68. ¿CÓMO TRABAJAR MEJOR? LA ORGANIZACIÓN DEL CENTRO DE SALUD: UNIDAD DE ATENCIÓN FAMILIAR PLENAMENTE DESARROLLADAS C. Maraver Lora (ponente)1 J. R. González González2, A. M. Bellot Bernabé3, J. del Barco Morillo4, F. Mateos García5, J. A. Marqués Espí6 1 Directora de Atención Primaria Departamento de Salud Alicante Hospital General 2 Director de Enfermería Atención Primaria Departamento de Salud Alicante Hospital General 3 Enfermera adscrita Dirección Atención Primaria Departamento de Salud Alicante Hospital General 4 Médico adscrito Dirección Atención Primaria Departamento de Salud Alicante Hospital General 5 Referente SIA-Abucasis Departamento de Salud Alicante Hospital General 6 Gerente Departamento de Salud Alicante Hospital General Introducción: hay excelentes clínicos vencidos por la burocracia, uno de los grandes males de la Atención Primaria. Pero no es lo único, nos encontramos con el descontento de los médicos de familia (MF), que en muchas ocasiones trabajan en condiciones de soledad y extrema dureza, con enormes listas de pacientes y “poco tiempo” para cuidar la historia clínica, abordar los problemas de salud de su población de referencia y ejercer una medicina de calidad, basada en la evidencia y encaminada a alcanzar la excelencia. Mientras tanto, enfermería está inmersa en la dispensarización de tareas y la independencia funcional, y el personal administrativo se encuentra en mostradores y “servicios de atención al usuario”, alejados de los sanitarios y sin apenas implicación en el ámbito clínico. Ante este panorama desolador en el centro de salud, ¿qué podemos hacer?, ¿cómo podemos trabajar mejor? Necesitamos un cambio organizativo en nuestros centros de salud. Objetivos: conseguir una mejor atención a la población y una mayor satisfacción de los profesionales, aumentar la accesibilidad, asistencia personalizada, consultas desburocratizadas y de acto único. Metodología: en el año 2004 se lleva a cabo una reestructuración general de nuestro centro de salud, tanto arquitectónica como funcional. Los profesionales deciden, libremente, aumentar la jornada laboral de tarde para poder acometer este cambio y duplicar la capacidad física y resolutiva del centro. La Unidad de Atención Familiar (UAF), plenamente desarrollada, comparte un espacio común de trabajo, y un mismo cupo de pacientes, en el que MF, enfermera de familia (EF) y administrativo de familia (AF) se sitúan en despachos contiguos. El horario de la UAF es el mismo e indistintamente de cualquiera de los miembros de quien se trate, intenta resolver las demandas de su población de referencia. El acto único es el principal objetivo. El AF abandona el mostrador y se ubica entre dos UAF, para las que realiza una labor de secretaría personalizada; es una pieza clave y sus tareas son múltiples. La consulta del MF se desburocratiza, los profesionales están más cercanos a sus pacientes y se amplia la cartera de servicios. La EF dispone de una consulta contigua y comunicada interiormente con el MF, desaparecen las tareas dispensarizadas, tiene una agenda propia con distintas tareas, la cual se ve interrumpida solo para realizar la atención domiciliaria. Los pediatras tienen el apoyo del único administrativo que queda en el área de admisión (que, además, sirve como guía general para los usuarios y ofrece apoyo, en caso de necesidad, a las UAF). Las auxiliares de enfermería constituyen un apoyo a las consultas del MF y EF, se ubican en un área de servicios generales y coordinan la realización de pruebas complementarias. La trabajadora social es una pieza importante, más implicada directamente con el nuevo funcionamiento de la UAF, y complementa y sirve de enlace para afrontar problemas sociales a los sanitarios. La secretaría de dirección es llevada a cabo por un administrativo con amplia experiencia en estas tareas y se encarga de apoyar al equipo directivo del centro (director y adjunta de enfermería), de forma que permite a estos mantener su actividad asistencial. Conclusión: este modelo de trabajo ha permitido que los 50 profesionales del centro trabajemos en mejores condiciones, se haya aumentado y hecho más accesible la cartera de servicios (demora cero), el trato con los usuarios sea más personalizado, con agendas de calidad (diferentes tramos horarios y tipos de tareas), consultas de alta resolución y acto único. El índice de satisfacción de nuestros usuarios ha ido en aumento, tras unos primeros momentos difíciles, y el lógico periodo de adaptación, a veces con resistencias, por ambas partes. Nuestro centro acaba de cumplir 26 años, 19 trabajando en peores condiciones, más 7. Solo nos asalta una pregunta: ¿por qué tardamos tanto tiempo en dar el cambio?