LAPLACE Pierre Simón de Laplace (1749-1827) fue un matemático y astrónomo teórico francés, tan famoso en su tiempo que se le conocía como el Newton de Francia. Sus principales campos de interés fueron la mecánica celeste, la teoría de probabilidades y el progreso personal. A los 24 años ya se hallaba inmerso en la aplicación de la ley de gravitación de Newton al sistema solar como un todo en el que los planetas y sus satélites no están gobernados sólo por el sol sino que interaccionan entre sí de muy diversas formas. Incluso el propio Newton había sido de la opinión de que la intervención divina sería ocasionalmente necesaria para evitar que todo el sistema degenerara en el caos. Laplace decidió buscar la seguridad en otras causas y logró probar que el sistema solar ideal matemático es un sistema dinámico estable que permanecerá en todo tiempo. Este fue tan sólo uno de la larga cadena de éxitos recogidos en su monumental tratado Mécanique Celeste ’(publicado en cinco volúmenes entre 1799 y 1825), que resumía las investigaciones en gravitación de varias generaciones de matemáticos ilustres. Desgraciadamente para su reputación posterior, omitió toda referencia a los descubrimientos de sus predecesores y contemporáneos, dejando entrever que las ideas eran suyas por completo. Hay muchas anécdotas asociadas con su obra. Una de las más conocidas narra que en una ocasión Napoleón intentó sacarle de quicio protestando por el hecho de que hubiera escrito un libro enorme sobre el sistema del universo sin haber mencionado una sola vez a Dios como autor de su creación. Se cree saber que Laplace le contestó: ”Señor, no tengo necesidad de esa hipótesis”. El principal legado de la Mécanique Celeste a las generaciones posteriores reside en el desarrollo de la teoría del potencial, con sus implicaciones de largo alcance en una docena de ramas de la física que van desde la gravitación y la mecánica de ‡uidos hasta el magnetismo y la física atómica. Aunque tomó la idea del potencial de Lagrange sin reconocimiento alguno hacia éste. la explico tan extensamente que ya desde su tiempo la ecuación diferencial fundamental de la teoría del potencial se ha denominado ecuación de Laplace. Su otra obra maestra fue el tratado Théoríe Analytique des Probabiltés (1812). en la que incorpora sus propios descubrimientos en los 40 años anteriores. De nuevo dejó sin agradecer las muchas ideas ajenas que mezcló con las suyas, pero aun descontando eso, su libro está considerado como la más importante contribución a esta parle de las matemáticas. En la introducción dice: ”En el fondo, la teoría de probabilidades no es sino sentido común reducido a cálculos”. Puede que sí- pero no es menos cierto que las 700 páginas que siguen de análisis intrincado, en las que usa a discreción transformadas de Laplace, funciones generatrices y muchas otras técnicas no triviales, superan en complejidad, en opinión de algunos, a su Mécanique Celeste. Tras la Revolución Francesa, el talento político y la ambición de Laplace alcanzaron su cénit. Sus compatriotas comentan irónicamente su ”‡exibilidad”y ”versatilidad”como político. Lo que eso signi…ca en realidad que cada vez que se producía un cambio de régimen (y los hubo en abundancia) Laplace se adaptaba suavemente cambiando sus principios, idas y vueltas entre republicano ferviente y monárquico convencido, y siempre emergía con mejor posición y mayores títulos. Se le ha comparado con razón al apócrifo Vicario de Bray de la literatura inglesa, que fue dos ve1 ces católico y dos veces protestante. Se cuenta que el Vicario rechazó así la acusación de sus cambios de chaqueta: No es cierto, porque si bien cambié mi religión, estoy seguro de haber permanecido …el a mi principio, que es el de vivir y morir Vicario de Bray”. En compensación de sus defectos. Laplace se mostró siempre generoso en ayudar y animar a jóvenes cientí…cos. De vez en cuando, echó una mano en sus carreras a hombres como el químico Gay-Lussac. el naturalista Humboldt, el físico Poisson y de forma especialmente pertinente, al joven Cauchy destinado a convertirse en uno de los artí…ces fundamentales de las matemáticas del siglo xix. 2