TERCER GOBIERNO DE FRANCO: 20 de mayo de 1941 Gobernación VALENTÍN GALARZA MORENTE Asuntos Exteriores RAMON SERRANO SUÑER Ejército GENERAL VARELA Marina ALMIRANTE MORENO Aire JUAN VIGÓN SUERODÍAZ Educación JOSÉ IBÁÑEZ MARTIN Obras Públicas ALFONSO PEÑA BOEUF Industria y Comercio LUIS ALARCÓN DE LASTRA Agricultura MIGUEL PRIMO DE RIVERA Hacienda JOAQUÍN BENJUMEA Trabajo JOSÉ ANTONIO GIRÓN DE VELASCO Justicia ESTEBAN BILBAO Secretario General del Movimiento JOSÉ LUIS DE ARRESE Hubo cambios de la cartera de Gobernación, Asuntos Exteriores, Aire, Agricultura, Hacienda, Trabajo y Secretaría General del Movimiento. El 20 de mayo de 1941 el Generalísimo Franco procede a una reorganización ministerial. Dos cambios son importantes y significativos. El Ejército incrementó su influencia en el equipo gubernamental con el nombramiento del coronel Galarza Morente para la cartera de Gobernación el 5 de mayo. El acceso de dicho militar, antifalangista conocido, produjo un profundo disgusto en las filas de los viejos falangistas. Miguel Primo de Rivera, hermano del Fundador, presentó inmediatamente su renuncia a la jefatura provincial de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. de la capital de España. El diario falangista «Arriba» publicó un suelto, titulado «El hombre y el pelele», en el que, sin mencionarlo, se aludía al nuevo ministro. La reacción del ofendido y de algunos Influyentes jefes militares no se hizo esperar. Se personaron en «El Pardo» y expusieron al Jefe del Estado sus quejas. Resultado: Antonio Tovar y Dionisio Ridruejo fueron destituidos de sus cargos. El Generalísimo trató de nuevo de equilibrar fuerzas. Era necesario maniobrar con la Falange. A Miguel Primo de Rivera, que tan ostensiblemente había manifestado su desacuerdo con la designación de Galarza, se le confió la cartera de Agricultura. La vieja Falange veía aumentar su participación Pero no paró ahí su penetración. Para la Secretaría General, vacante desde el cese de Muñoz Grandes, se nombró a un viejo falangista, José Luis de Arrese, que gozaba de gran prestigio en las filas del Movimiento, no sólo por su honradez y sinceridad sino por dos hechos importantes: Su postura ante el decreto dc Unificación y el hecho de estar emparentado, por razones de su matrimonio, con la familia Primo de Rivera. A petición del propio Arrese, realizada después de la oferta que el Generalísimo le hizo de la Secretaría General, para la cartera de Trabajo fue nombrado un hombre joven —el ministro más joven de todos los Gobiernos de Franco— que más tarde había de representar, a nivel de las masas trabajadoras la figura más popular que dio la Falange de la post-guerra. Es otra novedad del Gobierno, el nombramiento de don Joaquín Benjumea, un técnico para la cartera de Hacienda, no tenía ningún relieve político. No podemos olvidarnos que la política española en esta época está fuertemente influenciada por la evolución de la guerra mundial. En 1941 los planes del colérico dictador alemán con relación a España sufren una importante y peligrosa modificación. La neutralidad defendida con firmeza por el Generalísimo Franco hizo que Hitler se planteara por vez primera la posibilidad de invadir la Península. La idea se concretó en la llamada Operación Isabella, elaborada dentro del mayor secreto por el Estado Mayor del Ejército alemán. En España comenzó a pulsarse la posibilidad de que las apetencias del dictador alemán se fijasen sobre nuestra nación. Stohrer, embajador alemán, transmitió a su dictador el sentimiento expresado por Serrano Suñer de que el pueblo español no toleraría una invasión de su suelo sin su consentimiento. La situación era tensa. El 22 de junio hay un acontecimiento que influiría en que las relaciones con España tomaran mejor cariz: Hitler lanza su ofensiva contra Rusia. El Generalísimo Franco se había manifestado siempre como un ferviente anticomunista, Una de las razones principales del levantamiento había sido precisamente el enfrentarse con la amenaza marxista. El Gobierno español, por boca de Serrano Suñer, se apresuró a hacer público que «había visto con la mayor satisfacción el comienzo de la lucha contra la Rusia bolchevique» y se ofrecieron voluntarios «en recuerdo de la fraternal ayuda de Alemania durante la guerra civil». Unos 18.000 soldados, al mando de Muñoz Grandes, encuadrados en la llamada «División Azul» marcharon a luchar en las estepas rusas. El 13 de septiembre de aquel año la Wehrmacht dio el carpetazo a los planes de conquista de España. No duró mucho, sin embargo, esta postura. La posibilidad de que los aliados desembarcaran en Marruecos hizo que el Estado Mayor alemán, bajo la denominación de «Operación Ilona», comenzara a preparar un nuevo plan de conquista. En el plano interno hay que destacar un incidente que tuvo lugar el 15 de agosto de 1942 y que marca el declive de Serrano Suñer, hasta entonces verdadero cerebro gris del Régimen. En esa fecha, carlistas y falangistas se enzarzaron en una violenta disputa a la entrada del Santuario de la Virgen de Begoña. Un muchacho falangista, apellidado Domínguez, lanzó una granada de mano contra un grupo de carlistas que abandonaban el santuario, entre los que se encontraba el general Varela, ministro del Ejército, quien resultó ileso del atentado. Las investigaciones realizadas con posterioridad pusieron al descubierto que el falangista que lanzó la bomba estaba a sueldo de Hitler. El embajador nazi fue relevado de su puesto y el declive de Serrano Suñer queda patente en la siguiente reforma ministerial.