El modelo de agente de prensa/publicity Inauguradas las Relaciones Publicas cuando el promotor de espectáculos Phineas Barnun dijo: “no existe eso que llaman mala publicity“, este modelo busca la persuasión y la propaganda a toda costa. Los profesionales difunden información, muchas veces incompleta y tergiversada, de sus clientes. La comunicación es unidireccional: de la organización hacia los públicos. El nulo papel de la investigación, de existir, se centra en la evaluación de recortes de prensa o el recuento de asistentes a un acto. El excéntrico y mentiroso Phineas Barnum es el principal ejemplo del modelo agente de prensa Aunque este modelo surgió en el siglo XIX, muchos jefes de prensa actuales sienten terminado su trabajo cuando ven publicada en los periódicos una nota de prensa ofrecida por ellos, guardan los recortes en una carpeta y se la enseñan orgullosos a sus jefes. Modelo de información pública. La finalidad de las RRPP en este modelo es la difusión de la información, no necesariamente con ánimo persuasivo. Aparece en los primeros 30 años del siglo XX cuando muchos periodistas comienzan a trabajar en gabinetes de prensa de organismos o entidades privadas. La imposibilidad ética y profesional de trasmitir información errónea o falseada supuso un paso de gigante para las RRPP. Si bien, este modelo se basa, todavía, en la unidireccionalidad: la comunicación fluye de las organizaciones a los públicos. El periodista Ivy Lee fue su principal impulsor al plantear a las organizaciones ofrecer toda la información a la prensa, sea mala o sea buena. Rockefeller, uno de sus clientes, se echaba las manos a la cabeza. Lo mismo que hacen muchos empresarios hoy día. El periodista Ivy Lee planteó que las RRPP debían fundamentarse en la verdad y la transparencia Desde Ivy lee, las RRPP, basadas en la verdad y la transparencia, comienzan a entenderse como un puente de comunicación entre las organizaciones y los públicos. “Hay que contar la verdad”, decía el periodista, “y si la verdad no se puede contar, la organización debe cambiar su comportamiento para poder contarla”. El modelo asimétrico bidireccional Su finalidad es la persuasión científica, pero por primera vez se utiliza la investigación para conocer los intereses, comportamientos y las motivaciones del público, con el objetivo de que estos acepten el punto de vista de la organización y lo apoyen. La comunicación es bidirecional: fluye hacía al público y desde el público en forma de feedback. Pero es asimétrica porque la organización (el emisor) tiene todo el control del proceso comunicativo, y el público (el receptor) solo puede dejarse influenciar o rechazarlo. Uno de los carteles de propaganda del Comité Creel Este el modelo de comunicación en el que se basa la publicidad convencional y, por supuesto, el más extendido hoy día, el que se practican en la mayoría de las empresas y organizaciones. Surgió ante el paradigma de las investigaciones de la I Guerra Mundial y se desarrolla por el Comité Creel, con el que el gobierno de los EEUU preparó una campaña de comunicación para conseguir que los jóvenes estadounidenses se alistaran en el ejército. Edward Bernays, sobrino de Freud, es una de sus principales figuras. El modelo Simétrico Bidireccional Constituye más un modelo ideal y un pensamiento que una realidad. Propugnado por los autores Gruning y Hunt, las RRPP se practicarían como una mediación entre la organización y sus públicos. La finalidad es la comprensión mutua, se busca el equilibrio entre el sistema de la organización y el resto de sistemas o subsistemas de su entorno. En este modelo la investigación se utiliza para conocer cómo el público percibe a la organización y determina qué consecuencias tiene esta sobre aquellos. Lo cual permite asesorar a la organización sobre como servir mejor al interés de los públicos. El responsable de RRPP sirve tanto a la organización (para hacerles llegar la opinión de los públicos) como al público (para defenderlo de los intereses de la organización). El RRPP sería un mediador que ajusta y equilibra persiguiendo el bien común para adaptar, positivamente, la organización en su entorno.