LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EJE 1: MARCO CONCEPTUAL Dado que el alumnado es diverso en cuanto a capacidades, intereses, motivaciones, estilo de aprendizaje, situación socioeconómica, nivel de competencia curricular, expectativas, etc., es necesario definir la diversidad en un sentido amplio, siguiendo tres principios: a) La diversidad como valor. El respeto a la diferencia es un valor; por lo que es necesario educar en el respeto a la diversidad. b) El de individualización, que supone atender a todo el alumnado en función de sus necesidades. c) El de compensación, que parte de la premisa de la necesidad de compensar al alumnado que está en situación de desventaja, por sus características personales, socioeducativas, etc. La atención a la diversidad, de este modo, no se entiende solamente como atención al alumnado con dificultades, ni se circunscribe a los programas específicos (a.c.n.e.e.s., compensación educativa, diversificación, garantía... ). La atención a la diversidad abarca al conjunto del alumnado e implica a todo el profesorado y, en general, a la Comunidad Educativa. Esta concepción de la diversidad conlleva cambios en la forma de entender la escuela, su organización, el currículo, etc. Destacamos algunas premisas que estarían en la base de este modo de entender la escuela: o La escuela tiene una función social y compensadora. o Uno de sus objetivos es la educación cívica, intercultural y emancipadora. o Contemplar al niño y niña como persona y no sólo como alumna o alumno. o Poner énfasis en la prevención temprana en cada una de las etapas educativas: una intervención más preventiva de las dificultades que reactiva. o Desarrollar modelos de intervención y coordinación en red con otros servicios de la zona : sociales, sanitarios... o Favorecer el acercamiento familia – escuela, en un modelo ecológico, que tenga en cuenta todos los contextos significativos para el alumnado; propiciando relaciones básicas de confianza. o Reconocer las barreras que la propia escuela pone a la inclusión de las diferencias propias de cada ser humano; barreras no sólo físicas, sino culturales, organizativas, curriculares y actitudinales.