DICTAMEN Nº 20 / 2010 Materia sometida a dictamen: Reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración derivada de la asistencia sanitaria prestada en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa y el CME Inocencio Jiménez de Zaragoza. ANTECEDENTES Primero.- Por escrito de fecha 15 de enero de 2010 (con registro de entrada en la en ese momento Comisión Jurídica Asesora del día 22 de enero de 2010), la Consejera de Salud y Consumo del Gobierno aragonés solicita Dictamen en relación a un procedimiento de responsabilidad patrimonial instado por “X” Segundo.- El procedimiento se inicia con un escrito de la persona mencionada en el anterior antecedente con apunte de entrada del 29 de septiembre de 2008 en el Registro General del Gobierno de Aragón y en el que se señala el despacho de un abogado de Zaragoza a efectos de notificaciones. En el escrito –que, en realidad, se redacta en tercera persona y no por el propio reclamante como hubiera sido lo correcto dadas las premisas de las que se parte- se señala lo siguiente: a) Que el solicitante de responsabilidad sufrió una lesión a la altura del bíceps/tríceps por lo que acudió a urgencias del Hospital Lozano Blesa el 27-5-08. Allí y aunque tenía el brazo “inutilizado” lo mandaron a casa. b) Que la mutua FREMAP ha realizado un simple seguimiento de la lesión pues el paciente (autónomo) no tenía concertada la asistencia de accidente de trabajo lo que ya había comunicado a los médicos del Servicio Aragonés de Salud en diversas ocasiones. c) Que la lesión era grave y debió ser operado lo antes posible. d) Que sobre ello redactó una queja el 11 de septiembre de 2008 resaltando la demora en la actuación de un médico. e) Que la tardanza en el tratamiento le ha llevado a la definitiva inutilidad del brazo. f) Que por todo ello solicita 320.000 euros de indemnización, más intereses de demora, por las lesiones, gastos, daños y perjuicios, incluyendo cualquier tipo de secuela (física o moral) debidos a los acontecimientos ocurridos. Acompaña la solicitud con alguna documentación. Tercero.- El Secretario General Técnico del Departamento de Salud y Consumo, por escrito de 15 de octubre de 2008 comunica al reclamante la admisión de su escrito y diversas cuestiones sobre la tramitación del procedimiento iniciado. Por escritos de la misma fecha se comunica presentación de la reclamación a Zurich España S.A. y a la correduría de seguros Aon Gil y Carvajal. Con fecha 5 de noviembre de 2008, el Secretario General Técnico del Departamento de Salud y Consumo se dirige al abogado del reclamante solicitando la acreditación de las secuelas (inutilidad del brazo) que fundamentan la reclamación de responsabilidad patrimonial. A ello responde el abogado por escrito de 17 de noviembre de 2008 remitiéndose a algunos documentos entregados con la reclamación en los que se habla de que el paciente sufre “…rotura-desinserción proximal del tendón de la porción larga del troquiter” lo que implica el impedimento de “realizar cualquier actividad pues no existe tendón”. Cuarto.- Consta en el expediente remitido la historia clínica del paciente y documentación propia del procedimiento de responsabilidad administrativa practicado. Entre esta documentación un informe de 9 de junio de 2009 del coordinador de urgencias del Hospital Clínico Universitario “Lozano Blesa” en el que se manifiesta que la intervención quirúrgica para la lesión que sufría está en discusión y solo aconsejada la diferida para casos muy seleccionados. Que el tratamiento correcto es reposo, analgésicos y vendaje comprensivo que es lo que hicieron en el servicio de urgencias. Añade que las roturas del tendón proximal del bíceps braquial suelen mejorar tanto en dolor como en fuerza en pocas semanas salvo complicaciones, y por eso lo remitieron a su médico de atención primaria para que valorara el tratamiento y la remisión, en su caso, al especialista (como así sucedió). También existe un informe del servicio de traumatología de 1 de julio de 2009 en el que narra la atención sufrida en ese servicio indicándose que la última revisión del paciente allí tuvo 2 lugar con fecha 8 de mayo de 2009. Había sido dado de alta en rehabilitación el 6 de febrero de 2009 tras tratamiento electroterápico y kinesiterápico, con un balance de la movilidad del hombro y codo normal y una potencia muscular del hombro 4/5. A la exploración, se apreciaba una limitación de la movilidad del hombro en rotación interna y dolor al realizarla, prescribiéndose tratamiento sintomático con antiinflamatorios y dándose cita para el caso de necesitar revisión. Dentro del expediente se encuentra un informe técnico del Médico Inspector …, que lo emite el día 15 de julio de 2009. En el mismo se narran los antecedentes del problema con fundamento en la historia clínica del paciente y otros documentos, entre ellos los informes mencionados. El informe constata el diagnóstico de rotura-desinserción proximal del tendón de la porción larga del bíceps, con descenso de la porción músculo-tendinosa y suscribe la idoneidad del tratamiento sufrido que en modo alguno exigía la cirugía y pone de manifiesto la existencia de lesiones anteriores. Menciona que las secuelas son poco relevantes y no requieren otro tratamiento que reposo y antiinflamatorios. Transcribimos las conclusiones del informe: “1º) El tipo de desgarro-desinserción del tendón largo del bíceps sufrido por este paciente fue el que típicamente caracteriza a una condición patológica previa de desgaste, siendo su tratamiento de elección en primera instancia el reposo y los antiinflamatorios, tal como se pautó en este caso, y opcionalmente la rehabilitación (únicamente si no existe pérdida funcional importante). 2º) Las molestias residuales (dolor a la presión en la zona lesionada, endurecida) que persistían tras la rehabilitación, son frecuentes y se deben al endurecimiento (pseudocalcificación) de la zona de ruptura tendinosa tras la cicatrización. 3º) El balance articular y muscular del codo y el hombro en este caso eran normales en la última revisión, salvo para la rotación interna del hombro (4/5), si bien, como ya se ha dicho, esta limitación debe relacionarse con las lesiones degenerativas crónicas del manguito de los rotadores que el paciente padecía, sin que se relacione con la función del bíceps braquial, perfectamente conservada, según indican los informes”. Quinto.- Igualmente contiene el expediente enviado a esta Comisión el dictamen de los servicios médicos de la aseguradora de la Administración. El informe describe minuciosamente los 3 hechos sucedidos y trata de la adecuación de la actuación de los distintos médicos que han intervenido concluyendo que la actuación de todos los que intervinieron fue conforme desde el punto de vista clínico. Sexto.- Se ofrece al reclamante el trámite de audiencia a los interesados por escrito de 26 de octubre de 2009 compareciendo ante la Administración un abogado en representación del reclamante presentando posteriormente alegaciones (14 de noviembre de 2009) en las que se reafirma en la solicitud de reclamación presentada. Séptimo.- La propuesta de resolución que acompaña al expediente remitido por la Consejera de Salud y Consumo, rechaza la producción de la responsabilidad administrativa por falta de daño antijurídico al haberse producido una atención médica adecuada sin que pueda existir relación de causalidad entre las lesiones tratadas y el funcionamiento del servicio público. CONSIDERACIONES JURIDICAS -IEl dictamen solicitado entra dentro de las competencias del Consejo Consultivo tal y como se regula en el art. 15.10 de la Ley 1/2009, de 30 de marzo, del Consejo Consultivo de Aragón, que dispone la necesidad de consulta preceptiva al Consejo en el supuesto de “reclamaciones administrativas de indemnización de daños y perjuicios de cuantía superior a 6.000 euros”. En función de lo preceptuado en los arts. 19 y 20 de la misma Ley, resulta competente la Comisión para la emisión del dictamen. -IIEl Consejo Consultivo de Aragón ha de pronunciarse acerca de si, a la vista del expediente tramitado por el órgano competente de la Administración Autonómica, procede o no estimar la reclamación de indemnización económica presentada en relación con los daños sufridos por una persona atendida en centros sanitarios dependientes de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón. 4 Sabemos, en general, que los requisitos para que sea declarada la responsabilidad patrimonial de la Administración, según reiterada y pacífica formulación doctrinal y jurisprudencial, pueden resumirse del siguiente modo: 1º) la efectiva realización del daño o perjuicio evaluable económicamente e individualizado en relación con una persona o grupo de personas; 2º) que el daño o lesión sufrido por el reclamante sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos en una relación directa de causa a efecto sin intervención extraña que pueda influir en el nexo causal; 3º) que el daño o perjuicio no se hubiera producido por fuerza mayor; y 4º) que no haya prescrito el derecho a reclamar (cuyo plazo se fija legalmente en un año, computado desde la producción del hecho o acto que motive la indemnización o desde la manifestación de su efecto lesivo). -IIILo que se ha hecho en el final de la anterior consideración jurídica es un recuerdo a los principios de la responsabilidad administrativa que, con origen en el art. 106 de la Constitución y desarrollo posterior en los arts. 139 y ss. de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, serían los que, en su caso, deberíamos apreciar aquí a los efectos de concluir en la existencia, o no, de responsabilidad de la Administración. En torno a ello debemos indicar que la reclamación fue realizada en plazo, pues se presentó el 29 de septiembre de 2008 y la atención en Urgencias tuvo lugar el 27 de mayo del mismo año. Además, el procedimiento se ha tramitado de forma correcta, llevándose a cabo las actuaciones ordenadas por la normativa aplicable y ofreciéndose el trámite de audiencia a los interesados que el reclamante ha usado. -IVEn cuanto al fondo del asunto y siguiendo nuestra doctrina consolidada y la jurisprudencia sobre la materia a la que también nos hemos referido repetidamente, no cabe duda de que en el ámbito de la sanidad la producción de responsabilidad administrativa no siempre está ligada a un fracaso en la actuación de los medios personales y materiales de la Administración, dado que en la sanidad asistencial el éxito no puede garantizarse nunca, sino que la responsabilidad se vincula a 5 una utilización conforme a los principios de la buena práctica médica (lex artis ad hoc) de dichos medios personales y materiales. A esos efectos conviene recordar, en primer lugar, que el Consejo de Estado (Dictámenes 166 y 692/1999, de 11 y 25 de marzo, entre otros) y la Comisión Jurídica Asesora, antecesora de este Consejo Consultivo de Aragón (Dictamen 132/2003, de 23 de septiembre, Dictamen 178/2003, de 2 de diciembre, entre otros) vienen sustentando de forma reiterada y con palabras semejantes a las que reproducimos a continuación que: “para apreciar la existencia de responsabilidad patrimonial es preciso acudir a parámetros como la “lex artis”, de modo que tan sólo en caso de una infracción de esta ley cabrá imputar a la Administración de la cual dependen los servicios sanitarios la responsabilidad por los perjuicios causados. En el caso de que no se infrinja la “lex artis”, ha de concluirse que tales perjuicios no son imputables a la Administración y han de ser soportados por el particular sin que generen, en modo alguno, el derecho apercibir una indemnización”. Al mismo tiempo el Tribunal Supremo tiene declarado que según el artículo 141.1 de la LPAC sólo serán indemnizables las lesiones producidas al particular provenientes de daños que éste no tenga el deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley, pues lo contrario convertiría a las Administraciones Públicas en aseguradoras universales de todos los riesgos sociales, lo que no resulta acorde con el significado de la responsabilidad extracontractual aunque sea objetiva o por el resultado (Vid. Sentencia del T.S. de 10 de febrero de 2001). En el presente supuesto está fuera de toda duda por la documentación aportada a este Consejo Consultivo de Aragón y por la narración coincidente tanto de la reclamación como de los diversos informes médicos presentes en el expediente y por la propia propuesta de resolución, que el reclamante sufrió la rotura-desinserción proximal del tendón de la porción larga del bíceps, con descenso de la porción músculo-tendinosa de lo que fue diagnosticado en su visita a urgencias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, confirmándose el diagnóstico posteriormente en el servicio de Traumatología. Son conformes también los informes médicos existentes acerca de la idoneidad del tratamiento prescrito que no exigía, en absoluto, la práctica de cirugía. No tiene relevancia, por tanto, la mención de la reclamación a la desconexión y retraso por el “seguimiento” (que no tratamiento) de sus lesiones en una Mutua, en cuanto que se había prescrito ya lo que debía sufrir el paciente: reposo, analgésicos, vendaje comprensivo y rehabilitación. La rehabilitación tuvo lugar en los servicios públicos de salud y el resultado final es una situación de práctica normalidad que 6 puede mejorar, además, con la continuación del tratamiento sufrido. No tiene sentido, pues, hablar de “inutilidad” del brazo en cuanto que no se han producido tal tipo de secuelas que, por otra parte, tampoco aparecen acreditadas en modo alguno en el expediente enviado a esta Comisión, ni tampoco aparece tal acreditación mencionada, siquiera, en los diversos escritos presentados por el abogado del reclamante. -VEn resumen, a la vista de los hechos que constan en los documentos presentes en el expediente y de las consideraciones jurídicas precedentes se aprecia: 1) que ha sido formulada la petición de responsabilidad e indemnización subsiguiente dentro del plazo legalmente establecido; 2) que se han cumplido las exigencias del procedimiento administrativo establecido, en el que tiene especial relieve la audiencia al interesado que el reclamante no ha usado; 3) que la asistencia sanitaria prestada en los centros sanitarios dependientes de la Comunidad Autónoma de Aragón ha sido la correcta siguiéndose, por tanto, la lex artis ad hoc; 4) que dado lo anteriormente indicado se debe concluir también en que no hay nexo de causalidad entre la asistencia médica dispensada al paciente y el resultado dañoso producido; 6) que no existe un daño antijurídico que deba ser soportado por el reclamante. Estos extremos motivan, por las consideraciones jurídicas anteriormente vertidas que los justifican, la procedencia de desestimar la reclamación de indemnización formulada. En mérito a lo expuesto, el Consejo Consultivo de Aragón emite el siguiente DICTAMEN: Que de conformidad con la propuesta del Departamento de Sanidad y Consumo, procede desestimar la solicitud de reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración formulada por “X” En Zaragoza, a uno de junio del año dos mil diez. 7