Edición N° 6 Junio 2009 La toma de decisiones es el proceso por el cual una persona debe escoger entre dos o más alternativas. Todos y cada uno de nosotros pasamos las horas y los días de nuestra vida tomando decisiones. Algunas van desde lo más intrascendente, mientras que otras son gravitantes en nuestra vida. La toma de decisiones en una empresa se circunscribe a una serie de personas que están apoyando un mismo proyecto. La MISIÓN y VISIÓN de una empresa es única, por lo que toda acción o medida que se tome debe estar orientada en ese sentido. Para tomar una BUENA DECISIÓN debemos empezar por hacer una selección de alternativas, conocer los PRO y los CONTRA de cada una de ellas. De la adecuada selección de alternativas dependerá en gran parte el éxito de cualquier empresa. Con frecuencia se dice que las DECISIONES son algo así como el MOTOR DE LOS NEGOCIOS. En las empresas, los trabajadores toman decisiones, por ejemplo, los directivos fijan las metas y objetivos de la organización, qué productos o servicios ofrecer, cuál es la mejor manera de financiar las operaciones o dónde ubicar una nueva planta o sucursal, etc. Desde luego, tomar decisiones no es competencia exclusiva de los gerentes. Algunos empleados también toman decisiones que tienen un efecto en el trabajo. Las decisiones más comunes son las de presentarse o no a trabajar, cuánto esfuerzo aplicar en su trabajo, si acatar o no una orden del jefe de la cual no están de acuerdo, o denunciar alguna irregularidad o permanecer callados. En los últimos años son más las organizaciones que facultan a los empleados a tomar decisiones relativas a su trabajo. Ahora bien, la experiencia, los conocimientos, las percepciones y hasta la intuición de los individuos influyen mucho en la toma de decisiones y en cuál es la calidad de la elección final. SIN EMBARGO, NINGÚN PROCESO DE TOMA DE DECISIONES ESTARÍA COMPLETO SIN INCLUIR A LA ÉTICA. Edición N° 6 Junio 2009 Las consideraciones morales son un criterio importante y hasta determinante al momento de decidir sobre las actividades propias y rumbo de una empresa. LAS DECISIONES QUE SE TOMEN DEBEN ENCONTRAR UN RESPALDO MORAL QUE GARANTICE SU EFICACIA, SOLIDEZ Y ACEPTACIÓN. Para una elección ética, la persona puede utilizar tres criterios: * EL CRITERIO UTILITARISTA: cuando las decisiones se toman sobre la única base de sus resultados o consecuencias. Es decir cuando se pretender brindar el máximo bien al mayor número de personas. Esta postura es la que domina en la toma de decisiones empresariales. * EL CRITERIO DEFENSOR DE LOS DERECHOS: cuando se toman decisiones respetando las libertades y derechos fundamentales de las personas. * EL CRITERIO ENFOCADO EN LA JUSTICIA: cuando se toman decisiones inspiradas en la justicia e imparcialidad para que haya una repartición equitativa de beneficios y costos. Los tres criterios tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Enfocarse en el utilitarismo promueve la eficiencia y la productividad, pero puede llevar a ignorar los derechos de algunos individuos, en particular los que tienen una representación minoritaria. Tomar los derechos como criterio protege a los individuos de daños y es congruente con la libertad, pero puede crear un ambiente laboral legalista que estorbe la productividad y la eficiencia. El enfoque en la justicia defiende los intereses de los menos representados, pero alienta un sentimiento de gozar privilegios que reduce el ánimo de correr riesgos, de ser innovadores y proactivos, es decir se alienta a los free rider, o aquel que recibe un beneficio sin haber peleado por él. Edición N° 6 Junio 2009 Supongamos que usted es gerente de nivel medio en una empresa de alrededor de 1,000 empleados. ¿Cómo respondería en las situaciones siguientes? Negocia un contrato con un posible cliente muy grande cuyo representante le ha hecho saber de manera discreta que prácticamente puede estar seguro de cerrar el negocio si le da a él y a su esposa un crucero todo pagado por el Caribe. Usted sabe que el cliente no aprobaría esta “compensación”, pero usted está en libertad de aprobar el gasto. ¿Qué haría? Tiene la oportunidad de robar 100,000 dólares de su compañía y posee la certeza absoluta de que no lo van a detectar ni atrapar. ¿Qué haría? En su compañía, la política de reembolsos por comidas en viajes de negocios consiste en pagar los costos incurridos que no superen los 60 dólares diarios. No necesita facturas de estos gastos y la compañía aceptará su palabra. Cuando viaja, se detiene en lugares de comida rápida y casi nunca gasta más de 15 dólares al día. La mayoría de sus compañeros pasan solicitudes de reembolso que varían entre 45 y 50 dólares, cualesquiera que hayan sido sus gastos reales. ¿Cuánto solicitaría de reembolso? Un compañero de trabajo, que a menudo forma parte del pequeño equipo en el que usted trabaja, frecuentemente tiene aliento alcohólico. Usted se ha dado cuenta de que últimamente su trabajo no es el acostumbrado y que está alterando el desempeño del equipo. Además resulta que este trabajador es familia de un alto directivo de la empresa, quien le tiene en gran estima. ¿Qué haría? Edición N° 6 Junio 2009 Esta aseveración es en general verdadera. Las personas con normas morales elevadas se inclinan menos a realizar actos inmorales, incluso en organizaciones o situaciones en las que hay grandes presiones para que los cometan. El meollo de esta declaración atañe a si el comportamiento ético depende más del individuo o del contexto. Según las pruebas, las personas con altos principios éticos los obedecerán a pesar de lo que hagan los demás o dicten las normas de la organización. Pero cuando la madurez moral y ética de un individuo no es muy alta, es más probable que se deje influenciar por culturas fuertes, y esto es cierto, incluso en aquellas culturas que incitan a prácticas cuestionables. Como las personas éticas evitan los actos inmorales, hay que invitar a los administradores a que estudien a los solicitantes (mediante exámenes e investigación de antecedentes) para determinar sus normas morales. Al buscar personas íntegras y con principios éticos, la organización aumenta la probabilidad de que el comportamiento de sus empleados sea moral. Desde luego, los actos inmorales también se reducen si se da a los empleados un ambiente de trabajo en el que se sientan apoyados. Esto incluye descripciones claras de los puestos, un código de ética escrito, evaluar y recompensar los medios tanto como los fines y una cultura en la que se aliente a los individuos para que impugnen públicamente los actos cuestionables. Fuente: Comportamiento Organizacional. Robbins Stephen Edición N° 6 junio 2009 ESTRUCTURA DE LA CETI Presidente Teófilo Casas Rivas Representante del Colegio de Ingenieros del Perú Miembro Germán Grajeda Reyes Representante de la Universidad Nacional de Ingeniería Miembro Alberto Martínez Llanos Representante del Colegio de Abogados de Lima Secretaria Ejecutiva y Asesora Elizabeth Katherine Cavagneri Otiniano Practicante Profesional Patricia Medina Cerrón