Comisión de Disciplina y Acusación Buenos Aires, de febrero de 2015 DICTAMEN N° VISTO el expediente N° 180/2013, caratulado “Cáceres Claudio Rubén c/ Dra. Mirta González Burbridge (Juzgado del Trabajo Nº 13)”, del que RESULTA: I. La presentación efectuada por el Dr. Claudio Rubén Cáceres USO OFICIAL González por la Burbridge, que denuncia titular del a la Juzgado Dra. Mirta Nacional del Trabajo Nº 13, por presuntas irregularidades cometidas en el marco Escolástico del c/ expediente Cooperativa caratulado de Trabajo “Argañaraz, de Seguridad y Vigilancia Dogo Argentino Limitada y Otro s/ Despido” Nº 1303/2009 que tramita ante el Juzgado a su cargo (fs. 106/108). El Dr. Cáceres -letrado de la parte demandadadenuncia la actuación desarrollada por la magistrada desde el momento en que las actuaciones fueron remitidas por la Sala IX de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo al Juzgado Nº 13, con fecha 1 de diciembre de 2011 (fs. 106). Relata que a fs. 455 del citado expte. el Juzgado dictó una providencia indicando “Por devueltos”, sin que la misma le fuera notificada, tal como lo establecería el art 48 inc. h) de la ley 18.345. Expresa también que esta irregularidad se habría repetido a fs. 466, cuando fueron devueltas las actuaciones tras ser remitidas a la Fiscalía Criminal de Instrucción Nº 11 (fs. 106vta.). Manifiesta que a fs. 456/457 de las mencionadas actuaciones el Juzgado practicó liquidación y ordenó su notificación por cédula a las partes. Según el denunciante, la cédula dirigida a su domicilio habría sido devuelta sin notificar, debido a que la misma no 1 habría sido acompañada de las copias correspondientes (fs. 106vta.). Asimismo, expresa que la cédula librada contenía diversos defectos, tales como que habría sido testada la fecha de recepción de la notificación, corregido el número de orden, y en el casillero de copias decía “SI” y habría sido testado por “NO”. Declara que todas estas irregularidades fueron confeccionadas en modo manuscritas, extremo vedado por el ordenamiento vigente. Concluye fuera que, estos notificada aprobada la extremos la determinaron resolución liquidación judicial practicada que que en no tuvo los le por autos mencionados (fs. 106vta.). Agrega que, con fecha 21 de agosto de 2012, la Dra. González Burbridge aprobó la liquidación practicada “atento el tiempo transcurrido y las constancias de autos”. Al respecto, el denunciante manifiesta que lo reseñado en derrotero la que denuncia han “…determina seguido estas el alambicado actuaciones pues la señora juez ha incumplido lo preceptuado por el art. 34 del CPCCN, pues tuvo el deber `de señalar, antes de dar trámite a cualquier petición, los defectos y omisiones de que adolezca, ordenando que se subsanen dentro del plazo que fije, y disponer de oficio toda diligencia que fuera necesaria para evitar o sanear nulidades´…” (fs. 107). El omisiones Dr. desarrollados configuran el funcionario entiende a lo incumplimiento público cuestionada, normas Cáceres pues procesales en la habría y que largo de de los persona incumplido reglamentarias. los hechos la denuncia deberes de la de un magistrada reiteradamente En y las consecuencia, habría faltado al cumplimiento de sus deberes, lesionando la eficaz prestación del servicio de justicia (fs. 107vta./108). De citadas, las copias acompañadas de las por el actuaciones denunciante laborales a la presentación, surge que: a- A fs. 4/5 del presente expte. obra copia de la liquidación efectuada, y posterior resolución de fecha 2 Comisión de Disciplina y Acusación 6 de diciembre de 2011 por la que se habría ordenado dar vista a las partes. b- A fs. 10. obra copia de una cédula dirigida por el Juzgado Nacional del Trabajo Nº 13 al Dr. Claudio Cáceres, por la que se pretendía notificar la resolución de fecha 6 de diciembre. Al reverso de dicha cédula consta que la misma habría sido devuelta sin notificar por no acompañarse copias. c- A fs. 18 obra copia de la resolución de fecha 21 de agosto de 2012 por la que la Dra. González Burbridge habría tenido por aprobada la liquidación. d- A fs. 31/32 vta. obran copias de cédulas dirigidas a la parte demandada, por las que se habría USO OFICIAL notificado la resolución de fecha 21 de agosto de 2012. De dichas constancias surge que las mismas habrían sido notificadas con fecha 21 de noviembre de 2012. e- A fs. 78/79 vta., obra copia de un escrito presentado por el Dr. Cáceres, con fecha 6 de agosto de 2013, por el que habría planteado la nulidad del auto de fecha 21 petición de agosto esgrimió de que 2012. el Como fundamento traslado de la de su liquidación ordenado con fecha 6 de diciembre 2011, no se habría hecho efectivo ya que la cédula por la que se lo pretendió notificar de la liquidación practicada, habría sido devuelta sin notificar. Por consiguiente, manifiesta que la parte demandada no habría tomado conocimiento de la liquidación, ni la habría consentido, por lo que solicita se decrete la nulidad absoluta del auto de fecha 21 de agosto y de todo lo actuado en consecuencia. f- A fs. 80 obra copia de la resolución de fecha 8 de agosto de 2013, por la que la Dra. González Burbridge resolvió desestimar la nulidad articulada por la demandada. Al rechazar el planteo la magistrada habría expresado que “…el artículo 59 de la LO dispone que no procederá la declaración de nulidad del procedimiento cuando se hayan dejado pasar tres días desde el momento en que se tuvo conocimiento del acto viciado sin haber hecho cuestión alguna”, agrega que ”…en el caso de autos, el nulidicente tomo conocimiento de la aprobación de la liquidación el 21 de noviembre de 2012 conforme las 3 constancias de fs. 483 y 484 vta., y dado que el planteo de nulidad lo deduce el 6 de agosto de 2013, en virtud de lo dispuesto por la norma legal citada, la presentación deviene manifiestamente extemporánea…”. g- A fs. 84/91 copia del planteo efectuado por el denunciante por el que habría planteado la recusación de la magistrada interviniente, y apelado la resolución de fecha 8 de agosto de 2013. h- A fs. 94 obra copia de resolución de fecha 30 de agosto Burbridge de habría planteada, y 2013, por la desestimado concedido que in el la Dra. limine recurso González la recusación de apelación interpuesto. CONSIDERANDO: 1. Que cabe señalar, como ya fuera explicado en innumerables precedentes, que los criterios de valoración de hechos, pruebas y normas adoptados por los magistrados en las causas judiciales, se encuentran fuera de la competencia de este Consejo, excepto en aquellos casos en que de su análisis desconocimiento surgiera palmario de en las forma leyes manifiesta el violación de o garantías constitucionales. Las facultades disciplinarias del Consejo de la Magistratura no indirectamente, pueden en la inmiscuirse, competencia directa o jurisdiccional. En otros términos, las sanciones disciplinarias apuntan a que el Consejo de la Magistratura logre disciplina en el cumplimiento de las reglas ordenatorias para la administración del universo de conflictos, no para la decisión de un pleito ni para imprimir determinada línea a los actos procesales. (Kemelmajer de Carlucci, Aída, “El Poder AA.VV. Judicial Derecho Instituto en la Reforma Constitucional Argentino de de Estudios Constitucional”, la reforma de en 1994, Constitucionales y Políticos, Mendoza, 1995, T II, pág. 49). 2. Que es opinión constante de este Cuerpo, en sus distintas composiciones, que las meras discrepancias con los criterios adoptados por los jueces no resultan suficientes 4 para sostener o justificar un proceso Comisión de Disciplina y Acusación sancionatorio y, en menor grado aún, el de remoción de magistrados. No es misión del Consejo de la Magistratura determinar si el criterio adoptado por los tribunales resulta o no el más acertado para la resolución de los conflictos, pues en esa hipótesis se convertiría en un órgano de casación política de los criterios judiciales. Es Suprema menester de la recordar Nación en lo lo dicho atinente por a la la Corte potestad disciplinaria respecto de los magistrados, en cuanto a que se “requiere que la imputación se funde en hechos graves e inequívocos o, cuando menos, en la existencia de presunciones serias que autoricen razonablemente a poner USO OFICIAL en duda la rectitud de conducta de un magistrado o su capacidad para el normal desempeño de su función” (Fallos 260:210; 268:203). 3. Que, del contenido de la denuncia se desprende la mera disconformidad del denunciante con el criterio adoptado por la Magistrada, lo cual resulta ajeno a la competencia del Consejo de la Magistratura y es susceptible de revisión a través de los mecanismos procesales previstos en los ordenamientos de forma respectivos. 4. Que, de la documentación acompañada por el propio denunciante, judicial que surge consideró que frente desacertada a –el una decisión rechazo de la nulidad articulada-, el Dr. Cáceres interpuso recurso de apelación para que la instancia superior analizara si el criterio seguido por la magistrada de grado fue o no acertado (fs. 84/91), el que fuera concedido por la Dra. González Burbridge (fs. 94). 5. Que, no es función del Consejo de la Magistratura ser una suerte de instancia a la que se pueda recurrir “per saltum” ante cualquier fallo desfavorable, y menos aún –como pretende el denunciante antes que tengan su intervención los órganos naturales de control establecidos por la ley ritual. Resulta evidente que, a través de la presentación de marras, el denunciante pretende que el Consejo de la Magistratura se erija en una nueva 5 instancia judicial en donde ventilar cuestiones para las cuales existen los remedios judiciales idóneos previstos por la normativa procesal vigente. 6. denuncia Que en consecuencia, resulta toda vez manifiestamente corresponde desestimar actuaciones, conforme in lo límine dispone el que la improcedente, las presentes artículo 8 del Reglamento de la Comisión de Disciplina y Acusación. Por ello, SE RESUELVE: 1º Magistratura Aconsejar del al Poder Plenario Judicial del de Consejo la de Nación, la la desestimación in límine de la denuncia formulada por el Dr. Claudio Rubén Cáceres. 2º De forma. 6