La agricultura colombiana tiene 20 años de atraso tecnológico http://www.portafolio.com.co/port_secc_online/porta_econ_online/2005-0914/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-2530288.html Sólo se invierte 0,16% del PIB en investigación agropecuaria, es decir, la mitad del promedio continental y 17 veces menos que países desarrollados. Colombia, al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, se quedó del tren de la revolución industrial y la revolución verde. Es más, está a punto de perder el vagón de la biotecnología. Con contadas excepciones, las posibilidades del sector agropecuario colombiano de competir en el mercado internacional en igualdad de condiciones son mínimas. La razón: el país tiene un rezago de por lo menos 20 años en investigación tecnológica, frente a los niveles alcanzados por las naciones desarrolladas. De acuerdo con las cifras del Banco Mundial y de los organismos nacionales de ciencia y tecnología, mientras las potencias agrícolas mundiales dedican en promedio el 2,7 por ciento de su Producto Interno Bruto a investigación avanzada, Colombia sólo destina el equivalente al 0,16 por ciento. Lo más grave es que aun si el país decidiera ponerse al día en este tema, requeriría de muchos años para lograrlo, pues no solamente se necesita tiempo para la formación de científicos e investigadores, sino que no cuenta con los recursos para ello. La distancia con los países desarrollados es de tal magnitud que cualquier esfuerzo parece insuficiente y su impacto sólo se sentirá en el largo plazo. Por ejemplo, el Gobierno, la empresa privada y sector académico firmaron recientemente el Pacto Nacional por la Innovación Tecnológica, en el que se comprometen a elevar la inversión en este sector al 1,5 por ciento del PIB, antes del 2015, participación que aun dentro de diez años seguirá siendo muy lejana respecto a la que se registra en las naciones desarrolladas. Pero la escasa asignación de recursos no es el único problema. Los dineros disponibles a través de los fondos concursales, especialmente de Colciencias, se diseñan a plazos que no superan los tres años, lo que hace que para algunos cultivos de ciclos largos la investigación se quede a medias, pues no es posible obtener una nueva variedad de semilla de naranja, por ejemplo, en sólo tres años. Los cultivos con mayor potencial de penetración en los mercados internacionales, como frutas verduras y hortalizas apenas están incursionando en la investigación tecnológica avanzada, y por ahora, la mayoría de los trabajos se enfocan hacia el mejoramiento de prácticas de cultivo y no en biotecnología u obtención de variedades resistentes a enfermedades, plagas o insectos. Todo esto sucede porque el dinero asignado es insuficiente para hacer investigación básica y aplicada. De acuerdo con Sergio Correa, director del centro experimental La Selva, de Rionegro Antioquia, de Corpoica, la investigación se ha intensificado en los últimos años, pero reconoce que el país está muy atrasado en este tema, y que grandes potencias como E.U., Canadá, Francia, Holanda y Brasil, son líderes en investigación. Según Juan Jaramillo, director del Plan Nacional de Frutales de Corpoica, en el centro experimental de Palmira hay un completo banco de germoplasma de frutas que es sostenido con recursos del Ministerio de Agricultura, a través del Fondo Hortifrutícola, pero que no está siendo aprovechado por los productores, especialmente para exportación. Prueba de ello es que en los años 80 el país exportaba entre 70 y 80 millones de dólares en frutas tropicales y de clima frío, en tanto que hoy las exportaciones de este tipo de productos apenas llegan a 35 millones de dólares. A pesar de que el país lleva más de dos décadas hablando de la necesidad de incursionar en la investigación tecnológica, las acciones tomadas por los gobiernos contradicen tales planteamientos, pues los recursos son cada vez menores. Por ejemplo: el presupuesto de inversión de Colciencias para el 2005, es similar al de 1999. En el caso de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, en el 2001 dispuso de 57.000 millones para investigación, este año apenas cuenta con 38.000 millones. Se reduce el número de científicos e investigadores El recorte aplicado al sector de ciencia y tecnología se refleja en la reducción del número de investigadores de las entidades públicas creadas para tal fin. Corpoica tenía en su nómina 75 Ph.D en 1994, y actualmente sólo cuenta con 32. De igual forma, hace 10 años laboraban en la institución 272 investigadores con magister, y ahora sólo hay 131. En total, el número de investigadores de Corpoica con diferentes niveles de formación cayó de 516 en 1994 a 295 en el 2005 (Ver gráfico). Ante el declive del recurso humano, el director de Corpoica, Arturo Enrique Vega, anunció la apertura de una convocatoria pública para contratar 10 PhD, en lo que resta de este año. "Es necesario que los investigadores se ubiquen en la regiones y no en oficinas en el centro de Bogotá".De acuerdo con las estadísticas de Colciencias, el 41 por ciento de los doctores financiados por esa institución están laborando en la capital del país, el 26 por ciento en el noroccidente (Medellín), el 19 por ciento en el Pacífico (Cali), el 10 por ciento en Centro Oriente (Bucaramanga) y el 4 por ciento en la Costa Atlántica (Barranquilla). El resto de regiones aparecen con cero doctores. Si no hay inversión en conocimiento es imposible salir de la pobreza: Iica Poca tecnología, mal común en Latinoamérica Distribución regional de doctores financiados por Colciencias Recursos de Corpoica para investigación, por convenios