Poeta, periodista y diplomático nicaragüense, Félix Rubén García Sarmiento, más conocido como Rubén Darío, fue el verdadero artífice del Modernismo. • • • En 1888 publicó Azul... (conjunto de cuentos, relatos breves y poemas), libro de sustrato romántico con rasgos propios de Modernismo. Ha sido considerado como el inicio del nuevo movimiento. Prosas profanas (1896) supone la madurez del Modernismo de Darío, en esta obra lleva a cabo una importante revolución métrica y recrea un mundo de fantasía y belleza, lleno de cisnes, princesas y seres mitológicos. A este poemario pertenece el poema " Sonatina " Cantos de vida y esperanza (1905), constituye un cambio en la trayectoria del autor, se trata de una obra reflexiva, melancólica y con una honda preocupación existencial. El poema " Lo fatal " se incluye en este poemario. Lo fatal Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de estar vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos... La obra de este poeta reúne todas las características temáticas y estilísticas del movimiento modernista y en ella se distingues dos etapas: En la primera, a la que pertenecen los libros Azul y Prosas profanas, predominan el tono sensual y galante, el juego de la fantasía, y las ambientaciones exóticas. En la segunda etapa, en la que publica Cantos de Vida y esperanza, el poeta adopta un tono más confidencial para hacer un balance de su vida y trata también temas de carácter social. Aparece en esta obra su inquietud por el futuro de la cultura hispánica frente al aplastante predominio de los Estados Unidos: “¿Seremos entregados a los bárbaros fieros? ¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés? ¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros? ¿Callaremos ahora para llorar después?” Darío, que llegó a España como diplomático en 1892 (IV Centenario del Descubrimiento de América), introdujo y capitaneó el Modernismo en nuestro país. A partir de 1910 llevó una vida bohemia, excéntrica y el consumo excesivo de alcohol debilitó su salud. A finales de 1912 se retiró a Mallorca, lugar en el que residió durante 1913. En 1915 regresó a su país, Nicaragua, donde murió en 1916.