha incorporado a la rutina diagnóstica el estudio del gen mediante FISH. En los casos de sobrexpresión dudosa, la confirmación de la amplificación del gen mediante FISH permite realizar un diagnóstico más preciso de la enfermedad. De igual forma, se está incorporando al estudio del cáncer de vejiga el análisis mediante FISH de las alteraciones presentes en las células tumorales que se encuentran en la orina de los pacientes con esta neoplasia. Cada vez en más protocolos clínicos, las decisiones terapéuticas están basadas, entre otros parámetros, en el análisis citogenético.