Número 3 Años 2 Fecha: 29 de enero a 03 de febrero 2015 Del Descontrol Cambiario El 21 de enero, el Presidente Nicolás Maduro anunció, durante su mensaje anual en el Palacio Legislativo, el ajuste del aparataje de control cambiario para el momento vigente en el país, unificando los Sistemas Complementarios de Administración de Divisas, manteniendo la tasa preferencial de CENCOEX y anunciando una tercera tasa cuya operación se daría a través del sistema de bolsas. Detalles acerca de cómo funcionaría esta tercera tasa al momento de su implementación son, por el momento, superficiales, mas se conoce que funcionarios públicos del alto gabinete económico se han encontrado en reuniones con representantes del sector financiero venezolano, tanto público como privado, para perfilar en conjunto aspectos del nuevo mecanismo. Adicionalmente, se dio a conocer que las nuevas operaciones se realizarían a través de la Bolsa Pública Bicentenaria, siendo los intercambios supervisados por la Superintendencia Nacional de Valores y el ente emisor. De acuerdo al presidente de la Asociación de Casas de Cambio de Venezuela, César Atencio, la tasa de cambio a operar en el nuevo mecanismo será determinada por la oferta y la demanda, aclarando que las autoridades no participarían de ninguna manera en la fijación de precios, declaraciones compartidas por Ricardo IV Montilla, presidente de la Asociación Nacional de Operadores de Valores. Sin embargo, de acuerdo a la editorial de Banca y Negocios, en caso de que el tipo de cambio tome niveles que se consideren inapropiados, el organismo emisor actuaría con el fin de evitar prácticas especulativas. Si bien se argumenta por tal editorial que la medida se considera conveniente pues daría transparencia al mercado y cierta promesa de estabilidad, lo cierto es que la ausencia de detalles de tal intervención, y cuáles serían esas condiciones de intercambio indeseadas, llevan a dudar, así sea parcialmente, que el mismo se determine sin ningún tipo de intervención central, especialmente si los niveles de tipo de cambio no se adecúan al dinámico clima inflacionario, que demanda flexibilidad en los límites a considerar. El nuevo sistema podría comenzar a funcionar para comienzos de la semana del 9 de febrero, pues las autoridades están trabajando “a todo vapor”, se señala. Una vez descrito el tercer tipo de cambio anunciado, surgen ciertas interrogantes correspondientes a tal iniciativa. La primera es ¿Por qué se opta por este tercer sistema de mayor flexibilidad? El llamado dólar permuta, y las transacciones a través de las casas de bolsa eran realidades hasta el año 2010, cuando bajo la administración del fallecido ex-Presidente Chávez, se le limitaron las operaciones a estas organizaciones, eliminando los mutuos y congelando al dólar permuta. La vuelta aparente a tal sistema pareciera entonces admitir tácitamente que el control de cambio general ha sido una medida de gran ineficiencia, pues la asignación centralizada no ha logrado suplir adecuadamente al sector privado venezolano, mientras que los tipos de cambio artificialmente bajos han servido como subsidios insostenibles que obligan a constantes devaluaciones, además de incentivar la importación de bienes y servicios a expensas de la producción nacional, pues el acceso a dólares de manera tan barata hace de la comercialización una actividad más rentable. Pareciera entonces que la razón detrás de sincerar al tipo de cambio obedece a una oxigenación del sector privado, cuyo acceso a divisas se ha visto limitado aún más debido a la baja cotización del petróleo en mercados internacionales, en conjunto con la necesidad de obtener más bolívares por dólar debido a las crecientes presiones fiscales generadas principalmente por la hipertrofia estatal. Surgen así nuevas interrogantes: si la presión fiscal obliga a la aplicación del nuevo sistema e incurrir en una nueva devaluación ¿Cuál será la participación de PDVSA y BCV como oferentes? y ¿Por qué se busca mantener entonces el resto de las tasas preferenciales? En cuanto a la participación de estas organizaciones públicas, la misma resulta fundamental, principalmente debido a la concentración de las exportaciones, y en consecuencia, del ingreso en divisas, por parte de la petrolera venezolana. Esto es especialmente cierto cuando se observa que la participación del sector privado en las exportaciones de bienes y servicios es del 2,98% de acuerdo a cifras del BCV para el año 2014, limitando su capacidad como oferentes. De esta manera, si bien resulta claro que el sector público debe suplir en parte al nuevo mercado, lo cierto es que cada dólar desviado a este representa un dólar menos dedicado a la importación de bienes y servicios de primera necesidad a través de CENCOEX y/o SICAD. Así, este es un importante balance a determinar, pues el desplazamiento de uno en favor de otro podría degenerar en importantes alzas de precio, o incurrir en subsidios del tipo de cambio en un contexto de dificultad fiscal. Se evidencia además, que el mantenimiento de los tipos de cambio preferenciales representan un lastre importante generador de distorsiones, corrupción y cargas fiscales importantes, razones por la cual entra la segunda pregunta antes mencionada. El mantenimiento del control cambiario, o incluso de su devaluación, son decisiones de difícil aplicación, pues ambas están sujetas a importantes costos políticos que la actual administración no pareciera estará dispuesta a asumir. Al hablar del levantamiento del control cambiario, mas allá de la retórica oficialista de la guerra económica, se ha reconocido por parte de funcionarios que la medida generaría una aguda alza de precios que en las actuales circunstancias podrían descapitalizar políticamente al Partido de Gobierno de manera importante. En caso de decidirse aplicar, explícitamente, una devaluación de los tipos de cambio más bajos, las consecuencias serían similares, pues ya se ha internalizado en la ciudadanía venezolana la asociación de la devaluación con alzas de precios de bienes de primera necesidad previamente subsidiados. Lo cierto es que la continuidad de políticas económicas miopes ha degenerado en una crisis tanto política como social que han servido para que las administraciones bolivarianas se encasillen a si mismas en esta precaria y delicada situación, obligando así a retractarse de desaciertos pasados maquillados como triunfos políticos. Pareciera así que el pragmatismo económico, en conflicto con alas de mayor radicalismo ideológico, ha ganado espacios relevantes en la toma de decisiones y elaboración de políticas públicas. “En un Estado totalitario la situación es, permanentemente y en todos los campos, la misma que en los demás países domina algunos ámbitos en tiempos de guerra. Se ocultará a la gente todo lo que pueda provocar dudas acerca de la competencia del Gobierno o crear descontento”. Friedrich Hayek Número 3 Año 2 Fecha: 29 de enero a 03 de febrero 2015 ECONOMÍA AL DÍA Gobierno Central inicia ola de ocupaciones al sector privado: Durante el sábado 31 de enero se registró el caso principal de lo que sería la primera de varias ocupaciones forzosas de locales comerciales con la paralización de las actividades de Farmatodo en Catia tras una inspección del sitio, acción seguida por la detención de siete trabajadores de la cadena de farmacias, incluyendo a su presidente, Pedro Luís Angarita. Bajo acusaciones por parte del Primer Mandatario de conspiración y de incurrir en la denominada operación morrocoy, cuyo fin es mantener la “sensación” de colas, se hizo eco de rumores correspondientes a la expropiación de la cadena de farmacias y su implementación en las redes de alimentos del Gobierno. Sin embargo, fuentes extraoficiales negaron que ese fuera el caso, declaraciones posteriormente confirmadas por el Presidente Maduro al declarar que éstas “deben permanecer en manos de sus directivos”. Los detenidos ya fueron liberados tras prestar declaraciones al SEBIN. Dos días antes se realizó la intervención de la empresa Distribuidora Zamora J.P.H. 170, C.A., confiscando así un total de 32.000 cabillas y 45.800 tubos estructurales sin factura, los cuales fueron otorgados a Corpomiranda, mientras que el almacén de la empresa fue otorgado a la Zodi de Miranda. Los dueños de la empresa han recibido orden de captura, de acuerdo a declaraciones del Superintendente de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez. A estas empresas afectadas le siguió Cárnica 2005, en el estado Falcón. Nuevamente, el superintendente en cuestión dio a conocer los detalles del caso, afirmando la detención de cinco personas por especulación de precios de alimentos, a la vez que se realizó la incautación de 2.592 cauchos para camiones y de material médico, sumándose a la medida la incorporación de la empresa a la red estatal PDVAL. Se suma, finalmente, la ocupación de los 36 Practimercados Día a Día anunciada por el Presidente Maduro durante la plenaria extraordinaria del PSUV. La ejecución de la medida fue supervisada por el Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien incautó 1.000 toneladas de harina, 87 toneladas de mantequilla y 480 toneladas de leche. En respuesta a las medidas mencionadas, la Cámara de Caracas declaró que de no respetar al estado de derecho la actual crisis económica se profundizaría, razón por la cual ve con “alarma y decepción” las últimas medidas tomadas por el Gobierno Central. Caída de precios petroleros obliga a la búsqueda apremiante de divisas: CITGO, la filial venezolana de refinación en territorio estadounidense ha emitido USD 1.500 millones en bonos con vencimiento en el 2020 y un rendimiento de entre 10 y 11%, esto de acuerdo a fuentes de Thomson Reuters, mientras que República Dominicana canceló su deuda con Venezuela por una década de envíos de crudo bajo condiciones favorables, aunque con un descuento del 52%. La isla caribeña le debía a la petrolera venezolana PDVSA un total de USD 4.027 millones de los cuales canceló como totalidad de la deuda USD 1.933 millones. De acuerdo a analistas, las medidas en cuestión obedecen a la necesidad de liquidez de divisas por parte del Gobierno venezolano para mantener niveles de gasto público vitales para la continuidad de programas sociales y estabilizar los niveles de importaciones ante un contexto de baja capacidad productiva por los controles de precio y cambiarios. Tal situación de urgencia debido a la falta de capacidad de respuesta por parte de las instituciones estatales (considerar caso de insumos médicos, cuyo abastecimiento depende en un 92,4% de la producción extranjera) ha sido reconocida tácitamente por el Gobierno, razón por la cual se ha aprobado la agilización de trámites para la importación de bienes específicos. Cerca de la mitad de los hogares venezolanos se encuentran en condición de pobreza: De acuerdo a una investigación conjunta de las universidades Universidad Central de Venezuela, Universidad Simón Bolívar y Universidad Católica Andrés Bello, 3,53 millones de familias venezolanas para el año 2014 se encuentran sumergidas en la pobreza. El número de hogares mencionados representa un 48,4% de los hogares en Venezuela, de los cuales un 33% fueron calificados como “nuevos pobres”, cifras que contrastan con los números oficiales, las cuales indicaban para el año 2013 una proporción del 27,3%. Tal realidad social, en conjunto con bajos niveles de desempleo debido a una metodología en exceso flexible, aunque reconociendo a un enorme sector informal conformado por un 39,7% de la masa laboral, ajustes salariales incapaces de competir con los altos niveles de inflación (La cual se ubica sobre los 64 puntos porcentuales) y contracción del producto interno bruto en un 2,8%, se perfila como un reto complejo para el Gobierno Nacional, fruto de sus desatinadas políticas fiscales y económicas aplicadas por más de una década. Indicadores Económicos de Venezuela - 02 de febrero de 2015 Dólar Cencoex VEF 6,3 Reservas Internacionales US$ 22.528 Dólar Sicad I VEF 12 Cesta Petrolera Dólar Sicad II VEF 52,10 BRENT US$ 38,82 US$ 52,75 Fuente: Banca y Negocios. VEF Salario Mínimo 5.622,48 Canasta Alimentaria (INE) Canasta Alimentaria familiar (CENDA) Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Banca y Negocios VEF 5.741,06 VEF 17.230,42