Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC): Cinco Años de Resistencia y Lucha Socioambiental Citizens‟ Assemblies Union: Five years of resistance and social-environmental struggle Por Cerutti Débora Andrea: Lic. en Comunicación Social con Orientación en Investigación y Planeamiento en Comunicación. Escuela de Ciencias de la información (UNC). Doctoranda en Estudios Sociales de América Latina (Centro de Estudios Avanzados, Córdoba). Adscripta en el proyecto de investigación “Dispositivos Hegemónicos y construcción de (neo) mapas en la Argentina actual”. (Proyecto 05/F604, período 2011-2012. Centro de Investigaciones María Saleme de Burnichón. Facultad de Filosofía y Humanidades UNC). Adscripta al seminario “Cultura popular y cultura masiva” (ECI, UNC) Silva, María Pía: Lic. Comunicación Social con Orientación en Investigación y Planeamiento en Comunicación. Escuela de Ciencias de la Información (UNC). Adscripta en el proyecto de investigación “Dispositivos Hegemónicos y construcción de (neo) mapas en la Argentina actual. (Proyecto 05/F604, período 2011-2012. Centro de Investigaciones María Saleme de Burnichón. Facultad de Filosofía y Humanidades UNC). Docente en el ISFD, Instituto de Formación Docente de Famatina, La Rioja. Resumen: La Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), es una instancia nacional de coordinación asamblearia que nace en el 2006. Durante cinco años ha unificado las luchas socioambientales que se han dado en la Argentina. En el presente artículo desarrollaremos algunas de las características de este espacio y la contextualización de su surgimiento. También, actualizamos algunos puntos con respecto a su trayectoria, intentando focalizar en dos procesos concretos, que se han vuelto fundamentales: la regionalización de la organización social y las problemáticas en torno a la represión, criminalización y judicialización de la protesta. Finalmente, en el último apartado, haremos un breve análisis respecto a la capacidad de enunciación política de la UAC. Palabras claves: asambleas socioambientales- regionalización-criminalización y judicialización Abstract The UAC, Union of Citizens 'Assemblies, is a assembly instance of second and even third degree which brings together more than eighty social movements, citizens' assemblies and autoconvocados‟s assamblies, political, artistic, environmental, popular education and territorial organizations, and intellectual across the country. From the beginning, it was an expression of socio-environmental movement emerging in line with the expansion of a model based on the re-primarization of the economy and over-exploitation of nature. The UAC emerged in Cordoba in 2006 and to date has conducted 16 th meetings across the country. During its history, has been extended and pointing out new areas and actors in conflict, among which we note the State, transnational corporations and residents of the communities around extractive ventures. In this article, we set some general characteristics of the UAC and the actors that comprise it. In turn, in an attempt to update, we focus on two specific processes, which have become fundamental to the interior of the space: the regionalization of social organization and repression, criminalization and prosecution of the protest. Finally, in the last section, a brief analysis regarding the ability of the UAC of discourse politicization. Key words: social environmental assamblies- regionalization- criminalization and judicialization La actividad política es la que desplaza a un cuerpo del lugar que le estaba asignado o cambia el destino de un lugar; hace ver lo que no tenía razón para ser visto, hace escuchar un discurso allí donde sólo el ruido tenía lugar, hace escuchar como discurso lo que no era escuchado más que como ruido. (Rancière, 2006:45) Un movimiento en movimiento que recorre el país. La Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), es una instancia nacional de coordinación asamblearia que nace en el 20061. Actualmente se encuentra conformada por más de ochenta organizaciones sociales, territoriales, artísticas y asambleas socio-ambientales y/o ciudadanas de distintos puntos del país, de Chile y Uruguay. Desde un principio, se constituyó en una expresión del movimiento socio-ambiental emergente en oposición a la expansión de un modelo basado en la reprimarización de la economía y la sobre-explotación de los recursos naturales. Sus encuentros se realizan aproximadamente cada cuatro meses en distintos puntos del país; el último se efectuó en la localidad de Quimilí, provincia de Santiago del Estero en la sede del MOCASE Vía Campesina, organización con más de 20 años de historia en la lucha por la defensa del territorio2. La génesis de esta organización de segundo y tercer grado tiene la marca, principalmente, de las “asambleas del no” (Antonelli, 2009:99); aquellas organizaciones que surgieron en distintas comunidades de nuestro país, asumiendo una base asamblearia y que se autodenominaron “asambleas de vecinos autoconvocados” o “asambleas ciudadanas”. Estas 1 Sobre el surgimiento de la UAC hay diferentes “mitos fundantes”. En el presente trabajo retomamos aquel relato que instituyó como momento fundacional de la misma al primer encuentro “Se viene la unión de los pueblos” realizado en Córdoba, en Julio, 2006. 2 El encuentro se realizó desde el 19 al 22 de Agosto de 2011. expresiones nacieron en reacción al despliegue del modelo de desarrollo “extractivo-exportador”. Este programa se expande a toda la región de América Latina y se basa, principalmente, en la “explotación de recursos naturales no renovables, necesarios para alimentar el nivel de consumo sostenido y el modelo de acumulación vigente” (Svampa-Bottaro-Álvarez, 2009a:31). Se trata de una avanzada del capital transnacional que actúa aplicando una lógica vertical y extractiva sobre los territorios. Una de las características de las asambleas socioambientales es que nacen en comunidades alejadas de los grandes centros urbanos3. Hacemos referencia principalmente, a las asambleas en contra de la minería a cielo abierto, conformadas sobre todo, en localidades de algunas provincias cordilleranas, a las asambleas en contra de las instalación de pasteras y aquellas otras que se nuclean en contra del monocultivo de soja, establecidas en localidades colindantes con la frontera agraria (principalmente en las provincias pampeanas). Las primeras se inscriben en un escenario complejo en el que se combinan una serie de factores pragmáticos y discursivos que actúan como facilitadores para la instalación de este tipo de lógica transnacional: “zonas relativamente aisladas, empobrecidas o caracterizadas por una escasa densidad poblacional”, baja calidad/debilidad institucional; economías regionales frágiles; altos índices de desocupación y precarización laboral; entre otros (Svampa-Bottaro-Álvarez, 2009a:44). Las primeras asambleas que conformaron la UAC fueron justamente aquellas que fueron pioneras en la lucha socioambiental. Tal es el caso de las asambleas de autoconvocados de Esquel y Catamarca, que desde el año 2003 ya realizaban encuentros entre organizaciones de distintas provincias. Actualmente, la UAC ha logrado ampliar su composición, convirtiéndose en un espacio más heterogéneo que en sus orígenes. En los últimos encuentros, se ha incrementado la participación de colectivos de base no asamblearia y que no tienen una relación directa con una problemática ambiental. Así mismo, la participación in crescendo de nuevos miembros marca un interés y un reconocimiento de la existencia de este espacio de carácter abierto, heterogéneo y ambulante4. 3 Algunos casos: Andalgalá, Santa Maria y Belén (Catamarca), Esquel (Santa Cruz), Famatina, Chilecito, (La Rioja), Humahuaca, Abra Pampa, (Jujuy), Ongamira, Villa Giardino, Casa Grande, Salsacate, (Córdoba), entre otras. 4 Caracterización que realizamos a partir del cuadernillo “Construyendo caminos colectivos en defensa de nuestros territorios”, presentado por la comisión de Reflexión en la 16 UAC. Documento de socialización basado en las conclusiones de cada encuentro, documentos públicos y talleres realizados a lo largo de distintos encuentros de la UAC. 1. Abierto, porque las convocatorias a sus encuentros son públicas y se difunden masivamente5 y no restringe la participación de ningún actor individual y/o social. En cambio no se permite la integración de partidos políticos, ONG´s y funcionarios del Estado6. 2. Heterogéneo, porque está formada por distintas organizaciones sociales, territoriales, campesinas y urbanas, artísticas, medios de comunicación popularesalternativos, asambleas socio-ambientales y/o ciudadanas e intelectuales7. 3. Ambulante en tanto se constituye como un territorio en desplazamiento: sus encuentros se mueven y anclan temporalmente en distintas localidades-sedes del país, trazando una ruta del desplazamiento.8 La UAC puede pensarse como una red de territorios en tanto expresa una “trama de redes de conflicto” en la cual aparece como centro del litigio la disputa por el territorio y los bienes comunes9 (Scribano- Schuster, 2001:20). Este sustrato “socioambiental” es una característica fundamental de la UAC. En un primer apartado, desarrollamos, a grandes rasgos, el análisis de algunos aspectos de la misma y la contextualización de su surgimiento. En el segundo apartado, actualizamos algunos puntos con respecto a este espacio y su trayectoria, intentando focalizar en dos procesos concretos, que se han vuelto fundamentales en el espacio: la regionalización de la organización social y la represión, criminalización y judicialización de la protesta. Finalmente, en el último apartado, realizamos un breve análisis respecto a la capacidad de enunciación política de la UAC. 5 Cada encuentro de la UAC es difundido mediáticamente donde se invita a participar del mismo. Esto se encuentra explicitado en el Documento de Posicionamiento Político-ideológico realizado en el sexto encuentro de la UAC, incluido en las conclusiones de dicho encuentro. Disponible en http://asambleasciudadanas.org.ar 7 Como es el caso de equipos de investigación coordinados por Maristella Svampa, Mirta Antonelli, Norma Giarraca Miguel Teubal, entre otros. 8 Lugares en los que se realizó la UAC: Colonia Caroya (Córdoba) Julio, 2006. Barreal- Calingasta (San Juan) Octubre 2006. San Rafael (Mendoza) Abril, 2007. Chilecito-Famatina (La Rioja) Julio 2007. Concepción del Uruguay (Entre Ríos) Octubre, 2007. Capilla del Monte (Córdoba) Abril 2008. Catamarca, Agosto 2008. Tunuyán (Mendoza) Diciembre 2008. San Juan, abril 2009. Libertador General San Martín (Jujuy), Julio 2009. Córdoba (Capital) Diciembre 2009. Esquel (Chubut) Marzo 2010. Santiago del Estero (Capital), Agosto 2010. Andalgalá (Catamarca), Noviembre 2010. Colón (Entre Ríos), Marzo 2011. Quimilí (Santiago del Estero), Agosto 2011. 6 9 El término bienes comunes cobra distintos significados relacionados tanto con el medio ambiente como con la producción intelectual. En el presente trabajo leemos el concepto en clave de “riquezas que habitan en la tierra” desechando aquella concepción de la naturaleza como propiedad privada y de los bienes como “recursos naturales” que se hallan en venta y son negociables. Primer apartado: Condicionantes emergentes del surgimiento de la UAC La UAC como expresión del fenómeno asambleario socio-ambiental nos lleva a preguntarnos ¿Por qué existe en el espacio social actual, una red de asambleas ciudadanas y organizaciones políticas nucleadas alrededor de las problemáticas socioambientales? De ahí la importancia de reconocer la trama conflictual que envuelve a la conformación del movimiento socio-ambiental que se manifiesta en nuestro país, principalmente, a partir de 2002. Los condicionantes emergentes están estrechamente ligados a las políticas de institucionalización del modelo de desarrollo “extractivo- exportador” (Antonelli-Svampa, 2009:16), basado principalmente sobre dos industrias: la mega minería y el monocultivo de soja transgénica, ambos en proceso de ampliación de fronteras. A grandes rasgos, podemos caracterizar a los actores en conflicto: El actor institucional: el Estado Metaregulador. Una de sus políticas concretas fue la creación de las estructuras jurídicas que “garantizaron la institucionalización de los derechos de las grandes corporaciones” a nivel nacional (Svampa-Antonelli, 2009:16). El actor empresarial: en general estas empresas están integradas por inversionistas de distintos países y por accionistas locales y nacionales. Operan conformando una red de acción con otras empresas (consultoras, aseguradoras, bancos, medios de comunicación, ONG´s y centros de producción de conocimiento). El tercer actor (los sectores organizados): en numerosas localidades donde se instalaron los proyectos y la lógica trasnacional, emergieron distintas formas de organización. Asambleas ciudadanas o de autoconvocados, movimientos campesinos, de pueblos originarios, ecológicos, entre otros. Algunos de estos se organizaron en movimientos con un claro anclaje territorial dando forma a una “cartografía de la resistencia que traza los espacios de la disputa por los territorios y sus recursos” (Machado Aráoz, 2009b:9). Segundo apartado: La UAC hoy La regionalización de la UAC La regionalización es una modalidad de organización a través de las regiones geográficas que implica, fundamentalmente, la coordinación de acciones entre asambleas y organizaciones de un territorio en común. Se trata de instancias de segundo grado donde se encuentran diferentes colectivos con variados repertorios de acción que se inscriben en escenarios regionales. Esta modalidad es una tendencia que se profundiza en el territorio de la UAC, vinculada directamente con las “tramas de conflictos” (Scribano- Schuster, 2001:20) que se tejen a nivel regional, las cuales posibilitan, por un lado, la identificación de tipos de emprendimientos y modalidades de acción del “dispositivo hegemónico” de alianzas (Antonelli, 2007) y, por el otro, la expresión y consenso de “demandas equivalenciales” a ese nivel (StrattaBarrera, 2009:14). La conformación de las regionales en la UAC tiene dos antecedentes fundamentales. Por un lado, CAMA, la Red de Comunidades afectadas por la minería, creada en el 2003, en la que participaron, principalmente, asambleas de vecinos de aquellas provincias cordilleranas en las que se puso de manifiesto el avance de la megaminería. Ese espacio posibilitó la elaboración de diagnósticos y tomas de postura en común, que se vieron reflejados en varias de sus declaraciones públicas. El surgimiento de la UAC, posibilitó que las asambleas y organizaciones políticas fueran identificándose unas a otras, principalmente, por el tipo de problemática socio ambiental que las afectaba directamente. En este sentido, otro antecedente que marcó la potencialidad de la unión regional, fueron los plenarios ambientales interprovinciales realizados en el NOA por aquellas asambleas y organizaciones de Tucumán y Santiago del Estero que se consideraban afectadas por la actividad del proyecto Bajo de la Alumbrera10. En el 2007, en el sexto plenario se conformó ASANOA, Asambleas Socio Ambientales del Noroeste Argentino. Esta regional coordinó una acción que funcionó como elemento cohesionador y fundante de las próximas actividades. Se trató del bloqueo coordinado y simultáneo al paso de los camiones que proveen insumos al emprendimiento Bajo de la Alumbrera. El mismo se realizó en distintas provincias del país, logrando sostenerse un bloqueo permanente en uno de sus puntos por 60 días11. 10 El proyecto-emprendimiento Bajo de la Alumbrera es llevado adelante por la empresa Minera Alumbrera YMADUTE (Xstrata Cooper) 11 En agosto de 2008, los vecinos autoconvocados de los Valles Calchaquíes interceptaron el paso de los camiones que proveen de insumos al emprendimiento Bajo de la Alumbrera, Catamarca, bloqueando únicamente el paso de los mismos en la ruta nacional 40. Dos días después, cerca del pueblo de Tolombón, vecinos autoconvocados de la región, varias comunidades originarias y otras organizaciones sociales, vuelven a interferir el paso de los camiones impidiendo el avance y obligándolos a retroceder. Fue un corte selectivo a esos camiones con 60 días de resistencia, donde semanalmente se hacían asambleas donde participaban alrededor de 100 y 150 personas (Fragmento de la crónica “El bloqueo a los camiones de mina La Alumbrera en Cafayate, Salta”). En la novena UAC, comenzó a discutirse la conformación de las regionales; la misma no se dio de manera homogénea, porque cada una tiene sus particularidades y no todos los actores tuvieron las mismas urgencias y necesidades. Surgió de aquellos que se vieron obligados a dar un paso adelante y ajustar la coordinación en territorios concretos. Así, a medida que se fueron fortaleciendo los vínculos se cristalizó la conformación de territorios regionales con repertorios de acción cada vez más específicos en concordancia con las particularidades de cada zona. Al respecto, el escenario socio-económico del NOA y Cuyo fue determinante para la conformación de las regionales, las cuales avanzaron hacia la coordinación sistemática de acciones especificas, unificándose en una sola instancia CUYO-NOA. En el trayecto se estableció un plenario cada dos meses, espacio en el que además de construir una agenda común, se delinean las propuestas para llevar a la UAC12. Como expresamos, la tendencia de regionalización dentro de la UAC se dio de manera desigual, mientras algunas regionales sostienen sus agendas consensuadas, logrando altos niveles de coordinación, otras aún no están conformadas y/o se encuentran en construcción. En este trayecto, se dieron dos modalidades en el interior de la UAC: Las regionales combinaron sus repertorios de acciones con la agenda nacional de la UAC. Algunas regionales conformaron un cronograma aparte del aquel establecido por la UAC. Este proceso, generó algunas discusiones hacia dentro de la UAC, que dan cuenta de las transformaciones que va experimentando el espacio. Si bien no hay una sola concepción de lo que es o debería ser la UAC, algunas regionales han logrado sostener un cronograma activo a ese nivel, sin la necesidad de recurrir siempre a la instancia nacional. Y esto por varias razones: Los escenarios locales/regionales demandan acciones en una temporalidad diferente a la que puede sostener y llevar adelante la UAC. El consenso y organización de las modalidades de acción precisan tiempos diferentes a los que puede proponer la UAC, durante sus tres días de encuentro. La UAC se encuentra en un proceso de re-definiciones, porque si bien la regionalización no la ha reemplazado, sí es cierto que logró canalizar demandas y acciones que antes se definían 12 En algunos casos, durante los plenarios se realizaron diversas acciones, como fue la participación de la regional en la fiesta del Carrusel, en Mendoza, en febrero, 2011. a nivel nacional. De todas formas, esta operatividad le trajo un poco de aire a los encuentros nacionales, permitiendo el despliegue de debates que estaban latentes pero no se podían concretar por falta de tiempo. Uno de ellos, es el carácter autónomo de la UAC con respecto al Estado, los partidos políticos y las corporaciones; condición que fue reafirmada en su último encuentro. Criminalización y judicialización “…no sólo se trata de esconder la conflictividad sino de presentarla como criminal e ilegal.” (Musolino, 2010) Hay que seguir, no hay que tener miedo y hay que estar en pie de lucha con la actitud de lucha, y siguiendo. Tampoco quedarse solo, agruparse más, hacer los movimientos más fuertes, no victimizarse. No caer en “oh, me golpearon, me hicieron esto”. No, yo estoy luchando y me vienen a golpear porque estoy luchando. No me golpearon por otra cosa. Entonces no me tienen que golpear, y lo voy a volver a hacer y nunca más quiero que me golpeen. Esa es la actitud que tenemos que tomar todos. (Entrevista Ocampo, H.; Agosto 2011, Chilecito) Las estrategias jurídicas-represivas llevadas adelante por el Estado a nivel local, provincial y nacional apuntan a la obtención de la licencia social para que las empresas puedan operar en los territorios. Esto, conlleva la búsqueda de inhibición, previsión, gestión y/o control de conflictos, a través de la represión y judicialización, donde la existencia de una alianza entre actores hegemónicos, despliega dispositivos de control, basados en estrategias actualizadas por actores estatales, en concurso o no con actores del sector empresarial privado. Con el término dispositivo, se hace referencia, siguiendo a Foucault, a la red de relaciones que se pueden establecer entre elementos heterogéneos: discursos, instituciones, arquitectura, reglamentos, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas, lo dicho y lo no dicho, donde lo más importante es la naturaleza del vínculo que puede existir entre estos elementos13 (Castro, 2006:98). Se entiende con el término “alianza 13 “El dispositivo como objeto de análisis aparece precisamente ante la necesidad de incluir las prácticas nodiscursivas (las relaciones de poder) entre las condiciones de posibilidad de la formación de los saberes” (Castro 2006). Así, se toma el concepto de dispositivo como “herramienta”, definida por su sentido práctico para el análisis del objeto de investigación hegemónica” al “dispositivo que enlaza las relaciones del capital trasnacional, en redes de operadores y mediadores, con el Estado, incluyendo en este último las diferentes instituciones que lo conforman y por medio de las cuales se institucionaliza el paradigma extractivo” (Antonelli, 2009:55). La alianza, entonces, estaría conformada gubernamentales, corporaciones transnacionales, algunas ONG‟s, por instituciones fundaciones y medios de comunicación masiva, entre otros, que ejercen algún tipo de intervención sobre los conflictos territoriales que involucran a las organizaciones miembros de la UAC. En confrontación con esta alianza hegemónica, los actores asamblearios, activaron un bagaje legal haciendo hincapié en el derecho a la autodeterminación o “defensa del derecho de los pueblos a su propio modo de vida (económico, social y político)” (Delamata, 2009:239). Siguiendo la tesis de Delamata, este proceso puede pensarse como la “politización de la forma de vida local” según la cual “se produce una articulación contingente de un conjunto de prácticas locales sedimentadas bajo la forma de un derecho de esa comunidad” (Delamata, 2009:240). La mayoría de los miembros de las asambleas son vecinos, pobladores que se perciben como afectados directos de los grandes proyectos extractivos y agroindustriales. Mediante una vía de organización como la asamblearia, los sujetos han pasado de la condición de víctima a la de politización de sus modos de vida y de sus prácticas cotidianas, reconociéndose como sujetos con capacidad de tomar decisiones. Esta politización se entiende en sintonía con la reproducción de escenarios concretos en los que tienen lugar violaciones sistemáticas y programadas de sus derechos14. Las problemáticas relativas a la criminalización y judicialización de la protesta y de la lucha social, fue tema de debate, y parte del temario de trabajo de comisiones15 en el último encuentro de la UAC. La consigna que se sometió a deliberación y se analizó en comisiones durante el 16º encuentro fue: “Prevención y acciones frente a la criminalización y represión de la protesta”. Existe una preocupación creciente por parte de las organizaciones sociales que 14 Para profundizar en dichos escenarios, ver “Minería transnacional, conflictos socioambientales y nuevas dinámicas expropiatorias. El caso Minera Alumbrera” (Machado Aráoz, 2008:205) en Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales (Antonelli-Svampa; 2008). 15 “Las comisiones son instancias de trabajo grupal con una determinada cantidad de participantes que por lo general varía entre 20 y 40 personas con la intención de deliberar sobre problemáticas (temáticas) específicas. Esta actividad se realiza antes del plenario. En este sentido la comisión posibilita una labor relativamente autónoma con respecto al mismo porque, si bien los actores pueden elegir a qué temas dedicarles más tiempo, pueden formular propuestas y llegar a consensos entre ellos, los acuerdos que surgen en la comisión deben pasar por la aprobación, legitimación, modificación o rechazo en el plenario” (CERUTTI-SILVA, 2010:84) integran la UAC, respecto a las modalidades en que el Estado despliega sus dispositivos de control social por medio de su aparato represivo. Un hecho anecdótico y no menos importante por ello, es que mientras el domingo 21 de agosto de 2011, se trataba el tema de criminalización en el encuentro de la UAC, miembros de las asambleas riojanas presentes en el encuentro, recibían la noticia por teléfono, que jóvenes pertenecientes a la Asamblea Llanos por la vida, formada por vecinos de la ciudad de Olta, Chamical y Patquía, habían sido detenidos cuando asistían a un acto público con la intención de “informar a la población sobre los riesgos los proyectos de exploración de uranio y gases tóxicos” en Los Colorados, La Rioja16. El evento se realizó en la plaza principal del pueblo, ya que allí se desarrollaba una fiesta organizada para celebrar el aniversario de Chamical. En el comunicado lanzado por Prensa UAC, se informó que a los jóvenes “les secuestraron los volantes que llevaban para repartir en el acto de la fiesta y los amenazaron”, mientras llegaba también un comunicado de la Asamblea de los Llanos diciendo: “ESTAMOS siendo perseguidos por la policía. Nos informaron que El Gobernador Luis Beder Herrera, no se hará presente en el acto pero mandó ÓRDENES DE REPRIMIR. Han demorado a cumpas de Patquía, les han quitado sus pertenencias y les han dicho que luego del acto se las entregarán. NO nos dejan desplazar con total libertad por la plaza. Aun seguiremos en pie con la marcha...”17 Consideramos que los continuos procesamientos a miembros de asambleas socioambientales, como así también de otras organizaciones de la UAC dan cuenta de una política de Estado18 que no es llevada adelante explícitamente por el gobierno kirchnerista, hoy encabezado por Cristina Fernández , sino que la represión se federaliza: “Por lo general, son los gobiernos provinciales -muchos de ellos vinculados al oficialismo-, los que apelan a la represión a través de grupos especiales, policía provincial, patotas sindicales e incluso guardias privadas , contra aquellos que cuestionan una política de acaparamiento de tierras, y por ende, directa o indirectamente recusan la expansión de modelos productivos avalados por 16 Proyecto en proceso de reactivación donde un yacimiento de uranio, desde octubre de 1992 a diciembre de 1994, a cargo de la empresa BTZ Minera. El mismo, aún, no fue remediado. 17 Comunicado de la Asamblea de los Llanos. 18 Tal como sostienen Svampa y Pandolfi, “…en nuestro país el tratamiento represivo del conflicto social ha sido acompañado por un sostenido proceso de judicialización de la protesta, que eleva a más de 4.000 los procesamientos, registrados principalmente en las regiones y provincias más conflictivas. El número de procesamientos muestra que, lejos de ser casuales, éstos forman parte de una política de Estado, expresada a través de una de las divisiones administrativas del poder estatal – la justicia, que actúa en sus diferentes jurisdicciones (provincial y federal, respectivamente)” (Svampa-Pandolfi, 2004) políticas nacionales. Existe, como tal, una responsabilidad del gobierno nacional, cuyo sistema de mediaciones y entramados de poder es necesario analizar.”19 (Svampa, 2010). Korol, en el libro “Criminalización de la pobreza y la protesta social”, establece que en el año 2007 el gobernador de la provincia de San Juan, “dio un paso decidido hacia la criminalización de la protesta ambiental, a través de la sanción de un nuevo régimen contravencional provincial (Código de Faltas sanjuanino Nª 7819), que establece la condena con 30 días de cárcel o trabajo comunitario a todo aquel “que anunciando desastres, infortunios o peligros existentes, provoque alarma en lugar público o abierto al público, de modo que pueda llevar intranquilidad o temor a la población” (Korol 2009: 147) Así, se van consolidando estrategias para garantizar la gobernabilidad, no sólo discursivas, sino también pragmáticas: mediante la política estatal de cooptación y criminalización de movimientos sociales de base y sectores organizados; la política estatal de capitalización de reivindicaciones históricas, populares y de trayectos de lucha; la política estatal de promoción de la “participación” ciudadana como las experiencias de gestión y aplicación de programas de concertación y diálogo en numerosos barrios de las grandes ciudades latinoamericanas. Y también se despliegan políticas estatales de militarización y control del territorio, promovidos mediante tratados, en los cuales se marcan zonas de libre mercado que abarcan territorios de diferentes países, por el que pueden circular industrias, productos, personas e incluso fuerzas militares. Dentro de las redes sociales conformadas por los sujetos integrantes de la UAC, se están dando dinámicas múltiples de organización a través del intercambio de discursos en las instancias de encuentro, que se relacionan con reducir al máximo posible las posibilidades de ser reprimidos cuando se realiza alguna acción directa, como el bloqueo a camiones que proveen insumos a las mineras o movilización, como así también contar con herramientas para actuar si algún sujeto es detenido, o se le inicia una demanda en contra de su persona. En el marco del encuentro, en Quimilí, se establecieron y acordaron medidas ciudadanas para la defensa democrática de los derechos. 19 Negritas y cursiva en el original En la UAC también se creó y puso en funcionamiento a partir del octavo encuentro, una comisión permanente20 denominada “comisión de legales”; la misma, se planteó como objetivo llevar adelante un trabajo sistemático de acción y formación de estrategias legales con efecto de ley y también defender y acompañar a todos aquellos actores judicializados en sintonía con la profundización en territorios locales, del paradigma extractivista. En esa comisión empezaron a participar algunos integrantes de CEPPAS (Centro de Políticas Públicas para el Socialismo) y con algunos representantes de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.21 Además, existe una articulación de acciones jurídicas entre la UAC y RedAJ, (Red Asistencia Jurídica contra la megaminería), red que tiene como finalidad, la puesta en común de casos, herramientas y formularios presentados en el Estado, como así también busca “una socialización de información técnica, jurídica como a su vez elaborar un mapa más claro de instancias del Estado en lo referente a minería en las que se pueda iniciar reclamos o trámites en lo local, regional, nacional e internacional (Ídem)”22 La UAC, también ha manifestado en un documento/declaración de la UAC llamado “Sobre la criminalización y judicialización de la protesta social” su postura respecto a esta temática: “Como colectivo asambleario creemos que, sin lugar a dudas, la judicialización y criminalización a las asambleas, comunidades y movimientos sociales que defienden sus territorios, es una de las estrategias desplegadas desde los sectores del poder para acallar las voces de la resistencia frente al modelo productivo, extractivo, exportador y opresor que nos imponen, producto de las políticas de recolonización que asolan a nuestro continente en general y a nuestro país en particular”. En el mismo se denuncia a las fuerzas públicas de seguridad y a las fuerzas privadas contratadas por las empresas como responsables de desplegar estrategias de judicialización y criminalización de las organizaciones sociales: “Son muchas las modalidades de represión que las empresas capitalistas, transnacionales y nacionales, junto con los poderes políticos locales 20 “Las comisiones permanentes son grupos de trabajo formados por integrantes de algunas organizaciones que conforman la UAC. La definición de cada una de estas comisiones varió de encuentro a encuentro y al tratarse de grupos abiertos, también, se renovaron sus integrantes, mientras que otras no lograron mantener una continuidad en términos de acciones ni de propuestas. Lo que diferencia a estos grupos de las comisiones que se forman durante los encuentros es que tienen autonomía para seguir trabajando por fuera de cada UAC pero todo lo que se elabora en estos, es puesto en consideración en el encuentro.” (Cerutti-Silva, 2010) 21 “La Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas es una organización no gubernamental sin fines de lucro, fundada en el año 2004, por un grupo de abogados comprometidos con el cuidado del ambiente”. Ver página web: www.aadeaa.org.ar 22 Extraído de “Qué es la RedAJ”, disponible en http://redaj.org/spip.php?article6 lanzan sobre las voces de protesta. Algunas de las más concretas implican el uso de los aparatos del estado para ejercer la represión directa, el despliegue de estrategias de judicialización y criminalización de los movimientos populares y la militarización de los territorios en conflicto”.23 La declaración surge después del encuentro en Córdoba y fue redactada en base a informes enviados por las distintas organizaciones que componen la UAC. En la misma no sólo se apuntan brevemente las “modalidades” que asume la violencia y los actores intervinientes sino que se describen “los casos” más representativos del ejercicio de la criminalización: “Las intimidaciones y amenazas de que fueron objeto los compañeros y compañeras (…) integrantes de la Asamblea El Algarrobo de Andalgalá, Catamarca, quienes, en el momento en que fueron citado/as a comparecer a la comisaría de Andalgalá, fueron “advertido/as” por el nuevo jefe de la policía y otros funcionarios policiales con estas palabras: “en realidad nosotros no queremos golpearlos, pero si no deponen su actitud con respecto al corte, la semana que viene vendrá la Guardia de Infantería y los vamos a desalojar por la fuerza y les vamos a pegar…”. A estas amenazas policiales se suman las del intendente de Andalgalá, José Perea, quien en la FM “Z” -favorable a las empresas mineras- expresó que si es necesario MATARÁ a las personas que están manteniendo el corte contra Agua Rica” 24 Por criminalización, entendemos un mecanismo que “tiene un sentido preventivo y aleccionador en tanto «muestra» cómo responde el Estado frente a la demanda de los sectores populares organizados.” (Musolino, 2010:1). Siguiendo al autor, entendemos que existen dos tipos de criminalización; la primaria, que “se refiere al momento de enunciado de la política criminal (…) de delimitación del programa marco elaborado legislativamente”. Y la secundaria, que sería la puesta en práctica de ese programa, por medio de las agencias policiales, judiciales y penitenciarias. Así el “problema criminológico” se torna un problema de “índole político” más que jurídico o legal. (Musolino, 2010:2) Cuando la sociedad politizada, asume banderas de lucha, la conflictividad social surge entre derechos humanos y sociales e intereses particulares (los de los sectores organizados de la 23 Documento/declaración elaborado por la UAC “Sobre la criminalización y judicialización de la protesta social. Contra el saqueo, la contaminación y la militarización de nuestros territorios.” Febrero de 2010. 24 Documento/declaración “Sobre la criminalización y judicialización de la protesta social”, febrero de 2010, emitido por UAC. Las declaraciones de José Perea, intendente de Andalgalá, fueron difundidas por la radio FM "Z". en las mismas expresó que si es necesario matará a las personas que están manteniendo el corte contra Agua Rica. (Mayúscula y negrita en el original) sociedad civil y la de los actores hegemónicos) e intenta ser controlada por mecanismos estatales y también paraestatales. Y las acciones de las organizaciones son presentadas como criminales e ilegales. Tomemos un ejemplo. Los bloqueos a camiones que proveen insumos a la minera25 es una acción colectiva adoptada por las asambleas, sobre todo de la regional NOA-CUYO: aquí el derecho a la protesta, constitucionalmente legitimado y reconocido, no es tenido en cuenta por el aparato judicial cuando se incrimina a los sujetos por impedir el derecho a la libre circulación del tránsito, basándose en el artículo 19426. De esta manera, los bloqueos son considerados “ilegales”, y eso da pie al uso de las fuerzas de infantería (cuando se trata de una ruta nacional) para desalojar a los sujetos que se encuentran manteniendo el bloqueo. Esta situación puede ser ilustrada por los sucesos ocurridos en Belén, Catamarca, cuando en mayo del corriente año, después de 3 días de bloqueo al paso de camiones sobre la ruta 40, en la entrada de la ciudad de Belén, el fiscal provincial Flores, que se encontraba fuera de su jurisprudencia (intervino como fiscal provincial en una ruta nacional), se acercó al lugar ordenando el desalojo, asegurando que se trataba de una “política de seguridad provincial”. Entonces, no es casual que una de las preocupaciones más fuertes de la UAC en la actualidad, sea cómo se generan mecanismos y acciones en torno al tema de la criminalización y judicialización de la protesta social y de las luchas socioambientales. Esto se relaciona con la existencia de conflictos sociales que son puestos de manifiestos por las asambleas y organizaciones en el ámbito público y que son tratados judicial y penalmente por parte del Estado. Finalmente La existencia actual de un espacio de articulación de luchas socioambientales a nivel nacional es un logro posible gracias al mantenimiento de la autonomía, la apertura y el funcionamiento asambleario. Hoy, la UAC se define como un espacio político, que construye desde la autonomía y donde las organizaciones sociales que lo conforman poseen diferentes formas de relacionarse con el Estado. Sus miembros reconocieron en su último encuentro, el carácter latinoamericano de las 25 Ver apartado “Regionalización” ya desarrollado en el punto anterior. El artículo 194 establece que “El que, sin crear una situación de peligro común, impidiere o estorbare o entorpeciere el normal funcionamiento de los transportes por tierra, agua o aire a los servicios públicos de comunicación, provisión de agua, electricidad o sustancias energéticas, será reprimido con prisión de tres meses a dos años” 26 luchas que se llevan a cabo. Eso da cuenta del reconocimiento de un “territorio” que trasciende las fronteras de los países y donde las luchas por los bienes comunes son similares. Los procesos extractivos de recursos no renovables en territorio, se vienen implementando en el marco de un proceso macro de intervención territorial. Las principales decisiones sobre el uso del territorio, históricamente han sido tomadas por una pequeña elite de gobernantes de turno, a puertas cerradas y sin consultar a las comunidades, violando las disposiciones constitucionales y los derechos de las comunidades. Entonces, la aparición de las asambleas, viene a cuestionar y desafiar la impunidad para tomar esas decisiones sin previa consulta popular, vienen a exigir el cumplimiento de derechos colectivos y sobre todo, pone sobre la mesa un debate que se replica en diversas comunidades de América Latina: qué proyecto de sociedad está en juego y cómo se quiere vivir. El sentido disruptivo de la acción política, no implica que sea una lógica que no pueda sostenerse y estar dotada de una temporalidad que trascienda ese primer momento de ruptura. Siguiendo a Rancière la acción política consistiría no solo en la organización, sino en la definición del por qué y para qué de la organización, es decir, que los actores sociales puedan cristalizar cuáles son los “nudos políticos” que traduce cada movimiento social. Este paso posibilitaría la universalización de la política, superando la dicotomía planteada entre lo universal vs lo particular: “A mi modo de ver, los nudos políticos son siempre algo que remite siempre a la parte de los sin parte, es decir, a la manifestación de una capacidad de cualquiera” (Rancière, 2007). Afirmamos que la UAC expresa el conflicto socio ambiental como nudo político: con esto queremos resaltar la organización de movimientos y la intervención de agentes colectivos en defensa de los bienes comunes que implican acciones-reacciones como réplicas tácticas y discursivas ante las operaciones de las actores hegemónicos en la avanzada de un modelo extractivo y exportador. En la trayectoria del movimiento se fue transformando el conflicto ambiental, asumiendo características sociales, económicas y culturales. Aun así, y tal como expresa Rancière, el principio de la política es la igualdad. Lo potencial es que actualmente la UAC podría ensayar y actualizar esta igualdad, entendida como la capacidad de cualquiera de accionar, de hacer política, comprobándola y extendiéndola. Referencias bibliográficas Antonelli, Mirta A. (2009). “Minería trasnacional y dispositivos de intervención en la cultura. La gestión del paradigma hegemónico de la „minería responsable y desarrollo sustentable‟”. Artículo publicado en Minería Transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales. Buenos Aires, Biblos. Antonelli, Mirta A. Svampa, Maristella (2009). “Introducción: Hacia una discusión sobre la megaminería a cielo abierto”. Artículo publicado en Minería Transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales. Buenos Aires, Biblos. Antonelli, M. A. (2007) “La Esperanza hegemónica: narrativas utópicas y cartografías del “desarrollo”. Imaginarios de comunidad, sociedad y ambiente posibles”, V Jornadas Encuentro Interdisciplinario La investigación en las Ciencias Sociales, las Humanidades y el Arte en Córdoba, mayo 2007. Castro, Edgardo (2006). El vocabulario de Michel Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores. Editorial Prometeo. Argentina Cerutti, Débora y Silva, María Pía (2010). Mover-se: La Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) y sus formas de organizar los intercambios comunicacionales. Trabajo Final de Grado. Escuela de Ciencias de la Información, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. UNC. Nº de PP Inédito Delamata, Gabriela (coordinadora) (2009). “¿La ciudadanía poblana? El movimiento asambleario de Gualeguaychú: la construcción y el reclamo de un derecho colectivo” en Movilizaciones sociales ¿nuevas ciudadanías? Reclamos, derechos, Estado en Argentina, Bolivia y Brasil. Buenos Aires, Biblos Garcés, Marina, Sánchez, Raúl, Fernández-Savater, Amador (2007). “Universalizar las capacidades de cualquiera” Entrevista con el filósofo Jacques Rancière. Disponible en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=47996 Korol, Claudia y Longo Roxana (2009). “Criminalización de los movimientos sociales en Argentina”. Publicado en Criminalización de la pobreza y de la protesta social. Korol (coordinadora). Buenos Aires, Editorial El Colectivo. Coedición con América Libre. Machado Aráoz, Horacio (2009) “Minería Transnacional, conflictos socioterritoriales y nuevas dinámicas expropiatorias. El caso de Minera Alumbrera”. Publicado en Minería Transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales. Svampa- Antonelli (editoras). Buenos Aires, Biblos. Musolino, Ana (2010). “Criminalización y judicialización de la protesta social en Argentina: cuando la lucha y la resistencia popular se vuelven delito”. Edición Nº 58, Junio 2010. Portal Margen. Disponible www.margen.org/suscri/margen58/intromuso.pdf Rancière, Jacques (1996). El desacuerdo. Política y filosofía. Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión. Scribano Adrián y Schuster Federico (2001). “Protesta Social en la Argentina de 2001: entre la normalidad y la ruptura” Revista OSAL No. 5. CLACSO. Argentina. Disponible en www.clacso.org.ar/clacso/.../revista-osal-no-5 Stratta, Fernando y Barrera, Marcelo (2009). El tizón encendido. Protesta social, conflicto y territorio en la Argentina de la posdictadura. Buenos Aires, Editorial El Colectivo Svampa, Maristella (2011). “La otra cara del modelo”. Disponible en http://maristellasvampa.net/blog/?p=168 Svampa, M., Bottaro L. y Sola Álvarez M. (2009). “La problemática de la minería metalífera a cielo abierto: modelo de desarrollo, territorio y discursos dominantes”. Publicado en Minería Transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales. Svampa-Antonelli (editoras). Buenos Aires, Biblos. Svampa, Maristella y Pandolfi Claudio (2004). “Las vías de la criminalización de la protesta en Argentina”. Publicado en Informe sobre la situación de los derechos humanos en Argentina, elaborado por el espacio “Alerta Salta”. San Pablo, Brasil. Disponible en www.lavaca.org