Transnacionales norteamericanas realizan importantes inversiones para favorecer a las comunidades Empresas estadounidenses con corazón venezolano Lourdes Rojas Hasta no hace muchos años el rol de las compañías privadas era meramente lucrativo, y su principal objetivo consistía en recibir una ganancia a cambio del bien que producían. Pero con el paso del tiempo esta modalidad ha cambiado, y ahora los empresarios han entendido que para alcanzar mejoras duraderas han de tomar en cuenta las necesidades que tiene la sociedad. Hoy no es extraño escuchar hablar sobre Responsabilidad Social Empresarial (RSE) o Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que, de acuerdo con Mireya Vargas, asesora del Programa Alianza Social de la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (VenAmCham), se define como el conjunto de prácticas, normas, leyes y formas de actuar de una empresa para favorecer a las comunidades. La especialista acotó que en la práctica la responsabilidad empresarial está vinculada a una inversión socialmente preocupada, que es como efectivamente las empresas interactúan como ciudadanos corporativos que se interesan por el ámbito social. "El hecho que el empresariado norteamericano muestre lo que esta haciendo como aporte a la sociedad, y lo coherente que es lo que quieren en términos sociales para el país con lo que está planteado en el Plan de la Nación, evidentemente muestra una intencionalidad que no viene dada por la globalización sino por la preocupación genuina de las empresas por el país", comentó. Petróleo responsable La Asociación Venezolana de los Hidrocarburos (AVHI) está integrada por 26 empresas, entre las cuales hay 6 de Estados Unidos. En los últimos cuatro años estas transnacionales han invertido 26 mil millones de dólares en el país, y han producido de forma global 1 millón 150 mil barriles diarios de petróleo. Pero más allá de estas cifras, también han estado involucradas en planes que han permitido la creación de más de 971 proyectos sociales que han beneficiado a 1 millón 122 mil 400 personas en las áreas de educación, economía local, infraestructura, salud, preservación ambiental y formación de capital para el trabajo en el país. El presidente ejecutivo de la AVHI, Luis Xavier Grisanti, destacó que las inversiones sociales que hacen las empresas afiliadas a esta organización no responden a una obligación que dicta el Estado venezolano, o a condiciones establecidas por Pdvsa para permitir la explotación de hidrocarburos en nuestro país. "Esto es parte de un diálogo y de un consenso en torno a la importancia de que Venezuela deje de ser un país de casas muertas en las zonas petroleras y pase a ser un país de casas vivas. Yo creo que en esto hay un compromiso común y criterios convergentes. No es una obligatoriedad que se nos impone, sino una identificación que tienen las empresas de la AVHI con el desarrollo sustentable nacional", aseguró. Grisanti explicó que esta preocupación responde a una nueva visión que dejó atrás las simples donaciones para comprometerse genuinamente con el desarrollo comunitario. La coordinación de Comunicaciones y Asuntos Públicos de Chevron en Venezuela, informó que en el 2005 la transnacional destinó más de 5 millones 123 mil dólares a la inversión social, aporte que este 2006 se estima se incremente un 50%. Según su más reciente publicación en materia de responsabilidad empresarial, Chevron ha desplegado un progresivo programa de inversión social en Venezuela en alianza con los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, voluntarios, universidades e integrantes de las comunidades. En el reporte destaca una serie de proyectos educativos, como el levantamiento de la escuela básica nacional bolivariana Los Caracas, ubicada en el estado Vargas, obra que, con 2 mil metros cuadrados de construcción, alcanzó una suma superior al millón de dólares. La institución cuenta con trece aulas, un centro de informática y telemática, cocina, comedor y bibliotecas. Chevron brindó un importante aporte para la edificación del Centro Metropolitano de Educación Integral Luisa Cáceres de Arismendi, en el municipio Sucre de Caracas, instalación que fue totalmente construida y equipada por la empresa multinacional, y que atiende a 70 adolescentes y madres embarazadas que reciben educación primaria y secundaria, participan en programas vocacionales de capacitación, y cuentan con apoyo para el cuidado de sus bebés. Otro importante proyecto que lleva adelante la transnacional es la construcción y requipamiento de 14 planteles en el estado Zulia, en alianza con las alcaldías y organizaciones como el Rotary Club de Maracaibo, donde más de 3 mil 50 alumnos que no disponían de escuelas cercanas ahora se educan en planteles próximos al Campo Bizcan. Chevron ha mostrado su interés en la promoción del desarrollo profesional, y ha creado el postgrado Gerencia del Negocio del Gas Natural, especialización de dos años diseñada conjuntamente con especialistas de la Universidad Simón Bolívar de Caracas; y ha promovido la formación de jóvenes emprendedores y microempresarios, iniciativa que comenzó desde el 2003, y que incluye capacitación técnica y otorgamiento de créditos a personas provenientes de zonas populares. Exxonmobil de Venezuela S.A. también ha realizado valiosas inversiones sociales en nuestro país, y una de ellas se concentra en el sur del estado Anzoátegui, donde elabo- ró el proyecto Granja Integral de la Comunidad, que tiene como objetivo la promoción de actividades agrícolas y pecuarias, bajo una visión de sustentabilidad. Este plan incluye asesorías técnica y transferencia tecnológica, apoyo económico para el arranque y mantenimiento de las granjas, y asesoramiento organizacional de la comunidad para lograr el éxito. Parte de los recursos de esta multinacional también se ha concentrado en el proyecto Centro Comunitario Abriendo Caminos, el cual prevé la construcción y equipamiento de un módulo de atención para madres y niños, y otros dos para la formación en oficios productivos, así como un taller para capacitación industrial. En materia educativa, Exxonmobil ha diseñado planes para elevar la calidad de la educación en las áreas donde operan, así como la recuperación y dotación de planteles. La operadora La Ceiba ya ha equipado 6 colegios, mientras que en Cerro Negro ha hecho lo propio en otras 7 instituciones educativas. Otra transnacional estadounidense que ha mostrado su interés en las comunidades venezolanas es Conoco Phillps, actividad que le valió el premio Ciudadano Corporativo de las Américas 2005, otorgado por la OEA. Esta empresa ha desarrollado planes de capacitación socio-económica en pesca, educación, salud y acceso al agua potable en las poblaciones de Pedernales, Capure, Isla Misteriosa, Güiria e Irapa. Tecnología con sensibilidad social Además de las corporaciones petroleras, importantes compañías de los Estados Unidos, como Microsoft, han entendido la necesidad de enfocar su inversión en proyectos sociales que beneficien a la comunidad. El presidente de la empresa informática en Venezuela, Gonzalo Fernández Tinoco, indicó que comercialmente la compañía ha mostrado un excelente crecimiento en nuestro país, que incluso ha alcanzado incrementos interanuales de 20%. La multinacional genera 40 mil empleos, y cuenta con 3 mil distribuidores y 14 mil personas que desarrollan programas sobre el código de esta marca. El empresario apuntó que en el 2005 Venezuela exportó software sobre plataforma de Microsoft por el orden de los 37 millones de dólares. Destacó además la importancia que tiene nuestra nación exportar programas locales, y observó que este es un potencial económico a futuro que redundaría en ingresos adicionales para nuestro país. Recordó que Microsoft cumplió este 2006 15 años en nuestro país, tiempo durante el cual, según señaló, ha dado muestras de ser una compañía muy sensible socialmente, y que ha prestado importantes contribuciones a las comunidades. En tal sentido indicó que el año pasado se invirtieron cerca de 2.5 millones de dólares en proyectos sociales. De acuerdo con un informe suministrado por la empresa, su misión es apoyar el desarrollo del potencial de las personas y las organizaciones alrededor del mundo. Particularmente en Venezuela, su propósito es respaldar la educación, las pequeñas y medianas empresas, y fomentar la inclusión digital. El presidente de Microsoft en el país reconoció que millones de personas, particularmente en los países en vías de desarrollo, no pueden acceder a los beneficios de la tecnología. Resaltó que en Venezuela sólo el 11% de las 17 mil escuelas existentes pueden utilizar computadoras. Frente a esta situación, la transnacional ha enfocado sus esfuerzos en cerrar esta brecha. A través del programa Alianza por la Educación, la corporación se ha trazado un compromiso a largo plazo para proporcionar a planteles, niños y maestros las herramientas tecnológicas necesarias para complementar su enseñanza académica. Este plan cubre tres grandes áreas. Una de ellas es el programa Educando Contigo, que representa la inversión en Transferencia de Conocimientos, el cual se focaliza en entrenar a profesores y estudiantes en el uso de la tecnología para maximizar la educación y el aprendizaje. Con el programa Renueva y Aprende la empresa busca garantizar que las escuelas primarias y secundarias cuenten con las licencias adecuadas para ejecutar los sistemas operativos de Microsoft Windows, mientras que con el plan Acuerdos Escolares se otorga a las instituciones de enseñanza descuentos muy superiores a los ya establecidos para el sector académico. La inversión total de Microsoft para Alianza por la Educación en Venezuela fue 524 millones de bolívares el año precedente. Gracias a estos programas, entre el 2004 y el 2005 se ha apoyado el entrenamiento de unos 1 mil 500 maestros y directoras de escuelas, lo que ha favorecido a 40 mil estudiantes. La meta de la transnacional para el 2009 es capacitar a más de 60 mil profesores y 2 millones y medio de alumnos. Tradición y responsabilidad Procter & Gamble, una de las más antiguas empresas de Estados Unidos, fue fundada hace 170 años. Para esta transnacional Venezuela es muy importante, porque en Caracas se encuentra asentada su base de operaciones para Latinoamérica. El presidente de la empresa, Edward Jardine, afirmó que la responsabilidad social es parte fundamental de la visión desarrollada por esta compañía para hacer negocios. "En Venezuela tenemos varios programas muy importantes que representa una inversión muy significativa en términos de tiempo, de talento. Creemos que más allá del dinero nuestro mayor aporte está destinado a temas como el liderazgo, el ejemplo y el pensamiento estratégico. Participamos activamente en todas las actividades que lleva a cabo VenAmcham", comentó. Resaltó que en Venezuela, al igual que en la mayoría de América Latina, el gran problema es la pobreza, y aseveró que todos deben contribuir para intentar resolver esta situación. Jardine, quien también es el presidente del Comité de Alianza Social de VenAmcham, informó que el concurso Promoviendo Líderes Socialmente Responsables, actividad que lleva adelante la mencionada organización privada y en la que participan distintas universidades venezolanas, será expandido a nivel latinoamericano a través de las diferentes Cámaras Americanas. Juan Carlos Ahmad, director de Relaciones Externas de Procter & Gamble de Venezuela, explicó que en nuestro país el consumidor al que está dirigida Procter & Gamble se ubica entre el 70% y 80% en el renglón de bajos recursos. "Tenemos que ser capaces de llevar un producto de óptima calidad, a los mejores costos posibles, de forma tal que pueda ser un producto accesible para estas comunidades. El ser accesible no se mide solo en términos de precios, se mide también en valores", agregó. Asimismo resaltó la necesidad de crear una sinergia de todos los sectores, incluyendo al gobierno, para crear una mejor plataforma que beneficie a las comunidades. "Una de las cosas que hace posible que esto suceda es que la responsabilidad social empresarial no sea vista solamente como una dádiva o una filantropía. Debe ser parte integral de la estrategia de negocio, de forma que sea sustentable, que pueda permanecer en el tiempo", comentó. "Definitivamente nosotros como empresas no solo estamos aquí para operar y traer un producto a nuestros mercados, sino para retribuir a las comunidades donde operamos. Si esas comunidades no progresan y no tienen mejoras, no van a poder estar en un mercado de forma continua. Más allá de ofrecer un producto, se trata de cómo le damos nosotros una mano a esas comunidades para que se fortalezcan, para que crezcan, y tengamos en conjunto un mejor bienestar", añadió. Recalcó que en Venezuela la transnacional es reconocida por la cantidad de campañas sociales que han ejecutado en los 56 años que tienen operando en el país. Afirmó que Procter & Gamble también brinda especial atención al cuidado de sus empleados, quienes realizan aportes voluntarios para contribuir con la comunidades. "Tenemos una estrategia de responsabilidad social muy bien fundamentada. Básicamente el 40% de los empleados de la compañía están comprometidos en dar parte de sus hora y de su experiencia profesional para impartir educación, llevar un mensaje a las comunidades, o colaborar con ellas para que sean mejores", acotó. Ahmad indicó que la empresa también ha realizado importantes contribuciones a destacadas organizaciones no gubernamentales. "Desde hace 12 años le brindamos soporte a más de 32 organizaciones no gubernamentales que están muy validadas en el país. Lo bueno de esto es que los empleados ponen una cuota de su sueldo y la compañía aporta la misma cantidad que el empleado. Hoy en día esa contribución se esta valorando entre los 400 y 600 millones de bolívares anuales recursos que están yendo a organizaciones, como el Dividendo Voluntario para la Comunidad, Hogares Bambi, Fe y Alegría, Hospital San Juan de Dios, Escuela Canaima, entre otros", acotó. El director de Relaciones Externas de Procter & Gamble de Venezuela señaló que la responsabilidad social empresarial no se refiere sólo a lo que “toca al individuo en la parte de educación y a la parte de conocimiento, sino a su entorno. Por eso, la responsabilidad social tiene que ver también con lo ambiental”. “Cuando nosotros hacemos un producto lo hacemos diseñado para que no perjudique al entorno. Tenemos plantas de agua que son tratadas para que no malogren el medio ambiente. Además, contamos entre otras herramientas con un cortafuegos en el Avila”, apuntó. Empresas sanas, comunidades sanas Bajo la presidencia del economista Pedro Palma, en el 2000, VenAmCham creó la Alianza Social, organización constituida por 52 empresas de las 1.200 que afilia la cámara binacional. Su directora ejecutiva, Margarita Méndez de Montero, parte de la convicción que “no pueden haber empresas sanas en comunidades enfermas”. Méndez explicó que la agrupación, que dirige Edward Jardine, presidente de Procter & Gamble de Venezuela, es una iniciativa que ofrece espacios y formas de cooperación entre el Estado, la empresa privada y la sociedad civil para impulsar el desarrollo social del país. “Este es un canal idóneo para optimizar la inversión social de las empresas privadas”. Aclaró que esta organización no recauda fondos ni obtiene recursos de las empresas. “Nosotros movemos la mata para que otras organizaciones recojan los mangos”, acotó. “Nuestra misión es promover e incentivar la responsabilidad social empresarial con el fin de contribuir a optimizar la calidad de vida del venezolano. Los objetivos que tenemos son apoyar a las empresas en sus prácticas de responsabilidad social empresarial, promover la participación del sector privado, facilitar la ejecución de programas socialmente responsables, conocer las tendencias y prácticas en el mundo donde se ha implementado, ver cuáles han sido sus dificultades y cuáles han sido sus fortalezas para mejorar en beneficio de las comunidades establecidas en nuestro país”, comentó. Resaltó que un objetivo claro de Alianza Social de VenAmCham es vincular a la empresa, al Estado y a la sociedad civil. “Ese uno de los retos”, agregó. “Otro de los desafíos se refiere a lograr que los líderes de las empresas, en su más alto nivel, sean socialmente responsables para que puedan impulsar dentro de las empresas este proceso de responsabilidad social corporativa y de inversión social de una manera más sencilla”, agregó. Montero indicó que las empresas privadas hacen su labor social en el país generando mejores condiciones laborales, realizando programas para las comunidades y en el trato con sus empleados y obreros; mientras que el sector público tiene sus políticas sociales y las ejecuta a través de las misiones. “La responsabilidad social empresarial es un compromiso de las empresas para contribuir al desarrollo económico sostenible, trabajando con los empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en general, para mejorar su calidad de vida”, concluyó. FIN