Isabel María Benitez Murube. D.N.I. 79192471K LA ESCUELA COMO PROMOTORA DE SALUD Desde esta perspectiva la salud es considerada como un recurso para la vida diaria. Es un concepto positivo que hace énfasis tanto en los recursos sociales y personales como en las capacidades físicas. La Promoción de la salud en el periodo escolar debe abarcar diversos frentes de acuerdo a las líneas de acción de la Conferencia de Otawa (OMS, 1986) y Recomendaciones de Adelaida (OMS, 1988): - Educación para la salud mediante el contacto del niño con un medio escolar sano, creando entornos saludables y prácticas sanas del alumno/a en la escuela. - Educación para la salud mediante la triangulación interrelacionada de escuela-familia-comunidad, donde se preconicen conductas saludables coherentes y no contradictorias. Para ello, se deberán establecer estrategias de intervención para fortalecer la acción comunitaria. - Educación para la salud mediante la enseñanza de la salud en la escuela, a través de conocimientos, procedimientos y actitudes; en definitiva, aprender a aprender. - Educación para la salud mediante una mejor relación de la escuela con los servicios sanitarios, por ejemplo a través de reconocimientos médicos periódicos que ayuden a detectar anomalías, o a través de una mayor conexión del ambulatorio del barrio donde esté inmerso el centro escolar con el profesorado de Educación Física. Así, se deberían reorientar dichos servicios sanitarios, basados en la actualidad más en la curación que en la prevención, considerando que atención primaria y promoción de la salud son perfectamente complementarias. Es evidente la gran dificultad que lleva consigo el que conincidan todas estas Circunstancias en el mismo contexto escolar, lo que conlleva un cambio en la filosofía comunitaria. Estos aspectos se irán consolidando conforme los municipios y las escuelas se transformen en centros promotores de salud. Isabel María Benitez Murube. D.N.I. 79192471K Una escuela promotora de salud implica al personal de salud y de educación, a los profesores, estudiantes, padres y líderes de la comunidad, en la tarea de promover la salud. Fomenta la salud y el aprendizaje de todos los medios a su alcance, y hace todo lo que está en su mano para ofrecer ambientes favorables para la salud y una serie de programas y servicios claves de promoción y educación para la salud. Una escuela promotora de salud aplica políticas, práctica y otras medidas que respeten la autoestima del individuo, ofrece oportunidades múltiples de desarrollo y reconoce sus esfuerzos e intenciones, al igual que los logros personales. Hace todo lo que está en su mano para mejorar la salud del personal del centro, las familias y los miembros de la comunidad, además de los estudiantes, y trabaja con los líderes de la comunidad para ayudarles a comprender cómo puede la comunidad contribuir a la salud y a la educación. Por tanto, la promoción de la salud no sólo se ocupa de promover el desarrollo de las habilidades individuales y la capacidad de la persona para influir sobre los factores que contribuyen al desarrollo de estilos de vida saludables, como para modificar aquellos que impiden ponerlos en práctica. Según Young y Williams(1989) un centro promotor de salud: - Considera todos los aspectos de la vida del centro educativo y sus relaciones con la comunidad. - Se basa en un modelo de salud que incluye la interacción de los aspectos físicos, mentales, sociales y ambientales. - Se centra en la participación activa de los alumnos/alumnas con una serie de métodos variados para desarrollar destrezas. - Reconoce que muchas destrezas y procesos básicos son comunes a todos los temas de salud y que estos deberían programarse como parte del currículo. - Considera que la autoestima y que la autonomía personal son fundamentales para la promoción de una buena salud. - Da gran importancia a la estética del entorno físico del centro, así como al efecto psicológico directo que tiene sobre profesores/as, personal no docente y alumnos/as. Isabel María Benitez Murube. D.N.I. 79192471K - Considera la promoción de la salud en la escuela como algo muy importante para todas las personas que conviven en ella. - Reconoce el papel ejemplarizante del personal docente. - Sabe que el apoyo y la cooperación de los padres/madres es esencial para una escuela promotora de salud. - Tiene una visión amplia de los servicios de salud escolar, que incluyen la prevención y los exámenes de salud, pero también la participación activa en el desarrollo del currículo de Educación para la Salud. Además, da a los alumnos la posibilidad de hacerse más conscientes como consumidores de servicios médicos. Sin embargo, la tarea de educar para la salud no es sólo patrimonio del sistema de enseñanza. El ambiente familiar resulta decisivo para los niños/as; por ello se impone una colaboración permanente entre la familia y la escuela. Esto significa que los padres deben conocer el plan escolar e incluso participar activamente en su elaboración y colaborar en su desarrollo; es de suma importancia no proporcionar a los niños/as mensajes contradictorios que puedan provocar tensiones entre ellos y roces entre los demás componentes de la comunidad educativa. Cada centro debe diseñar un modelo de colaboración, cuyo objetivo fundamental será aunar esfuerzos a fin de que escuela y familia actúen de manera coherente y sean, de verdad, puntos emisores de “promoción de salud”. Por último, existe otro aspecto importante que es la implicación de la escuela en el medio en que se encuentra. Abrir las puertas a los conflictos relacionados con la salud que existen en el entorno, es la mejor manera de conocer la realidad. Para llegarse a tal fin debe partirse del análisis de los problemas de higiene en bares, restaurantes, mercados, etc.; del estudio de los hábitos alimenticios más comunes entre los ciudadanos; del grado de limpieza de las calles; de los puntos más problemáticos en lo que se refiere a seguridad vial; de la incidencia de las drogas en la población; de la frecuencia de determinadas enfermedades; del grado de contaminación ambiental, etc. Isabel María Benitez Murube. D.N.I. 79192471K BIBLIOGRAFÍA CALVO BUZOS, S. (1991): Educación para la salud en la escuela. Díaz de Santos. Madrid. SAÍNZ MARTÍN, M.(1984): Educación para la salud. Adeps. Madrid. SERRANO, M.L. Educación para la salud y participación comunitaria. Díaz de Santos S.A. Madrid MEC (2006): Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación.