1 Introducción La evaluación no es un objetivo en sí misma. Adquiere sentido y dimensión en la medida en que actúa y apoya el desarrollo adecuado de los programas. Su contenido comprende la generación de información, el análisis de la misma y la creación de condiciones para favorecer la toma de decisiones. Estas funciones enfatizan el carácter dinámico y continuo de la evaluación, que permite mejorar los procesos y recabar información útil para identificar debilidades y fortalezas de los programas, con el fin de reformularlos, transformarlos y mejorarlos. La evaluación de la gestión pública es una medida importante que complementa, fortalece y orienta los procesos de planeación, seguimiento y control de las políticas y programas de acción gubernamental. Permite también conocer la forma, calidad y oportunidad con que son atendidas las demandas económicas, políticas y sociales de un país. En este contexto, resulta fundamental que la transformación y redimensionamiento de las políticas sociales se realice mediante procesos evaluativos integrales y pertinentes, que permitan emitir juicios que concreten escenarios de viabilidad y de congruencia. La integralidad de la evaluación conlleva al desarrollo de un sistema que se base tanto en la realidad como en la teoría; es decir, que responda a las preguntas de en dónde estamos y hacia dónde queremos, debemos y podemos ir. Una parte fundamental de la evaluación es la valoración del diseño de una política, programa o acción pública, ya que es ahí donde se confabula lo que la población recibirá, y que podrá o no cambiar su situación. Como se observará a lo largo del documento, nuestro objetivo fue evaluar primero el diseño del Programa de Atención a los Adultos Mayores (PAAM), tomando en IV Entrega 4 cuenta a todos los actores involucrados, y considerando las carencias y deseos de cada uno de los participantes, con la finalidad de evitar caer en el círculo vicioso de sugerir modificaciones a la acción públicas, sin antes conocer ni entender bien el problema a resolver. De esta forma, en una primera etapa desarrollamos el “debería ser”, a partir de un modelo teórico que contempla todos los servicios económico-sociales que los adultos mayores deberían recibir del Estado. Seguido de esto, entramos a las necesidades prioritarias y secundarias que todo adulto mayor requiere tener cubiertas. Después cruzamos estas dos líneas para definir en dónde estamos y, en específico en dónde está el PAAM. Finalmente, la evaluación del diseño concluye con una propuesta de respuestas a las cuestiones de hacia dónde vamos y hacia dónde requerimos ir. En según lugar, se analizaron los procesos de gestión del PAAM, estableciendo rutas lógicas hasta cumplir su objetivo de otorgar el apoyo a los adultos mayores, todo apoyado en Reglas de Operación y el trabajo de campo realizado tanto ha beneficiarios como a funcionarios. Siguiendo con un análisis de impacto y de percepción de los beneficiarios sobre el programa, en base al trabajo de campo realizado. En cuarto lugar, realizamos una evaluación de la focalización del PAAM en su población objetivo. Para este análisis, el número de beneficiarios y los recursos asignados se cruzaron con el grado de marginación según el Consejo Nacional de Población (CONAPO) a nivel estatal, municipal y por localidades. Una vez descrito el proceso de focalización real del PAAM, hicimos un replanteamiento del mismo, a partir de una discusión teórica que utiliza los mismos objetivos del programa, para construir un escenario ideal que podría dar mayor eficiencia al proceso de focalización. IV Entrega 5 En quinto lugar, se estudió el proceso de cobertura del PAAM, y cómo ha evolucionado en los años que lleva de operar el programa. Este análisis se realizó por año a nivel nacional y estatal. IV Entrega 6