H N Guía práctica para el personal de enfermería y profesionales sanitarios afines Conocer la HPN El Nurses Group of the European Society for Blood and Marrow Transplantation (EBMT NG) quiere expresar su agradecimiento a las siguientes personas por la revisión crítica de este folleto y las aportaciones realizadas: — Paola Arnaboldi, Italia — Louise Arnold, Reino Unido — Aleksandra Babic, Italia — Britta Höchsmann, Alemania — Joanna Large, Reino Unido — Sarah Liptrott, Italia — Siglinde Schmid, Alemania Los colaboradores quieren hacer extensivo su agradecimiento a Lars Ritzal (Alemania), por su valiosa aportación a este folleto desde la perspectiva de un paciente con HPN. El objetivo de este folleto es ofrecer una perspectiva general de las causas, los signos y síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes con hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN). Se habla del papel esencial del personal de enfermería en el cuidado de los pacientes con HPN y se abordan temas relacionados con el lado práctico de los cuidados de enfermería. Nota introductoria Los términos subrayados se definen en el Glosario que se incluye al final del folleto. Índice Acerca de la sangre Páginas 7-8 ¿Qué es la HPN? Páginas 9-12 Signos y síntomas de la HPN Páginas 13-16 El papel esencial del personal de enfermería en el cuidado del paciente con HPN Páginas 27-32 Evaluación y diagnóstico Lista de recursos Páginas 17-22 Página 33 Opciones de control y tratamiento de la HPN Glosario Páginas 23-24 Consejos generales para pacientes con HPN y cuidadores Páginas 25-26 Páginas 35-36 Acerca de la sangre 7 La sangre circula constantemente por todo el cuerpo gracias a la acción de bombeo del corazón, suministrando nutrientes a las células y eliminando materiales de desecho. Aproximadamente el 50 % de la sangre es plasma y el 50 % restante está formado por células1. Apartado 1: Acerca de la sangre Las células sanguíneas se producen en la médula ósea y se dividen en tres tipos: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas1. Apartado 1: Acerca de la sangre Los glóbulos rojos (eritrocitos) hacen circular oxígeno por el cuerpo. Contienen hemoglobina, también conocida como Hb, que es la que les da su color rojo Los glóbulos blancos (leucocitos) desempeñan un papel importante en las respuestas inflamatorias e inmunitarias 8 Las plaquetas (trombocitos) intervienen en las fases iniciales de la trombosis y detienen la hemorragia Los trastornos de la sangre pueden producir procesos patológicos y enfermedades potencialmente mortales. Uno de estos trastornos es la hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN). ¿Qué es la HPN? La hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) es una enfermedad crónica rara que puede tener manifestaciones agudas. Es un trastorno de la sangre en el que la activación crónica y descontrolada del sistema del complemento frente a glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas ocasiona un riesgo enormemente elevado de trombosis que, de no tratarse, incrementa de forma significativa la morbimortalidad.1-3 Este aumento del riesgo trombótico se debe en parte a la hemólisis de los glóbulos rojos y a los efectos tóxicos de la hemoglobina libre en la circulación.3 Apartado 2: ¿Qué es la HPN? 9 La HPN es una rara enfermedad hemolítica de la sangre. La ausencia del escudo protector de las proteínas en la superficie de las células sanguíneas las hace vulnerables a su destrucción por una parte del sistema inmunitario llamado el sistema del complemento. El sistema del complemento puede destruir los glóbulos rojos, lo que da lugar a una pérdida aguda o crónica de hemoglobina.3-5 Este proceso hemolítico se asocia a un gran aumento del riesgo trombótico, que puede ser potencialmente mortal.3,4 Se conocen bien algunas causas de la HPN, pero otras aún se están investigando. La HPN se produce con frecuencia en el contexto de síndromes de insuficiencia medular (IM), como anemia aplásica (AA) y síndrome mielodisplásico (SMD). No obstante, no siempre es así y los pacientes pueden tener solo HPN, también conocida como «HPN clásica».6 Apartado 2: ¿Qué es la HPN? Fisiopatología de la HPN El sistema del complemento es una parte del sistema inmunitario del cuerpo que consiste en un grupo de aproximadamente 25 proteínas que actúan juntas para ayudar a los anticuerpos a destruir bacterias, virus y células anómalas7. En líneas de células sanguíneas normales, la acción del sistema del complemento está controlada por proteínas reguladoras del sistema del complemento fijadas en las superficies de las células por un anclaje glucolipídico denominado glucosilfosfatidilinositol (GPI).1,3,8 El GPI es producido por la enzima PIG-A. Los pacientes con HPN tienen una mutación en el gen de la enzima PIG-A. Esto provoca que los glóbulos rojos afectados tengan una deficiencia en el anclaje al GPI que ocasiona la deficiencia de dos proteínas reguladoras esenciales del sistema del complemento, CD55 y CD59.9 En ausencia de estas proteínas reguladoras, el sistema del complemento se activa y forma un complejo de ataque a la membrana. Este complejo inicia el proceso destructivo de la hemólisis y activa otros componentes de la sangre como leucocitos y plaquetas, dando lugar a un aumento del riesgo de trombosis.4,5,10 Es importante señalar que la producción del sistema del complemento aumenta durante episodios infecciosos, lo que puede empeorar los síntomas de la HPN y ocasionar un cuadro clínico más agudo.3 En algunos pacientes con HPN, la médula ósea, que es la responsable de producir células sanguíneas sanas, no funciona adecuadamente. Actualmente, se sabe poco de las causas de la IM subyacente a la HPN.6 Hemólisis Hemoglobina libre 10 Reducción de óxido nítrico Activación crónica e incontrolada del complemento4,9,11-13 Activación leucocitaria Trombosis Activación/agregación plaquetaria Tipos de célula afectada por HPN Las células sanguíneas de las personas con HPN se dividen en tres tipos:14 Célula progenitora normal (tipo I) Las células l de HPN (también conocidas como células de tipo I) son células sanguíneas normales que tienen anclajes al GPI en su superficie con proteínas reguladoras (CD55 y CD59) del sistema del complemento acopladas. Apartado 2: ¿Qué es la HPN? 11 Célula progenitora afectada por HPN (tipo II) Las células II de HPN (también conocidas como células de tipo II) carecen de algunos anclajes al GPI en su superficie y, por tanto, tienen una deficiencia de las proteínas reguladoras CD55 y CD59 del sistema del complemento. Esto hace que los glóbulos rojos afectados sean más propensos a su destrucción por el sistema del complemento, lo que se traduce en la activación de los leucocitos y plaquetas afectados por el sistema del complemento. Célula progenitora afectada por HPN (tipo III) Las células III de HPN (también conocidas como células de tipo III) no tienen anclajes al GPI y, por tanto, tampoco las proteínas reguladoras CD55 y CD59 del sistema del complemento en su superficie. Los glóbulos rojos afectados son más sensibles a su destrucción por el sistema del complemento, mientras que los leucocitos y plaquetas afectados son activados por el sistema del complemento. Apartado 2: ¿Qué es la HPN? ¿Qué son las células del clon HPN y qué significa tamaño del clon HPN? Las células sanguíneas que se ven afectadas por la HPN, p. ej., las células II de HPN y las células III de HPN, se conocen como células del clon HPN. Estas células carecen de anclajes al GPI y, por tanto, de las proteínas reguladoras protectoras (CD55 y CD59) del sistema del complemento en su superficie.15 ¿A quién afecta la HPN? La HPN es una enfermedad genética adquirida (no un trastorno hereditario) muy rara. Los datos más fiables sobre la incidencia y prevalencia de la HPN proceden de un trabajo realizado en Yorkshire, Inglaterra. En dicho estudio, la prevalencia de pacientes con células del clon HPN de cualquier tamaño es de 15,9 por millón y la incidencia es de 1,3 por millón de la población total.16 La HPN no se puede transmitir de padres a hijos.7 La HPN afecta por igual a hombres y mujeres y, aunque se produce en cualquier grupo de edad (también en niños), se diagnostica principalmente entre los 30 y los 35 años. La HPN se asocia a diversos signos y síntomas que puede parecer que no están relacionados entre sí o que son comunes a los de otras enfermedades, por lo que no es extraño que pasen meses o años antes de establecer el diagnóstico correcto.17 El tamaño del clon HPN se refiere al porcentaje de células afectadas por HPN frente a células normales en la población total de células. Por ejemplo, un paciente que tiene proteínas reguladoras del sistema del complemento en el 40 % de sus células y ninguna proteína reguladora del sistema del ¿Cuál es el pronóstico de los complemento en el 60 % restante de sus pacientes con HPN? células, tiene un tamaño del clon HPN del 60 %. La hemólisis y el elevado riesgo de trombosis El tamaño del clon HPN puede ser muy variable; algunos pacientes tienen muy pocas células del clon HPN y en otros, casi todas son células del clon HPN. Además, el tamaño del clon HPN puede cambiar con el tiempo y deberá comprobarse periódicamente porque puede ayudar a entender la enfermedad.15 La cifra de granulocitos es el resultado más fiable debido a la vida más prolongada de la célula y a que los glóbulos rojos pueden ser transfundidos.15 (asociada a la hemólisis y a la activación de plaquetas y leucocitos) son los mecanismos básicos subyacentes a las enfermedades y a la mortalidad asociadas con la HPN.3,9,18 Sin embargo, gracias a los nuevos avances médicos, los pacientes con HPN ahora pueden sobrevivir durante décadas, con una esperanza de vida normal y con solo síntomas menores.19,20 12 Signos y síntomas de la HPN La HPN es una enfermedad muy grave que puede causar muchos problemas de salud y tener consecuencias potencialmente mortales, tales como trombosis;1 sin embargo, con frecuencia pasan años antes de que se diagnostique porque se manifiesta de forma diferente en cada paciente, con diversos síntomas a menudo asociados a otras enfermedades.2 Apartado 3: Signos y síntomas de la HPN 13 Aunque existen algunos síntomas de la HPN que los pacientes pueden ver o notar con facilidad, como dolor abdominal, cansancio u orina oscura, también existen otros signos que pueden pasar inadvertidos. Estos signos y síntomas se pueden relacionar con la hemólisis y el elevado riesgo de trombosis observado en pacientes con HPN.3 Es fundamental una detección precoz del trastorno para que los pacientes puedan tener todas las oportunidades de mejorar sus resultados.1 Apartado 3: Signos y síntomas de la HPN 41 % Disfagia 47 % Hipertensión pulmonar 66 % Disnea 64 % Nefropatía crónica (NC) 57 % Dolor abdominal 26 % Hemoglobinuria 14 47 % Disfunción eréctil 88 % Anemia 96 % Cansancio, deterioro de la calidad de vida 40 % Trombosis Frecuencia de diversos signos y síntomas de la HPN en su cuadro clínico inicial. Adaptado de Dacie, 1972;4 Hillmen, 1995;5 Hillmen, 2010;6 Hill, 2010;7 Meyers, 2007;8 Nishimura, 2004.9 Trombosis Trombosis es el término utilizado para describir la coagulación de la sangre y normalmente se produce cuando los vasos se dañan por un traumatismo con el fin de detener la pérdida de sangre y empezar el proceso de reparación.10 Se puede producir una trombosis anómala en venas y arterias, con consecuencias mortales para el paciente. En las venas, la trombosis anómala se produce con mayor frecuencia en las venas profundas de las piernas y la pelvis (trombosis venosa profunda o TVP) y también puede suceder en la HPN. Fragmentos de trombos formados en las venas profundas de las piernas y la pelvis pueden desprenderse y desplazarse por la circulación sanguínea (tromboembolia) hacia los pulmones (causando una embolia pulmonar), que puede traducirse en una morbilidad significativa o en muerte súbita.10 La HPN también puede causar trombosis en venas no habituales, como las venas hepáticas que drenan el hígado (síndrome de Budd-Chiari) y el sinus sagital superior. La tromboembolia es la principal causa de muerte en personas con HPN.11 15 La trombosis también se puede producir en las arterias y su gravedad es máxima cuando se ven afectadas las arterias del corazón (lo que causa un ataque al corazón o infarto de miocardio) y el cerebro (que provoca un ictus).12 Alrededor del 15 % de los episodios trombóticos (ET) que se producen en la HPN se localizan en el sistema arterial.13 Hemólisis La hemólisis es la destrucción de glóbulos rojos. En la HPN, se produce cuando el sistema del complemento ataca los glóbulos rojos afectados por HPN (células II y III del clon HPN) y las células estallan.14,15 La hemoglobina que se libera durante la hemólisis causa directamente algunos de los signos y síntomas que se pueden asociar a la HPN. Sin embargo, la consecuencia más importante de la hemólisis crónica es que es uno de los factores que contribuyen al aumento del riesgo de ET graves en pacientes con HPN.5,9,15,16 La hemólisis se vigila mejor con la lactatodeshidrogenasa (LDH) que con la hemoglobina sola y se recomienda realizar esta prueba siempre que se evalúe la sangre de un paciente con HPN14,15. Apartado 3: Signos y síntomas de la HPN Anemia La anemia es un trastorno caracterizado por una deficiencia en la sangre de glóbulos rojos, de lahemoglobina o del volumen total. Una de las características de la HPN es la anemia hemolítica. Es una anemia que se produce por hemólisis. La función deficiente de la médula ósea también puede contribuir a que no se produzca la cantidad normal de glóbulos rojos y a que no tengan la capacidad de remplazar las células perdidas por hemólisis.9 Por tanto, la anemia se puede producir en diversos grados, que varían de una persona a otra. La anemia puede afectar a la cantidad de oxígeno que se libera por todo el cuerpo. Las personas con anemia pueden presentar cansancio, disnea de esfuerzo, palidez, palpitaciones, mareo y desmayos.17 Cansancio En la hemólisis grave, la destrucción de los glóbulos rojos provoca una liberación más rápida de hemoglobina libre y puede causar un cansancio excesivo. El cansancio es un síntoma de la anemia, pero en la HPN el cansancio que presenta una persona puede ser mucho mayor al que sería de esperar en personas con otros tipos de anemia y no mejora necesariamente con transfusiones ni con la mejoría de la anemia. Este cansancio puede ser debilitante y las personas con HPN a menudo tienen que cambiar sus vidas y actividades por su causa. Los niveles de hemoglobina no siempre reflejan el nivel de cansancio ni la alteración de la calidad de vida que presenta una persona con HPN. A veces, un cansancio excesivo se podría diagnosticar erróneamente como depresión.18 Hipertensión pulmonar (HTP) y disnea Aproximadamente la mitad de las personas con HPN presenta signos de hipertensión pulmonar (HTP).7,19 Es un trastorno en el que la presión sanguínea de las arterias pulmonares es anormalmente alta. Dado que la HTP afecta a los pulmones, la falta de aliento y la dificultad respiratoria (disnea) son síntomas habituales de este trastorno, que también pueden añadir una carga adicional al corazón. Además de alterar la respiración y la calidad de vida, la HTP se asocia a un riesgo elevado de otros problemas de salud graves, como ET y, de no tratarse, puede ser una enfermedad muy grave.19 Hipertensión arterial (HTA) La hipertensión arterial (que significa presión arterial alta) es una dolencia en la que la presión sanguínea de las arterias está elevada. Algunos pacientes presentan cefaleas, sensación de mareo, vértigo, acúfenos o alteración de la visión. Habitualmente, la hipertensión no causa síntomas al inicio, pero de persistir en el tiempo, es un factor de riesgo importante de cardiopatía hipertensiva, arteriopatía coronaria, ictus, aneurisma aórtico, arteriopatía periférica y nefropatía crónica.20 Disfunción eréctil La bilirrubina es el pigmento amarillo liberado por la descomposición de los glóbulos rojos y la degradación de la hemoglobina. Unos niveles elevados de bilirrubina pueden causar una coloración amarilla de los ojos o de la piel, conocida como ictericia, que se puede producir en la HPN como consecuencia de una hemólisis excesiva.21 La ictericia también puede ir acompañada de picor en la piel. Los hombres con HPN pueden presentar problemas para tener o mantener erecciones. Esto se produce porque la hemoglobina libre liberada en la sangre durante la hemólisis se une al óxido nítrico, reduciendo sus niveles en la circulación sanguínea. El óxido nítrico es responsable de la relajación del músculo liso y es necesario para que un hombre tenga una erección. Cálculos biliares Los cálculos son depósitos endurecidos de componente biliar que se pueden formar en la vesícula biliar. Se pueden formar cálculos biliares si existen niveles anormalmente altos de bilirrubina (un producto derivado de la descomposición de la hemoglobina) que se excreta en la bilis. Pueden causar diversos problemas médicos, tales como colecistitis (inflamación de la vesícula biliar), cólico biliar (dolor por obstrucción del colédoco) y, de forma más grave, pancreatitis (inflamación del páncreas por bloqueo del colédoco). Los pacientes con HPN también pueden desarrollar «arenilla» en la vesícula biliar, que puede producir síntomas similares a los cálculos. Se puede recomendar la extirpación de la vesícula biliar para aliviar los síntomas de los cálculos y de la «arenilla» biliares.22 Dolor abdominal y dificultad para deglutir La hemoglobina libre liberada durante la hemólisis se puede unir al óxido nítrico. Una falta de óxido nítrico puede provocar espasmos en el músculo liso de zonas como el abdomen y el esófago, lo que puede ocasionar a los pacientes con HPN un dolor episódico o persistente en el estómago y la región abdominal, además de dificultad y dolor al deglutir (disfagia). Este dolor puede ser leve o muy intenso y puede requerir tratamiento. Con frecuencia el dolor es difuso y puede durar varias horas seguidas. A menudo, la analgesia, el posicionamiento o la defecación no alivian el dolor. El dolor también se puede producir en la zona lumbar y causar cefaleas.23 Disfunción renal y nefropatía crónica Una de las complicaciones identificadas de la HPN es una disminución de la función renal y un porcentaje significativo de personas con HPN presenta nefropatía crónica.6 Se piensa que la hemólisis crónica es una causa primordial de la fibrosis renal que, a su vez, puede alterar la función renal y afectar a la capacidad de los riñones para filtrar los productos de desecho desde la sangre. Con el tiempo, este proceso desemboca en insuficiencia renal, una de las principales causas de muerte en la HPN.6,9,24 Apartado 3: Signos y síntomas de la HPN Ictericia Síndrome de Budd-Chiari Es un trastorno sumamente raro en el que la mayoría de pacientes presenta dolor abdominal, ascitis, distensión y hepatomegalia, en diversos grados e intensidades. También se puede observar insuficiencia renal y, ocasionalmente, ictericia. Sin embargo, algunos pacientes pueden permanecer asintomáticos y en muchos centros se realizan periódicamente ecografías de control del hígado y venas y arterias hepáticas de los pacientes en busca de trombos no detectados. Se necesitan pruebas complementarias para obtener un diagnóstico, como análisis de sangre y estudios radiológicos (incluidas ecografías, TAC o RMN). Puede estar indicado realizar una intervención farmacológica y, en algunos casos quirúrgica, como una angioplastia o la colocación de una endoprótesis vascular o una derivación. Estos procedimientos exigen preparar al paciente física y psicológicamente. Se debe derivar al paciente a un equipo especializado en hígado.14,23,25 Aumento de la actividad de la enfermedad en la HPN En pacientes con HPN, a medida que aumenta el nivel de actividad del sistema del complemento que afecta a las células sanguíneas, aumenta la actividad de la enfermedad y surge el riesgo de complicaciones graves. El nivel de actividad de la enfermedad (y, por tanto, el riesgo) no se puede prever a partir del grado de anemia ni del tamaño del clon. Una forma mejor de medir la actividad de la enfermedad es combinar una evaluación del grado de hemólisis que se está produciendo (determinada con el nivel de LDH en la sangre) con la presencia de uno o más síntomas de la enfermedad.26,27 La presencia de uno o más de los síntomas enumerados a continuación, junto con un nivel de LDH ≥ 1,5 veces el límite superior de la normalidad, indica una actividad elevada de la enfermedad.28 — Cansancio — Hemoglobinuria — Dolor abdominal — Disnea — Anemia (hemoglobina < 100 g/l) — Episodio vascular grave (como trombosis) — Disfagia — Disfunción eréctil 16 Evaluación y diagnóstico ¿En quién se deben realizar pruebas de detección de HPN? El diagnóstico precoz es esencial para mejorar el tratamiento y el pronóstico del paciente En poblaciones de pacientes de alto riesgo con trombosis idiopática, hemólisis e IM, la elevada prevalencia de células del clon HPN avala que se realice una detección sistemática de la HPN en los pacientes.1 Apartado 4: Evaluación y diagnóstico 17 Determinados grupos tienen un riesgo mayor de tener clones HPN y se deben identificar pronto2-10 Hemólisis (↑LDH o ↑cifra de reticulocitos o ↓haptoglobina) Anemia hemolítica con prueba de Coombs negativa Hemoglobinuria o hemosiderinuria Disfunción renal Apartado 4: Evaluación y diagnóstico Trombosis idiopática Disfunción medular Anemia aplásica Síndrome mielodisplásico Con cualquiera de los siguientes: Venosa o arterial Citopenia Con cualquiera de los siguientes: Con cualquiera de los siguientes: Trombosis Signos de hemólisis Hipoplásica AF resistente al tratamiento Localizaciones atípicas** Citopenia resistente al tratamiento Sin respuesta al tratamiento Cualquier subtipo con signos de hemólisis Cualquier subtipo* con signos de hemólisis Cualquier citopenia Sin respuesta a un anticoagulante Prueba de detección de la HPN utilizando citometría de flujo de alta sensibilidad† realizada en sangre periférica Citometría de flujo de alta sensibilidad (HSFC) de proteínas ligadas al GPI: Recomendaciones de la International Clinical Cytometry Society (ICCS) La prueba diagnóstica de referencia para la HPN es la citometría de flujo de rutina o de alta sensibilidad (HSFC, high sensitivity flow cytometry) realizada en la sangre periférica. Las pruebas de citometría de flujo no son invasivas y cuentan el número de células afectadas por la HPN (tamaño del clon) en cada tipo de célula sanguínea.2 Los glóbulos rojos afectados por HPN se identifican analizando el porcentaje de proteínas reguladoras CD59 ancladas al GPI del sistema del complemento en la superficie celular. Los glóbulos rojos de tipo II de HPN tienen una deficiencia parcial de proteína CD59 en su superficie, mientras que las células de tipo III tienen una deficiencia completa de CD59. Los glóbulos blancos afectados por HPN (monocitos y granulocitos) se identifican mediante cuantificación de la presencia de GPI en la superficie celular utilizando aerolisina fluorescente (FLAER, Fluorescent Aerolysin), un reactivo que se fija específicamente al anclaje al GPI o un marcador ligado al GPI como CD24 o CD14.2 No es adecuado considerar solo los glóbulos rojos al evaluar a pacientes con HPN porque la hemólisis y los efectos de dilución de las transfusiones pueden subestimar el tamaño del clon. Los granulocitos con combinaciones FLAER/CD24 ofrecen la estimación más precisa del tamaño del clon HPN Un tamaño del clon bajo en los glóbulos rojos en comparación con el tamaño del clon en los glóbulos blancos es indicativo de hemólisis intravascular.3,11 AF = anemia ferropénica. * Anemia, neutropenia, trombocitopenia o pancitopenia. ** Las localizaciones atípicas son las venas hepáticas (síndrome de Budd-Chiari), otras venas intraabdominales (porta, esplénica o esplácnica), senos cerebrales y venas cutáneas. † Detecta células afectadas por HPN hasta un tamaño del clon del 0,01 %. 18 Citometría de flujo para la detección de la HPN La citometría de flujo es el método de referencia para detectar la HPN: rápida, exacta y muy fiable2-4,12,13 Preparar la muestra 1 Origen de la muestra Sangre periférica (no médula ósea) Volumen de la muestra 1-3 ml Edad máxima de la muestra Las 48 horas siguientes a su recogida Conservación de la muestra 4 °C después de 24 horas Anticoagulante EDTA, heparina o anticoagulante citrato dextrosa (ACD) Estirpes celularesLa prueba de determinación de leucocitos refleja de forma más exacta el tamaño del clon HPN Solicitar un informe claro — Fundamental para tomar decisiones clínicas apropiadas — Cuando se solicite una citometría de flujo para detectar la HPN, pedir: 2 — Terminología clara: «Resultado negativo» frente a «Células HPN negativas» — T amaño del clon de cada estirpe estudiada y porcentaje de clones HPN de tipo II y III — Nivel de sensibilidad utilizado 19 — Resultados de las pruebas de flujo anteriores con el fin de monitorizar la expansión clonal Vigilar a los pacientes con HPN 3 — E l tamaño del clon aumentó en el 40 % (10/25) de los pacientes con un tamaño del clon entre el 0,11 % y el 10 % — E l International PNH Interest Group (IPIG) recomienda un control rutinario cada 6-12 meses de los pacientes en los que se identifique un clon Apartado 4: Evaluación y diagnóstico — L as directivas de la International Clinical Cytometry Society, las guías de consenso y el IPIG recomiendan el seguimiento continuo de los pacientes con mayor riesgo de HPN Apartado 4: Evaluación y diagnóstico 20 Biopsia y aspiración de médula ósea En algunos pacientes con HPN se estudiará la médula ósea para tener un conocimiento completo del grado de funcionamiento de la médula ósea porque a menudo se observa HPN en presencia de un trastorno medular subyacente, como AA, SMD o mielofibrosis.3 Una biopsia consiste en obtener una muestra del tejido sólido de la médula ósea, mientras que la aspiración es el procedimiento mediante el que se obtiene una muestra de la parte líquida de la médula ósea, normalmente del hueso pélvico. Pruebas analíticas Aunque los signos y síntomas explican parte de la historia de la HPN del paciente, no siempre transmiten qué está sucediendo en el cuerpo. Por eso, los resultados de las pruebas analíticas son importantes para revelar todo el cuadro; incluso pacientes con niveles bajos de células afectadas por HPN (tamaños del clon pequeños) pueden presentar problemas de salud graves relacionados con la HPN.14 Además, el tamaño del clon de un paciente puede cambiar con el tiempo, por lo que es necesario realizar una vigilancia continuada de los pacientes.2,15 Entre los análisis de sangre que se pueden usar para ayudar en el diagnóstico y el tratamiento de la HPN se incluyen:* Prueba Descripción Nivel de LDH La LDH es una enzima que se encuentra en varios tejidos y es abundante en los glóbulos rojos. Cuando se destruyen glóbulos rojos en la HPN, se libera LDH en la circulación sanguínea. Por tanto, el nivel de LDH en una persona con HPN puede indicar el grado de hemólisis que se está produciendo. Un nivel de LDH ≥ 1,5 veces el límite superior de normalidad (intervalo normal = 105-333 UI/l) indica un nivel elevado de hemólisis. Cifra de reticulocitos Nivel de hemoglobina Con frecuencia o en numerosas ocasiones, los pacientes con HPN tienen un nivel bajo de hemoglobina (< 12,1 g/dl en mujeres y < 13,8 g/dl en hombres). Niveles de haptoglobina La haptoglobina es una proteína que se une a la hemoglobina. Unos niveles de haptoglobina < 41 mg/dl son indicativos de hemólisis intravascular elevada en pacientes con HPN. Pruebas de la función renal Dado que la HPN puede causar problemas renales, se deben realizar análisis de sangre a las personas con HPN para comprobar su función renal. Una filtración glomerular estimada baja (< 90 ml/min/1,73 m2) y unos niveles elevados de creatinina sérica (> 1,1 mg/dl en mujeres y > 1,3 mg/dl en hombres) indican una alteración de la función renal. Ocurre así especialmente durante las crisis hemolíticas debido al riesgo de insuficiencia renal aguda. Nivel de bilirrubina La bilirrubina es un producto de desecho de la descomposición de los glóbulos rojos. Los niveles de bilirrubina pueden estar elevados en la HPN por el aumento de la hemólisis. Los niveles de bilirrubina directa y total que indican una hemólisis elevada son > 0,3 mg/dl y > 1,9 mg/dl, respectivamente. Prueba de ferritina sérica La ferritina es una proteína que almacena hierro en el interior de las células. En la HPN, los niveles de ferritina pueden ser superiores a los normales por la destrucción de glóbulos rojos. En pacientes con HPN hemolítica sin inhibición del complemento y sin síndromes de insuficiencia medular concurrentes suelen observarse concentraciones bajas de hierro. Si se produce un cambio a hemólisis extravascular u otros síndromes de insuficiencia medular, puede haber una sobrecarga de hierro. Cifra baja de plaquetas En la HPN, la activación del sistema del complemento produce una activación de las plaquetas que, a su vez, conduce a una agregación de las plaquetas y, posiblemente trombosis16. Por tanto, en pacientes con HPN, los niveles de plaquetas son inferiores a los normales (< 150 × 109/l). Nivel de NT-proBNP El propéptido natriurético cerebral N-terminal (NT-proBNP, N-terminal pro-brain natriuretic peptide) es un marcador de la resistencia vascular pulmonar y de la función ventricular derecha, ambos indicadores de la HTP. Casi la mitad de los pacientes con HPN tiene niveles elevados de NT-proBNP17. Nivel de dímero-D Un dímero-D es un fragmento de proteína producido durante la degradación de un trombo. Los niveles elevados de dímero-D (> 250 ng/ml) son un signo de trombosis. Folato y vitamina B12 Medir los niveles de folato y vitamina B12 puede ayudar a diagnosticar la anemia. Unos niveles de folato < 4,5 nmol/l y de vitamina B12 < 200 pg/ml son indicativos de anemia. 21 Apartado 4: Evaluación y diagnóstico Con esta prueba se mide con qué rapidez se liberan a la sangre las células sanguíneas producidas por la médula ósea (reticulocitos). La cifra de reticulocitos aumenta cuando se destruyen glóbulos rojos prematuramente, por ejemplo, durante la hemólisis. Un nivel de reticulocitos > 1,5 % indica hemólisis elevada o disfunción medular adicional. * Los valores de esta tabla se definieron a través de los límites superior o inferior de la normalidad, evaluados por MedlinePlus, Medscape o la Mayo Foundation. No hay ningún signo, síntoma o resultado analítico que defina la HPN. A veces, los pacientes se pueden encontrar mejor, pero los resultados analíticos no muestran ninguna mejoría, o viceversa. Por eso, es importante vigilar de forma estrecha los signos y síntomas, además de los resultados analíticos, y realizar su seguimiento a lo largo del tiempo. Apartado 4: Evaluación y diagnóstico Vigilancia Los datos muestran que, en pacientes con HPN positiva con clones HPN pequeños, la vigilancia es fundamental porque el tamaño del clon puede aumentar rápidamente en un periodo de varios meses.13 Por la naturaleza potencialmente mortal y progresiva de la HPN, en estos pacientes de alto riesgo se deben realizar pruebas y una vigilancia continua con la prueba diagnóstica de mayor calidad, según las recomendaciones de las guías internacionales: la citometría de flujo de alta sensibilidad, realizada en sangre periférica (no en médula ósea).2,3 Es útil pedir a los pacientes mantengan un registro de sus síntomas y que lo lleven consigo a las visitas. Como recurso aparte pueden entregar a los pacientes un diario y un rastreador de síntomas. 22 Opciones de control y tratamiento de la HPN Existen diversas opciones de control y tratamiento para ayudar a las personas a afrontar los síntomas de la HPN. Es importante recordar que los síntomas de la HPN pueden variar de un paciente a otro y un plan para controlar la HPN puede funcionar en algunos, pero quizá no en otros. Por eso es tan importante que cada paciente reciba un plan de tratamiento adaptado a sus necesidades. 23 Además, debe señalarse que la gravedad de los síntomas que presenta una persona no siempre estará relacionada con el tamaño del clon y el tamaño del clon por sí solo no debe indicar un tratamiento.1 Apartado 5: Opciones de control y tratamiento de la HPN Las siguientes estrategias de control y tratamiento son las utilizadas con mayor frecuencia en la HPN: Inhibidores del complemento Las transfusiones se recomiendan cuando existen descensos importantes de la hemoglobina y el cuerpo no puede generar suficientes células nuevas para compensar las perdidas por hemólisis. Se pueden realizar periódicamente cuando el nivel de hemoglobina disminuye de forma constante. Los inhibidores del sistema del complemento, como eculizumab, son fármacos que se unen a componentes específicos del sistema del complemento. Su cometido es suprimir o reducir la actividad del sistema del complemento. La inhibición del sistema del complemento se ha estudiado en ensayos clínicos en adultos, niños y adolescentes (de 11 a < 18 años de edad) con HPN.5 Anticoagulantes La enfermedad tromboembólica es una causa importante de morbimortalidad en pacientes con HPN y, por eso, a menudo se prescriben anticoagulantes. Sin embargo, la anticoagulación no revierte todo el riesgo trombótico.2 Además, el uso de anticoagulantes en pacientes con HPN puede ser arriesgado porque el mayor riesgo de hemorragia podría ser un problema en pacientes con HPN e IM, con una cifra de glóbulos rojos ya baja. Por tanto, los anticoagulantes solo se pueden usar en algunos pacientes con HPN que tienen determinados factores de riesgo.3 Suplementos de vitaminas y minerales Pueden administrarse suplementos de vitaminas y minerales, como hierro, vitamina B12 y ácido fólico, para ayudar en la formación de glóbulos rojos4. Eritropoyetina Algunas personas con HPN necesitarán eritropoyetina, que es un factor de crecimiento que estimula la médula ósea para producir glóbulos rojos. La eritropoyetina puede reducir la necesidad de transfusiones de sangre; sin embargo, en algunos casos, podría empeorar los síntomas mediante una reagudización de la hemólisis y el aumento de la producción de glóbulos rojos con deficiencia de proteínas reguladoras ancladas al GPI del sistema del complemento,4 por lo que no siempre resulta adecuada. Apartado 5: Opciones de control y tratamiento de la HPN Transfusiones de sangre En todos los pacientes con HPN, el tratamiento con inhibición del sistema del complemento mejoró la función general y redujo la aparición de ET y la hemólisis, disminuyendo la necesidad de transfusiones de sangre y mejorando la calidad de vida y la esperanza de vida.5 Eculizumab (Soliris) pertenece a un grupo de medicamentos llamados anticuerpos monoclonales; sin embargo, a diferencia de otros fármacos de esta familia, es «inerte» y las reacciones al fármaco son raras. Se administra a intervalos regulares, a menudo cada 15 días, mediante infusión intravenosa y se debe administrar de forma indefinida. Es necesario que los pacientes sean vacunados contra la meningitis antes de iniciar el tratamiento y muchos médicos también prescriben antibióticos de forma profiláctica como protección adicional frente a la infección bacteriana por meningococos.5 Trasplante de médula ósea (TMO) El trasplante de médula ósea alogénico (TMO) es el único tratamiento conocido que puede curar la HPN. Comporta la sustitución de las células progenitoras de la sangre defectuosas por células nuevas de un donante. Sin embargo, el TMO se asocia a morbimortalidad significativa por complicaciones como fracaso del injerto y enfermedad de injerto contra huésped. Además, se ha constatado que en pacientes con HPN con tromboembolia, el trasplante se asocia a una peor evolución en comparación con la ausencia de trasplante.6 Con el reciente desarrollo de inhibidores del sistema del complemento, como eculizumab, que reduce la hemólisis intravascular y el riesgo de trombosis, el TMO alogénico podría dejar de ser la mejor opción para pacientes con HPN con ET.6 24 Consejos generales para pacientes con HPN y cuidadores A los pacientes les puede resultar difícil vivir con HPN, pero algunos consejos sobre el estilo de vida pueden servir para facilitarles el día a día. 25 Apoyo después del diagnóstico de HPN Cada persona reacciona de forma diferente a un diagnóstico de HPN; algunas pueden estar tristes, nerviosas o enfadadas, mientras que otras pueden sentirse aliviadas porque por fin tienen un diagnóstico. Esta diversidad de emociones puede afectar no solo a la persona diagnosticada con HPN, sino también a sus seres queridos. Después del diagnóstico de HPN es importante que todas las personas afectadas se sientan respaldadas y que tengan a alguien con quien hablar, ya sea un familiar o amigo, un miembro del equipo sanitario, un consejero o un psicoterapeuta. Para consejos sobre cómo hablar de la HPN con familiares, amigos, cuidadores e hijos, informe a los pacientes del folleto «Conocer la HPN: folleto y diario para pacientes». Adaptar la vida a la HPN Los signos y síntomas de la HPN son muy variados. Algunas personas tendrán muy pocos síntomas y se encontrarán lo bastante bien como para llevar una vida normal a pesar de tener HPN, mientras que otras pueden encontrarse muy mal y deberán cambiar su rutina diaria. En el último caso, es importante que los pacientes racionalicen sus prioridades y piensen en qué pueden controlar cada día. En el folleto, los pacientes pueden encontrar trucos para hacer más fácil el día a día y consejos sobre cómo llevar la vida laboral y familiar. Los pacientes pueden contribuir positivamente al control de su enfermedad manteniendo informado al equipo sanitario de cualquier síntoma de la enfermedad y de los efectos secundarios del tratamiento que puedan presentar. Se debe advertir a los pacientes que anoten esta información en el diario del paciente que se encuentra al final del folleto para pacientes. HPN y embarazo Se debe aconsejar a las mujeres con HPN que esperen quedarse embarazadas que hablen con su equipo especialista en HPN y con un tocólogo especializado en partos de alto riesgo antes de la concepción. En las mujeres con HPN, el embarazo puede ser arriesgado para la madre y el hijo. Durante el embarazo, una mujer con HPN tiene un mayor riesgo de presentar trombosis y desarrollar preeclampsia, una dolencia peligrosa que provoca hipertensión y puede poner en peligro a la madre y al hijo. Los recién nacidos de una madre con HPN tienen más probabilidades de ser prematuros, morir en el útero, tener bajo peso al nacer y sufrir un retraso del crecimiento y el desarrollo.1 A pesar de ello, muchos bebés de madres con HPN no tienen ninguno de estos problemas, especialmente si la enfermedad está bien controlada.1 Se recomienda encarecidamente el tratamiento con eculizumab (Soliris) y anticoagulación adicional con heparina de bajo peso molecular durante el embarazo.2 Se debe animar a los pacientes a hablar de estos temas con el equipo sanitario. Anticoncepción Para las personas con HPN, los métodos anticonceptivos más seguros son los dispositivos intrauterinos con progesterona o los preservativos masculinos o femeninos, o la esterilización o vasectomía. Debe evitarse la píldora anticonceptiva oral combinada porque puede aumentar el riesgo de desarrollar un coágulo de sangre. Se debe animar a los pacientes a hablar de estos temas con el equipo sanitario. Apartado 6: Consejos generales para pacientes con HPN y cuidadores Controlar los síntomas y los efectos secundarios del tratamiento Cirugía La cirugía puede comportar diversos riesgos a las personas con HPN. Puede aumentar la actividad del sistema del complemento, que causa hemólisis. También puede aumentar el riesgo de trombosis y puede causar una hemorragia grave en personas con una cifra baja de plaquetas (que se puede producir en la HPN).1 Se aconseja a las personas con HPN que requieren cirugía que hablen con el médico especialista en HPN para garantizar que se pueden adoptar medidas especiales, por ejemplo, anticoagulación o cobertura antibiótica. Tratamientos complementarios Algunos pacientes con HPN se pueden beneficiar de tratamientos complementarios, como asesoramiento, aromaterapia, masajes, meditación y técnicas de visualización, para favorecer el bienestar físico y emocional, ayudar a mejorar la calidad de vida, reducir el estrés y la ansiedad, mejorar los patrones de sueño y aliviar algunos síntomas. HPN y viajes Los pacientes que deseen viajar deben hablar primero de ello con el equipo sanitario. Para contratar un seguro de viaje, los pacientes deben estar bien informados acerca de su enfermedad y el tratamiento porque las aseguradoras a menudo pedirán datos sobre las edades de los viajeros, el destino del viaje y cualquier enfermedad preexistente como la HPN. Al final del folleto para pacientes se encuentra una lista de páginas web útiles, con información y consejos adicionales para pacientes con HPN. 26 El papel esencial del personal de enfermería en el cuidado del paciente con HPN El personal de enfermería desempeña un papel esencial en la atención de los pacientes con HPN y sus cuidadores. Como profesionales sanitarios de primera línea ofrecen apoyo durante el proceso de control de la HPN, desde las exploraciones y el diagnóstico, hasta el tratamiento y los cuidados paliativos. Papel del personal de enfermería en el cuidado de los pacientes con HPN 27 El control de los cuidados clínicos de un paciente con HPN depende en gran medida de los síntomas/complicaciones que tenga el paciente y del contexto en el que se prestan los cuidados de enfermería. La evaluación por el personal de enfermería de pacientes con sospecha o diagnóstico de HPN (en un ámbito hospitalario o cuando un paciente no se encuentra bien) incluye la vigilancia de: — Constantes vitales (p. ej., presión arterial, pulso, frecuencia respiratoria, ritmo respiratorio, saturaciones de oxígeno). — Mediciones diarias del peso, especialmente importante en caso de problemas de acumulación de líquido como ascitis. — Anotar la ingesta de líquido y la producción de orina (registro en una hoja de balance hídrico); igual que antes, especialmente importante en caso de problemas por acumulación de líquido. — Ingesta de alimentos, que está influida por la dificultad de deglutir, especialmente por la mañana. — Dolor (intensidad y localización) y nivel de control del dolor. — Orina, con análisis de la hemoglobinuria y registro del color. Apartado 7: El papel esencial del personal de enfermería en el cuidado del paciente con HPN — Cansancio (y cambios en la capacidad de realizar actividades cotidianas). — Síntomas respiratorios, como disnea o tos. — Signos de hemorragia. — Alteraciones en la piel; coloración/edema/ integridad, etc. — Signos de un ET, como dolor o hinchazón en la pierna, dolor torácico, falta de aliento, cefalea, molestias abdominales, etc. Todas las anomalías se deben notificar inmediatamente al equipo médico para garantizar una intervención apropiada y oportuna. — Análisis de sangre y orina – En el apartado 4 se describen las pruebas analíticas que pueden ser importantes para el diagnóstico y el tratamiento de la HPN; con frecuencia es cometido del personal de enfermería asegurarse de que estas muestras se recogen a tiempo y según las normas de la práctica local, con objeto de facilitar la vigilancia de los pacientes e informar del color de la orina. — Disfunción renal: puede ser aguda o crónica en relación con la HPN. Además de análisis de sangre para vigilar la bioquímica y los niveles de urea y creatinina, pruebas de orina (PCR) y monitorización del equilibrio hídrico, puede ser necesario realizar un electrocardiograma (ECG) si existe hiperpotasemia. En algunos casos, puede ser necesario seguir una dieta con restricción de líquidos, reducción de proteínas y restricción de sal, potasio, fósforo y otros electrólitos.1 Si el equipo médico lo indica, se debe buscar el apoyo de un dietista para ayudar al paciente a planificar la dieta. — Hipertensión pulmonar: de forma similar, análisis de sangre para vigilar la bioquímica y los niveles de urea y creatinina. Los diuréticos pueden estar indicados, con vigilancia estricta del balance hídrico. Cuando se prescriben anticoagulantes, es necesario vigilar la sangre para garantizar que el intervalo terapéutico sea el adecuado. Se puede recomendar la evaluación de la función cardíaca, además de iniciar o modificar la medicación. A veces es necesario administrar oxigenoterapia y controlar los niveles de saturación de oxígeno.2 Es importante señalar que la disfunción renal (aguda o crónica) y la hipertensión pulmonar justifican el inicio del tratamiento con un fármaco inhibidor del sistema del complemento, por ejemplo, eculizumab.3,4 — Infección meningocócica en pacientes tratados con eculizumab (Soliris) – El anticuerpo eculizumab (Soliris) inhibe el sistema del complemento y, por tanto, aumenta la sensibilidad de un paciente a sufrir una infección meningocócica (Neisseria meningitidis). Es un efecto secundario infrecuente, aunque grave y potencialmente mortal. Para reducir el riesgo de infección, se debe vacunar a los pacientes contra el meningococo al menos dos semanas antes de iniciar eculizumab.5 Asimismo, en muchos centros se vacuna el día del tratamiento para evitar el retraso y reducir el riesgo trombótico asociado a la vacunación, además de ofrecer cobertura adicional del riesgo meningocócico con antibióticos más potentes, como ciprofloxacino, durante dos semanas.5 Posteriormente, siguen ofreciendo antibióticos profilácticos a largo plazo, como penicilina. Se debe vigilar a los pacientes para detectar signos tempranos de infección meningocócica, como fiebre, cefalea y rigidez de nuca.5 Otros síntomas también incluyen náuseas, vómitos, fotofobia, confusión, escalofríos, dolor, taquipnea, diarrea y manos/pies fríos. La presencia de fiebre en estos pacientes siempre debe levantar sospechas de infección meningocócica y se debe solicitar una evaluación médica urgente. Se deben realizar hemocultivos de urgencia y, en caso de duda, una punción lumbar. La infección meningocócica se puede tratar con diversos antibióticos eficaces. Se pide a los pacientes que lleven consigo una tarjeta que les alerte de los signos y síntomas de meningitis que deben conocer y llevarla encima en caso de que tengan que acudir al hospital con sospecha de infección. El personal de enfermería también tiene un cometido clave en la prestación y administración de tratamientos de soporte. Pueden incluir la administración de hemoderivados, analgesia, administración de líquidos y electrólitos y otros tratamientos farmacológicos de la forma prescrita (es decir, diuréticos, anticoagulantes, suplementos de vitaminas y minerales, tratamientos hormonales, factores de crecimiento de eritrocitos o granulocitos y tratamiento complementario). El personal de enfermería debe tener la formación y los conocimientos adecuados para poder administrar la medicación prescrita, además de conocer los posibles efectos del tratamiento y la necesaria monitorización de los pacientes. Ofrecer formación, además de terapias de apoyo y farmacológicas, es una parte importante de los cuidados de enfermería, porque garantiza que los pacientes conozcan las necesidades de su propia atención, del cumplimiento terapéutico y del seguimiento después del alta. Apartado 7: El papel esencial del personal de enfermería en el cuidado del paciente con HPN En determinadas situaciones clínicas se podrían necesitar intervenciones de enfermería más específicas: 28 Formación del paciente Para ofrecer información y formar a los pacientes, el personal de enfermería debe estar al día de la información y estrategias de control más recientes y saber dónde obtener recursos para apoyar a sus pacientes. Animar a los pacientes a comunicar las variaciones en su estado Animar a los pacientes a tener un papel activo en su cuidado es gratificante e importante para tener un control satisfactorio de la enfermedad. La detección precoz de signos y síntomas puede ayudar al equipo sanitario a ofrecer un cuidado óptimo y oportuno para evitar complicaciones más graves. Se debe animar a los pacientes a informar de: — Cansancio — Dolor o distensión abdominal — Color de la orina (hemoglobinuria) 29 — Dificultad para respirar — Dolor torácico — Dificultad para deglutir — Disfunción eréctil — Dolor o hinchazón en la pierna — Debilidad — Cefaleas Apartado 7: El papel esencial del personal de enfermería en el cuidado del paciente con HPN — Dificultad para realizar tareas cotidianas Notificación de acontecimientos adversos Debe contactar con las autoridades sanitarias nacionales en busca de información sobre cómo notificar los efectos secundarios de los medicamentos. Las autoridades sanitarias disponen de diversos métodos para facilitar la notificación de sospechas de efectos secundarios y los profesionales sanitarios, incluido el personal de enfermería, desempeñan un papel fundamental en la vigilancia del uso seguro de los medicamentos. Ayudar a los pacientes a afrontar síntomas frecuentes relacionados con la HPN y sus tratamientos Controlar los síntomas relacionados con la HPN y los efectos secundarios del tratamiento puede mejorar la calidad de vida de los pacientes. El personal de enfermería puede aportar información y apoyo para aliviar los síntomas y potenciar el bienestar en este grupo de pacientes. Picor e ictericia El dolor es una experiencia subjetiva; sin embargo, no se deben subestimar su presencia ni intensidad porque podría ser indicativo de una complicación grave. El dolor abdominal intenso en pacientes con HPN puede ser un signo de síndrome de Budd-Chiari o de crisis hemolítica. Se debe formar a los pacientes para que informen del dolor y soliciten una revisión por un profesional sanitario. Se pueden prescribir analgésicos para aliviar el dolor y es importante vigilar la eficacia del tratamiento.6 Se debe determinar pronto la causa de la ictericia y puede necesitarse tratamiento urgente con un bloqueante del complemento como eculizumab. Se pueden administrar antihistamínicos a los pacientes que presentan picor por la ictericia para aliviar los síntomas. Cansancio La imposibilidad de llevar a cabo actividades cotidianas normales por un cansancio extremo puede ser psicológicamente un reto. Puede ser útil organizar la rutina diaria para garantizar que los pacientes utilicen su tiempo para hacer las cosas que quieren. Entre las sugerencias se podría incluir la distribución de las tareas domésticas a lo largo de la semana, en vez de hacerlo todo en un día, pedir ayuda para la compra o hacerla por internet, poder hacer actividades sentados y bañarse en vez de ducharse si es posible. Animar a los pacientes a pedir ayuda con las actividades: a menudo los pacientes no quieren pedirla para no sobrecargar a los demás, pero ofrecer ayuda puede ser una experiencia positiva para familiares o cuidadores. Animar a los pacientes a comer o beber líquidos abundantes puede aumentar la energía. Se debe animar a realizar actividad física para el bienestar físico y mental. Puede ir desde ejercicios pasivos suaves, tareas domésticas sencillas y paseos ligeros hasta actividades más intensas, como ciclismo o correr. El estrés también puede contribuir a la sensación de cansancio, por lo que animar a los pacientes a tomarse tiempo para relajarse y utilizar técnicas de relajación puede ayudar en este caso. El sueño también es importante en el control del cansancio. La ansiedad, las preocupaciones y el miedo ante el futuro también pueden afectar al sueño. Se debe evitar dormir de día y los pacientes deben seguir patrones de sueño regulares. También puede ser útil evitar bebidas que contienen cafeína y alcohol o darse un baño caliente antes de acostarse. Si conciliar el sueño es un problema, puede resultar útil levantarse e ir a otra habitación o relajarse leyendo o escuchando música. Sexualidad y función sexual El cansancio, la ansiedad y las emociones cambiantes originados por la HPN pueden tener un efecto en el interés por el sexo. Además, la HPN puede causar problemas para conseguir o mantener una erección en los hombres. Es un tema delicado del que puede ser difícil hablar. Se debe adoptar una estrategia proactiva, de forma que los profesionales sanitarios deben promover conversaciones francas con el equipo para abordar los problemas que puedan tener los pacientes. Se debe animar a los pacientes a hablar abiertamente con su pareja porque puede ayudar a eliminar la tensión de una persona sensible si se explica que la falta de interés por el sexo no significa que se haya producido un cambio en el nivel de afecto por esa persona y la intimidad también se puede expresar al tocarse, cogerse de las manos, besarse o abrazarse. Debe ser posible derivar a los pacientes (y a sus parejas) a consejeros expertos que pueden aportar más ayuda. La disfunción eréctil se puede tratar de forma conservadora y se puede solicitar la derivación pertinente a un médico de cabecera o a un urólogo. Apartado 7: El papel esencial del personal de enfermería en el cuidado del paciente con HPN Dolor 30 Ofrecer apoyo social: Vida laboral y familiar La vida laboral y familiar puede ser todo un reto incluso encontrándose bien. Intentar afrontar los síntomas y las emociones derivados de la HPN puede hacer que aún sea más difícil para los pacientes. Es importante que las personas con HPN racionalicen sus prioridades y piensen en lo que pueden hacer cada día; planificar su tiempo y ahorrar energía para lo que sea más importante. El trabajo es importante para la mayoría de personas y los pacientes deben hablar con sus jefes de los retos que les plantea la enfermedad. Es posible que los pacientes que siguen un tratamiento tengan que negociar horas para poder recibir las infusiones. Apartado 7: El papel esencial del personal de enfermería en el cuidado del paciente con HPN 31 Los pacientes tienden a presentar diversos sentimientos después de que les diagnostiquen HPN. Algunas pueden estar tristes, nerviosas o preguntarse «¿por qué a mí?», mientras que otras pueden sentirse aliviadas porque por fin tienen un diagnóstico. Esta diversidad de emociones puede afectar no solo a la persona a la que se ha diagnosticado HPN, sino también a las personas a su cuidado. Por tanto, el apoyo puede ser necesario no solo para las personas con diagnóstico de HPN, sino también para sus familiares y amigos. Un diagnóstico de HPN significa una estrecha vigilancia de la enfermedad y del tratamiento, que puede repercutir en las actividades cotidianas y llevar a algunas personas a pensar que han perdido el control de sus vidas. Además, por el carácter raro y la naturaleza crónica de la enfermedad, los pacientes pueden sentirse muy solos para hacer frente a la vida diaria con HPN. Estar informado sobre la enfermedad y participar en la toma de decisiones puede ayudar a potenciar el sentido de control en una nueva situación. Las emociones pueden afectar a la salud física y también al bienestar mental. Es frecuente que las personas con HPN estén estresadas o nerviosas por su enfermedad y los tratamientos que están recibiendo, que pueden provocar síntomas físicos. A veces puede resultar difícil identificar la causa de estos síntomas físicos. Compañeros, familiares y amigos pueden ser de gran ayuda y apoyo. Hablar abiertamente de los problemas y preocupaciones permite a las personas compartir sus sentimientos y, a menudo, las ayuda a gestionar cuestiones cotidianas antes de que se les vayan de las manos. Si es necesario, se debe ofrecer acceso a apoyo psicológico y asesores a los pacientes y cuidadores. Hablar de la HPN a pacientes y cuidadores Es importante que la persona con HPN y sus cuidadores entiendan bien cómo puede afectarles la HPN, a fin de ayudarles a controlar satisfactoriamente la enfermedad. Al hablar de la HPN con pacientes y cuidadores, es importante entender cómo se sienten; cuáles son sus necesidades y preocupaciones y qué quieren saber. La información se debe ofrecer en función de las necesidades individuales y a menudo se facilita en varias ocasiones. Un punto de partida útil sería hablar con el paciente y sus cuidadores acerca de lo siguiente: — ¿Qué es la HPN? — ¿Cuál es la causa subyacente de la HPN? Apartado 7: El papel esencial del personal de enfermería en el cuidado del paciente con HPN Ofrecer apoyo psicológico y emocional — ¿Cuáles son los síntomas de la HPN? — ¿Cómo se diagnostica la HPN? — ¿Cómo se vigila la HPN /¿qué hay que buscar? — ¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la HPN y por qué es importante el cumplimiento del tratamiento a largo plazo? El folleto «Conocer la HPN: folleto y diario para pacientes» contiene información útil acerca de la HPN, además de un diario para ayudar a los pacientes en el seguimiento de sus síntomas. Puede resultarle útil usar este folleto como punto de partida para hablar de la HPN con los pacientes y sus seres queridos. 32 Lista de recursos Tiene a su disposición el folleto titulado «Conocer la HPN: folleto y diario para pacientes» para entregárselo a los pacientes. Contiene información útil sobre la HPN, además de un diario para ayudarles en el seguimiento de sus síntomas. Las siguientes páginas web contienen información y consejos acerca de la HPN y otras enfermedades raras. PHN Alliance: www.pnh-alliance.org.uk Asociación HPN: www.hpne.org ORPHANET: www.orpha.net EURORDIS: www.eurordis.org 33 HEMATOSLIFE: www.hematoslife.org AIEPN: www.aiepn.it STEM ONLUS: www.astem.it ISS: www.iss.it/cnmr/index. php?lang=1 PNH National Service (Reino Unido): www.pnhleeds.co.uk PNH UK: www.pnhuk.org Apartado 8: Lista de recursos PNH | Aplastische Anämie e.V.: http://www.aplastischeanaemie.de/ Stiftung Lichterzellen: http://www.lichterzellen.org/ Facebook: PNH Foundation Group: https://www.facebook.com/ PNHFoundation?fref=ts DGHO (en inglés): https://www.onkopediaguidelines.info/en/ onkopedia/guidelines/ paroxysmal-nocturnalhemoglobinuria-pnh/@@ view/html/index.html DGHO (en alemán): https://www.onkopedia.com/ de/onkopedia/guidelines/ paroxysmale-naechtlichehaemoglobinurie-pnh/@@ view/html/index.html European Society for Blood and Marrow Transplantation (EBMT): www.ebmt.org Apartado 8: Lista de recursos 34 Glosario AAnclajes al glucosilfosfatidilinositol (GPI): Los anclajes al GPI fijan proteínas en el borde exterior de la membrana celular. H Haptoglobina: Proteína de la sangre producida por el hígado. Hemoglobina: Sustancia en los glóbulos rojos que transporta oxígeno en la sangre. Anemia: Descenso en la cantidad de glóbulos rojos o hemoglobina en la sangre. Hemoglobinuria: Enfermedad en la que la hemoglobina, la sustancia en los glóbulos rojos que transporta oxígeno en la sangre, se encuentra en concentraciones anormalmente elevadas en la orina. Anemia aplásica (AA): Trastorno en el que la médula ósea disminuye la producción o deja de producir células sanguíneas. emoglobinuria paroxística nocturna H (HPN): Enfermedad en la que los glóbulos rojos se producen con diversas cantidades (o ninguna) de proteínas protectoras. Esto provoca que estallen (un proceso llamado hemólisis) y puede dar lugar a problemas graves de salud y complicaciones potencialmente mortales. Anemia hemolítica: Un causa de anemia por la destrucción prematura de glóbulos rojos. Anticoagulantes Clase de fármacos que impiden la coagulación de la sangre. C 35 Citometría de flujo: Técnica para contar y examinar partículas microscópicas, como células y cromosomas. emólisis: La destrucción de glóbulos H rojos por el complemento, una parte del sistema de defensa natural del cuerpo. La hemólisis es la principal causa de los signos, síntomas y problemas graves de salud en la HPN, algunos de los cuales son potencialmente mortales. Citopenia: Descenso del número de glóbulos rojos. Clones HPN: Células afectadas por HPN. Los clones HPN carecen de las proteínas denominadas proteínas de anclaje al GPI. D Disfagia: Dificultad o molestias al deglutir, como un síntoma de enfermedad. Disnea: Dificultad para respirar E F Hemólisis intravascular: La destrucción de glóbulos rojos en la circulación, con liberación del contenido celular en el plasma. Hemosiderinuria: La presencia de un pigmento amarillo/marrón (hemosiderina, que es un producto de la hemólisis) en la orina. Episodios trombóticos (ET): Episodio relacionado con la formación de coágulos de sangre en lugares que pueden causar una obstrucción al flujo de sangre. I Insuficiencia medular (IM): Cuando la Eritrocito: Glóbulo rojo que contiene hemoglobina y transporta oxígeno a los tejidos. L Filtración glomerular: Medida para calcular cuánta sangre pasa por los glomérulos cada minuto. médula ósea no puede producir cantidades suficientes de células sanguíneas para suplir las necesidades del cuerpo. Lactato-deshidrogenasa (LDH): Enzima que se encuentra en los glóbulos rojos y que se libera durante la hemólisis. Las pruebas de determinación de la LDH pueden ayudar a mostrar cuánta hemólisis se está produciendo en el paciente. L Leucocito: Tipo de glóbulo blanco que ayuda a proteger al cuerpo frente a la infección. S Síndrome mielodisplásico (SMD): El SMD es una enfermedad de la sangre que se produce como consecuencia de una producción ineficaz de células sanguíneas. Las personas con SMD pueden desarrollar anemia grave y necesitar transfusiones de sangre. En algunos casos, la enfermedad puede empeorar y la persona puede presentar cifras bajas de células sanguíneas por insuficiencia medular progresiva. M Mielofibrosis: Cáncer crónico de la sangre en el que se forma tejido cicatricial excesivo en la médula ósea y altera su capacidad para producir células sanguíneas normales. oléculas de membrana celular con M antígenos de diferenciación (CD, Cluster of Differentiation: CD55 y CD59): moléculas de la membrana celular que se utilizan para clasificar células. Mutación: Un cambio en el material genético. N Niveles de bilirrubina total y directa: La bilirrubina se desplaza por el cuerpo de dos formas. La bilirrubina que se desplaza libremente por la sangre se denomina bilirrubina directa, mientras que la bilirrubina acoplada a una proteína se denomina bilirrubina indirecta. El nivel de bilirrubina total representa la bilirrubina directa e indirecta. PPlaquetas/trombocitos: Son un componente de la sangre cuya función es detener la hemorragia al taponar y cerrar lesiones en vasos sanguíneos. Prueba de Coombs: Prueba para la anemia hemolítica autoinmunitaria. R Reticulocito: Los reticulocitos son glóbulos rojos inmaduros producidos en la médula ósea. Finalmente entran en la circulación sanguínea y se convierten en glóbulos rojos maduros. S Síndrome de Budd-Chiari: Un raro problema que está causado por la obstrucción trombótica o no trombótica de las venas hepáticas, que produce hepatomegalia, ascitis y dolor abdominal. Sistema del complemento: Parte del sistema inmunitario del cuerpo; grupo de aproximadamente 25 proteínas que actúan juntas para ayudar a anticuerpos y fagocitos a destruir bacterias. T amaño del clon (en relación con la T HPN): El porcentaje de células sanguíneas del cuerpo que está afectado por la HPN. Conocido con frecuencia como clon grande/pequeño. Trasplante de médula ósea (TMO): Es el trasplante de la sustancia del interior de las cavidades de los huesos (médula ósea [células progenitoras]) y puede ser autólogo (se utilizan las propias células progenitoras del paciente) o alogénico (las células progenitoras proceden de un donante). Trombo: Coágulo de sangre. Trombocitos/plaquetas: Son un componente de la sangre cuya función es detener la hemorragia al taponar y cerrar lesiones en vasos sanguíneos. Trombosis: La formación o presencia de un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo. Se forman coágulos de sangre cuando partes de la sangre en el cuerpo se aglutinan, bloqueando potencialmente venas y arterias. Los coágulos de sangre pueden ser mortales porque pueden causar un ataque al corazón, ictus y daño orgánico, entre otros problemas. 36 Bibliografía Apartado 1: Acerca de la sangre 1.American Society of Hematology. Blood Basics. Disponible en: http://www.hematology.org/patients/ basics/. Último acceso: septiembre de 2015. 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Último acceso: septiembre de 2015. 38 Fecha de actualización: Octubre de 2015 Elaborado por el Nurses Group of the European Society for Blood and Marrow Transplantation (EBMT NG), este folleto ha sido posible gracias a la financiación recibida de Alexion Pharmaceuticals.