CENTRO REGIONAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL DOCENTE DE SONORA ESCUELA NORMAL RURAL “GRAL. PLUTARCO ELÍAS CALLES” CICLO ESCOLAR 2024 – 2025, SEMESTRE IMPAR “EPISTEMOLOGÍA Y PENSAMIENTO PEDAGÓGICO LATINOAMERICANO” PRIMER PARCIAL 3er. SEMESTRE “A” NOMBRE DE LA EVIDENCIA DE APRENDIZAJE: ARTÍCULO DE OPINIÓN NOMBRE DE LA ALUMNA: MARISELA DAYREE CASTILLO FUENTES COORDINADORA: DRA. BEATRIZ ELENA GOMEZ CORRAL EL QUINTO, ETCHOJOA, SONORA A 18/09/2024 LA LITERACIDAD COMO UN RETO SOCIAL Y EDUCATIVO En las escuelas primarias y la educación en general, las propuestas de mejora y de desarrollo de la literacidad incrementan diariamente, al igual que sus impedimentos a la hora de desarrollar el plan de trabajo en el aula de clases o bien, en su comunidad escolar. En este caso se sitúa a la literalidad desde la necesidad de adaptarse a un contexto educativo que va variando según la historia y cultura del lugar, la brecha digital que existe en la educación moderna y la motivación del alumnado para acercarse a los textos de forma autónoma. Daniel Cassany menciona que la literacidad es la lectura y escritura de textos desde la interpretación cultural de un espacio o comunidad. Dichos textos buscan transmitir ideologías y pensamientos. También, la literacidad debe ser inferencial, es decir, que busca conexiones entre el texto y el intérprete, que a su vez debe ser crítica y enfocarse en el cuestionamiento de la información y su evaluación. En este caso se deconstruye el concepto de literacidad, ya no como solamente el escrito de textos y la lectura de ellos, sino como un intérprete social de estos y su impacto en las mentes de la sociedad. La necesidad del desarrollo literario en el pueblo como impulso de la conciencia, la diversidad cultural y la erradicación de la ignorancia. Para desarrollar la literacidad es necesario establecer espacios donde el lector pueda acercarse de manera individual o en grupos a los recursos literarios, como lo son los cuentos, los libros de texto o los dispositivos móviles. Es de vital importancia que los libros de texto sean de acceso libre al resto de la comunidad. Su contraparte se presenta a la hora de adquirir el recurso literario por parte de las escuelas primarias, es nula la aportación del recurso y esto genera un problema para el maestro y el resto de la comunidad lectora. El desaliento va en aumento por la falta de apoyo y ahí es donde el maestro hace un sobre esfuerzo para trabajar la literacidad en el aula. Más aparte, se requiere que el guía, en este caso, el maestro, deba generar una retroalimentación, o bien, asistir para orientar en la interpretación de los textos para generar los puentes de conexión entre el texto y la práctica. Para establecer actividades que fortalezcan la literacidad en la escuela primaria, es necesario empezar con el análisis de los impedimentos que conforman la barrera para el desarrollo de estas. Para Carlos Loma la literacidad debe de iniciar con el uso de la lingüística para su uso práctico y la comunicación; de ahí es donde parte uno de los principales problemas para el desarrollo de la literacidad, la estandarización del aprendizaje y la rigidez con los procesos de aprendizaje-enseñanza, es ahí donde el maestro debe implementar estrategias que se adapten a la manera de trabajo, habilidades y conocimientos empíricos del alumno. Cabe aclarar que para complementar las actividades se necesita de creatividad e innovación para despertar el interés y la motivación de los alumnos. Aquí es donde empiezan a apoyarse de actividades lúdicas como obras de teatro, personificaciones, tendederos o mesas de diálogo sobre un texto literario. Todo depende del maestro y sus posibilidades de trabajo; el apoyo por parte de los padres de familia como guía para la práctica continua de la literacidad desde casa, la disponibilidad del alumnado que es emergente del interés y empeño que refleja el maestro. Haruki Murakami menciona que la literacidad debe ser guiada por la profundidad del entendimiento personal, de lo que uno mismo como lector y escritor busca en el texto, como lo contextualiza a su entorno y lo interpreta a su imaginación y posibilidades. La literacidad desde este punto de vista invita al maestro a crear actividades donde el alumno explore su propio criterio, entendimiento e imaginación.