CUENTOS DEL DECAMERÓN – Boccaccio 1) Argumentos /Contenido a) 1ª jornada / novela 3ª: “El judío Melquisedech…” El sultán Saladino necesita dinero y acude al rico prestamista judío Melquisedech. El sultán le hace un planteamiento capcioso: cuál de las tres grandes religiones (judía, musulmana o cristiana) es la verdadera. El judío le responde con el cuento de los tres anillos: un hombre deja en herencia un anillo precioso ( y dos muy parecidos) a cada uno de sus tres hijos; los anillos son tan parecidos que cada hijo cree tener el mismo derecho a la herencia. Lo mismo ocurre con las tres religiones: para cada practicante la suya es la verdadera… El tema de fondo del cuento viene a ser la tolerancia religiosa, la fe compartida. El conflicto que plantea el cuento se resuelve por el diálogo: al final del cuento el musulmán violento se aplaca ante la sabiduría del judío y este le presta dinero en condiciones razonables, se hacen amigos. Desde una postura claramente humanista, Boccaccio propone el diálogo entre religiones y culturas, el respeto a todas las creencias. b) 3ª jornada / novela 10ª “Alibech se hace ermitaña…” Alibech, que no es cristiana, quiere saber cómo servir mejor a Dios. En el desierto encuentra al ermitaño Rústico. Este, vencido por la tentación carnal, la enseña a “meter el diablo en el infierno”…La familia de Alibech perece en un incendio y el joven Neerbele la busca para heredar: regresa del desierto y se casa con ella. Alibech les cuenta a las vecinas a qué se dedicaba en el desierto y termina invitándolas a hacer lo mismo: a servir a Dios metiendo el diablo en el infierno…Se trata de un tema sorprendente y escandaloso para la época: el sexo visto con un tono desenfadado, humorístico y hasta sacrílego. Boccaccio, una vez más, muestra su tolerancia con las debilidades humanas y su sentido del humor y la crítica. Los dos personajes tienen rasgos caricaturescos: ella es la ingenua que raya con la bobería y Rústico es el monje lascivo e hipócrita que aprovecha la ocasión (finge una santidad que desmiente su conducta). El doble sentido de algunas frases, las metáforas y alusiones religiosas sirven de soporte humorístico a todo el relato. c) 10ª jornada / novela 10ª “El marqués de Saluzzo…” Este relato cierra el Decamerón. Boccaccio ofrece un modelo de virtud sublime en su protagonista Griselda, sometida por su marido Gualtieri a las pruebas más humillantes (supuestas murmuraciones de los criados; simula el asesinato de sus hijos; finge el divorcio y la obliga a hacer de sirvienta en las nuevas bodas…). Griselda supera todas las pruebas y recupera su estatus y a sus hijos. Aunque todo es bastante inverosímil (la crueldad de Gualtieri y la heroica sumisión de su esposa), el relato expresa el arquetipo de comportamiento de los moralistas de la época: la obediencia ciega de la esposa al marido. En clave alegórica se ha visto en Griselda una personificación de Cristo, obediente hasta la muerte; o de María que acepta la muerte de su hijo sin ninguna reserva…; Detrás de esta novela, aún escribe Boccaccio un epílogo donde se disculpa de la posible deshonestidad de sus historias o de la crítica anticlerical del libro. 2) Aspectos formales / estilo En el Decamerón hallamos la primera obra maestra de la prosa europea moderna y el más refinado estilo de su autor. Lo más característicos de su estilo es el llamado “periodo boccaccesco”, que consiste en una perfecta adecuación de la frase italiana a la latina: lleno de epítetos y largos complementos, estira las frases, largas y rítmicas, incluyendo el verbo al final. Boccaccio utiliza una retórica bella y culta para describir o narrar, por contraste, las realidades más vulgares, pero evitando siempre el mal gusto. Este tipo de oraciones amplias y majestuosas es la gran creación estilística de Boccaccio. En el Decamerón, un libro destinado a la risa, lo más serio es precisamente el estilo, trabajado con sumo cuidado desde una inspiración ordenada, sensible a la belleza verbal y a la musicalidad de la frase. Esta prosa en la que predominan las oraciones extensas y matizadas contrasta, a veces, con el uso de otros registros muy variados, sobre todo en los diálogos: con tonos poéticos, sentimentales, irónicos, maliciosos, de contenido denso y moralizante, unas veces, y otras llenos de viveza y expresividad. Referencias cultas y religiosas, frases de doble sentido, metáforas, alegorías…son otros recursos frecuentes en los cuentos de Boccaccio. 3) Producción literaria del autor En la obra de Boccaccio podemos distinguir dos etapas: a) Una primera, de formación artística, en la que escribe poesía de influencia estilnovista y algunas novelas: de ambientación pastoril (el Ninfale d´Ameto); de trama más verosímil y realista, o psicológica, la Elegia di Madonna Fiammetta, basada en la experiencia de su ruptura amorosa con esta dama. A esta etapa pertenece, sobre todo, el primer modelo de narración burguesa: la colección de cuentos del Decamerón, la obra que sitúa a Boccaccio en un lugar de honor en la literatura universal. b) En la segunda etapa da un giro radical a su creación literaria (influido también por una crisis personal) y escribirá obras de carácter erudito y humanista, algunas en latín. En la Genealogía de los dioses paganos reinterpreta la mitología clásica a la luz de la moral cristiana; en De viribus ilustribus ofrece una semblanza de hombres ilustres abatidos por la Fortuna. Escribirá también un comentario a la Divina Comedia de Dante y una violenta sátira antifeminista titulada El Corbaccio. El Decamerón. Así como el Cancionero de Petrarca será el modelo a imitar por los poetas del Renacimiento, y la Divina Comedia el modelo de toda la poesía alegórica del siglo XV, El Decamerón se convertirá en la prosa ejemplar en la puede mirarse cualquier obra narrativa en lengua vulgar que aspire a alcanzar la excelencia en la expresividad y en la composición. El primer acierto de la obra es la ambientación contemporánea al autor y el consiguiente tono de crítica social. Aunque varias de sus novelas se sitúan en tiempos pretéritos o en países lejanos, predomina la inmediata proximidad temporal y geográfica. Boccaccio hace desfilar a toda una turba de personajes, muchos de ellos mediocres o sinvergüenzas; pero no los juzga como un moralista, sino que adopta el tono de un observador culto y burlón que se ríe de ese mundillo desde una actitud artística. Boccaccio sitúa la acción de su obra en la terrible peste negra que asoló Florencia, y toda Europa, a mediados del siglo XIV. Para huir de los estragos de la epidemia y librarse de la melancolía, imagina un argumento en el que siete jovencitas y tres jóvenes, pertenecientes a la burguesía rica y cultivada, se salen a una casa de campo y se imponen el juego de relatar un cuento cada uno de ellos en los diez días (deca-emeron, en griego ) que dure su reclusión. Cada jornada será presidida por un “rey” o “reina” que puede imponer al resto del grupo el tema sobre el que tratarán los cuentos que se narren. Aparte de los diez narradores que cuentan sus “novelas”, el narrador omnisciente informa de las distracciones, bailes y fiestas que vive el grupo en su retiro. De la gran variedad de temas que aparecen en la obra destacan: el amor (sensual, pasional, sacrificado…), el ingenio o la inteligencia que se manifiesta en una gama muy amplia: la astucia para salir de un mal paso o para gozar del amor; o la actuación discreta y de sentido común en algunos personajes; la crítica social implícita a las costumbres relajadas de los clérigos, a la prepotencia de los poderosos, a la avaricia de los ricos, etc.; la Fortuna caprichosa que mueve la suerte de los hombres… Boccaccio parece buscar el lado cómico o ridículo que encuentra en los personajes ignorantes o malvados, pero no los condena; y lo hace con plena conciencia artística. 4) Contexto histórico-literario . Boccaccio pasa su infancia en Florencia y una larga temporada en Nápoles, donde inicia su obra literaria; allí conocerá a la Fiametta que aparece en algunos de sus libros. Regresa a Florencia donde ocupa cargos diplomáticos y se relaciona con Petrarca. Junto con Dante y Petrarca, Boccaccio forma la tríada prodigiosa de los escritores del siglo XIV en Italia. Estos tres escritores inauguran las ideas humanistas que influirán de manera decisiva de los siglos siguientes. Los rasgos más importantes que definen el movimiento humanista son los siguientes: • Se afirma la posición central del hombre en el cosmos: antropocentrismo frente al teocentrismo medieval. El Humanismo se interesa por todo lo que atañe al ser humano y a su dignidad. • Se intenta restaurar los valores de la cultura clásica con el estudio profundo y la imitación de los grandes autores grecolatinos, cuyos temas y modelos artísticos pasan a la literatura y a las nuevas materias humanísticas. • El Humanismo no es solo una actitud erudita o cultural, sino un movimiento liberador del hombre que busca una vida más feliz, el goce de lo natural, la admiración de la virtud, la valoración de la justicia y de la libertad. El mundo deja de ser un valle de lágrimas y pasa a ser considerado como un lugar digno para vivir y gozar. • La literatura y las artes, en consecuencia, constituyen un canto abierto a la vida, a la belleza ideal, al amor, a la felicidad, o a otras virtudes consideradas paganas. El racionalismo (plasmado en un sentido crítico del saber, en la confianza en la razón, curiosidad por desentrañar los misterios de la realidad, en el rechazo a la superstición) y el individualismo serán dos aspectos importantes en la nueva escala de valores. Dejando a un lado sus méritos artísticos, esta obra de Boccaccio recoge muchos de estos temas (la concepción pagana del hombre, la ausencia de rasgos míticos y prejuicios religiosos, la burla de los ideales medievales, su carácter antropocéntrico y humanista…). Pero más allá del Renacimiento, la obra de Boccaccio ha influido en autores tan importantes como Shakespeare, Lope, Goethe, Swift, Balzac…;en el arte (desde Botticelli a un Dalí), en el teatro, en la música o en cine (de Pasolini, Fellini…)